VANGUARDIA | LUNES 26 DE MARZO DE 2012 | NO. 315 | WWW.SEMANARIOCOAHUILA.COM
PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN
VÍCTIMAS DEL TRANSPORTE,
A LA DERIVA EN ACCIDENTES
LA FAUNA
Por Alfredo García
El cristianismo en México Tenemos grandes problemas y ninguno de ellos puede ser resuelto por la religión, al menos en el corto plazo. No sabemos si el Papa pueda hablar personalmente con el millonario Joaquín Chapo Guzmán, para sensibilizarlo acerca del delicado tema de la violencia. Ni si pueda sensibilizar al millonario Carlos Slim para que haga más por un país con 80 millones de pobres. Con los candidatos a la presidencia de la República de plano no se entrevistó, o al menos no públicamente. De manera que no pudo tirarles algunos lineamientos eclesiásticos para que los incluyeran en su programa de trabajo. Con Josefina Vázquez Mota, quien pide a sus simpatizantes que vayan a misa antes de votar, quizá sí se comunique telepáticamente y por esa vía, más rápida y
eficaz que el propio internet, tal vez haga llegar a sus neuronas albiazules millares de páginas de encíclicas, concordatos, cánones y dogmas. Benedicto XVI tampoco puede hacer nada contra el analfabetismo de niños y adultos. De manera que su visita, para quienes la contemplaron por televisión, fue ante todo de confortamiento espiritual, con todo y el lenguaje demasiado general que emplean los sumos pontífices y que puede ser pronunciado lo mismo en Guanajuato que en Mali, en el Turquestán o en las islas Malucas. Millones de fieles representan una ganancia para cualquier iglesia, pero también muchas incomodidades. Los papas, que procuran dominar los idiomas en que se expresa su abundante rebaño, sólo lo consiguen a medias. Por lo demás, ellos
| Diccionario de autores
comparten la vanidad de todos los europeos, que sienten que con aprenderse un refrán, una grosería y un saludo cotidiano en cualquier idioma, ya dominan ese idioma. El emperador Carlos V, que tuvo que aprender el castellano para hablar con sus súbditos españoles, nunca perdió el acento germano con el que azuzaba a sus caballos, y ello derivó en una devoción disminuida por parte de los primeros: a tal punto el idioma pronunciado desde las entrañas influye en las relaciones con las personas. De todas formas, el Papa siempre será un gran comunicólogo, por su habilidad para entenderse con millones de personas valiéndose de un conjunto de señales muy parco: una túnica blanca, una sonrisa y un callado rematado en una cruz.
SEMANARIO
Ilustración: Diego Hernández
Nihilismo: Nada existe; si algo existe no es cognoscible por el hombre; si fuese cognoscible, no sería comunicable (Gorgias).
SI YO FUERA PRESIDENTE
¿Se imagina sentado en la silla que ahora ocupa Felipe Calderón?
Oscar Peart Empresario
1.
El primer tema que yo abordaría como presidente es la educación, porque nos da los cimientos para todo y brinda oportunidades. Lamentablemente vemos que en algunas partes falta compromiso de maestros y falta de interés de alumnos. No hay un nivel bueno, es de lo que el país más adolece. Pondría un énfasis a la niñez y juventud como el desarrollo integral,
2.
pues son ellos quienes van a dirigir el país, y si no hacemos caso de la situación actual, y trabajamos con ellos, no sé a dónde vamos a llegar. Fortalecería las empresas e industrias mexicanas, para después potencializarlas y lograr un desarrollo económico más estable. Además eso generaría más empleo, vías importantes de crecimiento y desarrollo.
3.
4.
Atendería sin duda el medio ambiente. Si no lo cuidamos ni estamos atentos, podemos tener problemas muy graves. Hay que aplicar las normas, regular los delitos y crear conciencia al respecto. Intentaría que hubiera una transformación total en el sistema político mexicano, para percibir de otra manera la política mediante la acción. Es decir,
5.
que los actores no busquen beneficio propio, si no una democracia más orientada. Este país lo sostienen pocas personas con buenas intenciones, pero se hunde por la gente mezquina que opta por la corrupción. Buscaría también promover el turismo, pues somos un país rico en naturaleza, pero muchas veces ni nosotros lo sabemos.
6.
LA LICUADORA
Nadie es homogéneo, análogo, todos son una mezcla de… Una pizquita genética de fulanito, otra de menganito y una cucharadita de perenganito. Si no lo crees, ve cómo metes en una licuadora un tantito de éste, más del otro y un puñito de aquél, y luego verás quién sale:
Pedro Picapiedra
Choche
Capulina
Armando de la Garza
VANGUARDIA Lunes 26 de marzo de 2012 / www.semanariocoahuila.com
EN UN DOS POR TRES
3
| Claro que ud. lo sabe
| Los menesteres del ocio
|| Por Miguel Agustín Perales
|| Por Alfredo García
1.- El Plan de Guadalupe fue promulgado el 26 de marzo de … ■ ■ ■ ■
A) 1911: B) 1912; C) 1913; D) 1914.
