Osprey Ejercitos y Batallas 018 - Alejandro 334 - 323 a.C.

Page 1

LA CONQUISTA DEL

IMPERIO PERSA BATAllAS DE LA HISTORIA • 18

MmD

MILlTARY



BATALLAS DE LA HISTORIA 18

AleJANDRO 334·323 A. C. LA CONQUISTA DEL IMPERIO PERSA JOHN WARRY

.... Alejandro ataviado con el uniforme de oficial superior de los Asociados, basado en el mosaico de 1550. Al igual que su padre antes que él, Alejalldro utilizaba su caballería en la batalia, para asestar el golpe decisivo despué!l' de que la falange hubiera acorralado al enemigo. (Dibl~jO de Angus McBride)


,

IN DICE Persia, Grecia y Macedonia La ascensión de ~Iacedonia Alejandro en el poder Ejércitos y jefes Ilombres ) armas Objetims ~ estrategias de guerra La batalla del Gránico Las tácticas de Alejandro La primera "inoria Después del Gránico La batalla de Isso ~Iarcha y conlramarcha Cara a cara Los altibajos de la batalla Oirl"«ión Fdiltll ¡.ll: .IIM1] \1,11 i,1 \I.lrtiru"'

Dlrt-<:licJll ·¡i'Ulil.l: hlu.lrdll I'('ilalha ('umdiTldCiún hllllllii.1: JUJ.1l R;UllÓI1 .\/<101.1

""\lpen ¡,i{ln , .ld,lputicin; J.II lel dI,.' Ut:nuo. (.lllllil" de Rc(bnlún: \I,mue! !\<tIUl\, Ikrn.l1do RilllÚll, \1..1 R'Hllírcf. ~_dl(iúlI; I.ui, (;;tlfi,l, [rligo (:.¡qHJ, F"IIlCi\.(fl Jl(·filks. FOlll~r.IHil \ Uouunem'llibn Gl,lIit,l d(' la l'diciil1l: .111'1:' \I,nü S.knl dI.' \lnwid,l. \1.lrta CJIT<IIlIa. '\an" Carü... Joaquíll \ cr.ll:¡¡ \ ¡'hUm GhldlJIlJ: Ul:rnardn RinclÍlI. J ¡lUlo miWlla!: ,lffVlI1du 3].1·111 8( \UIOI: John Warry.

6 6 8 12

12 17 18

20 24 27 30 30 33 35

Hou"C. HI 1-1I1ham Ro.u!, I.ondon <"\\:iIHW I

Rl'cd 1111. liooL., l.td

~plicmbre 191)-1, I-dictone" l'rddu. (it' la pre<'<'lIl(' t·dititíll. I

dd

ISlf\ (obra completa):

S4-7K38-472·3 ISI1\": 84-7R1S-S09'(1 D.!..: ;1'1·2S.557-1.994 Imprt:..\o en JO~1l13r, S.A. Cosbda Impreso en Espaiia l'nntetl in Sl'llin

I ()(Io\ Ins dcrecho\ rC-.('I"\,ld(Js. [sta puhlit.llltlll no pll~dc >,(:r r~prodo<ida. ni CII lud.. ni en parte. ni f(·¡.;i'lr.tlb ell, n lr.ltl~mitida por, un ,i'lcm,) de relupl'l;ttiúll de lIlfUrm.11 I{)n, en IltIIRUtl.1 formol ni

I'uhljtado orig-malllh'llIC pOI OSIIICI. s~l1o l'dlll'll<ll de ,RCl'd

por 1H1Igl'111 1Il,~lio. 'C;I m~f¡illinl, fOlllquílllilll, c1cnr(llli(o, magnfliul. CICCllot¡]Jtllll. por !OIII(l¡jJl<l, o flldlqllll',1 "Iro, "in el fll"IIt) pCltlli,u

(.llllsuml'r 500],.' I.ld,. \Ilthdlll

pOi C'>I 1 Ittl

dc

1;1

edilol MI

Después de Isso El asedio de Tiro Operaciones navales La rolura de la Illuralla Illlerludio egipcio La batalla de Gaugamela El avance hacia Caugamela En la balalla Victoria final Los años bactrianos La batalla del Hidaspes Operaciones nocturnas La reacción ine! ia La derrota de Poros Retorno a Babilonia Después de Alejandro Glosario

39 41 44

47 48 53 53 59 64 68

70 73 77

80 85

Los campos de batalla hoy Cronología

87 89 90

Juegos de guerra sobre las batallas de Alejandro

92



PER5IA, GRECIA Y MACEDONIA Para comprender el lugar de Alejandro Magno en la historia es necesario considerar previamente el curso de los acontecimientos que habían determinado las relaciones de Grecia con Persia durante el anterior siglo y medio. Las ciudades griegas de la costa asiática del mar Egeo habían estado sujetas de una manera no muy firme a los reyes lidios de Sardis, hasta que la misma Lidia fue sobrepasada por el ascenso meteórico de Persia como potencia imperial. Los persas, al igual que los lidios, fueron en general unos vencedores apacibles. Hasta el aJ'io 499 a. C. no se rebelaron las ciudades griegas de la costa, y cuando recibieron ayuda de la Grecia continental,los reyes persas Daría yJerjes realizaron dos fracasadas expediciones de castigo contra Grecia en el año 490 y 480 a. C. respectivamente. Las invasiones persas fueron repelidas y la independencia de Grecia quedó asegurada. Sin embargo, las ciudades griegas pronto reanudaron las hostilidades entre sí, y la larga guerra del Peloponeso entre Esparta y Atenas (431-404 a. C.), con sus cambiantes esquemas de alianzas y confrontaciones, terminó agotando a Grecia. Si los persas fueron incapaces de aprovechar la debilidad griega, fue porque ellos mismos, tras la muerte de Jeljes en el 464 a. C., habían entrado en un período de debilidad militar. El inmediato sucesor de Jeljes, Atajeljes 1, demostró tener una considerable capacidad diplomática, pero en el 404 Persia perdió control sobre Egipto; esta provincia volvería a ser recuperada para el imperio persa por Atajeljes rll, con la ayuda del líder mercenario griego Mentor, en el 343 a. C. En los últimos años de la guerra del Peloponeso, los sátrapas persas (gobernadores provinciales) del Asia Menor, actuando a veces de forma combinada y otras independientemente, prestaron su apoyo alternativamente a las ciudades de Atenas o Esparta de una manera calculada para conservar el equilibrio del poder y asegurarse así la continuación de la guerra. La derrota ateniense del arlO 404 a. C. fue debida a que Lisandro, el almirante espartano, había podido contar con dinero persa para la adquisición del equipo necesario y para el mantenimiento de su flota. 6

