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director GENERAL Armando Castilla Galindo
Editor de Vmás en Vanguardia. Crítico de cine. Autor de la columna dominical “Vanguardia Reseña” y la crítica semanal de cine en video.
editor Carlos Díaz Reyes jefe de diseño Pablo Granados Diseño/Ilustración Esmirna Barrera Victoria Carrillo Guillermo Vigil Juan Ramón González Emanuel Toledo Eduardo Galván Diego Ramos producción Andrés Cruz PUBLICIDAD 450 10 00 ext.1500/1501 Suplemento del periódico Vanguardia. Oficinas: Bulevar Venustiano Carranza No. 1918-B Colonia República Oriente, Saltillo, Coahuila. Impreso por el Grupo Editorial de Coahuila, S.A., de C.V. Distribuido por Repartovan Internacional, S.A de C.V. www.vanguardia.com.mx/ Saltillo, Coahuila Reporta tus eventos Tel 450 1004 ext. 1250/1251
‘sTAR wars’
El despertar del suplemento En honor al estreno del Episodio VII, “El Despertar de la Fuerza”, hemos creado un suplemento hecho por los más grandes expertos de la saga: los fanáticos.
P
ocas experiencias cinematográficas infunden tanta pasión como “Star Wars”. Al leer los textos que conforman este suplemento, uno se da cuenta de inmediato que fueron escritos con gusto y amor. Ese cosquilleo que despierta en nosotros ver las letras que rezan “hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana...”, esa es la materia prima de este documento. Por eso no podía ser de otra manera. Los autores de un suplemento de “Star Wars”, lanzado en honor al estreno de “El Despertar de la Fuerza”, tenían que ser por obligación fanáticos, gente que vivió desde la infancia más temprana hasta la adultez a bordo del Halcón Milenario, yendo de Tatooine a Endor una y otra vez, pasando por las diferentes Estrellas de la Muerte y disparando a mansalva desde un X-Wing. Esas mismas personas que gritaron al enterarse de la creación de una nueva trilogía que continuaba la historia que se creía concluida con “El Regreso del Jedi” (1983). Un grito que pudo
significar dos cosas opuestas: emoción por ver de regreso a Luke, Leia y Han y miedo por pensar que se trataba de una mala decisión por parte de los grandes estudios de cine (en este caso Disney), quienes con la intención de seguir sacándole millones a la saga lanzarían más películas que no eran del todo necesarias. Algunos recordarían como una pesadilla la decepción de “La Amenaza Fantasma” (1999) y otras dos películas que no estuvieron a la altura de la saga original. Es correcto decirlo, el dinero es el principal aliciente de los nuevos Episodios, pero bastó este anuncio, la sola idea de nuevas aventuras en esos rincones de la galaxia, para que estuviéramos a bordo, con o sin miedo. Porque “Star Wars” tiene ese poder sobre nosotros, porque sus entrañables personajes, sus fascinantes mundos desconocidos y sus macabros villanos se vuelven la última gran fantasía cinematográfica. Un mundo de aventuras donde los más insignificantes pueden convertirse en poderosos jedi. Vale la pena, entonces, recordar todo lo que nos ha dejado esta franquicia, encontrar entre líneas (y de forma más explícita) la razón por la que nos fascina este mundo y por qué sentimos miedo al pensar que pueda caer en manos equivocadas, en el verdadero lado oscuro. Aquí encontrará desde anécdotas personales hasta listas que nos recuerdan su impacto en la cultura popular, así como pinturas e ilustraciones que trascienden las palabras. Un universo que se multiplicó hasta el infinito en diversas historias que se publicaron en libros y cómics (las cuales ahora ya no figuran de forma oficial en la trama) y una cantidad igual de gigantesca de parodias y referencias en muchas otras series y películas, hechas por personas similares a las que ayudaron a crear estos textos. Siempre hemos querido demostrar de alguna manera nuestro cariño por esta historia. Como una manera de agradecer y hacer saber al mundo lo que significa para nosotros. Así surge de pronto la necesidad de hacer referencias y tributos, de mencionar a Luke y sacar frases de Yoda que resumen las filosofías de vida más profundas. Así que ahora nos adentramos de vuelta en el universo que ya creíamos terminado (a excepción de aquellos que se mantengan al tanto de las series animadas y otros medios). Este año, de forma masiva, de nuevo en la pantalla grande, tendremos ante nuestros ojos la respuesta al “¿qué sucedió después?” No, la historia no terminó con Luke y Leia aceptando su parentezco, ni con Darth Vadaer redimiendose, ni con los Ewoks bailando en una fiesta que celebraba la caida del Imperio. Hay un nuevo llamado y también es motivo de festejo.
VANGUARDIA mx | Miércoles 16 de diciembre de 2015
A
los 10 años ya era un cinéfilo asiduo a las funciones de matineé de los domingos, en las que teníamos opciones desde películas mexicanas de “El Santo y Capulina”, hasta superproducciones como “King Kong”. A veces, las escapadas al cine con mis papás y mi hermana nos llevaban hasta la vecina ciudad de Monterrey, a donde, como sigue siendo costumbre, se reservan algunos estrenos nacionales en relación al resto de las ciudades del país, y no se me va a olvidar que un buen día de 1977 acudimos a las salas del Cinema Cuauhtémoc 70, donde mi vida como muy joven cinéfilo y cineasta en potencia cambiaría para siempre. El viaje de aquella inolvidable montaña rusa de emociones, propiciada por la imaginación de George Lucas, se iniciaba desde que las luces del cine se apagaban para después de leer en la pantalla grande el epígrafe de “Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana”, acompañado de la gloriosa música del maestro John Williams y antecediendo a una inmensa nave entrando a cuadro, antes de ver a Darth Vader sometiendo a sus poderes a la Princesa Leia. Aquello representó el llamado a mi vocación de entonces en adelante. Para esto, el Alfredo de aquel entonces ya escribía cuentos, pero ver “La Guerra de las Galaxias”, y ser receptor del subsecuente bombardeo de mercadotecnia que detonó, sólo ocasionó que mis nuevas historias tuvieran ya a sus primeros actores en las figuras de acción de Luke Skywalker, Han Solo, Darth Vader, Ben Kenobi, Chewbaca y hasta la Princesa Leia, porque aun-
que la figura de Leia era propiedad de mi hermana Sandra, se necesitaba la obligada “damisela en apuros” con la que todos los involucrados, buenos y malos, tenían que convivir para generar el conflicto que gestaría cada nueva aventura. A falta de una cámara de cine que captara todos aquellos juegos, las historias de las figuras de acción en los terrenos de la casa familiar si bien no se quedaron impresas en cintas de super 8, sí lo hicieron en mi memoria, ya que propiciaron la creación de los primeros cuadros cinematográficos que se materializaban en mi cabeza. En 1983 terminó la primera trilogía de “La Guerra de las Galaxias” con “El Regreso del Jedi” y el final de la saga, hasta donde sabíamos entonces. El Alfredo niño se convirtió en un Alfredo adolescente que para mediados de los años 80, cuando terminó la preparatoria, no dudó ni por un instante que el trabajo que quería desempeñar por el resto de su vida era el de contar de historias a través del cine. Por eso tomó de inmediato la oportunidad que le ofrecieron sus padres de estudiar la carrera de comunicación en el Tecnológico de Monterrey, donde tuvo la oportunidad de filmar un anhelado primer cortometraje, ya no tanto en 8 mm, sino en un formato semiprofesional de 16 mm. Irónicamente, el nuevo cineasta que se había nutrido del imaginario de George Lucas y su desfile de personajes, ya había conocido hasta ese punto trabajos de mexicanos como “El Lugar sin Límites”, que el maestro Arturo Ripstein fue a proyectar a mi Alma Mater en ocasión de la inauguración del Centro de Proyectos Cinematográficos (poco antes de que filmáramos en uno de sus sets el cortometraje); de los de
Esmirna Barrera
Mi gurú George Lucas
españoles, como el mentor de Ripstein en su respectivo oficio, el genial Luis Buñuel o de ingleses como Alfred Hitchcock; de norteamericanos como Orson Welles o de italianos como Michelangelo Antonioni, que a su vez fueron influencia directa si no para el mismo Lucas sí para contemporáneos suyos como Steven Spielberg, con quien hizo su respectiva mancuerna de aventuras de “Indiana Jones”, por ejemplo. Pero volviendo a ese que fue mi
primer cortometraje titulado “El Encuentro”, en el que actuó como un solo personaje mi amigo, tocayo y paisano Alfredo Huereca, tuvo en su persona más a un protagonista de una historia de Hitchcock que de Lucas. Pero ese motor que echó a andar aquel gurú con sus relatos intergalácticos, representó en mí el despertar de una pasión por contar historias que se mantiene a la fecha. Gracias totales, George Lucas… y que tu fuerza nos siga acompañando.
