En cumplimiento a la política del gobierno de proporcionar al pueblo alimentos nutritivos
El INTA de lleno en lograr
soberanía alimentaria
Aldo Rojas, director de semillas de la institución, aseguró que se han empeñado en evaluar cuál de todas las variedades criollas de semilla tienen mayor contenido nutricional, porque están conscientes que si la gente consume alimentos nutritivos se enferma menos, coadyuvando a que sea menor el gasto en el sistema de salud. “Además, el desarrollo intelectual de la persona es más alto”, sostuvo. De acuerdo al funcionario, la política de seguridad, soberanía alimentaria y nutricional les obliga a proporcionar alimento a la población con los mejores niveles nutricionales, para lo cual cuentan con un área especializada que hace estudios sobre variedades y cruces de semillas de granos básicos, legumbres y frutas, entre otras. Como ejemplo, Rojas mencionó el frijol, que contiene hierro y zinc. Por esos estudios es que el INTA se ha dado cuenta que algunas semillas de frijol pierden el contenido de
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mucha nutrición, mejorar el uso de suelo y la productividad, que no se sigan usando pesticidas o veneno en los cultivos, sembrar variedades de semillas mejoradas, y la formación de empresas agroindustriales por pequeños y medianos productores, son algunas de las tareas que ha emprendido el Instituto Nacional Tecnológico Agropecuario (INTA).
hierro, porque se almacena en condiciones inapropiadas que bloquean este elemento nutricional. Es por eso que, una vez identificado el problema, se han dado a la tarea de hacer cruces. “Un frijol que está en un lugar lejos y la producción es poca, pero tiene alto contendido de hierro, lo cruzamos con una variedad buena que produce mucho en otro lugar para que esa característica se traslade tanto a la variedad como al terreno”, explicó. Lo mismo hace la institución con otros productos, como la yuca que produce vitamina A.
Juan José Membreño
E
n cumplimiento a la política del gobierno sandinista de proporcionarle a los ciudadanos alimentos con altos contenidos nutritivos, la institución desarrolla tres grandes programas: de ganadería, de manejo integrado de cultivo y de semilla. Cada uno de ellos diseña su plan de capacitación a nivel técnico, de promotores y de productores.
Brindarle al pueblo alimentos con
AldoRojas,directordesemillasdelInstitutoNacional Tecnológico Agropecuario (INTA).
Recuperan confianza de los productores Es decir, a través del Sistema Nacional de Semilla, la institución desarrolla un programa de mejoramiento de variedades para las condiciones climáticas y de suelo de Nicaragua. “El gran paso que hemos dado es que lo estamos haciendo aquí, con nuestros propios recursos genéticos”, afirmó. Antes, lo que normalmente se hacía era traer variedades mejoradas de otros países que muchas veces no funcionaban. Ahora, ofrecen a los productores verdaderas semillas que crecen con vigor, calidad y pureza genética para que produzcan más y con mejor calidad nutricional. Por los resultados obtenidos es
que los productores han empezado a confiar en la institución, a tal grado que están demandando más semillas. Según Rojas, en el pasado reciente había mucha corrupción en torno a todo el proceso de la semilla que hizo perder la confianza de los productores. “Habían muchos negocios sucios relacionados con la producción, certificación y con aspectos legales, pero ya hemos avanzado mucho en depurar ese sistema”, aseguró el Director de Semilla del INTA; Al estar ahora usando semilla de calidad, los productores de frijoles, por
ejemplo, están viendo la diferencia, pues ya no están cosechando 8 ó 10 quintales por manzana, sino entre 20 y 25 quintales. Por otro lado, antes los productores tenían que viajar a Managua o a León para poder acceder a la semilla. Entonces el INTA dispuso construir empresas territoriales en zonas productivas como La Concordia, San Dionisio, Matagalpa; Piedra Colorada, en Las Segovias, Palacagüina, Pueblo Nuevo, Condega, Nueva Guinea, San Carlos, Siuna, Rosita, en la zona de las minas, entre otras lugares.
Juan José Membreño
“La estrategia es que la semilla se produzca en los territorios y se distribuya allí”, dijo Rojas. O sea, desde hace cinco años la institución decidió zonificar las variedades para producción de semilla en los mismos territorios, después de conocer que el comportamiento de la semilla depende de las condiciones del clima y de suelo óptimo.
