VISIÓN ANALÍTICA Un producto de analitica.com
La erupción del volcán árabe
La Universidad desde tres ópticas
Revoluciones en el medio oriente
H. Sonntag: problemas y propuestas Enrique Planchart: los retos Diego Scharifker: presencia estudiantil pp.12-22
Carlos Bivero pp. 6-11
“Éramos los guardianes de los museos” Entrevista con María Elena Ramos, exdirectora del MBA
Antonio Fernández Nays pp. 48-53
¿Tiene Obama una política hacia Latinoamérica? pp. 27-30 Moisés Naím
Milagros Betancourt
Sobre el plan de becas Ayacucho pp. 31-33
Leopoldo López Gil
Portafolio: Seres del jardín
El sistema de salud venezolano
Leonardo Martínez H.
Jorge Díaz Polanco pp. 34-38
pp. 42-46
AÑO 1 – Nro. 4/ febrero 2011
Vigencia de la Carta Interamericana pp. 23-26
VISIÓN ANALITICA
DIRECTORIO
CONTENIDO 4.
Visión Analítica
Firmas Colaboran en este número
Heinz Sonntag, Emilio Figueredo, Antonio Fernández Consejo de Redacción
5.
Antonio Fernández Nays Diseño y montaje
12-22. Dossier
La Universidad alza la voz
6-11. Zona Franca La rebelión de las masas, por Carlos Bivero La Universidad: algunos problemas, por Heinz Sonntag Los retos de la universidad venezolana, por Enrique Planchart Una piedra en el zapato, por Diego Scharifker
e-mail: VA@analitica.com Twitter: @visionanalitica
Analitica.com
23-30. Panorama La vigencia de la Carta Democrática Interamericana, por Milagros Betancourt La política de Obama hacia América Latina, por Moisés Naím
Emilio Figueredo Presidente-Editor Alfredo Maldonado Editor Adjunto
Editorial
31-33. Global Puentes al futuro, por Leopoldo López Gil
Antonio Fernández Nays Director General
34-38. Scienciarium
Rosario Orellana, Asdrúbal Hernández, Gabriel Manzano, Emilio Figueredo, Alfredo Maldonado, Antonio Fernández Comité Ejecutivo
39-41. En cifras
Viabilidad del sistema de salud en Venezuela, por Jorge Díaz Polanco Hidrocarburos en Colombia, una historia de éxitos, por Luis Giusti
42-46. Portafolio Criaturas, por Leonardo Martínez Hlawacz
María Eugenia Rodríguez Periodista Senior
47.
Carmen Cabrera Periodista Multimedia
48-53. Cara a cara
Ana Luisa Figueredo Coord. de Arte y Cultura
54-56. Cine
Daniel Bustamante Asistente al Director César Flores Gerente de Tecnología Asterisco TL Ventas/Mercadeo
© Todos los derechos reservados Chimantá 2021 Comunicaciones C.A. RIF J-29974154-0 Telf: 00-58-212-7446219 e-mail: Premium@analitica.com Twitter: @analitica
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Poética Intemperie, por Rafael Cadenas Entrevista con María Elena Ramos, por Antonio Fernández Nays Cuatro visiones sobre el cine venezolano, por César Manzano
57-58. Visión histórica Simón Rodríguez, humanista, por Laura Gurfinkel Visión Analítica no se hace responsable por los conceptos y opiniones emitidos por sus columnistas Los artículos de VA se publican por exclusiva solicitud de sus editores Los materiales pueden reproducirse previa autorización de los editores y con obligatoria referencia a VA.
FIRMAS / VISIÓN ANALÍTICA
Colaboran en este número…
Heinz Sonntag
Moisés Naím
Enrique Planchart
Doctor en ciencas sociales (formado en universidades de Alemania y Austria) y Profesor Titular Emérito de la Universidad Central de Venezuela. Ha sido director del Centro de Estudios del Desarrollo – CENDES – de la misma durante dos periodos y presidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología – ALAS.
Es licenciado en Ciencias Económicas, con master y doctorado por el Instituto de Tecnología de Massachussets. Ha sido profesor en la Johns Hopkins School for Advanced and Internacional Estudies y en el IESA en Caracas. Ha sido director ejecutivo del Banco Mundial y ministro de Comercio e Industria de su país. Colabora en diversos periódicos como Washington Post, Los Ángeles Times, New York Times, Newsweek y con una columna semanal en El País. Fue editor jefe de la revista Foreing Policy.
PhD de la Universidad de California, profesor titular con 36 años en la USB. Coordinador del Programa Igualdad de Oportunidades; coordinador del Ciclo de Iniciación Universitaria; representante profesoral ante el Consejo Superior. Además ha participado en la creación y desarrollo de los cursos MAT 100, audiovisual de Geometría, y el Postgrado en Didáctica de las Matemáticas y otros proyectos.
Sociólogo
Luis Giusti
Ingeniero petrolero Luis Giusti, ex director de la petrolera venezolana PDVSA (1994-99) y asesor del gobierno estadounidense en materia energética y del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS). Egresado de la Universidad del Zulia, con varios postgrados en universidades extranjeras. Ocupó varios cargos de responsabilidad en la industria petrolera venezolana, entre ellos, la gerencia de Planificación de Maraven. Fue CEO y actualmente es asesor de la empresa Alange, en Colombia.
Diego Scharifker Estudiante UCV Nacido en Caracas en 1989. Fue presidente de la Federación Nacional de Estudiantes de Educación Media y presidente del Centro de Estudiantes de Derecho. Actualmente cursa tercer año de Derecho y es el presidente de la FCU de la Universidad Central de Venezuela.
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Economista
Matemático, rector USB
Jorge Díaz Polanco Sociólogo, investigador
Leopoldo López G. Administrador
Nacido en Caracas. Pregrado Columbia College at Columbia University, N.Y. Postgrado Wharton School of the University of Pennsylvania. Expresi-dente de: Empresas Juveniles de Venezuela, Educredito, Centro Venezolano Americano Fundación Venezuela Positiva, Fundación Mariscal de Ayacucho.
Sociología de la Educación Médica, University of Kentucky Medical School, Lexington, Kentucky, USA. Environmental Health Impact Assessment Workshop. Carleton University. Otawa, Canada. Profesor de varias universidades venezolanas. Profesor-Investigador del Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES) de la UCV. Ha sido también consultor del CLAD y de la OPS. Actualmente conduce el proyecto Sistemas de Salud.
Leonardo Díaz H. Fotógrafo
Licenciado en Estudios Internacionales, con posgrado en Mercadeo y Publicidad, sus trabajos fotográficos han sido publicados en Sinflash.com (2004). Revista Complot (2004-05). The Daily Journal (2005). 2partes.com (200607). Revista Logotipos (2007). On Time & Velvet Magazine (2010). Descosido.com (2011).
Rafael Cadenas Poeta y ensayista
Profesor de la Escuela de Letras de la Universidad Central. Mere-cedor de varios premios nacionales e internacionales de poesía y doctorados honoris causa. Ha Publio-cado más de 16 libros de poesía y otros ocho de en-sayo. Una de las voces poéticas venezolanas de mayor prestigio internacional.
Editorial / Visión Analítica
La Universidad alza la voz Todos en Venezuela fuimos testigos de la tormenta desatada a finales de año con la aprobación, por parte de aquella Asamblea Nacional, de la Ley de Educación Universitaria, un instrumento elaborado a la medida perfecta para un régimen comunista, donde la autonomía, la libertad de cátedra, el autogobierno, la pluralidad y muchos otros temas, que han sido conquistas de años de la institución universitaria en el país, sencillamente pasaban a ser objeto de “expropiación”. Estudiantes, profesores, académicos, intelectuales y políticos, obreros y trabajadores administrativos, todos ellos beneficiarios de una educacion universitaria libre de ataduras ideológicas y guillotinas pseudolegales, libraron muchas batallas frente a la opinión pública nacional e internacional, lo que dio al traste con el proyecto de ley que intentó echarle mano a las casas de estudios para someterlas al llamado proceso. El propio presidente de la República, no sin reconocer ciertos aspectos del instrumento, admitió la necesidad de debatir ampliamente un asunto tan esencial para el país como la formación de sus cuadros profesionales. En este cuarto número de Visión Analítica, abordamos el tema universitario desde varias perspectivas: Heinz Sonntag hace una lectura histórica, sociológica y expone las demandas que hoy pivotan alrededor de la Universidad como institución; el rector de la USB Enrique Planchart enumera los retos planteados en la educación universitaria y Diego Scharifker, representante estudiantil de la FCU-UCV, entrega un muy crudo y sincero artículo sobre el papel que han cumplido y seguirán cumpliendo los estudiantes. También queremos destacar en el número de febrero los trabajos de Moisés Naím sobre la política exterior de Obama hacia América Latina, de Luis Giusti sobre el florecimiento de la industria petrolera colombiana, de Jorge Díaz Polanco con una evaluación del sistema de salud venezolano, entre otros interesantes contenidos. Hemos incluido una sección de entrevistas, Cara a cara, que inaugura María Elena Ramos, exdirectora del MBA, quien en diálogo con Antonio Fernández Nays revela la situación actual de los museos. Las secciones de siempre cierran este número: portafolio Leonardo Díaz, con Seres del Jardín; Visión Poética, esta vez invitado Rafael Cadenas), y Visión Histórica, de Laura Gurfinkel, con un perfil de Simón Rodríguez.
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Zona Franca / Visión Analítica
La rebelión de las masas Se mueve el “magma islámico”
Carlos Bivero
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espués de los alzamientos populares de febrero 2011, no hay don divino que le permita a las satrapías del Medio Oriente prolon‐ garse indefinidamente. Ni siquiera Hosni Mubarak de Egipto, el guardián de la difícil paz con Israel, fiel aliado de los EEUU y caudillo indiscutido y temido durante décadas, pudo ponerle coto a la marcha de la historia. En las calles y plazas de El Cairo y Alejandría, su pueblo, enardecido, le enseñó la suela de sus zapatos para que entendiese que estaba desahuciado y que la mejor contribución que podía hacerle a su país era garantizar una transición pacífica de gobierno. Su predicamento, como el de otros que incluso por las armas aún se resisten a dar paso, fue el resultado de esa renuencia a modernizar la manera de hacer política y a dar cabida en ella a las generaciones de relevo que afecta a tantos líderes de esa región. O mejor dicho, de esa corrupción ética y política de sus regímenes que hace ver con
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espanto a propios y extraños que no tienen retiro honorable. El caso Mubarak ejemplifica esta resistencia, sintomática de mayores problemas aún por aflorar a lo largo y ancho del Magreb y del Medio Oriente. Su condición militar, su socialismo burocrático y su liderazgo heredado de grandes como Nasser y Sadat, hacían de él una figura de transición hacia el civilismo y la modernidad en Egipto. Lamentablemente, en vez de abrir puertas, cerró candados durante treinta años. Se consideró e hizo considerar consustancial al destino de su país. Excluyó toda apertura o conciliación con sectores liberales y conservadores sólo para tener que reconocer que no existe un ‘Mubarakismo’ que garantice la continuidad y la estabilidad, ni nadie lo desea. Lo único que hay deja y queda es la cooptación entre militares y partido, todos formados en la anti‐democracia y en el usufructo de las prebendas estatales. Pero Egipto, si bien notable en
Zona Franca / Visión Analítica
sí mismo, es solo un caso que deja al descubierto la incertidumbre y riesgos que caracterizan el campo minado que es todo el Medio Oriente. Y no es sólo el ansia democrática de los pueblos lo que suscita interés. Son sobretodo los riesgos de un derrape incontrolado del frágil equilibrio existente en el Medio Oriente lo que alarma a la comunidad internacional. ¿Y qué puede importarnos todo esto? ¿Qué puede importarnos, visto desde la lejanía venezolana, el tsunami político que se desarrolla en el Medio Oriente? La incertidumbre sobre cuál sea su impacto en el mundo árabe debe llamarnos a una reflexión que no por incómoda es menos necesaria. Durante muchos años Venezuela ha estado vinculada por vía del petróleo a las incidencias del Medio Oriente sobre la política y la economía internacionales. Hemos experimentado significativos desajustes en nuestro proceso de desarrollo por vía de alteraciones del mercado petrolero originadas en factores no económicos con raíces en el mundo árabe. Nuestra autonomía para orientar nuestro destino ha estado condicionada por ellos, y no siempre para bien. En algunos sectores de opinión venezolanos se cultiva la desconfianza hacia los Estados Unidos como un mantra. Más ganaríamos en
Hosni Mubarak, expresidentes de Egipto
Ben Alí, expresidentes de Túnez sinceridad y utilidad de análisis focalizando nuestras inquietudes en el Medio Oriente. La ‘rebelión de las masas’ que tiene lugar en Irán, Túnez y Egipto, Libia, Jordania, Argelia, Bahréin y Yemen, cuyas causas todo indica que son en esencia compartidas, hacen pensar que la actual inestabilidad de esta región no solo no será un fenómeno pasajero sino que también será extremadamente complejo al involucrar factores políticos, socio‐económicos, religiosos y de seguridad internacional. ¿Podemos mantenernos al margen? Las sociedades árabes pujan por pasar esa página de su historia que se abrió a mediados del siglo pasado con los movimientos de liberación y las luchas anticolonialistas y entrar de lleno a la modernidad. Nuestra relación con ellas está tan anquilosada como los regímenes que ellas hoy cuestionan pues se mantiene subordinada al tema del petróleo y condicionada por la OPEP, una organización importante pero debilitada como consecuencia del surgimiento de nuevos productores, nuevas tecnologías, nuevas alianzas y nuevos foros. Venezuela tiene que dilucidar qué escenarios enfrenta como consecuencia de las actuales convul‐ siones políticas que tienen lugar en esas sociedades, y lo que se puede apreciar es 7
Zona Franca / Visión Analítica
inestabilidad y riesgo de conflictos, convencionales y no convencionales. Para Venezuela, con medio siglo de experiencia acumulada en su asociación de intereses con el mundo árabe, quizás ha llegado el momento de preguntarse cómo protegerse del impacto de esa inestabilidad y de sus efectos sobre nuestro proceso político y económico. Al margen no podremos quedarnos. Recordemos que el proceso de desa‐ rrollo económico de Venezuela se distor‐ sionó para siempre como resultado de los conflictos en el Medio Oriente y de su impacto en la economía internacional (Guerra del Yom‐Kippour, Revolución Iraní, guerra Irán‐Irak, Guerra del Golfo, atentados del 11 de septiembre 2001 y la ofensiva antiterrorista de los países occidentales). Recordemos que estas crisis agravaron nuestra adicción y dependencia petrolera, que es en lo que se sustenta el modelo estatista que hemos cultivado, visto fracasar y que ahora el gobierno de Venezuela se empeña en revivir, evidenciando así que se han convertido en la causa de las rigideces en nuestro desenvolvimiento. ¿No habrá llegado el momento de independizarnos de la dependencia
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especulativa que hace posible esta incapacidad de innovar y progresar que tanto nos aflige? Obviamente, ningún revisionismo nos hará inmunes a los efectos de las crisis y conflictos del Medio Oriente pero po‐ dríamos aceptar la necesidad de explorar alianzas alternativas basadas en parámetros menos vinculados a la lógica del máximo ingreso fiscal y más a la seguridad de la inversión, la transferencia de tecnologías y el acceso estable a los mercados. Ante el lamentable y costosísimo fracaso del estado desarrollista, no es una novedad decir que quizás sea sólo quitándole a éste su grave dependencia del albur del ingreso fiscal petrolero que Venezuela podrá recuperar la viabilidad como país. Tampoco lo es decir que quizás eso pasa por reformular las hipótesis sobre cómo se ‘cosecha’ y de cómo se ‘siembra el petróleo’. La interrogante no es nueva pero requiere siempre actualización. Recordemos en todo caso que a raíz de la Guerra de los Seis Días y del embargo petrolero decidido unilateralmente por los países árabes miembros de la OPEP, Venezuela debió no solo desvincularse de tal decisión sino también innovar en
Zona Franca / Visión Analítica
su relacionamiento con las empresas transnacionales, desarrollando el concepto de los contratos de servicio antes de pasar a la nacionalización. El caso ilustra cómo el sistema de cuotas de la OPEP, en la cual manda ese inestable mundo árabe, puede fácil‐ mente colapsar ante la menor crisis y dejar a Venezuela a la deriva. Así, hoy en día cabe preguntarse si lo conveniente es limitarse a maximizar ingresos al azar de los conflictos políticos del Medio Oriente – y de las crisis sistémicas de la economía capitalista – ó vincularnos a la ecuación de la seguridad energética que comienza a tomar cuerpo entre pro‐ ductores y consumidores.
