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LAURA
PAUSINI
FOTOGRAFÍA: KENNETH WILLARDT PELO Y MAQUILLAJE: MARCO TERZULLI VESTIDO: BLUMARINE ZAPATOS: FRANCESCA MAMBRINI JOYAS: EMANUELE BICOCCHI JEWELS
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QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA Por Juan Camilo Gómez
A
menudo es difícil para uno como periodista mantener una distancia objetiva de sus entrevistados. Y eso justamente me pasó en esta entrevista con la gran Laura Pausini. Primero porque soy fan de su música –crecí con ella y no creo que exista canción suya que yo no haya escuchado (¡me las sé hasta en italiano y portugués!). Segundo porque es tauro como yo y habla español con ese acento italiano tan sexy... y tercero, porque emanan de ella una dulzura y una sencillez que son simplemente inexplicables. ¡Cómo no derretirse cuando la cantante italiana más grande de mi generación me habla como a un “pana” más y me dice que la busque cuando venga a Miami para que conozca a su hija y enseñarme un par de malas palabras en italiano? ¡Ustedes me dirán! Esa es Laura. Una artista fenomenal y un ser humano claro como el agua y “limpio” como su más reciente sencillo junto a otro bellísimo ícono internacional, Kylie Minogue. En uno de los momentos más bonitos de su carrera, el de contemplación como ella misma lo define, conversé con ella sobre sus proyectos, su vida e hicimos una retrospectiva de lo que han sido estos veinte años de música. Por teléfono, Laura en Italia, yo en Miami y con seis horas de diferencia, ni la distancia tra te e il mare (entre tú y el mar) –como dice su canción– pudo con la cercanía e intimidad con la que conversamos. Laura, ¿qué te parece si comenzamos hablando sobre tu último disco 20 – Grandes éxitos que conmemora tus veinte años de carrera artística. ¡Claro, es algo muy importante para mí! Es un resumen de mi vida, ante todo, desde el año 94 cuando lancé mi primera canción en español. Lo más bello que me ha dejado la música es recibir tanto cariño y saber que la gente se identifica conmigo a través de las historias que cuentan mis canciones. Desde “La soledad”, dedicada a mi primer novio, pasando por “Amores extraños”, una de mis canciones más importantes y que escribí porque empecé a recibir un montón de cartas que me mostraban muchas maneras de vivir el amor, para llegar a “Inolvidable” porque en aquel momento estaba enamoradísima… o sea, todos los pasos que di para llegar a la última canción del disco que se llama “Limpio” que canto con Kylie Minogue y que resume cómo me siento en este momento de mi carrera: muy serena, muy calma, limpia, sin miedo a mostrarme tal y como soy,
y me gusta que la gente se muestre así, sobre todo porque sigue habiendo muchos prejuicios en nuestra sociedad. Si hicieras una retrospectiva de tu carrera y compararas a esa Laura de “La soledad” con la Laura de “Limpio”, ¿en qué se diferencian? La diferencia más grande es que ya no soy ingenua. La otra gran diferencia es que ahora soy madre. Y a nivel de carácter, ahora soy un poco más extrovertida. Me conocían como alguien tímido, porque le tenía miedo a la fama, pero en realidad siempre he sido habladora, me divierto mucho, pero puede ser que con los años y el cariño del público, me siento más segura de mí misma y entonces no tengo miedo de decir nada (risas). Sí, justamente así te identifica la gente hoy en día, como alguien espontáneo, muy tú, que dice lo que siente. ¡Sí! Me lo han dicho después de haber hecho La Voz México. ¡Especialmente después de la reacción que tuviste cuando perdió tu pupilo! (Risas). ¡También por eso! (Risas). La verdad es que sí, así me siento, lo que tengo dentro de mí tengo que sacarlo. Mucha gente me conoce más ahora después de haberme visto en un programa de televisión hablando y contando mis historias. Ya que mencionaste lo de ser madre y aprovechando que esta es nuestra edición especial de mamás y papás, ¿cómo vas en ese rol de mamá? Fue algo que te costó mucho. Bueno, sí, me convertí en madre tarde, a los 38 años, pero no fue por mi trabajo. La verdad es que intenté por muchos años pero nunca vino. Me hice tratamientos y todo pero nada pasaba y llegué a tener momentos de desesperación en los que me dije, “no es mi destino, ya soy muy afortunada por mi carrera”, y realmente he sufrido bastante porque el primer sueño de mi vida siempre fue ser madre antes que cantante. Ya me había dado por vencida cuando en una gira quedé embarazada naturalmente. Fue como un milagro porque después de tantos años
