DISCIPLINA SIN LÁGRIMAS
NEREYDA VIOLETA SILIEZAR AVILA CARNE 302-16-2763
INTRODUCCION La disciplina sin lágrimas tiene dos propósitos básicos: a corto plazo, ayudar a los niños a comportarse correctamente en una "crisis"; a largo plazo, ayudar a los niños a desarrollar su cerebro para que puedan afrontar con flexibilidad situaciones futuras como la ira o la frustración. . También nos dijeron que la forma de lograr este objetivo es conectar con el niño para que cuando queramos reorientarlo, participe y esté preparado.
DE LA RABIETA A LA TRANQUILIDAD Algunos niños pierden la calma solo ocasionalmente. Pero para otros, cuando las cosas no van bien, parece que hay que trabajar más. Los niños que reaccionan naturalmente con fuerza necesitarán más ayuda de sus padres para controlar las rabietas. Puede ser difícil para los niños controlar las rabietas, pero para los padres que las aman, ayudarles a aprender a hacerlo es una tarea difícil. Trate de ser paciente y activo, y recuerde que estas habilidades requieren tiempo para desarrollarse y que casi todos los niños pueden mejorarse con la orientación adecuada. Manejar a los niños puede ser un desafío. A veces es imposible mantener la paz y la calma al mismo tiempo. Pero cuando reacciona a un arrebato repentino o la forma en que estalla, controlar su enojo cuando las cosas suceden repentinamente hará que sea más fácil enseñarle a su hijo a hacer lo mismo. Para ayudar a controlar las rabietas, intente ser el aliado de su hijo. Ambos están apoyando a su hijo para que supere el temperamento que sigue causando problemas. Aunque tu propia paciencia se verá debilitada por arrebatos de ira, oposición, resistencia, lucha y reacción, en estos eventos necesitas más paciencia. Por supuesto, estarás enojado, pero lo importante es cómo lidiar con eso.
Usar sus propios gritos y estallidos para lidiar con la crisis de sus hijos solo les enseñará a hacer lo mismo (de hecho, esto está relacionado con el aumento del comportamiento negativo de los niños). Sin embargo, mantener la calma y lidiar con calma con situaciones frustrantes le permitirá mostrar y enseñar formas apropiadas de lidiar con la ira y la frustración. Suponga que escucha a su hijo discutir sobre juguetes en otra habitación. Lo has ignorado y esperas que puedan resolverse entre sí. Pero la discusión se convirtió en gritos, y pronto escuchó la puerta cerrarse, golpear y llorar. Decide involucrarte antes de que alguien resulte realmente herido. Cuando llegas al lugar de la batalla, es posible que hayas perdido la paciencia. Después de todo, gritar es molesto y es posible que se sienta frustrado porque su hijo no está compartiendo o tratando de llevarse bien. (¡Ya sabes, pronto, los juguetes por los que compiten se perderán, dañarán o ignorarán!) Entonces, ¿cuál es la mejor forma de reaccionar? Ten autocontrol. Enseñar con el ejemplo es su herramienta más poderosa. Hable con calma, claridad, firmeza y no se enoje, no se muestre íntimo, critique severamente, amenace o insulte. Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo. Pero recuerde, está tratando de enseñarle a su hijo cómo lidiar con la ira. Si grita o amenaza, modelará e inculcará con precisión el comportamiento que debe evitarse. Su hijo verá que está tan enojado que no puede controlar su temperamento, por lo que no puede evitar gritar, y esto no lo ayudará a aprender a no gritar.
LO QUE PUEDE HACER Regular las emociones y controlar el comportamiento son habilidades que se desarrollan lentamente a lo largo del tiempo durante la niñez. Como cualquier otra destreza, sus hijos necesitan aprenderla y practicarla, con su ayuda. Si normalmente su hijo no tiene rabietas, en las raras ocasiones en que esto suceda, es posible que todo lo que tenga que hacer es revisar las reglas claramente, pero con calma. "Sé que estás molesto, pero nada de gritos ni de insultos, por favor" podría ser todo lo que su hijo necesita para recuperar la compostura. Siga con claridad, calma y paciencia, dando una instrucción como "dime por qué estás enojado" o "por favor, discúlpate con tu hermano por decirle eso". De esta forma, estará guiando a su hijo de vuelta a una conducta aceptable y alentando el autocontrol. Además, dígale a su hijo lo que sucederá si no se calma; por ejemplo "si no te calmas, tendrás que irte a tu cuarto hasta que puedas dejar de gritar". En el caso de los niños con brotes frecuentes, es posible que carezcan de la capacidad de autocontrol necesaria para afrontar la frustración y la ira, y necesiten más ayuda para controlar sus emociones. Estos pasos pueden ayudar:
Ayude a los niños a explicarlo con palabras. Escuche y responda. Cree reglas básicas y adhiérase a ellas.
