Boletín
Especial
Gobierno Bolivariano de Venezuela
Ministerio del Poder Popular Para Relaciones Exteriores
Embajada de la República Bolivariana de Venezuela.
Volume 9, 2019
-VENEZUELA EXPRESA SU CATEGÓRICO RECHAZO ANTE PRIVACIÓN DE ASILO DIPLOMÁTICO Y DETENCIÓN DE JULIAN ASSANGE -LA SITUACIÓN EN VENEZUELA REUNIÓN INFORMATIVA DEL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LAS NACIONES UNIDAS --LA OEA INCITA A LA FRACTURA DE VENEZUELA
VENEZUELA DENUNCIA LA VIOLACIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL Y CARTA DE LA OEA ANTE AVAL A TÍTERE DESIGNADO POR TRUMP "Al final, convirtieron a la OEA en un cascaron vacío, impotente para defender sus propios principios, así probaron que nuestra decisión de renunciar fue la correcta. ¡Nos vamos, y a esta OEA nunca vamos a regresar!” - Representante de Venezuela ante la OEA -
Contenido 1) EDITORIAL 2) LA OEA INCITA A LA FRACTURA DE VENEZUELA 3) EL GOBIERNO DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, DENUNCIAN LA VIOLACIÓN IMPUDENTE Y PENAL DE LA LEY INTERNACIONAL Y LA CARTA DE LA OEA 4) LA SITUACIÓN EN VENEZUELA 5) HALCONES SUPLICAN A LA FANB UN GOLPE CONTRA MADURO 6) ¿SABOTAJES ELÉCTRICOS PARA ARMAR UNA"CONTRA" VENEZOLANA? 7) DISCURSO DE LA REPRESENTANTE DE VENEZUELA ASBINA IXCHEL MARIN SEVILLA ANTE EL CONSEJO PERMANENTE DE LA OEA 8) VENEZUELA EXPRESA SU CATEGÓRICO RECHAZO ANTE PRIVACIÓN DE ASILO DIPLOMÁTICO Y DETENCIÓN DE JULIAN ASSANGE 9) ¿EEUU ESTÁ DISPUESTO A ACEPTAR UNA DERROTA EN VENEZUELA?
Editorial Con 18 votos a favor (seis menos de los 24 votos legales requeridos para tales decisiones), el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó una resolución sobre el nombramiento de Gustavo Tarre Briceño como presunto “Representante Permanente” de Venezuela a la organización, “designado por la Asamblea Nacional, hasta que se celebren nuevas elecciones”. La legítima representante de Venezuela ante la OEA, Asbina Marin Sevilla, denunció la medida como ilegal y "significa el fin de la validez de la Carta Fundacional". En total, 9 países votaron en contra, hubo seis abstenciones y una en ausencia. Sin embargo, después de diferentes acciones de Guaidó contra el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro, “el auto-proclamado” ha perdido un apoyo significativo de la comunidad internacional y dentro de Venezuela.
DOCTRINA MONROE EN PRÁCTICA:
LA OEA INCITA A LA FRACTURA DE VENEZUELA
aislamiento de los medios de comunicación internacionales.
Este 9 de abril, nuevamente fue convocada una sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para tratar la cuestión venezolana. Como en otras oportunidades, la sesión violentó uno de los aspectos rectores de la carta fundacional del organismo regional: discutir y/o tomar decisiones sobre un Estado miembro, en este caso Venezuela, sin su consentimiento u aprobación.
Con la "Operación Libertad" cuestionada en su efectividad por distintos sectores, el Consejo Permanente de la OEA, nuevamente movilizado por Estados Unidos, emergió para salvar el pellejo de Guaidó en el último minuto. Eso a escala local pues, en términos regionales, la "designación" ilegal y a la fuerza de Tarre como "embajador de Venezuela" es una forma de responder al fortalecimiento de las alianzas entre Venezuela, Rusia y China, en tanto refuerzan su posicionamiento como actores estratégicos en el continente.
Esta vez la intención fue de mucha mayor gravedad que las anteriores, pues se buscaba "designar" de forma ilegal a Gustavo Tarre Briceño, "enviado" por Guaidó a la OEA, como el "representante formal" del país ante el organismo.
Una maniobra de oxigenación idéntica al patrón de agresiones internacionales probado en años anteriores, como fue la violenta revolución de color del año 2017 que dejó cientos de muertos en las calles de Venezuela en lo que se ha denominado un ensayo de guerra civil, que tuvo como antecedente inmediato una resolución de la OEA que apoyaba la violencia como opción política para el antichavismo.
Partiendo de ahí, este espacio de la política latinoamericana ha sido reactivado con la idea de reanimar la agenda de cambio de régimen violento que encabeza Washington junto a los sectores radicales del antichavismo local. Luego de que el enviado especial de la Casa Blanca, Elliott Abrams, indicara hace pocos días que sería prematura una intervención militar, la figura de Guaidó ha sido objeto de innumerables críticas entre sus seguidores, lo que ha evidenciado una reducción en su capacidad de movilización de calle y un acentuado
En aquel momento el relato empleado consistió en la "alteración del orden constitucional", tras las funciones legislativas específicas asumidas por el máximo tribunal del país para reforzar las relaciones 3
funciones dotar de legitimidad o no a ningún Estado. Un poder con el que tampoco cuenta la OEA, aunque haga ver que sí.
con Rusia en el ámbito petrolero, una acción imposible de realizar desde la Asamblea Nacional por su situación de "desacato" y por su posición de choque institucional y bloqueo financiero frente al gobierno venezolano.
Otros representantes que se manifestaron en contra de la resolución, como el caso de Nicaragua y Bolivia, complementaron que una decisión de esta naturaleza no debe decidirse bajo una mayoría simple de 18 votos (como efectivamente ocurrió) y que el tema debería tratarse, según los estatus de la OEA, en una Asamblea Extraordinaria donde estén presentes los cancilleres de los Estados miembros.
En aquel momento también comenzaba el mes de abril. El orden de factores y la misma alineación de la OEA con una operación que por debajo organiza factores mercenarios y paramilitares (como en 2017), ahora en el marco de la denominada "Operación Libertad", debe servir de alerta temprana para lo que podría desarrollarse esta semana en el terreno.
Jamaica agregó una enmienda al proyecto de resolución para incluir que el "nombramiento" sólo será "hasta que se realicen elecciones presidenciales". Así, el aliado caribeño principal de Washington, por donde inserta también su geopolítica de destrucción del eje Caricom-Alba-Petrocaribe, matizó lo que en realidad es una actualización de la doctrina de intervención interamericana: que la OEA reconoza a un "embajador" designado por un cuerpo legislativo, representando a "un gobierno autodesignado", siguiendo las palabras textuales de la representante de Dominica.
La OEA, desde su Consejo Permanente, se alinea nuevamente con las intenciones de desencadenar una guerra en Venezuela, legitimándola desde el frente internacional. BREVE DESARROLLO DE LA SESIÓN La reunión fue dirigida por el embajador estadounidense, Carlos Trujillo, quien asumió las funciones como presidente del Consejo Permanente. Y un dato no menor es que lo haya hecho en inglés, remarcando a conciencia el origen de la organización y los intereses a los que en última instancia responde.
