VOCES Literatura Contemporánea Nº 6

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VOCES Literatura Contemporánea Año 21 │Nº 6│Cajamarca, Perú, julio de 2020

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© VOCES : Literatura Contemporánea, 2020 Alan Bustamante M edina, Doan Ortiz Zamora, Jack Farfán Cedrón, Edgar M alaver Narro y Willy M iranda Quiroz Año 21, Nº 6, Cajamarca, Perú, julio de 2020. Primera Edición Virtual, del presente número. Edición al cuidado de: VOCES: Literatura Contemporánea Carátula: “Duende Mágico”, 2020. Jack Farfán Cedrón. Tiza pastel sobre cartulina Fabriano (Dibujo original de: © Mónica S ousa Benites, 2000). Viñetas: -Pág. 16: https://elmontonero.pe/columnas/jose-watanabe-habito-entre-nosotros -Pág. 28: https://dribbble.com/tags/greek_mythology -Pág. 26: https://cancerberoestelar.wordpress.com/ -Pág. 35: https://dribbble.com/shots/6471061-Goddess-Illustration/attachments -Pág. 38:https://dribbble.com/shots/7856687-Greek-M ythologyPan/attachments/481299?mode=media -Pág. 40: Imagen en bajorrelieve de una cruceta del convento de Cristo de Tomar (Portugal) representando una cabeza con varias facetas, un posible Baphomet: https://es.wikipedia.org/wiki/Baphomet -https://cancerberoestelar.wordpress.com/ -Pág. 55: Dibujo, Arte M edieval, Arte PNG: https://www.freepng.es/png-slctfr/ -Pág. 65: Bluereview: https://www.instagram.com/bluereview/?hl=es-la Denise Nestor: Artist / Illustrator - Dublin, Ireland: www.denisenestorillustration.com / www.denisenestorart.bigcartel.com -Pág. 69: Leonardo da Vinci, “La cabeza de un guerrero” (detalle). M etalpoint sobre una crema preparación, 28.7 x 21.1 cm (todo el dibujo). Circa 1475-80. Leonardo da Vinci (1452-1519). Variación en tinta sobre papel canson, dibujo de Jack Farfán Cedrón, 2020. Web: https://www.alamy.es/leonardo-da-vinci-la-cabeza-de-un-guerrero-detalle-metalpointsobre-una-crema-preparacion-28-7-x-21-1-cm-todo-el-dibujo-circa-1475-80-leonardo-da-vinci1452-1519-nombres-alternativos-leonardo-di-ser-piero-da-vinci-leonardo-descripcion-pintoritaliano-ingeniero-astronomo-filosofo-y-matematico-anatomista-fecha-de-nacimiento-muerteel-15-de-abril-de-1452-2-de-mayo-de-1519-lugar-de-nacimiento-muerte-anchiano-clos-luceperiodo-de-trabajo-desde-1466-hasta-1519-la-ubicacion-del-trabajo-florencia-1466-1482-milan1483-1499-la-ciudad-de-mantua-1499-venecia-1500-florencia-1500-1506-milan-1506-1513florencia-1507-1508-ro-image185011279.html Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación, de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia, o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito del autor. MMXX

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VOCES Literatura Contemporánea 1999. Edgar Malaver Narro y Jack Farfán Cedrón, dos jóvenes universitarios, publican una plaquette de poesía neo-surrealista en Cajamarca, Perú. El proemio es un collage que atrapó verdaderas frases maravillosas de la poesía peruana: Moro, Westphalen, Abril, Sologuren, Oquendo de Amat. El frontispicio, una pintura al óleo; una imagen onírica, con la luz propia de un sol interior palpitando para siempre, del pintor surrealista Víctor Amado Portal Villena (Cajamarca, 1975): “Realidad de ensueño”. Mitoparanoia con los ojos abiertos. Esa llama divina permaneció incólume de 1999 a 2003. La ruta de la pluma, voz y tinta. Acaecían recitales, puestas en escena, tertulias, conversaciones eternas bajo el agua reinante de la literatura. Desde el remoto amor, prístino, apenas creado por el influjo de un heresiarca soñado y soñando la multiplicación de los espejos, el monte yugulado de una rosa sangrienta, segregaba el camino nacarado del agua persiguiendo su curso, sin extinguirse entre la podredumbre, el caos, la peste reinante. Más voces se juntaron en el camino de la 5