2.- Un … es un silogismo abreviado.
VANGUARDIA Lunes 26 de marzo de 2012 / www.semanariocoahuila.com
4
A) protegido; B) visitante asiduo; C) visitante ocasional; D) protector.
4.- Las ciudades de Herculano y Pompeya fueron destruidas por una erupción del … ■ ■ ■ ■
A) Stromboli; B) Etna; C) Taigeto; D) Vesubio.
A) Ríus; B) Abel Quezada, C) Magú; D) James.
6.- El diablo y algo más es un libro de relatos de …
A) polisilogismo; B) entimema: C) epiquerema; D) sorites.
3.- … es el sentido etimológico del sustantivo cliente. ■ ■ ■ ■
■ ■ ■ ■
■ ■ ■ ■
A) Rubén Marín, B) Emma Godoy; C) Vicente Leñero; D) Gloria Riestra.
7.- Talasa es un satélite de … ■ ■ ■ ■
A) Júpiter, B) Saturno; C) Urano; D) Neptuno.
8.- El Domingo de Ramos se conmemora la entrada triunfal de Jesús en … ■ ■ ■ ■
A) Cafarnaúm; B) Betania; C) Jerusalén; D) Samaria.
Habla, memoria. ¿Alguien recuerda o conoce a Margarita Villaseñor, Jaime del Palacio, Alberto Dallal, Noé Jitrik, Lisa Block de Behar, Tita Valencia, Carlos Eduardo Turón, Manuel Echeverría? Todos ellos obtuvieron el premio Xavier Villaurrutia, en las décadas de 1970 y 1980, y luego se perdieron en el más estricto olvido. Elogios que matan. “Para nosotros, la aparición de “Cien años de Soledad” fue un verdadero acontecimiento, parecido, a escala sensorial, a lo que fue la aparición del disco Sergeant Pepper’s Lonely Hearts Club Band, de los Beatles, o el Blonde on Blonde, de Bob Dylan”: Claudio Lomnitz, La Jornada, miércoles 7 de marzo. Vaya manera de destruir el prestigio de un libro… Diálogos sindicales (en la UAAAN). Será la red una opción si no está llena de spam: un caguameo por webcam resolvería la cuestión. Nuevas costumbres sexuales. “Venus y Júpiter tuvieron un inusual acercamiento nocturno”: La Jornada, martes 13 de marzo.
Duermevela. Algunas veces los periodistas de combate sueñan con volverse notarios públicos. En capilla. Así, jugará el Diablillo otra partida de dados: ¿lograrán los “indignados” ponerle en contra a Saltillo? Haikú samurái. Me alegra saber que todo está vacío. Honor a la espada del enemigo, solo herirá la brisa de primavera con el fulgor del relámpago. Nunca muere. “Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción”; Samuel Johnson ((1709-1784). Diccionario portátil. BEATITUD: “Los seres beatos son inmóviles en sí mismos y les basta ser lo que son: no se arriesgan a ocuparse de cosa alguna, porque ello los haría salir de su estado, pero tanta es su felicidad que, sin elegir, realizan grandes cosas y hacen mucho al quedar inmóviles en sí mismos”: Plotino.
Respuestas: 1) c; 2) b: 3) a. 4) d: 5) b. 6) a: 7) d; 8) c.
