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Contra la indiferencia

EDITORIAL

El primer paso para empezar a combatir la injusticia, erradicar la corrupción, desacralizar el poder o combatir el aburrimiento, es romper la apatía de la sociedad; sacarla de su zona de confort.

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Desde la fundación de Un Pasquín, en diciembre de 2006, en las ediciones de este periódico se ha destinado un generoso espacio a las caricaturas, ya que esta forma de opinar es esencial en el análisis de nuestra realidad política y social. Por estas páginas han desfilado los más importantes caricaturistas del país, quienes, con sus desinteresados aportes, con sus pullas, sus dardos y su capacidad de síntesis, han enriquecido el contenido de estas páginas.

En estos 16 años, y a lo largo de más de un centenar de publicaciones, los trazos de dibujantes consagrados y principiantes, tradicionales e innovadores, locuaces y silenciosos, tímidos y extrovertidos, colombianos y extranjeros, han abordado los temas más candentes del momento, para ayudarles a los lectores a tener una mejor comprensión del acontecer nacional e internacional, en impecables trabajos provenientes de sus blocs de papel bond, sus hojas de dúrex, sus iPads, sus cuadernos de notas, sus libretas de bolsillo o sus tabletas digitalizadoras.

Gracias a su particular visión del mundo, de las plumas, los lápices, los rotuladores y los bolígrafos de estos creadores fluyen mes a mes, día a día, las más variadas ideas, que aderezadas con una indispensable dosis de desparpajo e impertinencia se transforman en caricaturas que pueden sorprendernos, reconfortarnos, incomodarnos, interpretarnos o confrontarnos, pero nunca dejarnos indiferentes. Al fin y al cabo, el primer paso para empezar a combatir la injusticia, erradicar la corrupción, desacralizar el poder o combatir el aburrimiento, es romper la apatía del público; sacar a la de sociedad de su zona de confort. Y los caricaturistas lo saben.

En este número, Un Pasquín recopila muchos trabajos de esos dibujantes que con su ingenio nos mantienen despierta la conciencia, y que con su insolencia nos recuerdan que aún tenemos múltiples desafíos pendientes; no sólo como nación o comunidad, sino como individuos.

Este es, en esencia, un repaso del 2021 en grandes trazos.

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