palabra verdadera: Willy Miranda, Henry Rumay Rubio, Jaime León Pozo. Han pasado veintiún años y la llama inextinguible de la poesía no ha dejado de discurrir el influjo de sus ríos de luz y maravilla. Estamos en pleno 2020, un año crucial para todos los destinos humanos. Hoy, se han sumado a VOCES: Literatura Contemporánea: Alan Bustamante Medina y Doan Ortiz Zamora. Como lo diría el gran poeta surrealista: “La palabra designando el objeto propuesto por su contrario” (César Moro; 19031956). El surrealismo es un tentempié entre tanta gloria de cadalsos. Jack Farfán Cedrón C/7/9/2016-12/07/2020

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Edgar Malaver Narro Llaves para un instante

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Edgar Malaver Narro. Ha publicado los poemarios Mitos de la Soledad (2001), Collage Fractal (2007), Orรกculos del Plancton (2011), seis series de Poemas de bolsillo. Blog: http://edgarmalavernarro.blogspot.com/ Facebook: https://www.facebook.com/edgar.malavernarro

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mo la claridad del cielo cuando caminas conmigo la seguridad de mi respiración a tu lado. Amo la oración del silencio y el perfil de la luna. Amo tus palabras talladas una a una en las estrellas. Amo tu sonrisa en el canto de los árboles en el sueño de los niños en el viaje de los pájaros.

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Quédate nuestra noche será eterna El viento tocará sus mejores canciones y uno a uno nuestros recuerdos bailarán con los sueños Tu tristeza hará compañía a mi soledad como las sombras a los muebles o el polvo al olvido Quédate y harás nacer con tu vacío la lluvia 13


QuĂŠdate y disfrutaremos los dos de nuestra ausencia.

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ilenciar al oído y hacer hablar a la boca poesía muralla de deseos y lago de espejismos flores que al atardecer se marchitan y pierden pétalo a pétalo sus palabras.

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l viento mece a la soledad en el columpio oxidado del tiempo una y otra vez rutinariamente una y otra vez ante los ojos hĂşmedos de los sueĂąos que miran el ocaso. De: Llaves para un instante

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Doan Ortiz Zamora La imagen de un รกlbum y la metรกfora de volar

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Noticia biográfica del autor

Doan Ortiz Zamora. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Privada del Norte. Ha publicado el poemario Gotas de fuego (2007). Ha obtenido, en el 2016, Mención Honrosa en el Premio Nacional de Poesía “Huauco de Oro”, 2016. Ha participado en diferentes ediciones del Festival Internacional de Poesía “El patio azul”. Ha obtenido menciones honrosas en el concurso “Noé Delirante”, de la Feria del Libro de Trujillo, y en el Primer Concurso Nacional de Microficción: “Historias Mínimas”, del diario El Comercio, 2016. Ha participado dictando talleres de poesía en la ciudad de Cali, Colombia, en 2016. Ganó el Premio “Vanguardia Literaria”, 2018, por su libro de teatro: Signos del pantano, la misma que ha puesto en escena el grupo Thelema Teatro, de Colombia, en las ciudades de Calí, Pasto, Quito, Cuenca, Chiclayo y Cajamarca. 20


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omar una fotografía al espacio que nos muestra un sonido, un movimiento, un gesto o la presencia de que alguien estuvo allí: salvaguardando al tiempo. Segundos después, un murmullo, la gestación del aire y de quien tomó la fotografía crea lo seres: “…un libro de dibujo o Poesía / donde se aprieten las ruedas, el humo, las hojas, / los papás que usan tirantes y los fantasmas. …” La melancolía de la ribera y las metáforas dentro de un álbum; o si desearíamos caminar dentro del verso: un álbum hecho de melancolía acostado de la más horizontal ribera y vigilado exigentemente por el suceso completamente natural de una metáfora. La costumbre cotidiana nos muestra que las fotografías pertenecen a los álbumes como las hojas a los robustos robles, y los álbumes a las familias; como un tesoro resguardado por el gigante aroma del tiempo y en su abatir un enigma diseñado por esos rostros, cuerpos, canciones y pinturas tendidas en un poema. En 1970, José Watanabe es declarado ganador del Premio Poeta Joven del Perú con su libro: Álbum de familia. Este poemario encarna diversas melodías que conducen a Watanabe a encontrar un verso sonoro. Antes de ganar este certamen, Watanabe ya había participado obteniendo una mención honrosa con el poemario: Arquitectura de la sombra en la hierba. Y en este intervalo de tiempo, antes del 22