O intente esto:
En esta familia, no se golpea, no se empuja y no se agrede. No se permiten los gritos. No hay portazos en nuestra casa. No hay insultos. No hacemos eso en esta familia. No puedes arrojar cosas ni romperlas a propósito
CONEXIÓN El ciclo de la conexión tiene las siguientes fases: 1. Transmita comodidad: Toque al niño porque este contacto lo estimulará (liberará la hormona de la felicidad y reducirá el cortisol), y háblele al niño por debajo de la línea de visión. 2. Verifica tus sentimientos: hazles saber a tus hijos que estás escuchando, no subestimes sus sentimientos. 3. Hable menos, escuche más: A veces, cuando un niño está molesto, hablar agravará el problema y saturará sus sentimientos. Escuche mejor sin interpretar 4. Refleja lo que escuchas para que puedas escuchar Este ciclo nos permite comunicarnos con nuestros hijos que los amamos, los vemos y estamos a su lado independientemente de su comportamiento. Comunicémonos: estoy contigo. Tienes mi apoyo. Incluso si estás enojado, pero no me gustan tus modales, te amo y estoy a tu lado. Sé que estás trabajando duro, estoy aquí. Los beneficios de esta conexión son:
Conexión tranquila (transferir al niño de la reactividad a la receptividad, calmar el sistema nervioso y llevarlo a un lugar donde pueda escucharnos) Conéctese para construir el cerebro (para cultivar la integración neuronal interna) Esta conexión fortalece la relación con su hijo (aunque no estemos satisfechos con la decisión tomada por nuestros familiares, podemos enseñarle al niño el significado de una relación y amor)
El principio de conexión sin lágrimas
"Rechazar la música de tiburón" (dejar de actuar en función del miedo y la experiencia pasada) Buscar razones, no requisitos previos (buscar razones para el comportamiento de los niños) Considera cómo (respeto, manera alegre y tranquila) es tan importante como lo que decimos.
Redirección Tiene dos principios básicos:
Espere a que el niño esté listo para escuchar, aprender y comprender Ser consistente, pero no rígido
Cuando redireccionamos, pretendemos obtener tres resultados:
Desarrollar la percepción personal: mejor conocimiento de sí mismos Empatía: ver las cosas desde la perspectiva de los demás Integración y reparación: dar pasos orientados a mejorar una situación concreta
Estrategia de redireccionamiento:
Reducir el habla (a través de un sermón largo, podemos saturar al niño y dejar de escuchar) Aceptar las emociones (en lugar de sofocar las emociones, decir sí a los sentimientos, decir "no" a las acciones) Describir en lugar de predicar (describir y criticar en lugar de criticar y atacar) -Reescribe "No" a "Sí" bajo condiciones Enfatizar lo positivo (en lugar de enfocarse en el problema y enfatizar lo positivo) Manipule las situaciones de forma creativa (en lugar de emitir órdenes y solicitudes, sea creativo y juguetón)
Estudio de casos
Liz, Tim, Vera y Nina Nina una niña de 4 no quiere irse con su padre por qué deseaba irse con su mamá pero la madre no se la puede llevar por qué el colegio de Nina no queda en el camino a su trabajo. Liz y Tim los padres de Nina no saben cómo actuar ante esta situación. Una de las soluciones podría ser que los padres se intercambien las hijas por semana para que haya una armonía entre los hijos y no haya rivalidades.
Michael y sus hijos Michael se encontraba viendo un partido y tenía a sus hijos en la otra habitación el problema es que sus hijos empezaron a pelear y gritar pero él no iba a verlos por qué no se quería perder ni un minuto. Mathias su hijo menor tiene un arranque de ira y destruye los legos de sus dos hermanos mayores por qué no lo dejan jugar. Michael tiene que calmar la situación llevándose a los hermanos mayores para preguntar porque razón no lo dejan jugar y llegar a un acuerdo, luego llevar a Mathias a otra habitación para hablar con él y hacer una actividad juntos mientras habla con él.