VANGUARDIA mx | Miércoles 16 de diciembre de 2015
Perspectiva de ‘Star Wars’ de una ‘millennial’ Millennial: También conocida como Generación Y, es la cohorte demográfica que sigue a la Generación X. Nacidos entre las décadas de los 80, 90 y principios de 2000, las características varían según la región, pero por lo general se caracteriza por su uso masivo de las redes sociales y su familiarización innata con la comunicación, los medios y la tecnología digital.
C
uando la primera película de “Star Wars” llegó en el año 1977 fue toda una revolución. Y en aquel entonces todavía faltaban 17 años para que yo llegara a este mundo. Así que sí, crecí con “spoilers” sobre esta gran saga, “spoilers” doblados que veía en el Canal 5, sí super chafa el asunto. Y digo “spoilers” porque cuando estaba más grande vi el pedazo en donde Anakin Skywalker se quema en el río de lava y parece un bombón en fogata, ugh, horrible la escena, luego me acuerdo que cambié de canal. Cuando estaba más grande, descubrí que esta saga dividía al mundo en dos, es decir, los que no la habíamos visto y los que iban por la vida presumiendo que sí. En ese entonces estaba en secundaria. Cuando estaba en la prepa era (¿soy?) muy antisocial, así que no tenía muchos amigos, tenía como tres y ellos fueron los que me hablaron de la saga y me platicaban cosas. Fuera de eso creo que todos crecimos rodeados de productos de “Star Wars”, máscaras de stormtroopers, figuritas de Darth Vader y la mítica frase de “I am your father”, que todos leemos con la vocecita de este gran antagonista, y no se diga la eterna corrección de es R2D2 no Arturito, como mi tío. Estaba en la licenciatura cuando por fin vi la saga completa y este es el momento en el que me matan, como yo no sabía ni qué pues primero me aventé “The Phantom Menace” (ya sé, ya sé no me regañen). Luego, para fortuna de todos, el más geek de los geeks de la ciudad me rescató y vimos las películas “en orden” (sí entrecomillado, porque si nos ponemos hablar del orden correcto no acabamos).
Luego todo fue como un ¡pum!, un gran golpe en la cara, y no hacía nada más que un millón de preguntas… “pero ¡Luke y Padme!... ¡¿pero por qué?!... aaah él es el que... ¡¿cómo que está muerto?! Ahora todo tenía sentido, Anakin es Darth Vader. Padme tiene dos bebés que son separados al nacer para que su papá loco crea que todos están muertos, Luke y Leia, que van por el gran universo ignorando su parentesco y ¡luego se besan!” Luego, como buena “millenial” me sorprendió ver lo joven que era Harrison
Ford, luego me hice muchas preguntas sobre los efectos especiales, ¿Cómo le hicieron en el 77 para hacer eso? ¡Quiero un Ewok! ¡Liam Neeson salió ahí antes de “Taken”! Después de que mi cerebro proceso toooodo eso, me alegré de haber entendido de que hablaba el resto del mundo y comprendí porque mucha gente es fan y por qué otra no. Actualmente cuando mi mejor amigo y yo estamos depres “sentimos desequilibrios en la fuerza”, o cuando de verdad, de verdad, quiero algo con todo mi ser, me digo a mi misma “usa la fuer-
za” y varias veces me ha funcionado (¡de verdad!). El problema son las nuevas películas que vienen, sí es un problema para los que no tenemos buena retención, o sea, no me acuerdo que hice el sábado pasado, cómo quieren que cuando vea las nuevas tres, con tantos años de diferencia me acuerde de las otras seis. Ahora imaginen todo ese coraje que les va a dar a los fanáticos cuando vean estados en Facebook de gente que no tiene idea presumiendo que ya vió la película; todos esos “screenshots” que vamos a ver de gente ridícula equivocándose de la peor manera y de la que nos vamos a reír y tener mucha pena ajena… sí esto va ser un caos, ya casi puedo leer las notas en El Deforma y ver todos los memes. Cuando salió el trailer todos comenzaron a compartir sus teorías de quién es quién y ¡¿por qué no aparece Luke?! Los boletos del estreno salieron a la venta y obviamente yo no compré. Para cuando me enteré, ya se habían agotado, ahora voy a tener que vivir bajo una roca y alejarme de las redes sociales ese día para evitar los “spoilers”. Y ahora, ¿de qué se van a tratar esas tres nuevas películas? ¿Quién va ser el villano? Y lo más importante ¡¿quién es esa hermosa chica que sale en el trailer?! Lo que sí tengo que reconocer es que me encanta la idea de que salgan los mismos actores de hace años, wow, cuando leí eso me dió mucho gusto. Me encantó ver en el trailer al dúo dinámico, Han Solo y Chewie, fue mi parte favorita aunque todos se chiflaron con la nueva espada láser y hablaron de eso durante días porque #Nerdgasm. Finalmente les confieso que no tengo tantas expectativas, más bien tengo preocupación por la saga. Lo que sí me urge saber es qué pasa en esa línea del tiempo donde vimos por última vez a nuestros personajes, que obviamente envejecieron y ahora ¿quién lidera y comanda el lado oscuro de la fuerza? ¿Volveremos a escuchar la marcha imperial? ¿El Halcón Milenario necesitará reparaciones? ¿R2-D2 los sacará de un aprieto? Eso, mis amigos, lo descubrirán en la noche del estreno. Me despido de ustedes no sin antes brindarles los medios por los cuales pueden desatar su furia fanática, en Twitter me encuentran como @Yessicastillor y todos sus correos de odio y mentadas de madre serán ignorados en yessica.castillor@gmail.com
VANGUARDIA mx | MiĂŠrcoles 16 de diciembre de 2015
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VANGUARDIA mx | Miércoles 16 de diciembre de 2015
DEMASIADO GEEK PARA DEJARLO PASAR*
‘Star Trek’ vs. ‘Star Wars’
¿Cuál Universo es mejor? ¿Se imaginan al capitán James T. Kirk enfrentando los ejércitos imperiales de Darth Vader?