Muammar el Gadafi, presidente libio Las apariencias engañan La pregunta, en el fondo, puede ser ya algo retórica. Paradójicamente, desvin‐ cularnos de hecho de la OPEP luce ser una práctica que el gobierno de Vene‐ zuela, en apariencia tan defensor de aquélla y tan celoso de la soberanía nacional sobre el recurso, adelanta por vía de su política internacional de alianzas especiales y preferenciales. La fórmula que el gobierno venezolano ha escogido para atender el objetivo estratégico primordial de reducir su vulnerabilidad – entendida por él como la dependencia del mercado energético
de los Estados Unidos ‐ ha sido la de reorientar la escogencia de sus socios en la industria de hidrocarburos y diver‐ sificar el destino de sus exportaciones petroleras. Para ello ha privilegiado socios con los cuales ha establecido acuerdos, no de mercado basados en contratos sino convenios intergu‐ bernamentales basados en escogencias políticas. Entre estos destacan China, Rusia, Bielorrusia, Vietnam, Cuba, con la peculiaridad de ser muchos de estos convenios, contratos de suministro a cambio de cosas tan variadas como servicios profesionales, financiamiento, armas, procura y ejecución de proyectos, tanto petroleros como no petroleros. En estos acuerdos, que en esencia son de financiamiento o de trueque, se desdibuja casi por completo el objetivo estratégico de la OPEP de lograr el mayor valor del recurso basándose en intervenir los precios de mercado del crudo por vía de la oferta. El gobierno venezolano no gusta de entenderlo así, pero en la práctica ha puesto la colocación de las exportaciones petro‐ leras venezolanas bajo condiciones de venta que le restringen su capacidad de mantenerlas compatibles con los compromisos OPEP. Un intento reciente por respetarlos lo llevó a recortar la producción, en detrimento de la pro‐ ductividad de las inversiones y la con‐ fianza de los inversionistas y clientes que él mismo considerara socios prefe‐ rentes, viéndose Venezuela obligada a recurrir al absurdo de compras en el mercado abierto para atender los compromisos adquiridos. Las ventas a futuro a cambio de líneas de crédito para compras de bienes y servicios son una práctica en la que el valor de mercado pasa a cumplir un mero papel referencial. La reducción en el ingreso fiscal causado por el menor volumen de crudo disponible para
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Zona Franca / Visión Analítica
exportación libre – hasta ahora com‐ pensado vía deuda e impuestos extra‐ ordinarios – lleva a Venezuela a afrontar la urgencia de tener que producir, vender y cobrar más, y a eso apuesta con el desarrollo de la Faja del Orinoco y el modelo de legislación y de contratos que sustenta a las llamadas Empresas Mixtas. En éstas se establece de facto una alianza, sea entre productores y consumidores, sea entre productores, bajo parámetros inno‐ vadores. La selección de socios, que bien se pudiera cuestionar por la fuerte incidencia en ella de factores políticos, no desdice de la lógica de la reo‐ rientación estratégica de la política petrolera que subyace a la misma. Si bien el Medio Oriente no está ausente de tal selección, la lógica que la preside es totalmente diferente a la de la coor‐ dinación de políticas de producción que sustenta a la OPEP y como tal bien puede ser el caso de que Venezuela ya estuviese anticipando respuestas, sin habérselo propuesto como tal, al desafío de la inestabilidad en el Medio Oriente. La inestabilidad importada Desgraciadamente, no es así. La paradoja de la política petrolera no se limita a esta incoherencia de asociación operacional con socios que buscan, en su mayoría, precisamente, evadir y debi‐ litar la incidencia del que llaman ‘Cartel petrolero’ sobre el mercado. Al incluir también entre sus socios preferenciales a otros países del Magreb y del Medio Oriente como Siria, Libia, Argelia, y sobre todo, Irán, el gobierno de Venezuela agudiza las contra‐dicciones entre sus inclinaciones o simpatías políticas y los intereses del país. Se propicia ahora que estos países sean socios principales de la industria nacional, petrolera y no petrolera, a nivel de inversión, producción, comer‐ cialización, transferencia de tecnologías, además de contribuir a definir el patrón
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de desarrollo económico nacional, sabiendo que carecen de la capacidad, confiabilidad y estabilidad necesarias para permitirse semejante compromiso. El problema es de hoy, no de mañana Si el Medio Oriente es una región inestable, si nuestra asociación con ella vía la OPEP es de una utilidad relativa, y si el gobierno de Venezuela adelanta políticas contradictorias respecto de una y otra, volvamos a la situación del Magreb y del Medio Oriente en general, y preguntémonos: ¿Será que el gobierno de Venezuela no entiende el polvorín político sobre el que se asientan la mayoría de los regímenes anti‐históricos que detentan el poder en los estados de esa región y con los cuales nos mantenemos asociados y deseamos profundizar vínculos? ¿Acaso cree que la ‘rebelión de las masas’, para utilizar de nuevo la clásica y gráfica expresión de don José Ortega y Gasset, desatada en Túnez y propagada como fuego en pajonal por el Medio Oriente, va a dejar de existir por la contención, o simplemente represión, que constituye el principal componente de las panoplias políticas de esos regímenes? Ortega decía que “la masa actúa por sí misma, lo hace sólo de una manera, porque no tiene otra: lincha”. Sin llegar a pensar que llegar a tales extremos sean el ineludible desenlace de estas crisis, lo que luce obvio es que, para Venezuela, compromisos de largo plazo y de naturaleza estratégica con regímenes que no sólo son la antítesis del ideal republicano y democrático sobre el que se fundamenta la nación venezolana, arriesgan ser compromisos con realidades que han “cumplido su historia”, de nuevo apelando a una feliz síntesis expresiva de Ortega. ¿Siendo así, cómo no importarnos los actuales sucesos en el Medio Oriente?
Zona Franca / Visión Analítica
“¿En qué benefician a Venezuela semejantes preferencias, simpatías, alianzas, o como se guste llamarlas? “ No sólo se trata del acceso preferencial a nuestra economía dado a regímenes potencialmente sujetos a la misma inestabilidad que ha sacudido a Túnez y Egipto. En una perspectiva más amplia, se trata de que las ‘alianzas estratégicas’ que el actual gobierno de Venezuela ha cultivado con países ubicados en un área geopolítica sujeta a una alta posibilidad de ser escenario de conflictos, sean civiles o internacionales, tomando incluso partido en algunos de ellos (por ejemplo, rompiendo relaciones con Israel), pueden ser contrarias al interés nacional. El gobierno de Venezuela ha dicho que se abstendrá de cualquier comentario que ponga en duda su más absoluto respeto por la soberanía de los países afectados por la sublevación de sus pueblos. Lamentablemente, no se trata sólo del tan preciado principio de no injerencia en los asuntos internos de los estados. Se trata del interés, que es nacional y por tanto debería ser gubernamental, por asegurarse que esos conflictos civiles o internacionales tengan el mínimo de repercusiones sobre nuestros intereses, y que si las tuviesen, quedasen éstas apropia‐ damente controladas, para todo lo cual ni las simpatías ‘revolucionarias’ ni una perspectiva simplista de las relaciones Sur‐Sur deben servir de única inspiración y consejo. Se impone un debate Si luce que prudencia y realismo deben ser las bases de una política nacional hacia el Medio Oriente en general y hacia la OPEP en particular, el gobierno de Venezuela pareciera, por el contrario,
cultivar la provocación. Estrechar relaciones con el radicalismo de un Irán militante, al punto de considerarse her‐ manado con un régimen que tiene entre sus propósitos la destrucción de Israel, es algo que escapa a la comprensión, como lo fue en su momento llevar a cabo una visita oficial al Irak de Saddam Hussein, criminal irredento, culpable de atrocidades contra la humanidad, o como lo representa hoy en día instalarse en la carpa beduina del connotado coronel Gadafi de Libia, supuestamente depura‐do de sus aficiones terroristas (pero no con las de ametrallar a su pueblo), para poner bajo su control reservas eco‐lógicas de Venezuela , o comprometerse a enviar crudo y a construir una refinería en Siria, país que todavía ilustra el anacrónico concepto de dictadura vitalicia del viejo nacio‐ nalismo socialista árabe. ¿En qué bene‐ fician a Venezuela semejantes prefe‐ rencias, simpatías, alianzas, o como se guste llamarlas? Si la respuesta no es afirmativa, ¿cuál es la responsabilidad en la que incurre un gobierno que involucra, así sea indirec‐ tamente, a su país en escenarios de conflicto que le son ajenos? ¿O que instala en su territorio factores de conflicto? Luce lejana la crisis del Medio Oriente pero en la perspectiva de la seguridad nacional de Venezuela, y de la paz y el desarrollo del país, no lo está. Allá en el Medio Oriente como aquí, la “razón exasperada” a la cual aludía Ortega tarde o temprano se llevará por delante a aquellos que “ni quieren dar razones ni quieren tener razón, sino que sencillamente están resueltos a imponer sus opiniones”. Allá como aquí, cuando la violencia como remedo de la razón haya sido derrotada, se impondrá la necesidad de una revisión, a fondo y en convivencia civil, de políticas y compro‐ misos, pero también y sobre todo, de falsos dogmas.VA
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Dossier / Visión Analítica
La Universidad actual: algunos problemas Una nueva reflexión sobre la autonomía de la universidad debe basarse en los principios que la definen desde que fue concebida: es la esencia de la Universidad
Heinz R. Sonntag
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uchas de las discusiones contemporáneas sobre el tema de este ensayo se centran casi exclusivamente en aspectos relacionados con el vínculo entre el Estado y la Universidad. Son consideraciones, muchas veces polémicas, sobre cómo pueden establecerse leyes que regulan ese vínculo. Se refieren a problemas como la autonomía, las formas del gobierno universitario y de su elección, el acceso no exclusivo de estudiantes, el financiamiento y el
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control administrativo y la internerencia de los gobiernos en la vida interna de las casas de estudios superiores. Ello es particularmente notable en Venezuela, pero es también cierto para otros países tanto de la región latinoamericana como en otras partes del mundo. En lo que sigue intentaré ampliar estas discusiones con datos históricos y sociológicos y con insinuaciones sobre cuáles son los problemas reales de la Universidad de nuestros tiempos.
Dossier / Visión Analítica
No me referiré a las universidades de la antigüedad en China, en Persia y en países árabes ni a las academias griegas y romanas, a pesar de que sus historias podrían eventualmente enriquecer nuestra visión. Me concentraré inicialmente en la evolución de las universidades europeas, para luego analizar la de las universidades latinoamericanas.
reconocimiento de la Universidad como corporación de profesores, estudiantes y egresados con sus propios reglas de funcionamiento interno, asi como la regla que las transformaciones de las universidades han de ser planeadas dentro de las mismas y por los actores de la corporación. Este principio de la autonomía se mantuvo incluso durante la evolución del Feudalismo al Renacentismo (siglos XIII hasta XVI), pese a reiterados intentos, sobre todo de los poderes municipales, de desconocerlo.
La primera universidad europea fue la de Bolonia, fundada en 1089. Poco después se constituyeron numerosas universidades “En la América inglesa como en la en toda Europa: por ejemplo en Oxford en 1096, portuguesa, donde no se crearon en Praga y en París en universidades antes de las respectivas 1150, en Valladolid en 1208, en Salamanca en declaraciones de independencia” 1218, en Coimbra en 1290 y en Praga en 1384. Estas uni-versidades fueron comunidades o gremios o corporaciones de maestros y En América Latina, la primera univerestudiantes. El eje principal de todas sidad (de Santo Tomas de Aquino) fue estuvo fuertemente influenciado por el constituida en 1538, por aprobación poder religioso, de modo que los por bula papal, aunque no reconocida estudios se orientaron a la religión y el oficialmente por la corona española. escolasticismo, una filosofía de la Edad Fue reconocida oficialmente por la Media en la que dominan las ensemisma vía “cédula real” en 1747. La ñanzas de Aristóteles, concertadas con primera universidad fundada oficiallas respectivas doctrinas religiosas de mente en 1551, de acuerdo a la cristianos, judíos etc. normativa jurídica impuesta por la Estas universidades fueran “supervisadas” tanto por los emperadores del Sacro Imperio Romano de la nación alemana (constituido en 800 por Carlomagno al ser coronado el 25/12 como primer Emperador) y por los Papas de la Iglesia Católica. Sin embargo, el emperador Federico Barbarosa, después de un acuerdo con el Papa, decretó en 1372 la autonomía de las universidades. Ella fue, en primer lugar, la concesión de su independencia de la enseñanza de cualquier imposición por parte de los poderes constituidos, tanto imperiales y municipales como religiosos, la libertad de cátedra y el autogobierno, esto es: el
monarquía española, fue la Real y Pontificia Universidad de San Marcos en Lima. El mismo año, unos meses mas tarde, fue creada por la corona española la Real y Pontificia Universidad de México. La creación de ambas universidades fue una iniciativa conjunta de los Cabildos de las ciudades y el Provincial de los dominicos en el Perú, en el primer caso, y el Obispo de México. El rey Felipe II otorgó a la Universidad de México los plenos privilegios de la Universidad Salmantina y manifestó el deseo de que la universidad recién creada “crezca y adquiera nobleza y que las ciencias en aquellas regiones florezcan y que haya 13
Dossier / Visión Analítica
personas que se dediquen a ellas con mas fervor y amor”. Este movimiento de fundación de universidades continuó hasta el punto que, hacia fines de la época colonial, había en la América española 26 casas de estudios mayores con privilegios de universidades. Esto contrasta con lo ocurrido tanto en la América inglesa como en la Portuguesa, donde no se crearon universidades antes de las respectivas declaraciones de independencia. Las universidades en las colonias españolas no gozaron de la autonomía que tenían las universidades europeas. El contenido de la enseñanza que debía impartirse en las mismas procedía de los modelos españoles, de modo que predominaba la forma y el contenido escolásticos, haciendo hincapié en teología y derecho en todas las carreras. El cuerpo docente estaba formado por representantes de diversas órdenes religiosas, principalmente los dominicos y luego los jesuitas. El alumnado estaba compuesto mayoritariamente por los hijos de los funcionarios españoles, los de los criollos y, al comienzo y en número insignificante, por los de indígenas poseedores de un cierto poder. Sin embargo, esto ocurre en la época colonial al introducirse en los programas de estudio los conocimientos más recientes logrados por la ciencia europea, aún aquellos de 14
contenido secular que dieron lugar, al comienzo en Europa y después en las colonias, a fuertes movimientos críticos y a la perturbación de la estructura anterior, hasta en España. Durante y después de la independencia y hasta comienzos del siglo XX, ocurrieron numerosos y profundos cambios en las sociedades latinoamericanas, con la formación de una clase media, la aparición y extensión de un auténtico trabajo asalariado y un proceso de urbanización. Ellos se dieron junto a los cambios positivos en el seno de las universidades y en los vínculos con las sociedades de las cuales forman parte. Estos procesos desembocaron en la hoy célebre Reforma Universitaria de Córdoba en el año 1918. Argentina fue, entre los países latinoamericanos, el que tuvo un desarrollo industrial temprano y de mayor vigor (en el último cuarto del siglo XIX) y un proceso de concentración urbana acelerado por las intensas corrientes migratorias que se dirigieron a ese país. Con respecto a las universidades, cuyos estudiantes ya procedían de capas medias, debe señalarse que permanecían en estado de atraso docente y científico y eran regidas por gobiernos oligárquicos. Surge así un primer movimiento de protesta que se inscribía dentro de la órbita de un movimiento de mayor alcance, como era aquél que se desarrollaba por primera vez en 1916 y que tenía como
Dossier / Visión Analítica
Chile, Colombia, México y Cuba. Posteriormente terminó de influir en los demás países del continente. A comienzos de la década de los años 50 del siglo XX, la gran mayoría de las universidades de nuestra región se componía de casas de estudios autónomas, plurales y abiertas, con vínculos legales con el Estado que reconocían estas carácterrísticas y, en base a normas y valores sociales, con las sociedades que las apoyaban. Naturalmente, la autonomía, en la que se resume y concreta la esencia de la Universidad, fue a menudo víctima de los altibajos dialécticos de democracia y dictadura, tan propios de nuestros países: cada vez que se imponía la segunda en algún país eliminaba la autonomía que, después de las subsiguientes luchas por la restitución de la primera, fue restablecida.
“Fue en Córdoba donde el movimiento universitario cobró mayor fuerza y coherencia (…) eran absolutamente indispensables la autonomía y la participación de los estudiantes en el gobierno universitario” bases la lucha por el sufragio universal y por la democratización de los poderes públicos. Dentro de estas conmociones, las universidades quedaban como islas en las que se refugiaba la oligarquía económica y donde se impartía una enseñanza atrasada y extranjerizante. Fue en Córdoba donde el movimiento universitario cobró mayor fuerza y coherencia, porque desde el primer momento se tuvo la convicción de que no bastaba con pequeños cambios sino que eran absolutamente indispensables la autonomía y la participación de los estudiantes en el gobierno universitario. Cito unas pocas frases del célebre manifiesto: “Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización de los inválidos (mentales) y – lo que es peor aún – el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la ciencia, frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático.” En los siguientes cinco años, el movimiento de Córdoba y sus bases programáticas se propagó a las universidades de por lo menos otros seis países de América Latina: Perú,
En los actuales tiempos, se presentan algunos retos a la Universidad que deben ser asumidos y respondidos por los que pertenecemos a ella, en atención al grado en que cada uno de nosotros siente su condición de universitario como una vocación. Los enumero sin valorizar su respectiva importancia relativa: 1. Una nueva reflexión sobre la autonomía de la universidad. Esta debe basarse en los principios que la definen desde que fue concebida: es la esencia de la Universidad y, como tal, debe ser reconocida por el Estado y sus poderes, especialmente el ejecutivo; constituye una jerarquía y un principio; permite a la Universidad gobernarse a si misma; moldea la búsqueda del conocimiento y de la verdad (para expresarlo en el sentido que le dio Wilhelm von Humboldt en la creación de la Universidad de Berlín en 1830); permite garantizar el 15
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la universidad (como en cualquier institución); debe orientarse al mejoramiento y eventualmente al cambio de estructuras institucionales y de normas y valores, en caso de que su deterioro amenace con deteriorar la persecución de los fines de la universidad y la cohesión social entre sus actores.
pluralismo epistémico e ideológico de la Universidad; se ejecuta a través de la investigación científica, humanística, social y tecnológica para el progreso de la sociedad y de la ciencia; permite a la Universidad darse las normas de gobierno, funcionamiento y administración eficiente, sin desconocer las normas de control y vigilancia de le respectiva Ley del Estado. 2. La transformación institucional que sea necesaria. En rigor, es éste un aspecto que es parte de la autonomía: debe ser ejecutada por los actores que hacen vida en la universidad, esto es: profesores y estudiantes, en menor grado empleados administrativos y técnicos; debe dirigirse contra vicios y defectos que surgen en la evolución de
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3. La permanente revisión de los pensa de estudios de pre- y postgrado y de programas de investigación a la luz de nuevos paradigmas y los desarrollos recientes logrados a nivel universal. 4. La participación proporcional de los actores en los gobiernos de la Universidad. 5. La globalización como peligro y potencialidad: como peligro porque puede amenazar y hasta destruir las idiosincrasias de sociedades y sus universidades; como potencialidad porque puede facilitar la cooperación creativa entre universidades de distintas naciones del sistema-mundo.VA
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Los retos de la universidad venezolana No se puede crear conocimiento, ni transmitirlo, atendiendo a los intereses de un gobierno o de un grupo económico o religioso
Enrique Planchart
L
a Universidad en el mundo occidental ha tenido como principal objetivo el manejo del conocimiento. Particularmente la creación del conocimiento, la difusión y divulgación del conocimiento y la transmisión del conocimiento de una generación a otra. Esta transmisión del conocimiento va matizada y a menudo queda subordinada a otro objetivo que es mas de orden político y social cual es la formación de la juventud. De esta manera la Universidad pretende transmitir a la juventud, además de conocimientos, valores éticos, morales, estéticos y políticos. En Latinoamérica y particularmente en Venezuela, este segundo
objetivo ha conducido a una discusión recurrente entre dos modelos de universidades: la Universidad liberal formadora de hombres libres que persiguen el conocimiento y la superación intelectual como un valor en si mismo, con autonomía de pensamiento y espíritu crítico, por una parte y la Universidad “ formadora de los profesionales que el país necesita”. Estrictamente hablando ambos esquemas no son contradictorios, en realidad es la universidad liberal formadora de hombres libres, la que puede formar los profesionales que el país necesita. Pero en el modelo de Universidad que se propone con la frase hecha “los profesionales que el país necesita” se 17
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ha decidido previamente cuál es ese profesional y no es otro que el que sirve a un gobierno o a un partido o a una ideología que pretende imponerse a la sociedad. Esa formación de profesional siempre ha obedecido, tanto en Venezuela como en el resto de Latinoamérica, a una visión muy estrecha y limitada, que se subordina a intereses del momento. Es la que ha sido apoyada por los regímenes de
universidades Autónomas tradicionales y por el otro la misión Sucre y Programas de Formación, además de nuevas Universidades creadas como escuelas de formación de profesionales.
El principal objetivo de la Universidad: la creación, divulgación y transferencia del conocimiento, está íntimamente ligado al concepto de Autonomía. Este concepto nace casi simultáneamente con las universidades en “Es un reto para la Universidad Europa. Las de Bolonia, Paris, y Salamanca tuvieron cierto venezolana convencer a políticos Oxford grado de autonomía desde sus inicios. En Latinoamérica las y empresarios, que primeras Universidades, las de Sto. frecuentemente ignoran el Domingo, Lima o México heredaron ese principio de importantísimo papel que debe autonomía de la de Salamanca, La Universidad de Caracas que es jugar en la economía del país” posterior, también adquiere cierto grado de autonomía en la colonia y Bolívar en 1827 le entrega una donación de un millón de pesos fuerza o militares en la región. que le hace el Congreso del Perú para asegurar su independencia económica. El primer modelo de Universidad es la Luego Guzmán Blanco le confisca Autónoma, libre, abierta a todas las todos los bienes, es un ejemplo de tendencias y a todas las ramas del cómo las universidades latinéameconocimiento, es la que tiene más ricanas fuero golpeadas y vapuleadas posibilidad de formar el personal por los regímenes de fuerza que necesario para el desarrollo del país y caracterizaron a la región. Esto hace no sólo por sus necesidades actuales que nazca en Latinoamérica una idea sino a mediano y largo plazo. Es en de Autonomía Universitaria muy élla donde se estudian los adelantos y fuerte, mas de lo que es tradicional en tendencias en todas las ramas del otros lugares, como defensa. Esa saber: la ciencia, la tecnología, las Autonomía ha sido consagrada por la humanidades , las artes, etc; y es en esa Constitución Nacional de 1961 y la de Universidad donde se puede tener una 1999. La creación del conocimiento, la visión más aproximada al desarrollo investi-gación científica, está íntimafuturo de la sociedad en el país y en el mente ligada a la libertad y por tanto a mundo y en consecuencia formar prola Autonomía, no se puede crear conofesionales que se desempeñarán con cimiento, ni transmitirlo, atendiendo a éxito en el futuro, sin riesgos de los intereses de un gobierno o de un quedar rápidamente desactualizados. grupo económico o religioso. Estas Esa capacidad no la tiene ninguna otra serían serias limitantes. institución de Estado. La Universidad venezolana presenta Hay actualmente en Venezuela una serios retos a corto y mediano plazo. El pugna entre esos dos modelos de primero es superar la diatriba entre los universidades, por un lado las dos modelos que hemos descritos 18
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arriba que podrían coexistir si son bien administrados, si se entiende el modelo profesionalizante como una necesidad para crear capacidades de trabajo que no compita con la Universidad autónoma. No todo joven tiene que tener una formación universitaria, la mayoría de los jóvenes no tiene la vocación ni la disposición para esa formación pero sí necesita cierta capacitación para acceder al mercado del trabajo y la formación profesional debería darle esa formación. Por otra parte la formación Universitaria es necesaria, indispensable para el desarrollo del país, más si se tiene en cuenta que el mundo globalizado es cada vez mas competitivo y es indispensable tener un contingente de gente formada que pueda competir a nivel internacional. Otro reto para la Universidad venezolana lo representa lo que se ha llamado la nueva era del conocimiento, el desarrollo de las redes de comunicación y el hecho que ahora la información es accesible muy fácilmente a todo el mundo, plantea un reto formidable en la necesidad de adaptar y adecuar los métodos de enseñanza a las nuevas tecnologías. Durante siglos la enseñanza no sufrió modificaciones substanciales: un profesor que se enfrenta a 30 alumnos o que dirige el aprendizaje de éstos de manera similar a Fray Luis de León en Salamanca en el siglo XVI. Por primera vez en siglos debe cambiarse el sistema. Por otra parte el conocimiento se ha convertido en el bien más preciado en las economías de las naciones desarrolladas y la Universidad es la fábrica y la productora de ese bien. A pesar de esto solo los países muy avanzados han capitalizado este concepto. Es un reto para la Univeridad venezolana convencer a políticos y empresarios, que frecuentemente ignoran el importantísimo papel que debe jugar en la economía del país.