SEMANARIO
■ ■ ■ ■
5.- “Trabajar para periódicos es un vicio del que uno no se puede librar sin lágrimas”. Es este un comentario de …
SUPERMÉNDEZ
El único superhéroe de Saltillo y la región (incluyendo Ramos)
Por J. Latapí
VIDEÓDROMO
ADULTOS JÓVENES AUNQUE EL TÍTULO NO PROMETE, EL DIRECTOR REGRESA CON UNA VERDADERA OBRA CINEMATOGRÁFICA Por Esteban Cárdenas
6
VANGUARDIA Lunes 26 de marzo de 2012 / www.semanariocoahuila.com
SEMANARIO
Reírse de Mavis Gary, el comJason plicado persoReitman naje de Char2011 lize Theron en Adultos Jóvenes, cuesta trabajo. Esta no es una comedia tradicional, pero si sabes apreciar el humor negro, estás en la sala correcta. Adultos Jóvenes es un drama cómico en la vena de otras obras maestras del cine sarcástico como Happiness (Todd Solondz, 1998) o Election (Alexander Payne, 1999) sobre personajes descompuestos estilo David Brent en la versión inglesa de The Office, quienes viven historias tan incómodas que lo único que queremos es que se acaben. La película nos cuenta la historia de Mavis Gary, una escritora de novelas románticas para adolescentes que está estancada creativamente. Además de ser basura, la serie que escribe está a punto de
ser cancelada, y no puede terminar el último libro. En la prepa era la popular, y hoy se ha convertido en una alcohólica solterona. Todos parecen saber que su vida es un desastre, menos ella. Todo lo contrario: Mavis está convencida que es una gran autora, y tras recibir un correo electrónico de Buddy, su ex de prepa invitándola al bautizo de su primer hijo, decide que es hora de regresar al pueblo donde creció y “rescatarlo” de la vida doméstica, ya que está convencida que son el uno para el otro. Mavis empaca su horroroso perro, todo su maquillaje y su laptop, y conduce su mini-cooper hasta el pueblo en donde creció, dejando atrás la “gran ciudad” de Minneapolis. Tras instalarse en un deprimente motel, su única misión es reencontrarse con Buddy, a quien invita a un bar el día siguiente. En el transcurso, se reconecta con Matt Freehauf (Patton Oswalt) un “looser” de la prepa, con quien pasa las noches tomando cantidades industriales de Whisky, preparando su fatídico reencuentro romántico. Adultos Jóvenes te tendrá ta-
pándote la cara en el cine, no por miedo, sino por pena ajena. Lograr transmitir a propósito esta emoción en una película es delicado, y Reitman y Theron lo logran con creces. La segunda colaboración con Diablo Cody después de Juno cimienta al director Jason Reitman (Gracias por Fumar, Juno, Amor sin Escalas) como una verdadera fuerza cinematográfica, y es el mejor papel de Charlize Theron desde que ganara el Oscar por Monster en el 2003. La actriz sudafricana le da una
RADAR
Suena a…
Por Esteban Cárdenas
Fleet Foxes
escardenas@vanguardia.com.mx
The Shins
Port of Morrow 2012
profundidad espectacular a su personaje, y la convierte en una especie de olla de vapor humana que siempre parece estar a punto de explotar. Con una mirada, Theron nos transmite una amargura acidísima, y su personaje está en un perpetuo berrinche silencioso que llega a dar miedo. Es una actuación es tan convincente que entendemos tan bien a su patético y odioso personaje al grado que terminas queriéndolo. A pesar de pasar noventa minutos pena ajena, la disfruté enormemente, y ese es precisamente su gran triunfo.
Tras cinco años de ausencia, regresan los indie darlings dosmileros de Portland con un esfuerzo discográfico maduro y desprendido de todos los clichés del indie rock que aparecían en el Wincing the Night Away del 2007. James Mercer y compañía ya están grandecitos, y quizá un poco domesticados. El matrimonio le sienta bien a Mercer, el principal compositor y vocalista, quien de acuerdo a una entrevista reciente publicada
Fleet Foxes 2008 en un blog, explora temas familiares y románticos en este disco. Después de explorar sonidos electrónicos con su otra banda Broken Bells, hoy The Shins regresan al indie pop barroco, y es un respiro de aire fresco para sus fans, quienes dudamos si volveríamos a escuchar un disco tan impresionante como el Chutes Too Narrow del 2003. Aunque no es tan bueno como aquel, se le aproxima un poco, y eso es suficiente por ahora.
Band of Horses
Everything all of the Time 2006
Spoon
Ga Ga Ga Ga Ga 2007
LOS DEMÁS
ATROPELLOS DEL TRANSPORTE
Una dudosa aseguradora que está registrada como asociación civil, es la que se encarga de reparar los daños materiales y médicos cuando alguna unidad de transporte urbano causa algún atropello. Los usuarios, peatones y automovilistas que han sufrido este servicio, denuncian aquí cómo los dejan colgados con la cuenta y con su salud...
T E X TO JE S Ú S PE Ñ A / FOTOS D E LU I S SA LC E D O Y J E S Ú S P E Ñ A
8 VANGUARDIA Lunes 26 de marzo de 2012
A
veces la maldad viste de camisa y corbata, tiene rostro, oficinas y hasta razón social. María de Jesús Martínez González lo descubrió la tarde en que sólo a unas cuadras de llegar a su trabajo, cayó sobre el pavimento después que el chofer de la ruta 14, de la CTM, dio el arrancón, justo cuando ella iba bajando por la puerta trasera de la unidad. La mujer, de 64 años, salió disparada, en el aire, Dios sabe cómo, alcanzó a levantar la cabeza para evitar desnucarse con el filo de la banqueta y su espalda chocó estrepitosamente contra el asfalto. Ya en el suelo vio por el rabo del ojo las llantas traseras de la mole que rodaban en reversa hacia ella como en cámara lenta y estuvieron a punto de reventar su cuerpo, si los pasajeros que iban a bordo el camión no le gritan al operador que parara la marcha porque María yacía tirada en la calle. “Dije ‘ay Dios mío de mi vida ayúdame’, me rodé para la cuneta y eso fue lo que me salvó”. Los pasajeros se habían apostado alrededor del camión para impedir que el rutero escapara. Al rato llegaron unos hombres que se identificaron como los representantes de una compañía denominada Asesores de México A.C. (Asedmex), una especie de caja mutualista que aglutina a concesionarios de camiones y que, ahora se sabe, ha cometido diversos fraudes en perjuicio de usuarios del transporte público urbano, haciéndose pasar como aseguradora. María se sabe de memoria el modus operandi de esta empresa, cuyo nombre no aparece en la Lista de Instituciones de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), siendo que uno de los requisitos que establece la Dirección Estatal de Transporte para plaqueo de unidades del servicio público del transporte, es que los concesionarios cuenten con la asesoría de aseguradoras certificadas. “Lo que pasa es que yo ya no quiero hablar de eso, porque esta gente es muy malvada, ¡son muy malvados!, ustedes mismos deberían cuidarse”, dice María, una noche que nos reunimos en su casa de la colonia Morelos, para platicar sobre el tema Asedmex, organización que, según su acta constitutiva, está registrada solamente como una asociación civil sin fines de lucro.
