SALVAR A LA UNIVERISIDAD: SALVAR LA CONSCIENCIA A Mary Belügst Vorwand, Gustavo Pineda, Ignacio Rodríguez, J. Convit, M. León, R Benítez, D Campos S, Leopoldo C Finol…
Américo Gollo Chávez. La universidad de siempre, desde que se creó, es el espacio único de la consciencia donde es posible, con la mas amplia libertad y amplia participación, la creación, el arte, la reflexión, la disidencia, el consenso, y para que ello sea, es y tiene que ser el lugar de la lucha, del enfrentamiento, donde los conflictos viven sin tregua, ni descanso para buscar la verdad, descubrir, crear, proponer, hacer. Y para que esto sea posible alcanzó una conquista joven, la libertad de cátedra, un componente orgánico, sustancia, esencia, de la autonomía que la hizo posible. La autonomía es, como se infiere, el “alma” de la universidad, la libertad de cátedra su escenario, su hacerse concreción. La universidad es, en cierto grado, una inmensa tragedia en ejecución permanente, pero cuyo destino no es la muerte, sino ganar la batalla a la muerte retardando, difiriendo cada vez mas su tiempo de llegada y ganando la inmortalidad de la ciencia, del arte y de la ética. El destino, pues, de la universidad, es la verdad, lograrla, alcanzarla, descubrirla, preservarla libre y las diversas formas de realizar ese proceso, la investigación está en primer lugar, fuente de la docencia y en conjunto, ser pertinente a la sociedad, a su época, porque ha de existir buscando las respuestas que hagan superar las severas limitaciones de la realidad, pero, lo trascendente de la universidad está en tener al hombre como sujeto y como objeto social, natural, político, actor, parte de la investigación misma, pero mas, sujeto de la acción que lleva a confrontar mas y mas y mas la realidad y la búsqueda de la libertad, como esencia y razón de lo humano, del ser y ser humano. Un ser sin libertad no es un ser hombre, es un ser cosa y, en consecuencia de existir de ese modo, existir sin libertad, no es vivir. La universidad es, esencialmente, la vida en conflicto por derrotar la muerte, la vida en conflicto por alcanzar la atemporalidad. Y esta se alcanza por el valor de sus aportes, y en forma empírica, por las conquistas del conocimiento, del arte, de la técnica, que permitan al hombre vivir pero vivir mejor y vivir más. Vivir y saber que se existe en el mundo, éste en el universo y en unidad existir y sobreexistir, ser en el aquí y en el ahora consciente de ese hecho para poder crecer, crear, inventar, trascender.
No tengo una visión “romántica” de la universidad. La universidad vive una inmensa crisis, la congénita que,
como en diálogos con el Arz. Dr. Ovidio Pérez
Morales,
recordábamos a Santo Tomas, insigne maestro, quién fue el primero en descubrir que la crisis congénita de la universidad, es el conflicto entre lo viejo codificado, devenido unas veces en fósil o en dogma y el devenir, el descubrimiento de lo nuevo, que fatalmente se codifica y se hace “viejo” pero se continúa sin parar el juego. Esa dinámica perenne es la responsable
de su permanencia y es la responsable de su trascendencia. El segundo
conflicto, siempre crítico, es el inevitable enfrentamiento entre el Estado, digo con exactitud, el poder y la universidad . Sus intereses son diametralmente opuestos. El interés de la universidad radica en conquistar la libertad, y con ella descubrir la verdad, y viceversa para garantizarla, mientras que la necesidad de todo gobierno, como expresión del Estado, se expresa en la negación de la libertad. Su sustancia es la violencia, el control. El gobierno más democrático y la dictadura más cruel en ello se distinguen sólo en matices. También en intereses. Un estado democrático, con sus heridas, defectos, excrecencias, tiene que jugar con el ejercicio ciudadano, asumir, más que reconocer sus derechos, y mas
y más,
garantizarlos, un gobierno dictatorial, fascista, nazi, estaliniano, o “democrático autoritario militar” solo uno tiene derechos, el rey, el sátrapa, el dictador, el sargento. De allí que razón tiene quien afirma que la cualidad humana, humanista quizá sea mejor expresado, de un gobierno es su relación con la universidad, en donde cada uno