Otro reto que deben enfrentar las universidades es el del financiamiento deficiente. Aun sobrepasando el momento político actual caracterizado por la estrangulación presupuestaria a las universidades autónomas, se presenta un reto en lograr el financiamiento adecuado, ya que la tendencia actual es que las universidades requieran mas presupuesto que el que el estado puede proveer. En países como Francia y Estados Unidos se hacen esfuerzos para atraer capital de la empresa privada a las universidades. Recientemente el presidente Obama hacía esfuerzos por lograr más apoyo de la empresa privada a las universidades y en Francia, donde han recién descubierto la necesidad de la autonomía universitaria, está iniciándose la creación de fundaciones para atraer fondos privados. Algunas universidades venezolanas tienen cierto camino andado en esta dirección con fundaciones que pueden prestar servicios a empresas privadas o empresas de Estado a través del “Know How” universitario o de investigaciones dirigidas, pero no es claro que en un futuro cercano la empresa privada pudiera ser lo suficientemente fuerte para apoyar en este sentido. Finalmente menciono otro reto que tiene la Universidad venezolana: la preparación de sus aspirantes. El deterioro continuo y sistemático de la educación básica y media en Venezuela hace cada vez mas difícil la prosecución y el éxito de los nuevos admitidos a la educación superior. La incapacidad del Estado, independientemente de los gobiernos de turno, de proveer a la juventud de una educación de calidad por carecer de recursos y del personal necesario, obliga a la universidad a intervenir en los niveles previo de educación. Todavía la universidad tiene los recursos humanos necesarios para modificar esta condición en su área de influencia.VA
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Una piedra en el zapato Cuando la Autonomía Universitaria es un principio innegociable Diego Scharifker
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icen que somos una piedrita en el zapato, no es broma. La juventud ha sido históricamente un catalizador muy importante en las transformaciones sociales en todo el mundo. Recientemente, los jóvenes han motorizado cambios importantes contribuyendo a la consolidación de la democracia en países donde era rutina diaria el abuso del poder y la cuasi idolatría hacia “líderes máximos”. En la madrugada del 23 de diciembre 2010, se intentó acabar con la Universidad como espacio para la búsqueda libre del conocimiento y pensamiento, para transformarla en una herramienta netamente política al servicio de una tendencia en particular. Como ucevista, la Autonomía Universitaria es un principio innegociable y fundamental que mantiene la esencia y la 20
razón de ser de las universidades. En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el artículo 109 divide en 4 áreas fundamentales este concepto: la autonomía académica, presupuestaria, el autogobierno y la inviolabilidad del recinto universitario. Impresionantemente, la ley aprobada por la Asamblea tiene artículos específicos donde se violentan estos principios. Ante esta situación, fuimos los jóvenes universitarios, con el apoyo de toda la comunidad, a enfrentamos al ataque por parte del gobierno para acabar con uno de los últimos bastiones donde la disidencia democrática es permitida y no se persigue a los que piensan diferente al gobierno Empezaremos analizando como este proyecto, aprobado por menos de un tercio de los miembros del parlamento, violenta de manera flagrante la liber-
Dossier / Visión Analítica tad de cátedra y pensamiento dentro de nuestras casas de estudio. En los primeros artículos de la ley aprobada se establece que la educación universitaria es “un proceso de construcción de hegemonía cultural para la superación de la sociedad capitalista” (Art. 3.6). Al establecer que la Universidad busca superar al capitalismo, se veta una forma de pensar y se impone un modelo sobre otro, violentando de esta manera la esencia de la universidad: la discusión de todas las ideas, el espacio al conocimiento universal, y la confrontación de donde surge la verdad Uno de los artículos más polémicos de la ley es el que establece un listado sin fin de atribuciones al ejecutivo sobre las universidades venezolanas, como por ejemplo “la creación y autorización de programas de formación de pregrado y postgrado, creación intelectual e interacción con las comunidades, así como, los lineamientos, condiciones, requisitos y ámbitos territoriales para su funcionamiento”, entregando al Ministro la potestad de los aspectos académicos en la elaboración de los pensa de estudio e interviniendo la libertad de cátedra. Todo lo anterior viola en su esencia la autonomía universitaria. La autonomía presupuestaria también se ve claramente afectada al atribuirle al Ministerio de Educación Universitaria la potestad de definir “los usos y fines del patrimonio de las instituciones de educación universitaria, así como, los ingresos obtenidos por la prestación de servicios, donaciones y demás actividades económicas” (Art. 11.2.l). De esta manera se impide que cada casa de estudio defina el uso, no solo de los recursos sino también la infraestructura, transfiriéndolo así a manos de una persona designada directamente por el Presidente de la República. Este articulo acompañado por la estrategia política de asfixia presupuestaria sería indispensable para lograr el objetivo de acabar con la
disidencia y fortalecer aquellas casas de estudios que no siguen las directrices directas impuesta por el gobierno actual.
“Nunca olvidaremos los ucevistas que, luego de haber desempeñado cargos de representación estudiantil, ahora en el ejercicio de la función pública atentan contra nuestra autonomía”
Esta ley, acaba con el principio de autogobierno universitario al establecer el fin de las estructuras existentes de cogobierno e implantando otros como está establecido en el artículo 82. En el ámbito estudiantil se veía presente, tanto en la Ley Orgánica de Educación aprobada hace mas de un año, como en la ley vetada recientemente esta tendencia, al establecerse la eliminación de los órganos ya existentes para la representación estudiantil, Centros de Estudiantes y las Federaciones de Centros Universi-tarios, para ser sustituidos por Consejos Estudiantiles, cuya conformación y organización interna aun no está descrita en ninguna parte. En un debate con el presidente del Sindicato de Obreros de la UCV, se le planteaba si él estaría de acuerdo en que la Rectora estableciera las directrices sobre la organización del sindicato, propuesta con la cual se mostraba fuertemente en desacuerdo. Nosotros los estudiantes no vamos a tolerar que los diputados, ministros o hasta el Presidente de la República nos impongan las directrices de cómo organizarnos a lo interno de nuestra casa de
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Dossier / Visión Analítica estudio y ese punto para nosotros NO ES NEGOCIABLE. Por último, y posiblemente un aspecto político, el principio más importante para garantizar un espacio abierto a las persecuciones, la inviolabilidad del recinto universitario, se veía eliminada con esta ley. Al establecerse en el Artículo 11.2.h la potestad del Ministerio en “la creación, organización, integración, agregación, separación, supresión parcial o total de sedes, núcleos, extensiones y demás instalaciones de las instituciones de educación universitaria”; con esto se le estaba entregando al ministerio un cheque en blanco, con el cual podría en cualquier momento intervenir nuestras casas de estudio, disponer de su infraestructura, y crear nuevas universidades. Una lucha que fue histórica para preservar los espacios universitarios de la intervención de cualquier gobierno, se veía eliminada de un plumazo por parte de los diputados que votaron por la aprobación de esta ley. Como dijimos reite-
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radas veces durante el mes de diciembre, nosotros estamos dispuestos a defender nuestras casas de estudio con la vida si fuese necesario, y les aseguramos que esto no es un simple discurso político. Nunca olvidaremos los ucevistas que, luego de haber desempeñado cargos de representación estudiantil, ahora en el ejercicio de la función pública atentan contra nuestra autonomía. No olvidaremos que los que tanto criticaron la intervención de la UCV durante el gobierno de Caldera ahora decidieron utilizar las leyes en lugar de las tanquetas para acabar con nuestra casa de estudio. El Movimiento Estudiantil volvió a demostrar que a través de la lucha mancomunada, organizada y con objetivos claros no hay fuerza, perdigones o ballena que nos pueda frenar. La universidad ha sobrevivido una infinidad de amenazas y ataques y sin duda seguiremos sien-do al igual que en los gobiernos anteriores, una piedrita en el zapato para los proyectos autoritarios. VA
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La vigencia de la Carta Democrática Interamericana Una década después de su adopción, el instrumento requiere de mejoras y ajustes
Milagros Betancourt C.
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l próximo 11 de septiembre se cumplen 10 años de la adopción de la Carta Democrática Interamericana, fecha tristemente coincidente con el aniversario de uno de los eventos que más ha impactado a la humanidad, como fue la caída de las torres gemelas en Nueva Cork, consecuencia de un atentado terrorista. A lo largo de esta década es mucho lo que se ha escrito sobre la Carta. Abun-dan los análisis de especialistas sobre su contenido y alcance, pero es bueno tener presente las razones que movieron a la comunidad hemisférica a plasmar en un instrumento internacional el compromiso irrenunciable con la democracia y las perspectivas de su vigencia y aplicación en el actual escenario internacional.
El proceso de negociación de la Carta fue relativamente corto, producto de la voluntad política de los Estados que permitió lograr prontamente el consenso de todos los gobiernos, tomando en cuenta que durante los años 90 se suscribieron diversos documentos, todos dirigidos a promover y proteger la institucionalidad democrática en la región y cuya referencia se recoge en el Preámbulo de la Carta. El camino hacia la Carta Con motivo de los acontecimientos en Perú, a raíz de las elecciones a las cuales se presentó Fujimori para su segunda reelección, se prendieron las alarmas en el sistema interamericano,
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ante la posibilidad de retroceder en el avance que se había logrado en el compromiso de los gobiernos con la democracia. El primer paso se da en el XXX, período de sesiones de la OEA realizado en la ciudad de Windsor cuando se decide con enviar al Perú una Misión integrada por el Presidente de la Asamblea General y el Secretario General de la OEA con el fin de explorar, con el Gobierno del Perú y otros sectores de la comunidad política, opciones y recomendaciones dirigidas a un mayor fortalecimiento de la democracia en ese país, (AG/RES. 1753 -O/00). Es luego en la Cláusula Democrática de la Declaración de los Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas reunidos en la III Cumbre celebrada en abril del 2001, que encontramos el antecedente directo de la Carta Democrática Interamericana. Dicha disposición además de ratificar el compromiso de los Gobiernos con la institucionalidad democrática, instruye a los Ministros de Relaciones Exteriores para que, en el marco de la siguiente Asamblea General de la OEA, que se realizaría en Costa Rica ese mismo año, preparen una Carta Democrática Interamericana que refuerce los instrumentos de la OEA para la defensa activa de la democracia representativa. Para ello tomarían como base de negociación la propuesta presentada por Canadá, país anfitrión de la Cumbre, conjuntamente con Perú. La Declaración de Quebec recogía el consenso de los gobiernos en respaldo a la democracia representativa, con una sola voz disidente, la de Venezuela. Pero las raíces de la CDI las encontramos en la Doctrina Betan-court, fundamento de la política exterior del presidente de Venezuela entre 1959 y 1963, orientada por la posición de romper toda relación con gobiernos que no fuesen producto de una elección libre, universal y secreta, con 24
respeto a los derechos humanos y garantías fundamentales. Planteó que se retiraran o suspendieran de la OEA Estados cuyos gobiernos fuesen producto del derrocamiento de aquellos electos por la voluntad popular. La democracia representativa se constituyó en la herramienta principal de la política exterior de Rómulo Betancourt; gran paradoja con la Venezuela de hoy.
La tesis de Betancourt, tuvo acogida en la OEA pues se logró incluir en la Declaración de Santiago de Chile, adoptada en V Reunión de Consulta de Cancilleres realizada del 12 al 18 de agosto, un párrafo del tenor siguiente: “Que la existencia de regímenes antidemocráticos constituye una violación de los principios en que se funda la Organización de los Estados Americanos y un peligro para la convivencia solidaria y pacífica del hemisferio”. Esta recepción sin embargo, resultó a mi juicio muy tímida. Tengamos presente los repetidos golpes de estados y los diversos regímenes militares en América Latina, frente a los que Venezuela tuvo una posición firme de rechazo, pero que no fueron objeto de sanción por parte de la OEA, a excepción del República Dominicana.
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Una vez superada la etapa de los gobiernos de facto y con el avance de la democratización de los países del Hemisferio, se comienza a tomar conciencia de la necesidad de comprometer a los gobiernos en el resguardo del orden democrático, en el convencimiento que es el único sistema que garantiza el desarrollo y bienestar de los pueblos. En el año 1991, la OEA en su XXI período de sesiones la Resolución 1080, la cual recoge el espíritu y esencia de la Doctrina Betancourt, y establece un mecanismo de acción colectiva en caso de producirse una interrupción irregular del proceso político institucional o del legítimo ejercicio del poder por un gobierno democráticamente electo. En este mismo sentido surgen en el Hemisferio otras iniciativas en la CAN y MERCOSUR y las reiteradas resoluciones de las Asamblea General de la OEA, que fueron asegurando la voluntad y el compromiso de los Estados miembros con la democracia representativa, entendida ésta como aquel sistema sustentado en la soberanía popular, cuya representación la ejercen las autoridades electas por el pueblo. Compromisos asumidos En su condición de documento integral la CDI compromete a los gobiernos con la institucionalidad democrática, con el respeto y protección de los derechos humanos, con el combate a la pobreza, la educación y el desarrollo integral de sus pueblos. Define claramente el contenido de la democracia representativa como la base del estado de derecho y, establece con precisión sus elementos y componentes esenciales, que se constituirían en lo adelante en los parámetros que permiten determinar la condición democrática de un gobierno. Más allá de condenar la ruptura del orden constitucional de un país, de
rechazar dentro del foro regional a gobiernos producto de atentados contra gobiernos electos por la voluntad popular y del establecimiento de sanciones, la principal virtud de la CDI es que consagra la democracia como un derecho de los pueblos y una obligación de los gobiernos de promoverla y defenderla. Democracia representativa Vs. Democracia participativa La esencia de la Carta Democrática Interamericana es la promoción y respaldo a la democracia representativa, objetivo fundamental de la Carta de la OEA de 1948. Sin embargo, en los tiempos que corren han surgido planteamientos que la cuestionan y proponen como alternativa la llamada Democracia Participativa, modalidad en la cual, esgrimen sus propulsores, el pueblo, en quien reside la soberanía, debe tener participación directa en la gestión de gobierno y en la toma de decisiones relativas a la función pública. La primera manifestación de esta propuesta quedó plasmada en la reserva de Venezuela a la antes mencionada Cláusula Democrática de la Declaración de Quebec, de la cual me toco ser protagonista. Sostuvo Venezuela su inconformidad, por considerar que el texto no reflejaba el carácter participativo de la democracia, tal como estaba concebido en la Cons-titución de 1999, actitud que generó gran desconcierto y malestar entre los gobiernos. Venezuela rompía el consenso en un tema de tanta sensibilidad. Esta posición se mantuvo luego en la Asamblea General de la OEA en Costa Rica, lo que impidió la adopción de la Carta, como se había instruido a los Cancilleres, y luego a lo largo de las negociaciones en la sede de la OEA. Sin embargo, a pesar de una postura tan rígida, al momento de suscribir la Carta en septiembre de 2001, no hubo manifestación ni declaración alguna de 25
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Venezuela que dejara constancia de la misma. Entendemos que Venezuela consideró satisfecha su posición, con la inclusión de un párrafo en el Preámbulo y un artículo que recuerda el derecho y la responsabilidad de la ciudadanía en participar en las decisiones relativas a su propio desarrollo. No obstante, toda esta oposición a la democracia representativa, el primer país “favorecido” con el contenido de la Carta, fue precisamente Venezuela en ocasión de los sucesos de abril de 2002. En ese momento la disputa por hacer prevalecer el concepto de democracia participativa y protagónica fue olvidada por sus propios ideólogos. El caso de Honduras fue aún más palpable. La reacción de la OEA fue inmediata, firme, contundente y en mi criterio, desproporcionada. Ante los sucesos en ese país, Venezuela, propiciador de la democracia participativa, asumió la defensa a ultranza de la institucionalidad en Honduras, exigiendo castigo a quienes alteraron el orden democrático en contra de un gobierno electo por el pueblo, es decir, la pura esencia de la democracia representativa. La vigencia de su contenido La CDI, adoptada por los Estados como una Declaración y no bajo la forma de Acuerdo Internacional, ha sido objeto de algunos cuestionamientos en cuanto a su valor jurídico y obligatoriedad. Sin embargo, a pesar de su naturaleza, los Estados han decidido asumirla como un compromiso vinculante, cuya violación o quebrantamiento puede tener consecuencias en el ámbito del derecho internacional. Varios Estados incluso, han cumplido los trámites necesarios para incorporarla como parte de su ordenamiento jurídico interno. Los que niegan el valor jurídico de la CDI lo hacen para evitar la 26
supervisión, alegando la “injerencia” en los asuntos internos de los Estados. Hablar de injerencia es tratar de disminuir la importancia de la Carta, por temor a que se debata el tema y arroje resultados contrarios a las pretensiones totalitarias de algunos. Necesidad de ajustes Una década después de su adopción, somos del criterio que la CDI requiere de mejoras y ajustes, para adaptarla a las nuevas realidades políticas en el Hemisferio. El surgimiento de gobiernos, electos por el voto popular, pero de formas totalitarias que atentan contra el concepto mismo de democracia, hacen imperativo una modificación de la Carta, en la cual se establezca que no sólo es necesaria la legitimidad de origen del gobierno, sino que es indispensable tener legitimidad de desempeño, es decir, debe ser sancionable tanto si hay una forma irregular de acceder al poder, como si el ejercicio del poder se hace contra-viniendo o violentando los elementos y componentes esenciales de la democracia. Así mismo es necesario consagrar una disposición que contemple la ruptura o alteración de la institucionalidad o del orden democrático, mediante la utilización de las propias leyes e instituciones, no únicamente cuando se trate de alteraciones ilegales o inconstitucionales. Finalmente considero que la Carta debe dar un tratamiento entenderse al Estado como un todo y permitir que los otros poderes del Estado y no sólo el Ejecutivo, y la propia sociedad civil, puedan hacer valer su voz en el foro regional y en la comunidad internacional, ante el ejercicio de un gobierno, violatorio de las libertades democráticas.VA
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Al presidente Obama le costaría describir en qué se diferencian sus políticas hacia la región y las de su predecesor ¿Tiene la administración de Obama una política exterior para América Latina? No Moisés Naím
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ucho está ocurriendo en América Latina. El dinamismo de los negocios, la política, la sociedad, las relaciones internacionales e incluso de los carteles criminales es obvio.
