Experiencia intercampus. Toledo. Cuenca. Ciudad Real. Regenera. Rehabilita. Revitaliza.
Barrio MEETS Barrio
CUADERNOS DE INGENIERÍA, ARQUITECTURA Y TERRITORIO 15
María del Carmen Mota Utanda Vicente Romero de Ávila Serrano José María de Ureña Francés José María Coronado Tordesillas
ISBN: 978-84-697-8537-9 © 2017, Escuela de Arquitectura de Toledo, Escuela Politécnica de Cuenca, E.T.S.I. Caminos, Canales y Puertos de Ciudad Real. Universidad de Castilla-La Mancha Edición y diseño: Carmen Mota y Vicente Romero de Ávila
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sta publicación es el resultado de una actividad coordinada por el Grupo de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Universidad de Castilla-La Mancha y llevada a cabo en tres asignaturas de tres grados y centros distintos (la Escuela de Caminos en Ciudad Real, la Escuela de Arquitectura en Toledo y la Escuela Politécnica en Cuenca) en la Universidad de Castilla-La Mancha durante el primer cuatrimestre del curso 2014-2015. Los profesores de Urbanismo de Arquitectura, Ingeniería de la Edificación e Ingeniería de Caminos de la Universidad de Castilla-La Mancha, José María de Ureña, Carmen Mota, Vicente Romero de Ávila y José María Coronado plantearon que los
alumnos de 5º curso de Arquitectura de Toledo, de 4º curso de Ingeniería de la Edificación de Cuenca y de 4º curso de Ingeniería Civil de Ciudad Real hiciesen un trabajo académico sobre la misma temática de Regeneración de Barrios de Vivienda Social en diferentes barrios. El trabajo tuvo por título “Barrio MEETS Barrio. Un análisis comparativo de polígonos de vivienda”. Los barrios/polígonos elegidos para la experiencia fueron Corea (Palomarejos) y Caja de
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Ahorros (Santa Bárbara) en Toledo, Alférez Rojas y Camineros en Talavera de la Reina, Camino Cañete en Cuenca y Pío XII en Ciudad Real. Esta publicación es una síntesis de los mejores trabajos realizados por los alumnos de las tres titulaciones. El objetivo del trabajo proyectual es el de validar el potencial de estos espacios urbanos para su rehabilitación, regeneración y renovación a partir de acciones y procesos de arriba hacia abajo, así como de abajo a arriba (top-down y bottom-up). El trabajo proyectual tiene como fin el análisis y la resolución de problemas urbanos relacionados con el diseño, la reurbanización y la rehabilitación de estos barrios de vivienda social en España.
Además de los objetivos de coordinación y aprendizaje multidisciplinar, esta experiencia pretendió mostrar posibles aportaciones desde la Universidad a la ingente tarea de regeneración urbana que debe ser realizada en nuestra región. Para ello, los casos escogidos son ejemplos paradigmáticos de la tarea a desarrollar. El trabajo de síntesis y la edición final para esta publicación ha sido realizado por los profesores Carmen Mota y Vicente Romero de Ávila.
En Toledo, a 4 de septiembre de 2017 José Mª de Ureña Francés Catedrático de Urbanística y Ordenación del Territorio Universidad de Castilla-La Mancha
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l derecho a la ciudad no es un término nuevo. Fue acuñado ya en 1968 por el francés Henri Lefebvre en un célebre libro en el que consideró el impacto negativo sufrido por las ciudades en los países de economía capitalista, promoviendo su recuperación por parte de sus habitantes sobre un modelo de vida colectiva desarrollado en un escenario, un espacio político, donde pudiera ser posible vivir dignamente, reconocerse como parte de ella, y donde se posibilitase la distribución equitativa de diferentes tipos de recursos: trabajo, de salud, de educación, de vivienda, recursos simbólicos: participación, acceso a la información, etc.
actuaciones al sujeto que habitaba las mismas, a las personas residentes en aquellas viviendas que, insertas en el corazón de cada ciudad, le daban latido, vida y sentido, y que conformaban finalmente los destinatarios de ese derecho a la ciudad.
Sobre estas premisas, la regeneración y renovación urbanas ha cobrado un protagonismo reciente, no sólo en las estrategias urbanísticas sino también en las políticas públicas de vivienda más recientes, donde ha ocupado el protagonismo que -no hace tanto tiempo- ocupaban los nuevos desarrollos urbanísticos de nuestros pueblos y ciudades, unos con mejor fortuna que otros; y sobre todo ha servido para girar la visión de los responsables públicos más que al objeto (inmueble) de estas
ha sido fundamental la colaboración de todas las Administraciones implicadas. Fruto de ello es que hoy se estén desarrollando de manera efectiva tres Áreas de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) en municipios tan relevantes como Toledo, Molina de Aragón y Sigüenza.
En Castilla-La Mancha, desde 2015, se ha realizado un notable esfuerzo por potenciar las actuaciones de regeneración y renovación urbanas, tanto desde lo normativo, donde son muestra las innovaciones introducidas por la reciente Ley 3/2017, de 1 de septiembre, en materia de gestión y organización de la Administración y otras medidas administrativas, como desde importantes programas públicos donde
Además, este tipo de actuaciones se han potenciado con la convocatoria que el Gobierno de Castilla-La Mancha lanzó entre 2016 y 2017 para la redacción
de proyectos de regeneración y renovación urbana (ARUI) por parte de los municipios de la Región, a los que se añadió una importante novedad como era el carácter integral de este tipo de actuaciones, de manera que no sólo se ocupasen de aspectos tan relevantes como la rehabilitación de viviendas y la mejora de tejidos urbanos, sino que, conforme a lo que se ha expuesto, sirviesen para reflexionar sobre las necesidades diarias y reales de las personas que residían y habitaban en tales espacios. Desde este punto, las iniciativas planteadas en el seno de esta convocatoria se han centrado en aspectos tan diversos y convergentes como los referidos a la intervención social, a la integración física de barrios separados del resto de la ciudad, a los
aspectos paisajísticos, contenidos patrimoniales y arquitectónicos de los inmuebles, a los aspectos económicos, productivos y comerciales de la ciudad, etc. La innovación introducida ha sido notable, pero sería injusto decir que ha empezado aquí. La Universidad de Castilla-La Mancha, que ha sido colaborador activo de las actuaciones a las que acabamos de hacer referencia, había tomado ya la
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iniciativa a través de sus Escuelas de Arquitectura, de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, y de Ingeniería de la Edificación, con proyectos como el “Barrio MEETS Barrio. Un análisis comparativo de polígonos de vivienda” que aquí se presenta y donde se han involucrado no sólo sus profesores sino también sus alumnos, trabajando sobre barrios reales de varios de nuestros municipios más relevantes; y sobre todo procurando que sus ideas no se reflejaran únicamente en los espacios de estas ciudades (o que pudieran trasladarse a otras donde fueran adecuadas y útiles) sino que tuvieran como destinatarios a sus habitantes y que procurasen materializar el derecho que éstos tenían y tienen a la ciudad.
Esta unión de pensamientos, fuerzas e ideas, precede a un trabajo que es necesario desarrollar y que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se ha venido –y se continuará- impulsando en pos de la constante mejora de nuestros pueblos y ciudades y de la calidad de vida de las personas que en ellos habitan. Por ello, iniciativas como ésta de nuestra Universidad no sólo han de ser reconocidas sino fomentadas de manera incansable contando con el apoyo constante del conjunto de la sociedad castellano-manchega, labor en la cual estará siempre presente el Gobierno de esta Región.
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En Toledo, a 20 de septiembre de 2017 José Antonio Carrillo Morente Director General de Vivienda y Urbanismo Consejería de Fomento Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha
Índice Barrio MEETS Barrio. Un análisis comparativo de polígonos de vivienda. Carmen Mota
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Rehabilitación, regeneración y renovación de barrios de vivienda social de los años 1950 y 1960 en España. Vicente Romero de Ávila
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¿Cuántas Coreas hay en el mundo? Anatxu Zabalbeascoa
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Regeneración urbana para combatir las desigualdades en las ciudades. Paisaje Transversal
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Toledo
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Cuenca
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Ciudad Real
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Barrio MEETS Barrio Un análisis comparativo de polígonos de vivienda.
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arrio MEETS Barrio reúne a profesores y estudiantes de Ingeniería Civil, de Arquitectura y de Ingeniería de Edificación, todos interesados en el urbanismo, la arquitectura y la ordenación del territorio, para explorar cuestiones teóricas, metodológicas y prácticas en relación a la investigación de espacios en ciudades complejas, estratificadas y zonificadas. Esta iniciativa viene a desafiar las artes, la planificación urbana, la ingeniería y la arquitectura, reuniendo a los tres colectivos bajo una novedosa perspectiva para entender mejor las ciudades del pasado y del presente, así como para crear soluciones innovadoras a los problemas urbanos más acuciantes de la actualidad.
El siglo XXI se presenta como el siglo de la revolución tecnológica y de la sociedad del conocimiento donde innumerables avances nos ayudan a llevar una vida más fácil y a mejorar nuestros métodos de trabajo. El conocimiento humano ha ido acumulándose y almacenándose para ser utilizado cuando hiciese falta. Hasta ahora, cuando se debía resolver un problema (social, urbano, cultural, técnico…) no era tan difícil volver atrás, observar cómo se había resuelto en el pasado e intentar aplicarlo al presente, cambiando además lo que no hubiese funcionado entonces. Los recientes avances tecnológicos nos dejan claro que esto se está convirtiendo en inabordable, que la información es casi infinita y que debemos cambiar el método, seleccionando elementos clave del pasado que nos puedan ayudar en el presente.
Esto lleva a que empresas de arquitectura, diseño, ingeniería, planificación y/o consultoría se nutra en todo momento de grupos interdisciplinares que sepan resolver la infinidad de problemas urbanos que se encuentran a diario. Esta actividad pretende potenciar esta visión y, por tanto, abrir un nuevo punto de vista en relación a la formación de los futuros ingenieros y arquitectos. Esto consiste básicamente en abrir debates de forma conjunta, algo que históricamente se ha venido haciendo de forma separada, ingenieros y arquitectos cada uno centrándose en sus objetivos profesionales por separado. Puesto que ya lo realizan en el mundo laboral real, ¿qué mejor que empezar desde la etapa formativa a ponerse en contacto entre ellos?
Barrio MEETS Barrio pretendió involucrar a los alumnos en un proceso de aprendizaje conjunto entre ingenieros y arquitectos en el campo del urbanismo y la ordenación del territorio mediante la interrelación de las competencias referentes a cada una de las dos profesiones, desarrollando metodologías de análisis urbano y la representación física y social del espacio urbano generando cartografía y esquemas temáticos. Los roles y funciones variaron en los grupos y no todos trataron la actividad con la misma experiencia y con las mismas destrezas y habilidades, pero todos los estudiantes hicieron contribuciones similares en cuanto a tiempo, compromiso, esfuerzo, investigación y ejecución.
Durante la semana del 20 al 24 de octubre de 2014, los grupos interdisciplinares de alumnos trabajaron virtualmente en la elaboración de un panel de dimensión A1 comparando dos barrios, exponiendo sus similitudes y sus diferencias, y ofreciendo un diagnóstico preliminar de los problemas encontrados para ambos barrios. Estos paneles fueron entregados y evaluados en las respectivas asignaturas durante la última semana de octubre (del 27 al 31 de octubre de 2014). A finales del mes de enero de 2015 se presentaron los mejores trabajos ante el Director General de Vivienda, Urbanismo y Planificación Territorial de la Junta de Castilla-La Mancha, y se decidió desarrollar esta publicación.
