Capítulo 1385. Partida

Después de colocar el huevo de dragón bebé dentro de su mundo interior, Lin Ming usó su propia esencia verdadera para ayudar a desarrollarlo y proporcionarle energía. Debido a este vínculo, Lin Ming se sintió conectado con la carne y la sangre del dragón bebé e incluso pudo sentir la tremenda vitalidad de la sangre durmiendo dentro de él.

En este universo, cuanto más poderosa era una forma de vida, más difícil le resultaba reproducirse. Rocs, dragones, fénix, las tres grandes bestias divinas nacieron de huevos, pero hacerlo tomó una cantidad de tiempo y energía casi incalculable.

Sin embargo, en los últimos 100.000 años, Dragón Soberano ya había completado la mayor parte del proceso de incubación. El pequeño embrión de dragón dentro del huevo ya había tomado forma y ahora Lin Ming solo necesitaba completar el paso final.

“Lin Ming, antes de que te vayas, te daré un último consejo. Si las cosas parecen imposibles, no se esfuerce demasiado. Esta gran calamidad será aún más cruel que la de hace 3.600 millones de años. Esta es una guerra que involucra la supervivencia de la raza humana, y la fuerza individual dentro de esta guerra parecerá incomparablemente pequeña. Cuanto mayor sea tu habilidad, más responsabilidad tendrás que asumir. Si no has crecido para entonces, no trates de presumir. Mientras haya vida, siempre habrá esperanza”.

Cada palabra que pronunció el Soberano Dragón fue un consejo bien intencionado. Lin Ming sintió que su corazón se calentaba al escuchar esto. Él dijo: "Mayor, tenga la seguridad de que este joven seguirá su consejo".

El Dragón Soberano asintió una vez más, suspirando mientras decía: “En el pasado, cuando Primordius había agotado los últimos restos de su fuerza y estaba haciendo sus arreglos finales, a menudo hablaba sobre su vida. Su vida estuvo compuesta de hechos trascendentales, un hombre que se mantuvo erguido y orgulloso en el mundo y que dejó una leyenda imborrable, pero, aun así, había cometido dos errores fatales en su vida. Una era que era demasiado arrogante en el pasado. Si hubiera compartido el secreto de la Cuenta espiritual Grandmist y permitido que los otros Empíreos unieran fuerzas para ayudarlo, entonces la raza santa no lo habría tomado desprevenido ".

"¿Secreto?" Lin Ming se sorprendió. “¿Estás diciendo que no era bien sabido que Empíreo Primordius poseía la Cuenta espiritual Grandmist? ¿Era un secreto?

Según todos los razonamientos, era normal que nadie supiera el hecho de que Empíreo Primordius poseía la Cuenta espiritual Grandmist. Si Lin Ming estuviera en los zapatos de Empíreo Primordius y hubiera obtenido tal tesoro, él tampoco lo habría publicitado. Eso sería un comportamiento suicida.

Pero, el problema era que, si Empíreo Primordius había mantenido todo en secreto, ¿cómo lo sabría la raza santa?

El Dragón Soberano notó la perplejidad de Lin Ming: “La raza santa ya ha dispuesto muchos espías y piezas de ajedrez en el Reino Divino; sus preparativos de invasión comenzaron hace mucho tiempo y tienen muchos canales de donde obtener noticias”.

Mientras hablaba el Soberano del Dragón, Lin Ming todavía estaba confundido: “¿Qué nivel de cultivo podrían tener las piezas de ajedrez de la raza santa? A lo sumo, serían potencias del nivel del Rey Mundial y, además, tendrían que dañar su propio cultivo para cruzar el Muro de los Lamentos de Dios y entrar en el Reino Divino. Después de llegar aquí, tendrían que buscar medicamentos por todas partes para restaurar su fuerza, entonces, ¿cómo podrían haber aprendido el último secreto de un empíreo extremo?

Lin Ming no creía que los espías de la raza santa tuvieran la capacidad de entrar en contacto con Empíreo Primordius.

El Dragón Soberano dijo: “Lo que dijiste es razonable y, de hecho, los santos no poseían los métodos que dijiste. Sin embargo, sus piezas de ajedrez no estaban restringidas solo a los santos, sino que también había muchos humanos. Eligieron cuidadosamente a humanos con gran ambición y talento para entrenar, tomándolos bajo su ala para que pudieran entrar en contacto con los secretos más profundos de la humanidad…”

Mientras hablaba el Soberano del Dragón, la mente de Lin Ming tembló. ¡Tian Mingzi también estaba en este tipo de situación!

Las ambiciones de Tian Mingzi eran más altas que los cielos y también estaba magníficamente dotado. Por eso, la raza santa lo había elegido. ¡Desde hace 50,000 años, los espías de la raza santa se habían puesto en contacto con él, ofreciéndole todo tipo de recursos y ayuda para convertirlo en un Empíreo!

Con el trasfondo de la raza santa, de hecho, tenían esta habilidad. Además, el propio Tian Mingzi no era un material pobre para empezar; su único límite era un pasado pobre. Pero, la aparición de la raza santa había compensado sus defectos.