Pero en contraste con este DINAmismo, la política de Estados Unidos hacia América Latina es letárgica, carente de imaginación y sorprendentemente irrelevante. Considere lo que está ocurriendo al 27
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sur de la frontera estadounidense. Para empezar, y para sorpresa de todos, la región famosa por su mal manejo económico legendario y sus frecuentes colapsos financieros capeó la tormenta financiera asombrosamente bien y actualmente está mostrando tasas de crecimiento económico superadas sólo por Asia. En política, una nueva cohorte de presidentes ha sido electa a través de elecciones libres y limpias. Todos estos jefes de Estado llegan al poder con actitudes ampliamente positivas hacia los Estados Unidos. Hace tan solo unos años, Hugo Chávez disfrutaba de la admiración de la inmensa mayoría de latinoamericanos que odiaban a George W. Bush. Hoy, la popularidad de Chávez ha caído en picado. Mientras tanto, como en el resto del mundo, la elección de Barack Obama fue extensamente celebrada en el hemisferio occidental. Sin embargo, los latinoamericanos se sienten decepcionados al ver que el nuevo presidente estadounidense, enfrentando problemas domésticos y distraído por emergencias internacionales, no ha logrado igualar sus altas y claramente irrealistas expectativas de una gran redefinición de la política exterior de Estados Unidos hacia sus vecinos del sur. Tienen razón. Al presidente Obama le costaría describir en qué se diferencian, fundamentalmente, sus políticas hacia América Latina de las de su predecesor. Todo esto ocurre mientras América Latina atraviesa grandes cambios y mientras otros actores internacionales ganan fuerza en la región. Solo por citar algunos ejemplos,
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China ha alcanzado una influencia económica significativa en América Latina e Irán ha forjado una presencia política sin precedentes con varios países notablemente Venezuela y otros países del ALBA. Rusia también ha tenido avances sin precedentes como proveedor de las fuerzas armadas que en el pasado dependían principalmente de empresas estadounidenses para abastecerse de armas.
“En la América Latina de hoy, los fracasos macroeconómicos son más la excepción que la regla”
En la región también abunda el cambio político y económico incluso en lugares como Cuba, donde la economía y la política han estado estancadas por medio siglo o más. En la América Latina de hoy, los fracasos macroeconómicos son más la excepción que la regla. Mientras que las economías de Cuba y Venezuela aparecen entre las peores del mundo, las de Brasil, Colombia, Chile, Perú y otros países están en pleno auge. Incluso México que sufre de un letargo crónico en cuanto a crecimiento y que fue golpeado duramente por la narcoviolencia, las pandemias y otros grandes shocks se está recuperando a un ritmo inusualmente rápido. El ambiente económico externo favorable, el buen manejo macroeconómico y políticas contra la
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Latina está cambiando en casi todos los aspectos posibles.
pobreza más efectivas también han tenido impactos sociales enormemente positivos. En años recientes, decenas de millones de latinoamericanos pudieron abandonar las filas de la pobreza para unirse a una clase media más estable. Todo esto no significa, por supuesto, que los problemas tradicionales de la región se hayan solucionado. Las malas escuelas y universidades, los paupérrimos sistemas de salud pública, la corrupción y la desigualdad son todavía males endémicos. América Latina es una de las regiones con más criminalidad en el mundo en cuanto a asesinatos y al porcentaje de su economía que está relacionada con tráfico ilegal. Éste no es un problema que tenga una fácil solución. Pero América Latina también nos ha sorprendido positivamente: Colombia demostró que es posible el progreso en la lucha contra carteles de droga y violencia organizada. Si Colombia pudo, otros pueden. De aquí a poco, para mal o para bien, América
Lo que no está cambiando es la manera en la que el gobierno de EEUU se relaciona con sus vecinos del sur. Esto no es nuevo. Durante décadas, los expertos se han quejado de que América Latina atrae la atención del Departamento de Estado y demás actores de Washington únicamente cuando hay guerras o desastres naturales. Los líderes estadounidenses siempre andan demasiado distraídos por otras prioridades (que actualmente incluyen dos guerras, terrorismo, proliferación nuclear, el Medio Oriente, la crisis financiera mundial, la reforma de salud y China entre otros) para preocuparse por América Latina. Pero el hecho de que América Latina no aparezca en los cálculos o las conversaciones de los que toman las decisiones más importantes en Estados Unidos no impide que algunos de ellos den discursos acerca de su política exterior hacia la región que están tan disociados de la realidad como los que da Fidel Castro en Cuba. Según el Departamento de Estado, la política de Estados Unidos hacia América Latina tiene cuatro
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“Washington nunca se atrevería a decirle a Asia que una de las principales metas de su diplomacia es promover oportunidades para todos los asiáticos”
prioridades: “promover oportunidades sociales y económicas para todos, asegurar un futuro de energías renovables, garantizar la seguridad de todos los ciudadanos y construir instituciones democráticas efectivas. ¿Puede alguien estar en desacuerdo? Pero esta agenda le sienta mejor a una agencia de desarrollo económico que al Departamento de Estado. Los objetivos que EEUU declara como principales prioridades diplomáticas en la región son, de hecho, desafíos para el gobierno de cada país y no para la diplomacia de otra nación, sin importar lo poderosa que ésta pueda ser. Washington nunca se atrevería a decirle a Asia que una de las principales metas de su diplomacia es “promover oportunidades para todos los asiáticos”. Por otra parte, la actual política exterior de EEUU hacia América Latina evidencia otra falla: ni el Departamento de Estado ni el gobierno completo de los Estados Unidos tiene el dinero, el conocimiento o los recursos humanos suficientes como para implementarla de manera efectiva (véase Irak o Afganistán). Hablar de esta política ilusoria hacia América Latina permite que los diplomáticos estadounidenses eviten mencionar otros temas muy 30
reales y políticamente explosivos: la reja inútil en la frontera con México; la parálisis de políticas inmigratorias y acuerdos de libre comercio; el embargo a Cuba que tanto impulso le ha dado a Castro; la oportunidad perdida de construir una alianza fuerte con Brasil en su nuevo rol de actor clave en el mundo o el estancamiento de la guerra contra las drogas. Acerca de esto último, cabe decir que lo único estancado es la política de drogas del gobierno de EEUU: estancamiento no es la palabra que viene a la mente cuando uno piensa en los carteles de droga o sus compradores estadounidenses. Según datos publicados por la Casa Blanca, el año pasado aumentó el consumo de marihuana, éxtasis y metanfetaminas en los Estados Unidos. Desde este punto de vista, quizás una de las principales metas de la política exterior de América Latina hacia los Estados Unidos (de haber una) debería ser, a su vez, “ayudar a los ciudadanos de la superpotencia a drogarse y ponerse high menos a menudo”. Nadie lo tomaría en serio, pero suena bien. Como ocurre con la actual política exterior oficial de los Estados Unidos hacia América Latina: suena bien y tiene buenas intenciones, pero está repleta de clichés y es, en el fondo, irrelevante.VA Traducción: Ángel Zambrano Cobo
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Puentes al futuro El plan de becas de Fundayacucho logró formar en siete quinquenios más de 150.000 estudiantes en el exterior, diez veces el número propuesto en su inicio Leopoldo López Gil
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a tarea de construir puentes siempre ha sido un reto de la humanidad, pero tal vez ningún otro puente presenta mayores dificultades para su diseño y ejecución que aquel que por fortuna para los hombres y mujeres de algunas sociedades son el empeño de algún atrevido líder que sueña para llevar a sus compatriotas a los horizontes lejanos de un mejor futuro. Carlos Andrés Pérez fue sin duda alguna uno de esos osados dirigentes.
Intentó y en muchas ocasiones logró con éxito cruzar del presente al mejor futuro social con proyectos, leyes y acciones que hoy los más jóvenes podemos apreciar y disfrutar en Venezuela. Proyectos transformados en realidades como la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, la creación de PDVSA, la Biblioteca Ayacucho, la descentralización del Poder Ejecutivo, son solo algunos de esos hechos a los que me refiero como visiones de un
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planificador que evidencian circunstancias que se transporta a lo que, mediante su transformación cambiaron las condicionantes de su presente por escenarios que habrían de significar mejoras en tiempos por venir. Quisiera detenerme solo en una obra que conocí muy de cerca, desde su concepción hasta nuestros días: La
Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, o como se le llamó en su inicio, Programa de Becas Gran Mariscal de Ayacucho. Corrían los primeros meses del año 1974, cuando en una reunión entre el presidente Pérez y su ministro para la Planificación, jefe de Cordiplan, Dr. Gumersindo Rodríguez, surge la idea de asignar una importante suma de los fondos fiscales excedentarios, debido a la súbita alza de los precios del petróleo, a la formación de grandes números de jóvenes, quienes por solo su capacidad académica, serían seleccionados y ser formados en los centros académicos internacionales de forma tal que en poco tiempo nuestro país contaría con la ventaja competitiva de una gerencia nacional, con dominio y conocimiento de lenguas y culturas del mundo desarrollado.
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La propuesta inicial se concretó alrededor de 15.000 estudiantes, y al comienzo se consideró el campo a cubrir en solo las llamadas “áreas prioritarias de desarrollo”, designadas y definidas por el Plan de La Nación. La avasallante realidad y el éxito del impacto en los sueños de la juventud venezolana hicieron que su magnitud se multiplicara muchas veces esa meta inicial. Hoy pudiese estimar sin temor que se logró formar en los siete quinquenios desde su creación más de diez veces el número propuesto en su inicio. En cuanto a las áreas de influencia y formación, la amplitud no pudo ser mayor pues rápidamente se reconocieron áreas desde las ciencias hasta las artes como merecedoras de nuestra atención. En las ciencias se complementó la labor de las universidades, del IVIC, del Conicit y se colaboró con las industrias básicas a la formación de investigadores en áreas de interés específico, como materiales, energía y diseño, cuyos profesionales solo podían adquirir o actualizar sus conocimientos en centros del exterior. En las artes fue aún más sorprendente el impacto. Para muestra un botón: En una antesala de Cordiplan, conversamos con el entonces director de planificación, economista José Antonio Abreu. Allí él esbozó su sueño inicial de formar una orquesta juvenil con una visión social, orientada a integrar a jóvenes a la sociedad con una ética y disciplina difícil de lograr sin esta formación que define la esencia de una orquesta. Este sueño no contaba con recursos financieros, y hasta ese momento tampoco había encontrado sue-
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“Hace 18 años resultaba impensable un presupuesto para el establecimiento de un nuevo sistema de formación musical y el paso crucial lo dio Fundayacucho” José Antonio Abreu
lo fértil para su semilla. Esa reunión y con el apoyo entusiasta del ministro Rodríguez, significó el transformar ese ideal en realidad. Nació la primera orquesta juvenil del hoy orgullo de Venezuela y admiración del mundo: Bastaría con citar a José Antonio Abreu, quién para la revista Ayacucho dijo: “solo debo decir de entrada que sin Fundayacucho hubiera sido imposible el nacimiento del Sistema Nacional de Orquestas Nacionales Juveniles de Venezuela. Hace 18 años resultaba impensable un presupuesto para el establecimiento de un nuevo sistema de formación musical y el paso crucial lo dio Fundayacucho, apartando las primeras 120 becas y afianzando ese primer núcleo…” En las artes también podría contarse la historia de Danzahoy, compañía de baile transformada en escuela de muchos jóvenes, a partir de la formación inicial de sus fundadoras Luz y Adriana Urdaneta. Alguna vez dijo Arturo Uslar Pietri, ante los estudiantes seleccionados para participar en el programa Galileo, que consideraba la acción de Fundayacucho un ensayo muy importante, pues desde su punto de vista era la rectificación mas seria y valiosa que se ha hecho a grandes errores de la educación venezolana decía: “La educación venezolana ha partido de una
serie de prejuicios, de emociones , de verdades a medias, que heredamos de la peor demagogia del Siglo XIX con Guzmán Blanco, y que dice que todos los hombres somos iguales y todos servimos para lo mismo. Somos iguales en cosas fundamentales, iguales en dignidad ante la Ley pero no somos iguales en aptitudes y ello le hace feliz”. Uslar se refería a esa circunstancia que significó buscar y premiar el talento. Exaltar la excelencia como valor y darle su justo reconocimiento. Un sistema que permitía potenciar el desarrollo del individuo en la creencia que la única autoridad que se debe respetar es la del mérito, del ejemplo, del saber hacer, de comenzar a respetarse a si mismo para respetar a los demás. Hoy vemos ese sueño de Carlos Andrés Pérez, presidente constitucional dos veces, hecho no solo una realidad transformadora, sino también un compromiso con esa Venezuela madre, esa que llena de bondades capacitó a sus mejores talentos no para un objetivo mezquino de una ideología particular sino para que el producto de aquellos mejores talentos en todas y diversas áreas pudiesen algún día continuar construyendo con base firme los puentes al futuro necesarios para lograr el desarrollo armónico y merecido de nuestro país.VA
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Viabilidad del sistema de salud en Venezuela Nuestra red de establecimientos preexistentes a la Misión Barrio Adentro sigue desasistida y en la más absoluta imposibilidad de resolver los problemas que le son requeridos
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esde la aprobación de la Constitución de 1999, el gobierno de Venezuela ha expresado en repetidas oportunidades cuáles eran sus prioridades en el campo social: salud y educación. En estas líneas nos referiremos a lo que ha ocurrido en salud desde la toma del gobierno por el actual grupo en el poder. La idea central es que la salud ha sido utilizada, siguiendo las propias afirmaciones presidenciales, como instrumento político y más específicamente, como instrumento político-electoral.