Fueron 18 quienes aprobaron una resolución ilegal que, en perspectiva, genera una actualización de la doctrina de intervención interamericana, la cual tiene su más contunende y expresivo origen en la constitución de la "Fuerza Interamericana de Paz" que invadió militarmente a República Dominicana (1965), para garantizar la permanencia en el poder de quienes dieron el golpe contra Bosch.
Ante la propuesta de resolución bajo la cual se intentaba nombrar a Tarre como "embajador de Venezuela" ante la OEA, surgieron reacciones contrarias, fundamentadas en la legislación internacional y en los estatutos de la OEA, por parte de los embajadores de México, Bolivia, Nicaragua, Surinam, Antigua y Barbuda, entre otros Estados miembros, que calificaron como peligrosa esta acción de cara al futuro de la organización.
Mientras, Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Granada, México, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Uruguay, Barbados, El Salvador, Guyana, Nicaragua, San Cristóbal y Nieve, entre abstenciones y votos en contra, manifestaron sus dudas y rechazo con respecto a la legalidad de la resolución.
Entre todos esgrimieron argumentos explicando cómo la resolución violentaba los límites legales de la OEA y cómo una decisión de esa naturaleza no correspondía al Consejo Permanente. Destacó la participación del representante mexicano, Jorge Lomónaco, quien ofreció una cátedra de derecho internacional al calificar la escasez de criterio legal de la resolución presentada por no cumplir con los estatus de la OEA. Para Lomónaco, que la OEA reconozca a un "embajador" de un poder del Estado, en el caso venezolano la Asamblea Nacional, sienta un precedente negativo en la región. En otras intervenciones afirmó que se agudiza la parálisis del organismo. Por su parte, el representante de Uruguay, Hugo Cayrús, afirmó que no existe en el derecho internacional ninguna herramienta que determine la legitimidad o no de los funcionarios de un determinado Estado. Hizo énfasis en el buen comportamiento de la ONU, el cual debería seguir la OEA, al no reconocer el "gobierno paralelo" de Juan Guaidó ya que no está entre sus
La composición geográfica de la coalición estadounidense, así como la coalición que sigue apostando que el conflicto no explote, justamente alineada en el eje Alba-Petrocaribe y en el Mecanismo de Montevideo, delimitan el mapa de operaciones del asedio regional y sigue probando los compromisos de los Estados más hostiles (Colombia, Brasil y Canadá) para una mayor escalada en las agresiones en el futuro inmediato. Esta correlación de fuerzas a nivel regional se mantiene congelada desde 2016, año en que empezaron los esfuerzos de Washington de aplicarle la Carta Democrática a Venezuela, que a través de sus alianzas y la postura racional de países soberanos, ha evadido un cerco diplomático más cruel e invasivo. 4
exteriores con países no asimilados por las potencias occidentales. Hace dos años comenzó a tramitar su salida de la OEA por cometer acciones como las de hoy. Por ende, esa forma de emplear la fuerza selectivamente, la misma que en el terreno de lo concreto se replica en los recientes sabotajes eléctricos y en una lógica de supervivencia generalizada que devino a la destrucción planificada de la economía del país, parecería ser la directriz y orentación que marca en adelante lo que ocurrió hoy en la OEA.
MOVIMIENTOS EN PARALELO Y PROSPECTIVA El "nombramiento" de Tarre Briceño implica la demolición del derecho internacional como parámetro de canalización del conflicto venezolano, en esa escala "interamericana" donde Estados Unidos opera con total impunidad, arma y valida golpes de Estado y experimenta nuevos mecanismos de intervención. En paralelo a la sesión, Trump "recibió las credenciales" de Carlos Vecchio, que lo reconocen como "embajador" del gobierno de Guaidó ante Estados Unidos. El secretario, Mike Pompeo, anuncia una gira por varios países de latinoamerica para reforzar las alianzas internacionales de la intervención y Elliott Abrams se desplaza a España y Portugal para arrastrar a la Unión Europea (y al secretario general de la ONU, António Guterres) a un accionar más belicoso.
En resumen: avanzar en una política de apartheid contra las funciones básicas de la diplomacia venezolana, en miras de sustituirlas por "representantes de Guaidó". Cerrar el cerco diplomático a través de una militarización de las relaciones con Venezuela (y su cuerpo diplomático) a escala regional. Por donde se le vea, se trata de una acción que busca emular la fórmula "Un País, Dos Gobiernos".
Movimientos que aunque se difumen como "diplomáticos", bajo el mantra siempre antipolítico de "elecciones libres", indican un retorno del estado de las relaciones internacionales al tiempo de la diplomacia de las cañoneras. Lo es, en tanto se comprueba el desarrollo de un programa internacional de sanciones ilegales para llevar a Venezuela a una hectombe social, pero sobre todo en cómo lo ocurrido ayer en la OEA, podría validar que reconocimientos expeditos de "embajadores de Guaidó" se realicen en países hostiles, empleando la violencia contra sedes diplomáticas del país, como en Costa Rica recientemente.
La incitación a fragmentar y llevar a un estado de anarquía al Estado venezolano es manifiesta y se amalgama con el peor momento del conflicto libio, sirio o de los balcanes, en los cuales las potencias occidentales encaminaron una geopolítica cruel y de fractura social a través de los espacios de decisión internacional que controlaban, otorgando una legitimidad selectiva a los frentes mercenarios a los que financiaban para tomar el control territorial (el poder físico). Esa última variable que decide quién vence, aunque ha fallado, sigue siendo financiada. Lo ocurrido hoy fue un ejercicio práctico de la renovada Doctrina Monroe, en su versión neocon, y fue la OEA el mejor lugar para llevarlo a cabo, desde donde puede administrar el garrote y las zanahorias con mayor libertad. Las dudas sobre la "Operación Libertad", el desplazamiento relativo de la figura de Guaidó en la prensa occidental, así como los recientes movimientos geopolíticos del chavismo, han provocado que Washington dinamite la OEA calculando que un efecto cascada de sanciones en el presente inmediato conducirá a un conflicto a lo interno de la FANB o un golpe de facto que les permitirá viabilizar una "intervención humanitaria".
Sumando esta maniobra en la OEA, con las similares que capitanea Estados Unidos en el BID, FMI, ONU, G7, entre otras, buscando el reconocimiento de "funcionarios de Guaidó", muestra la intención geopolítica de mantener a Venezuela alineada al cuadro de instituciones globales manejadas por Washington.
De antemano, capturaron la representación de Venezuela en la OEA para validar las diversas opciones antipolíticas siempre exploradas y financiadas por Estados Unidos. Por último, Gustavo Tarre es señalado por el medio PanAm Post como una persona cercana a Guaidó que conspira contra la intervención militar. Siendo así, es de
Venezuela se ha venido agrupando en instancias nuevas, construyendo sus propios ejes y relaciones 5
nuevo momentum que reflote la figura de Guaidó, intimide al gobierno venezolano y agudice la asfixia financiera y diplomática como método para el cambio de régimen.
esperarse que en torno a Tarre choquen los diversos intereses del antichavismo local, cada vez menos influyente, pero que lógicamente llevará al usurpador a promover la opción de la guerra desde el foro de la OEA, a modo de enfrentar directamente al Mecanismo de Montevideo como propuesta de diálogo.
Un nuevo salto al vacío ante el mundo multipolar con el que decidió agruparse Venezuela. Hace dos años Venezuela manifestó su interés de abandonar la organización.