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de intentarlo y de tratamientos, uno dice, “¡cómo es posible que pase ahora que no lo estoy buscando”. ¡Fue bellísimo! Al principio con un poco de miedo de perder a mi hija. Pero la niña es preciosa, ha nacido muy bien, en la misma región donde yo nací, en el campo, y me gusta mucho. Me la llevo a todos lados, viaja conmigo, habla un poquito de español también, canta, baila… ¡ya es una mini Laura! (Risas). ¡Tienes que conocerla cuando vaya ahí! ¡Me encantaría! Mira, hablando de todo un poco, tú eres tauro, ¿verdad? ¡Ay me encanta que me hables de eso! ¡Yo soy tauro también! ¡Ay qué lindo! Bellissimo, ¡bravo, bravo! Sí, soy del 16 de mayo. ¿Y eres así como somos los tauros, persistentes y un poquito tercos? (Risas). ¡Sí, confirmo totalmente! Soy tauro por excelencia. Además, tú sabes que cuando se habla de tauro, se habla de garganta porque es nuestro punto débil y al mismo tiempo nuestro punto fuerte y también de comida, porque nos encanta comer. Volviendo al tema de tu álbum, tienes muchas colaboraciones en él. ¿Cómo se dio todo? La más reciente colaboración fue con Thalía. Todos los invitados al disco son personas que yo misma he querido. Muchas veces cuando te proponen hacer un dueto, si te lo propone la compañía, lo hacen más como una estrategia de marketing. En mi caso, siendo tauro –que tú lo sabes bien–, me molesta mucho que alguien quiera forzarme a hacer algo que no quiero. Por eso he invitado a mis preferidos, empezando por el maestro Ennio Morricone y yéndome hasta Marc Anthony, con quien me he atrevido a cantar y bailar la salsa –realmente loco (risas)–. También fue una sorpresa que Alejandro Sanz quiso cantar una canción mía, “Víveme”, una de las más importantes de mi carrera. Después de todo esto me digo, “¿será posible que en veinte años de carrera yo nunca haya cantado con un artista mexicano?”. Me acordé que la primera visita que he hecho a México fue cuando tenía como 19 años y todo el mundo hablaba de Thalía; yo no sabía quién era y tenía mucha curiosidad de conocer a esta cantante y actriz tan famosa, pero nunca se dio la oportunidad. Entonces dije, aprovecho, la conozco, canto con ella y le digo miles de cosas que siempre le quise decir. Le mandé la canción, que se llama “Sino a ti” y que es la canción que mi novio y yo escribimos para el nacimiento de nuestra hija Paola. Quise compartir la canción con ella porque es madre y valora mucho la familia como lo hacemos los latinos. Fue un encuentro maravilloso, grabamos la canción y el video en Nueva York y fue algo divino para mí, me encantó que comprendió la canción y es verdaderamente una colaboración muy linda. Ahora estás como coach en La Voz España, ¿verdad? Sí. El año pasado me invitaron a La Voz México y como estaba recién nacida mi hija, me gustó la idea de no estar viajando y quedarme en un solo lugar por una temporada, y así fue en México, donde me quedé como seis meses. Era mucho más tranquilo para mi hija y al mismo tiempo he conocido una nación
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que amo tantísimo y que he visitado mucho pero de la que no conocía nada. Después terminé convertida en toda una señora de Polanco (risas). Me he divertido tanto conociendo el concurso de La Voz y he aprendido tanto que decidí aceptar la invitación que me han hecho de España y me encanta allí porque la gente es preciosa. ¿Te parece que La Voz es una forma buena y divertida para que artistas ya consagrados sirvan esa labor de mentores para las nuevas generaciones de artistas? Sí, y además te hace revivir lo que has vivido tú al principio de tu carrera. Ves a estos jovencitos que quieren cantar, ingenuos y dulces, llenos de ganas y energía y de alguna manera me siento como… una hermana mayor… ¡no digo una madre porque, o sea, sí, aún estoy muy joven, tampoco estoy tan vieja! (carcajadas). Entonces quiero darles consejos, ayudarles si puedo. Nosotros entre los coaches nos divertimos mucho y ahora en España está Alejandro Sanz conmigo de coach, así que es muy divertido. Laura, para no robarte más tiempo, sé que ya se hace tarde allá en Italia, esta es mi última pregunta. Muchos te consideran la artista italiana más importante de esta generación. ¿Tú qué opinas de eso? Bueno, es inútil mentir, a mí eso me da mucho gusto, ¡me encanta, me encanta! (Risas). Es que mira, es difícil tener éxito en general. Yo nunca soñé con tener éxito, ni en mi país; yo lo que realmente quería hacer en mi vida era piano bar, o sea, cantar en los restaurantes, y siendo yo del campo, los sueños estaban ahí, pero eran más pequeños, más acordes con tu vida. ¿Cómo me habría podido yo imaginar que viniendo de un pequeño pueblito de cuatro mil personas iría a terminar viviendo por todo el mundo? Era imposible hasta soñarlo. Entonces ahora quiero gozarlo al máximo y aprender, vivir sonriendo y seguir mereciéndomelo, por eso soy muy exigente conmigo misma cuando trabajo. Pero al mismo tiempo me he dado cuenta de que cuando soy yo misma, y canto y hablo desde el corazón, la gente me recibe con los brazos abiertos y eso hace más fácil que viva mi vida sin pensar en eso demasiado. Porque si todos los días estoy pensando, “¡ay, cómo soy famosa!”, no, no hay quien pueda vivir así (risas). No soy diva en ese sentido, no me creo nada.
“Yo nunca soñé con tener éxito, ni en mi país; […] siendo yo del campo, los sueños estaban ahí, pero eran más pequeños, más acordes con tu vida. ¿Cómo me habría podido yo imaginar que viniendo de un pequeño pueblito de cuatro mil personas iría a terminar viviendo por todo el mundo? Era imposible hasta soñarlo”.
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