A
VANGUARDIA mx | Miércoles 16 de diciembre de 2015
l espacio: la frontera final... Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana…, la cultura nerd inició la más inútil de las discusiones bizantinas, si las hay: ¿qué es mejor, “Stark Trek” o “Star Wars”? Los fanáticos de uno y otro universos iniciaron esta otra batalla estelar después de que, en 1977, la primera cinta de George Lucas atrajo a una primera legión de admiradores. Lo curioso es que, antes de que ambas sagas fueran enfrentadas, se intentó comparar a “Star Wars IV: Una Nueva Esperanza”, con el inmenso referente de la ciencia ficción en el cine, la clásica “2001: Una Odisea Espacial”, la historia que Arthur C. Clarke escribió para que la filmara Stanley Kubrick. Sin embargo, a la velocidad de un warp, se cerró ese capítulo y los seguidores de “Star Wars” enfocaron sus cañones láser hacia la tripulación del Enterprise. Los argumentos de uno y otro bando se esgrimieron en batallas que alcanzaron niveles épicos, al grado que hace unos años, William Shatner -nada menos que el capitán James T. Kirk-, recurrió a su canal de YouTube para declarar de una vez por todas que “Star Trek” era superior a “Star Wars”. En medio de eso, tomó unas cuantas fotos a Carrie Fisher –la princesa Leia-, quien defendió a “Star Wars”, y Shatner no resultó ileso. La escaramuza fue disipada salomónicamente por George Takei –el señor Sulu-, quien instó a la paz entre la gente “Star”, debido al surgimiento de un potencial enemigo común, que finalmente no figuró: “Crepúsculo”.
/ JR GonzÁlez
STAR TREK Creada en 1966, la serie no fue un éxito inmediato. No podía serlo porque no se trata de un amor a primera vista, hay que escanear su interior. Es un universo intelectualmente fascinante, habitado por personajes con los que puedes relacionarte y que despliegan interesantes dilemas morales, preservando la integridad de una utopía. “Star Trek” allanó el camino para que la ciencia ficción y la fantasía fueran tomadas en serio, además que se alejó de la atmósfera militarista imperante en la época de la Guerra Fría. El primer prototipo del transbordador espacial estadounidense fue bautizado como Enterprise, por la avalancha de cartas que los trekkies enviaron a la Casa Blanca. Y es que el creador de “Star Trek”, el productor Gene Roddenberry, presentó el espacio como la última frontera que debe ser explorada por un grupo diverso pero unificado de extraterrestres y humanos de diferentes razas. Los trekkies destacan la sociedad utópica incluyente y pacífica que perfilan los miembros de la nave Enterprise, cuyas historias son impulsadas por los personajes, en lugar de por armas poderosas y escenas de batalla. Ellos son atractivos, agradables, carentes de perfec-
ción..., y a punto de que “Viaje a las Estrellas” cumpla 50 años, los defectos de sus personajes los hacen entrañables. STAR WARS Una década después del despegue de la Enterprise, “Star Wars”, una historia de princesas, caballeros y villanos habitantes de mundos mágicos, marcaron no a una, a dos generaciones, y va por la tercera. Fanáticos de “Star Wars” dicen que las historias de la rebelión contra el Imperio Galáctico encierran lecciones de vida: Las decisiones que tomamos hoy afectan no solo a nuestra generación. George Lucas no presenta una versión idealizada del futuro, como “Star Trek”. No, en la galaxia muy, muy lejana, los héroes hacen lo que pueden para ayudar a los demás. Para algunos, la Orden Jedi enseña tolerancia, compasión y comprensión en un cosmos caótico. Vaya, hasta personifican el sacrifico por el bien común, porque se adentra en el reino espiritual con la Fuerza. Los críticos de “Star Wars” destacan lo simplista del argumento, sostenido por una filosofía maniquea del bien contra el mal en los planos secular y espiritual: Imperio vs. Rebelión y Sith vs. Jedi. George Lucas ha dicho que él estaba escribiendo “La Guerra de las Galaxias” durante el apogeo de la transmisión de “Star Trek”. Vio el programa e incluso asistió a las convenciones Trek. “Star Trek” amplió su mente en términos de lo que era posible. “La historia es lo que hace que funcione”, dijo. LA FUERZA ES FUERTE EN ÉL Pese a las diferencias irreconciliables entre una y otra franquicia, se cumplió la profesía que afirmaba que alguien vendría a equilibrar la Fuerza, pero el Elegido no fue Anakin Skywalker, sino el director J.J. Abrams. En efecto, Abrams, quien relanzó la saga de “Star Trek” con dos cintas para Paramount, fue reclutado por George Lucas para dirigir la nueva película de “La Guerra de las Galaxias”, que arranca una nueva trilogía con la esperadísima “Star Wars Episodio VII: El Despertar de la Fuerza”. Así que sí hay alguien que anda en ambos universos. Pero J.J. Abrams no es el único fanático de las dos series que arma aventuras en las “Star”. John J. Mejía, imaginó al capitán Kirk luchando contra los ejércitos imperiales de Darth Vader, y el resultado es un relato no oficial -pues se escribió sin autorización de los dueños de los derechos de ambas franquicias-, pero que tampoco tiene fines de lucro y que puede leerse en internet: “Huyendo del Imperio”. El texto, una mera curiosidad geek, reúne eventos y personajes de “Star Trek” y “Star Wars” en una historia que los mezcla, aunque todos sabemos que las sagas originales ocurren en diferentes universos. Larga vida y prosperidad. *Con perdón de José Luis Zárate.
VANGUARDIA mx | Miércoles 16 de diciembre de 2015
Los mejores 7.- CHEWBACCA
6.- YODA
Sí, el de los diálogos profundos, el que no sabemos si extraña a su amigo Han Solo o sólo quiere una banana. Su mera combinación de gigantón y oso de peluche habría sido suficiente para volverlo inolvidable, pero es además el rudo obligatorio en todo equipo, el que primero surte guamazos y después dialoga.
Aunque el maestro es más viejo que Chabelo y nunca lo vimos joven en pantalla, el sabio Yoda representa precisamente una de las enseñanzas capitales de la saga, que la Fuerza no reside en el tamaño (quizás esté en un agente genético determinante como los midiclorianos, pero definitivamente en el tamaño no).
5.- PRINCESA LEIA ORGANA
4.- JABBA EL HUTT
Quizás la única mujer con un papel realmente activo en toda la saga. No sólo es mejor diplomática y guerrera de lo que jamás fue su fastuosa madre, también es capaz de ironizar, disparar un arma, meterse a la guarida de un mafioso para salvar a su novio, matar al mafioso y hacerse unos peinados increíbles.