El mapa de posicionamientos de los países en ese renglón es ya bien sabido y apuntan a una polarización extrema en la OEA, induciendo su parálisis frente al tema venezolano. Justamente persiguiendo ese objetivo, Washington pisa el acelerador para buscar un
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El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, denuncia ante la comunidad internacional y los pueblos del mundo la descarada y criminal violación del Derecho Internacional y de la Carta de la Organización de Estados Americanos durante la Sesión Extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA ocurrida el 09 de abril de 2019, durante la cual un grupo de Gobiernos satélites de Washington ha dado aval a un títere político designado por Donald Trump. Se trata de una de las más infelices decisiones tomadas en la larga historia de desafueros jurídicos y políticos de esta Organización, y una vulgar instrumentalización del chantaje y la presión contra los Estados miembros para satisfacer los deseos de la política neo monroísta de Washington. Con la ilegítima aceptación de un fantoche político cuya espuria existencia resulta de la transgresión del ordenamiento jurídico de la República Bolivariana de Venezuela, la OEA convalida el plan de golpe de Estado iniciado el 23 de enero pasado, y pretende crear condiciones para profundizar la agresión injerencista contra nuestro país, incluyendo la amenaza de una intervención militar. Con esta decisión -que hunde aún más a la OEA en el desprestigio y la ilegalidad- EE.UU y sus Gobiernos satélites demuestran que nunca contaron con la mayoría necesaria de los Estados miembros para agredir a Venezuela y, al final, se vieron forzados a vaciar la organización de todos sus principios. El Gobierno Bolivariano de Venezuela, fiel a sus principios republicanos y democráticos, a su Constitución y al Derecho Internacional, enfatiza que no reconocerá ningún emisario político, sea cual sea la titularidad o denominación que se le otorgue ante el seno de la OEA, que no haya sido designado de conformidad con las disposiciones constitucionales, es decir, por el máximo representante del Poder Ejecutivo Nacional y Jefe de Estado de la República Bolivariana de Venezuela, el Presidente Nicolás Maduro Moros. En ese sentido, el Gobierno de Venezuela informa que toda acción, decisión y/o acuerdo adoptado de manera bilateral o multilateral en el seno de la Organización de Estados Americanos con la participación de un fantoche político usurpador, será considerado por el Gobierno venezolano como un acto nulo y carente de legalidad. Por lo tanto, el Estado venezolano, no estará obligado a cumplir ninguna de las disposiciones acordadas con un procónsul designado por Washington, ni mucho menos a resarcir en ningún área, al Estado o grupos de Estados que se comprometan con ilegítimos representantes que finjan actuar a nombre del Estado venezolano, sin que ello suponga desconocimiento de los tratados y acuerdos bilaterales y multilaterales previamente acordados por la República Bolivariana de Venezuela. Ante el evidente fracaso del golpe de Estado iniciado en enero pasado, el Gobierno de Trump ha movido a sus peones políticos en el continente para doblegar la voluntad democrática de los Estados miembros y darle barniz legal y un dudoso oxígeno a la agresión contra Venezuela. Washington ha forzado una decisión criminal, ha iniciado una ruta tenebrosa que ensombrece el futuro de las relaciones entre los Estados en el continente. El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela ratifica su indeclinable decisión de abandonar la Organización de Estados Americanos el próximo 27 de abril de 2019, de conformidad con la denuncia efectuada hace dos años, y en el marco de los procedimientos correspondientes, al considerar que la República Bolivariana de Venezuela no puede permanecer en una organización arrodillada a los intereses imperiales y supremacistas de la administración estadounidense. Caracas, 2019 7
LA SITUACIÓN EN VENEZUELA Reunión Informa�va del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
INTERVENCIÓN DEL EMBAJADOR SAMUEL MONCADA REPRESENTANTE PERMANENTE ANTE NACIONES UNIDAS
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dificultades en encontrar alimentos y medicinas (…) No podemos hacer esto y pretender que no va a tener un impacto, tenemos que tomar una decisión dura, el fin deseado justifica este severo castigo”. c. El 07 de marzo de 2019, el Senador Marco Rubio afirmó que, “En las próximas semanas Venezuela va a enfrentar un período de sufrimiento que ninguna nación del hemisferio occidental nunca ha enfrentado en la historia moderna”. d. El 22 de marzo de 2019, John Bolton dijo: “Es como en ‘Star Wars’ cuando Darth Vader ahorca a alguien. Eso es lo que estamos haciendo económicamente con Venezuela”.
Señor Presidente, 1) El Señor Pence está engañando a las Naciones Unidas. Ayer en la Organización de Estados Americanos (OEA) no se aceptó el nombramiento de un nuevo representante de la República Bolivariana de Venezuela. Lo que ocurrió fue que se aceptó el nombramiento de un representante de la Asamblea Nacional, y no se entiende qué puede hacer esa persona ahí, pues la OEA es una Organización de Estados, representados por Gobiernos Nacionales, y no de Asambleas Nacionales. Este absurdo jurídico ocurrió por el afán del gobierno del Señor Pence por ejecutar un golpe de Estado a la OEA y otro a Venezuela, razón por la que le sugerimos se informe bien sobre lo que se adoptó ayer en Washington. Alertamos que el gobierno del Señor Pence intentará aquí la misma trampa, dentro de la Asamblea General, y confiamos en que fracasará. Señor Presidente, 1. La situación humanitaria en Venezuela tiene que ser solucionada, pero si nos equivocamos en el diagnóstico, también erraremos en el tratamiento para su alivio. La situación, como se ha afirmado aquí, es producto de acciones humanas. Pero lo que no se ha dicho es que esas acciones son parte de un plan de destrucción económica programada por el gobierno de los Estados Unidos y su aliado, el Reino Unido, con el fin de estrangular la economía nacional, provocar el máximo sufrimiento social, erosionar las capacidades de nuestra nación para sostenerse y, al final, provocar una implosión que permita una intervención militar extranjera amparada en la nefasta noción de la responsabilidad de proteger que ha sido excusa para invasiones coloniales a los países que tienen petróleo.
3) Se trata de la destrucción económica deliberada; de la sistemática aplicación de la agresión con el uso de instrumentos financieros, con presiones indebidas, y con el uso de las posiciones dominantes en los mercados para influenciar al sector bancario, a los empresarios privados, y a otras naciones que hacen negocios legales con Venezuela, incluso a las propias Agencias de la ONU. Todo con el fin de aislar al país de los sistemas comerciales y financieros internacionales. Si fuese verdad que el gobierno venezolano está matando a su pueblo, ¿por qué necesitan una ola de extorsión masiva que aumente el sufrimiento? El interés en la implosión social no es nuestro; es de quienes quieren invadirnos. 4) Es un plan donde los bancos, los seguros y los barcos son usados con un poder destructivo comparable al de las armas de destrucción masiva, pero sin que los responsables sean llevados ante la justicia y sin sufrir la sanción moral que merecen. John Bolton dijo el pasado 30 de enero 2019 “mi consejo para los banqueros, comerciantes, y otros negocios: no comerciar con oro, petróleo u otros productos venezolanos”, mientras que el 29 de marzo de 2019 Elliott Abrams dijo “nosotros imponemos nuestras sanciones y, ¿qué hace el régimen? El régimen trata de encontrar otras formas de evitarlas, de buscar nuevos clientes, de buscar nuevas fuentes para importaciones. Entonces, ¿qué hacemos nosotros?, observamos cuidadosamente, y podemos ver barcos moviéndose y ver contratos con nuevas compañías, y cuando lo detectamos, hablamos con los transportistas o con las refinerías o con los gobiernos y les decimos ustedes no deberían estar haciendo eso. Eso es lo que estamos haciendo”.