1. Economía de fichas: esta técnica se utiliza tanto en grupo en el aula, como de forma individual en casa. Se aplica para favorecer el desarrollo de buenas conductas y disminuir las no deseadas. Consiste en trazar un plan junto con el niño para entregarle cuando efectúa las conductas pactadas de forma previa (recoger su cuarto, hacer las tareas, atender en clase, etc.). Si consigue un determinado número de fichas, las puede canjear por un premio mayor (una golosina, un juego o una actividad lúdica, entre otros). Es necesario aclarar con el niño qué conductas se tienen que corregir, así como los premios que puede conseguir, y reflejar su evolución en un cuadro u hoja de registro. Esta técnica se puede usar con la de "coste de la respuesta", que implica la retirada de fichas o reforzadores cuando se desarrollen conductas no deseadas. 2. Tiempo fuera: se retira al niño a un lugar que carezca de estímulos positivos para él. Se utiliza ante rabietas o comportamientos inadecuados persistentes. Hay que apartarle a otro lugar de forma pausada y tranquila, mientras se le explica que cuando corrija su actitud podrá volver al espacio físico anterior. En los más pequeños, el tiempo debe limitarse a cinco o seis minutos. 3. Principio de Premack: esta teoría, formulada por el psicólogo estadounidense David Premack, incide en que las actividades que más gustan a un niño pueden utilizarse para reforzar otras que le resultan más desagradables. Es una modalidad de reforzamiento positivo para aumentar la frecuencia de conductas apropiadas. Es imprescindible conocer las actividades preferidas del niño y utilizarlas como objeto de cambio por la conducta apropiada (ver la televisión si antes termina los deberes, aumentar las horas de uso del ordenador si no se distrae en clase). El objetivo es que el menor entienda que si hace las cosas bien se puede beneficiar, frente al hecho de saber que, si se porta mal, puede recibir un castigo
4. Estrategia paradójica: esta técnica se utiliza como último recurso cuando no funcionan otras. Se pide al niño que realice justo lo contrario a sus expectativas, así se sorprende y se crea una situación de perplejidad. Si se le reprueba siempre una conducta, como no atender durante las horas de clase, una opción es darle permiso para no hacer nada durante toda la jornada y dejarle exento de cualquier actividad educativa hasta que sienta al final, por aburrimiento, la necesidad de seguir las actividades comunes. El objetivo es convertir en una obligación algo que le resulte agradable, para que así acabe por rechazarlo. 5. Refuerzo positivo y negativo: se utiliza para conseguir que el niño se habitúe a una conducta positiva. Es aconsejable darle algo que le gusta cuando su comportamiento es adecuado y evitarle una situación o tarea que le desagrada. En ambos casos, obtiene un beneficio por comportarse de manera correcta y es probable que lo repita para alcanzar la recompensa. “Es necesario aclarar con el niño las conductas que se tienen que corregir y los premios que puede conseguir”
La disciplina: ¿cómo fomentar la autodisciplina en los niños?
El hecho de que un niño se comporte bien no significa necesariamente que tenga la capacidad de autodisciplinarse. Los niños autodisciplinados pueden optar por renunciar a la satisfacción inmediata. Pueden tomar decisiones acertadas independientemente de cómo se sientan en un momento dado. Cuando un niño tiene autodisciplina, sabrá cómo controlar la ira y podrá controlar bien los impulsos. Sabrán responder respetuosamente cuando otros los corrijan y serán responsables de sus acciones. También aprenderán a tomar decisiones saludables por sí mismos al sopesar los pros y los contras de la toma de decisiones. Reconoces la importancia de tomar decisiones saludables, no solo por las instrucciones de tus padres. Tomarán las decisiones correctas sobre las tareas del hogar, las tareas escolares, el dinero, la amistad o la presión de los compañeros y el cuidado personal. ENSEÑAR HABILIDADES DE AUTODISCIPLINA Aprender la autodisciplina es un proceso que dura toda la vida y los niños tendrán que hacerlo en diferentes momentos. Déle a su hijo las herramientas necesarias y apropiadas para su edad, y ayúdelo a practicar resistir la tentación y retrasar la satisfacción. La buena noticia es que cuanto más fuerte sea la autodisciplina de su hijo, menos disciplina deberá seguir. Cuando sus hijos asumen la responsabilidad de sus acciones, no es necesario que utilice tantas consecuencias negativas. En su lugar, puede concentrarse en enseñar a sus hijos nuevas habilidades y construir relaciones saludables.
EJEMPLOS DE POCA O NINGUNA AUTODISCIPLINA
Un niño de 5 años interrumpió la conversación de un adulto porque no podía esperar para hablar. Una niña de 6 años se levanta porque se aburre cuando no está durmiendo. Un niño de 9 años pasa tiempo jugando con lápices en lugar de hacer la tarea. Un chico de 15 años acepta el desafío de un amigo de robar una tienda. Un adolescente de 17 años prefiere faltar a clases e ir con amigos.
EJEMPLOS DE BUENA AUTODISCIPLINA
Un niño de 5 años le pide ayuda a un adulto cuando lo necesita Una niña de 6 años se viste tan pronto como se despierta Los niños de 8 años no quieren unirse a un grupo de niños que intimidan a otro niño Un niño de 10 años hace su tarea después de comer Una niña de 12 años puede hacer tareas extra para comprar los juegos que quiera, ahorrándose así sus gastos laborales semanales. Un adolescente de 16 años no va a la fiesta porque quiere emborracharse. Aunque tenga la respuesta a la pregunta, solo tiene 18 años y se niega a hacer trampa en el examen
CONCLUSION
La disciplina sin lágrimas tiene dos propósitos básicos: a corto plazo, ayudar a los niños a comportarse correctamente en una "crisis"; a largo plazo, ayudar a los niños a desarrollar su cerebro para que puedan responder con flexibilidad a situaciones futuras como la ira o la depresión. . . También nos dijeron que la forma de lograr este objetivo es conectar con el niño para que cuando queramos reorientarlo, participe y esté preparado.