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Montenegro Kotor,
from Vidalturismo132
by VIDALTURISMO
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Patrimonio de la humanidad por la UNESCO, Kotor es uno de esos lugares antiguos hasta hace muy poco perfectamente desconocido, pero que hoy se ha puesto de moda dando a conocer al mundo un pequeño pero hermoso país, Montenegro.
Esta pequeña población se encuentra en las denominadas “Bocas de Kotor”, es decir, unas lenguas de mar que forman un litoral muy accidentado, rodeada de impresionantes montañas en tierras de lo que algún día fuera la hoy extinta Yugoslavia. Ya desde el principio, se percibe esta ciudad como un punto estratégico, concebido con tal finalidad ya que es inimaginable lo que es capaz de hacer el ser humano por defender un trozo de tierra.
Blanca y pulcra Kotor es una ciudad con más de dos mil años de antigüedad, rodeada por una muralla interminable que sube por encima de uno de los Balcanes y cuyos orígenes datan del siglo II a.C. en la Provincia Romana de Dalmacia.
En el siglo XI fue ocupada por el Primer Imperio Búlgaro, aunque pronto pasó a formar parte de la República de Ragusa. Desde 1490, la ciudad y sus alrededores pertenecieron a Venecia, y es a ellos a quien deben su excepcional arquitectura. Ya en el siglo XIX pasó al Imperio AstroHúngaro, y a lo largo del XX ha formado parte de Italia, Yugoslavia, Serbia, y, por último, de Montenegro.
Como cualquier ciudad amurallada, tiene sus calles estrechas e irregulares y es muy fácil perderse, aunque ese es uno de los secretos de Kotor, perderse. Lo mejor es olvidarse de cualquier mapa y darse a uno mismo la pequeña aventura de caminar sin dirección fija para disfrutar de los pequeños comercios de la zona, del olor a pescado fresco recién frito o de sus esquinas y comercios tan peculiares.
En Kotor hay dos catedrales, una católica, muy antigua, del Románico (s. IX) y otra más moderna, ortodoxa. La primera, la Catedral del San Trifón es la más impresionante, recuerda un poco a las grandes iglesias románicas de Asturias en España y la segunda, la de San Nicolás, es más grande y redonda y posee una gran bandera de la Iglesia Ortodoxa Serbia.
La vista desde la muralla es fantástica y permite ver toda la lengua de mar, los principales edificios y otros pueblos de la bahía, y es especialmente bonita por la noche o al anochecer que es cuando hay menos gente está más vacío y en verano la brisa del mar refresca un poco.
Para quienes puedan o quieran quedarse una noche a gozar de esta acogedora ciudad, les recomiendo mucho el “Historic Boutique Hotel Cattaro” una auténtica chulada en el mero centro de la ciudad.
Por último, los restaurantes de pescados y mariscos de la región son un clásico de Kotor y especialmente en el restaurante “Cesarica”, ideal por cierto para probar también los vinos tintos de Podgorica, y terminar con un buen postre regional y un exquisito café turco.
Hajde da upoznamo Kotor¡¡¡