Cuidado por los niños abandonados en la separación

WILLIE Y ELAINE OLIVER

P: ¡Me divorcié el año pasado, después de 6 años de matrimonio que estaba mal desde el comienzo! Mi hija de 13 años sigue diciéndome que mi ex y yo somos tóxicos porque mostramos mucho odio el uno hacia el otro. Ella dice que se siente sola, abandonada, sin amor y que tal vez yo estaría mejor sin ella. ¿Cómo puedo ayudarla a sentirse mejor?

R: Un divorcio o separación de cualquier tipo puede ser traumático para todos los involucrados, pero especialmente para los niños. Aunque existe la creencia común de que los niños, en última instancia, están mejor en un ambiente donde sus padres no discuten, los niños suelen quedar devastados al ver que su familia se separa – si no están en hogares donde hay abuso físico, sexual o emocional. Un aspecto del divorcio que la mayoría de los padres no consideran para sí mismos o para sus hijos es el proceso de duelo que acompaña a la pérdida de un matrimonio y a la desintegración de la familia. Para un niño – al igual que para los padres – el divorcio deja profundas heridas psicológicas y cicatrices que, si no se atienden, afectarán a todas las relaciones futuras.

Su hija está expresando su profundo dolor y

Willie Oliver, PhD, CFLE y Elaine Oliver, MA, LGPC, CFLE son Directores del Departamento del Ministerio de la Familia en la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Oficina Mundial en Silver Spring, Maryland, USA.

sufrimiento, lo cual usted debe tomar muy en serio. Y como parece que ya ha experimentado el dolor de la separación dos veces en su corta vida, es posible que tenga un profundo sentimiento de desesperanza. Incluso puede estar imaginándose a sí misma como la causa de la angustia en las vidas de los adultos importantes en su vida. Este tipo de trauma en la vida de un niño puede llevar a comportamientos arriesgados como problemas en la escuela, la elección de los amigos equivocados, y aún conducir a futuros problemas con la ley.

En este momento, le animamos encarecidamente a buscar asesoramiento profesional inmediatamente de alguien que tenga experiencia trabajando con familias y adolescentes. Al mismo tiempo, aquí hay algunas cosas que usted puede hacer para ayudar a aliviar algunos de los temores de su hija:

1) Haga de su bienestar su mayor prioridad. Por supuesto, asegúrese de mantenerse saludable psicológica, emocional, espiritual y físicamente, para que tenga las reservas necesarias para cuidar de su hija. Muchas personas divorciadas usan demasiada energía para vengarse de su/sus ex, o se lanzan a una nueva relación romántica para ayudarles a 99

100 recuperarse de la ruptura de la relación anterior. Estas soluciones rápidas no son saludables para todas las partes involucradas y no hacen nada más que poner un vendaje pequeño sobre una herida mucho mayor, causando más daño a los niños involucrados. Además, es posible que tenga algunas heridas que necesiten ser sanadas, así que ahora es un buen momento para que dicha cura comience y para desarrollar una mayor consciencia de sí misma.

2) Asegúrele su amor y estabilidad en su vida. Dele muchos abrazos y dígale verbalmente que la ama. Aunque tenga que trabajar más para mantenerlas a ambas, establezca rutinas como horarios regulares para el culto familiar, el desayuno y/o la cena juntas, o simplemente para divertirse juntas.

3) Comprométase a tener una relación positiva con su reciente ex esposo y su padre si aún está en el escenario. Resista al impulso de insultar a su ex delante de su hija. Los hijos de padres divorciados tienden a sentir que hicieron algo erróneo o se sienten culpables por el divorcio. Independientemente de la razón del divorcio, no importa cuán terrible haya sido la situación, mantenga sus explicaciones honestas, pero sin detalles gráficos. Si ella tiene una relación cercana con su padrastro y/o su padre biológico, trabaje de una manera amigable para que permanezcan en su vida, si es apropiado.

2 Corintios 12:9 declara: “Y me ha dicho: ‘Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.’…”. Oramos para que, durante este período difícil en su vida, usted y su hija experimenten la esperanza y sanidad por medio de la gracia, el amor, y el poder de Dios.

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