Escrito por FERNANDA CARUSO Ilustrado por VITU CARUSO
Escrito por FERNANDA CARUSO Ilustrado por VITU CARUSO
Shuy
Shuy es una monstruita muy simpática que vive en el palacio de un pueblo muy chico. Colecciona zapatos, no en pares si no de a uno. En realidad sus pies son muy pequeños para usarlos, pero como le gustan todos los días recorre el pueblo buscando zapatos y, cuando puede, se lleva uno. Esto causa algunos problemas, porque a veces los tiene que devolver. Tal fue el caso de nuestra amiga, la señorita Cenicienta. Fue Shuy quien se llevó el célebre zapatito de cristal. Luego, como todos sabemos, lo tuvo que devolver para que el príncipe la pudiera encontrar. Así que ya saben, si se les pierde solamente un zapatito, pídanselo a ella.
Eggy Eggy es coleccionista de huevos. Blancos, amarillos, marrones, tiene miles en su refugio en el prado. A veces tiene muchos de la misma especie, porque los abandonan sus papás, y esto a Eggy no le gusta. Está bien eso de tener un huevo de cada uno, pero al resto le gustaría darles un nido. El famoso Patito Feo fue una de sus confusiones huevísticas. Resulta que de tanto poner y sacar huevos de los nidos, se confundió y puso un huevo de cisne en el nido de una pata. Por suerte, todo terminó bien. Nuestro amigo Hans se enteró de la historia y la escribió (no sabía de Eggy, así que él no sale). A partir de ese día, Eggy presta mucha más atención en las adopciones de huevos.
Cookie
A Cookie le gusta coleccionar recetas. Cookie vive prácticamente sola en un bosque. ¡Le encantan los dulces! Cookie es rara hasta para ser monstrua. Inventa y colecciona recetas de los postres que más le gustan. Tiene millones de recetas, que casi nunca hace, pero le gusta tenerlas. Su única vecina es una bruja que le cae mal, y por esto nunca le ha hablado. Eso sí, hay que admitir que cocina unos postres maravillosos. Si alguna vez andan cerca de un bosque, pregunten por esta extraña monstruita en el pueblo más cercano. Allí van a conocer a dos hermanitos llamados Hansel y Gretel, y ellos les van a contar cómo la valiente y ermitaña Cookie los ayudó a escapar de esa mala y fea bruja pastelera.
Pupette
Pupette es un monstruo gordito y juguetón que colecciona marionetas de cualquier forma, tamaño, género, colores y vestidos. En fin, le gustan un montón las marionetas. ¡Nuestro amiguito es el dueño del famosísimo Pinocho! - ¡Pero cómo!- dirán ustedes- ¿Pinocho no es de Gepetto? No, el niño Pinocho es de Gepetto, la marioneta es de Pupette. - ¿Y eso cómo pasó?- se preguntarán. Pues bien, Pupette se llevó a Pinocho-marioneta. En el mismo acto, para que Gepetto no se quedara solo, dejó en su lugar a un niño que se veía igual a la marioneta, y necesitaba un papá. Claro que esto no lo sabe nadie, solamente Pupette, Pinocho-niño y su Hada Protectora. ¡Ahora lo saben también ustedes, chicos! Pero no se lo digan a Gepetto, no sea cosa que se ponga triste.
Hoody Ustedes conocen el bosque, ¿no? Pues bien, en el bosque, lugar favorito de los monstruos y los niños, vive una monstruita llamada Hoody. Ella es muy coqueta, y tiene manía por las capas. No solamente porque son abrigadas, sino porque también son lindas. Las tiene de todas las formas y tamaños. Las usa siempre. Estas capas son regalos de niñas que pasean por el bosque. Hoody les da cosas que ellas quieren, como frutas y flores. A cambio, ellas le dan sus capas. Después Hoody las acompaña a sus casas, o adonde sea que van, y las deja allí, sanas y salvas. El trato a veces no sale muy bien. Generalmente es porque las niñas no siguen a Hoody (quién las puede culpar, siendo esta monstruita tan vivaracha, no se le puede seguir el paso) o se pierden en el camino. Una vez le pasó eso con una nena que iba a visitar a su abuelita. No pudo seguir a Hoody y casi se la come el lobo. ¡Qué miedo! Por suerte nuestra amiga es también amiga del cazador oficial del bosque, así que pudo prevenir semejante catástrofe. Ahora ya saben que si andan por el bosque y quieren una fruta o una flor particularmente difícil de conseguir, siempre se la pueden pedir a Hoody, y ella va a ser feliz con su capa nueva. Eso sí, más vale que corran rápido y le sigan el paso, por las dudas.