En palabras del primer director de la Escuela de Arquitectura de la UCLM, Manuel de las Casas Gómez, “Es de sumo interés que áreas de conocimiento próximo como el de Ingeniería y Arquitectura, colaboren (…), pues es un campo que pertenece a las dos áreas de conocimiento (…). Una colaboración intensa entre ingenieros que dominan las infraestructuras y arquitectos que dominan la escena del espacio urbano puede dar como resultado, unas mejores propuestas de la ciudad.” Los estudiantes con la vicerrectora de Relaciones Internacionales y Formación Permanente, Fátima Guadamillas, y la consejera de Fomento Marta García de la Calzada
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Rehabilitación, E regeneración y renovación de barrios de vivienda social ¿Qué hacer con la ciudad densa y de los años compacta que ya tenemos? 1950 y 1960 en España.
l modelo productivo de ciudad de las últimas décadas está cercano a su agotamiento (si no lo está ya) en España y en gran parte de lo que llamamos países “desarrollados”. La producción de nueva ciudad en las periferias de las ciudades españolas se ha estancado a partir de la crisis de 2008, pero otros factores venían ya ejerciendo su influencia desde finales del siglo XX, como los cambios económicos, políticos, sociales y culturales. La concentración de la atención del urbanismo en las periferias ha hecho que la ciudad existente haya sufrido un abandono en todos los sentidos. Estos hechos, en parte, hacen que la vista se oriente otra vez hacia los tejidos urbanos existentes. Es decir:
Vicente Romero de Ávila 10
Fotografías: José María Coronado
Las actuaciones de rehabilitación de barrios de vivienda social de los años 1950 y 1960 son unas de las tareas más delicadas que las Administraciones públicas (tanto locales, como regionales y nacionales) tienen que afrontar. Son zonas inicialmente construidas para dar una solución “temporal” a algún problema surgido en la ciudad donde se levantan, como los relacionados con catástrofes naturales o aumentos significativos de población y actividad sucedidos a mediados del siglo XX y que han pasado a ser soluciones definitivas por la falta de financiación o de recursos. Los desactualizados usos del suelo, la vieja edificación existente, la adecuación del espacio público, la falta de parques y zonas verdes, la inaccesibilidad, la obstrucción de la movilidad urbana, el abandono de estas zonas por parte
de los antiguos vecinos, la gentrificación, la casi inexistencia de comercios “de barrio” o de mediana superficie y los cambios en la gobernanza urbana son algunos de los problemas y dificultades enfrentadas a la hora de actuar en estas zonas urbanas. Todas ellas necesitan una solución particular en red y en relación unas con otras para satisfacer y adecuar las necesidades de los residentes a la actualidad. Sin embargo, su alta complejidad hace que las autoridades pertinentes no sean capaces de atajar todos estos problemas. Estos barrios presentan características físicas similares, las cuales las hacen potencialmente propensas a sufrir esta situación de deterioro incluso desde el mismo momento de su construcción. En general, estos barrios presentan
un deficiente estado tanto de las viviendas como del espacio público. La mayoría de las viviendas no cuentan con buen aislamiento, y en algunos casos no disponen ni de calefacción ni de ascensor, por lo que las condiciones de habitabilidad y accesibilidad de los edificios son ampliamente mejorables. En lo referente al espacio público, por lo general, los barrios están carentes de actividad comercial y de ocio, de equipamientos, y de espacios de estancia y encuentro donde los vecinos puedan desarrollar actividades sociales. Además, en algunos casos el diseño urbano y el deficiente estado del espacio público requerirán de ciertas mejoras para cumplir con las condiciones de accesibilidad peatonal establecidas por la normativa vigente. El espacio físico presenta hitos significativos en favor del aislamiento del barrio como autovías, vías de
ferrocarril y construcciones históricas, así como un mantenimiento precario de calles y zonas verdes. Los residentes de estos barrios presentan también características sociodemográficas similares en la mayoría de casos. Población de clase trabajadora, de etnia gitana, inmigrantes, grupos de población marginal, desempleados, bajos niveles de educación, con problemas de drogodependencia, entre muchos otros, provocan que estas zonas sean potencialmente inseguras para las personas que conviven allí y que, poco a poco, los residentes vayan abandonando en busca de un futuro distinto y un medio urbano más amable. En las dos últimas décadas se ha puesto más énfasis en atajar todos estos problemas de forma
los últimos años se pueden encontrar ejemplos de actuaciones integrales que por fin consiguen apartar la imagen de marginalidad que se asocia a estas zonas castigadas y empiezan a poner solución a sus problemas, aparentemente endémicos. A partir de 1994, la Unión Europea ha lanzado la iniciativa comunitaria URBAN para el desarrollo de proyectos urbanos que impulsen estas rehabilitaciones, regeneraciones y renovaciones de barrios que económicamente han hecho posible el desarrollo de estas actuaciones que, en su gran mayoría, no podían ser acometidas únicamente por las Administraciones locales ni por los vecinos afectados. Las diferentes comunidades autónomas, así como España, han comenzado a establecer estructuras legales para que todas ellas tengan
global e integrada, intentando que cada una de las situaciones o factores que han llevado a la zona a su aislamiento y decadencia sean estudiadas, analizadas con detenimiento y se les intente poner una solución que esté dentro de las exigencias de los grupos o comunidades vecinales que conforman la zona de estudio. Para ello, se ha precisado de la implicación de un gran número de entidades de diferente origen y magnitud, como son Administraciones (Unión Europea, Ministerio de Fomento, juntas de gobierno, diputaciones, ayuntamientos) y distintos tipos de asociaciones locales (asociaciones sin ánimo de lucro, comunidades vecinales, etc.). Gracias al trabajo, al esfuerzo y a la coordinación de todos ellos (con la creación de entidades como Consorcios que sirvan de nexo para varios grupos diferentes), en
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En la actualidad son muchos los barrios en España que han sido sometidos a diferentes actuaciones y estrategias, algunos más integrales y globales y otros más centrados en alguna temática en particular. Dos ejemplos de actuaciones integrales son las llevadas a cabo en el barrio de La Mina en Barcelona y en el barrio Oliver en Zaragoza. En el primero destaca la completa reestructuración del barrio a través de la construcción de la Rambla de la Mina como principal elemento vertebrador y dinamizador del barrio; mientras que en el segundo se instala un corredor verde y se peatonalizan calles, se remodelan los equipamientos existentes y se acompaña de planes sociales y económicos.
un marco común al que acogerse a la hora de redactar y llevar a cabo estos proyectos. A nivel estatal destaca la Ley 8/2013, de 26 de junio, de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas y el Plan Estatal de fomento del alquiler de viviendas, la rehabilitación edificatoria, y la regeneración y renovación urbanas, 2013-2016. A nivel autonómico, destacan las “leyes de barrios” de Cataluña, Islas Baleares y Castilla y León. Los planes de rehabilitación integral implican un mayor periodo de desarrollo puesto que las zonas a planificar o reordenar contienen ya unos residentes que serán influidos por el plan y que necesitarán tiempo para adoptar las medidas urbanísticas, económicas y/o sociales con el fin de salir del “aislamiento” que provoca pertenecer al barrio.