Tienen el mejor laboratorio de biotecnología
“Tenemos un tendido de oficinas zonales y agencias de extensión con las que prácticamente estamos llegando a 127 municipios del país”, destacó Rojas. Todo esto se ha logrado por medio de alianzas con otras instituciones y de proyectos financiados que permiten contratar más técnicos para dar mayor cobertura.
Además, cuentan con un programa de Promotoría Rural para llegar a más productores. La cadena de operación es la siguiente: de técnico a promotor y de promotor a productor. Lo anterior define un proceso de crecimiento que aunque significa más recursos, es necesario por el efecto multiplicador de las tecnologías. Es decir, de nada serviría producir más variedad de semilla si ésta no llega a quienes y adonde la necesitan. Por lo general “uno cree que cualquier variedad da resultado en cualquier lado, pero no es así”, reiteró Rojas. Para hacer todo esto se auxilian de tecnología moderna instalada en el mejor laboratorio de biotecnología del país, que está ubicado en la carretera norte. Ahí trabaja un grupo de profesionales muy preparados que se han formado en Europa con conocimientos muy
avanzados. En el laboratorio se estudia, analiza y evalúa la semilla permanentemente.
El INTA colecta todas las plantas relacionadas con la producción de alimentos, en el laboratorio analizan y estudian sus características en cuanto a soportar más o menos temperatura, resistir las plagas y enfermedades, y que producen más. El funcionario aseguró que la meta que se han trazado es analizar al menos 50 especies de plantas. Lo anterior es de vital importancia porque la demanda tecnológica de la producción es constante, razón por la que institutos que la generan, como el INTA, tienen que hacer un trabajo permanente para dar respuesta cada día, pues si no se anticipa a esa demanda crearía graves problemas al país. “Hay cosas que no se pueden fabricar de la noche a la mañana, tienen sus tiempos y hay que preverlos”, señaló. La institución está enfocada en variedades que produzcan con menos agua cuando hay sequía y otras cuando hay demasiada agua en el suelo; lo mismo en zonas donde las temperaturas son diferentes. Por ejemplo, antes sólo en Jinotega y Estelí se sembraba papas porque la temperatura es helada; pero ahora el INTA se propone probar en zonas calientes.
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La combinación de todas esas herramientas les ha permitido hacer proyecciones de producción de alimentos para los próximos cinco años, convencidos que el entorno es favorable tomando en cuenta que el desarrollo de Nicaragua está basado en la agricultura no sólo para producir alimentos para el consumo nacional, sino para exportarlos.
Sin embargo, el propósito no es con-
Ensayos con pequeños tinuar exportando sólo materia prima, sino productos procesados, para lo productores cual el INTA viene “pujando” para que
En opinión de Rojas, si al final se logra instalar todo el sistema nacional de semilla, más una buena infraestructura de acopio para la producción y se articula el crédito a la producción, se podría cambiar en un futuro próximo la realidad de la producción de alimentos en el país. Por el momento, se han hecho ensayos con pequeños productores exportando alimentos y semillas a otros países integrantes del ALBA. Para lograr esto, también es necesario que no sólo los grandes productores tengan acceso al crédito, sino también los medianos y pequeños que constituyen el mayor porcentaje de la población productiva. El planteamiento del INTA es que haya una articulación efectiva del crédito, no con las microfinancieras, sino con el banco de fomento Produzcamos.
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medianos y pequeños productores formen empresas agroindustriales con el Programa de Agroindustria Rural.
“Si no tenemos la capacidad de transformar toda esa producción que estamos proyectando para los próximos cinco años vamos a perder muchos recursos, aunque hemos avanzado en los aspectos productivos hace falta correr más en la parte agroindustrial, porque mucho producto que sale directamente del campo se está yendo de manera legal o ilegal para otros países del área”, comentó. Incluso, Rojas denunció que mucha semilla todavía sale de manera ilegal a Honduras, El Salvador, Guatemala, Costa Rica. A su juicio, ningún país está trabajando para desarrollarle variedades de semilla a Nicaragua, sino que lo hacen para ellos mismos o para una transnacional “y a veces nos mandan lo que a ellos no les sirve“. De ahí que como una cuestión de soberanía alimentaria, les obliga a producir las variedades para Nicaragua.