nacimiento de Álbum de familia, aparecen poemas sobre la cotidianidad, la familia, la nostalgia, con una base estructural de lo que vendría a ser su poemario ganador. La corrección es el encargo hecho hábito por muchos de pulir, frenar, acertar y corroborar el verso idealizado en el verso concreto. Watanabe corrige varios poemas de esta etapa ya mencionada, para pulirlos en Álbum de familia, mostrando madurez y cambiando el vértigo que osa la poesía de juventud en su estado de describir, eclipsar y el previo perdurar para convertirse en el sólido, conciso, clave estremecimiento de abolir todo acto de inestabilidad, para el advenimiento de la poética en el escrito. El primer poema de Álbum de familia es “Chagall”. Una notable representación poética sobre volar, la manifestación de los elementos de la obra del pintor francés Marc Chagall, genera una creación de lo que puede suceder cuando uno imagina o crea una aleación entre el anunciado verso y su realización gráfica. “Si me atrevo y abrazo la ventana / puede suceder: el cielo gris con su golondrina completamente natural / o dos amantes sobre el mismo cielo anunciando el verano.” La cotidianidad como semejanza de espacio y respiro, el verso expresa un día común, el momento de la sorpresa genera el abrir la ventana, lo que va a pasar después, puede suceder, va a suceder, va a 23


ocasionar el anhelo de esperanza. Líneas después, anuncia: “Chagall ha detenido su largo vuelo sobre mis libros, / viene de sobrevolar los campos y las aldeas, ha estremecido / los árboles.” El ente artístico que enfoca su voluntad de idea poética, detiene su paseo surrealista sobre los libros, ha recorrido distintos paisajes, y en su viaje ha dejado un legado de asombro y sensación de infinito a los árboles. ¿Reverencia por parte de los árboles? ¿Chagall es Watanabe? ¿Los dos usan límites de diferencia como la naturaleza y la ficción? El uso del verso en este poema abre la posibilidad de jugar con la gravedad. Newton ha descalabrado manzanas con sus ojos miopes y Chagall ha derribado los frutos y su símbolo de caer que más que acto físico, muestra una manera poética de calcular y atraer. La familia desprende de una agrupación de categorías, no sólo concernientes al grado de consanguinidad; sino al lazo de cercanía, filiación, entendimiento, enfrentamiento y correlación que tenga un hombre con su entorno. La interacción de estos elementos, proceden a ser magnéticos, desde el punto de vista de acercamiento y cotidianidad. Watanabe, en base a fotografías poéticas, muestra los sucesos que se producen en una familia. El mar de la continuidad, sus puertos desolados y los 24


navíos inquebrantables seduciendo a la marea un sonido oculto. Los parientes, los amigos, artistas; las desventuras y esperanzas son los tripulantes de estos navíos: el padre y hermano de Watanabe, Modigliani, Leonardo Da Vinci, Chagall, “el lamentable Prometeo”, Utamaro, Beethoven y la certeza de acciones de otros personajes a los que no nombra, pero los recuerda. En las siguientes páginas del álbum encontramos: Flores de plástico, con una premonición al limbo de lo material y lo espiritual. “Cada uno de estos días del Señor / un vendedor demuestra en mi puerta / que somos menos perdurables que el plástico. / y ya mi casa está llena / con diversos objetos garantizados irrompibles.” La soledad de los días, y el vaivén de la realidad con relación a lo perdurable e interminable. ¿Cómo hacer una comparación con un objeto de un material de significante tan artificial? La metáfora de las flores de plástico plasma esa belleza estoica, intacta, pero a la vez, con ningún fluido de vida; tan vana y tan inservible. “La urgencia por entregar la primavera / es probable causa de algunas deficiencias: / no hay secreto placer entre el polen y el estambre / ni esa inmemorial premonición / que estremeció al hombre ante la flor marchita.” 25