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Otros barrios, como el de San Martín de Porres en Córdoba o el Centro Histórico de Ferrol, se centran más en el aspecto urbanístico, restaurando los edificios existentes para conservar su tipología original, transfiriéndolos de alquiler a propiedad a los actuales residentes. Sin embargo, se echa en falta una reestructuración completa y actuaciones sobre el espacio público. También preocupa la sostenibilidad medioambiental, por lo que se ven obras destinadas a la creación de zonas verdes, al fomento del transporte público y los medios de transporte no contaminantes como la creación de carriles bici, además de fomentar el reciclaje y la eficiencia energética con medidas como la instalación de placas solares.
En otros casos, la participación vecinal se convierte en el elemento central de las actuaciones, como en el Polígono Sur de Sevilla o en Caño Roto en Madrid, ya que al ser barrios extensos se necesita un conocimiento más profundo de las necesidades particulares de cada zona dentro del barrio. En general, se procura mejorar la calidad de vida de los residentes, creando planes sociales para familias desestructuradas, planes de integración para población inmigrante, planes para adolescentes con problemas educativos, planes para la protección y cuidado a la tercera edad y apoyo a las personas con problemas de drogodependencia. Además, se crean comunidades vecinales para que estas sirvan de intermediarias entre la Administración y los habitantes de los barrios.
escuelas, centros de salud o comisarías de policía, mejorando la permeabilidad y la comunicación dentro de la propia ciudad, y generando nuevas zonas habitables mediante la construcción o rehabilitación de viviendas. Con todo ello, esta publicación presenta una serie de barrios representativos dentro de la geografía castellano-manchega a modo de ejemplo de lo que se podría llevar a cabo para su rehabilitación, regeneración y renovación urbana.
La dinamización económica es otro elemento importante a trabajar, sobre todo en barrios obreros y barrios nacidos principalmente para dar cobijo a los trabajadores de una industria en particular. En este sentido, la mayoría de estrategias incluyen planes de empleo para mejorar la formación y el desempeño profesional de los habitantes, fomentando la diversidad empresarial, el comercio local y la creación de merados locales donde vender sus productos. En definitiva, las diferentes actuaciones observadas han tenido una relevancia importante en el devenir de estos barrios y, en muchos casos, en el desarrollo de las ciudades a las que pertenecen, ya que abren al resto de la población zonas que pueden ser de mucha utilidad, aportando equipamientos como
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E ¿Cuántas Coreas hay en el mundo?
n los años cincuenta, los arrabales de muchas ciudades españolas se llenaron de urbanizaciones marginales en las que las que se apiñaban viviendas insalubres –sin instalaciones y asentadas en suelos sin pavimentar- para quienes llegaban del campo a buscar fortuna en la ciudad. Aunque estas barriadas sin infraestructuras no tardaron en ser conocidas como Corea -la guerra contra el comunismo que libraban los americanos-, el origen de ese nombre continúa siendo un misterio sujeto a múltiples interpretaciones para los miles de familias que habitan hoy los barrios. Hoy, muchos atribuyen ese nombre al momento en que se construyeron sus viviendas, otros al aspecto de campo de batalla que, durante años, sirvió para describir su barrio. Otros más se saben coreanos pero no aciertan a dar con el origen del apelativo.
Anatxu Zabalbeascoa Anatxu Zabalbeascoa (11/07/2017): ¿Cuántas Coreas hay en el mundo? El País. Recuperado de: https:// elpais.com/elpais/2017/07/10/del_tirador_a_la_ ciudad/1499703860_241439.html 14
Durante décadas al límite de lo social y hoy convertidos incluso en “joyas arquitectónicas para excluidos” -así describió el diario ABC la sede de la institución benéfico-social Padre Rubinos inaugurada por el presidente de la Xunta Gallega, Alberto Núñez Feijóo el 3 de septiembre de 2014, las diversas Coreas –y los distintos “coreanos” que las habitan- han vivido sujetas al estigma de pobreza y el abandono que las vio nacer. “Eran lugares alejados del camino a cualquier parte, lugares que no esperaban visitas”, define Alejandro A. Garrido (Madrid, 1986), un fotógrafo metido a investigador que expone parte de su indagación en la Galería Casa sin Fin de Madrid tras mostrarla al completo en Caixaforum de Barcelona y en espera de que esa exposición llegue en otoño al centro Caixaforum de Madrid.
Garrido recuerda que “en pleno auge de la Guerra Fría, los acuerdos bilaterales con Estados Unidos que hicieron posible la construcción de estos barrios condicionaron la política española posterior”. Y advierte, citando a Georges Lefebvre en El nacimiento de la historiografía moderna “que no hay relato histórico sin documentos”. Por eso sus fotografías de calles, interiores, tapias, iglesias, bloques de viviendas, escaparates, comercios abandonados o registros catastrales quieren documentar algunas de las Coreas españolas. Pocos documentos registran la naturaleza periférica y excluida de estos barrios que, sin embargo, han ido cambiando con el tiempo. Bautizadas como grupos de viviendas Generalísimo Franco, con nombres de santos –San Juanillo-, de personajes
Bloques sobre los que se proyectó un plan de rehabilitación, finalmente abandonado, en el grupo de viviendas Generalísimo Franco, “Corea”. Al fondo de la imagen el Bloque XII, el único de los 26 del Barrio del Camp Redó, en Palma de Mallorca, que llegó a ser reformado. Alejandro S. Garrido
bíblicos –La Inmaculada- o de jefes falangistas – Pedro Villaescusa-, la primera de estas barriadas, la de León, se comenzó a construir en 1952. Esas primeras Casas del Aguinaldo que no tenían ni agua corriente ni alcantarillado y que veían cómo en los días de lluvia sus calles se convertían en lodazales, fueron las primeras “viviendas incrementales” modernas levantadas en España. A la manera que propone el Pritzker Alejandro Aravena, fueron las familias las que comenzaron a construir aseos, a instalar los colectores de aguas residuales o a añadir habitaciones aprovechando los patios. Seguramente por eso sus asociaciones de vecinos eran muy activas. Sin embargo, Garrido asegura que “el abandono y el aislamiento continúan hoy en la Corea de León”.