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Jorge Díaz Polanco Los rasgos fundamentales que caracterizan la ejecutoria gubernamental en salud serán revisados en tres grandes dimensiones: organización, financiamiento y rectoría e información en salud, así como algunos de los resoltados de la gestión. 1. Fragmentación de la red asistencial El análisis de los sistemas de salud a escala mundial muestra claramente que una de las características de los sistemas de salud es su unificación en
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términos de la red prestadora de servicios. Aparte del hecho de que la mayoría de tales sistemas son descentralizados, la función rectora está asignada a un órgano, generalmente un Ministerio, que ejerce el liderazgo técnico, científico y político, producto del consenso entre los componentes regionales y centrales del sistema lo cual garantiza la oportunidad, propiedad y eficacia de las respuestas a las demandas de la población (Bossert, 1996, 2000; Díaz Polanco y Otros: 2002; Díaz Polanco, 2004; Omaswa y Boufford, 2010). En el caso venezolano, el mandato constitucional, expresado en la Carta Magna de 1999, obliga al gobierno nacional a poner en funcio-namiento, financiar y mantener un Sistema Público Nacional de Salud (SPNS) de acceso universal y “gratuito” sin exclusiones de ningún tipo, basado en los principios de solidaridad, igualdad y universalidad, entre otros. Hace ya once años que ese mandato quedó expresado y después del lapso mencionado ninguna iniciativa tendente a satisfacerlo ha sido desarrollada por el gobierno venezolano que inició su gestión en 1999. La introducción de la Misión Barrio Adentro (MBA) como sistema alterno de salud ha sido, como el mismo gobierno lo ha declarado, un fracaso, asunto que ya se podía entrever en los años 2006 y 2008 cuando se hizo una evaluación del uso de tales servicios y de su impacto en los principales indicadores de salud, el cual demostró fehacientemente, la preferencia del usuario por los servicios pre-existentes a la MBA y,
por otra parte, una creciente tendencia al uso de servicios privados financiados por el Estado (Unión Europea/World Development Consultants, 2006; Díaz Polanco, 2008; Díaz Polanco y Borges Guitián, 2010). Como ejemplo de lo que aquí afirmamos, valga la pena analizar la evolución de la mortalidad materna que se presenta en el gráfico siguiente
Se pueden apreciar en el gráfico cuatro etapas muy bien definidas. La primera (azul) corresponde al lapso anterior a la descentralización; la segunda (verde) al período transcurrido entre el comienzo de la descentralización y el inicio del presente gobierno. La gestión actual está dividida en dos: la primera (amarilla) corresponde a la época previa a la MBA y la segunda (roja), a lo que ha ocurrido con este indicador después de la puesta en marcha de la MBA. Este indicador es clave porque el énfasis de la MBA fue la atención primaria, especialmente centrada en la salud materno-infantil. 2. El financiamiento Este tema resulta central para entender la naturaleza de los sistemas de salud. El proceso de financiar el sistema no se restringe a la magnitud de los recursos asignados o a su uso dentro del
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sistema sino que constituye un proceso político de acuerdos y consensos y el origen de los fondos, su administración y su destino final –así como la coherencia entres estas etapas- constituyen la esencia del sistema mismo, su organización y funcionamiento. Se puede afirmar, sin temor a equivocarnos, que en Venezuela no existe un sistema de salud propiamente dicho, sino una multiplicidad de establecimientos sanitarios parcialmente vinculados entre sí, lo cual influye en forma determinante en su eficacia y eficiencia. Asimismo y en consonancia con lo que acabamos de plantear acerca de las relaciones entre financiamiento y organización, esta fragmentación refleja la forma en que se invierten los recursos en el sector. De esta manera, se podría afirmar que desde hace más de 25 años, Venezuela pose una red sanitaria cuyo carácter es fundamentalmente privado, porque los fondos que lo financian provienen, en su mayor parte, directa o indirectamente, del bolsillo de usuario. Este es un rasgo histórico, heredado de administraciones anteriores pero se suponía que la puesta en marcha del SPNS, según lo pautado en la Constitución, erradicaría esos vicios y evitaría la profundización de la privatización, asunto que, por el contrario, se ha acentuado mediante las subvenciones al sector privado, dada la incapacidad de respuesta del sector público de servicios de salud. Históricamente, el financiamiento público si se considera en relación al PIB, ha sido muy bajo, demostrando que para diferentes regímenes, independientemente del discurso político, el sistema de salud ha sido una muy baja prioridad política. Hoy día sigue 36
siendo igual con la diferencia de que la “inversión” es significativamente más elevada y los resultados obtenidos no reflejan ese esfuerzo financiero. El siguiente gráfico muestra la efectividad del gasto en relación con la mortalidad infantil entre 1985 y 2005 si el gasto estimado hubiese alcanzado el 9% del PIB (OPS, 2006)
Esta tendencia se mantiene aún cuando se considere que el aumento del gasto no sobrepasa el 5% del PIB, tal y como se ha señalado. Lo que nos muestra es algo que casi no existe en el mundo: una relación inversamente proporcional entre el gasto en salud y la disminución de la tasa de mortalidad infantil. Una pregunta lógica es ¿qué se hace con los recursos que se invierten? Las respuestas pueden ser muy variadas pero lo que es innegable es la enorme ineficiencia, no importa cuánto sea el aumento del gasto real. En otras palabras, se ha hecho exactamente lo contrario de lo que era necesario para construir un SPNS. Los criterios de naturaleza política, muchos de ellos inspirados quizá en lo que se consideran los logros de la revolución cubana en salud, han hecho inoperantes a los servicios de salud venezolanos.
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3. Rectoría e información para la toma de decisiones Como ha sido ya señalado, el funcionamiento de un sistema de salud, sea éste descentralizado o no, requiere de una rectoría legítima, técnica y políticamente hablando. Lo que ha caracterizado a Venezuela en los últimos once años ha sido la carencia de información acerca de la situación de salud y, cuando ésta existe, la inconsistencia y poca confiabilidad de la misma, así como las contradicciones entre las diferentes fuentes de información oficiales. El siguiente gráfico muestra, en el caso de la mortalidad infantil, cómo se contradicen las diferentes fuentes al respecto. Esta misma contradicción se encuentra en fuentes de organismos internacionales, las cuales estiman este indicador en 17 para el año 2007. Lo mismo ocurre con cifras relativas al gasto en salud. El siguiente gráfico muestra estas diferencias entre 1998 y 2007
Como puede deducirse, estas diferencias van mucho más allá de lo que pudiera ser atribuible a un cambio en la metodología que, de haberse producido, se hizo en una suerte de secreto inaccesible al común de las personas. Más seguramente se trata de un “maquillaje” que sirve para presentar al país mentiras revestidas
de apariencia científica, operación a la cual se prestan o se ven forzados los funcionarios a cargo. Estas inconsistencias ponen de manifiesto la imposibilidad de tomar decisiones con base en información confiable. Recuérdese que el Ministro Mantilla decretó un “silencio epidemiológico” que impidió, durante muchos meses que la información circulara de manera pública. La justificación de dicha decisión fue la de impedir que la oposición utilizara la información con fines políticos desestabilizadores, lo cual deja entrever que las cifras no son nada buenas y que el desempeño del sector deja mucho que desear. De esta forma, la información sobre salud se convirtió en secreto de Estado y revelaba el desmantelamiento de los cuerpos técnicos que habían existido en el otrora MSAS y, en consecuencia la pérdida de la capacidad para desarrollar programas efectivos de salud y vigilancia epidemiológica en el país y, por supuesto, ejercer la indispensable rectoría de un sistema que no existe como tal. 4. Conclusiones La innegable fuerza de los datos muestra que las escasas e ineficiente iniciativas en este sector han servido dos fines básicos, distintos a aquellos que figuran en los discursos oficiales o en los documentos de planificadores. Uno, fue y es, el uso de la propaganda sobre las maravillas del sistema de salud cubano para apuntalar una crítica popularidad del régimen, a la vez que armar y reforzar los mecanismos de control social sobre la población mediante la información recabada y sólo accesible a las autoridades de Cuba y a muy pocos en Venezuela.
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El segundo, fue y es, la de crear un espacio para el negocio de la salud y el apoyo al régimen cubano mediante la intermediación de todas las compras de equipos médicos y medicamentos que se suministran a la MBA en sus diferentes niveles de complejidad, lo cual –entre otras cosas- supuso la redefinición de las leyes de contratación pública. Esta característica había sido ya identificada por algunos investigadores para quienes el negocio de la cooperación cubana en salud, desarrollada en más de 60 países, representaba un ingreso anual superior al obtenido con las actividades turísticas de la isla para el año 2005 (Feinsilver, 2006). Por ahora no existe un SPNS ni existirá porque no ha sido posible crearlo, por la resistencia de los usuarios quienes siguen prefiriendo los servicios anteriores a la MBA, la ineficiencia
evidente de la MBA y la necesidad del régimen de apoyar económicamente el gobierno cubano, expresada en los diferentes convenios celebrados entre Venezuela y Cuba, así como en los panes de la nación (Díaz Polanco, 2008). Mientras tanto, nuestra red de establecimientos preexistentes a la MBA sigue desasistida y en la más absoluta imposibilidad de resolver los problemas que le son requeridos. No hay crítica o análisis válidos que tengan importancia para el régimen actual, de manera que también en salud, se viola la Constitución y se ejerce la represión como único mecanismo de tratar de legitimar el régimen actual. La salud se ha convertido en un gran negocio político. Sin embargo, los síntomas aquí identificados apuntan hacia la evidencia de que la salud del negocio está en peligro.VA
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Bossert, Thomas (1996):"Decentralization." En: Katja Janovsky (ed.) Health Policy and Sys-tems Systems Development: An Agenda for Research. Geneva: World Health Organization, pp. 147-160. Bossert, Thomas (2000): “Decentralization of Health Systems in Latin America: A Com-parative Analysis of Chile, Colombia, and Bolivia.” Nº 29. Serie de LACHSR Health Sector Reform Initiative. Harvard School of Public Health, June 2000. Díaz Polanco, Jorge (2004): “Reforma y Descentralización de la Salud en Venezuela: Alcances, limitaciones y perspectivas”, en: Política y Gestión, vol 7. Homo Sapiens Ediciones. Santa Fé, Argentina. Díaz Polanco, Jorge (2008): Salud y Hegemonía en Venezuela: Barrio Adentro, continente afuera. CENDES. Caracas, Venezuela. Díaz Polanco, Jorge (Coordinador) (2002): La Reforma de Salud de Venezuela: Aspectos políticos e institucionales de la descentralización de los servicios de salud. Fundación Polar, Caracas. Díaz Polanco, Jorge y Borges Guitián, Sayndra (2010): “La década bolivariana de Salud: Un secreto mal guardado”, en: Chávez: Una década en el poder. Observatorio de Venezuela. Universidad de Rosario. Bogotá, Colombia pp. 387-405 Feinsilver, Julie (2006): “La Diplomacia Médica Cubana”, en: Foreign Affairs en español. Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). México, D.F. Vol. 6 N° 4: 81-94 Omaswa, Francis y Boufford, Jon Ivey (2010): Strong Ministries for Strong Health Systems. African Center for Global Health and Social Transformation & The New York Academy of Medicine. Rockefeller Foundation, New York. OPS (2006): Barrio Adentro: derecho a la salud e inclusión social en Venezuela. Caraca
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En cifras / Visión Analítica
Hidrocarburos en Colombia, una historia de éxito A lo largo de la última década, Colombia se ha convertido en uno de los principales destinos de las inversiones en petróleo y gas natural
Luis E. Giusti L.
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o cabe duda de que Colombia está pasando por un tiempo estelar en su historia contem-poránea. La política de seguridad democrática ha representado el “telón de fondo” para que el país haya podido abordar políticas y planes que han redundado en importantes beneficios para la sociedad y la economía, pero que además abren un futuro de oportunidades que bien aprovechadas le darán continuidad al crecimiento económico actual. En palabras de Eric Farnsworth, del Consejo de las Américas, “Colombia ha revitalizado su otrora agonizante sector energético a lo largo de la última década, evolucionando hasta convertirse en uno de los principales destinos de las inversiones en petróleo y gas natural, además de asegurar un suministro estable y seguro de electricidad para su creciente población”. En la década de los 1990, Colombia era un importante exportador de petróleo, y había logrado atraer importantes inversiones de petroleras internacionales, tales como Exxon, BP y Occidental. Pero hacia finales de esa década la producción comenzó a declinar debido a la ausencia de
nuevos descubrimientos. En efecto, la producción cayó de más de 800.000 barriles por día (B/D) en 1999 hasta unos 5000.000 B/D en 2004. Además de las dificultades geológicas, el deterioro del clima de seguridad fue aumentando el costo de las operaciones petroleras, además del creciente peligro de las guerrillas. Las actividades, habitualmente llevadas a cabo en zonas remotas donde el Ejército tenía presencia limitada, fueron sufriendo los efectos de explosiones en los oleoductos, extorsión y secuestros. Fue en medio de esa situación, en 2002, cuando Álvaro Uribe fue electo presidente de la República, y emprendió una dura lucha para erradicar las guerrillas. Durante sus 8 años de 39
En cifras / Visión Analítica gobierno, logró debilitarlas expulsándolas de las áreas urbanas y retomando el control de la mayor parte del territorio nacional, además de desmantelar las organizaciones paramilitares. En cuanto a la economía, Uribe estimuló la inversión producetiva, tanto nacional como internacional, mediante incentivos fiscales y enfatizando la estabilidad de las leyes y el marco regulatorio, además de la santidad de los contratos.
un aumento importante de las reservas del país.