El destino de los signos en el verso, entregar la esperanza o la entrega de toda esa vitrina de flores verdaderas que han esperado su verdadero lugar. El polen y el estambre juegan una combinación de inicio, de origen, también de duplicación e imagen de reinventarse. El hombre camina y va hacia los vacíos, vuelve el signo recurrente de la muerte: la flor marchita, el ocaso de lo natural; pero teniendo en cuenta que, versos atrás, mostró el idilio y la comparación de lo material con lo espiritual. En “Poema Trágico con Dudosos Logros Cómicos” sostiene que: “Mi familia no tiene médico / ni sacerdote ni visitas / y todos se tienden en la playa / saludables bajo el sol de verano.” La cotidianidad, el silencio de la familia, el afán por crear estética de lo simple, la poesía delicada y sensible. Los giros que propician la poesía de Watanabe son constante acto de navegación por su casa, el norte del país, las actividades cotidianas, los objetos comunes con el atributo de acompañamiento: “la tribu de los relojes”, “los dueños de la fonda” y otros. El poema “Sugerencias”, muestra el refugio del poeta y sus entablados lazos con un oficio y su proceder, determinando las voces de los escribidores y sus anuncios, como fijos y estáticos, asumiendo con 26


poca sensatez, aceptar sus normas. En cambio, Watanabe forja una disolución que camina llena de Poesía para enfatizar sus respuesta y reclamo: “Los literatos dicen que estamos muertos, / pero qué difícil resulta ocultar de los ojos de los muertos / en un triste acto de magia / la sonrisa de mi mujer, mis libros, mi hijo / anunciando por el tejido de lana Patito / que me ensueña largamente hasta las babas.” Álbum de familia condensa una unidad y un colectivo, extrañamente relacionados, de poemas memorables, mostrando una promesa en su tiempo y una realidad, posteriormente, y en la actualidad, a un clásico de la poesía peruana. Este poemario, aun con un Watanabe juvenil, muestra la madurez y el trabajo de corrección y aprendizaje, como el poeta en muchas de sus entrevistas y conversatorios mencionaba: “el ejercicio de escribir como profesión”. El oficio de pulir, tallar y dar detalle a cada verso, con una idea concreta; ardua labor que la Poesía exige y en la actualidad se ha dejado de adjudicarle este rígido ejercicio. Poema como “Las manos”, donde menciona la travesía del padre desde el Japón, y a quien considera el iniciador e inventor de caminos, el que entrega las manos a su hijo y el significado que tiene en la vida, forjar, ejercer y caminar. 27


Kitagawa Utamaro, el pintor japonés de estampas, emerge en este poema, como la imagen de las manos, o como un fino grabado, que se adhiere a la estética del escrito. Álbum de familia, es un paisaje cotidiano de la convivencia, es un rastro que solventa un sonido y un rostro. Es una serie de fotografía que convive en el camino de la poesía y al leerla origina el eterno retorno a volar. En: Revista Lima Gris. 23 de mayo de 2020. Copyright © 2020, Lima Gris: https://limagris.com/la-imagen-de-unalbum-y-la-metafora-de-volar/

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Alan Bustamante Medina Poemas

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Noticia biográfica del autor

Alan Bustamante Medina (Cajamarca, 1989). Abogado por la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo. Ha sido invitado a participar en las versiones V, VI y VII del Festival Internacional de Poesía “El patio azul”. En 2008, obtuvo el Primer Puesto en el “II Concurso Nacional de Poesía Manuel Ibáñez Rosazza”, organizado por el Diario Panorama Cajamarquino y, en 2011, el Segundo Puesto en el Premio Nacional Juvenil de Poesía “Javier Heraud”, organizado por la Secretaría Nacional de la Juventud (SENAJU). Algunos de sus escritos han sido recogidos en la web y en algunas revistas de poesía. 32


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uda herrumbre la poca garganta destinada al temple, esa parte inerte que remece el escarnio de gigantes en la taberna de los ciegos; así se cumplen las reglas: fingiendo armonía alrededor de una ronda de niños, marchitando toda elegía ajena al regocijo de patrias en maraña de metal libando un ocaso. Afuera el vecindario no ha cedido al fuego avivado por el dedo autocrático de una soberanía tibia, que aún aletea su plumífero laudo visceral: lucro e ignominia para revoluciones de anticuario, lenta asfixia, vals de partículas irradiadas en la nada. Escombros de una felicidad implícita.

