2 minute read

TENÍA CLARO QUE QUERÍA CASARME CON ELLA”

Para Ernesto Laguardia, el amor por su esposa, Paty, fue a primera vista; gracias a Carla Estrada se conocieron, y fue para siempre: “Desde el principio fue un flechazo, y ya llevamos 16 años de casados; de este amor tenemos tres hijos: Bárbara, Santiago y Emiliano, y seguimos contentos y enamorados como el primer día. Desde que la vi me encantó, y de ese día no volvimos a vernos hasta un año después, que ya no nos separamos”.

El actor tenía claro que quería casarse con ella, y aun con la diferencia de edades entre ellos, luchó por conquistarla: “Nunca me había enamorado a primera vista, pero en nuestro caso fue en automático el decidir estar juntos. El amor hay que cuidarlo y hacer que cada día sea más grande; es padre ir día con día construyendo una relación para que sea sólida. Yo tenía muy claro que quería casarme con ella, y creo que ella también, todo se dio naturalmente; ahora con tres hijos tenemos un aliciente más grande, el amor va cambiando para bien, se va volviendo admiración, amor, cariño y respeto, y eso es tarea de los dos”.

Advertisement

Como en todas las relaciones de pareja existen los momentos difíciles, pero si se saben superar, fortalecen la relación: “Gracias a Dios nos llevamos bien y nos divertimos mucho, nunca nada que no se solucione con un abrazo y un perdón. Como pareja hemos pasado cosas difíciles, de salud, de algún accidente de nuestros hijos, pero eso nos ha llevado a ser más fuertes y estar convencidos de que queremos llegar a la vejez disfrutándonos”.

Esta pareja es una de las más sólidas del medio artístico, y Ernesto sabe lo importante que es contar con alguien a su lado: “En este medio tan difícil a veces tropiezas, y ella siempre está ahí a mi lado, apoyándome, y a su vez yo a ella, siempre ha sido una gran mujer. Si la describiera en una palabra sería ‘Amor,’ porque el amor significa inteligencia, paciencia, respeto, admiración, ponerte en los zapatos del otro y compromiso en el sentido de querer hacer una vida juntos, que construyas el amor día a día, cimentando la relación”.

“TUVE QUE CORTAR A MI NOVIA PARA QUE VERÓNICA ACEPTARA SALIR CONMIGO”

Gustavo Adolfo Infante se casó en el 2000 con Verónica Cuevas, y fue amor a primera vista: “Estaba en Radio 13 y un amigo mío que trabajaba en Radio Fórmula me la presentó en uno de mis cumpleaños. Desde que la vi me encantó, fue un 14 de abril de hace 24 años”, recordó. “La invitaba a salir, pero yo tenía novia y por eso ella no aceptaba, tuve que cortar a mi novia para que ella aceptara salir conmigo… Después de que fue mi novia, al año más o menos le pedí que fuera mi esposa. La boda fue en Ixtapa Zihuatanejo”.

El periodista ha formado un matrimonio sólido, pero no ha sido un camino fácil: “La vida en matrimonio no es un paseo por Disneylandia, hay subidas, bajadas, encontronazos… Dormir con una persona que no conocías no es tan sencillo, pero con paciencia y amor todo se puede”.

Gustavo reveló si alguna vez ha tenido una crisis en su relación: “Una crisis que esté a punto de terminar con mi matrimonio, nunca”. Nos dijo que Verónica lo quiere tanto, que el hecho de que en ocasiones esté en el ojo del huracán, a ella no le importa: “Ella está acostumbrada, así me conoció, entonces, si ya sabía cómo era, ¿para qué se casa conmigo? (bromea)”.

Sobre las cirugías estéticas que se ha hecho el periodista en el rostro para lucir más joven, su esposa también lo apoya: “De hecho ella me acompañó y ha estado muy pendiente de que me ponga mis pomadas, mis cremas y todo”.

Para que una relación funcione, nos dijo, “Tienes que acordarte de lo que prometes, te casaste con alguien para serle fiel”, concluyó.

Un Café con Víctor Hugo

Hombre pleno

Ha trabajado en casi todas las televisoras de México, y siente que aún le falta mucho por hacer.

This article is from: