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Sonidos del Futuro. Cuencos y pirámides de cuarzo
Es evidente que el nivel de consciencia de muchas personas, por ejemplo, las que leéis revistas como esta, se está elevando en paralelo con el planeta, o mejor, en armonía con la naturaleza que nos rodea. Bob Dylan en su famosa canción Knocking on heavens door ya presentía algo.
En esta amplificación de sensibilidad humana, se requiere calibrar el resultado de nuestras acciones, de afinarnos, de mirar no sólo nuestro pequeño mundo, sino el conjunto de la sociedad y alinearse con las ideas que más respeten la vida en igualdad.
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¡AFÍNATE!
Oscar Bastante, terapeuta del sonido, que regenta el centro Armonía Yoga de Barcelona, se ha implicado en la sanación vibracional. Oscar, además de utilizar gongs o tambores chamánicos, usa modernas herramientas como cuencos de cuarzo y pirámides binaurales. Sonidos y vibraciones que están, como decía Dylan, tocando a las puertas del cielo, tal como nos describe:
En nuestro ADN hay cuatro moléculas de cuarzo por cadena. Por ello, cuando escuchamos un cuenco de cuarzo, las moléculas del ADN se ponen a vibrar por principio de resonancia. La forma de onda que emiten, a diferencia de gongs o cuencos que es circular, en el cuarzo es helicoidal, como un sacacorchos.
Al friccionar un cuenco con una baqueta forrada nos dará una nota pura, sin armónicos, que puede ser cualquiera de la escala cromática. El tamaño nos dirá en qué octava del piano está la nota. Los pequeños serán sonidos agudos y los grandes más graves.
En mi opinión, después de los gongs, es el instrumento vibracional más potente que existe. Su efecto terapéutico depende de la frecuencia. Los graves - frecuencias menores de 150 Hz - afectan a la parte física: huesos, músculos, etc. Las frecuencias medias - entre 150 y 600 Hz - a estructuras físicas más leves: sistema nervioso o vasos sanguíneos. Las más agudas – mayores de 650 Hz – sanarían lo mental y energético.
Cuando tocas dos cuencos de cuarzo con menos de un tono de diferencia, entre do o re, por ejemplo, se produce un sonido binaural. Ello produce uno de los efectos más sanadores del sonido. Son frecuencias que pueden penetrar en todo el tejido neuronal, en su estructura coloidal y en el líquido cerebral.
Con auriculares se aprecia mejor. Si grabas un cuenco en un canal y el segundo en otro, se produce el máximo exponente de las ondas binaurales que podemos escuchar.
Es un instrumento muy novedoso. La idea es sumar las ventajas del cuarzo a la geometría energética de una pirámide. Se cuelga de un cordel y al golpearla con una baqueta de cuarzo forrada, gira sobre sí misma expandiendo binaurales en la sala.
Produce frecuencias muy altas, más de 2000 Hz. Trabajan con el sexto y séptimo chacra, y ordenan estructuras sutiles como las coloidales (genética), glándulas pineal y pituitaria. También se produce una conexión con el universo y energías fuera del plano terrestre.
Desde luego. Los cuarzos transmiten notas puras, facilitando que el silicio de nuestro cuerpo reaccione por principio de resonancia. Así, adopta la misma frecuencia que está recibiendo del cuenco o pirámide”.
Por eso, la sensación es que nos hemos afinado, tu mente y tu cuerpo se ha ordenado.
Oscar y otros muchos musicoterapeutas, están ayudando a elevar la consciencia. Recientes investigaciones con electrocardiogramas muestran que los registros de un cerebro en meditación son comparables a los que se obtienen de una persona escuchando pulsos binaurales. El sonido del futuro, ya lo estamos escuchando .
Chema Pascual
Su vida ha girado alrededor de la música y los viajes. Crítico musical, creador de programas radiofónicos sonoros, estudioso de la voz y los sonidos místicos. En 1995 crea Ritual Sound, cuya filosofía es viajar a diversas culturas del mundo para importar instrumentos musicales empleados para conectarse con deidades, ancestros o formas de poder.