Grupo de viviendas Francisco Franco, “Corea”. Barrio San Juanillo, Palencia. Alejandro S. Garrido
En 1953 y en Coruña, fueron 80 familias las que dejaron de vivir en cobertizos con los animales para instalarse en esa otra Corea. Ese mismo año, Franco “intérprete genial de la Victoria y conductor seguro de la Paz” –en palabas del gobernador civil Manuel Pamplona- visitó las viviendas de Huesca. Dos años más tarde se concluirían las de Palencia. Allí las familias completaban su jornada laboral de doce horas envolviendo caramelos con papel parafinado para la fábrica cercana de Mariano de Vena. Con 500 horas de trabajo extraordinario lograban pagar las 3.500 pesetas de la aportación inicial para su casa planificada por la autoridad estatal y levantada “en la modalidad de autoconstrucción”, es decir, con su esfuerzo y conocimiento. 628 familias pisaron el barro de Palencia para entrar en pisos que calentaban con carbón caído de las vías del tren.
Las imágenes de Garrido muestran el trabajo de un fotógrafo que dispara desde una categoría “de baja intensidad artística” para adentrarse en asociaciones de vecinos, parroquias y bancos de alimentos en los que a veces fue bien recibido y otras veces, amenazado: “Al final, tuve la sensación de haber viajado en el tiempo hacia un pasado escamoteado y sin embargo presente”. Ese es el documento artístico que recomponen la suma de estas imágenes, la serie Corea de Alejandro S. Garrido logra reconstruir un territorio, ahondar en una historia desconocida y desenmascarar la convivencia y la permanencia de antes y después de los cambios políticos, las burbujas inmobiliarias o el milagro del desarrollo español.
Escaparate para manualidades y labores. “Corea” en la Barriada de La Asunción, León. Alejandro S. Garrido
Vista de una calle en el barrio del Cristo, Palencia. Alejandro S. Garrido
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Regeneración L urbana para combatir las desigualdades en las ciudades.
Paisaje Transversal Paisaje Transversal (2016): Regeneración urbana para combatir las desigualdades en las ciudades. Planur-e 07. Recuperado de: http://www.planur-e.es/miscelanea/view/regeneraci-n-urbanapara-combatir-las-desigualdades-en-las-ciudades-/full 16
a desigualdad y vulnerabilidad urbana en las grandes ciudades españolas han alcanzado cotas extremas en los últimos años. El urbanismo desarrollado durante periodo de la burbuja inmobiliaria, focalizado en la expansión de las urbes en vez de en solventar sus problemas, unido a los efectos de la crisis ha dibujado un panorama desolador. Así lo atestiguan los diferentes estudios que se han realizado al respecto como el Atlas de Vulnerabilidad Urbana del Ministerio de Fomento o Socio-Economic Segregation in European Capital Cities, un informe paneuropeo que analiza 13 países y que recoge una conclusión muy contundente al respecto: Madrid se ha convertido en la última década en la capital más segregada de Europa.
han sido hasta contraproducentes. Tal es el caso del urbanismo «verde», uno de los discursos alternativos con mayor aceptación en Europa: las intervenciones dirigidas exclusivamente al aumento del verde urbano han llevado a generar a largo plazo una mayor vulnerabilidad entre los colectivos y barrios desfavorecidos. Así se desprende de un estudio realizado por un equipo de investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTAUAB).
A nivel local, el sistema de Indicadores Urbanos del Área de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Madrid o los diferentes diagnósticos sobre la salud y la esperanza de vida (EV) en la capital y en Barcelona también inciden en esta dirección. La desigualdad urbana entre los barrios de estas dos ciudades puede llagar a alcanzar la diferencia de 11 años de EV.
de otro con programas y actuaciones de carácter integral e interdepartamental.
Por eso es urgente que las políticas y esfuerzos municipales estén encaminadas a revertir esta situación. El urbanismo ha de jugar un papel clave en la búsqueda de soluciones a esta problemática. Sin embargo, las respuestas disciplinares que se han planteado hasta el momento no solo han sido insuficientes, sino que en muchos casos
En consecuencia, atajar el problema de la desigualdad urbana requerirá de respuestas acordes a esta complejidad: de una parte relacionadas con acciones gobernanza y coordinación multinivel (barrio-distrito-municipio-comunidad-Estado) y
Afortunadamente el urbanismo ya cuenta con una poderosa herramienta para hacer frente a esta situación: la Regeneración Urbana. Pero ésta solo será eficaz si se acomete desde una perspectiva integral que atienda no solo a la rehabilitación sino también a cuestiones como la movilidad, espacio público, reactivación económica, cohesión social, educación, cultura, el empleo, etc. A continuación pasamos a describir una propuesta metodológica de cómo enfocar las necesarias actuaciones de regeneración urbana desde una óptica integral y participativa.