Sin embargo, la supremacía espartana alarmó pronto a los persas, y una alianza entre éstos y las flotas atenienses restauró de nuevo el poder de Atenas mediante una victoria naval en Cnidos, en el

año 396 a. C. Entre tanto, un ejército griego de 10.000 hombres había apoyado las pretensiones del príncipe persa Ciro en una guerra contra su hermano Atajerjes Il. Este ejército se vio obligado a realizar una marcha hasta el interior de Mesopotamia y a una ardua retirada a la costa del mar Negro. Esta hazaña de guerra no pasó. desapercibida en Grecia, y los generales espartanos, apoyando a las ciudades griegas de Asia contra los sátrapas persas, fueron animados a luchar en el interior de Asia. Pero en el año 386 a. c., Esparta y Atenas en correspondencia al reconocimiento persa de sus propias pretensiones, concedieron el derecho del dominio persa sobre las ciudades griegas del territorio continental de Asia Menor. Pero esta más bien cínica paz tampoco duró mucho tiempo, y el esquema de continuas luchas se reanudó en Grecia. La guerra era endémica, tanto en Europa como en Asia, y la riqueza y energías de todos los estados y naciones implicados estaban dedicadas arlO tras año a realizar actos de violencia y destrucción.

La ascensión de Macedonia Macedonia se había librado desde hacía mucho tiempo de este desdichado estado de cosas_ Su posición geográfica y su significación estratégica en la primera mitad del siglo 1V eran de poca trascendencia en la política greco-persa. Extrañamente no había participado en el tratado del año 386 que cedía el control a Persia del territorio continental del Asia griega. No se pretende decir con esto que los macedonios no fueron propensos a las guerras. Por el contrario, las entremezcladas poblaciones de Macedonia (griegos, tracias e ilirios) luchaban entre sí y resistían los intentos de invasión de sus vecinos. Finalmente, en el 358 a. C., el regente griego de Macedonia se proclamó·a sí mismo rey. Era Filipo 11, padre de Alejandro el Magno. Con su sede en Pella, situada a unos 20 millas al norte del golfo de


PERSIA, GRECIA Y MACEDONIA

Grecia y Macedonia ¡

¡/.-( . . . .

(" ILLYRICUM

\

M .'0

TRIBALLI

./.. . . . . . . .

/

\

_/'-'_";/

\-.0---

;:"'4 "Ir

'"

A

-;'"

\.

~I

'1l> EPidamm'M

'5

2

e E oo N lA ·

Pella.

Th

.:§""o~

",

%

'*b~.

'

''''S

"'0",\

erma • Apollonia

;~.

Cyzieus

Ó WLemos

~o

TESALIA

\ 1.

loleus

':P

00,~") .'" ,/ .-.J \. .......zO¡o·_,-,

~

MAROE MÁRMARA

O TASO

OIintho•

" "--. __ j /,.10 Monte I Olimpo

;

T RA ~ I A

~eanthus

,v:-f EPIRO\

Philippopolis

~

Montes Amphipolis pa~goeus

OO coreYra~

'7~ \

.'MALlS

~

~

Q ) A:TOLlA 'J.. .< LOCRIS I / . . ./ -..... Seyros ~ , ;--'...1 PHOCIS · O .1 ( ...... SI-., "IBOEOTIA Cephallenia ~ ,-Tebas· /._ . ÁCHAIA~MEGARIS1" ATIlCA 'T/ \"1 '0-.~ Atenas 0ELlS ;ARCAOI~ICORI!:!THIAIP~o '0 Zaeynthus\ ) Manllne". \ \Egina O Ceos -'T~ge~~y\~ Cythnos 1) D Megalopollsl.J\ Esparta MESSENiA'1 • CJ -' LACONIA Slphnos \) Leueas ACARNANIA

~

------.-MAR NEGRO

'u

._./ A \,/

-'--_._-_.-.-.-.-'-'--

~'\ "/4'>94",,,""

./

'\

......

~

EUBOEA

1"

ARROi.iS'\~

"\j

O

o

Cythera

Termos, Filipo ejerció su autoridad sobre todo el territorio macedonio y amplió sus fronteras hasta abarcar el valle de Estrimon, al oeste de Tracia, con sus fáciles accesos a las minas de plata y en los yacimientos de oro. En los siguientes 20 años, mediante la utilización del oportunismo político y de un ejército permanente y altamente entrenado, Filipa fue capaz de dominar completamente el campo de la política griega. Mediante la imposición a los griegos de una paz que ellos mismos no fueron capaces de imponerse, satisfizo esa personal ambición que es connatural a todo hábil hombre de estado, y pudo al mismo tiempo ser considerado con

~

ASIA MENOR

Chios

~

D

Melos CJ

o

L~

<::>

Q

O \)

D

o I o

, 50

50 ,

100 Millas i

100

I!