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e impregna el hedor en el firmamento leonino reclamando su morada de zarzas sobre los ojos del amparo; milhojas empuñan un designio mezquino cuya posesión es la contienda de edictos angostos que no determinan el nivel de su desdicha. Sublime jerarquía de reglas en lo alto del graznido sujetando aquel laberinto de fantasmas seduciendo al albedrío; la muerte y el desenfreno quedan sin crepúsculos, sin corriente y envergadura, el estío es lo que importa al saborear los fragmentos del poder: una larga acidez flota en el corazón del torbellino, confundiéndose en la iridiscencia del orden visceral que flamea dentro de un país desconocido; manojo de interpretaciones, esquirlas del placer sólo una minúscula razón que rebota encima de una vasta charca de desidia.

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stos ríos colman la sed irascible de los campamentos que trasnochan, en huelga, inorgánicos ante una secuencia de agonías de corderos perturbados; negocio que yace entre leche recién ordeñada cuando los estruendos no tocan la Tierra; a lo lejos alguien deforma la verdad al borde del grito quizás por espejismos, por un dilema de tundras escindidas al goce del metal, mientras tanto se inflama la densidad en sus días enquistados por la teoría; otoño de fiebre descalza sin calma, sin desembocadura es aquí donde emana el Diablo sobre cúmulos de albedrío reverberando su arbitrio en el horizonte; lamentos por todas partes en aquel caudal que crece con las reglas: ruidos burócratas en una sola dirección truncan la corriente contraria acercándose al resplandor mortal de la tempestad. Pero es tarde para comprender los hechos, ya el óxido bordea a los vacunos, 36


el agua empieza a cambiar de color, una trayectoria brota en su paso inmigrante.

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n lugar sin quimeras concede un abismo en la fluorescencia de este silencio mórbido cuya tiranía es el caramelo para llegar a la maleza en su doloroso y elástico otoño reptil y confundido, así como sumiso de respuestas hacia la luz más alta de bagres de sal sahumando su ambición de juegos perdidos. Discernimiento. Costo escondido de un ocaso en su litoral subsistencia. Pesadilla trunca girando en la noche del morbo jadeante; capital del martirio; exceso de amparo; estructura biodegradable; digno déficit en cobardes periodos de paz.

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Willy Miranda Quiroz Opus de otoĂąo para Tania

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Noticia biográfica del autor

Escribo (lo justo), tarea igual a la de inventarme melodías en la cabeza. Leo (todo lo que puedo) y así poder habitar mundos insondables por breves que sean. Escucho (lo que puedo abarcar en música). Me hubiera gustado ser capaz de producir música: tocar la guitarra, plena de distorsión con destreza. Ingenuo de creer que se teje con la escritura al igual que con la mujer deseada una filiación secreta, una forma de amor atemporal y romántica. Justo en el momento que me deja tomar su mano, y perderme en su mirada, se me nubla todo lo que quiero decirle... 42


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l odio es inherente a los dioses, también a mortales. Odias los rayones. Uno, en el lente derecho de tus lentes tácticos anula la distorsión visual. Desaparece entre el favor y fervor de una franela más dos gotas del lustrador de tu semiautomático Dragunov SVD. Volvió radiante la nitidez de la luz reflejada en dos tercios. El sereno desvarío del espresso doble, incitó tu sangre fría. El tintineo de la campana anunció la llegada de una muchacha de silueta desgarbada. La cafeína, adormeció el borde de tu lengua. Avanzó hacia la barra, pidió una Carlsberg bien fría. Bebió de golpe, una profusa bocanada ámbar, pronto de color amnesia. Ubicaste la mira arriba de la línea de sus cejas. Aplastaste el gatillo. Al borde de la carretera, el bronce del sol esmalta el polvo de la maciza Triumph Thunderbird. De pronto, ruge somnolienta. El viento devora como reloj de arena todas las esencias despojadas. Mudo, el vértigo secuestra tu voluntad. Sábado al mediodía. El anciano emisario te hace señas. Paras, pones al día la lista con las X púrpura rematando los nombres. Tres nuevos encargos: una el lunes, otros dos el viernes. Encoje los hombros, se desentiende, 44