Contexto, retos y agentes para intervenir hoy en la ciudad construida. Como primer paso al giro propuesto para las políticas urbanísticas, resulta interesante realizar un análisis de los procesos de regeneración urbana que han tenido lugar durante los últimos años . La voluntad política de acometer la regeneración de barrios vulnerables, en ocasiones bienintencionada, no se ha visto acompañada de una labor de comunicación e inclusión del tejido social, asociativo y vecinal de los mismos. De esta manera, los equipos técnicos han desarrollado proyectos que, aún atendiendo a los problemas reales de estos lugares, son vistos a menudo con desconfianza por la población, que se siente excluida de los procesos de decisión destinados a producir transformaciones
programas como Interreg IIC han de servir de base sobre la que seguir construyendo instrumentos y metodologías que atajen el problema de la desigualdad urbana. No obstante, la capacidad de todos los agentes de participar de manera activa en estos procesos pasa por la existencia de estructuras organizativas consolidadas, ya sean formales o informales. En este contexto, la falta de identidad comunitaria supone uno de los principales impedimentos para el desarrollo de los procesos participativos. En los últimos años, la esfera digital se ha revelado como un espacio público más activo y participativo que el espacio público tradicional, que ha quedado relegado en gran medida, a una mera función de representación. Uno de los retos durante los
en sus entornos más inmediatos. La incapacidad de la Administración para establecer canales de diálogo y la opacidad de muchos de los proyectos —que solo resultan públicos en su fase final— ha penalizado el éxito de estos procesos, ya que no han sido entendidos por la ciudadanía. A este respecto, se pone de manifiesto la necesidad de confluencia entre la manera de proceder de las administraciones públicas en la rehabilitación de estos barrios y las políticas europeas que desde mediados de la década de 1990 abogan por una pérdida relativa del énfasis en los aspectos de competitividad en favor de la inclusión social de la población. Experiencias recientes como el caso de Trinitat Nova y La Mina en Barcelona y, en menor medida, la participación de Madrid en
próximos años será el de alcanzar la convergencia entre ambas esferas, la digital y la física, con el objetivo de generar una ciudadanía más crítica y proactiva. Los nuevos mecanismos de participación deberán desarrollarse de manera coordinada en el espacio digital y en el espacio físico, en lo local y en lo global, a través de estrategias capaces de obtener un mayor grado de representatividad en los procesos de decisión. Para lograrlo, es necesario establecer canales de comunicación entre esta ciudadanía activa y la Administración Pública. La tradicional desconfianza existente entre unos y otros es uno de los principales factores que lastran el desarrollo de los procesos participativos. Convertir las demandas y reclamaciones ciudadanas en propuestas será una
de las labores que los profesionales del urbanismo tendrán que desempeñar durante los próximos años. En este contexto, el ámbito profesional ha de reconsiderar su papel desde una perspectiva colaborativa. La figura tradicional del técnico ha de encaminarse hacia la posición del mediador, agente capaz de poner en diálogo perspectivas divergentes.
Integración de todos los agentes urbanos. Paisaje Transversal
En cuanto a las oportunidades y dificultades a las que se enfrentará la regeneración urbana integrada en España durante los próximos tres o cuatro años, nos encontramos con algunas pistas tras la publicación durante el pasado año de la Ley 8/2013 de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbana, el Plan Estatal de vivienda 2013-2016 y la aparición de la nueva convocatoria
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de Fondos Europeos (2014-2020), en la que se hace especial hincapié en el Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado. Sin ir más lejos, ahí están las Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) que han desarrollado distintos municipios como puerta a obtener financiación para implementar proyectos de regeneración urbana. Existen, de partida, dos nuevos factores a tener en cuenta en el sector de la regeneración en España. Por un lado, la rehabilitación ha cobrado durante los últimos años una importancia creciente tanto para la Administración como para el sector privado, principalmente por su capacidad de ahorrar consumos energéticos y como alternativa económica al denostado sector de la nueva edificación. Y por otro lado, se está
de regeneración urbana integral dibuja un panorama incierto. La Ley responde a una política económica estatal en la que los recursos públicos escasean y a una economía global en la que la necesidad de potenciar económicamente mercados parece resultar la única vía para llevar a cabo cualquier tipo de proyecto. Sin embargo, la reducción de cargas asociadas a las plusvalías en la rehabilitación de edificación, a pesar de incrementar la rehabilitación energética, hará difícil que la movilización de capital privado revierta en la mejora integral de los entornos urbanos más degradados, así como en el conjunto de la ciudad. En este sentido se hace más que necesario desde el sector profesional explorar vías alternativas de intervención en la ciudad que impliquen a distintos actores y sectores económicos.
Procesos de Regeneración Urbana Integrada y Participativa (RUIP) como respuesta. Frente a esta realidad, el ámbito profesional tenemos la responsabilidad de explorar vías alternativas de intervención en las áreas vulnerables de nuestras ciudades. Es por lo tanto fundamental construir propuestas metodológicas respaldadas por casos de éxito que consoliden un modelo de regeneración urbana eficiente con capacidad de incidencia real frente a la desigualdad urbana. Para alcanzar este objetivo, desde Paisaje Transversal proponemos desarrollar procesos de Regeneración Urbana desde la perspectiva integral y participativa, que atienden problemáticas urbanísticas, ambientales, sociales y económicas.
consolidando una preponderancia, al menos teórica, de metodologías integradas en los proyectos de transformación y regeneración de la ciudad, frente a las estrategias centradas exclusivamente en la rehabilitación física. A pesar de ello, son todavía escasas las prácticas estatales que han desarrollado procesos colaborativos entre instituciones y ciudadanía incluyendo las dimensiones ambiental, social y económica , por lo que poner en marcha durante el próximo periodo mecanismos que impulsen y faciliten más procesos de este carácter se hace fundamental. En este sentido, la escasa capacidad de la Ley 8/2013 para activar el desarrollo de intervenciones Esquema de stakeholders urbanos. Paisaje Transversal
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La ciudad, como constructo complejo que es, no entiende de la departamentalización de los saberes. Por lo tanto, las soluciones urbanas a desarrollar no pueden depender exclusivamente a una sola disciplina o Concejalía, tienen que plantearse desde una acción transversal y multinivel mediante estrategias interdepartamentales. En lo que a incorporar la participación a los procesos de regeneración urbana se refiere, tiene que estar dirigida a la implicación tanto de la ciudadanía como de los diferentes actores y sectores. Lo que en el mundo anglosajón se conoce como stakeholders (partes interesadas). Desde esta perspectiva, la población debe identificar los problemas, establecer las prioridades y colaborar en las soluciones. Se trata, pues, de generar dinámicas
de corresponsabilidad entre todos los sectores que hacemos ciudad: ciudadanía, técnicos, políticos y agentes culturales, sociales y productivos, sin olvidar a los no humanos (ecosistemas y procesos naturales). De la suma de estos dos vectores (integralidad y participación) obtenemos la idea de Regeneración Urbana Integrada y Participativa (RUIP). Para poder implementar este modelo exige que la figura tradicional del técnico se encamine hacia la posición del mediador. Así, el urbanista adquiere la dimensión agente capaz de poner en diálogo diferentes perspectivas -a menudo contrapuestasa través de lo que hemos denominado como Negociación Urbana.