2) Se trata de un gigantesco experimento inhumano de guerra no convencional. Una política de crueldad calculada, violadora en masa de los derechos humanos, llegando al punto de cometer crímenes de lesa humanidad, todo con el objeto de justificar el pillaje y el saqueo, imponiendo un gobierno local subordinado y, en nuestro caso, usando una ideología racista nacida hace más de 200 años, cuando los Estados Unidos era un país esclavista, y que hoy promueven en contra el derecho internacional. Nos referimos a la infame Doctrina Monroe. Escuchen sus propias palabras. a. El 09 de enero de 2018 voceros del Departamento de Estado afirmaron que: “La campaña de presión contra Venezuela está funcionando, y lo que estamos viendo es un colapso económico total en Venezuela. Entonces nuestra política funciona, nuestra estrategia funciona y la mantendremos”. b. El 12 de octubre de 2018, el embajador William Brownfield dijo: “Debemos tratar esto como una agonía, una tragedia que va a seguir hasta que llegue a un final (…) y si podemos hacer algo para acelerarlo, debemos hacerlo, entendiendo que esto va a tener un impacto en millones de personas que ya están teniendo
5) Un aspecto repugnante de esta política criminal de destrucción masiva, es que van acompañadas del robo y el saqueo que ha costado a la nación más de 137 mil millones de dólares. Mientras privan a nuestra población de bienes esenciales provocando máximo sufrimiento, roban al pueblo venezolano decenas de miles de millones de dólares. Las ganancias 9
de nuestras refinerías las usan para pagar deudas a las compañías petroleras amigas del gobierno de Trump. Sus amigos con bonos de deuda venezolana reciben licencias especiales para cobrar sus ganancias con dinero robado a nuestro pueblo. Anunciaron un plan para endeudar al país por 70 mil millones de dólares y pagar con ese dinero las deudas no certificadas en oscuros negocios financieros. No podemos olvidar al Banco de Inglaterra, quien le robó a nuestro pueblo 1.200 millones de dólares en oro con la excusa de que no reconoce al Presidente Nicolás Maduro y que sigue las sanciones de Trump. El Banco de Inglaterra no es una institución independiente, como afirma su gobierno, sino que actúa como un brazo ejecutor de las políticas de conquista y pillaje del gobierno de Trump y Theresa May. Es la misma política colonial del imperio británico de hace más de 200 años. Señor Presidente,
sufrimiento. Sin embargo, lo que estamos experimentando es una nueva ola de extorsión económica que corta los flujos financieros de nuestro país con el exterior e impide la acción de las propias Agencias de la ONU, que en este momento no encuentran la manera para recibir nuestro dinero y tramitar las compras requeridas para abastecer las necesidades de nuestra población. ¿Saben por qué? Porque el gobierno de Trump tiene una campaña de terror contra los agentes comerciales y financieros que toquen dinero venezolano. Lo que los Estados Unidos ha intentado hasta ahora no es ayuda humanitaria, sino una operación encubierta, sin el consentimiento de Venezuela, violentando nuestra integridad territorial, con una amenaza constante del uso de la fuerza, e invitando abiertamente a un alzamiento militar y a la guerra civil. Esa es la especialidad del Señor Abrams. Señor Presidente,
6) Esta es la verdadera causa de la situación venezolana, no hay otra. Ciertamente, nuestro pueblo está sufriendo y nuestro gobierno está, como puede certificar el Secretario General, trabajando intensamente con el Sistema de Naciones Unidas para aumentar tanto el número de proyectos de cooperación como los volúmenes y capacidades de estos programas, particularmente en el sector salud, alimentación, educación, electricidad y transporte. Igual ocurre con la cooperación con el Comité Internacional de la Cruz Roja, cuyo Presidente se reunió ayer en Caracas con nuestro Jefe de Estado para avanzar en un mecanismo directo que facilite la verdadera asistencia neutral, imparcial e independiente. Lo mismo puede decirse de países amigos que brindan asistencia en paz y respetando nuestra soberanía.
9) Este Consejo de Seguridad, según las disposiciones de los Artículos 24, 34 y 39 de la Carta, tiene la responsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacionales y de determinar la existencia de amenazas a la paz o actos de agresión. De allí que solicitamos determine: a. Cuál es la base legal para que los Estados Unidos y el Reino Unido apliquen a Venezuela un programa de destrucción económica, sin la autorización expresa de este Consejo. b. Cuál es la autoridad legal para aplicar las llamadas sanciones secundarias a países que comercian ilegalmente con Venezuela. c. Cuál es la base legal para que los Estados Unidos amenaza a Venezuela con el uso de la fuerza.
7) Un elemento que han subestimado los que hacen la guerra contra Venezuela es la fortaleza del espíritu nacional que crece en medio de las dificultades. El macabro experimento de destrucción intenta probar que el crimen económico sí funciona, que los pueblos se quiebran y se rinden ante el poder extranjero opresor. Sin embargo, en Venezuela se equivocaron. El sufrimiento colectivo provocado es resistido con una creciente organización de nuestro pueblo. Nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana no se ha fracturado y está más unida que nunca. Nuestros obreros están reaccionando a los ataques contra nuestra infraestructura vital con una disciplina que los agresores no le conocían. Sí, hay molestias, pero no están dirigidas hacia la guerra civil. Nuestro pueblo está hoy dando un ejemplo al mundo de cómo luchar por la paz.
d. Cuál es la autoridad legal para que los Estados Unidos y el Reino Unido se apropien de nuestras riquezas, obteniendo ganancias extorsivas con la violación masiva de los derechos humanos de nuestro pueblo. e. Cuál es la base legal para que los Estados Unidos intervenga en asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de Venezuela. 10) Para concluir, el diagnóstico es que la actual situación es producto de una campaña de agresión por parte de los Estados Unidos y el Reino Unido. El tratamiento no puede ser una nueva dosis de intervencionismo agresivo con máscara humanitaria. La solución no está en donaciones por parte de los criminales que quieren presentarse como salvadores; no está en canales humanitarios diseñados para provocar conflictos armados; no está en Conferencias de
8) Sería lógico pensar que los esfuerzos de nuestro gobierno para superar las dificultades que provoca la agresión serían reconocidos y apoyados por la comunidad internacional interesada en aliviar el 10
Donantes que ocultan el saqueo contra la nación. El tratamiento está en la devolución del dinero robado a Venezuela; en el cese del bloqueo comercial y financiero a nuestro pueblo; en el cese de los sabotajes a nuestra infraestructura con operaciones clandestinas; en el cese de las amenazas de intervención militar; y en el cese de las amenazas a los venezolanos que quieren dialogar. Debemos parar la guerra de Trump. Este Consejo de Seguridad tiene que cumplir con su mandato, garantizando a Venezuela su derecho a la paz.
2. Debemos recordar que, afortunadamente, Venezuela no ha sido víctima reciente ni de catástrofes naturales ni de conflicto armado alguno. La migración que hoy observamos en la región, la cual es alentada por discursos extremistas y por la guerra psicológica que infunde terror respecto de la certidumbre del futuro en Venezuela con el propósito de debilitar la moral de nuestro pueblo, es de tipo económica y es el resultado directo de un plan de destrucción programada de nuestra economía.