¿A quién no le gustan los mafiosos? Al menos en la ficción, los capos nos resultan cautivadores, no importa si pesan media tonelada, chorrean mucosidades y tienen pésimos hábitos para comer. Jabba, esa larva paquidérmica, era un próspero jefe criminal, pero fue devorado por sus propios vicios y corrupción.
5.- BOSS NASS
4.- PADME AMIDALA
Los peores 7.- SHMI SKYWALKER
6.- Jango y Boba Fett
El misterio no es si la mamá de Vader lo concibió de manera inmaculada, sino qué pudo aportarle a su hijo para que no se convirtiera como ella en mero espectador. Uno esperaría que fuera una combinación de Sarah Connors y la Teniente Ellen Ripley, pero es un personaje más pálido que un menonita.
Tratándose de algo más que un padre e hijo, sino de un clon, podemos tratarlo como un solo personaje. Pese a su reputación y ser uno de los “cosplay” favoritos de “freakies”, poca acción les hemos visto, sobre todo a Boba que en la tercera entrega no hizo otra cosa que morir de la manera más babosa.
Luce como el dinosaurio Earl Sinclair con una pizca de Patas Verdes, pero no es esa la razón de que sea uno de los menos favoritos del este universo fílmico. Además de ser otro discurso sobre las culturas orientales, es un ser francamente fodongo que inexplicablemente es líder de una nación y ejércitos poderosos.
No importa que la interprete sea una de las mejores actrices de Hollywwod. Su personaje siempre navegó entre lo plano y lo anodino. Todo lo que se esmeró el diseño de producción, vestuario, maquillaje y peinados para hacerla algo exuberante y fuera de este mundo, nos habla de lo vacío que estaba por dentro.
VANGUARDIA mx | Miércoles 16 de diciembre de 2015
3.- OBI WAN KENOBI Este viejo ermitaño es de lo poco que queda de aquella antigua y orgullosa orden de caballeros del sable láser. Aunque nunca alcanzó el nivel de perfeccionamiento de Yoda o de su mentor, Qui Gon Jinn, es imposible no profesarle inmediato respeto, dada su innegable sabiduría y elevada categoría moral.
3.- WATTO Este repulsivo zancudo gigante, la pesadilla CGI de un comercial de insecticida, es el comentario de George Lucas hacia los judíos y no es nada elogioso. Su papel es muy relevante, pero uno no llega a comprender jamás cómo es que un bicho contrahecho de 30 kilos, con un puesto de fayuca en la pulga, es un esclavista al que hay que respetar.
2.- HAN SOLO
1.- DARTH VADER
Este forajido, mezcla de vaquero, piloto y mercenario intergaláctico es todo en lo que nuestras mamás nos han aconsejado que evitemos ser (aunque no creo que les habría importado darnos a Han Solo como padre). El Capitán Solo es el más sarcástico del clan de los buenos, lo que lo hace simpático e irresistible para las damas.
No sólo es el villano más cruel del universo fílmico, sino que su perfecto atuendo nunca pasa de moda, tiene un físico de levantador de pesas y la mejor voz de la galaxia. El sueño de toda historia es construir un personaje tan relevante, tan trascendental como el Sith Lord. Es el arquetipo de la maldad, la encarnación de los gobiernos tiránicos y la fuerza militar al servicio de los regímenes totalitarios. Es el Diablo a escala sideral.
2.- JAR JAR BINKS
1.- ANAKIN SKYWALKER
El personaje no está en primer lugar porque no tiene mayor relevancia. Para la trilogía de precuelas, Lucas quiso introducir un nuevo patiño modelado por computadora. Pero resultó la antítesis de lo entrañable. Un irritante cliché animado criticado por razones cinematográficas pero también políticas.
Es curioso que el mejor personaje de toda la saga sea al mismo tiempo el peor. La versión embrionaria del que llegara a ser el ser más temible del Universo no corresponde con el niño triste ni mucho menos con el mozo berrinchudo, insoportable, incapaz de hacer méritos para lamentar que se nos vaya al Lado Oscuro.
AGENCIAMAZDASALTILLO
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Los mejores y peores
El siete es un número cabalístico aun en la más lejana galaxia. Por ello, y con motivo del estreno del séptimo episodio de esta saga, vamos a hacer una relación de los siete mejores y los siete peores personajes que “Star Wars” nos legó
VANGUARDIA mx | Miércoles 16 de diciembre de 2015
El universo perdido U
na de las objeciones por parte de la comunidad de fanáticos de “Star Wars” desde que se anunció “El Despertar de la Fuerza”, es que Disney decidió desechar el Universo Expandido, y lo redujo a una simple historia alterna que ahora será llamada “Star Wars Legends”. Si usted no ha seguido la saga antes y ahora desea sumarse a la fanaticada, podría serle una buena noticia, sólo bastará con conocer las seis películas y las series de “Clone Wars” y “Star Wars Rebels”, que es lo único que ha quedado como canónico (parte de la historia oficial). Sin embargo, atenerse al nuevo canon significaría perderse un vasto y complejo universo de aventuras que se han abordado en cómics, videojuegos, libros, etcétera. Aquí les presentamos algunas:
La formación de la Antigua República: 25 mil años antes de los acontecimientos de “A New Hope” se creó la República Galáctica, gracias al descubrimiento de la navegación espacial por hiperpropulsor (eso que sucede afuera del Halcón Milenario, cuando las estrellas parecen deformarse). Esta invención ayudó a conectar a los distintos planetas de la Galaxia. Al principio hubo una especie de alienígenas llamados rakata que eran sensibles a la fuerza por naturaleza y usaron sus poderes para crear un imperio, pero una epidemia hizo que perdieran sus poderes y así Coruscant y otros planetas se aliaron para derrocarlos y crear la república. Darth Bane: Mil años antes de los acontecimientos de las películas se unió a la antigua Orden Sith pero descubrió que si quería la victoria era necesario seguir lo que él llamó la Regla de Dos, en la que sólo deberían existir dos siths, uno para tener el poder y otro para desearlo (Yoda menciona esto en el “Episodio I” en el funeral de Qui-Gon). Mató a todos los miembros de la Orden y se quedó sólo con una aprendiz, Darth Zannah. Después de esto, los siths actuaron por mil años a escondidas, haciéndose de poder en la república y esperando el momento perfecto para atacar e instaurar el imperio.
Darth Plagueis: En el “Episodio III” Palpatine le habla a Anakin Skywalker de un sith que logró aprender cómo detener la muerte de las personas para persuadirlo de volverse su aprendiz. Darth Plagueis encontró a Palpatine cuando apenas era un joven rebelde y maleducado de una familia adinerada de Naboo y lo tomó como aprendiz cuando Palpatine mismo mató a su familia. Este Lord Sith se obsesionó con la idea de crear vida por medio de la Fuerza, mientas Palpatine se abría camino en la política, pero este último lo asesinó después ser electo Canciller Supremo y sentir que ya no lo necesitaba para alcanzar sus planes de gobernar la galaxia. Quinlan Vos: Fue un jedi importante durante las Guerras Clon y buen amigo de Obi-Wan. Aparece unos segundos en el “Episodio I” en Tatooine al fondo, cuando QuiGon Jinn descubre a Anakin. En ese momento estaba en una misión en cubierto, pero su historia se desarrolla en los cómics, donde se puede ver cómo se le encomienda hacerse pasar como aprendiz del Conde Dooku, al que al mismo tiempo le hace creer que le sirve de espía en las filas de la República. Él, junto con otros jedis, logra sobrevivir a la Orden 66.