con las palmas extendidas como tibio aplauso a mejores faenas. Fiel a la usanza militar, tu arma está bautizada con feminal ruso, aseverando su procedencia: Tania. Su corazón es un recodo diminuto, oscuro, de un suave aliento a fulminante. Con fe de exorcista, la amas. Aprecias también el tener los dedos gráciles. De ser pianista tocarías intervalos de décima en una. Aunque el índice derecho marcado con una costra rojiza, te delate ser curtido francotirador. Antes de dormir desnudas e intercambias caricias con Tania. Con efusión, la bañas en solvente de cobre, la mimas en cada milímetro. Frotas con cuidado, puliendo poco a poco, el alabastro pavonado de sus curvas. Nunca soplas en su cerrojo, recámara o el gatillo. Un atomizador vacío de cristal de Baccarat de un Rochas francés, retira el carbón adherido. Culmina el ensamble con un tierno beso de buenas noches. Ese frágil instante de los corazones previstos. Esa veneración al amor en sosegada gravedad. Tania es una salvaje, por supuesto refrenada. El arrebato bien aceitado de su gatillo anota con impavidez, las tres almas en encargo de la semana. Embarcándolas en el tren de los sin: sin preguntas, sin 45


respuestas, sin vacilaciones, sin pena siquiera. Llenas la culata con tres líneas más. La improbable llegada de una nueva lista presagia días de tenaz impaciencia. En la carretera, Bob Dylan desde los auriculares, mezcla con voz quebrada; el anhelo violento de volver a ser dios con el tic-tac del tiempo. La certeza del escape imposible, más allá de las hojas de otoño. La distraída carretera, ondula en silencio la todavía, esperanza. Él ansía, en vuelo disperso, agita en vaivén tu índice derecho. Devora con nostalgia impregnada asfalto más recuerdos. La cadencia de dos ibuprofenos atenúa la expectación. Ochocientos miligramos de apacible trance inducido. Recibes el cambio de un americano con amaretto. Junto a la caja, reposa una estatua en resina de la diosa Afrodita. Adviertes en ella con una lágrima delatora. Al primer trago de café, acomodado en un escalón de la cafetería, recuerdas la estatua. Un mar de recriminaciones de madre te inunda. El licor de avellana, en moderado trance, estrecha tu memoria. Destierra a Marte, tu padre severo. En lo inmenso de la nada, absorto, saboreas la acidez del último sorbo de café. Igual a un ciego hurgando libros en una 46


estantería, rememoras a tu abuelo Júpiter, derramando en ti su insensata furia. Sobrevives a ella porque te ocultaron al nacer. Los esquivos perfiles de la palabra amor, te lo dieron las fieras. Te amamantaron, después te protegieron hasta deshacer esa elegía echada al fuego. Ese primer dolor. Guardas impávido, la belleza heredada de tu madre unida al coraje de tu padre. Una nube de polvillo astral asciende. Convierte en túnica tu casaca de badana. Tus lentes estratégicos en venda. Tu rifle, en arco. Los cartuchos con camisa de acero en flechas de puntas de oro, embebidas de amor. Cupido… Separaste las tinieblas del olvido por una obstinada libertad. Sin distinguir entre amores soñados o calcinados por el deseo. Sin arremeter el tedioso castigo al desprecio por el amor correspondido, atribuido sin dilación a tu hermano Anteros. Te aferras a una segunda suerte. Terrenal o celestial. Desde tus ojos sobresaltados, unos hilos de humedad atosigan tu emoción con merecida condescendencia. A flor de labios, una plegaria contenida. Confunde piadosa, la súplica de ser dios o la 47


muerte. Desde las tinieblas, retumba un disparo, en la quietud de la nada. Un resquemor en tu pecho, lo detiene con un dulce silencio‌

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Jack Farfán Cedrón A la perla agonía de diamante

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Noticia biográfica del autor