Negociación urbana. Las dinámicas de concertación entre agentes son complejas y muchas veces complicadas: cada uno de los actores que intervienen tiene intereses y necesidades diferentes -contradictorios en muchas ocasiones-, también lo son sus lenguajes y códigos. Además, las relaciones entre ellos rara vez han sido equitativas, primando generalmente relaciones duales (Administración-empresa) frente a las triangulares, en las que la ciudadanía constituyera un polo de influencia real en las políticas urbanas. Ha de comenzar a forjarse un reequilibrio de poderes en la toma de decisiones, de manera que con ello se pueda garantizar que los proyectos se enfoquen a la mejora de la calidad de vida en las ciudades y de sus habitantes.
De esta manera la idea del facilitador o mediador se plantea como un equipo imparcial que haga de interlocutor y garantice la comunicación entre los actores. Pero no se trata de un elemento que permita apaciguar los conflictos urbanos en aras de los intereses de un grupo de presión concreto, sino de un equipo que sea capaz de canalizar las energías en la construcción colectiva de un proyecto común de ciudad desde una perspectiva integral. Y ahí, la participación y la transversalidad son fundamentales. Pero además de esta vertiente que facilite la participación de agentes diferentes, la negociación urbana también incorpora mecanismos para transformar las reclamaciones en estrategias propositivas: traducir protestas en propuestas.
También hay que tener en consideración la capacidad de implementar nuevas herramientas y canales de diálogo que agilicen los procesos y eviten la actual descoordinación entre diferentes departamentos municipales y establezcan nuevo canales de diálogo entre estos y la ciudadanía. Indudablemente, llevar a cabo procesos de Regeneración Urbana (RU), según la óptica planteada, entraña un gran reto y una nivel de complejidad muy alto. Para asegurar su viabilidad es preciso definir metodologías que le den soporte, así como herramientas que agilicen y faciliten el desarrollo de los procesos. De tal forma, Paisaje Transversal plantea una metodología capaz de estructurar los procesos de Regeneración Urbana que describimos a continuación.
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Metodología. La Metodología DCP es capaz de desarrollar los procesos de Regeneración Urbana Integrada y Participativa (RUIP) según una estructura de tres canales de trabajo. • (D) El canal “Difusión” aborda tanto la visibilización a nivel local y global de las propuestas como su transparencia, principalmente a través de las posibilidades que ofrecen las redes sociales y las nuevas herramientas digitales de difusión, aunque sin olvidar los medios de comunicación tradicionales. En proyectos integrales, la difusión consigue ampliar el colectivo local comprometido con el proyecto y, gracias a la repercusión exterior, se consigue el intercambio de
impresiones a nivel global, enriqueciendo así las propuestas. En segundo lugar, la transparencia que ofrece la difusión se traduce en una herramienta de presión colectiva que supervisa el cumplimiento y la consecución de las propuestas planteadas. • (C) El canal “Ciudadanía” trabaja la coordinación de agentes institucionales y la ciudadanía, la concienciación respecto a la sostenibilidad en general y en particular respecto a la participación, el espacio público o la ecología así como la identidad comunitaria a través de la pedagogía y la información. De esta manera, se consigue generar una estructura social en la que la identidad comunitaria respecto al espacio urbano queda reforzada. De forma específica, se potencia el movimiento colaborativo, los valores del espacio
público, los principios de sostenibilidad y las herramientas digitales para facilitar los procesos. • (P) El canal “Proyecto participativo” se centra en proponer modelos de gestión y diseños urbanos transdisciplinares y participativos a nivel local y global a través de dos fases solapables: el diagnóstico propositivo y participativo y las propuestas piloto, para concluir con la propuesta final integral. Las propuestas piloto son laboratorios urbanos que sirven para someter a prueba las soluciones de modo temporal, evitando con ello implementar definitivamente la solución final, que conlleva mayor inversión económica sin una fiabilidad de éxito. El canal “Proyecto participativo” requiere del cruce con los otros dos canales para su implementación.
Herramientas. Por su parte en cuanto a las herramientas necesarias para llevar a cabo procesos RU, hacemos uso de tres instrumentos fundamentalmente, en continua revisión y reformulación, a partir de la experiencia de los casos prácticos: 1. Indicadores participativos 2. Mediación y trabajo intersectorial e interdepartamental 3. Programa Integrado de Acciones de Mejora y Tácticas Urbanas
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1. Indicadores participativos [InPar] Los Indicadores Participativos [InPar] nacen con el fin de dar una solución a la falta de relación existente entre los indicadores de sostenibilidad urbana y la participación ciudadana. Constituyen una herramienta que permite establecer una radiografía de un entorno urbano al relacionar indicadores de sostenibilidad con información cualitativa procedente de la opinión ciudadana, asegurando la presencia de la accesibilidad en ambas partes de modo transversal. Gracias a ello podemos analizar la calidad de aspectos ambientales, sociales, económicos y funcionales de una ciudad, y relacionarlos con la percepción que tiene la ciudadanía sobre los mismos, con el fin de obtener una visión integral del territorio.