Darth Krayt: Fue jedi durante las Guerras Clon, pero logró sobrevivir a la Orden 66 refugiándose en Tatooine, viviéndo entre los tusken y odiando a Darth Vader y al emperador por acabar con la Orden Jedi. Obi-Wan lo derrotó cuando trataba de atacar la granja de los tíos de Luke y al ser derrotado, dejó los tusken y se convirtió en cazarrecompensas. Tiempo después descubrió que Obi-Wan trataba de defender al hijo de Anakin Skywalker quien en verdad era Vader. Cayó al lado oscuMara Jade: Sirvió como asesina personal del emperador pero cuando lo asesinaron decidió hacerse contrabandista. En ese tiempo comenzó a relacionarse con Luke Skywalker, con quien más tarde se casaría, y al ser ella sensible a la fuerza recibió entrenamiento de Luke y se convirtió en maestra de la Nueva Orden Jedi. Juntos tuvieron un hijo al que llamaron Ben Skywalker.
ro y así creyó que con su poder podría vencer al Imperio, pero después se dio cuenta de que Luke ya había vencido a Vader y Sidious. Logró mantenerse con vida casi 100 años y en el transcurso formó su Nueva Orden Sith. Supo de un descendiente de Anakin, llamado Cade Skywalker que aprendió el poder que este siempre quiso, detener la muerte de las personas. Entonces emprende una incansable búsqueda para poder volverse inmortal y ser el Señor Oscuro por siempre.
Jacen y Jaina Solo: Hijos gemelos de Leia y Han Solo, ambos caballeros de la Nueva Orden Jedi que Luke comenzó. Jacen se alejó por un tiempo y sucumbió al lado oscuro con el nombre de Darth Caedus, hasta que fue asesinado por su hermana, terminando así con la sucesión de los siths de la Regla de Dos.
VANGUARDIA mx | Miércoles 16 de diciembre de 2015
El cínico al que todos aman
L
a escena todos la conocemos y es una de las más emblemáticas de “The Empire Strikes Back”: Han Solo será congelado vivo en carbonita y antes de marchar hacia su cruel destino le planta a Leia un apasionado beso de despedida. La princesa, temerosa de que su hombre muera, le confiesa por primera vez lo que ya todos sabíamos: que lo ama. ¿Y qué obtiene por respuesta? Un repentino, icónico, cuestionable y digno de análisis: “Lo sé”. En aquel momento, estoy segura, mujeres de todas las edades que observaban en las salas de cine el segundo filme de la saga original, experimentaron un enamoramiento objetable. Si estuviéramos en los zapatos de Leia, ¿nos gustaría escuchar esa osada e innovadora declaración, o estaríamos suplicando inconscientemente un sencillo y aburrido “Yo también”, esa frase que nos dejaría una sensación de reciprocidad y no de duda perpetua? Según esto, fue el propio Harrison Ford quien decidió salirse del guion e improvisar aquella respuesta. En entrevistas, Ford ha confesado que lo hizo porque le pareció “hermoso, aceptable y gracioso”. Pero, si nos gustó o no la expresión de Han Solo, algo es seguro: nadie dejó de amarlo después de aquella osada respuesta. El piloto del Halcón Milenario nos conquistó desde que lo conocimos en 1977. Han Solo era arrogante, pero ingenioso y con un gran sentido del humor casi siempre sarcástico. Vestía su chaleco negro, sus botas de cuero y su pistola colgando del cinturón. Sus muecas eran engreídas, pero encantadoras. Y esta
Ropa y calzado para
toda
la
familia
clase de confianza desmedida, lo sabemos, inspira un deseo de posesión o de imitación. Han Solo se convirtió en el hombre que las mujeres adoraban. Porque, aceptémoslo, la tradición maldita indica que las mujeres deseamos al hombre difícil, al cínico, al que implique un reto. Al que podamos “cambiar”. Y en este contexto, Han Solo es el hombre indicado. Y a pesar de no ser el protagonista, los hombres desean imitarlo porque prefieren como modelo a los antihéroes, a los que terminan realizando proezas sin ajustarse a los cánones morales o sociales aceptados. EL BUENO, EL MALO... Y EL GUAPO Los fans de Star Wars suelen inclinarse por Han Solo cuando se trata de elegir a uno de los hombres/héroes/galanes favoritos de la saga. Y es que al lado de Luke y Anakin Skywalker, Han es la elección más obvia. Luke Skywalker representa el arquetipo del héroe y como todos los elegidos,
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sufre las consecuencias de su condición. Mientras que Han siempre disfruta de la compañía de la princesa Leia y de su amigo wookiee, Luke responde al llamado de la Fuerza en solitario –bueno, al lado de Yoda, pero sigue sin ser lo mismo–. Además, Luke debe lidiar con la información que se le transmite repentinamente: ¡Darth Vader es su padre! Y este, un malvado genocida que no se tienta el corazón para destruir un planeta entero, también es capaz de rebanarle una mano en la disputa. Y si comparamos al corelliano con Anakin Skywalker –uno de los personajes, dicho sea de paso, más odiado de la saga–, también encontraríamos mucho más atractivo al primero. El alumno de Obi-Wan es más parecido a Solo que el propio Luke, incluso. Ambos son arrogantes y aventureros, pero en el caso de Han, el amor le sonríe con extrema facilidad. Y Anakin, vencido por los miedos, las debilidades y los sentimientos negativos, finalmente termina firmando el pacto con el malévolo lado oscuro de la Fuerza.
‘HAN SHOT FIRST’ Han Solo, por otro lado, también tuvo una infancia difícil según relatan las “leyendas” o el universo expandido de Star Wars. De ahí su gestación como antihéroe. Quedó huérfano de pequeño y en la juventud comenzó su carrera delictiva como contrabandista y estafador. Su imagen de antihéroe, sin embargo, se vio cuestionada debido a la polémica que el propio Lucas generó al modificar la escena donde Solo mata al cazarrecompensas Greedo. En la escena original, Han dispara primero. En la escena modificada, Han responde al ataque de Greedo, quien falla el tiro a una cortísima distancia –una ridiculez, según los seguidores. Lucas declaró que decidieron alterar el resultado inicial para no representar a Solo como un asesino a sangre fría, sin embargo, los fans de la saga no quedaron conformes con el cambio. Finalmente, el propio Lucas ofreció ambas versiones, aunque siempre defendiendo que Solo es mucho más que un contrabandista desalmado que mata a sus enemigos sin tocarse el corazón. Sin embargo, quienes ven a Solo como un simple delincuente a quien nunca le alcanzarán las buenas acciones para obtener la redención, quizá sean las personas más cuerdas del planeta, o eso dirá la sicología. Para todos los demás, Han Solo es un arquetipo aceptable, un modelo a seguir. Olvidemos, por un instante, que las mujeres queremos ganárselo a Leia. Más bien, todos deseamos actuar como Han Solo con más frecuencia en nuestras vidas. Ser arrogantes de vez en cuando, aceptar que vamos detrás de las recompensas, divertirnos en los momentos de peligro y claro, escudarnos de los “te amo” con sendos “lo sé”.