150 Km

toda justicia como un benefactor de la civilización griega. Ciertamente Filipo no se impuso sin luchas militares y diplomáticas prolongadas, con frecuencia conducidas de forma aviesa. Pero cuando Atenas y Tebas finalmente decidieron unir sus ejércitos contra él, las derrotó rápida y decisivamente en Chaeronea, en Beocia, el año 338 a. C. Esparta permaneció ajena; sin embargo, Filipo pudó reunir un congreso de estados griegos en una conferencia celebrada en Corinto, de la que emergió como líder de una federación griega en guerra contra Persia. La guerra contra Persia había logrado en gran 7


PERSIA. GRECIA 'l' MACEDONIA <0lIl La cabeza de "'polo era corriente en las mOlledrl$ de Filipa JJ de Macedonia, padre de Alejandra MalPlU; la inscripción ell el reverso es la de Filipo (Philippou). El IIombre Filipo sigllifica literalmente .amante de los c(jbal/os~, IllJ debemos pellsor sin embargo que se trata de 1111 juego de palabras deliberada, pues una característica comlÍn de las mUlledas macedOllias flleron diversas tipas de cabal/as, que algulla.l vecn derivall de los de 11/1 distrito mi/lera de la Trucia ocupadu pur Alejnudro I de Macedarlia. (498-454 n. C.).

parte unir ;r rnl1ch{)~ de los estados griegos (:Il la época de la invasión de .JelYs- del aiin 4$0 a. C. Dirigiendu un e~rllerzo de gucrril combinado ~irnil;lr (pero en esta o{"a~iúl1 olt'tlsi\'u en \-('L de dercnsivo). Filipo tenía la cspcrillll.a de imponer su autoridad en Creri:! tanto para el bien ck ésta como para el SU)\} propio. Sin embarg-o. fue ;¡se:;inado en el alla 33(1 rilmo re~lIllado de una conspiración palaciega. Alejandro, que el1lOI\CCS mutaba \"l~i1lLC allOS de ed;¡d, ejecutó ,11 homicid;¡ sin haccr prC~llrHaS; qlli~ z;í sospechaba que el crimen había sIdo instigado por su lT1i.~ll1;¡ lllildre, Olimpias, en su propio i11lcrés, ya qUL' Filipo !lO lenía pn'tensiones de ser 1110nl):4",lIllO. Lll IOdo caso. Altjandro heredaba el reino de su padn: : todo 10 quc ésll' cOlllkvaba.

Alejandro en el poder Aunqu{· la g"lIelTa coutra l'ersia era talllO para Ale· jandro como para Filipo un objetivo polílico y militar de gr<JlI illlponanci<J. aquél ~e "io inlllcdiat<Jlllt:nte compromctido pOI' las guerras lll,ts prr'¡ximas a su país. La pOlíliGI pan-helénica de Filipo habían encolltr,ldo t:tl Greóa tamo ;uuigo:, como enellligo~. Pero el r~ípido desccmll realizado por Alejandro con su ~jén..ito. crulando Tesalia}' las Terrnópil;l~ (336). filt' s1tficie11le para desanimar cualquier aspiración de independcnóa entre I;l~ ciudades griegas. r¡ue t'nseguid<l le reconocit'ron corno ti sucesor dt' su padre en tudo lo concerniente ;¡ la guerra contra Persia. Alejandro rápidamente ~e a,~eguró de que Grecia eS!llviese cOlltrolada por guarniciones macedonias O por políticos aliados. A estos (¡Itimm no se les puede aplicar correctamente el termino ~títel'es", )'a 8

que elllrc ellos se Cllcun¡rílban hombres sinceros. así (omo eontt:mporiLadores. En cualquier caso. Grecia permanecía tranquila cuando el1 el alio 335 Alej;ltlciro fue requerido en el exterior para asegu· rar sus guarniciones en Traci,l, que se habí;lIl rebelado. La~ tribus en cuestión estaban recibiendo ayuda de sus aliados escitas, al otro lado del Danubio; sin elllbargo. Alejalldro, inesperadamente transo portó su ejército CTU7<lllrlO el Danubio en botes de pesca locale$ )' acabó con la~ hostilidades en este frente. Teniendo la gUC1'1'il persa en mente, eSTaba obligado cienalllell1e a dejar la Tracia completamcnte pacificada, ya que ésta quedaba en la rUl,1 ;tl llelespnnto (Dardanelos) y al intcrior del territorio pers;l. T;11l1bién, en este liempo, g"uenas IrihLlle~ amerl<l.!.aball a .vla('eclonia desde lá regiól1 de l.iria. adraceute la Costa del Adriático, pur Jo que la prescnci:l de Alejandro fue también requerida ell eSta Lona. ~·lientras ludl;lb;t cvnlra las tribus ele Liria es· lalló ulla IlLle\a r~belióll el1 Grecia. al eXlenderse el rumor de (llIe Alejandro había muel"lo. Dos uficia· les de al(;l g-rac!t¡;¡ción de b guarnióóll de ~-lact.:do­ nia. en Tebas, fueron asesinados r la gLlamieión misma estaba en peligro. Cuando llegó la noticia a Ale· jamlro. bte r:ípidalnclllt.: demostró que estaba "ivo regresando a Grecia a gran \'elocidad. A pes;rr de la ~jtLlación. esperaba que los tehanos l1egociarían COIl él; sin embargo. éstos rehusaron hacerlo. Finalmellte aS<lhó la ciudad entrando en ella ¡l saco y despiadíldamellte. Esta rnue~lr;1 fite suficiente para producir un <lmbienle más concili(ldor en el resto de Grecia, que se sometió rápidatTleme. como 10 había hecho antes, a la autoridad macedúnia. Al principio de la pl'inw'era siguiente, Alejandro

,t


PERSIA. GRECIA '( MACEDONIA

.. El orador ateniellse F.:squilltS. contemporรก,leo dI' Filipo 1J de ยก\-Iaudania y de Altjandro Magno, malltloltlO lino attilud conciliatoria J ttUdiodora nocio ellidero:go ",attt!onio. Esto le hho sndurallte mutnos arios el ",emigo poiltito J ptrSOlfOJ de lhmNttrles. Pero il/duso t1f el olio JJO o. C., tuando lhruno,

el poder motedonio estaba en SIl unil, isle siguiรณ recibiellda toda lo col/sidl'racion de Esqui'les.

