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Lisboa

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Setúbal

Setúbal

Consejos para visitarla

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Lisboa, y en general todo Portugal es un destino turístico que nos gusta mucho y que es ideal para las familias españolas. Tanto por la cercanía como por sus atractivos turísticos. Portugal es una apuesta segura en los viajes familiares, y Lisboa una de las grandes capitales europeas que hay que visitar.

Hacía unos 4 años que no viajábamos a Lisboa, porque habíamos estado por otras zonas de Portugal, y ya teníamos ganar de volver a esa maravillosa ciudad y poder escribir reportajes de allí. Como siempre que hemos ido, nos ha encantado, pero Lisboa ha pegado un gran cambio en estos últimos años y hemos creído oportuno empezar la serie de reportajes con uno específico acerca de consejos para disfrutar Lisboa, porque hay bastantes cambios y es conveniente estar al día.

Algunas cosas no ha cambiado, evidentemente. Como por ejemplo el consejo de NO conducir por la ciudad. De usar el transporte público, excelente por otra parte. Pero ahora es incluso más aconsejable no coger el coche. Al tráfico densísio de la capital, las callejuelas empinadas y los sempiternos tranvías, se ha unido

restricciones al tráfico particular en muchas calles y zonas, así como restricciones en función de lo contaminante que sea tu coche. Así que, si hace unos años ya era buena idea intentar no conducir en Lisboa, ahora eso se ha multiplicado por diez.

COMER

Portugal es un paraíso para los amantes del buen comer. Y Lisboa aúna el buen hacer portugués a la hora de cocinar, con la variedad de una gran ciudad. En esto sigue la cosa igual, en lisboa se come muy bien. Lo malo es que si hace cuatro años Lisboa era un 35-40% más barato que Madrid, a día de hoy los precios están casi parejos.

Otra cosa que ha cambiado algo son los “pestiços”, que son unos aperitivos que te ponen antes de pedir la comida. Al menos en mi experiencia, ahora son más pequeños y más caros. Hace unos años te ponían unos quesos, aceitunas y patés de pescado variados, y con unos precios que hacían que merecieran la pena aceptarlos. Ahora, nuestro consejo es preguntar qué llevan antes de aceptarlo y calibrar el precio. Hay que tener en cuenta que el precio es por comensal, y al ir con nuestros hijos, se multiplica.

Si no queremos comer en una franquicia de hamburguesas americana o una pizzería barata, ni tampoco queremos dejarnos un dineral, hay todavía bares tradicionales en los que comer bocadillos de picanha y otras cosas tradicionales a buen precio. De todas maneras, si vamos a Lisboa merece la pena reservar un almuerzo o cena en algún buen lugar de la capital portuguesa

ALOJARSE

Aquí siempre está la disyuntiva de si hacerlo

Para tener en cuenta

Ascensores

En algunos de los elevadores de la ciudad, que sirven para subir a la parte alta y ver buenas vistas, hay edificios en los que tienes ascensores normales que te llevan casi al mismo sitio, y además son gratis. Si un vagabundo te dice que al lado hay uno de esos, dale un euro, porque acaba de ahorrarte tiempo y dinero.

Lisbon Card

Muy recomendable obtener la Lisbon Card. En nuestras anteriores visitas a Lisboa no la compramos, puede que por desconocimiento. Ahora que la conocemos, creemos que es una idea esztupeda, porque te ahorra dinero y te sirve para el transporte público.

Con precaución

Portugal en general, y Lisboa en Particular suelen ser sitios seguros. Pero a pesar de eso, no debemos de olvidar que Lisboa es una gran ciudad, con mucho turismo, y eso genera espectativas para los amigos de lo ajeno. No es, ni mucho menos, como algunas zonas de París, pero no está de más tener las precauciones habituales en cualquier gran capital.

Pagos en autopistas

Si vamos a Lisboa en coche, hay que informarse muy bien de las autopistas que vayamos a tomar y ver las distintas formas de peaje que hay. En Portugal todas la autovías son de peaje, algunas se pagan al momento y otras se pagan mediante un pago electrónico ANTES del viaje. Hay que ver por dónde vamos a conducir y estar preparados.

Una delicia

Los Pastelitos de Belem. Eso no ha cambiado. Pero teníamos que hablar de ellos. Si los podemos comprar en un obrador de confitería tradicional, y están recién hechos, estaremos ante una verdadera maravilla que casi por sí sola habrá hecho que el viaje sea un éxito.

en pleno centro o hacerlo en la periferia, que normalmente es más barato. Aunque a más lejanía, más incomodidad para ver als cosas y más tiempo perdido.

Nuestro consejo es que la periferia es más cómodo a la hora de aparcar el coche y ya movernos en transporte público. Si preferimos eso, es importante que estemos cerca de una boca de metro o similar.

Si somos de preferir estar en el meollo de la ciudad, hay que tener en cuenta dónde vamos a dejar nuestro coche si hemos ido a Lisboa conduciendo. Si el hotel no tiene parking, habrá que ver dónde está el parking público más cercano, porque aparcar en el centro de Lisboa es misión imposible.

BELEM

Sin lugar a dudas es un sitio al que hay que ir en nuestro viaje a Lisboa. Hay que reservarle un día entero desde bien temprano, si queremos llegar a disfrutar de todo lo que tiene que ofrecernos.

La mejor forma de ir a Belem es en transporte público. No está lejos y hay muchas conexiones.

Si nuestro viaje es en verano, debemos asegurarnos de que el bus o tranvía o lo que sea que nos lleve, tenga aire acondicionado. Porque el trayecto no es largo, pero en Lisboa cuando hace calor, hace calor de verdad.

Para almorzar en Belem hay, al menos en verano, unos puestecillos de comidas portuguesas a la orilla del paseo marítimo, camino de la Torre de Belem. Si no queremos gastarnos mucho dinero, pero queremos comer cosas de allí, esta es, sin duda, la mejor opción. VCH

www.visitlisboa.com

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