BAJO ENGAÑOS Luego del percance que sufrió María y sin que el chofer fuera detenido por la policía ni el autobús retirado de circulación, gracias a la intervención de la presunta aseguradora, el personal de Asedmex trasladó a la pasajera a un consultorio del bulevar Venustiano Carranza.
Quien se hace pasar por la empresa aseguradora es en realidad una asociación civil de acuerdo a su acta constitutiva.
Me asusté y hasta la fecha no puedo recuperarme, porque como todos los días tengo que agarrar el transporte, ahora siento mi recelo, entonces aunque se enojen los choferes me bajo por delante, aunque esté mero atrás.... Les digo ‘no, pues ahora aunque se enoje señor, yo sufrí un accidente en estos transportes y ahora me bajo por delante, le guste o no le guste’”. MARÍA, VÍCTIMA DE LA RUTA 14.
Llevaba lastimada la espalda y el codo izquierdo le temblaba de dolor. Con la caída se habían roto además sus espejuelos de aumento. Los rayos x revelaron más tarde un esguince en el cuello y en la parte baja de la espalda de María de Jesús, el médico, Pedro Domínguez Rodríguez, le puso una inyección, le colocó un collarín y le recetó un gel de Diclofenaco, unas pastillas para calmar el dolor y eso fue todo. En ese momento la gente de Asedmex se despidieron de María, advirtiéndole que el
asunto estaba concluido y no podrían hacer nada más por ella. Ni el collarín, ni el gel ni las pastillas, lograron mitigar las dolencias de María, quien tuvo que dejar su trabajo, en una cocina comunitaria, donde las labores suelen ser rudas, entre cargar ollas pesadas y hacer movimientos bruscos. “Todavía me duele la espalda para hacer quehacer o sostener algunas cosas, porque no aguanto el peso”. Después María se dio cuenta de que a los señores de la aseguradora se les había olvidado un detalle, ¿quién pagaría los anteojos de alta graduación de la mujer que se habían estrellado en el suelo tras el arrancón de la 14? Al cabo de algunos días, y con el cuerpo dolorido, María de Jesús acudió en taxi, por miedo o recelo de subir a un camión urbano, a las oficinas de Asedmex, ubicadas en la Plaza España, a fin de reclamar el pago de sus lentes. “Me asusté y hasta la fecha no puedo recuperarme, porque como todos los días tengo que agarrar el transporte, ahora siento mi recelo, entonces aunque se enojen los choferes me bajo por delante, aunque esté mero atrás.... Les digo ‘no, pues ahora aunque se enoje señor, yo sufrí un accidente en estos transportes y ahora me bajo por delante, le guste o no le guste’”. En el despacho de Asedmex la recibió una licenciada de nombre Isabel, sólo para informale que la aseguradora se dedicaba a cubrir, únicamente, los gastos causados a la salud de los pasajeros en accidentes del transporte urbano, más no de reponer objetos personales. María volvió una y otra vez, en taxi, a las oficinas de Asedmex para insistir sobre el asunto de sus gafas, hasta que después de muchas vueltas le dijeron, por fin, que la firma se haría cargo.
Lunes 26 de marzo de 2012
VANGUARDIA 9
El engaño fue lo que me dio más coraje, me hubieran dicho ‘mire señora no se le van a reponer y punto’, yo lo poco que tenía para pagar mis recibos, lo invertí en carros de sitio, porque imagínese caminar con collarín o andar en camión…”.
10
VANGUARDIA Lunes 26 de marzo de 2012 / www.semanariocoahuila.com
SEMANARIO
Aquí las instalaciones de quien prometerá responder en caso de que usted sea víctima de un accidente con una unidad de transporte.