Usaron todo tipo de hechizos y métodos de restricción, haciendo juramentos y contratos al nivel de un poder divino trascendente para encadenar a Tian Mingzi y luego convertirlo en una pieza de ajedrez empíreo. ¡Una pieza de ajedrez Empíreo fue más útil que 10,000 santos espías!

"¡La raza santa realmente ha presentado un gran plan!"

Lin Ming hizo una mueca, sus pensamientos se volvieron oscuros. Criar un Empíreo costaría una cantidad incontable de tiempo y recursos; de hecho, habían aportado suficiente capital.

Si no fuera porque los planes de Tian Mingzi fueron derrocados por Lin Ming, es probable que se hubiera convertido en un empíreo humano que traicionó a su propia raza en el futuro. Por vida eterna, por fuerza dominante, siempre habrá gente que no podrá resistir estas tentaciones. Harían un trato con el diablo, incluso vendiendo su alma.

"¿Entonces el traidor en el pasado fue Empíreo Castigo de trueno?" Lin Ming preguntó de repente.

El rostro del Dragón Soberano brilló con un color de veneno y odio. Él respondió: “Eres bastante inteligente. Sí, el que traicionó a Primordius no fue otro que Empíreo Castigo de trueno. Cuando Primordius habló de sus dos mayores errores, el primero ya lo he dicho. En cuanto a la segunda, es que su carácter natural era demasiado honesto y directo, propenso a seguir sus emociones. Juró hermandad con Castigo de trueno, pero no vio su verdadero carácter. En cuanto a Castigo de trueno, cuando juró hermandad con Primordius hacía tiempo que se había convertido en el perro de los santos. sin el apoyo de la raza santa nunca hubiera llegado al paso que dio.”

Con esto, Lin Ming entendió todo.

Finalmente supo por qué en la guerra hace 100.000 años, Empíreo Primordius tuvo que resistir el ataque de varios maestros Empíreo sin ningún aliado a quien recurrir.

También sabía por qué los ancianos supremos del Reino Divino en su mayoría no conocían las circunstancias de este asunto. Hasta ahora, solo Empíreo Sueño Divino y varias otras personas selectas sabían la verdad. Las personas como los Grandes Reyes Mundiales de los mundos de primer orden no tendrían idea de estos eventos. Por supuesto, incluso si lo supieran, solo podrían mirar con avidez la herencia de Empíreo Primordius sin ninguna capacidad para obtenerla.

De hecho, a los ojos de Lin Ming, el primer error de Primordius no fue un error en absoluto. No era que Empíreo Primordius fuera demasiado arrogante, porque sin importar quién fuera, era imposible compartir un secreto tan grande como la existencia de la Cuenta espiritual Grandmist. Si lo compartiera, la situación podría incluso haber empeorado. Después de todo, era difícil predecir los corazones y las mentes de los demás.

El verdadero error de Empíreo Primordius fue el segundo. Debido a que no ocultó la existencia de La Cuenta espiritual Grandmist hasta el límite y había creído erróneamente en Empíreo Castigo de trueno, ahora había terminado en ese estado.

La naturaleza humana era realmente imposible de predecir...

Por eso, la extraña maldición del Abismo del Demonio Eterno, las Torre dividida en el cielo, el Camino del Emperador, el Dragón Negro, la tumba de la diosa, el Clan Dios Abandonado, el enigma de la batalla entre Empíreo Primordius y Empíreo Castigo de trueno, y por qué Empíreo Primordius aparecería en un mundo de reinos inferiores como Planeta Derrame del Cielo...

Lin Ming finalmente entendió todo esto. Ahora, lo único que no sabía era si Empíreo Primordius estaba vivo o muerto y si esos restos óseos en el Palacio Celestial de Primordius eran los de Empíreo Primordius.

Ese fue también el acertijo final del Abismo del Demonio Eterno.

En cuanto a este acertijo, ni siquiera el Dragón Soberano sabía la verdad.

El viaje al Abismo del Demonio Eterno finalmente había terminado. Lin Ming había heredado el legado completo de Empíreo Primordius e incluso había obtenido el tesoro más preciado, el Palacio Celestial de

Primordius. No solo eso, sino que también estaban los 100 millones de años de energía de esencia condensada del verdadero la Cuenta espiritual Grandmist.

Y, por último, estaba el supremamente precioso bebé dragón.

Lo único que lamentó fue que la raza santa había robado la verdadera Cuenta espiritual Grandmist.

Esto también era inevitable. Si la raza santa no logró obtener la Cuenta espiritual Grandmist la primera vez, las potencias de la Divinidad Verdadera de los santos inevitablemente habrían consumido su propia esencia de sangre y fuerza vital para destrozar el muro de Dios lamentando una vez más para obtenerlo. Lin Ming no creía que el encantamiento que Empíreo Primordius había puesto sobre el Planeta Derrame del Cielo podría bloquear la invasión de varios santos Empíreos.

Finalmente llegó el momento de irse.

Todo lo que le quedaba por hacer a Lin Ming en los reinos inferiores era devolver un cuerpo mortal a Demonshine y visitar a su hermana pequeña, Lin Xiaoge, así como a sus padres. Luego, regresaría al Reino Divino.