Jack Farfán Cedrón (Perú, 1973). Entre otros volúmenes líricos ha publicado Pasajero irreal (2005), Gravitación del amor (2010), El Cristo enamorado (2011) y Las consecuencias del infierno (2013). Modera los blogs „El Águila de Zaratustra‟ & „Exquioc‟, además de editar la revista digital Kcreatinn Creación y más. En 2012 dio a conocer un volumen de reseñas literarias alrededor de 20 célebres novelas de la literatura universal: El fragor de las quimeras, bajo la producción de Kcreatinn Organización, de la cual forma parte. Algunas de las revistas virtuales en las que han aparecido textos suyos: Letralia (Venezuela); Periódico de poesía (UNAM); Destiempos y Síncope (México); Revista de Letras (España); El Hablador, Fórnix, Sol Negro (Perú); Letras hispanas (USA) y Resonancias (Francia). En 2016 formó parte de los 105 poetas de todo el mundo, invitados al III Festival Internacional de Poesía de Lima, FIP Lima. Blog: http://elaguiladezaratustra.blogspot.pe/ Foto: Eduardo Farfán 52


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ras aquellas palpitaciones mortíferas Donde llegar es inminente Hacia aquel sol de pura vibración Y el aquelarre maldito de los seres que se embisten Heredaremos la marisma mental Donde los súcubos nos tomen Flotantes Para crear el precipicio de la espera En un prurito donde la cola del saber agoniza Y las garras interiores se arrastran Para que vendamos nuestra alma al diablo En pos de esa búsqueda eterna y eterna Que no existan más ansias que las de beber De la miasma angustiosa sabiduría En la inhóspita excelsitud idearia Deslumbrando por su esbeltez mental y sorpresa Donde qué signos oscilantes de breve pero eterna locura Esa concavidad de espejos convexos Desuella Donde opongan resistencia etéreos padecimientos Y giros sepulcrales se den por asalto Hasta la inmortalidad de todos sabernos celestiales Como un cardo florecido en pleno breñal de amargura Cual si agónicos remiendos de un alma en paz O de un cuerpo que retazo a retazo se hará a la barca De restos desposeídos en reposo 54


Cobraremos lenta decrepitud Silentes ante la afonía de tamborileo persistente Que nos mariposea en el estómago Y las garras del corazón se hacen cabezas recurrentes En el dolor que todo ello conmueve Desaparecer Una inútil vez hasta iluminar lo perpetuo que no existe Nos llevará ¡Oh, sí! Ignorándolo A saltar al mar o al precipicio perdido Para sortear sofismas de flameado corazón Por sus propias ruinas que la invención encadenada Ha salvado innecesaria Por indagaciones perversas develando telarañas Todo mea culpa se mesa necesario Ante la inmortal presencia desvelada Ante el oleaje siniestro de caras imprecaciones Que buscas Y proclives danzantes figuras han varado Como si se tratara de muertos amarillos Que en la agonía perlada de un amanecer angustioso Han revivido hasta merecer La culpa ajena La culpa Por el hálito de la bestia asomándose 55


Como una flor al vacío Que la pez la morada o el estertor vital de temblores asesinos Renazcan innecesarios Ante la primigenia muerte en velas puestas de cabeza Que con cuidado obceca una voz apenas minimalista Apenas ante el hoyo asesino buscándonos Como una tentación de la que se huye Pero Presas de obsesiones irreprimibles Vamos de cara hacia el cadalso Invertidos por antorchas asesinas De lo que podría saltarse si ocurriera O de lo que podría obcecarse Ante un fin maldito Ante todo arrastre de cuerpos Que reposados han varado en la orilla de escamas mentales De todo aquello que retornará Al pálido centro incendiado de sal que se nos junta en los ojos Por esa precisión que perla agonía de diamante Por aquella voz llamándonos Para cometer el estupro hacia nosotros mismos Que Somos El 56


Estupro Mismo Del fin que no es fin Ni enigma La lenta vacilación del salto entre preñeces anhelantes Que irán a dar al pozo excrementicio de todos los deseos borrados Ante todo A pesar de todo Porque la vil existencia se mece enseñoreándose Con unas caderas tan bamboleantes Que nos cuesta llamar A todo Por el principio ilustrado de sus nombres Ante lo magnánimo aflorando de las mismas rocas A las que no se visita si no es por pura y mendaz Inmovilidad desatada en los ríos creadores Por ningún miedo Por ningún acaso Corriendo como el agua desvelada De cada canto A la locura diamantina Florea el responso Con una propensión casi anhelante De merecerlo todo A los brazos Buscándose 57