ADem6stenes. ti orador, es rtt:ordado sobre todo por su noble estilo literario; su carrero como nombre de eslodo es mas cUllliOllab/e. 1'anto "'ilipo como Alejandro de Moudonio mostraron cieno loleral/do a su implacable nostilidad. Despuls de la mlolme de Altjondro, ni:o un

l/oll/amiento en Altnas nada los estrechos ideofls de lino citldad-estado griego. y clolalldo ยกlole amenazado COI/ ser arrtstado por los moudoniO$ de AI/tipoter, se sloliddo (J22 a. C.,

9


PERSlA. GRECIA Y MACIDONIA

estaba listo para iniciar la guerra contra Persia. Dejó a uno de sus jefes, Antipater, par.. guardar y proteger Grecia con una fuerla de I~.OOO hombres de infamería y 1.500 de Cilballería. El mismo dirigió a su ejército de invasión a través de la Tracia hacia ti l-IelesponlO. Seglm las estimaciones más fiables, estaba compuesto por poco más de 30.000 hombres de infamería, incluidas wmo tropas pesadas como ligeras, tales C0l110 arqueros. Los efectivos de la caballería han sido estimados en unos 5.100 hombres. A.lejandro esperaba que se le unieran otras ¡ropas macedonias estacionadas en Asia, restoS de la incon-

clus.1. guerra de su padre contra las ciudades satélites atenienses en Propontis (mar de Mármara), aunque es probable que muchas de estas tropas se hubieran ya retirado de esta lona. Entre las tropas ligeras de Alejandro destacaban los agrianes, un contingente tribal procedente del extremo norte de .\1acedonia. Alejandro, en su guerra contra los ilirios, había estado apoyado incondicionalmente por Langarius, re)' de Agriancs, que de no haber sido por su inoportuna muerte hubiera sido recompensado con su matrimonio con la hermanastra de Alejandro. En IOdo C"dSO, los agria-

Las conquistas de Alejandro Magno

MAR NEGRO

""" .

MACEDONIA BizanClO

MAR MEDITERRÁNEO

GhlPr~blos

SIdOO •

TIro

UBIA

•Siwa

-"7

.Oamasco ".

l~

de AJejanlj'o

Ruta de Alejandro afianzando el ilofaI me· diterrtneo. Ruta de Alejandro: Egipto a Babilonia Auta de Alejandro: campafias del este Ruta de Alejandro: el regreso a Babilonia RUla de la campana de Cratero RUla maJftima de Nearca

EGIPTO

1¡._.:'::;"?~,_2::oo,-, ~,.:300::;,:'-".::400;:,--=i~ O

10

200

400

600

Migas 800 Km


PERSIA, GRECIA Y MACEDONIA

nes permanecieron entre las tropas más leales de .Alejandro, }' combalirían en todas las batallas más importJllIes de Asia siguiéndole hasta la J ndia. De eSta fornla Alejandro había asegurado el territorio cont..inental de Grecia y la Tracia ames de embarcarse en la invasión dd territorio persa. Esta precaución resultaría ser una de sus características principales: igualmente, más tarde, aseguraría el liLoral mediterráneo antes de penetrar en el interior de Asia. }' de forma similar, consolid<lría su posición en MesopOlamia antes de avanzar más hacia el este. Tampoco se a\'emuraría en su marcha a 1<1 indi<l

hasta que las provincias oricmales limítrofes del imperio persa no quedaran adecuadamente guarneci~ das. La paciencia y meticulosidad demostradas por estas políticas y estrategias a largo plazo, parecían no casar con la facultad que tenía para Lomar decisiones y ejecutar rápidas e imprevisibles acciones, que frecuentemellle parecían ser el produClo de un mero impulso. Sin embargo, esl.os preparmivos a largo plazo )' previsiones garantizarou la impetuosidad de algunas de sus decisiones y justificaron ac, ciones sorpresa, que de otra manera hubiel~dn parecido peligrosamente prccipit<ldas.

D ESCITlA

~o

a

A/ejandrfa

Lejañá'W

'J~s

~

SOGD~~ L /

d~:::::::,/¡ ""

330 a. C.

O

o Drapsaka

Bactra~===l~

BACTRIA

(lariaspa) AlejarH1ria

/ , , / del Cáucaso

PARTIA Rhagae

~

ertas del Cas~o

MEDIA

CARMANlA

''''''''''''O / ... _-~~GEDROSIA \

~

o

11


,

EJERCITOS y JEFES Al colllielllo de la~ g"uerras perS<ls \' dllrall1C lo~ CU<Ilro .lflOS que ~igllicroll . .-\Iej;lIldro (OIllÚ con un se~llndo.Jcfl:' fiable l tOfllpctelltC en la persona de Parment'o. quien habí., sido Ull general de coldialll.a de Filipn \ (¡uien había dirigido I~ fuer/as macct!onia!l en la (0:,.101 asi;íliGI contra lo:'> aliado:o. de .\tcnas. En las batallas de Al~j(lndr(). ]'anm'neo 110rrnalmelllc mandab.l1a GII>.1llcría dcfemira dd ala ilCluierda. Se le rcpre~lll'l COII fnx:ucncii:1 dando wnscjos a .\Iejandro, Gl~i in\'ariablclllL'nte rechazados. Los m's hijos de P,lfll1CIICO sirvieron lambién en el ejercito m¡l(C'dnnio b<tio .\Iej;ll1dru. PilOla:l como jO\l:'1l \ arn)W<IIJ[1.' oficial de GlbalJería. :\iGlIlor .. 1 rn;llldn de la inlalHería. mientras que I féclol' era probablemelllc demasiado j()\'cn aún panl osl~lIlar mando. Desgraciadamclllc. l-IéClOr perdió Id ,-ida en un accidente ~ulrido en un bOle l'n el Nilo. \ ~i­ canor lllurió en Orientc. Finales m:t'l tnígiw~ lod,lvía. con deshonor prohabll'melllc desmerecido. ellperaban a Pilotas 't" al lIli~lllo I)anllt:nio. Tra~ su ltluerte. otros oli('iale~ COlllO Coeno y Cr:uel'US lOmaron preponder;:lIIci¡¡. ~ill ohidar a Se1t:'CLl~ \ 1'0' lomeo <¡uielll'll. (fI1l los dem,h, ~eríal1 hh herederos dc las tOllqlli~tas de Alt:jandro. Ll \ida de' Hepha~~lion fue Gtsi coexi'llemt: con 1;1 del propio .\lejandro. \ (On~nú la conlicicncia ) arecto de Csle dur.lllle wda clla. Sin embargo. ll\ulta file un jcle de~tacado en la bal;llla. siendo lllellCion¡ldo principalmcllIe en ..elación con los ser· ,icios ,lllxili'lres. IranspOlte \ wlllllllicaciones. Cuando llluri(¡ en Ecb:L1ana el afio 32·1 ,\. C.. I-Ieph,le!>lioll dejó Llna ap~llad¡1 \ iudJ persa, recibir) tlll ll1agnifico IUlleral. I.o~ gellerale~ pt....S<IS que sc enfrelltaron a Alejan. dI'O en c1l1oroeslc d<: Asia (.\r5'lIl1e\. Ptlincs, Rheomithre~. Niphale~ \' bpilridalcs). rueron lentos ell 111m iliL;lI~e ,lIlle la amena/a macedonia; si n embargo. Espil ridilLCS jU1l10 COIl otros jelcs pcr!ias demos· lraron lener Ull illlpt'1110~O coraje en la batalla. En este aspl'tlo ~ direr~neiaron del mismo Dado. que ¡¡ pesar de HIS elaborados pl'cparali,os par;:¡ la guerra, huyó precipiladamcnt.e del campo de batalla tan pronto como ~c simió pel'~Onallllellle alllcna-