“Me trajeron del 4 de mayo de 2011 hasta casi todo el resto del mes vueltas y vueltas, que en la mañana, en la tarde, yo casi no reposé”. Todo lo que María tenía que hacer era presentarse en la Óptica Mario, para que le hicieran el examen de la vista y la orden para la fabricación de sus anteojos. “Dijo la licenciada ‘sí, ya está, puede ir a que le hagan el examen y todo eso, nada más que necesito que me entregue los lentes que se le echaron a perder’. Yo los llevaba en mi bolsa y se los entregué, porque dijo que ella tenía que comprobar los gastos con el artículo ese”. Pasaron así varias semanas, María habló a la óptica para preguntar si sus anteojos estaban listos, la respuesta fue que la orden estaba detenida debido a que Asedmex no había cumplido con el pago. Habían transcurrido casi dos meses del accidente, María sentía aún los dolores en la espalda y el codo y había gastado sus ahorros en médico particular y en carros de sitio para ir a Asedmex, así es que, cansada de las promesas de la presunta aseguradora, se apersonó una mañana en la redacción de un diario local para denunciar los abusos. “El engaño fue lo que me dio más coraje, me hubieran dicho ‘mire señora, no se le van a reponer y punto’, yo lo poco que tenía para pagar mis reci-
bos, lo invertí en carros de sitio, porque imagínese caminar con collarín o andar en camión…”. La nota del periódico cayó como una bomba en las oficinas de la compañía. La aseguradora, le dijo a María la tal licenciada Isabel, no pagaría un solo céntimo de sus lentes. “Me tuvieron ahí un rato, llegó una licenciada y me dijo ‘¿por qué lo hizo señora?’, le dije ‘¿qué cosa?’. Yo no sabía que ellos estaban enterados de la nota, dijo ‘todo lo que dice en el periódico ¿y así quiere que le repongamos los lentes?’, le dije ‘¿y qué comportamiento quiere que tenga?, ¿qué los venga a felicitar, después de todo lo que me han hecho?’, le dije ‘no’, y luego dijo ‘pues para recuperarle los lentes es necesario que usted se retracte’, le dije ‘no me voy a retractar hasta que no los tenga, usted me entrega los lentes y entonces yo hago la aclaración de que ustedes ya cumplieron, mientras que no cumplan eso va a quedar vivo’. “Y dice la licenciada ‘es que lo del periodicazo señora, no sabe cómo ha manchado la imagen…’, le dije ‘manchada ya la tienen ustedes con su manera de ser, yo no tuve la culpa, ustedes mismos cometen los errores, aparte yo nada más les vengo a reclamar, yo no propicié el accidente, lo propició el chofer, están solapando a toda esa bola de irresponsables y no me arrepiento’”. Más tarde María volvió a comunicar-
MARÍA CAYÓ PORQUE EL CHOFER ARRANCÓ ANTES DE QUE DESCENDIERA.
se a la óptica con la esperanza de que el personal de la aseguradora hubiera rectificado su postura, pero “la señorita de la óptica dijo: ‘no señora, es que yo necesito que ellos hablen o que vengan a pagar, cuando menos el anticipo’. “Iba a Asedmex y sentía que ya era una burla, yo lo veía en la cara de las licenciadas nada más iba yo y cruzaban palabras, miradas, actitudes”. Hasta que un día María terminó por rendirse. “No me he podido hacer de los lentes y los necesito para trabajar. No, dije, pos lo dejo en las manos de Dios, total el que obra mal… algún día tiene su merecido”.
ATENCIÓN MÉDICA SUPERFICIAL Liliana Sarahí Estrada Valdés no piensa así, cuando muestra a la cámara de SEMANARIO la pierna desgarrada que le dejó un accidente de camión en el que estuvo involucrada también la empresa Asesores de México A.C. (Asedmex). Ocurrió una mañana en que Sara, que aparenta a lo mucho unos 16 años, regresaba de un mandado a su casa en la colonia Virreyes Popular a bordo de un colectivo de la ruta 5–A. La mujer había descendido de la unidad en el bulevar José Sarmiento, varias esquinas antes de llegar a su
Tiene antecedentes La Dirección del Transporte Público Municipal recibe quejas constantes de parte de usuario de rutas urbanas, que acuden para denunciar los abusos de esta presunta aseguradora. Hasta el momento no se lleve un registro estadístico de dichas quejas.
