13 minute read
Qué quieres que haga por ti? Proyecto de generosidad de Jesús
DIANE THURBER
La Organización Mundial de la Salud comparte los siguientes datos clave sobre la ceguera y la discapacidad visual:
• A nivel mundial se estima que 1.300 millones de personas viven con alguna forma de deficiencia visual. • En lo que respecta a la visión a distancia, 188.500 millones de personas tienen deficiencias visuales leves, 217 millones tienen deficiencias visuales de moderadas a graves, y 36 millones de personas son ciegas. • Aproximadamente 80% de los casos de deficiencia visual a nivel mundial son considerados prevenibles. • La mayoría de las personas con deficiencia visual tienen más de 50 años.
Puede ser abrumador cuando uno reflexiona sobre estas estadísticas. Pero no tenemos que ir muy lejos para darnos cuenta que conocemos a alguien que navega por la vida con desafíos visuales. Cada comunidad en cada país de cada continente tiene alguien que es ciego o visualmente incapaz, y en la mayoría de las veces dichos individuos son marginados por la sociedad. Las razones pueden ser desconcierto, superstición, falta de conocimiento, habilidad, recursos, o para algunos, apatía.
Recibí una llamada telefónica de una mujer
Diane Thurber es Presidente de Servicios Cristianos de Registro, Inc., un ministerio oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Norteamérica.
que apenas quería hablar con alguien. ¿Por qué? Porque desde que se quedó ciega nadie la trató igual. Ella solía participar activamente en su iglesia y en su comunidad, pero su ceguera había creado una nueva realidad: Era la misma persona por dentro, pero su familia y amigos se alejaron de ella, la rechazaron, se avergonzaron de ella, y se sintió sola y temerosa por primera vez en su vida. Era una marginada.
Jesús y los Marginados Es interesante notar que Jesús estaba afinado con aquellos marginados por la sociedad mientras caminaba su jornada terrenal, y aún está afinado con aquellos entre nosotros que tienen capacidades diferentes y sin embargo no son abrazados completamente por su familia, comunidad, sociedad, o incluso su iglesia. Él es amigo de todos.
Al igual que ignorar la pobreza y otros males sociales, ministrar a aquellos con ceguera o deficiencia visual puede ser fácilmente colocado “en el estante” por algunos que piensan que el problema o personas en necesidad son asunto a ser tratado por alguien más, tal vez por otra generación. Sin embargo, si somos discípulos de Cristo, debemos comprender que la Comisión Evangélica de Mateo 28:18-20 no es sólo para algunos elegidos; es para todo el mundo y para cada hijo de Dios en el mundo – para los que ven y para los que no ven.
Como cristianos ciertamente entendemos el llamado para enseñar a todas las naciones 91
¿QUÉ QUIERES QUE HAGA POR TI? PROYECTO DE GENEROSIDAD DE JESÚS
y a bautizar en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, pero al entregar la Gran Comisión, Jesús también instruye a sus discípulos a enseñarles “que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20 RVR).
Jesús era el Maestro. Siempre tenía seguidores y a veces estos seguidores se contaban por miles que se aferraban a cada una de sus palabras y observaban cada acción. Enseñó de varias maneras: Contó historias y parábolas; hizo preguntas; y usó ilustraciones visuales, para nombrar algunas. Y otra manera que Jesús enseñó fue demostrando lecciones valiosas. Por ejemplo, Jesús no sólo enseñó verbalmente a amar a los pecadores; él buscó a Mateo, el cobrador de impuestos, y cenó en su casa. Los fariseos les preguntaron a sus discípulos por qué el Maestro comía con recaudadores de impuestos y pecadores. Al oír esto Jesús dijo, “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos” (Vea Mateo 9:10-12 RVR). que hizo cuando se encontró con Bartimeo que era ciego, y le preguntó, “¿Qué quieres que te haga?” (Lucas 18:41).
Aunque era obvio para algunos observar lo que el hombre necesitaba o quería, Jesús no solo le dio oportunidad de ejercer su fe, sino que también mostró respeto al ofrecerle a Bartimeo una audiencia y permitirle que usara su voz. Su voz puede haber sido silenciada por años. Su voz puede haber sido descartada. Su voz puede haber sido ridiculizada. Sin embargo, la fe de Bartimeo lo compelió a pedir con confianza, “Señor, que reciba la vista” (Lucas 18:41 RVR.