,-ado. 12

Inieialm{'ll1e los per~as fueron ayudados por un jefe de men:enarios b'1'iego~. hel'lnano de aquel ~Icruor que había a, miado a reconquistar Egipto para el imperio persa. Lm tclO\ de los pers.l\ hilci" ~Iemnon. ~in clllbar!{o. produjeron opiniones encontradas allles de la bamlJa del Gránicn ~Iellllloll,

Hombres y armas .\lcjandro había heredado de su padre ti ~iél'tito que dirigió a ;\sia. En el campo de batalla e:otaha f(lmpUCSlo principalmellle por lres C1lcrpOS orj,ranindos: una rller.~a de asallO de caballería cn el flanco derecho. la Glballería dtfemi\<l en el ala izo quierda. \ una masa ccnlr.d ele pi<jlll'roS de infalllería <¡lIe operaban nonnalmcll1c el\ <Qtlli\C(O con los soldddo~ de ;¡ pie pOLO equipado~ \ wtlocidos como ~Il\paspisles", (l n Il\paspi~t;.¡ er,l Oliginaria. lllente UlI escudero. a menudo un CM:b\(). Esta pabbra también se rrlcría al ~old;:¡do que hilhía rcci~ bido el hunor real de lIc\ar armadura: ~e :tplitaba en :.etllido hon roso a Jos illranle~ macedonjus.). \ éstOS había que ai'¡;:ulir, freCllentemCllIc en los n,lllco~. lropa~ de e~carallnl/.a ligeraml'llte armada~ (arqueros. honderos \ lalll<lelores de jabalinas). Ll mallera en que lodas estas lropas fueron mili/.mhb se déscribc en ti eSludio individual de cada batall,1. Ll caballería de elite -. \sotiada" cst,lba principalmente compUC\l<i por macedonios que hablaban griego .... Esta i/llstraciÓII es 111m topio de una moneda de plata qlu se enCflentra en el Museo Brilánico. Esta acuriado en ti nombre del rey persa como i"dica fa It)'endo en el ret.-erso. Lo ,,"nda de cobe::tJ nos mrleslra de /wevn las típicas alelas laterales, pero esta ~ sujela con uno bando o mol/o. rodnamos qui:.os comparar/a con la que l/ella lo figura que se encuentra en el atremo def'tCho del mosaico de Iso.


EJERCITes y JEFES

... Diftrentes modelos de cascos griegos que hall sido reruperados: son en su mllJ"r111 (no todos} de un diseno simple, 1 su atredil'O ntttito es fundonal. F~istieron derlemente tipos IIIOS ristosos , 11 menudo muy lIdornlldos. Los ClISCOS es/aba" NJf1struidO$ narJIIllfmente de bronce, pero el que ulĂ­lhabll Alejandro e,. wugamefa, estaba hetho de hierro 1 plllido para qlle brillara romo la platllo

13


8ERCI1OS y JEfES

folongistas )' prat'gitran ti hipllSpista dt la ~ardia flanco vulntroblt dt la nal. No tsta clara cual falange 01 la batalla. trO la naturalr..a aaclo dt (Dibujo dt Richard ~i~rJ tstos tropas, ptro tS probablt qut futron tropas más ligtras qUt los ... U" soldado maudrmio

\ estaban apoyados por Otros escuadrones de caba· Ilería maccdonios no griegos (peonianos, del nortc de ;\lacedonia) )' de lancero~ exploradores. JinclclI tracios ) tesalios también prestaban sen-icio a menudo con Parmenio en el alél ilquierda. Los Asociados estaban protegidos por cascos de mctal ) pelOs parcialmenle metálicos, pero no llevaban escudo. Los jinetcs peneneciemes a otros cOlllingentes iban equipados más ligeramenle. Los piqucros de inf;ullería con cascos de bronce, portaban pequcilos escudos que manipulaban en los antebrazos. Los hypaspistas (a veces traducidos como «guardids,,) eran lanceros que portaban ostenlOSOS escudos. Tanto ellos como los piqueros son a veces descritos COIllO "asociados de ¡¡ pie_o Ambos eran macedonios que hablaban griego. si puede llamarse así a Ull dialecLO inculLO. Los Asociados, tanto los de Glballería como los de ..a pie" eran recllll;Ic!OS en las ciudades macedonias sobre una base territorial. (,..ada uno de ellos era por tanto o bien "compailcro" de su nx:ino en armas, o del re)' o jefe al que sen ía. [n qué sentido se aplicaba originariamellle eSla palabra, no eSlá claro.

"-lA maJ0rla d~ los infolllts gri~gos )' mactdonios llevaban tspadas dtntro dt sus vai"as romo armas dt r~serva, PUtS los oílilts de las 10ll:.as y los pit'as fWdioll rOlllper:re call facilidad, e i"efuso los 14

arqutros podion Vtrs~ en cualquitr ",om('>lto mos urca del OItmigo dt lo qUt tilos hubieran previsto. En la tpOCO dt Alejandro, la tlpoda blallditnl~ (okoPis_ o 'machairo~), St había hecho 11111)' popular.