Harry
Harry es un monstruo peluquero. Pero no es cualquier monstruo peluquero. Es peluquero de pelucas. Nuestro amiguito recorre todos los días el pueblo en busca de gente que le quiera dar su pelo, y con él hace maravillosas pelucas. Las hace de todos los largos, colores, formas y texturas. Cuando las termina, presta sus pelucas a personas que las pueden necesitar. La peluca favorita de Harry es también la del pelo más largo. Ese pelo solía estar en la cabeza de su amiga Rapunzel. Esta peluca en particular es mágica. Es mágica porque el pelo era mágico mucho antes de ser peluca. Además, hay que sumar la magia de los monstruos. ¡Es una peluca doblemente mágica! La peluca rapunzeliana se dedica a ayudar niños enfermos o tristes mientras duermen. Esa es su magia. Si un niño está triste o se siente enfermo, tiene que cerrar sus ojitos a la noche, pedirle a Harry que le preste la peluca, y al otro día ya se empieza a sentir mejor y más feliz ¡Que lindo! Ustedes también lo pueden intentar. Cuando estén tristes o resfriados, antes de dormir, cierren los ojos y pídanle la peluca mágica a Harry. Van a ver que al otro día se van a sentir mucho mejor.
Miri
Nuestra amiga Miri es terriblemente vanidosa. Le gusta pintarse, arreglarse, y sobre todo, MIRARSE todo el día. Miri colecciona, como habrán adivinado, espejos. Sí, leyeron bien, espejos. Es una enorme colección: hay grandes, medianos y pequeños. Ribeteados de oro y de cristal. Para paredes, carteras, y hasta para la billetera. El que más le gusta es el que está colgado en su vestidor, al lado de sus ropas, zapatos y pinturas. Este espejo tiene una particularidad: habla. Resulta que este espejo parlanchín estaba prisionero, y era muy maltratado por su antigua dueña, la bruja del reino. Miri lo rescató, y desde entonces, todos los días, el espejo le dice siempre que ella es la monstruita más bonita del reino. ¡Y es verdad!
Orson
Les presentamos a Orson. Este amigo nuestro tiene un sueño muy particular. ¡Quiere tener la mayor colección de animales del mundo! Orson vive en una granja muy bonita. En ella también viven 10 perros, una mula, ocho gatos, dos vacas, muchas gallinas y muchísimos pollitos. Hace unos meses, nuestro monstruo animalero ha hecho una gran suma a su colección ¡Ahora también tiene tres rosados, gordos y simpáticos cerditos!
Orson los rescató cuando estaban a punto de ser comidos por un malísimo lobo, y ellos se quedaron a vivir con él y su colección de animalitos. La Granja de Orson es eso, en realidad: un santuario de animales, donde tres cerditos, diez perros, una mula, ocho gatos, dos vacas, muchas gallinas y muchísimos pollitos pueden vivir felices y en paz.
Needle
Esta enana es Needle. Es terriblemente tímida, e increíblemente pequeñita. Le encantan las cosas brillantes. Vive en una mini casita improvisada en el sótano de un castillo lleno de caballeros, princesas y el resto de la comitiva. Todo lo que brilla puede no ser oro, pero ella igual lo guarda como un tesoro. Su casita está atestada de aritos, pedacitos de vidrio, algunos diamantes, chapitas de gaseosas y agujas. Estas últimas hicieron que esta monstruita le tenga mucho miedo a los humanos. Mejor dicho, hicieron que tenga mucho miedo por los humanos. Resulta que una nena la siguió una vez a su casa, se pinchó con la aguja de una rueca de su colección y, de repente, se durmió. Estuvo dormida muchísimo tiempo ¡Tuvo que venir un príncipe a despertarla y todo! Desde ese día sale solamente de noche, y cuida no cruzarse con nadie, por las dudas. Eso sí, sigue buscando y juntando todo lo que brilla. Anillitos, lapiceras, foquitos, cadenitas, moneditas y piedritas. Si la querés hacer muy feliz, dejale aunque sea una piedrita de color en la puerta de tu casa. ¡Pero no la espíes! ¡No la sigas! Si la piedrita no está al otro día, vas a saber que has hecho muy feliz a esta monstruita.
Tumy ¡Presentando al Gran Tumy! ¡El más pequeño y vivaracho de todos los monstruitos de nuestra colección! Este enanillo colecciona amigos. Su principal problema es que, dado su tamaño, nadie lo ve. Nuestro pequeñísimo monstruo pasea por todo lados (literalmente TODOS lados) buscando amigos para ampliar su colección. Para lograrlo, saluda a todos (sí, a TODOS) los que encuentra en su camino. De vez en cuando alguien lo ve y le contesta, y ¡ZAZ! tiene uno nuevo para su colección. Tumy es amigo de escarabajos, peces, piedritas y colibríes. También de duendes y hadas, que, como todos sabemos, son muy pequeños. Su mejor amigo es tan pequeño como él. Pero, a diferencia de él, no es monstruo, es un minúsculo humano llamado Pulgarcito. Además de ser de su tamaño, este niño es paseandero y simpático como él. Tumy y Pulgarcito salen de viaje cada dos por tres, a buscar amigos y aventuras a montones. Fijate si no los encontrás paseando por tu ciudad, saludalos y vos también vas a tener dos amiguitos más. Eso sí, ¡cuidado adonde pisas!
Sus imágenes y textos describen 10 monstruos imaginarios coleccionistas. Los mismos están, a través de sus colecciones, ligeramente relacionados con cuentos clásicos.