“respete” su
particularidad, cada uno haga valer su especificidad. Algo así me suena del Prof. Antonio Castejón La otra parte de la crisis, que no es la natural y menos necesaria, es la abominable situación interna ( me refiero ahora a nuestras universidades) en donde en lugar de la
libertad, de la autonomía, pero en su nombre, en las universalidades autónomas se ha instalado en casi todas (todas sea mejor dicho) las estructuras y formas del poder del estado y sus diversas formas de alienación, sustituyendo al cogobierno por el gobierno, sustituyendo al ser universitario por el militantes de partidos, grupos, sindicatos, mafias, burocracia, clientelismo, ineficiencia, atraso académico, ausencia de investigación, docencia dogmatica, atrasada, procesos políticos ejemplares por su negatividad donde de la sociedad, de la estructura del Estado, se calcaron sus peores vicios. Reelección, profesionalización del ejercicio político, la destrucción gradual del CU, de los CF escuelas, democratismo, pedagoicismo… Todo esto lo hemos resumido en
una sentencia fuerte: “en la
universidad un teorema vale menos que un voto y un poema carece de valor”. Los rectores son médium o posesos de los factores del poder; la rectoría y la dirección institucional han muerto, quedando los órganos de cogobierno bajo el dominio de los gremios, etc., de los grupos pseudo-académicos, de las “personalidades”, de los mercenarios de los clanes estudiantiles…La FAU es un monstruoso ejemplo, en LUZ. Decenas de años son los dueños y señores de esta Universidad. Y, vuelvo al caso LUZ, esta universidad ha perdido su patrimonio cultural, su campus, el polideportivo, ha negociado, en el peor de los sentidos, en obras como COLORAMA. Y nada ni nadie es responsable. La complicidad es la ley. La impunidad es madre e hija del poder este, mas perverso que el poder externo.
Y todas las universidades, a pesar de tener facultadles de medicina,
odolntologia, farmacia, etc. no han sido capaces de asumir los problemas de la salud de sus miembros y ser servicio (como ingresos) a la sociedad toda. Endogamia, doctorados para el ascenso en universidades de tercer nivel o en nuestras propias universidades, y Ah! Cuan
genios son que, con tanto trabajo, ser decanos, autoridades, jefes de clanes, tribus,
se
doctoran summa cum laude y en muy poco tiempo. Pero hay otro conflicto, que sería vil, miserable incluso, no reconocerlo. Es el conflicto entre los universitarios capaces, idóneos, en cuyos hombros descansa la vida de la universidad, su producción científica, su desarrollo artístico, su pensamiento crítico y los dueños del poder interno. Este conflicto tiene dos dimensiones, su propio conflicto, el que es el inherente a los procesos de investigación y de creación y, el más cruel, el que se deriva de su situación de marginalidad, a la cual el poder interno los condena. Estos héroes están en los núcleos de investigadores, científicos, artistas, de creadores, de sabios, que si bien en esa situación marginal en el seno de las universidades, han garantizado su vida. Y han aportado al país casi absolutametne toda la investigación científica de todo el país, en todos sus tiempos. La preservan. Algunos ejemplos de estos modelos académicos y artísticos, lo constituyen los núcleos de investigadores matemáticos, químicos, biológicos, astrónomos, el equipo de nefrología dirigido por Bernardo Rodrighez Iturbe, equipo el centro cardiovascular de Luz hoy presidido, creo, por JJ Villasmil. El MACZUL, el Aula Magna de la UCV… Maestros como Convit, Briceño Guerrero, Rolando Benítez, Gustavo Pineda… y unos muchos, pero muy pocos mas! Un análisis de las asignaciones presupuestarias para la investigación, el arte, demuestra cómo se condena a los creadores, a los hacedores de arte y ciencia. Al ostracismo y a la limosna! Pero Viven y nos dan vida. Son los responsables de casi toda la investigación científica y estética que se hace en Venezuela, lo reitero. El resto de investigadores, son universitarios también, hijos dilectos de estas universidades. Esta es pues en síntesis nuestra realidad. Este gobierno es el más atrasado del mundo en materia científica y, obviamente, en los grandes temas de la universidad. Racista,