EIERffiOS y JEfES

.~~.~JI.

Un K/HJrlamanz(was.

¿I-os tSfultorts)' pilllores griegos ",eulaban ti persa de la guardia real equipado con un (uirass realismo)' /0 cOllvellciOlJUI en (armadura) de (uero marrÓIl S/I represen/ncioll de los perso"ajes mi/ológicos. Es/a )' COIl clavos de brollce, UIl rsc,ldo de brOllce de es/ilo esta/llu represellla u Eros (CuPido) /e"sulldo Sil arco; griego)' ullolm,za la u/ilhació" de la pienla nrrojadha de la ill[all/ería por Cupido, dobltilldola perso COI/ /lIlU «mallZm,a. dorada (amo contrapeso que ligero",ellft, para probar o daba a la ullidad su 1rombre. tncqr(/ar el arco construía (Dibujo de Richard ~igerJ probablemente uno práctica normal en la ipoca de Alejandra. <l1li

15


EJ~RClTOS )' JEFES

Otros macedonios, procedentes de las panes m¡Ís remOlas del terrilorio, servían en las esCararllll7<IS y ("01110 (ombaliemcs de armas arr~jadi­ las, como se ha descrito allleriormente. Confiaball en su propia agilidad para su defensa, y algunos de ellos utilizaban ligeros cascos. La mayoría de esta~ tropas llevaban Lspadas en rUll(las comO armas de última illsLallcia. Alejandro, por S\lp~lestn, llevaba con él aliados griegos y tracios; los mercenarios gTiegos eSlab<ln siempre disponibles para cualquier general que los necesiwse. La rUCrla principal de l<ls rropas persas que se enfrentaron a Alejandro descansaba en SIlS /'ineles y e11 los ballesteros. Los arqueros iban lam )ién con Frecuencia a cab<lllo. en cuyo caso ibitn proLegidos solamenle por lúnicas y pamalnnes de monlar de lllaterial acolchado. La caballería pesada ulilizaba peLO~. que a \ eces recordaban a los de los griegos . salv~es j'

... Diversos lipos de lamas antiguas. Ulla de ella,1 mllestra 1m prsa en el extremo posterior para el equilibrado. Las fijaciunes en forma de lazos de las sigllientes hml sida iUlerprelada.~ caflla apelldice;,', que /ellian camo finalidad ayudar a montar a

"'Este so/dallo persa. pertelleciellte a Imn ¡mújo del siglo IV. es lO! criado del rr)' Dnrfo, e.{plélldidamcllte vestido 1'011 ropajes bordados. Sus zapatas, a diferencia de la maJor parte del calzado ell la Grecia al/ligua, tapall los dedlH. Sil I{arra, l;(,m las pie'l./ls laterules, es típico de los utilizadas por los persas y otras naciallef ,!O griegas (bárbaras). Prabablemel/Il' 16

este carIado de la [arma adecuada en la piel de 111/ peq/lena allima/; las V/lelta;,' están recarladas de las patas del allimal. Cllanda se ulilizaban a moda de pañuelo de weUo alrededor de la barbilla a la parte inferior de la cara, estas piezas prOpOrciollaball prolecciólI ell la balalla. dllrrmte la caza o COlllra el polvo. (Campáre.{l' can el Mosaico de /."50)

los jilletes, pera es más prabable que las astiles de los originales reliet'ts O1ltiguas IIlvierall la misma finalidad que las de las jabalinas, y dichos lazo:>' )'eall carreas iguales a las utilizad"s por los lanzadores de jabalirulS para gallar fller..a )' dÜtancia.

.0


,. E1~R.ClTOS '( JEFES

aunque olras veces estaban fabricados con materiales m;ís ligero~ y recubienos (on CSGUllilS mc¡,í1iGls.

F.n Cllanto a la infanlerí<l, los persas confiaban en las tropas ligeras mercenarias griegas. También tenían su propia infantería pesada, arlllada probablemente igual que [os infames griegos (llam¡¡dos Cardaccs). La infa11lería ligera lllilizaba 1<lIlzas >' espadas blandienlcs, y se protegían el euerpo (Oll l~ji­

dos acolchados. Los numerosos contingentes nacionales de las zonas lejanas del imperio persa proba-

b1cmClllC no contaran con ningún equipo a excepción de sus armas ordinarias de caza. Objetivos y estrategias de guerra Es muy dificil valorar hasla qllé punto I¡ls ambiciones de Alejandro, en 1111 ITlOmelllo}' lugar dClcnllinados, sc habían cumplido. Solamente se puede afirmar Ulla vez uds que él creía en la consolidación de sus conquistas ames de proceder a una nucva empresa. Su primer objeti\'O declarado fue el de liberar las ciudades griegas de Asia. M,ís larde, mientras aún estaba sometiendo las ciucl¡¡des fenicias de Siria y de l¡¡ costa palestina, afirmó en una cana <1 Daría que su ol~jelivo cra vengar las inusiones persas de Grecia en el pasado. Darío ol¡·eci6 cederle SIlS dominios persas del oeste, pero Alejandro rechazó la orena }", evidentementc, se inclinó en el at-IO 332 a. C. por in\'¡¡dir r-,'1cSOpOl<llllia. A pesar de lodo, cuando consiguió esto tampoco quedó satislecho. Su nue\'() ol~jelivo era capturar al fugitivo Daría, lo que le dio el pretextO par<l invadir las provincias del noreste de Persia. Es particularmente dificil saber si su o4jetivo de mezclar la civilización }' cultura persas>, grieg'ls debería ser consillcrado como Ull medio p<lra pacificar el territorio conquistado o como el ideal de futuro político para un visionario. Nalllralrnellle. sus razones. corno ocurre con rrecuencia. podrían haber sido una mezcla de ambas. En el <lila 327. cuando cruzó el Indo)" ,l1ravesó las rrollleras del imperio de Daría, las razones de sus posteriores marchas y conquislas solamente se explic-an por el solo placer de marchar)' conquist<lr. Es un milagro que sus hombres le siguieran durame 13nto tiempo, pero incluso el ején:ito de A.lejandro finalmente se rebelaría. Por supuesto no puede decirse que los enemigos de Alejandro luvieran un objelivo de guerra positivo o expansionis¡il propio; su (mica linalidad consistía simplemente en derenderse de él, lo CtlCll siempre lerminab;¡ rr;¡casando. En lOdos los casos, la