Muchas gracias.
3. No se puede pretender ahora securitizar o criminalizar un derecho humano como la libertad de movimiento. De lo contrario este mismo Consejo de Seguridad estaría incurriendo en un doble rasero al no haber convocado una sesión para abordar en su momento la crisis humanitaria y de seguridad declarada por Trump el pasado 15 de marzo de 2019 en la frontera
DERECHO A RÉPLICA ANTE INTERVENCIÓN DE LA DELEGACIÓN DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ ANTE NACIONES UNIDAS SOBRE TEMA REFUGIADOS Y MIGRANTES VENEZOLANOS 1. Aún cuando son sorprendentemente ignoradas por los informes referidos aquí en esta sesión, incluidos aquellos elaborados por las Agencias de la ONU, las criminales sanciones unilaterales también han resultado en un irrefutable incremento en los flujos migratorios venezolanos, aunque discrepamos de los números aquí referidos, por considerar que no existe ni la debida rigurosidad en los métodos para captar tal información ni tampoco el suministro oportuno y verificable de los registros migratorios por parte de los países receptores.
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HALCONES SUPLICAN A LA FANB UN GOLPE CONTRA MADURO La Casa Blanca, asumiendo el rol de conducción programática del desplazamiento del chavismo en el país, llama insistentemente a un golpe de Estado en Venezuela.
progresiva y muy agresiva en simultáneo en diversos frentes, especialmente con la asfixia económica contra Venezuela. No obstante, no hay claridad sobre todos los elementos en la mesa con los que inicialmente la Casa Blanca ha instrumentalizado la posibilidad de intervenir militarmente.
Han invocado a la propia Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para que haga el trabajo "desde adentro", en un conjunto de llamamientos que vienen desde el más alto nivel presidencial, con Donald Trump, y de ahí en cascada a un conjunto de funcionarios del ejecutivo y el Congreso estadounidense de manera acompasada.
John Bolton, Mike Pompeo, Mike Pence y Marco Rubio, todos en primera línea, han desarrollado la narrativa de que la FANB está llamada a dar un golpe al presidente Nicolás Maduro, por lo cual "cuentan con el respaldo" y también con "la amnistía" de Washington por esas acciones que en teoría "devolverían a Venezuela al orden democrático".
Estos eventos podrían considerarse inéditos en el devenir de la política del continente si entendemos que reproducen, con las particularidades de nuestro tiempo, los llamados a golpes de Estado e intervenciones en la región a la vieja usanza. Desde el ascenso de Trump, Washington ha instrumentado una narrativa muy agresiva en la que ha sostenido la posibilidad, bastante seria, de intervenir militarmente en Venezuela para capturar el poder político.
En tales afirmaciones queda expuesto con claridad que Washington delegó en los militares venezolanos una posición de fuerza que la Casa Blanca no ha instrumentalizado aún, por diversas reacciones y contrapesos en la política interna estadounidense y de la región, que de manera abierta rechazan la posibilidad militar contra Venezuela por las repercusiones que ello tendría dentro y fuera de la nación petrolera.
Análisis desde diversas direcciones sugieren que Washington está empleando una posición de fuerza
La posibilidad de intervención, por vías regulares o mercenarizadas en Venezuela, queda por ahora en 12
Esto coloca ahora a Washington en la incómoda posición de rediseñar su estrategia de asedio a Venezuela sin que se produzca una gran escaramuza militar interna, asunto que incrementa todos sus costos políticos y operacionales para poder continuar. Desde este punto, el único uso funcional de la narrativa de llamado a los militares venezolanos que aún persiste, consiste en crear las condiciones para la aparición de fuerzas paramilitares y mercenarias que serían presentadas por la administración Trump como fuerzas "legítimas" y "democráticas" que se han deslindado del gobierno venezolano. Un insumo claramente reutilizable, si entendemos que en Siria y Libia hubo antecedentes recientes, siendo expresiones del desarrollo de las guerras mercenarizadas con factura estadounidense en nuestro tiempo. Así entonces, el síntoma del discurso oficial estadounidense sigue enfocado en Venezuela mediante la consistente promesa de una ruptura que no comienza a producirse, pero que sigue asegurándose.
entredicho, exhibiendo consigo el hecho de que al emprenderse esta nueva etapa de golpe, Washington confiaba que se produciría una desbandada de los militares venezolanos mediante el motín, la conmoción y la deposición de Maduro.
Estos elementos que generan dudas, pues en ese sentido el gobierno de Venezuela sigue concentrado en dar como cierta la amenaza contra Venezuela y continua avanzando en el acoplamiento de sus estructuras militares internas y en su activa colaboración con Rusia para tales fines.
Las narrativas y llamados a los militares venezolanos evolucionaron desde la intimidación, luego a la solicitud y ahora adquieren tonalidad de súplica, toda vez que el tejido institucional político y militar del gobierno venezolano se ha mostrado cohesionado.
En simultáneo, el tiempo transcurre. La figura artificial de Juan Guaidó luce cada vez más limitada en la política venezolana y está perdiendo efectos prácticos. La FANB sigue sin diluirse y Washington persiste en su estrategia aunque sus tiempos se hayan prolongado. Destituir a Maduro no fue ni es un asunto instantáneo. Y tal asunto es más complicado todavía si la Casa Blanca ha esperado que los militares venezolanos hagan el trabajo por y para ellos.
Estamos ante la presunción del desarrollo de una agenda errada, consolidada bajo un manejo de expectativas también erróneo. Es decir, Washington pudo dar como creíbles las promesas de sus agentes en Venezuela que aseguraron que los militares saldrían a deponer a Maduro si Trump les hacía el llamado.
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¿SABOTAJES ELÉCTRICOS PARA ARMAR UNA"CONTRA" VENEZOLANA? El 15 de enero, unos días antes de su autoproclamación, el presidente de la Asamblea Nacional en desacato, Juan Guaidó, ordenó un minuto de silencio en "honor a Óscar Pérez y sus seis compañeros que hace un año fueron ajusticiados en la masacre de El Junquito por ordenes de quienes usurpan actualmente el poder en Venezuela". De esta forma, Guaidó trató de héroe a un Óscar Pérez, fallecido en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, luego de que se declarara en rebeldía contra las autoridades constitucionales de Venezuela a mediados de 2017.
granadas y disparos al Ministerio de Interior, Justicia y Paz y al Tribunal Supremo de Justicia, desde un helicóptero robado. Tiempo después fue asaltado el Fuerte Paramacay en Carabobo, una operación dirigida por el excapitán Juan Carlos Caguaripano, hoy encarcelado. Según el exmilitar, Oswaldo García Palomo, quien fue mucho tiempo prófugo de la justicia por colaborar con este grupo, estas acciones derivaron en un intento de golpe de Estado antes de las elecciones presidenciales, denominado Operación Constitución, y el fallido magnicidio de agosto de 2018 realizado por un célula armada de exoficiales dirigidos desde Miami. Las investigaciones oficiales indican que el financista de estos últimos fue Osman Alexis Delgado Tabosky, empresario radicado en el estado de Florida y con contactos en el mundillo político-criminal que conspira a favor de una salida violenta en Venezuela.
