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Activa tus Hormonas

Activa tus hormonas felices

La felicidad está relacionada con varias situaciones de vida que podemos fomentar, entre ellas está la liberación de endorfinas, serotonina, dopamina y otros neurotransmisores asociados a la salud del cerebro.

¿Pero de qué manera podemos activar la producción de estas sustancias especiales?. Es un camino que muestra algunos puntos especiales entre los que podemos destacar:

• Estilo de vida saludable

• Nutrición balanceada

• Actividad física

Estos puntos pueden reducir la frecuencia cardíaca, presión sanguínea y ansiedad, todo esto nos lleva a activar nuestras hormonas felices. En este plan de producción tenemos además algo esencial; las emociones. Todos los sentimientos positivos logran activar la felicidad en nuestra vida y producen de manera constante sustancias que potencian plena alegría:

• El amor

• El placer

• El agradecimiento

• La satisfacción

Reconocidos especialistas, entre sicólogos, “coaches”, maestros de yoga, meditación, religiosos, etc., hablan del propósito de vida al igual que el auto conocimiento. Todas son parte de las estrategias más importantes para vivir con alegría y con gran energía vital. Las emociones y nuestra salud emocional y mental, son parte de la felicidad que tanto buscamos.

Revisemos algunos puntos principales, entre físicos y emocionales, que podemos tomar en cuenta para ver si estamos en buen camino o necesitamos implementar correcciones:

Alimentación

La ciencia indica que una alimentación saludable también conduce a la felicidad. El estado de bienestar físico es determinado, en gran medida, por cómo alimentamos el cuerpo; la nave que puede funcionar óptimamente si se cuida bien. Lo hacemos al adoptar hábitos diarios practicando una buena nutrición y un estilo de vida activo y saludable. También existen ciertos alimentos que potencian la segregación de las hormonas felices, que con equilibrio, las podemos incluir en nuestra alimentación.

Chocolate negro:

Estimula la liberación de dopamina y triptófano, un aminoácido que favorece la producción de serotonina. Cuenta con flavonoides, unos antioxidantes que protegen las células cerebrales del estrés oxidativo y mejoran el flujo sanguíneo.

Frutos secos:

Poseen grasas saludables, proteínas, fibra, vitaminas y minerales que aportan energía al cerebro. Almendra, nueces, pistachos, macadamia, contienen omega 3, magnesio, entre otras sustancias que estimulan la producción de hormonas felices.

Plátanos:

Grandes poseedores de triptófano, un aminoácido que el cerebro utiliza para fabricar serotonina. Contiene potasio, que ayuda a regular la presión arterial, y vitamina B6 que interviene en la síntesis de neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina que regulan el humor y la motivación.

Kombucha, yogurt, kéfir:

Aquí encontramos excelentes dosis de probióticos, bacterias beneficiosas que habitan en nuestro intestino y que influyen en nuestra salud física y mental. Algunos estudios han demostrado que los probióticos pueden mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y aliviar los síntomas de la depresión.

Espinacas:

Contienen ácido fólico, una vitamina del grupo B que participa en la producción de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y las endorfinas. Además, por su contenido en hierro, previene la anemia, una condición que causa cansancio y apatía y transporta el oxígeno a las células cerebrales mejorando el rendimiento cognitivo.

Actividad física:

Cuando hacemos ejercicio, nuestros músculos y cerebro aprovechan un mayor flujo de sangre que aporta oxígeno y nutrientes a las células del cerebro. Las vías de la dopamina en el cerebro también se estimulan cuando activamos el centro del placer. Por este motivo, se usa el ejercicio para tratar trastornos del ánimo, depresión y comportamientos adictivos como comer en exceso.

Meditación y relajación:

Tiene numerosos efectos en el cuerpo, incluyendo bajar la presión sanguínea, el pulso y aquietar la mente. El proceso paso a paso para activar la respuesta a la relajación incluye: Sentarse tranquilo en un lugar privado, relajar los músculos desde la cabeza hasta las puntas de los pies mediante la contracción y relajación de cada músculo. Debemos concentrarnos en la respiración profunda y pensar en una imagen relajante como las olas del mar.

Propósito:

Un principio clave de la “psicología positiva” es encontrar nuestro “por qué” o nuestro propósito. La felicidad realmente surge de vivir la vida que uno elija porque cumple con nuestros anhelos personales. Para ello debemos descubrir una pasión o algo que disfrutamos, establecer una misión para nosotros o para los demás, quizás algo que necesita el mundo. Nada mejor que hacer el bien para llenar el alma y producir hormonas felices.

Gratitud:

Agradecer a diario por las cosas que tenemos, las personas con las que contamos y las actividades que realizamos, nos hará sentir definitivamente más felices. En lugar de quejarnos o poner un halo negativo a nuestro alrededor, reformular la mente con gratitud puede llevarnos lejos; en lugar de quejarse de lo que está mal en la vida, pongamos el foco en las cosas buenas, grandes o pequeñas. Esto mejora el ánimo y nos nutre profundamente.

Gratitud:

Agradecer a diario por las cosas que tenemos, las personas con las que contamos y las actividades que realizamos, nos hará sentir definitivamente más felices. En lugar de quejarnos o poner un halo negativo a nuestro alrededor, reformular la mente con gratitud puede llevarnos lejos; en lugar de quejarse de lo que está mal en la vida, pongamos el foco en las cosas buenas, grandes o pequeñas. Esto mejora el ánimo y nos nutre profundamente.

Control:

Todos nosotros tenemos un círculo de influencia y un círculo de preocupación. El círculo de preocupación está conformado por todos los factores externos fuera de nuestro control, mientras que el círculo de influencia incluye lo que podemos controlar, como los hábitos personales. Elije un enfoque proactivo y trabajar en aquello que podemos cambiar, en lugar de preocuparnos por lo que no podemos cambiar. Asumir la responsabilidad por los hábitos y logros personales aumentará la confianza y sentido de felicidad. Tener una mente proactiva permite poner el foco en el cambio, en lugar de permanecer inmóviles y seguir paralizados por la preocupación y ansiedad.

La felicidad no es accidental y está comprobado que el dinero tampoco nos la entrega. Podemos lograr un camino hacia el bienestar físico, emocional y espiritual de una manera duradera, trabajando los aspectos que hemos mencionado. Recordemos que ser feliz tampoco nos libera de tristezas o momentos difíciles, lo importante es enfrentar las situaciones e implementar hábitos que tendrán un impacto positivo en nuestra salud física y mental. Finalmente esto nos llevará a mantener un estado de paz interior que definitivamente es parte fundamental de la felicidad.

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