EL ROI… EL DIOS QUE ME VE

Quédate quieto en él

BY LISA HATHAWAY

La vida es dura.

A veces, la vida se vuelve agotadora a medida que avanzas y avanzas, tanto en momentos buenos como en momentos difíciles. Pero aunque los desafíos que enfrentamos parecen surgir de la nada, Dios aún lo ve.

Mi vida ha estado muy ocupada últimamente con mis estudios de posgrado en consejería clínica y de salud mental y tres hijos adolescentes, incluida una hija que acaba de graduarse de la escuela secundaria. La preparación para la universidad está en marcha para ella, y hay tantas incertidumbres que provocan que la ansiedad surja en mi alma.

Recientemente, mientras me preparaba para ir solo a una conferencia de la junta escolar en la playa, estaba inquieta. No estoy acostumbrada a parar y “estar”. Mi vida está repleta de “hacer” y me resulta difícil tomarme un tiempo para estar quieta. Sé que he necesitado trabajar en eso durante mucho tiempo, pero soy sirviente por naturaleza, por lo que buscar tiempo para estar tranquila no es algo natural. Pero Dios. Vio el final desde el principio y sabía que necesitaba tiempo para estar quieta y verlo de la manera que mi alma deseaba profundamente.

Todos los días, después de las sesiones de la conferencia, tomaba mi silla y me sentaba en la playa. Incluso cené sola. Sinceramente, no sabía qué hacer. Se sentía tan extraño para mí. Llamé a mi mamá la primera noche y dije: “Mamá, esto es tan raro. No sé qué hacer estando sola ”.

La respuesta fue simple pero poderosa. Ella dijo: “Lisa, permítete estar quieta en Él”.

Entonces, hice exactamente eso. Me detuve, escuché, oré y me empapé en la presencia de Dios. Lo que comencé a reconocer fue que Dios sabía que ansiaba descansar en Él. Me vio, vio mi corazón y supo exactamente para qué necesitaba tomarme el tiempo.

Mientras me sentaba en la playa todos los días, solo escuchando las olas, Dios me dio una imagen de la inmensidad de su amor y cómo podemos mantenernos firmes sobre su fundamento.

En mi corazón, me vi a mí misma en la orilla de las olas rompientes. Mis pies se hundían en la arena con los dedos doblados para no perder el equilibrio. Las olas rompían cuando el agua golpeaba mis piernas. Entonces, con los pies todavía hundidos en la arena y el agua fluyendo hacia el océano, me di cuenta de que todavía estaba de pie.

Yo estaba de pie firme. ¡No me derribaron!

Esta visión fue una imagen clara de lo que significa pararse sobre el firme fundamento de Dios. A veces las tormentas se alzarán sobre nosotros.. Chocarán sobre nuestros corazones y mentes. Pero cuando chocan contra nosotros, doblamos los dedos de los pies contra los cimientos y nos mantenemos firmes.

Luego, mientras observamos, nuestros dolores, heridas, pecados, vergüenza, tormentas y todo lo que el enemigo nos ha arrojado son arrastrados hacia la inmensidad del océano.

Entraron para desequilibrarnos, pero luego Dios. El amor de Dios nos baña y nos refresca.

El océano es una representación perfecta del amor perfecto de Dios: NO tiene fin. Todo lo que el enemigo quiere hacer para hacernos caer es lavado mientras somos cubiertos por el amor de Dios.

Cuando estés en una temporada de confusión, te animo a que te mantengas firme sobre el firme fundamento de Jesús. Aunque tus pies se hundan un poco, la fuerza del Señor te sostendrá y te mantendrá firme. Mientras te pones de pie e incluso eres golpeada por las olas, levanta la cabeza y mira hacia afuera. Dios está allí en el vasto océano, parado justo a tu lado, tomando las olas rompiendo por ti.

El Dios del Universo te ve. Él te conoce. Y Él sabe exactamente lo que necesitas, incluso cuando no lo necesitas. Confía en Tu corazón. Confía en Su voz.

Lisa Hathaway reside en Lexington, NC, con su esposo, Everett, y sus tres hijos. Como madre con necesidades especiales, sobreviviente de cáncer de mama y sobreviviente de un trágico accidente automovilístico, el sufrimiento se ha entrelazado en su historia y anhela que otros experimenten la dulzura de Dios a través de sus dificultades. Lisa tiene una Maestría en Administración de Empresas (MBA) y está cursando un título en Consejería Clínica y de Salud Mental. Trabaja en The Oaks Therapeutic Community y es una parte integral del equipo de liderazgo de WWL.