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VANGUARDIA mx | Miércoles 16 de diciembre de 2015
¿Por qué ‘Star Wars’ es tan importante?
E
n una generación muy, muy lejana de la era digital y el internet… los niños de clase media no tenían las múltiples opciones de entretenimiento que existen hoy. Las alternativas eran ver la televisión en la comodidad del hogar o salir a jugar a lo que fuera con algunos amigos o familiares. La imaginación y la creatividad eran las herramientas para expandir el entretenimiento. Tenía aproximadamente cinco años cuando descubrí lo que para mí era el tesoro familiar. Una mochila de “monitos” o figuras de acción que habían coleccionado mis primos a lo largo de su infancia. Yo era el miembro más pequeño de la familia en aquel entonces por lo que me heredaban lo que les había pertenecido durante la infancia. En aquella mochila se encontraban objetos que marcarían el resto de mi niñez. Entre ellos se encontraban figuras de acción de los 70 y 80, de la series de “He-Man”, “Tortugas Ninja” y “Transformers”, pero otros personajes fueron los que más despertaron mi curiosidad. Jabba, un gusano gordo y grande de color verde que movía la cola cuando girabas su cabeza; Bib Fortuna, un alienígena blanco que en lugar de cabello tenía unos largos cuernos; y un piloto con uniforme blanco encargado de manejar un tanque imperial llamado AT-AT. Por supuesto, los nombres de los personajes no los supe por arte de magia, era información que me fue confiada para aclarar que esos no eran simples juguetes, sino una representación de todo un universo fílmico. Escuchaba hablar a mis hermanos con mis primos sobre “La Guerra de las Galaxias” como un evento de grandes proporciones y que serían transmitidas en el Canal 5, en aquellos sábados destinados a trilogías cinematográficas. El resplandor del televisor golpeaba mi cara en la obscuridad, mientras yo esperaba paciente la siguiente escena durante los prolongados cortes comerciales. Ver tres películas seguidas con comerciales es algo que ya no cualquiera podría tolerar sin perder su sano juicio, pero ese fue el grado de hipnotismo que generó en mí la saga de “Star Wars”. Contemplando el atardecer de dos soles con música inolvidable, yendo a buscar a unos contrabandistas intergalácticos a una can-
tina de mala muerte y disfrutando de las enseñanzas de un pequeño y juguetón ser verde cuya apariencia era sólo una manera de proteger los conocimientos de La Fuerza. Así me enamoré del cine.
cias, tal como lo hacen los clásicos de la literatura y la cinematografía. Presentó la eterna batalla del bien contra el mal en un contexto diferente, utilizando el arquetipo del héroe, alguien con quien nos relacionamos, aprendemos y nos
lalo v galván
No fue en la iglesia o en la escuela, sino en aquel viejo televisor donde pude hacer mis primeras distinciones conscientes entre el bien y el mal, el lado bueno y el lado obscuro. Acompañando a Luke Skywalker por la galaxia, en sus travesías y conflictos internos, algo que se suponía era mero entretenimiento se transformó en algo más, en una forma de arte que dio pie a la reflexión y a la búsqueda de significado de la historias que son verdaderamente buenas. . “Star Wars” ha sobrevivido al paso del tiempo y es tan popular ahora como lo fue en 1977, una historia que sigue conectando con nuevas audien-
lleva en su camino con él. Después de que los éxitos taquilleros de los 70 como “El Padrino” (1972), “El Exorcista” (1973) y “Taxi Driver” (1976) eran un poco más sofisticados y violentos, se presentó una historia más incluyente y familiar, lo que generó no sólo una de las sagas más importantes de la historia del cine sino el epicentro de la cultura geek con múltiples referencias pop por todos lados (“Big Bang Theory”, “Family Guy”, “How I Met Your Mother”, por mencionar algunos medios donde las referencias son notables) además de cientos de fan films, fan fictions literarios, juguetes, vasos y todo el tipo de cosas que se puedan imaginar. Con el paso del tiempo la mercadotecnia ha sido el punto más criticable de la saga, sin embargo fue esto lo que le permitió a George Lucas recabar millones de dólares para crear su saga. Al principio la cinta nació casi como un proyecto de cine independiente, ya que en su momento no recibió mucho apoyo por parte de los grandes estu-
dios de Hollywood, quienes no confiaban en un cineasta joven con la intención de crear un western con samuráis y tintes de películas de la Segunda Guerra Mundial situado en el espacio. Irónicamente un filme de bajo perfil se convirtió en el blockbuster por excelencia. Algo que inició como un proyecto artístico se fue convirtiendo en producto de consumo, característica que se vio más acentuada con las infames precuelas, y ahora con la franquicia en manos de Disney seguramente veremos una inagotable cantidad de objetos que intentarán sacarnos el dinero por donde se les ocurra. Claramente yo fui una víctima de la mercadotecnia y la publicidad, eso fue lo que me llevó a visitar la saga, pero el carisma y corazón de sus personajes junto a la calidad cinematográfica fue lo que hicieron que me quedara. Para muchos son películas palomeras para niños, para otros es una religión y para algunos más es algo que apela a nuestra imaginación, a nuestro niño interior que quiere ser el elegido, que le pase algo extraordinario y nos saque del tedio de la vida diaria. Ese ahí donde está el verdadero corazón de la saga, dentro de su mitología y los misterios de La Fuerza, un concepto que en realidad no se sabe con certeza qué es pero todo los conocemos, algo que nos habla de una conexión del universo con nosotros mismos. “Star Wars” no nos ofrece una coherente filosofía de la vida, de la moral o la espiritualidad sino una narrativa impregnada de conflictos morales y trascendencia. Ojalá eso no lo olviden los directivos de Disney y Kathleen Kennedy, la productora de la nueva trilogía, quien ha declarado que “Star Wars” será una saga eterna y que probablemente ninguno de nosotros alcance a ver la última, algo que pudiera quitarle la magia a la saga. No es lo mismo que cada 15 años aparezca una nueva “Star Wars” y se nos presente como todo un evento cinematográfico, a que aparezca una cada año con el propósito de sacarnos la mayor cantidad de dinero posible y dejar de preocuparse de lo esencial que es contar una excelente película.
