Los Felices
Años
20
Resérvame el Vals. Deja que todo lo demás se desvanezca, que la luna se oculte tras el último piso de nuestro Hotel, que la risa se quiebre como el hielo en el vaso. Vete, regresa, marcha otra vez. Pero resérvame el Vals.
·
·
·
Fotografía VÍCTOR ENCINAS Estilismo MERIU LÓPEZ Modelo BEGO RAMÍREZ Texto MARIA GUILERA
Los Felices años
20 | 1
S
oy Zelda. Me gusta moverme entre neones, notar los dedos del escritor sobre mi piel de musa, seducir a la inteligencia, caminar en equilibrio sobre el fino alambre de la razón.
A
mis ojos les sienta bien la noche aunque a veces, excepcionalmente, miro entre los espacios verticales de la verja y contemplo la vida de los que no son como yo. ¿O sí lo son?
S
oy la mujer del es- La vida a punto de estallar. Los neones pejo, la misma y locos anunciando el espectáculo. Mis otra al mismo tiempo. ojos de gata buscando el límite de la felicidad. Vivo en el mejor de los tiempos, amo al mejor de los creadores, estoy En mi imaginación, hábilmente cubierta en cientos de palabras con el tocado, El Gran Gatsby llamándome para compartir el derroche. escritas, soy yo en historias que se deslizan entre papel, soy yo en La excitación de los días anteriores al dramas escondidos, en desastre. La suavidad de la seda resbalando sobre mis muslos. La ceniza amenoches de vino y rosas, nazante sobre las alfombras persas. en canciones que saltan de una a otra tecla del piano en cada nightclub, en salones que me abren sus puertas, en cuentas de collares infinitos. Soy yo, Zelda. Los Felices años
20 | 2
Los Felices a単os
20 | 3
E
spero. Busco en mi interior el futuro que me llama, veo un amenazante edificio de salas blancas y giro la cabeza hacia otro lado. Quiero perderme entre los setos del laberinto, de mi propio Jardín del Edén. Brindar en copas de Bohemia por el éxito que me hará eterna, por las cenizas que ningún viento llevará más allá de estos años dorados.
F
uera, el silencio. En mi cerebro, palabras que atrapo para ser escritas. Voces que cuentan historias y mis manos sobre el papel, veloces, al dictado de sentimientos, pasiones, vidas que son mi vida. Los Felices años
20 | 4
El escritor me admira. Adivino a veces una ráfaga de pánico en el ligero temblor de sus pestañas. Teme a su musa, al contagio del arte, a la simbiosis del genio.
C
ansancio. Mágicas substancias que me abren el cielo y me liberan del dolor. Arco iris. Perfume de sueños. Soy un pájaro con alas divergentes que vuelan a norte y sur simultáneamente. Soy la música de un baile enloquecido y ellos, los otros, marionetas que manejan mis dedos, teclas locas que golpean el aire de los salones.
Los Felices años
20 | 5
L
a huída imposible. El hilo tensado que me ata a la vida. O quizá el sedal que me rescata del fondo negro y me descubre la luz.
S
oy Zelda. Estola de pieles, sonrisa. Alcohol, boquilla de marfil, sexo. Sedas, perlas, plumas. Carmín dibujando la sonrisa.
Todo o nada. Carpe Diem. Un mundo inclinándose sobre el vacío. Y yo llamándote desde el borde del precipicio.
L
a frivolidad es una actitud, la forma que elige mi inteligencia para exponerse. Otra copa, Scott. Celébrame, déjame abrir la jaula.
S
oy Zelda. Entre lanzas.
Los Felices años
20 | 6