El último corte
Los motivos
Póngase vivo
De acuerdo con datos de la Dirección de Transporte Municipal hasta enero 2012
n n n n
No levantó pasaje No respetó la tarifa Modificó la ruta Hace tiempo indebido n No regresó el cambio n Va a exceso de velocidad n No respetó la luz roja n Juega carreras n Operador grosero n Falta de servicio
Cuando suba a un autobús de transporte urbano, es importante que lleve a la mano el número de teléfono de la Dirección de Trasporte Municipal 4 15 85 29
Se acumularon
114
quejas en contra de operadores de camiones
Lunes 26 de marzo de 2012
VANGUARDIA 11
El doctor de la aseguradora dijo que no necesitaba cirugía, que había sido una herida leve y me dio de alta, y les dijo a los médicos del Universitario que ellos ya no se metieran, porque él se iba a hacer cargo del caso”. SARA, QUIEN FUE ARROLLADA POR UNA UNIDAD DE LA RUTA 5-A.
domicilio, y viendo que algunas personas aguardaban para subir al camión, creyó librar al paso del autobús y cruzó por delante hacia el camellón que divide la calle. En eso el chofer, que no se había percatado de la maniobra de Sara, emprendió la marcha a toda velocidad y alcanzó a rozarle la pierna izquierda con la defensa y la llanta delantera. Sara cayó de bulto y con la pierna sangrando sobre la tierra, en el sitio se había formado ya un gran tumulto de gente. El personal de Asedmex, se presentó entonces en la zona para impedir, en primera instancia, que los agentes de tránsito, que habían arribado al lugar, detuvieran y remitieran al operador a la demarcación de la policía, propósito que no consiguieron debido a la intervención de los pasajeros y los vecinos de Sara, que en ese momento clamaron justicia. “Lo detuvieron, pero luego, luego salió, lo único que hicieron fue quitarle el tarjetón y no lo dejaron trabajar”, cuenta Sara. Más tarde la chica fue conducida en una ambulancia a las instalaciones de la Cruz Roja, donde le prestaron los primeros auxilios y, luego de varias horas, la trasladaron al Hospital Universitario.
La compañía aseguradora, dijeron los representantes de Asedmex al padre de Sara, se haría responsable de todos los gastos hasta la total recuperación de la muchacha. En el accidente, Sara había sufrido un desprendimiento de piel a la altura de la rodilla izquierda y el talón, así como un golpe con hemorragia interna en la pantorrilla derecha. “Llegué al hospital con el talón colgando”, relata. La noche después del accidente llegó hasta la habitación de Sara un doctor de nombre Adrián Cepeda, que se identificó como médico traumatólogo, adscrito a la empresa Asedmex, y le retiró las vendas que le habían sido colocadas por las enfermeras del hospital alrededor de la pierna. En su lugar colocó unas bolas de algodón entre la carne desprendida de la rodilla y el talón de la chica, y enrolló con otra venda. Tres días después el doctor Cepeda apareció de nuevo en el nosocomio, tras un chequeo superficial le dijo a Sara que ya estaba bien, que podía irse a su casa porque él la daba de alta. “El doctor de la aseguradora dijo que no necesitaba cirugía, que había sido una herida leve y me dio de alta, y les dijo a los mé-
12 VANGUARDIA Lunes 26 de marzo de 2012
dicos del Universitario que ellos ya no se metieran, porque él se iba a hacer cargo del caso”. De regreso a su domicilio y cuando su madre le descubrió la pierna para curarla, vio que en la rodilla y el talón de Sara se habían formado unas como ámpulas que daban la impresión de que la pierna le iba estallar. Horas más tarde Sara se hallaba en el quirófano del Universitario donde un grupo de médicos la sometían a una cirugía urgente para reconstruirle la piel de la rodilla y el talón que, se supo después, se había contaminado con una bacteria. luego de que el médico de Asedmex le taponara la herida con los algodones. “Dijeron que había sido negligencia médica”, revela Sara. Pero los injertos que le habían sido colocados durante la operación no funcionaron y Sara fue sometida a otras tres intervenciones. Habían transcurrido ya varias semanas y la cuenta en el hospital rebasaba ya los 70 mil pesos. “Mi papá andaba pidiendo ayuda para las recetas, porque eran de dos mil o tres mil pesos”. El papá de Sarahí optó entonces por buscar a los representantes de la supuesta aseguradora para que acudieran a liquidar la
factura del Universitario, pero éstos se negaron alegando que la empresa ya había cumplido con su responsabilidad y que lo mejor sería que acudiera con el dueño del camión que había causado el accidente. El padre de la muchacha se encaró entonces con un tal Óscar Valdés, quien resultó ser el propietario de la Unidad 96 de la ruta 5–A, pero también se negó a pagar los gastos hospitalarios de Sara, alegando que había vendido el camión con todo y concesión y que por eso quedaba exonerado de toda responsabilidad. Andando los días, y ya sin un peso en la bolsa, el papá de Sara consiguió internarla en la clínica del ISSSTE, donde la mujer permaneció encamada durante un mes y medio más, sin que hasta hoy sus heridas se hayan curado del todo. “Ya no quedé buena”, se duele la muchacha. A la gente de la seudoaseguradora Asedmex, y a su médico Adrián Cepeda, se los tragó la tierra. En el Hospital Universitario quedó, como recuerdo de aquel accidente, una cuenta por pagar a nombre de Sarahí Estrada y su familia. “Ya después nadie nos hizo caso”, suelta Sara.