VANGUARDIA mx | Miércoles 16 de diciembre de 2015
La Fuerza dormida
U
na tarde de 1978 mi madre me llevó al cine a ver “La Guerra de las Galaxias”. A los 15 minutos de iniciado el filme ya estaba dormido en mi butaca. No es que no me interesara en la película, todo lo contrario, la distribuidora envió al Cine Palacio suficiente material de promoción para que hasta un niño de cinco años intuyera que aquel no era un estreno ordinario. Los personajes me parecieron instantáneamente cautivadores, los “droides” por supuesto, el implacable y oscuro villano con su inexpresivo pero aun así malvado rostro de máquina y aquella galáctica princesa de chongos raros. Me recobré de mi letargo para ver algunos momentos clave que me ayudaron a salir con una idea muy vaga de lo que había presenciado. De alguna manera, aun sin elementos para juzgar la calidad de la película en cuestión y sin experiencia en fenómenos sociales, pude también anticipar que su legado iconográfico se incorporaría definitivamente a la cultura popular. Para cuando se estrenó la tercera entrega, Episodio VI, “El Regreso del Jedi”, dos cosas habían cambiado: no necesitaba más ir de la mano de un adulto al cine y ya era perfectamente consciente de la importancia que esta saga fílmica revestía. Pero pronto cayó George Lucas en la tentación de restaurar los tres filmes para su lanzamiento en VHS y la verdad es que mucho lo agradecimos. Pero aquello sólo fue la antesala para el reestreno en cines de las versiones digitalmente retocadas, lo mismo en
salas como en DVD (un amigo ya perdió noción de en cuántos formatos ha comprado la trilogía original). Pero si las restauraciones fueron bien recibidas, las reediciones con enmiendas digitales causaron la primera indignación. Eso no medró el ánimo de Lucas quien, con híper bombo y platillo láser, lanzó al mundo el capítulo inicial de esta epopeya, el génesis mismo de la aventura, el Episodio I, “La Amenaza Fantasma”. Yo no sé cómo describir mi malestar y decepción, aunque quizás sean justo las palabras precisas para definir lo que yo y millones experimentamos luego de ver a nuestra infancia eslabonarse irremisiblemente a un producto fabricado sin espíritu ni corazón; con un guión al servicio de los efectos visuales, cuando la lógica exige que esto obre a la inversa. En vez de maquillaje de fantasía o animatrónicos, nos ofrecieron novedosos personajes enteramente generados por computadora, pero sin profundidad o dimensiones. Y es que ningún nerd informático, por expe-
Equipo Quirúrgico para la Obesidad
rimentado que sea, puede dotar de alma a lo que nació sin vida. Las secuencias de acción, liberadas ahora de las limitaciones técnicas de dos décadas atrás, eran a no dudar trepidantes, pero cuando constituyen los momentos cumbre de una historia tan floja como absurda, resultan cansadas. Y así, el boleto de los Episodios II y III los pagó la secuencia de créditos inicial, la obertura de John Williams con su correspondiente prefacio en títulos amarillos caminantes en fuga sobre un sendero estelar. Ello valía la vuelta al cine, porque el contenido resultaba magro y no muy suculento. Durante un buen tiempo me cuestioné sobre si acaso me había vuelto demasiado adulto para el disfrute de cintas de esta naturaleza. Pero mi devoción y respeto por las primeras pelis seguía intacto. Entonces era nostalgia, una personal añoranza por mejores tiempos. ¡Tampoco! Es simple, llana y objetivamente que la suma de aciertos y errores tiene un saldo favorable en la trilogía IV, V y VI, en franco contraste con la terna I, II y III.
Los aciertos de Lucas fueron: saber amalgamar en un argumento la mística samurái de las películas de Kurosawa con el ambiente de las cintas clase B de ciencia ficción, trabajar con lo artesanal (animatrónicos, maquillaje, miniaturas, props) y saber cuándo ceder la batuta del director. Sus errores fueron pensar que el público estaba tan hambriento como él de efectos digitales y supeditar su obra a lo que no es sino un accesorio narrativo, pretender que tenía que representar en su universo a cada etnia del planeta resultando en un montón de personajes olvidables en el mejor de los casos, virar el argumento hacia una especie de drama bélico-políticoburocrático y aferrarse a la silla del director, cuando su filmografía nos demuestra que es un gran productor, pero un realizador más bien cuestionable. Cansado de defender su obra, Lucas decidió mejor vendérsela a Mickey Mouse, quien delegó a su mago J.J. Abrams “El Despertar de una Fuerza”, que lleva cerca de 30 años dormida. Pero allí está, esa misma Fuerza que le da al jedi su poder, ese campo de energía creado por las cosas vivientes, que nos rodea, nos impregna y mantiene unida a la galaxia, esa fuerza que hace casi cuatro décadas descubrimos que llevamos dentro, nos reunirá esta noche en las salas de cine de todo el mundo. El resultado ya no puede ser (más) desastroso. De hecho le apuesto a que será entre bueno y excelente, y “Star Wars” recuperará su estatus de franquicia redituable. Sin embargo, sólo una cinta está convocada a ser nombrada clásico y parte de la Historia Fílmica y esa la vi entre sueños hace casi 40 años.
VANGUARDIA mx | Miércoles 16 de diciembre de 2015
Las mejores referencias en TV La franquicia cinematográfica es tan adorada en la cultura popular, que es casi un pecado no mencionarla en series y programas de televisión. Aquí te presentamos las más geniales parodias y menciones que se han realizado en la pantalla chica
P
arece casi una regla: si haces televisión en Estados Unidos, eres indudablemente un fanático de “Star Wars” y lo vas a demostrar de una u otra manera. Ya sea agregando un guiño por ahí, una pequeña referencia o frase alusiva, o yéndote a lo grande como Seth MacFarlane, quien dedicó 148 minutos a recrear el universo de George Lucas dentro de su serie animada “Family Guy”. Tina Fey, David Crane, Dan Harmon, Matt Groening y el mismísimo J.J. Abrams –ahora director de la nueva entrega de la saga– son sólo algunos de los escritores de televisión que han dedicado un espacio considerable a “Star Wars” en sus creaciones. Y no se diga Chuck Lorre y Bill Prady –creadores de “The Big Bang Theory”– o Carter Bays y Craig Thomas –creado-
res de “How I Met Your Mother”–, pues ambos programas han incluido más de medio centenar de alusiones a esa historia que sucedió en una galaxia muy, muy lejana (aunque quizá “Los Simpson” posean el récord de referencias, pero recordemos que llevan 27 temporadas). En el mundo animado… 1. Family Guy Con la aprobación de George Lucas e incluso con la banda sonora original de John Williams, MacFarlane estrenó con éxito en 2007 “Blue Harvest”, un capítulo doble que parodia el “Episodio IV: A New Hope”. Los siguientes dos especiales (que representan los episodios V y VI) quedaron debiendo a los fanáticos –la novedad había pasado–, pero incluso así, terminaron por construir una de las parodias animadas más destacadas sobre “Star Wars”. Un homenaje políticamente incorrecto que a la vez critica los errores de las películas. Un trabajo imperdible para los fans. 2. Robot Chicken “Robot Chicken” estrenó meses antes que “Family Guy” un especial para conmemorar el 30 aniversario de “Star Wars”. Los fanáticos de ambos programas siempre discuten sobre cuál fue la mejor parodia. Mientras “Family Guy” recreó a detalle las primeras tres cintas, “Robot Chicken” filmó sketches sin orden que satirizan los momentos cumbre de las películas. En general, el humor de la serie de stop-motion se relaciona mucho más con los filmes y es bastante inteligente y propositivo. Son tres episodios también, y el segundo incluso