El cielo ve el valor Mientras Jesús satisfacía las necesidades de aquellos con quienes se encontró, también demostró poderosamente que, aunque muchos subestimaron su valor, el cielo no lo hizo. ¿Produjo esto un cambio en los pensamientos y acciones de aquellos que observaban al Gran Maestro? ¿Nos hace esto detenernos y considerar nuestras actitudes y acciones?
A veces se organizaban las acciones de enseñanza de Jesús y, otras veces, vemos que era espontáneo cuando vio una oportunidad de enseñanza para que sus seguidores la observaran.
Podemos pensar que las acciones de Jesús hacia los ciegos son tan espontáneas como si hubiera encontrado una necesidad. Sin embargo, Jesús nunca desperdició un momento de enseñanza o una oportunidad de traer restauración. La sanidad que tuvo lugar durante aquellos encuentros no era sólo física y espiritual, sino también una cura emocional ya que elevó a estos individuos y los restauró al lugar que les correspondía en su comunidad. Jesús devolvió la dignidad y valor al demostrar a aquellos que lo observan (y a las futuras generaciones) cómo tratar a los demás. Ayudó a su Iglesia y al cuerpo de Cristo a ver que la responsabilidad se extiende más allá de los círculos sociales normales y a todos los que pone en nuestro camino. Si detenerse para hacer la diferencia en la vida de alguien que era ciego fue importante para Jesús – y realmente lo era, tal como lo leemos en las Escrituras – entonces debería estar en nuestra lista de mayores prioridades también. Si no está seguro, entonces hágase estas preguntas: Si no somos nosotros, ¿quién? Si no es ahora, ¿cuándo? Por último, alguien es responsable por llevar el Evangelio a todo el mundo y nunca ha habido un tiempo más crítico que en estas últimas horas de la historia del mundo.
Cuando Jesús dijo a sus discípulos, “A los pobres siempre los tendréis con vosotros” (Juan 12:8), estaba citando otro pasaje bien conocido de la Torá judía (los primeros cinco libros de la Biblia Hebrea). De hecho, los eruditos creen que aquellos que le oyeron decir esas palabras podrían haber captado inmediatamente su referencia implícita. Aquí está la cita original completa:
Jesús involucró a aquellos que otros pensaban que no eran dignos de la atención del Salvador. Habló con respeto. Fíjense en lo “Cuando haya algún pobre entre tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová,
tu Dios, te da, no endurecerás tu corazón ni le cerrarás tu mano a tu hermano pobre, sino que le abrirás tu mano liberalmente y le prestarás lo que en efecto necesite… Pues nunca faltarán pobres en medio de la tierra; por eso yo te mando: ‘Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra’” Deuteronomio 15:7-11. Larry Evans, líder de Ministerios de Necesidades Especiales de la iglesia Adventista del Séptimo Día mundial, continúa involucrando a los líderes y miembros de la iglesia en todos los niveles alrededor del globo, recordando que “Todos son dotados, necesitados y atesorados”. Él desafía a la iglesia a dirigirse a aquellos que tienen capacidades diferentes considerando tres áreas de énfasis: Conciencia, Aceptación, y Acción.
Podemos insertar la palabra “ciego” en la cita para la palabra “pobre”, y creo que tenemos un proyecto de generosidad en el ministerio para y con las personas ciegas y sus familias. Esta es una instrucción directa de Dios para que seamos generosos.
El desafío de ministrar para y con personas ciegas es que no hay dos ciegos o discapacitados visuales que sean iguales o tengan las mismas necesidades. Ninguna familia con miembros que son ciegos o con impedimentos visuales son las mismas o tienen las mismas necesidades. Las necesidades de nadie son las mismas en cada etapa de la vida. Entonces, ¿qué hacemos como individuos y como iglesia para seguir este proyecto de generosidad comunicado y demostrado tan hermosamente por Cristo?