Choferes imparables En 2011 se registraron
Mil 605 quejas de usuarios de servicio público de transporte en contra de choferes de combis, cifra que superó la de 2010 en que se acumularon mil 407 quejas
Sara, además del daño irreparable en su pierna, tiene una cuenta por pagar en el Hospital Universitario.
UNA LARGA CUENTA POR PAGAR
Igual le pasó a Brenda Zavala. La suya es sólo una más, entre las historias que demuestran la impunidad con que opera Asesores de México A. C. (Asedmex), sus directivos y empleados. Brenda la padeció el día que la recluyeron, con un dolor pertinaz de cuello y columna, en un cuarto del Centro Hospitalario la Concepción, sin que ningún médico o enfermera del hospital, por recomendación de la gente de Asedmex, le prestara ninguna ayuda. Brenda había llegado a este sanatorio junto con Nancy, su prima, después que fueron embestidas, en la parte trasera del coche de Brenda, por un pesado camión de la ruta 4-B. Era 10 de mayo, Brenda, viajaba en su automóvil acompañada de su prima Nancy, los dos hijos de ambas y una tía. Se dirigían del panteón Santiago, en la Calzada Madero y Pedro Ampudia, a la comida del Día de las Madres en casa de otro familiar. El tráfico era lento, en medio de las colas interminables de carros, Brenda, que iba conduciendo, atisbó por el retrovisor el frente de un camión del trasporte público. El mar de vehículos avanzó un poco más, de repente el autobús se dejó venir de lleno y dio con la defensa del carro de Brenda, pero no pasó nada. La hilera de autos se movió otra
vez a vuelta de rueda entre el embotellamiento, el camión de la 4 – B, que circulaba repleto de pasajeros, se dejó venir de nuevo y empujó, esta vez con más violencia, el coche de Brenda, fue entonces que la mujer sintió como un latigazo que le paralizó el cuello. “Nos arrastró como un metro”, detalla. Nancy, su prima, que venía en el asiento de atrás con su hijo y el de Brenda, intentó proteger con su cuerpo a los niños al momento del golpe. La tía de Brenda, quien viajaba en el lado del copiloto, se lastimó una pierna con la guantera tras el impacto. Brenda bajó del vehículo y el chofer de la 4 – B, que parecía asustado y nervioso, descendió también de la combi sin decir palabra. En eso se acercaron varios agentes de tránsito y antes que se llevaran detenido al chofer de la unidad, ya esposado arriba de una patrulla, apareció una persona de nombre Denver Castillo, quien se identificó como el representante legal de la aseguradora Asedmex. “Pero antes llegó un ajustador de esta aseguradora diciendo que le quitaran las esposas al muchacho y le dije ‘no, porque si hay lesionados, hay detenido’” narra Brenda. Después de una discusión el chofer fue liberado, a cambio Denver Castillo ofreció a las afectadas del choque que serían atendidas en el hospital que ellas eligieran. “Dice Denver ‘no hay proble-
ma hasta donde se quieran ir a atender, ahorita les doy su pase médico’ y firmamos un convenio en donde la supuesta aseguradora se iba a hacer responsable de todos los gastos”. Los niños habían resultado ilesos. Nancy, quien quedó inmovilizada dentro del carro, debido a que con el golpe se le dislocó la columna vertebral, fue trasladada, en una ambulancia de Bomberos, al área de urgencias de la Clínica Concepción. Brenda se quedó con Denver Castillo, el representante de Asedmex, arreglando lo del traslado de su coche chocado al taller. Con el paso de los minutos, Brenda notó que la intensidad del dolor en su cuello aumentaba y su marido, que hacía rato había llegado al sitio para auxiliarla, la trasladó, con un pase médico extendido por Denver, el representante de Asedmex, al hospital. Cuando arribaron la mujer no pudo bajar de la camioneta de su esposo, y en silla de ruedas la condujeron hasta el área de emergencias de la clínica. “Me dolía la espalda, las costillas y el hombro”. Horas después se hallaba en una habitación, junto a su cama estaba la de su prima Nancy. “Mi prima ya estaba con un dolor más fuerte que el mío, la habían movido y tratado de acomodar el cuerpo, que estaba todo torcido”. En las primeras horas de su llegada Brenda y Nancy fueron sometidas a diversos estudios y
Adrenalina pura Mensualmente la Dirección de Transporte Público Municipal recibe un promedio de 100 a 120 reportes de quejas por el mal comportamiento de los operadores de combis
¿Trato de primera? Según los registros de la Dirección de Transporte la queja más recurrente es maltrato al usuario
Mano suave A pesar de las cientos de quejas que cada año se reportan a la Dirección de Transporte Municipal, en 2011, se aplicaron sólo 28 sanciones en contra de choferes mal portados
Lunes 26 de marzo de 2012
VANGUARDIA 13
Aquí la denuncia que interpuso Brenda Zavala contra la aseguradora para que la indemnizara por daño material y moral.
