Composiciones inundadas de frenéticas disonancias; metal, lounge, beach rock, melodías hindúes, tribal y cantos gregorianos forman parte de la retorcida belleza de esta canción. A pesar de hacer uso de ritmos aparentemente convencionales, “Goodbye Sober Day” rebosa una siniestra subversión musical: la instrumentación cambia de manera abrupta e inesperada unificando magistralmente, múltiples elementos de géneros aparentemente aislados. Se desliza entre suaves melodías, gritos viscerales y susurros sarcásticos; los cuales están acompañados de progresiones que van desde acordes de jazz hasta delirantes riffs de metal. Tres voces cantan oraciones alternando sílabas que preceden piezas de suaves melodías interrumpidas para introducir inquietantes cantos fúnebres originarios de un drama operístico llamado "kecak" el cual está basado en el Ramayana. Esta canción rompe con cualquier presuposición sobre como la música debe ser, creando paisajes sonoros que nos remontan a un distorsionado y espeluznante glamour circense de Hollywood en donde los cantos “kecak” simulan un exorcismo de plagas que aquejan a una ciudad. La lírica podría sugerir una especie de pesadilla introspectiva como mirarse a sí mismo desde el otro lado de uno de esos escalofriantes espejos de una casa de la risa, donde cada lado representa una versión de dos realidades disímiles, la sobriedad y la embriaguez. La primera construida sobre una visión decadente del deber ser, y la segunda abordando un despertar de la inconsciencia. Cualquiera que sea su interpretación, es innegable que Mr. Bungle tiene la capacidad de crear mundos completamente alucinantes a partir de la unificación de sonidos y ritmos perfectamente ejecutados.