Generosidad en lugar de apatía Primero escogemos generosidad en lugar de apatía. Abrimos nuestras manos y nuestros corazones a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas. Elegimos ser como los primeros creyentes que tomaron este desafío a serio, tanto que Hechos 4:33, 34 describe su generosidad: “La gracia de Dios se derramaba abundantemente sobre todos ellos, pues no había ningún necesitado en la comunidad” (NVI).
¡Imagínese! Esto es lo que sucede cuando seguimos las enseñanzas de Jesús y ofrecemos apoyo y cuidado a través de la amistad. Él nos invita a mostrarles a sus hijos ciegos (y a sus familias) lo que significa formar parte del cuerpo de Cristo, un cuerpo que no solo satisface sus necesidades, sino que los llena hasta transbordar.
Conciencia He hablado sobre conciencia anteriormente cuando resalté las estadísticas de aquellos entre nosotros que son ciegos o tienen alguna otra deficiencia visual. Hay mucho más que se podría aprender al ir a la biblioteca local o centro de educación. No solo debemos ser conscientes de las estadísticas sino de las barreras y prejuicios que enfrentan los que tienen capacidades diferentes y se esfuerzan por vivir la vida que Dios ha planeado para ellos (Vea Jeremías 29:11). Dios tiene planes para cada uno de nosotros. Debemos elevar nuestra consciencia individual y corporativamente como iglesia, educando acerca de las causas de la ceguera, y juntamente con los líderes de los ministerios de la salud educar sobre la discapacidad visual evitable. También debemos educar sobre el deseo de Dios de un cuerpo inclusivo de Cristo. La inclusión total significa más que dar una bienvenida amistosa. Significa incluir a los discapacitados visualmente y otros con necesidades especiales en todos los aspectos de adoración y misión. También significa eliminar barreras para asegurarse que estos cambios sucedan.
Aceptación Jesús aceptó a aquellos que fueron y son rechazados por la sociedad. Debemos crecer en amor, gracia, y misericordia al aceptar a todas las personas como Jesús lo hizo. Después de todo, Cristo acepta a cada uno de nosotros que no estamos completamente enteros. Debemos cambiar nuestros pensamientos sobre cómo Dios considera a aquellos que son ciegos. Debemos recibir a todos en el cuerpo de Cristo para usar sus talentos y dones espirituales para traer esperanza y ayuda a un mundo moribundo, y para que 93
¿QUÉ QUIERES QUE HAGA POR TI? PROYECTO DE GENEROSIDAD DE JESÚS
discipulen a los que están dentro de los círculos. Tienen un testimonio más poderoso para alguien en circunstancias similares de lo que yo podría dar. Aceptar también puede significar abogar dentro de las familias, iglesias, y en la comunidad a favor de alguien que es ciego.
Acción Finalmente, debemos ser intencionales en cuanto a satisfacer las necesidades – física, espiritual, y emocional.
Entonces, ¿cuáles son algunas de estas necesidades? Puedo decirles algunas de las necesidades que he observado al ser invitada a relacionarme y confraternizar con gente ciega. Cuando no estaba segura de lo que estaba viendo y aprendiendo, pedí una aclaración para obtener una mejor comprensión. Cualquiera que esté dispuesto a servir necesitará hacer lo mismo para ayudar a llenar las necesidades de un amigo a desbordarse y abrazarlo en el cuerpo de Cristo y en la vida de la iglesia.
Necesitamos darnos a nosotros mismos para construir relaciones con alguien que es ciego. Deberemos ajustar nuestro tiempo, energía, prioridades, y finanzas para hacer la diferencia, así como lo hacemos con cualquier relación que es significativa para nosotros. Necesitamos preguntar como Jesús lo hizo, “¿Qué quieres que te haga?” Y tenemos que preguntarle esto no solo al individuo, sino también a su familia.
Algunas necesidades pueden incluir:
• Amistad • Alimento • Transporte • Cuidado infantil • Gastos médicos • Alojamiento • Pertenencias • Empleo • Oportunidades para servir • Educación • Limpieza • Lavandería • Equipo • Recursos accesibles • Ayuda para leer el correo • Aseo de un perro guía • Servicios de referencia
La lista de necesidades variará, dependiendo de la persona, su grado de ceguera, del lugar en el que se encuentre en la vida y en su camino, de sus recursos y de las necesidades de la familia.
