La sierpe de siete cabezas POR HELMER HERNÁNDEZ ROSALES
La sierpe de siete cabezas Autor.
Helmer Hernández Rosales
La historia me la contó una vieja que habitaba en una vereda del río Mira. A su vez, ella la escuchó de su abuela quien la había oído de un pescador, durante un velorio.
Ilustración. Jhon Cortéz
Relatos libres del pacífico Vladimir Hernández Botina http://relatoslibres.tumblr.com
Proyecto. Dirección proyecto.
La obra escrita por Helmer Hernández y las ilustraciones elaboradas por JhonCortéz, se distribuyen bajo Licencia Creative Commons Atribución-Compartir Igual 4.0 Internacional.
LA SIERPE DE SIETE CABEZAS
La historia me la contó una vieja que habitaba en una vereda del río Mira. A su vez, ella la escuchó de su abuela quien la había oído de un pescador, durante un velorio. Esta refiere que en el lecho del portentoso Río Mira existe un nido de sierpes de siete cabezas; son reptiles descomunales y milenarios que pueden crecer hasta alcanzar el tamaño de un caserío.
A pesar de su aspecto, las míticas serpientes son pacíficas, permanecen adormecidas la mayor parte del tiempo y se alimentan de plantas y peces que las corrientes del mismo río les proveen. Ellas acostumbran a mantener sus cabezas sumergidas en el fondo fangoso, no tienen rivales y son casi inmortales. Sin embargo, durante el invierno la situación puede cambiar dramáticamente porque las tormentas con rayos que son muy frecuentes en la región, pueden convertirse en sus enemigos mortales.
Cuando un rayo cae en la cabeza de alguna de estas sierpes gigantescas, está se retuerce de dolor haciendo que las aguas del río pierdan el juicio y remonten sus cauces tradicionales, las aguas desbocadas inundan los caseríos y arrasan los cultivos, causando muerte y desolación entre las gentes que viven en las orillas del río.
Después que las aguas vuelven a su cauce, el río Mira mantiene un color barroso y un olor fétido por varios días, lo cual es indicio de que en algún sitio de su lecho se descompone el cuerpo inerme de una serpiente de siete cabezas que murió electrocutada por un rayo.
La obra escrita por Helmer Hernández y las ilustraciones elaboradas por JhonCortéz, se distribuyen bajo Licencia Creative Commons Atribución-Compartir Igual 4.0 Internacional.