Las intervenciones de comunicación no deberían ser aisladas. Deben estar articuladas y, sobre todo, deben ser patrocinadas, impulsadas, promovidas y asumidas por el máximo nivel jerárquico de una organización.
El modelo de intervención ACMS (Abogacía, Comunicación y Movilización Social) permite, por su carácter sistémico, generar los impactos buscados en todos los públicos.