invocando el antirracismo; parroquiano, invocando la universalidad humana; dogmático, fundamentalista, pero que tragicómica, sin dogma, sin fundamentos, es mas bien idolátrico, fetichista y el supremo fetiche es Chávez, es el gran chamán de esa visión. La Ley que hizo María Queipo, algún Lanz, Aristóbulo, Navarro, etc. Es idéntica a ellos. Desconocieron que suscribimos el documento sobre la Universidad del Siglo XXI, Unesco Paris 98. Fue un esfuerzo de la humanidad toda, por cierto, en donde Cuba jugó un trascendental papel, para garantizar la cualidad científica, la autonomía, la ética de la universidad y lograr por esa vía el cumplimiento moral de su pertinencia. Este vil régimen, sobre materia universitaria está a años luz detrás del nazismo de Hitler, este monstruo al menos sabía para qué sirven la ciencia y la tecnología. En no menor grado también sabía para qué sirven las ideologías. Y hasta puso el arte y la filosofía ya creados, a su servicio. Pero, tampoco la inmensa mayoría de nuestros rectores, vices, decanos, asesores, muchos asesores, ( asesores de qué y donde están ahora?) nada saben de eso. Pero, sí saben, eso sí, comerciar con los votos, negociar el poder, del cuanto doy para eso, pero no saben propiciar, impulsar, estimular la creación científica, el desarrollo tecnológico y menos el desarrollo artístico. Dos facultadles han sido asesinadas en LUZ en estos últimos mas de treinta años. La FEC, aun en situación de ilegalidad, que se creó para transformar a nuestra Universidad, en todos sus niveles, a superar el régimen feudal, en el cual se han convertido facultades, principados, ducados y otros fósiles la convirtieron en una facultad del montón, la domesticaron; mientras que a la Facultad Experimental de Arte, le aplicaron eutanasia, perdón por este término, que puede alcanzar legalidad en el debate, la expresión mas adecuada, asesinato, filicidio. Y no porque tuviesen “razones positivistas” y, por tanto, pudieran justificarse como “buenos” asesinos, sino porque no saben, aun no saben, qué significación tiene el arte en el desarrollo humano,
en la conquista de su libertad y menos en la estructura académica de toda universidad que sí lo sea. Y para colmo, los AVANZADOS (postmodernos, pedagogos, y otras cosas de esas) lucharon desde la universidad por una ley de universidades nueva, porque la nuestra, la del 58, que soportó el asalto a la razón de caldera en el 70, estaba obsoleta. Siempre di gracias a Dios porque estos académicos no fuesen judíos, habrían decretados obsoletos y periclitados a los Diez Mandamiento de Moisés. Pero la universidad se puede salvar, el país se puede salvar. Ha de surgir un movimiento que sea capaz de rechazar la violencia, la insensatez, el carácter totalitario, videlista conversos (por Videla, quien afirmó que la matemática contemporánea era comunista y por tanto sacarla de los pensa y encarcelar a sus maestros), y hacerlo demostrando y probando las inconsistencias de esta Ley, evidenciar su iniquidad y derrotar esa postura. Pero también, hay que derrotar la infame burocracia, el clientelismo, el burocratismo, el atraso de nuestras casas de estudio. Se trata de una nueva ley?. No, se trata de restituir los valores de nuestra Ley de Universidades y corregir definitivamente
la
partidización y la profesionalización política de sus autoridades, la criminalización de la crítica, el comercio electoral, que introdujo Caldera y sus secuaces en el 70. Hace tiempo, por petición de la OPSU, una comisión presidida por mí, con ilustres juristas, académicos, entre quienes estaba el Dr. Armando Aniyar, y dos de Caracas, contratados por OPSU, presentamos el reglamento a la Ley de Universidades, cuya aplicación habría permitido superar la tragedia de la inmoralidad societaria, gremialista, etc., y avanzar en el crecimiento científico, artístico, técnico bajo una rigurosa orientación ética. Naturalmente perdimos el tiempo; empero existe el documento y el rector de LUZ, lo recibió del dr. Aniyar en estos
tiempos, ojalรก sirva, al menos como lectura sobre el deber ser, pero fundamentalmente del ser posible.