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Juncal Gómez Rivero y Marta Mesa Vizcaíno
ENTREVISTA DAMA DE LA SAL Juncal Gómez Rivero
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Un año inolvidable. Así espera Juncal Gómez Rivero vivir este año como Dama de la Sal. La joven, de 22 años, trabaja en la Universidad Miguel Hernández de Elche en un proyecto de esclerosis múltiple que compagina con su trabajo en Torrevieja como entrenadora personal, de grupos y readaptación. Estudió en el colegio público Inmaculada y en el IES Las Lagunas. Después cursó un Grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la UMH al tiempo que trabajaba como entrenadora personal y funcional en un gimnasio. Juncal tiene ganas de llevar el nombre de Torrevieja por bandera como ha hecho con el Club de Remo Torrevieja y con el Coro y Orquesta “Ricardo Lafuente”.
Juncal ha representado a Torrevieja a nivel deportivo y musical. Ahora lo hará en una nueva vertiente, como Dama de la Sal, un cargo que considera “muy importante”, ya que “al fin y al cabo somos la cara de Torrevieja”. “Ojalá toda la corte estemos a la altura de desempeñar lo que realmente es”. Juncal espera poder compaginar este cargo con su trabajo y sus actuales dedicaciones.
Pertenece al coro y orquesta “Ricardo Lafuente” desde que tenía 12 años, con el que debutó en su primer Certamen de Habaneras y Polifonía de Torrevieja, una cita que “tengo la suerte de poder vivir todos los años con mucha ilusión y ganas”. Antes, con tan solo 5 años, aprendió a tocar la bandurria en la escuela de Pulso y Púa “Cecilio Gallego”. Además, con 11 años se apuntó al Club de Remo Torrevieja, con el que compite en doble scull de remo de mar y olímpico y ha llevado “el nombre de Torrevieja a lo más alto del pódium a nivel nacional, autonómico e internacional”.
“Me presenté como candidata porque tenía muchas ganas de representar a mi ciudad como lo hago en otras ocasiones con el remo o las habaneras. Tenía ganas de poder vivir esta oportunidad desde dentro”. La idea, que tiene desde hace años, salió de ella. “Desde un primer momento dije en mi casa que quería ser Reina de la Sal y todo el mundo me apoyó en la decisión”. Juncal se iba a presentar en 2018, cuando tenía la edad mínima de 18 años, pero decidió “esperar porque era muy joven y empecé la universidad, e iba a ser complicado compaginarlo con los estudios y el trabajo”. “Ahora que he terminado la universidad, tengo un trabajo y estoy un poco más tranquila, pensé que era el año después de la pandemia”.
Si tuviera que promocionar Torrevieja, “invitaría a todo el mundo a venir a ver el puerto, los maravillosos atardeceres y las salinas”. También las habaneras y las fiestas patronales. “Soy una enamorada de la ciudad y para mí todo es bonito”.
De las fiestas patronales vive muy de cerca la procesión de La Purísima y la ofrenda floral. “Es muy bonita y como coincide con fechas navideñas, el alumbrado y los carteles de La Purísima que ponen por las calles. En esas fechas Torrevieja se convierte en magia”.
Juncal tiene recuerdos muy felices de la charamita cuando era pequeña. “Recuerdo ir todos los días al terminar del colegio corriendo, por la mañana y por la tarde, seguir los cohetes por la calle con mi tía, mi abuela y mis amigos”. En la ofrenda salía con el colegio y actualmente lo hace con la orquesta.
“No dudo que vamos a pasar un año maravilloso, además con la oportunidad de poder vivirlo todo por primera vez. Me atrevería a decir que vamos a ser la corte más afortunada porque todos tenemos muchas ganas de retomar esa normalidad aunque sea con unas medidas. Espero un año muy bonito y sobre todo inolvidable”.
ENTREVISTA DAMA DE LA SAL Marta Mesa Vizcaíno
Siente adoración por las fiestas de Torrevieja. Así es Marta Mesa Vizcaíno, una joven de 24 años torrevejense de pura cepa. Estudió infantil y primaria en el colegio público Cuba y secundaria en el IES Mare Nostrum. También se formó en el IES Las Lagunas, donde cursó el Grado Medio en Técnico de Emergencias Sanitarias. Actualmente trabaja en una heladería en La Zenia. Además de trabajar, dedica gran parte de su tiempo a hacer deporte en un gimnasio, entrenando tanto por la mañana como por la tarde. También aprovecha el tiempo libre con su familia y amigos. Este año augura que será imborrable y que llevará en el corazón a su abuela materna, que siempre la animó a presentarse como aspirante.
Este año para Marta va a ser muy especial como Dama de la Sal, ya que tendrá en su mente a su abuela materna “La Maurra”, que falleció hace muchos años pero siempre quiso que se presentara como candidata a la corte salinera. “Me impulsó mi abuela materna, creo que fue un pilar fundamental. Me presenté por ella y estoy muy orgullosa de haberlo hecho”. Esto, sumado a un cambio físico de la joven, precipitó la decisión. “Perdí 30 kilos y ahora me siento mejor conmigo misma. Por eso decidí presentarme este año, porque me siento cambiada tanto física como mentalmente”. Marta también contó con el inestimable apoyo de su familia.
Formar parte de la corte salinera significa que “vives las fiestas de forma más cercana; es otra experiencia distinta”. Por ello, Marta está “muy contenta y orgullosa” de ser Dama. “Ya dije en su momento que saliese quien saliese de mis compañeras lo íbamos a disfrutar las tres juntas. Eso es lo importante”.
En el exterior hablaría de Torrevieja y sus playas porque tienen calidad. También de las fiestas, como “el Carnaval, la Semana Santa y las Habaneras, que son conocidas a nivel nacional e internacional”, y de las comidas típicas de la zona. Como buena torrevejense, le gusta mucho la tradición culinaria de aquí, desde el caldero y el cocido con pelotas hasta el pulpo seco o el arroz y costra de su madre. Son algunos de los platos que su familia cocina muy a menudo y ella disfruta con ello.
A Marta le gusta ir a todas las fiestas de la ciudad, en especial al Carnaval y a las procesiones de Semana Santa. Y es que lleva el Carnaval en la sangre. “Desde pequeñita he salido en la comparsa ‘Blanca de sal y morena de soles’ que fundó mi abuela materna”. También ha salido siempre de costalera y de capirote en la cofradía Nuestra Señora de La Piedad.
En cuanto a las fiestas patronales, Marta vive muy de cerca la ofrenda, la procesión de La Purísima y la charamita –actos que su familia siempre le ha inculcado-, pero “me gustan todas por igual porque como soy de Torrevieja de toda la vida las siento muy dentro y a todas bajo”.
Recuerda que cuando era pequeña y se acercaban estas fechas “empezaba a preguntarle a mi madre cuándo eran y cuándo íbamos a ir”. “Siempre los nervios de ir al centro comercial a comprarte la ropa nueva para ponerte ese día, el qué llevar puesto en la ofrenda, el quedar con mi familia, mis tíos y mis primos para ver la ofrenda o la procesión… Todo eso es lo que recuerdo”.
Este año Marta espera que sea “inolvidable” porque “congeniamos bastante bien las tres”. “Que sean experiencias buenas, que lo pasemos lo mejor posible y que hagamos piña, que de eso se trata; que seamos las tres una. Que al final la corona es la corona, pero que seamos las tres una, y eso es lo importante”.