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CON MUCHO AFECTO
from Ayd4%€
C O N M U C H O A F E C T O
En colaboración con el arquitecto Damián Ribas, la interiorista Irene Vidal ha transformado este piso señorial en Barcelona en su nueva vivienda. Un lugar afectuoso, lleno de luz y de historia familiar.
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ESTILISMO: I. VIDAL Y O. RICARD FOTOS: M. CASUGAS Y E. APEZTEGUIA PARA SLOWKIND TEXTO: D. QUESADA
En la imagen superior, obra mural de Pep Agut, en Galería Àngels. Sofá de Timothy Oulton con cojines de Andrea Lennon. Mesa de centro adquirida en Casamitjana. Taburete de madera comprado en Nairobi (Kenia). El jarrón vintage, en Brutus de Gaper.
Izquierda, lámpara Disa (1957), también conocida como Coderch por su creador, el arquitecto José Antonio Coderch. Arriba, sobre la mesa de centro, diseño de Irene Vidal, jarras de barro compradas en un déballage en Francia, y tazas, jarra y plato de la ceramista Blanca Madruga. Sofá comprado en la tienda En Linea Barcelona. La alfombra es de nanimarquina.
"he querido crear espacios amplios y acogedores, bañados por la luz natural. me encanta recibir y que la gente se sienta cómoda”
IRENE V IDA L
Irene Vidal ha sido propietaria de varios restaurantes, y además le encanta cocinar. Eso se nota en su gusto por el detalle en la mesa, con objetos como los platos Vila Clara de La Bisbal o las cucharas de madera compradas en Marruecos.
Aprovechando un hueco muerto en la cocina, Irene ha creado una hornacina de mampostería donde guarda y expone objetos de cerámica y menaje. El proyecto de la cocina es de Cristina Tort, de Cocinas Como. La encimera es de porcelánico de la marca Xtone. La cocina se comunica abiertamente con el saló a través de puertas de cristal con marcos de hierro.
A
La vivienda se encuentra en un edificio representativo de la arquitectura residencial de los años cuarenta.
Irene Vidal le gusta ser una buena anfitriona, algo que ha cultivado a lo largo de los años en los diversos restaurantes que ha regentado. Por eso, cuando abordó la reforma de su propia casa en este piso señorial asomado al Turó Park de Barcelona, su objetivo fue crear un ambiente espacioso, acogedor y bañado por la luz natural y las vistas del parque, en el que su familia y los amigos a los que gusta recibir se sintieran cómodos. La intervenciónfuecomplejadadoquesehacíaenunedificiocatalogado,diseñadoenlosañoscuarentaporFrancesc Mitjans. El proyecto arquitectónico de Damián Ribas ayudó a salvar los obstáculos, entre ellos la fragmentación del espacio original para incorporar las antesalas interiories a las estancias principales, eliminando de este modo los pasillos. Se suprimió asimismo la entrada de servicio, sustituida por un aseo de cortesía, y, en consonancia con la querencia de la interiorista por la cocina, esta se abrió al salón para que se convirtiera en otro lugar social. Irene llenó el nuevo espacio con muebles de herencia familiar, entre los que figuran piezas icónicas del diseño español. Con ello, la interiorista ha logrado preservar la personalidad y nobleza típicas de las viviendas del entorno, pero incorporando el espíritu, la funcionalidad y el confort propios del siglo xxi.