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Opinión Jenniffer vs. Pierluisi

portante, tal vez el de mayor importancia desde el punto de vista político dentro de un partido. Son los más cercanos al elector en la prestación de servicios. Su organización es compacta y los líderes de barrio y de sectores, y los funcionarios de colegios coinciden mucho con el alcalde al transitar por las vías públicas municipales. Eso hace que el alcalde tenga siempre el oído en tierra. Si respalda a uno, pero la calle lo contradice en percepción y apoyo permanecerá en estado de imparcialidad para evitar daño a su figura. Ambos líderes tienen acceso a los medios. Es una ventaja que reciben por la posición que ocupan. En el caso de Jenniffer, fue Carlos Romero Barceló quien —como hizo con la posición de alcalde de San Juan— le dio una dimensión e importancia a la comisaría residente que nunca había tenido, pues antes, el ocupar ese puesto era equivalente a exiliarse en la capital federal. Hoy es la antesala a la candidatura a la gobernación

Jenniffer González ha dado indicios de que aspirará a la gobernación. No creo que eso sea un mero tanteo. De serlo giraría en contra de su credibilidad porque el saldo neto es que la verían como una líder débil, lo que afectaría su imagen para aspiraciones futuras. Esto significa que ya debe tener la gente que la ayudará en su campaña; líderes de pueblo y de barrios, funcionarios electorales y movilizadores. Pero, siendo Pierluisi el presidente del partido y el gobernador, ¿podrá ella tener éxito en sus aspiraciones? Veamos la historia.

En 2008 se celebró una primaria entre Pedro Rosselló y Luis Fortuño. El primero era el presidente del PNP y controlaba toda la estructura y el segundo el comisionado residente y el retador. En tiempo récord Fortuño recogió todos los endosos, reclutó a todos los funcionarios de colegios, a los movilizadores, a líderes de barrios y a varios alcaldes. Al final ganó abrumadoramente. Sin embargo, el antirrossellismo ya había echado raíces dentro de ese partido. Lo que no se puede decir lo mismo contra Pedro Pierluisi.

En 2016 se celebró otra primaria para la gobernación. Los contrincantes fueron Pedro Pierluisi y Ricky Rosselló. Este último, que ya demostraba su amoralidad sobre todo asunto humano, fue el ganador gracias a una campaña de obstaculización contra todo líder que no lo respaldara, y de erosionar a su antojo la institución de su partido. Pierluisi era el presidente, como Pedro Rosselló en 2008, pero no perdió por haber un antipierluisismo. Los resultados se debieron a que no votó la cantidad de personas que esperaban.

Ese tracto histórico, a primera vista, favorece a Jenniffer González, y hay que ver si se repite, pues como dijo Maquiavelo en sus Cartas Familiares: “Me parece que todos los tiempos vuelven y que nosotros somos siempre los mismos.” Sin embargo, el retorno histórico se da por virtud de la naturaleza humana, no porque sea parte de una ley histórica de los pueblos que padecen las luchas de poder, pues el ser humano siempre es el mismo en todo tiempo y lugar.

Aún con el peso de la historia reciente, Jenniffer González no las tiene todas consigo. Le favorece que hay sectores dentro del PNP un poco decepcionados con el gobernador por múltiples razones. Sin embargo, sería la primera vez que se reta a un presidente del PNP que, a su vez, es el gobernador, y esa coyuntura no le será fácil a la comisionada.

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