Casi un mes después, el 18 de febrero, Donald Trump en un mitin en la Universidad de Florida, rodeado de prófugos de la justicia como el banquero, Eligio Cedeño, y el dirigente de Voluntad Popular, Carlos Vecchio, subió al escenario a la madre de Óscar Pérez para homenajearlo porque "entregó su vida por la libertad de su pueblo". De esta forma, en una misma maniobra publicitaria, Trump y Guaidó blanquearon a Óscar Pérez como un modelo ético y moral a seguir por quienes se oponen al Estado venezolano.
El círculo cierra por muchos lados con las últimas revelaciones de CNN y Bloomberg sobre el papel de Colombia y Estados Unidos en ambas operaciones. En este contexto, además, llama la atención que los criminales reclutados para el fallido magnicidio se entrenaran en la hacienda Atalanta del municipio Chinácota, Norte de Santander, una zona controlada por El Clan del Golfo, organización paramilitar de Colombia.
Es por demás evidente que Pérez lideraba públicamente una célula armada de exmiembros de las fuerzas de seguridad venezolanas con el nombre de inspiración religiosa "La Espada de Dios". La primer acción armada de este grupo fue el ataque con 14
Roberto d'Aubuisson, diputado e hijo del fundador del partido ultraderechista Arena, fue acusado en 2013 de liderar el grupo de francotiradores salvadoreños que intentó generar violencia en las protestas de Henrique Capriles Radonski contra los resultados de las presidenciales. Ese mismo sábado, Rodríguez afirmó que los miembros de estas céulas armadas fueron entrenados en Colombia y comunicó la detención en Carabobo de Wilfrido Torres Gómez, lugarteniente de la organización paramilitar Los Rastrojos. Estas nuevas revelaciones poco tienen de novedoso porque fue el propio presidente Nicolás Maduro, quien en diciembre denunció que en bases militares de Colombia se entrenaban a más de 700 mercenarios para una guerra irregular en Venezuela.
Así Venezuela, al igual que Nicaragua en los ochenta, nuclea en su contra a un mismo corretaje de políticos neoconservadores, fundamentalistas religiosas, carteles criminales, financistas de Miami, e integrantes de una fracción del Estado profundo que quiere con la República Bolivariana modernizar su política de intervención para regresar con fuerza a la esfera global.
SABOTAJES, CÉLULAS ARMADAS Y NUEVOS MERCENARIOS Este miércoles por la noche, el presidente Nicolás Maduro reveló en el programa Con el Mazo Dando que el incendio en el patio de transformadores de la hidroeléctrica El Guri se debió presuntamente a los disparos de un francotirador, ubicado a una distancia prudencial para ejecutar el ataque. Luego de una serie de
En este contexto, el medio financiero Bloomberg publicó que el 23 de febrero, 200 exsoldados venezolanos, dirigidos por el general retirado Clíver Alcala, intentaron abrir paso
sabotajes al servicio eléctrico, originados en pulsos electromagnéticos y ciberataques, un daño físico de tamañas magnitudes tiene los rasgos de haber sido llevado a cabo por terroristas asesorados en la materia. La situación reviste un carácter complejo después de otra información que circula desde el sábado: la conformación de un grupo de alrededor de 49 mercenarios, dispersos en grupos de entre ocho y diez personas. Los que además fueron reclutados en El Salvador, Guatemala y Honduras para ejecutar asesinatos de alto perfil y atentados contra servicios públicos como el sistema eléctrico, el Metro y el Teleférico de Caracas, capital del país.
con "armamento" a los camiones humanitarios, dirigidos por la oposición venezolana. Según el medio, Colombia evitó a último momento esa agresión militar para "evitar un baño de sangre en un evento presentado como pacífico". Pese a eso, Guaidó intentó presentar el incendio de la ayuda humanitaria, por parte de sus seguidores, como un pretexto necesario para que la comunidad internacional avalara una salida violenta en el país.
EL ESPEJO NICARAGÜENSE Y LA DENUNCIA DE RUSIA En 1979, ni bien el Frente Sandinista de Liberación Nacional tomó el poder en Nicaragua se registraron las primeras acciones armadas sin que pasara, al menos, un mes. Entre ellas, destacaron sabotajes, atentados terroristas e incursiones militares, desde Honduras, totalizadas en 392 de 1980 hasta 1982. En ese tiempo, en Honduras ya se entrenaban exguardias somocistas, mercenarios, criminales y fanáticos de ultraderecha para conformar lo que después se conoció como la Contra Nicaragüense.
El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, informó, que este grupo fue reclutado en su mayoría en El Salvador, uno de los epicentros de la guerra sucia de los 80, donde conviven las maras salvadoreñas con el clan d'Aubuisson a cargo de los escuadrones de la muerte que azotaron Centroamérica con asesinados de alto perfil como el de monseñor Óscar Arnulfo Romero. 15
Aprobado en 1981 su financiamiento irregular por Ronald Reagan, la Contra Nicaragüense se convirtió en la operación publicitaria, militar y geopolítica por excelencia de Estados Unidos para reordenar la política nacional e internacional en su patio trasero, post síndrome Vietnam. Los objetivos de esta maniobra fueron "ensayar estrategias militares y de desestabilización, además de afinar una visión del mundo y elaborar justificaciones morales para la intervención", según el profesor Greg Grandin, autor del libro El Imperio de la Necesidad.
Ante esto, el devenir de esta conducta es que si no se consigue un golpe, a través de la fractura de la unión cívico-militar, se derive en el respaldo de una guerra irregular o una intervención militar. Una opción extrapolítica que el antichavismo nombra como la vía idónea para terminar con la Quinta República, lo cual junto al "gobierno paralelo" busca tercierizar en actores foráneos funciones del Estado como la gestión financiera de activos, representaciones diplomáticas, y el monopolio de la violencia. Así de esta forma, además de trabajar en el desmantelamiento del Estado venezolano, la hoja de ruta de Guaidó necesita de una Contra que en el mediano plazo le permita asegurar la administración de las leyes petroleras para que corporaciones estadounidenses "inviertan" en Venezuela. En este marco, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, reveló que en las conversaciones entre Guaidó y su jefe de despacho, incluso, hablaron de dividir Venezuela a la mitad para quedarse con uno de esos dos territorios.
Esa operación tuvo muchos elementos característicos, como la tercerización del entrenamiento en represores argentinos expertos en guerra sucia, pero uno de los más dañinos para población fue el sabotaje permanente de los servicios públicos y la producción del país. Según un manual de la CIA, publicado por el ex agente Philip Agee, el objetivo de estos atentados fue paralizar al complejo militar-industrial para agravar los efectos del embargo y la guerra contra Nicaragua. El contexto de Venezuela de hoy guarda algunos paralelismos con este antecedente histórico.
El desenlace de la historia de Óscar Pérez, como la de Caguaripano y García Palomo, demuestran que puede funcionar un tiempo la vía del terrorismo, a través de la infiltración, pero que el inicio de una guerra irregular a gran escala se juega en un terreno controlado por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Rusia, quien en 2017 preanunció en enero el inicio de las guarimbas de abril, denunció el pasado 7 de marzo que la "tarea principal de Washington en la etapa actual es evitar la estabilización de la situación política en Venezuela a cualquier costo". Según la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova: "Estados Unidos ha elaborado un plan de respaldo que trata de introducir en Venezuela grupos armados ilegales entrenados con el fin de llevar a cabo sabotajes y actividades subversivas". Como una profecía autocumplida; unos horas después se paralizó el servicio eléctrico a través de ciberataques y pulsos electromagnéticos según la información oficial.