\ 1

\

)

I

)

\

\

... El ~himalit}ll' griego podia ser ufili:ado iglla/me/lte como capa o como ilimIta. La i/uslrati¡j¡r que se acollrpmia pertenecB a ulla vasija griega)' mlleslra a /111 soldado en orden de marcha, su ~himaliOll» está $lljeto COII /111 broche sobre HI pecho. En la cabeza /leva el sombrero de fieltro de ala a/lcha conocido como ~petam$" Srl cal::..ado SI'

deslaca daramente )' las polainas están separadas de los :apalo.! (la parle superior de [os cllales va slljela por correas entrelazadas). A pesar de que los guerreros aparecen descalzos eu las escellas de las ballll1as, utá claro que el! los ejército.! antiguos ertl necesario ir bien cahado.

única altern'l1i\·¡¡ r¡lle les quedaba em reconocerle desde el principio como amigo y aliado ofreciéndole una colltribución de hombres}" materiales para colltinuar sus guerras. Alejandro podía ser generoso incluso con un enemigo somctido, pero cn ocasioncs tambi':'l\ podía ser cxtremadamente salvaje y vcngativo. 17


LA BATALLA , DEL GRANICa c..

En abril del afio 334 Cl. Alt:jandro había o'uzado el Helespolllo. Mientras sus tropas completaban

la travesía, visitó el antiguo crnplazamicmo de Troya. y ceremoniosamente oli'cció sacrificios en honor de los legendarios héroes griegos que habían, como él mismo, combatido contra llna potencia asiática en suelo asiático. Para la travesía de su ejércitO uti· lizó muchos buques de transpone protegidos por

160 galeras de guerra (trinemos). Su primer objetivo consistía en liberar las ciudades griegas de Asia del control persa, )' para ello necesitaba marchar

h<lcia el

SlIr

a lo largo de ];, costa este cid Egeo. Sin

embargo, un numeroso ejército persa que no había llegado a tiempo para impedir la lravcsía le amenazaba ahora desde el esTe del Troad. Alejandro no podía dejarlo a sus espaldas. >' en todo caso estaba siempre comento de aceptar el relO que wponía una batalla campal. Las fuerzas persas estaban acampadas en Zelia. ) pílra ir a su enUlcntro Alejandro <\\'<\nzó ti través de Troad, un tcrril.Orio recorrido por varios ríos que fluían al norte hacia el mar de l\fánnara (Propontis). Uno de ellos. el Granico, proporcionaba un foso defensivo a las posiciones persas. El rey persa, Darío 11 J. en su lejana capital de Susa, había ronfIado su ejército de Asia [\·Ienor al mando de los gobernadores de sus provincias occidelll.alt::s. Un cuer-

Avance hacia el Gránico 4al Granico Exploradores ••••••••••••••••••] (lanceros) HEGELOCHUS Tropas ligeras· • • • • • • • • • • • • (SaO miembros) Falange

CabaHeria

falanoe

I

Bagaje

18

Caballerla

po de mercenarios griegos estaba al servicio de los persas al mando de Memnon de Rodas, un oficial que ya había probado SU destreza en la batalla COIltra las fuerzas macedonias. El colllingeme que dirigía en esla ocasión tenía poco menos de 20.000 hombres, un nümero aproximat!amcnlc igual al de la caballería persa. Sin embarKo. estaba apoyado por muy poca inlillltería persa. Estm normalmente no comb(ll.ían en desvenl<tia numérica, por lo que sólo puede suponerse que su inl~nlería aün no Sé había lll()Vilizado complelamente. De hecho. la reacción militar pers(I en general. en esta ocasión, pal'l.:ce ser que St:: produjo con gral't:~ retraso. Alejandro se aproximó al Grclnico por un terreno que le permitía UI1 cierto grado de despliegue anticipado. Su cuerpo principal de infamería pesada marchaba en dos columnas en liíndem }' la caballería guardaba sus flancos. seguidos por el tren de bag,~jes. Bajo la dirección de un olicialllamado Ilegue!orhus una fuerza de exploradores. compuesra de lancems a caballo (sarissophoroi)}' de 500 hombres de infantería ligeramente armados, reconada el terreno por delante de las fuerza~. El ejército macedonio no estaba lejos del río Gdnico cuando los mens~eros de Hegelochus volvieron con la noticia de quC' el enemigo había sido avis+ tado limnado en línea de batalla al otro lado del ... És/a era ulla posiciólI de scmidespliegue: lo ~doble jalallge~ podía rransjormane rápidamente Cl! "" cuadrodo en caso de un alaque sorpresa. El ejércilo griego o mactdOllio avallzaba en semidespliegue a través de campo abierto siempre que podía. La columno de marcho ero necesaria para o/ravesar UII desfiladero y estabo expues/o a otaques rl'pl'IItillOs por el flanco de)'de la parle superior. E)·ta disposiciólI debía ser evitada, y Alejalldro era normalmellte C/lidodoso y ocupaba los desfiladeros COII guardias avanzados, COIl bastall/e

alllicipaciólI a la llegada de grue.lO principal. lm bagajes reguiall a la relagllordio. E),to le diferlmciabo de la prúctica de lo)' ejércitos griegos en épocas anteriores, ell los qlll' lo posici6n de los bagojes era jreClIelllemellte cell/ra/. [.a (obal/eria de Alejondro, de grall movilidad, situada ell los flaucm', siu dudo habría sido rapa: de opollerse y repeler clwlqrlier a/lique desde fa re/rzguardia. .IU


LA BATALLA DEL GRÁNICO

Batalla del Gránico: Alejandro en la ribera iz uierda Jefes operacu:/nes

Unidades y Jefes

Batalla del Gránico: Orden de batalla ersa

Tamaño de

DERECHA

las unidalles 2.000 efectiVOs de caballeria al mando de Rheomilhres, con 1.000 medas y 2.000 bactrianos

PARMENIO

1.800

Caballen'a de Tesalia (Galas)

te!}3

Caballel1a (Alipo, hJO de Meneiao) Caballerla tracia (Agatllon) AlEJANDRO Falange (CratefO)

=-

6<)0 150'

• •

..