ganó un Emmy. 3. Los Simpson Matt Groening es otro conocido fanático del trabajo de Lucas y desde las primeras temporadas de “Los Simpson” se encargó de hacérselo saber al mundo. Son tantas las referencias que han aparecido en la serie más popular de dibujos animados, que sería necesario dedicarles varias páginas en este suplemento. La serie ha incluido parodias de las cintas (como cuando Bart y Skinner pelean como Luke y Darth Vader al ritmo de la música de John Williams), ha tenido actores de la saga como invitados (¿recuerdan cuando Homero salva a Mark Hamill de los furiosos fans?) y ha colocado la cabeza de Darth Vader por ahí en varias ocasiones... 4. South Park A los creadores de “South Park” les encanta recordar a “Star Wars” en su irreverente caricatura. Seguramente son fanáticos de la franquicia peeero… al mismo tiempo, han sido unos críticos constantes de las decisiones de George Lucas y Steven Spielberg. Su sátiras sobre estos dos magnates de la industria cinematográfica han sido juzgadas como agresivas y vulgares (sí, más allá de sus propios estándares), pero esto a los chicos de “South Park” no les quitó el sueño. Y ahora tenemos, para la posteridad, la imagen de Sally Struthers como Jabba the Hutt, a Randy Marsh disfrazado de Princesa Leia, al Darth Chef, a Kenny congelado en carbonita y… bueno, a George Lucas violando a un Stormtrooper. 5. El Show de los Muppets
Justo en el año en el que se estrenó “The Empire Strikes Back”, “The Muppet Show” transmitió un especial dedicado a las primeras citas de la saga. El episodio tuvo como invitados especiales a Mark Hamill (Luke Skywalker), Anthony Daniels (C-3PO), Peter Mayhew (Chewbacca) y Kenny Baker (R2-D2). 6. Pinky y Cerebro ¿Qué hicieron Pinky y Cerebro en el último capítulo de su serie animada? Trataron de conquistar una galaxia muy, muy lejana. Los icónicos personajes se despidieron de la televisión en 1998 con una fantástica parodia sobre “Star Wars” titulada “Star Warners”. 7. Phineas and Ferb Cuando Disney adquirió los derechos de “Star Wars”, los creadores de “Phineas and Ferb” aprovecharon para lanzar un episodio especial titulado “Star Wars” en 2014. Se trató de una parodia de 52 minutos en la que Phineas and Ferb son vecinos de Luke y ayudan a los rebeldes en su lucha contra el Imperio. Y con actores de carne y hueso… 1. The Big Bang Theory Un fan en internet asegura que la serie ha sacado a colación referencias de “Star Wars” en más de 50 ocasiones. Incluso subió a YouTube un video con todas ellas desde la primera temporada hasta la octava. Las favoritas: Cuando Raj compara a C-3PO con un Sheldon brillante; cuando Sheldon intenta ahorcar a sus amigos al estilo de Darth Vader; cuando Howard graba un video para audicionar en la nueva cinta de “Star Wars”; cuando aparecen como invitados especiales James
VANGUARDIA mx | Miércoles 16 de diciembre de 2015
Earl Jones y Carrie Fisher, y la mejor, cuando celebran el día de “Star Wars” y Arthur Jeffries (el profesor Protón) se le aparece a Sheldon caracterizado como Obi-Wan Kenobi.
gunas mejoras en el guión. 6. That ‘70s show Como la serie se ubica en los setenta, Eric y su bandita asisten a la premier de “Star Wars” en el 77. Hipnotizados por los sables de luz y los conflictos espaciales, los chicos no dejan de hablar de la película en todo el capítulo. Por supuesto, Eric continúa siendo un fanático del filme durante el resto de la serie. Por cierto, también se sueña como Luke Skywalker en una pelea contra Darth Vader (un chico con esclerosis) por el amor de Leia – caracterizada por su novia Donna.
2. 30 Rock Tina Fey también ha confesado una obsesión por la saga de George Lucas. Por eso se empeñó en incluir en los guiones de “30 Rock” un sinfín de referencias. Su personaje, Liz Lemon, continuamente compara su vida con alguna escena de “Star Wars”, y se revela abiertamente como una adoradora de la princesa Leia. Incluso confiesa que utilizó ese disfraz durante cuatro años consecutivos en Halloween. 3. Community Uno de los homenajes más extraños que se le ha rendido a “Star Wars” fue el que realizó Dan Harmon dentro de “Community”. “For a Few Paintballs More” es el último capítulo de la segunda temporada y es, en parte, una parodia sobre la obra de Lucas. Aquí no hay sables de luz para pelear, sino pistolas de paintball y una sarta de colores que provocan una sensación hiperrealista. La mejor parte: Abed interpretando a Han Solo durante todo el episodio. 4. How I Met Your Mother Es de todos los fans conocido el hecho de que Ted, Marshall y Barney son unos fanáticos empedernidos de “Star Wars”. Los tres amigos tenían un trato para ver la saga completa cada tres años y solían etiquetar a la gente en dos grandes categorías: los que habían visto las cintas y los que no (por ese motivo dejó de simpatizarles la novia de Ted, Stella). La serie ofrece múltiples referencias. Desde
7. Scrubs La serie también hace alusión en varios capítulos a la saga de George Lucas, pero sin duda, la mejor parodia la consiguió en su primera temporada durante el episodio “My Two Fathers”. En este capítulo, el doctor Kelso y el doctor Cox pelean como Darth Vader y Obi-Wan Kenobi para ganarse al joven J.D., quien se sueña en la piel de Luke Skywalker. el stormtrooper en casa de Barney que tanto Robin como otras mujeres utilizaron de sexy disfraz, hasta el hecho de que el hijo de Ted se llama Luke. 5. Lost Los chicos de “Lost” no creen en las coincidencias sino en el destino, así que quizá no sea una coincidencia que una de las mentes maestras tras la serie, J.J. Abrams, sea el hombre elegido para dirigir la tan esperada nueva cinta. Y “Lost” hizo mención de “Star Wars”
durante sus seis temporadas, claro. Por un lado, Sawyer apoda a Jin, Chewie, y a Ben, Yoda. Pero es Hugo quien constantemente hace comparaciones entre las películas y lo que sucede en la isla. En el capítulo “Some Like It Hoth”, Hugo equipara la relación de Miles y su padre, con la de Luke y Darth Vader. En ese mismo episodio, como los sobrevivientes han viajado en el tiempo y se encuentran en 1977, Hugo decide reescribir “The Empire Strikes Back” para enviársela a George Lucas y ahorrarle algo de trabajo… claro, incluyendo al-
8. Friends ¿Quién no recuerda e l capítulo donde Ross le cuenta a Rachel su fantasía sexual? Para aquellos que no conocen el episodio, aquí la sinopsis. Ross le relata a su novia que una de sus fantasías es recordar a la Princesa Leia en su bikini dorado, cuando es secuestrada por Jabba the Hutt. La confesión da pie a otras referencias sobre “Star Wars” en el mismo capítulo, y termina con la sensual Jennifer Aniston vestida al puro estilo de aquella escena de “Return of the Jedi”.