La aplicación y utilidad de los indicadores participativos en el desarrollo del proceso de regeneración urbana es amplia, abarca desde la evaluación de la evolución de un entorno urbano hasta la valoración de los beneficios alcanzables y la prescripción de proyectos urbanos, pasando por la cuestión prioritaria, justificar la transparencia en la toma de decisiones. Así pues [InPar] es una herramienta de análisis y gestión de la información indispensable de cara a facilitar la priorización de propuestas en las que es necesario tener en cuenta, de manera simultánea, las percepciones ciudadanas y las cuestiones técnicas. Los Indicadores Participativos trabajan por separado la información cuantitativa —indicadores de sostenibilidad— de la cualitativa
—opinión ciudadana— organizando ésta última de modo que puede ser relacionada con la primera para obtener una imagen final en la que se refieren ambos mundos.
de un sistema de indicadores de sostenibilidad. Los indicadores de sostenibilidad recogen la información cuantitativa que define el estado del lugar de estudio desde la perspectiva ecológica.
A partir de la fotografía final de los Indicadores Participativos se generan visualizaciones e informes que detallan desde distintos enfoques los resultados obtenidos, como por ejemplo: • El desglose de los indicadores de sostenibilidad relacionados con las temáticas cualitativas menos valoradas.
Dado el carácter interdepartamental de la iniciativa, resulta necesario determinar el papel de un equipo facilitador en el proceso, esto es, de mediadores técnicos. El equipo facilitador aplica las metodologías que a continuación se proponen, al mismo tiempo que valora su efectividad para readaptarlas. Para ello desarrollará principalmente las siguientes tareas:
• La enumeración de los indicadores de sostenibilidad más desfavorables y las percepciones ciudadanas asociadas a los mismos.
• Actuar como interlocutor imparcial entre ciudadanía, técnicos de la Administración y representantes políticos: plantear estrategias
• La descripción del estado de los indicadores de sostenibilidad y de las temáticas cualitativas asociados a cada una de las áreas administrativas de la ciudad.Finalmente gracias a las visualizaciones finales se extraen conclusiones con el objetivo de consensuar estrategias dirigidas a solucionar problemas desde la sostenibilidad y la percepción ciudadana.
transversales entre estos grupos de agentes interesados (stakeholders). • Traducir la información ciudadana en propuestas técnicas. • Coordinar las distintas Áreas de Gobierno implicadas en el proceso. • Dar respuestas creativas a las distintas actividades, propuestas y acciones a desarrollar durante el proceso. • Gestionar las herramientas digitales y los canales de comunicación necesarios para facilitar la inclusión y participación de todos los agentes y mantener la transparencia con la ciudadanía. • Documentar los procesos, materializando las necesidades y las propuestas en documentos dirigidos a los distintos técnicos de las áreas de gobierno involucradas.
2. Trabajo intersectorial y mediación. Para el desarrollo del estudio técnico intersectorial se debe conformar un equipo con técnicos de distintas áreas e impulsar una coordinación interdepartamental. Con ellos se lleva a cabo el análisis integral del barrio que se materializa, además de por los estudios específicos, por medio
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3. Programa Integrado de Acciones de Mejora (PIAM) y Tácticas urbanas Como resultado de la implementación de la metodología y herramientas descritas en los procesos de regeneración urbana se formalizan las actuaciones de mejora a realizar en el barrio. Concretando los indicadores que se verán mejorados por estas intervenciones, así como los presupuestos o programas necesarios para abordarlas y sus plazos para su ejecución. Las actuaciones descritas en los PIAM se acompañan de «tácticas urbanas» que se presentan como una propuesta innovadora basada en intervenciones estratégicas y demostrativas que ahorran costes y amplían los beneficios: proyectos
En definitiva, los principales beneficios derivados del desarrollo de tácticas urbanas en un proceso de regeneración urbana son los siguientes: • Visibilizar el avance del proceso a través de pequeñas intervenciones físicas. • Mantener la implicación ciudadana, que comprueba que su tiempo y su esfuerzo se ve recompensado. • Evaluar los beneficios que supondrían las intervenciones definitivas y readaptarlas para garantizar su efectividad.
de pequeña escala, participativos y «testeables» (cuyos efectos pueden ser evaluados de manera rápida y sencilla, tipo test). Las tácticas urbanas o acciones de prueba destacan por ser proyectos urbanos desarrollados junto a la ciudadanía con el fin de obtener la máxima aceptación y, a su vez, ampliar la implicación de la sociedad en la ciudad, facilitando la gestión. Además, por ser propuestas estratégicas y evaluables, sus resultados son objeto de evaluación. De esta manera, a través de intervenciones que precisan de pocos recursos económicos y temporales, disponemos de la posibilidad de corregir, adaptar u optimizar las actuaciones de mayor coste del PIAM.
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Intervención táctica en la Plaça de Sant Miquel dentro del marco del proyecto OlotMés B. Unparelld’arquitectes
Resultados. Descritas las claves que desde Paisaje Transversal consideramos ineludibles para abordar la regeneración urbana y alcanzar, así, la sostenibilidad urbana, a modo de conclusión queremos resaltar la necesidad y urgencia de desarrollar y dar a conocer casos de éxito que ejemplifiquen esta praxis y los impactos de mejora que se consiguen con ella a largo plazo. En este sentido, Paisaje Transversal hemos puesto en marcha dos procesos de Regeneración Urbana Integral, uno en Virgen de Begoña (Madrid) y otro en Olot (Girona), ambos en un estadio prematuro para evaluar beneficios a largo plazo, pero de los cuales ya pueden valorarse primeros resultados:
• Aprobación de entre 20 y 30 intervenciones de carácter urbano, ambiental, social y económico a desarrollar durante ocho años. • Apropiación y compromiso de la población con las propuestas para conseguir la transformación del barrio en un lugar más sostenible. • Ejecución de las primeras intervenciones para la mejora de los espacios públicos más degradados y fomento de la movilidad peatonal. • Concienciación medioambiental y ejecución de huertos urbanos como lugares de ocio y de autogestión. • Aumento de redes de colaboración entre agentes culturales, sociales y económicos y desarrollo de actividades conjuntas que impulsan la actividad socioeconómica.
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