Durante los últimos 3 años, las inversiones anuales en promedio han alcanzado 2.900 millones de dólares. Naturalmente, que los grandes ingresos derivados de las exportaciones petroleras y las cuantiosas inversiones extranjeras, han introducido distorsiones en la economía nacional. La sostenida apreciación del Peso colombiano ha traído connegativas “En la medida en que se descubre más gas, secuencias para las exportaciones tradicionales del país se hace necesaria una redefinición de la (flores, frutas, etc). política para su desarrollo y utilización” Esto impone la necesidad de un claro conjunto de políticas, entre ellas las relativas a la intervención del Banco de la República destinadas a mantener En cuanto a los hidrocarburos, petróestabilidad cambiaria, posiblemente leo y gas natural, las reformas y planes incentivos a las exportaciones tradiadelantados durante los últimos 8 cionales y tal vez un fondo de estaaños, han convertido a Colombia en bilización macro-económica, a fin de centro de atracción en Latinoamérica y atenuar el impacto del gran influjo de en el mundo entero, atrayendo a divisas. Sin embargo, es muy docenas de empresas petroleras y importante acostumbrarse a que si la miles de inversionistas. El éxito economía Colombiana sigue fortaproviene de una importante reforma leciéndose y atrayendo inversión foráinstitucional y de un contrato atractivo nea, la moneda del país seguirá para los inversionistas, además de una fortaleciéndose. Se trata del dilema importante disposición fiscal que entre ser un país de primer mundo o permite descontar un 30% de la seguir enredado en las dificultades del inversión el primer año. El marco desarrollo. institucional se basa en la separación entre las políticas a cargo del gobierno, Vale la pena comentar la importancia la regulación-administración a cargo creciente del gas natural en la plantilla de la Agencia Nacional de Hidroenergética colombiana. En la medida carburos (ANH), y el negocio y la en que se descubre más gas, se hace operación a cargo de Ecopetrol y necesaria una redefinición de la muchas otras empresas petroleras. política para su desarrollo y utiliAdicionalmente, el contrato petrolero zación. Ello requiere un inventario contempla una regalía moderada y el detallado que permita construir la mismo impuesto sobre la renta que curva nacional de demanda, y la aplica a todas las demás actividades definición de una política de precios del país. que permita balancear el uso máximo posible para el desarrollo industrial y Como resultado, la ANH ha otorgado doméstico nacional, con las posibiunos 300 contratos, los cuales se han lidades de acceder al mercado traducido en importantes descubriinternacional a precios que incentiven mientos de petróleo y gas natural, y en 40
En cifras / Visión Analítica
la exploración y el desarrollo de nuevas acumulaciones de gas natural. Finalmente, vale la pena señalar el gran reto representado por las carencias de infraestructura, en especial carreteras, oleoductos y puertos. A fin de asegurar la continuidad del desarrollo petrolero, se necesita abordar grandes inversiones en los mencionados rubros. Por último conviene destacar la impartante transformación de la petrolera nacional, Ecopetrol, en especial su participación en las bolsas de valores de Bogotá y Nueva York, lo cual ha permitido que más de medio millón de colombianos sean actualmente accio
nistas de la empresa, lo cual cambia de manera fundamental el sistema de rendición de cuentas. Aunque todavía hay muchos retos que superar, el indudable éxito de Colombia en el desarrollo petrolero se destaca como el más importante acontecimiento de ese sector en Suramérica. Los últimos 8 años han sido cruciales para ese logro, y sin duda el Presidente Juan Manuel Santos mantendrá y protegerá las condiciones que han permitido alcanzarlo, al darle continuidad a las políticas de seguridad y de hidrocarburos, y promover el desarrollo de la infraestructura necesaria. VA
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PORTAFOLIO / VISIÓN ANALÍTICA
Criaturas del jardín LEONARDO MARTÍNEZ HLAWACZ
Las criaturas aquí expuestas han sido captadas en los jardines del parque caraqueño El Calvario y en otros sitios. Son retratos que muestran el detalle de estos seres, diminutos e increíbles, a tal punto que parecen de mentira
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Visión poética / Visión Analítica
De Intemperie
Rafael Cadenas
Ya el delirio no me solicita. Vivo sobre la sal, levantándome y cayendo, día tras día. Como, ando, me acuesto sobre lo que me sostiene sin pedir una aclaración, sin esperar nada. Soy cuerpo. Me llamo tensión, debilidad, silencio, piel, nervio, olor, yerro. Me arrastro, toco hierba, me hago suelo. Lo inefable no me quiere. Hace años dejé de preguntar. Desistí en un filo. Las ventanas dicen vivir. El pensamiento escarba, escarba. Soy una cuerda que se abraza a la última proximidad. Vibrante querer. Ducho en disensión, en rotura, en desvivir, persisto. Arrastro una historia anonadada. Soy flaqueza máxima. Mis piernas se doblan. No llego, no llego. ¿De dónde sale la fuerza cuando sigo? Soy el sordo, el exabrupto, el golpe en la mejilla, el veneno de la suavidad, el manto del loco, el que hostiga al fervor, el sórdido tubo, la ciénaga sin fulgor, la horma de nuestra ignorancia, el que se hace, se deshace, se hace.
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Cara a cara / Visión Analítica
“No éramos los príncipes, sino los guardianes de los museos” María Elena Ramos, exdirectora del Museo de Bellas Artes, considera que el desmontaje y la centralización son los conceptos desde los que ha operado la “revolución cultural” en estos doce años
Antonio Fernández Nays Fotos: Leonardo Martínez Hlawacz
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i hay una persona en el país que, aparte de Sofía Imber, conoce a fondo su cultura y su museística, su gestión, sus intersticios, sus gentes, públicos, carencias y glorias, sin duda esa es María Elena Ramos. La historia reciente de Venezuela asocia su nombre a la cultura y más específicamente a la dirección del Museo de Bellas Artes que ejerció durante 12 años, desde 1989 hasta 2001. 48
Desde hace ya una década, como todas las instituciones y áreas del país, los museos han sido sometidos a una transformación teñida de ideología y no pocas, intrigas, incapacidades y hasta miserias humanas. A juzgar por observadores, periodistas y especialistas, la gestión del ministro Farruco Sesto ha sido notoria, no precisamente por su brillo, sino por toda la carga poderosa que ha vertido
Cara a cara / Visión Analítica
sobre lo poco que aún queda en pie de tiempos pasados; los museos no han sido la excepción. María Elena Ramos lo resiente y lo evalúa desde el palco amplio donde la acompañan mujeres y hombres vinculados a la cultura del país que, con sus críticas y acciones, se han propuesto la misión personal de salvar obras, instituciones y proyectos que hasta hace poco fueran ejemplo de gerencia, calidad y lugar de encuentro de diferencias y contrastes. AFN: ¿Hace 12 años cómo estaban los museos y, en este tiempo, qué ha cambiado?
con el apoyo económico del Banco de Venezuela. Fue un proceso bellísimo en donde el primer día agarraban los instrumentos para herir al compañero de la mesa porque no dejaban que los muchachos compartieran y luego terminaban pintando uno el retrato del otro. Tan importante fue ese proyecto que nos invitaron del Pompidou de Francia como el único país con un proyecto de interés social con las comunidades. Había una conciencia de que teníamos mucha calidad lograda, pocos recursos reales económicos pero conseguíamos muchos apoyos de donantes, además de lo que nos entraba por concepto del Estado. Pero sabíamos que se necesi-taba más voluntad por parte del Estado para multiplicar a más cantidad de gente esa joya. Sabíamos que teníamos una joya entre las manos pero una joya que, si bien habíamos logrado que creciera en lo público a lo largo de los años, sabíamos que no era suficiente.
MER: La situación de los museos era desde el punto de vista técnico y profesional, positiva y buena. En cuanto a formación de los recursos humanos era muy buena. Había unos museos más fuertes que otros, naturalmente, pero incluso los museos más pequeños habían tenido con los AFN: ¿Cómo se entregan los museos años un repunte importante. Los hace doce años? museos se caracterizaban por su MER: Se entrega “Sabíamos que teníamos rigor, por su calicon todos esos dad en los procesos elementos cualiuna joya entre las manos de exposiciones, tativos muy altos, por la “manía forpero una joya que, si bien además de ser muy madora”, si tu quiereconocida la curares llamarlo así-. habíamos logrado que duría venezolana Los muchachos en otros lados. Más creciera en lo público a lo salían de universide una vez aquí yo dades sin la formala extraña largo de los años, sabíamos sentí ción de curadores, sensación que ni con ninguna otra venían los extranque no era suficiente” de las especialidajeros y te decían un des. Y, realmente, el piropo que, al museo venía a ser principio me choesa institución que caba y luego lo pa-saba a formar empecé a encajar parte de su vida no sólo profesional porque era lo normal. Ellos decían sino también de continuación de “esto es un museo de primer mundo”, formación. Era como su postgrado. En así con una enorme sorpresa. Entra el caso de Bellas Artes, teníamos un este nuevo gobierno y la primera proyecto muy importante con los niños persona que dirige formalmente la de la calle, que se trabajó conjuncultura es Alejandro Armas. Fue el tamente con los sacerdotes de Sarría y último de los grandes demócratas que
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Cara a cara / Visión Analítica
tuvo en sus manos la cultura del país. Lamentablemente duró muy poco tiempo, menos de un año, y tuvo la sabiduría de hacer algo que hubiese hecho cualquier persona sensata. Si yo no conozco demasiado el objeto que me están entregando, yo hago una investigación para ver cómo me lo están entregando. Él llegó diciendo una frase que repitió muchas veces y que fue muy verdadera mientras él estuvo que era: “Yo estoy aquí para evitar el reparto del botín”. Luego vino Manuel Espinoza cuya política fue: “hay que desmontar los principados”. Hay que desmontar las fundaciones de Estado, esa era la meta. Y fue él precisamente el artífice de la “revolución cultural” que se da en enero de 2001. En estos días se cumplieron los años de aquella sentencia. Como ves, a parte de ese período de transición noble y respetuoso, todo lo demás arrancó desmontando. La palabra “desmontaje” ha sido una especie de bandera de los regímenes totalitarios. No es como dicen por ahí algunos ingenuos que las instituciones de la cultura han sido mal manejadas, que este gobierno es muy inepto, que son muy ineficaces. AFN: ¿Y no hay mucho de eso? MER: Mucho de eso hay, ya en lo circunstancial y en lo puntual, pero hace falta que entendamos lo que significa ese desmontaje, que no es solamente de los museos y las instituciones culturales. Si nos están desmontando a PDVSA, qué podemos 50
esperar de los museos. El problema de los museos es gravísimo, el de la institucionalidad cultural es gravísimo pero está inserto dentro de un todo más amplio que funciona en los parámetros generales de la misma manera. Claro, en el caso de la cultura sucede que es más grave desde el punto de vista de la sensibilidad, de la libertad que requiere la cultura, incluso en los peores momentos de períodos anteriores, la cultura no se maltrató. Se le podía ignorar. Yo diría que es una secuencia coherente entre lo que sucedió al principio y lo que ha venido sucediendo después. En la cultura las formas son muy importantes, las formas están relacionadas con los
Cara a cara / Visión Analítica
principios. Cuando tú ves eso de entrada ya sabes que lo que viene es violencia, porque ves el irrespeto. AFN: ¿Cómo saliste del Museo de Bellas Artes? MER: Yo me enteré igual que los otros presidentes. Éramos 18 presidentes de instituciones culturales, que nos enteramos alrededor del 20 de enero de 2001, un domingo por el Aló, Presidente. , yo no lo estaba viendo, la mayoría de las personas no lo estaban viendo. El lunes cuando llegamos ya sabíamos cuál era la situación. Al llegar convocamos una reunión de junta directiva que era de lujo estaba formada por María Teresa Castillo, Pedro León Zapata, gente de muy alto nivel. Se propuso una reunión para el martes y allí se tomó la decisión de una renuncia colectiva pública como muchas otras de esas 18 instituciones lo hicieron por la manera absolutamente violenta, irrespetuosa, agresiva, etc. Después, la nueva directora me pidió que me quedara una semana más. Era María Elena Huizi. Ya en esos días se hizo la entrega formal, la auditoría, todo el proceso de los últimos años. AFN: ¿Has vuelto al MBA? MER: Sí, yo voy de vez en cuando. Las últimas veces lo he visto un poco deteriorado físicamente. Yo quiero mucho a la gente allí, muchos continúan allí, empleados, técnicos, profesionales. A otros los han sacado y algunos están haciendo buenos trabajos de curaduría en España, Estados Unidos. Yo no puedo dejar de tenerle un enorme cariño no solamente a la gente del museo sino también a la gente de la Galería de Arte Nacional. AF.- ¿En qué condiciones está el patrimonio del Museo de Bellas Artes y del resto de los museos? MER: En estos momentos la mayoría de ellos está en cada uno de sus
museos. En el caso del Museo Jacobo Borges es diferente porque ya se lo han llevado. La amenaza que hubo en el mes de mayo precisamente consistía en que el ministro Farruco Sesto había decidido trasladar todas las obras de todos los museos principales a un solo depósito que era el de la GAN. La GAN no estaba del todo construida, tan es así que hasta hace muy poco todavía la GAN no se había llevado todas sus obras a su nuevo edificio. AFN: ¿Por qué? MER: Yo no puedo asegurar que sea cierta porque uno no está en las intenciones de las personas pero lo que se percibe era algo que también es coherente que es el afán de centralización, eso es algo que también atraviesa a todas las instituciones como el desmontaje. Si tú te pones a ver en las gobernaciones y alcaldías eso está más patente que en ninguna parte. En el caso de los museos, el afán de centralización, de acumular todo el poder, eso por un lado y complementariamente fragilizar y deprimir los orgullos especializados de las distintas profesiones. En el caso de los museos hay un triángulo que es muy importante entre colección, curador y museo. Todos se relacionan. Cuando ellos hacen el primer ataque, que era a los “principados” de los museos. Yo decía que no éramos los príncipes, éramos los guardianes de las puertas, los que estábamos cuidando con trabajo profesional y mística. Cuando ellos hacen ese primer quiebre, viene un segundo quiebre, una agresión a las curadurías, a los curadores de los museos como las personas que tenían un criterio de cuáles eran las exposiciones que se debían montar, y un golpe inmediato y progresivo a los perfiles de los museos, es decir a las diferencias. Hay una cosa que para mí es muy importante que también en lo micro, que a mi no me gusta llamar micro a la cultura, se lee lo macro. Se lee el odio a la 51
Cara a cara / Visión Analítica
especie de retaliación contra las cosas que funcionan. MER: Ese es otro universal de la Venezuela contemporánea aplicable a lo micro. Hay una burla sobre la meritocracia. Cuando en otro momento, la meritocracia era un orgullo. Ese tipo de cosas que son normales en el ser humano. El ser humano tiende a algo mejor. La búsqueda de una cierta excelencia en el hacer, eso es normal. Y lo normal es que te lo premien con reconocimiento porque la gente va al museo, se siente orgullosa, lo cuida, lo valora y eso ha sido parte del desmontaje. Parte del desmontaje es un desmontaje simbólico. Es el desmontaje de tus símbolos y agreden lo que fueron tus símbolos de valor. AFN: ¿Puede estar operando una suerte de resentimiento social? descentralización, el odio a las diferencias. Si tú eres diferente, hay que anularte en tus diferencias. El deseo de homogenizar. ¿Cómo se homogenizan los museos? Quitándole los perfiles especializados. Nosotros logramos rescatar el perfil que el museo tenía de museo universal. La colección latinoamericana del Museo era muy importante y era un orgullo tenerla. El museo no solamente expone, sino que se expone, porque el museo no es como una biblioteca. El museo del mundo de lo visible, del mundo de lo espacial por eso también las agresiones han sido más fuertes. AFN: Sobre la base de lo que uno ha podido ver en estos 12 años opera una 52
