Sociologia padres fundadores

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PADRES FUNDADORES DE LA SOCIOLOGÍA

Los padres fundadores de la sociologíía son: • Karl Marx. • Emile Durkheim y • Max Weber.


KARL MARX


KARL MARX Karl Marx quien vivioí desde 1818 a 1883, se enfocoí en los acontecimientos econoí micos que provocoí la Revolucioí n Industrial. Marx llegoí a la conclusioí n de que “el principal motor que movía la historia no era el de los valores, las creencias o las ideas de los hombres, sino el de la economía” Consideraba que lo que impulsaba el desarrollo histoí rico era el conflicto de intereses materiales existente entre ricos y pobres.


KARL MARX Con base en ello Marx realiza su propuesta social sobre la lucha de clases, que le permita llegar a alcanzar el perfecto socialismo, es decir una sociedad igualitaria. Esto significa la sustitución del capitalismo por la sociedad sin clases. Seguí n Marx, esto podríía lograrse haciendo que el sistema econoí mico de cada nacioí n sea de propiedad comunal. En la actualidad casi la tercera parte del mundo ha tratado de poner en praí ctica sus principios. La teoríía de Marx ha tenido su acogida dentro de la ciencia teoloí gica, al punto que se ha desarrollado en Latinoameí rica la Teología de la Liberación, la cual pretende la identificacioí n y lucha por los pobres.


EMILE DURKHEIM


EMILE DURKHEIM Durkheim nacioí en el anñ o de 1858 en Francia y fallecioí en el anñ o de 1917 en Paris. Durkheim consideraba que la religioí n, es decir cualquier forma de religión con sus normas y prohibiciones, teníía la capacidad de crear solidaridad entre los seres humanos que la profesaban. Para Durkheim la religioí n contribuiríía, de forma alguna, a integrar los individuos en el grupo social. Asíí mismo consideraba que la sociedad llegaríía a poseer los rasgos propios de la religioí n, en el sentido de ser un ente “normativo” y “coercitivo” para las personas.


EMILE DURKHEIM Por lo que la sociedad se convierte de alguna forma en, “religioí n” ya que representa la “conciencia colectiva” de los pueblos. Durkheim consideraba que la divisioí n del trabajo, estaba desplazando cada vez maí s a la religioí n como principal nuí cleo de cohesioí n social. Dado que las personas dependíían cada vez menos de sus creencias religiosas y cada vez maí s de los bienes materiales y de los servicios que eí stos, les prestaban.


EMILE DURKHEIM Esta divisioí n del trabajo generoí cambios sociales por lo que Durkheim consideraba que eí stos, habríían provocado un grave trastorno social; creando asíí una nueva enfermedad: la “anomia”. Es decir, la falta de objetivos en la vida y la desesperacioí n de no saber cuaí l es el sentido de la propia existencia; puesto que se dejaron de lado las normas morales y los valores que proporcionaba la religioí n, por culpa del desarrollo social, el individuo moderno se sumergioí , en medio de un vacío existencial y normativo que originoí , el aumento de conductas antisociales y llevoí a muchos al suicidio.


Pensamiento de Emile Durkheim “La finalidad de la sociedad es crear miembros a su imagen�

"El individuo es un producto de la sociedad".


MAX WEBER


MAX WEBER Weber nacioí en Alemania en Erfurt en 1864 y murioí en Muí nich en 1920; no solo figuroí en sus aportes para con la filosofíía, economíía e historia sino que en especial lo hizo para con la Sociologíía. Weber realizoí un anaí lisis del crecimiento econoí mico y social de ciertas sociedades y su influencia en cuanto a la religioí n en las mismas. Puesto que observaba que el cambio social se veíía influido por las creencias y los valores que profesaban las personas y los pueblos.


MAX WEBER Despueí s de dedicarse a estudiar las religiones orientales y de compararlas con el cristianismo, principalmente las iglesias protestantes, concluyoí que las iglesias protestantes habíían desempenñ ado un notable rol en el origen y desarrollo de la sociedad capitalista. Pues para Weber la idea de los elementos “tiempo y trabajo” realizado “para la gloria de Dios”, habríía sido algo determinante en el progreso econoí mico del mundo anglosajoí n.


Max Weber y el Espíritu del Capitalismo “Considera que, conforme al refraí n, un buen pagador es amo de la bolsa de quien sea. Al que se le conoce como puntual pagador en el plazo convenido, es merecedor en todo momento, del creí dito otorgado por aquellos amigos a quienes no les hace falta”. En ocasiones, eso es de gran provecho. Indistintamente de la prontitud y la sensatez, lo que maí s contribuye al progreso de un joven es la puntualidad y la rectitud en todas sus empresas. Asíí, pues, nunca debes retener el dinero recibido por una hora maí s de la convenida, a fin de que la bolsa de tu amigo no quede cerrada para ti en la vida”.


Max Weber y el Espíritu del Capitalismo “Las acciones de menor importancia que pueden pesar en el creí dito de una persona deben ser consideradas por eí sta. El golpeteo de un martillo sobre el yunque, asíí sea a las cinco de la manñ ana o a las ocho de la noche dejaraí satisfecho, para seis meses, al acreedor que lo oiga; sin embargo, si te viera jugar al billar o reconociera tu voz en la taberna, siendo que en esa hora deberíías estar trabajando, no dejaraí de recordarte tu adeudo a la manñ ana siguiente, exigieí ndote el pago”


Max Weber y el Espíritu del Capitalismo “Tambieí n, debes manifestar en toda ocasioí n que no olvidas tu deuda, procurando mostrarte siempre como un varoí n diligente y honorable. De este modo se consolidaraí tu creí dito”.


MAX WEBER Weber propone: “Considera que el crédito es dinero. Si la persona a quien de un dinero deja que éste siga en mi poder, permite, además, que yo disfrute de su interés y de todo cuanto me sea posible ganar con él en tanto transcurre el tiempo. De tal manera se puede acumular una cantidad considerable si se tiene buen crédito y capacidad para emplearlo bien. Considera que el dinero es fecundo y provechoso. El dinero puede engendrar dinero, los sucesores pueden engendrar aún más y así unos a otros”

¿Cómo sería nuestra sociedad si los roles que desempeñamos, los representáramos, como para Dios ?


“El corazón del hombre tiene un vacío… que solo Dios… puede llenar” Blaise Pascal


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