En un contexto además, en el que el dispositivo organizativo del chavismo, alrededor del presidente Nicolás Maduro, se prepara mucho más para este escenario que un Juan Guaidó que en su última alocución se muestra ofuscado por la falta de compromiso de sus seguidores para iniciar unas nuevas guarimbas como en 2017. Pero una cosa es hablar de una guerra, otra muy distinta comenzarla.
GUAIDÓ Y HACIA DÓNDE SE DIRIGE EL CONFLICTO
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La trayectoria lineal de Guaidó solo se explica, como se dijo al principio de este artículo, si es antecedida por la figura de Óscar Pérez, presentado como un mártir de la lucha contra el chavismo. La hoja ruta del estatuto de transición, un pacto social hecho a medida de Estados Unidos, es el último acto de un gran derrotero que sigue la oposición venezolana por desmontar los mecanismos institucionales que regulan el conflicto político en Venezuela. Al tiempo que se instrumentaliza espacios diplomáticos como la Organización de Estados Americanos para que solo sirvan en función de promover una salida extraconstitucional en el país donde se desconozca como fuerza política al chavismo.
Las opiniones expresadas en estos artículos son del autor y no necesariamente reflejan la posición oficial de la Embajada.
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Discurso de la representante de Venezuela Asbina Ixchel Marin Sevilla ante el Consejo Permanente de la OEA Señor Presidente, la Organización de Estados Americanos no tiene autoridad para reconocer o desconocer a los gobiernos de sus Estados Miembros, esa autoridad no existe y no está prevista en ningún instrumento jurídico. La primera razón es muy sencilla, el acto de reconocer a un gobierno es una acción individual y soberana de cada Estado, y como acto político no puede ser impuesto a otros Estados; pues estos perderían así su propio derecho soberano a gobernar sus relaciones internacionales. Esto explica que en ningún momento en el pasado se haya intentado poner en práctica esta violación del Derecho Internacional. La segunda razón, muy clara, demuestra por qué la OEA y ningún otro Estado tampoco pueden cambiar a la delegación que ocupa la silla representando a un Estado Miembro. Es la siguiente: Reconocer a otro gobierno es un acto totalmente distinto a designar a la autoridad nacional de un país. Un Estado tiene poder para reconocer o desconocer a otro gobierno pero un Estado nunca puede designar a la autoridad de otro país. Es decir, reconocer no puede determinar quién se sienta en la silla como representante de un gobierno. Estos dos actos son claramente distintos y en la historia de esta Organización nunca se han confundido. Si se permite esta manipulación, se elimina la soberanía nacional, la soberanía popular y viviremos en el mundo ya no del Derecho Internacional sino de la ley del más fuerte o de los más numerosos. La única medida contemplada en las normas de la OEA es la suspensión de un Estado Miembro decidida en una Asamblea General Extraordinaria con dos tercios del voto de los Cancilleres, no hay otra. No existe la medida de desconocer y menos la medida de cambiar a los gobiernos. Toda improvisación o 17
manipulación que permita una acción distinta por un órgano de menor jerarquía y con un umbral de votación menor a los dos tercios es ilegal y cambia la norma y la práctica histórica para cercenar los derechos de todos los Miembros. Así nos encontramos con dos golpes de Estado, uno cometido contra todos los principios de la OEA, y otro cometido desde la OEA contra un Estado intervenido al que se le impone una representación desde el extranjero. Lo que va a ocurrir hoy es el final de una cadena de violaciones y trampas que, para convertir a la OEA en un arma contra Venezuela, terminó destruyendo toda la estructura del derecho internacional que la sostiene. La casa de la OEA la hicieron inhabitable. Desde aprobar resoluciones con 17 votos violando el principio de la mayoría simple como ocurrió el 03 de abril de 2017, pasando por alentar a un Secretario General que promueve la guerra contra Venezuela, hasta ser cómplices de todas las medidas de extorsión económica que violan los derechos humanos de nuestro pueblo y saquean nuestras riquezas, incluyendo las amenazas del uso de la fuerza militar contra nuestra nación. Todas esas masivas violaciones de la Carta de la OEA se alentaron desde esta sala. El intento de aprobar en un Consejo Permanente, con mayoría simple de los miembros, la expulsión de nuestra delegación y la imposición de un individuo en la silla de la República Bolivariana de Venezuela será recordado como un acto violento y abusivo. Un acto tan ilegal como absurdo, pues por primera vez aceptará en la silla de este Consejo a un enviado de una autoridad que la propia OEA no reconoce ¿Dónde está la resolución de la Asamblea General que con al menos 24 votos reconoce a una autoridad distinta al presidente Nicolás Maduro? El único modo que yo como representante del Estado Venezolano, miembro pleno de esta Organización, con todos los derechos ejercidos por más de 70 años, el único modo, repito, que yo me pare de esta silla, sin violar la ley internacional, sin violencia, sin trampa, sin fraude, sin manipulación jurídica y sin arbitrariedad, es que usted tenga en sus manos la resolución aprobada por la Asamblea General Extraordinaria de la OEA donde 24 Estados Miembros votaron por la suspensión de los derechos del Estado venezolano en esta Organización. Sin esa resolución de la Asamblea General, todo acto es nulo y significa el fin de la vigencia de la Carta Fundacional. La OEA seguirá existiendo pero solo como un fantasma de lo que quiso ser y no pudo. Para finalizar, lo que va a ocurrir hoy nos confirma que nunca tuvieron los votos necesarios para trabajar con la voluntad mayoritaria de la región, tampoco tuvieron el interés de respetar los principios, reglas y prácticas de la OEA. Con todas sus medidas coercitivas, amenazas, muros e insultos no pudieron imponerse y se vieron obligados a romper con las apariencias de respeto al derecho y atropellar a toda la Organización. Al final, convirtieron a la OEA en un cascaron vacío, impotente para defender sus propios principios, así probaron que nuestra decisión de renunciar fue la correcta. ¡Nos vamos, y a esta OEA nunca vamos a regresar! Asbina Ixchel, representante de Venezuela ante la OEA www.mppre.gob.ve
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Venezuela expresa su categórico rechazo ante privación de asilo diplomá�co y detención de Julian Assange La policía metropolitana de Londres detuvo a Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, en Londres. Ha estado encerrado en la Embajada de Ecuador en Londres desde 2012 para evitar una orden judicial contra él. Ecuador retiró el asilo diplomático de Assange el 11 de abril de 2019 que llevó a su detención.
derechos humanos y pone en inminente riesgo su vida. Haberlo entregado a la policía, como si se tratase de un delincuente, desde un recinto diplomático, constituye además una grave violación de los derechos constitucionales de un ciudadano al que le fue otorgada la ciudadanía ecuatoriana y que está, por tanto, en posesión de todos sus derechos.
El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro Moros, en nombre del Gobierno y del pueblo venezolano, expresa su más categórico rechazo a la atroz decisión que privó del derecho de asilo diplomático al ciudadano australiano-ecuatoriano Julian Assange, y su posterior detención en Londres, ejecutada de forma torpe y vergonzosa por la policía británica.
Venezuela se une a las millones de voces y conciencias que en el mundo exigen al Gobierno británico el respeto a la integridad y a los derechos humanos de Julian Assange. El periodista australiano- ecuatoriano no debe ser entregado a EE.UU donde su vida corre peligro por un proceso judicial amañado, en el cual ni siquiera han sido revelados los cargos de los que se le acusa, y donde existe claramente la intención de acabar con su vida.
Julian Assange es un perseguido político del Gobierno de EEUU. Su delito es haber revelado al mundo la cara más oscura y criminal de las “guerras de cambio de régimen” que ejecuta el imperio estadounidense, y en particular, los masivos asesinatos de civiles, y las descaradas violaciones de los derechos humanos en Iraq.
Por el respeto del derecho de asilo, por el respeto a la legalidad internacional, Julian Assange debe ser liberado inmediatamente, su vida y su integridad deben ser protegidas y respetadas. www.mppre.gob.ve
Julian Assange es un activista por la libertad de información y la libertad de expresión, derecho universal de la humanidad. Su ominosa entrega a la justicia británica y su eventual extradición a EE.UU, constituye una vergonzosa afrenta al Derecho Internacional, a sus
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¿EEUU está dispuesto a aceptar una derrota en Venezuela?
El asalto debía ser corto, el gobierno de Maduro no estaba en condiciones de resistir. Sobre esa certeza Estados Unidos (EEUU) desencadenó una estrategia para derrocarlo: construyó a Juan Guaidó como presidente 2.0, lo dotó de una ficción de gobierno, un reconocimiento internacional, una narrativa articulada entre medios de comunicación, un aceleramiento de sanciones económicas en diferentes niveles. A partir de la superposición de las variables debían darse los diferentes resultados, hasta llegar a la negociación forzada o la salida. El curso de los acontecimientos no fue como aparecía en el papel. El primero y principal fue el quiebre de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), un elemento medular que debía suceder y no lograron. Para eso fueron descargadas una serie de tácticas, desde la conspiración interna con apoyo de dólares, visas, y garantías, hasta la estrategia de la amenaza latente de posible intervención por parte de EEUU. Una combinación de bluff, es decir de pistola descargada apuntada de frente, con fechas de condensación para intentar el quiebre, como lo fue el 23 de febrero. El segundo acontecimiento que debía darse, de menor capacidad de definición en el objetivo, era el apoyo masivo de Guaidó en las calles. Su discurso afirma que el 90% de la población lo apoya. Las imágenes de su capacidad de 21
atribuida a la administración, en un período pre electoral, y sería doble: la permanencia de Maduro, es decir la incapacidad de alinear el punto clave del continente latinoamericano, como su implicancia en el cuadro internacional.
movilización muestran que el primer impulso del 23 de enero --día de su autonombramiento reconocido por un tweet de Donald Trump-- perdió fuerza. Una de las razones principales está en la crisis de expectativas producto de que la promesa de desenlace inmediato no se dio. Otra es que se trató de una construcción artificial, mediática, diplomática, que no logró convocar más allá de la histórica base social de la derecha, marcada por el corte de clase, geográfico, de condiciones materiales de vida, de idiosincrasia, e imaginarios. La oposición se parece demasiado a sí misma.
Esto último ha tomado particular fuerza en los últimos días, en voz y tuits de diferentes voceros norteamericanos, como Elliot Abrams, encargado especial para Venezuela, Mike Pompeo, secretario de Estado, John Bolton, consejero de seguridad nacional, y Craig Faller, jefe del Comando Sur. Sus diferentes declaraciones han conformado una narrativa que sitúa a Venezuela como base de operaciones de Rusia, Irán, Cuba y China, y al gobierno de Maduro como subordinado a cada uno de esos gobiernos y sus respectivos servicios de inteligencia, militares, en particular de los tres primeros.
El tercer punto fue el intento de volcar a los sectores populares a las calles, para lo cual los apagones y su consecuente faltante de agua eran el escenario provocado más favorable. El resultado tampoco fue el esperado: la imagen extendida fue la de una mayoría en busca de resolver los problemas, de forma individual, colectiva, articulada al gobierno. Las protestas, impulsadas en su casi totalidad por la derecha, fueron pequeñas y sin capacidad de irradiación. Cada una de esas variables tiene puntos de retroalimentación. La crisis de expectativas se debe, por ejemplo, a la constatación de que la Fanb no se ha quebrado, que Guaidó habla de una inmediatez que no sucede, y de la conclusión que al no darse ninguno de los tres resultados, entonces solo queda pedir por la intervención internacional encabezada por Estados Unidos. Esa misma narrativa intervencionista aleja a su vez a quienes podrían ver en la propuesta de Guaidó una alternativa a la situación actual, política y económica. Convocar a las mayorías para lograr una acción de fuerza internacional se topa con evidentes barreras.
Sobre esa construcción de escenario EEUU ha anunciado los próximos pasos. Pompeo irá a Chile, Paraguay, Perú y Colombia, Abrams a España y Portugal, y han convocado a la tercera reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para abordar la cuestión Venezuela. Todavía no han anunciado los objetivos para cada uno de los movimientos, aunque es posible prever que existirá una dimensión privada y una pública de los acuerdos. Sobre la segunda podría ser avanzar en lo que parece un objetivo de EEUU: declarar al gobierno de Venezuela como organización transnacional del crimen, y calificar a los "colectivos" --una forma de organización popular del chavismo-- como grupos terroristas, que, afirmó Bolton, "socavan la Constitución y la integridad territorial de Venezuela". De cada elemento se desprenden nuevas posibles acciones.
El derrocamiento de Maduro no parece posible en la relación de fuerzas nacionales. Ha demostrado que el asalto no será corto, y que el chavismo, que es más que un gobierno, está en condiciones de resistir. De ser un asunto nacional, Guaidó perdería fuerza hasta entrar en la lista de dirigentes de la oposición marcados por el peso de la derrota. El problema es que este nuevo intento de golpe de Estado se armó sobre un punto de no retorno: una construcción de EEUU de una fachada de gobierno paralelo, reconocido luego por la Unión Europea, Gran Bretaña, Israel, Canadá, gobiernos de derecha de América Latina. ¿Qué hacer con Guaidó si el plan no da resultados producto del error de cálculo inicial? La pregunta es por EEUU, su actual administración en la combinación Donald Trump-neoconservadores, y lo que se denomina el Estado profundo, es decir las estructuras de poder real, invisibles, que constituyen y garantizan el desarrollo estratégico de EEUU en la disputa geopolítica. Una derrota en Venezuela sería
Ese aumento de presiones, bloqueos, aislamientos, no plantea aún, más allá del repetido "todas las opciones están sobre la mesa", la posibilidad de la intervención militar. El mismo Abrams volvió a alejar esa hipótesis el pasado jueves. ¿Cómo piensan entonces escalar para 22
lograr el desenlace con la combinación de estas acciones? EEUU necesita definir vías, capacidades de operaciones en el territorio, acuerdos internos y diplomáticas. Sobre esto último la posición de la Unión Europea, en voz de Federica Mogherini, mantiene que se debe "preparar el terreno para que se celebren elecciones presidenciales libres y transparentes lo más pronto posible".
¿Estaría dispuesto EEUU a un desenlace negociado con posible permanencia de Maduro? Por el momento no lo parecen, así como tampoco a una derrota en Venezuela, que sería, como ya lo han explicitado, geopolítica. El miércoles será la reunión del Consejo de Seguridad convocada para abordar este punto. La derecha por su parte llamó a movilizaciones. El cuadro sigue en movimiento.
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