Nuestro turno es ahora

WILLIE Y ELAINE OLIVER

P: Acaba de casar a su única hija recientemente. ¿Qué le ha enseñado? ¿Qué le quedó? ¿Cuáles son sus temores? ¿Cómo entra este novio en una familia tan unida? ¿Cómo puede él esperar caer bien? Y, ¿cómo pueden extrapolar de esto los recién casados, y los que pronto se casarán?

R: Estamos muy agradecidos y bendecidos por ser testigos y participar en las nupcias de nuestra primogénita y única hija. Creemos que Dios escogió un compañero maravilloso para nuestra hija y estamos encantados de darle la bienvenida a nuestra familia. No sólo participamos como padres de la novia, sino que también oficiamos la presentación del sermón matrimonial. Durante los pocos minutos que hablamos, resumimos muchas de las lecciones sobre el matrimonio que le enseñamos a nuestra hija a lo largo de su vida.

Algo aprendido Cuando se trata del aprendizaje de los niños, la información y los valores a menudo se captan más que se enseñan. Por lo tanto, no es tanto lo que le hemos dicho a nuestra hija – también tenemos un hijo – como la forma en que nos hemos comportado el uno con el otro lo que le ha ayudado a desarrollar un concepto

Willie Oliver, PhD, CFLE y Elaine Oliver, MA, LGPC, CFLE son Directores del Departamento del Ministerio de la Familia en la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Oficina Mundial en Silver Spring, Maryland, USA.

saludable del matrimonio.

Nos gustaría creer, basándonos en nuestras conversaciones casuales con nuestra hija acerca de las relaciones y matrimonio, que ella ha abrazado una noción saludable del matrimonio que la ayudará a llegar hasta el final.

Una cosa de la cual ella está bien consciente es que, aunque el matrimonio es una aventura hermosa y maravillosa, no viene sin sus desafíos. Ella ha sido testigo de una pareja menos que perfecta en sus padres. Sin embargo, es de esperarse que nuestros hijos perciban que, por la gracia de Dios y nuestra disposición a humillarnos, es posible tener un matrimonio fuerte, estable y feliz.

Esperamos que haya aprendido que las parejas no estarán de acuerdo, pero que podemos aprender a manejar las diferencias sin destruir el matrimonio. También esperamos que nuestro fuerte sentido de compromiso uno con el otro, con ellos y con Dios permanezca en su mente. Esperamos que el conocimiento le ayude a superar los tiempos difíciles, dándose cuenta de que, si lucha por su matrimonio, mañana será un día más brillante.

Algo practicado Aquí está lo que ofrecemos sobre nuestros temores potenciales – como lo ha pedido. Ella aún tiene que elegir poner estas lecciones en práctica. No siempre tomamos 105

106 decisiones basados en lo que sabemos, sino en el impulso o en la emoción que es más prominente cuando estamos molestos. Esto no es solo potencialmente cierto en el matrimonio de nuestra hija, sino también en el nuestro, a pesar de nuestra reserva de conocimiento sobre las dinámicas y mecánica de un matrimonio que funciona.

Alguien abrazado Finalmente, el esposo de nuestra hija ya es parte de nuestra familia. Durante su noviazgo lo acogimos en nuestro hogar muchas veces, y hemos hablado con él muchas veces durante las muchas comidas que hemos compartido juntos. Cuando nos visitó para pedirnos la bendición para casarse con nuestra hija, lo conocíamos bastante bien. Teníamos un buen manejo de los antecedentes de su familia de origen, su personalidad, y su manera muy gentil y paciente de interactuar con nuestra hija. Creemos que es muy importante que los padres tengan la oportunidad de interactuar con el pretendiente de su hija o hijo. Esto proporciona una oportunidad para desarrollar un nivel saludable de comodidad con la persona antes que lleguen a ser parte de su familia. Sin duda esto tiene mucho que ver con la relación entre una hija y sus padres, como ha sido el caso de nuestra hija. Cuanto mayor sea la relación de confianza entre una hija y sus padres, más fácil será sentirse a gusto con la idea de acoger a esa persona en su familia.

Alguien de confianza La cosa más importante ahora para nuestra hija y su esposo es salir y partir. Como padres ahora tenemos que confiar que Dios los ayudará a vivir su nueva realidad de ser uno, a formar su propia identidad de pareja. Por favor, únanse a nosotros en oración en favor de ellos, para que confíen en Dios cada día por paciencia y bondad para hacer de su matrimonio un pequeño cielo en la tierra.

HACIENDO DISCIPULOS Todas las citas bíblicas son de RVR

RECURSOS

107