Hablé con una persona que está ciega un año después de conocernos. Hablamos con frecuencia, pero esta vez terminé la conversación con la simple frase, “Fue un placer charlar contigo, amigo”.
Hubo un largo silencio, y luego respondió con lágrimas en los ojos, “Me gusta oírte decir, ‘amigo’. No tengo muchos que estén dispuestos a ser mis amigos”.
No había pensado qué un simple comentario como ese podría significar tanto para alguien. La verdadera bondad y amistad alivian una multitud de dolores y tristezas que experimenta alguien que es ciego. Este es un ministerio esencial que todos necesitamos hasta que Jesús regrese. Hacer amigos puede empezar con un simple “Hola”, y luego progresar hacia una hermosa relación si somos genuinos y sensibles cuando extendemos la mano de amistad y el ministerio sanador de Cristo hacia ellos.
Una vez que ofrezcamos amistad y establezcamos una relación de confianza, podremos empezar a soñar con nuestro nuevo amigo. Podemos hacer preguntas como esta: Si no tuviera barreras, ¿qué le gustaría hacer? ¿Quién le gustaría ser? ¿Cree que Dios se preocupa por usted? ¿Le gustaría aprender más sobre un Dios que ama a todos? ¿Quién cree usted que Dios lo creó para ser? ¿Cómo cree usted que está llamado a servirlo?
Con demasiada frecuencia colocamos a las personas en una “caja” al establecer expectativas limitadas de lo que pueden ser y qué pueden contribuir al mundo y a la iglesia. Esta no es nuestra prerrogativa. Nuestro lugar es caminar a su lado y ayudar a abrir puertas de oportunidad cuando se nos invita y necesita, siguiendo el ejemplo a medida que son guiados por el Espíritu Santo.
Práctica A medida que desarrollamos cualquier habilidad, ya sea tocar el piano o correr un maratón, debemos practicar. Si deseamos tener una mayor capacidad de amar a las personas que son ciegas, comenzamos por servirles y pedir que Dios esté con nosotros. Mientras liberamos el amor de Dios por medio de nuestras palabras y acciones, él expandirá nuestra capacidad de amar y servir. Debemos pedirle a Dios que nos ayude a amar como él lo hizo. Amar verdaderamente como él lo hizo significa vaciarnos de nosotros mismos en beneficio de otro: “Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos”. (Juan 15:13 RVR).
Hay un lindo versículo en el libro de Apocalipsis que tiene un significado especial para los ciegos. Apocalipsis 1:7 dice, “He aquí que viene con las nubes: Todo ojo lo verá…” (RVR). Imagine el significado de esas palabras para alguien que es ciego y que ha aceptado a Jesús como su Salvador.
Cuando miramos a los ciegos en nuestro mundo, podemos permitir que estos números nos abrumen, o podemos detenernos tal como lo hizo Jesús cuando encontró a alguien que era ciego durante su ministerio terrenal. Simplemente debemos preguntarle a él y a la persona que él coloca en nuestro camino: “¿Qué quieres que te haga?” y él nos lo mostrará.
Se menciona que Helen Keller, una famosa escritora, activista política, y conferencista estadounidense que era ciega y sorda, dijo: “Solos podemos hacer tan poco, juntos podemos hacer tanto”. Trabajemos individual y colaborativamente hasta que Jesús venga. Logremos mucho para nuestro Salvador en nombre de sus hijos que son ciegos. El cielo será un hermoso lugar que todos podrán ver, y especialmente cuando nuestros ojos se posen en el rostro de nuestro querido Jesús quien vino para que todos puedan disfrutar de la vida eterna con él.
El Ministerio Adventista de Necesidades Especiales tiene una variedad de recursos para ayudar y servir a las personas que son ciegas. Comience visitando https://specialneeds. adventist.org/blind, y conéctese con los líderes del Ministerio de Necesidades Especiales/ Discapacidad de la División, Unión, y Asociación para aprender cómo asociarse para tener un impacto en todas las regiones del mundo.
¿QUÉ QUIERES QUE HAGA POR TI? PROYECTO DE GENEROSIDAD DE JESÚS