Y se culpan Como si entreverar La paz perpetua1 De una mente relumbrante En jubileo inacabable Mente De toda la carroña concurriendo En varar los brazos A la lenta agonía del desvelo A la morada en cruz interior que nos grita Horrorosamente Que nadie podrá valerse de una estulta idea Que haría volar en pedazos La locura de diamante2 La canción que se culpa Hacia propensiones que anhelas A brazadas interiores Y suplicando aquel desvelo de los dementes A los que han recreado sus caídas A los que a pesar de todo Aprenden a restregarse entre el polvo de mierda Para aprender de las costras guardadas En un morral de piel humana Para que en la fosca agonía desvelada 1 2

Immanuel Pacato Kant. César Moro. 58


Aprendamos a retener el vicio ensopado de retener el vicio Por más absurda que haya sido la pasión encadenada A un sinnúmero de imposibilidades y truncas cavilaciones Que nos amamantan La bestia informe y desdentada que somos Porque la siesta de una noche iluminada Porque la luna imantando más deseos Se mece innecesaria Y pequeñas e innumerables plantas carnívoras Tracen por fin el relente Demente Etéreo en el diamante del descubrimiento Para que en la taracea envilecida de un tropiezo Urda El Fin Sí El Fin inmemorial de una santa paciencia Que nos da en todo el quicio de las puertas perceptibles Que uno cree que ha inventado Porque el sol que existe Porque los ángeles arrinconados gritando órficos denuedos En las prelaciones de una agonía desencantada Como serena 59


Que nos vuelve a retirar de la comedia insepulta Como aquel oficio del cancerbero babeante por concha dentada Que una noche nos tragó con todo y brazos ¡Concha Concha Concha! En la marisma inventada de una noche pestífera Clamando un cuerpo por otro Hasta que Serenos animales Nos toleremos Hasta que nos soportemos Irredimibles Al vuelo de una tumba etérea Pesadamente cayendo Para desplomarse el mundo Para que Pedazo a pedazo Una suerte incomparable nos dé el hachazo final Aquel despertar por los santos rojos que en un clic nervioso Hagan despuntar punas o atardeceres costeños Donde la rosa ahogada de los vientos Se haga a la mar Se estrangule Se despedace en voladuras abiertamente excomulgadas 60


A lo largo de aquel ángel negro que la salvación entraña En un vil oficio por sangrar Abiertamente el alma Y certeramente la carne Que no curte Incesante Arrodillada esclava del vicio recurrente De las alucinaciones que en un solo barro se conmueven Y se salvan de las inútiles babas del oficio Por calar hondamente Esta guerra genocida por parir letras Y desmembrar fantasiosas repeticiones De lo que ya ni arrastrar podría padecer Hacia tules olmos Donde pace el ave negra del oficio ¡Oh, divididas aguas que ya no supuran más ánimas en cadena! Y redivivos Ante la paciencia cuerva De las garras voladas en pedazos De los hombres de hiedra Viciados en la espera Aquella espesa niebla que somos Si nadie en puesto vigía se arredra Ante la excomunión de una cabeza clava 61


Minándonos con el dedo corazón de una flecha suicida El corazón que ya no da más Por el amor que siempre volatiliza su presencia Sobrenadando A gritos desgarradores Aquel obrar asesino Ante todo Después de todo Los límites destruidos Las inalienables aguas que pienso Tras de mí El alma que he inventado Como bello pensamiento Libre ya de un corazón que ha saltado Por inútiles palabras Que en la noble agonía de la sal manando De los ojos Inventa El lecho de la perdición Y el desvelo Cuando las ventanas abiertas de la percepción A la noble locura del salto A la nada Se acuestan para despertar Sin resuello Libre ya del alma 62


Que todo lo ha aguado Secretamente Como la hierba brotando de las tumbas etéreas Eternamente solitaria como la muerte Plañendo la agonía del que siempre se levantará Para morir Otra vez De: Un suicida resplandor (inédito)

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“Uno da todo para no tener nada. Siempre para comenzar de nuevo. Es el costo de la vida maravillosaâ€?. CĂŠsar Moro

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