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Motor
FORD ESCORT CABRIOLET
EL IMÁN DE LAS EJIDENSES
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i hay una experiencia motora a la
Sque se rindieron las mujeres en la década de los 80 fue a conducir o ir de copiloto a cielo descubierto. La sensación de libertad que otorga sentir el viento en la cara y el pelo alborotado era, cuando menos, tentadora. Tengamos en cuenta que El Ejido acababa de constituirse como municipio independiente tras la segregación de Dalías-Celín en 1982 cuando apareció en nuestras tierras uno de los descapotables más clásicos de la historia, el Cabriolet, perteneciente a la tercera generación del Ford Escort. Fue entre 1982 y 1985 que se produjeron y comercializaron las primeras unidades en nuestro país de un modelo cuya matriz, Ford Escort –en producción desde 1968 hasta 1999–, arrasó en ventas con más de 20 millones de vehículos producidos a nivel global.
PECULIARIDADES
La ausencia de un techo rígido obligó a la fábrica a realizar ligeros cambios en otras partes del automóvil para darle una mayor estabilidad en curvas y baches. El más significativo, no obstante, fue la reducción de la capacidad del habitáculo, ya que en lugar de los habituales tres pasajeros, en el Cabriolet apenas entraban dos y con las piernas encogidas debido a las cajas salientes instaladas para escon-
der las articulaciones de la capota. Algo similar ocurrió con el maletero, 70 litros de menor capacidad que el convencional Ford Escort XR3. El refuerzo del chasis se tradujo, asimismo, en un mayor consumo de combustible respecto al modelo común, ya que el Cabriolet ganó hasta 40 kilos de peso en esta opción de carrocería que contaba con 2 puertas y 4 metros de largo. Aun así, el caché que consiguió el descapotable en el Poniente fue notablemente superior al modelo tradicional con la cubierta de acero.
FICHA TÉCNICA
A principios de los 90, el Cabriolet, que tanta popularidad se ganó entre los jóvenes con cierto poder adquisitivo, superaba los 100 CV de potencia y alcanzaba una velocidad máxima de 170km/h, con un gasto medio de 12,62 kilómetros por litro, frente a la versión original, con un promedio de 11,87km/l y 174 km/h de celeridad. Finalmente, Ford dio por concluida en Europa la producción de la gama Escort y su legendario Cabriolet en verano de 1999, un año después del lanzamiento del que pasó a ser su sustituto, el Ford Focus.