MER: Yo creo que ese es otro de los temas. Yo no conozco suficientemente a Farruco, si te puedo decir que conozco a otros de los actores culturales y sí te puedo decir que hay un resentimiento profundo. Esa gestación del modo como se agrede al Bellas Artes en los años 70 y, la misma persona agrede a las instituciones culturales, 30 años después. Allí hay un tema de resentimiento. Antes no había en la estructura general del país un espejo que multiplicara el resentimiento. No había una estructura resentida general porque el venezolano es más bien tolerante, olvidadizo, es buena gente, buena fe, no tiende a ser resentido. Pero cuando los resentimientos personales de algunos individuos empiezan a ver que ese
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nuevo estado de cosas del país donde desde arriba, desde el Presidente hay un discurso de resentimiento, ya no podemos hablar de casos puntuales de resentimiento sino que está cónsono con una estructura más general de resentimiento que están funcionando en el país y que está ayudando a destruir las instituciones. Esto no está conscientemente en el concepto de desmontaje pero inconscientemente sí. AFN: ¿Puede ser que se piense que la cultura es elitesca? MER: Claro. El tema es que en los países desarrollados y más inteligentes no tratan a las élites demonizándolas sino incorporándolas a hacer de esos conocimientos especializados –elitescos en sus particularidades- algo bueno para todos. AFN: Haciendo las veces de abogado del diablo, ¿estos museos que llevaba la cuarta República tenían vocación elitesca y no popular? MER: Allí hay dos invasiones, una el caso de los niños de la calle y otra los públicos. Cuando yo me voy del museo, por la manera como se dio todo, decide retirar el apoyo al proyecto de los niños de la calle. Yo abogué porque siguieran aportando aunque yo me retirara del museo, pero no fue así. Al retirarse el banco, se cae el proyecto de los niños de la calle que había sido súper exitoso. Donde sí había vocación social la revienta, o la ignora o la revienta. Y la otra cosa es lo que yo pensaba que iba a pasar con el público. Yo he pensado que se va a perder el público tradicional de los museos pero yo me alegraría muchísimo de ver que los museos están llenos de muchachos del interior, de gente de los barrios y no con pequeños grupos. Pero con todo el dinero del Estado, Chávez podría contratar autobuses y hacer una cantidad de cosas. Eso no se dio. La pregunta que yo me he ido haciendo a lo largo de estos años es que si no supieron cómo atraer
al público o por qué no quisieron traer público, porque su meta era, como se decía en el documento firmado, ir progresiva-mente cerrando los museos. Yo no estaba loca en pensar que un gobierno en el cual yo no confiaba para nada, podía hacer una cosa sí porque yo lo he visto en otros países como Cuba y, no voy a defender el gobierno cubano, pero he visto como han hecho trabajos con la comunidad muy importante, como han valorado las colecciones que tienen las han cuidado y las han puesto en función social. AFN: Entonces, ¿para qué sirve un museo? MER: En todos los museos del mundo ha ido creciendo la necesidad de poner en contacto a la gente con la cultura que emana de tener contacto directo con una colección, con una obra, de la enseñanza de la visión, de la estimulación de la sensibilidad. De los juegos que se pueden hacer con las obras de arte. Los museos forman en dos sentidos. Forman para el arte y forman por el arte. Para el arte significa que forman a la gente más conocedora de la cultura universal o del arte venezolano de una época o del arte antiguo, etc. Y tú sales más experto, más conocedor de códigos de la cultura universal, etc. Pero además, el museo trabaja por el arte, es decir, a través del arte. En ese sentido, el museo es un ente social. Es un ente de transportación social. El arte no solamente sirve para ser gozado, para ser visto, para ser disfrutado elitescamente –como dirían estos señoressino también para estimular un mundo de relaciones. El arte, cuando está bien canalizado, no sólo te hace sentir más goce y te hace más inteligente, sino que también te van a hacer una cosa que es muy peligrosa para este tipo de regímenes: te van a hacer sentir más libre. VA
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Cuatro reflexiones sobre el cine venezolano El cine venezolano es buen negocio. Y es éste comportamiento en el consumo el que podrá cambiar la visión que de dicha industria tienen los inversionistas privados César Manzano
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n octubre del año pasado, mi primera realización como cortometrajista titulada Un día cualquiera (premio a la mejor dirección, mejor guión y mejor edición en el festival de Cortos de Barquisimeto “La Flor de Venezuela” en el 2009) tuvo la fortuna de ser seleccionada en la categoría de Cortometraje Ficción del 3er Festival de Cine Latinoamericano y del Caribe “Sueños de un Continente”. Este evento organizado por el CNAC y la distribuidora Amazonia Films en la isla de Margarita me dio la oportunidad de empaparme con la actualidad del cine nacional en los géneros de largometraje, cortometraje y documen-
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tal. Los resultados no pudieron ser más positivos. En estos días en los que me encuentro en pleno proceso de pre-producción de mi próxima realización cinematográfica, he considerado 4 temas que quedaron como puntos de reflexión a partir de esa experiencia: 1. El cine Latinoamericano y la necesidad de verse a sí mismo. El festival tuvo como invitados especiales a algunos cineastas y representantes de la industria cinematográfica de Ecuador. Gracias a ello se dio la posibilidad de un encuentro en mesas de trabajos que dejaron abiertas las
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“El negocio del cine venezolano está en constante crecimiento desde hace ya un par de años”
puertas a futuros acuerdos y alianzas tanto en el área de negocios como en el área de políticas institucionales que están por probar su efectividad. Pero para mí el aspecto de mayor importancia que se dio fue la constatación de que el pilar fundamental en base al cual se podrá aumentar la demanda de parte del público de cine de la región, tiene que ver con la implementación de cadenas de distribución que faciliten la presencia del cine latinoamericano en las salas de estos países. Nuestro espectador de cine no tiene una cultura de consumo de cine regional ya que, desde siempre, ha estado acostumbrado a ver el cine de Hollywood. Uno de los comentarios a resaltar en estas discu-siones fue la del propio cineasta venezolano Luis Alberto Lama-ta (director de Taita Boves) quien en pocas palabras resumió la esencia del problema: “en Latinoamérica estamos acostumbrados a leernos y a escucharnos, pero no a vernos”. Sin duda todo esfuerzo en darle vida al cine Latinoamericano no solo como importante factor de evo-lución cultural sino también como negocio, será en vano si no se dirigen grandes esfuerzos en lograr alianzas de distribución para que nuestros Films tengan una circulación norma-lizada en las salas de la región. Se debe luchar arduamente, con
sentido pragmático, para erradicar una irónica realidad actual que en palabras de Marcel Rasquin (director de Hermano) reza de la siguiente manera: “es más fácil ver cine Latinoa-mericano en Francia que en Latinoamérica”. 2. El intercambio entre cineastas nacionales. Una agradable oportunidad que brindan los festivales de este tipo, es el inter-cambio de ideas que se produce naturalmente entre los presentes en dichos eventos. No es posible exagerar el tre-mendo beneficio que aportan estos intercam-bios en la gestación de movimientos y tendencias entre los cineastas que puedan servir de cimientos para el desarrollo de una industria cinematográfica sólida, rica en ideas y competitiva. Por mi parte, fue reconfortante haber entrado en contacto con jóvenes llenos de ideas e ímpetu de quienes, no me cabe la menor duda, muy pronto estaremos escuchando. Me permito resaltar algunos: Elizabeth Pirela (quien recibió el premio a mejor cortometraje ficción con su obra Majayut), Gerard Uzcátegui, Juan Carlos Solórzano, Mabel Paredes, Domingo Olavarría y tantos otros. 3. El cine y el video comunitario como
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herramientas de expresión y a la vez de unificación cultural. En Venezuela desde hace algunos años el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía ha venido dando apoyo sustentado a todas aquellas manifestaciones espontáneas de realizadores audiovisuales (la mayoría autodidactas) que se encuentran dispersos a lo largo y ancho de todo el país. Evidentemente, este fenómeno tiene su origen en la dichosa tendencia mundial que ha resultado en la masi-ficación de la tecnología, que en el área de la producción audiovisual no se queda atrás (para nadie ya es un secreto que en una PC portátil o “laptop” podemos editar una película completa). Estas manifestaciones que han sido identificadas como “cine y video comunitario” son una expresión cultural de extrema importancia debido a que conforman una ventana por la que podemos reconocer al ser social venezolano, y además promueve, debido a una distribución cada vez más importante gracias al apoyo del CNAC, el desarrollo de una identidad común y un sentimiento de pertenencia tan necesarios, a mí parecer, para el venezolano contemporáneo. En Margarita, pude compartir con dos de sus protagonistas en el festival, Aquiles Fernández y Alan González, ambos merecedores de sendos premios por sus trabajos. 4. El cine venezolano como negocio. Como punto final a estas reflexiones, quisiera resaltar el hecho de que el negocio del cine venezolano está en constante crecimiento desde hace ya un par de años. Rodrigo Llamozas,
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estimado amigo con larga y exitosa experiencia en el área de la distribución cinematográfica, confirma que la asistencia del público venezolano a las salas en las que se proyectan las realizaciones locales ha ido incrementándose de manera consistente. Según cifras de Cines Unidos, en el 2009 se estrenaron 8 cintas de producción nacional que llevaron a las salas a unas 450 mil personas. Ya en el 2010, gracias a éxitos como Las Caras del Diablo, Hermanos y Zona Cero, la taquilla nacional sobrepasó el millón quinientas mil entradas (la mayor cifra desde hace 20 años). Este año que inicia se espera por lo menos un estreno al mes de cine venezolano con el proporcional aumento en la venta de entradas. Todo lo anterior nos lleva a una sola y contundente afirmación: El cine venezolano es buen negocio. Y es éste comportamiento en el consumo el que podrá cambiar la visión que de dicha industria tienen los inversionistas privados. Estamos a la espera de que el Estado venezolano facilite el camino para la inversión privada en el negocio del cine y que de esta manera, dicha industria traiga no solo los beneficios materiales que derivan de las industrias productivas (generación de empleos, buenos dividendos para los inversionistas, desarrollo profesional, etc), sino también, en el caso del cine venezo-lano, que permita que dicha expresión artística y cultural ayude a darnos una identidad acorde a los nuevos tiempos del frenético mundo de hoy.VA
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Andrés Bello, el primer humanista de América Laura Castillo de Gurfinkel
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on Andrés Bello nació en Caracas el 29 de noviembre de 1781, la biografía de Bello que escribió Pedro Grases, Profesor del Instituto Pedagógico Nacional fue publicada en Argentina por las Edi-ciones del Tridente S.A.C. de Buenos Aires en 1946. En la nota preliminar Grases destaca que para esa fecha ya era copiosa la bibliografía de los estudios sobre la obra de don Andrés Bello, quien se denomina el “Primer humanista de América”. El profesor Grases menciona que este libro no aspira sino que prueba la constancia “de su dedicación personal comenzada a partir del momento en que ya residenciado en tierra venezolana pude reanudar las tareas que la guerra
Civil en España había interrumpido”. Considera que Bello quiso “incorporar la civilización en Hispano América, ya emancipada políticamente al movimiento universal de las ciencias y las letras, pidiendo prestado a Europa directrices y procedimientos”. Durante su permanencia en Londres (1810-1829) es cuando decide y concreta este pensamiento. Es bien conocida la calumnia que le atribuía a Andrés Bello el haber delatado al último Capitán General de la Colonia don Vicente Emparan el movimiento revolucionario proyectado para los primeros días de abril de 1810. Andrés Bello desempeñaba el cargo de oficial de dicha Capitanía, y que Bello en
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conocimiento del golpe político que preparaban los patriotas habría informado de ello a su superior con lo que habría abortado el movimiento independendista. Don Andrés Bello sintió profundamente el dolor por la acusación tan injusta y sufrió los sinsabores causados por la calumnia. Grases destaca que la equilibrada conducta de Andrés Bello en los postreros años de la Colonia de Venezuela de 1781 a 1810 le dio legítimo renombre en el medio caraqueño. Cuando en el año 1810 parte para Londres con Simón Bolívar y López Méndez para intentar la delicada labor diplomática con el Gobierno de Inglaterra, Bello recibe el reconocimiento público que merecía. Los acontecimientos lo mantuvieron lejos de su patria, primero en Inglaterra y más adelante en Chile. Quizás nunca pensó en 1810, camino de la Guaira que contemplaba por última vez “la ciudad que tanto estimó y añoró”. Posiblemente pensó que su ausencia sería de algunos meses y no que “estaría alejado del suelo natal durante los cincuenta y cinco años de su prolongada vida”. La vida de Andrés Bello se ha dividido en los primeros veintinueves que transcurren en Caracas de 1781 a 1810, los diecinueve años de permanencia en Londres hasta 1829, y los treinta y seis en Chile hasta su muerte en 1865. Pedro Grases en su libro cita un pensamiento de Bolívar contenido en la comunicación a los miembros del Gobierno de Cartagena, escrita en 1815 en el cual dice “Para juzgar de las revoluciones y de sus autores es menester observarles muy de cerca y juzgarlos muy de lejos”.
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Las primeras producciones poéticas de Bello, su actuación como maestro y la intervención en las tertulias literarias de Caracas se sitúan a fines del siglo XVIII, o sea antes de los 19 años de Andrés Bello. En el libro Juan Vicente González Páginas Escogidas, publicado por Monte Ávila Editores en 1986, pag.viii, se señala que mientras Andrés Bello representaba la tradición literaria hispanoamericana, Juan Vicente González representaba la inquietud romántica, la revolución del siglo XVIII, y que mientras Bello era Rector en Santiago de Chile, Juan Vicente González era periodista en Caracas. En el ambiente conservador de Chile Andrés Bello es un organizador, “no choca con revolucionarios y católicos, a todos los armoniza, ve llegar sus ochenta y cinco años entre el respeto y el cariño de todas las gentes; su obra fue lenta, tesonera, se conservó inalterable en la castidad de las ideas, sin torcerlas, sin aplicarlas tendenciosamente al interés y la vehemencia de sus pasiones humanas”. Don Andrés Bello murió en Santiago de Chile en 1865.VA