tratadas con medicamentos para el dolor. “Me dicen que tengo inflamado el pecho, la columna y el cuello y mi prima rotado un disco en la columna”. Todo iba bien, hasta que esa noche entró en su cuarto un hombre de bata blanca que, sabrían después, se llamaba Gerardo Palacios Feria, era el representante médico de la aseguradora Asedmex y, al mismo tiempo, perito médico de la Fiscalía General del Estado. El doctor Palacios, quien se ostentó como traumatólogo y psicólogo, revisó someramente a ambas lesionadas y se retiró. Amaneciendo se apareció de nueva cuenta en el cuarto de Brenda y Nancy, las revisó de manera superficial y argumentando que ya se encontraban bien les exigió que firmaran el alta y se retiraran de inmediato a su casa, de lo contrario solicitaría al área jurídica del hospital les suspendiera la atención médica. “Nos empezó a revisar, dijo ‘es que ustedes ya están bien, ya tienen que firmar su alta, si
Brenda Zavala tiene un adeudo en el hospital porque la aseguradora no ha respondido a su accidente, ya interpuso una denuncia. 14 VANGUARDIA Lunes 26 de marzo de 2012
Yo traía una faja en la cintura por el dolor de la espalda y me la quitó, dijo ‘ya no la tienes que usar’. Mi prima tenía una férula en una pierna y el doctor le dice ‘te la tienes qué quitar, porque como tienes várices, el problema va a ser mayor, tú misma te estás haciendo el dolor’”. BRENDA, VÍCTIMA DE UN CHOQUE CON UN CAMIÓN.
no firman, la compañía aseguradora ya no se va a hacer responsable de sus gastos, porque ustedes están bien y son chiflazones’. “Yo traía una faja en la cintura por el dolor de la espalda y me la quitó, dijo ‘ya no la tienes que usar’. Mi prima tenía una férula en una pierna y el doctor le dice ‘te la tienes qué quitar, porque como tienes várices, el problema va a ser mayor, tú misma te estás haciendo el dolor´”. Las mujeres se negaron a firmar el alta y a las pocas horas se les suspendió el medicamento y las dejaron a su suerte en aquella habitación. “Dijo el doctor de Asedmex: ´me voy a ir a quejar a la dirección, ahora a ver ustedes cómo se las arreglan, la compañía ya no va a pagarles nada, así es de que háganle como puedan”. Pasaron uno y dos días, la salud de Brenda que había sufrido, además de daños en cuello y columna, una lesión en el tórax, comenzó a empeorar. La falta de respiración, por una inflamación en los pulmones que le afectó el corazón y el estómago, hizo que Brenda estuviera casi inconsciente durante horas. Aunque el hospitalafirma que en ningún caso suspenden la atención médica, ella nos cuenta lo contrario. “Les comenté a las enfermeras que me sentía mal y ellas nada más decían ‘es que yo no puedo hacer nada, por órdenes del hospital no le puedo traer a ningún médico, hay un problema administrativo’, ponían pretextos y ya después ni caso me hacían”. Los familiares de Brenda interpusieron entonces un amparo por daños a la salud y una queja ante la Comisión Es-
tatal de Derechos Humanos. “Vino también Karla Guadarrama, la reportera de El Guardián, y al día siguiente de la nota Denver me llamó por teléfono para decirme que de qué se trataba, que se iban a hacer responsables, pero que el doctor de ellos decía que estábamos bien, que firmáramos el alta y que ellos se hacían responsables por fuera, pero no nos daba ninguna garantía y último dijo: ‘si ustedes no retiran lo dicho en el periódico, nosotros ya no nos vamos a hacer responsables’”. La reacción fue que los médicos reanudaron el suministro de medicamento a las pacientes y conectaron a Brenda a una válvula de oxígeno. A los pocos días, y aun con el cuerpo y la moral atrofiados, Nancy y Brenda fueron dadas de alta del hospital, no sin antes firmar un pagaré por 78 mil pesos que hasta ahora nadie ha pasado a liquidar. Del chofer de la 4–B y el médico de Asedmex, sobre los que pesa ya una denuncia en el ministerio público, no volvieron a saber jamás. Luego que se sintió mejor Brenda acudió a las oficinas de la aseguradora para exigir el pago de los servicios médicos del hospital y la rehabilitación a que ella y Nancy habían sido sometidas hasta hace pocos meses, en un consultorio particular. “Una licenciada de nombre Isabel nos decía: ‘vamos a La Conchita para pagar la cuenta de una vez’ y le decíamos ‘vamos ahorita’ y decía ‘no, vente mañana’, íbamos al día siguiente y ‘no es que la licenciada no está’, ‘es que no me dejó instrucciones, es que…’”. Lo demás es cuento de nunca acabar…