Diversos contingentes de caballeria nacionales

u

~

(Meleager)

Esp~h(idates con la caballarla Hyrcanian

~ ~

i

(Filipo. hijo de Amyntas)

9000

(Amyntas. hIjo de Andwmenes)

i

Ars~es con la caballeña Paphlagonlan

~

• ~

Memnon y Arsiles, cada uno con su plopio contingellle lIe caballerla

, o •

~

(Coenus) (Perlllccas)

Hyp~,"tas

IZQUIERDA

Cabaltena total"" mas de 10.000 inlanteria '" no menos de 100.000 Arriano no da el orden de batalla persa. y el de Oiodoro no es convincente

(Nlcan"l

13.000

Amynlas, hijo de Arabeo Un escuadrOn de Asociados (SOcratas) t::=!II 200 CabaJltrla Peonia e::- 1501 ExpIoodores. es decu lanceros, s.1rissophoro: 600?

1.600

Cabanerla Asociada (AlOtas) Agrianes

500?

AtQUelOS

500'

río. La aproximación al Gránico fue tal que t\Jt;jandro pudo extender Sil ejército, ya medio desplegado, para formar un frcmc de batalla. Su segundo jefe, Panncnio. en este momento aparece aquí sugiriendo una política de e~pera, argumentando que sería mejor para los macedonios acampar e~a noche en la posición que ocupaban. El rápido y profundo río con sus escarpadas orillas era una dificil barrera entre los dos ejérótos, y si los hombres de

.... Es/e esquema muestra el despliegue del ejército de Alejaudro eu la orilla hquierda def Gránico alifes de fa batalla. Parmeuio malldaba el ala izqrlierda. El mismo Alejalldro asumió fa responsabilidad operatiua del resto del ejército, situá.ndose lill el fado derecho con fa cabal/eria Asociada. Am)'"/as, hijo de Arabeo, listaba e,u:argado de la fuerza de asalto que abririo la batalia ell el cruce del rio.

En el momeuto 1'11 que .le produjo dicho cruce Ufla unidad de i"foll/eria, probablemente .!acada de los hipaspistfJs ad)'acell/es fue oriadida al mafldo de Am)'n/as. lAs cifras que .le dan refativas a los efectivos de las :J.llidades .Ion 10.1 e¡¡/imados fHJr el profesor N. G. L. HammOlld en The journal of Hellenic Sludies, vol. 100, 1980.

Alejandro lOmaban eu ese momento la iniciativa y forzaban la travesía, llegarían al aIro lado en 6'TUpos dispersos o en columna, de forma que quedarían expuestos a peligrosos COTltraataques. Parece ser que Parrnenio indicó que el enemigo al estar en inferioridad numérica en infamería no se arriesgaría a vivaquear cerca de la orilla del río, donde serían más vulnerables a un ataque sorpresa durame la noche. Si los macedonios esperahan hasta el ama19


LA BATALLA DEL GRANICO

llecer }' se aseguraban de que l,l orill;l opuesla no estuviese aún oeupad'L por el enemigo, podrían aprovedwr la oporlunidad }' cruz;u' anles de que los persas Ilcbraran hasta allí. Es posible que ranllt~· nio hablase de esta manera, o bien podría tratarse de la lárma en que el antiguo historiador dramalizara este dilema militar. Pero en lOdo G1SO. Alejandro es representado como rechazando la idea desdtilOsamellle. Se tralaba de llna cuestión de moral:

Ull ataque inmedialO inrundiría valor}' confianta en los macedonios, al mismo tiempo que intimida· ría a los persas. ~o obstallle, los dos ~j~rciLOs esperaron durallle algún tiempo en sus respectivos lados dudando en tolllar la inicialiva. Los persas, desde los allos terrenos que ocupaban m;¡s allá del río. podían obser· val' la posición del propio Alejandro, rácilmellte distinguible por SU espléndid<l armadura)' su séquito. En un recieme consejo celebrado por los generales del rey Daría. ~Iemnoll el de Rod¡IS se había m()~­ trado en contra de llevar a cabo ninguna acción, El deseaba replegarse realizando una política de tierra quemada. }' privando al ejército de Alejandro de cualquier lipa de aprovisionamiento. Entonces se· ría posible dercnder las ciudades griegas de la costa del Egeo mediame una pura estrategia !Iayal, \. Alejandro quedaría aislado talllo de Asia como de Europa. Sin embargo, los generales persas celosos de la confianza que él re}' Darío tenía en ~kmllon, no estuvieron dispuestos a realizar los sacrificios que implicaba la política de tierra quemada. Por su parle, Alejandro tenía sulicielttes raZOlles p'lra efecluar Ull ataque inmediato; aparte de la cueslión de la moral, si esperaba, los persas podrían recibir re· rue.rzos masivos, con lo que él perdería la \'elllaja de contar con el mayor nlllnero de tropas de infan· tería de que ('monces disfn.llaba.

Las tácticas de AJejandro

lo La nWJor parte de los iudicios sena/an que el ~ephippian~ era una mera pieza de tejido u/ili:ada cama sil/a de /Ilontar sill 11110 estrlle/ura r[gida. Sin embargo, se ha arguido que talutilhaciól1 110 era invariable. Ciertamente los j;lletes de/a epoca de Alejandro no Cal1/flb¡III ca" la ventaja de las estribas. Se

ha illdicada que las caballos estaban entrenadas para arrodillar,le aUlla ardell para ser man/ados (coma e" es/a ¡lllStraci6n per/enecie"te a la decoración de 11Ila frimpara antigua), si" embargo A/l'jmldro es de.lcrila en alguna ocasión montando de /111 sallo a su caballo en ei Granico, cama cualquier otro jillllle.

Se puede argumentar q'ue a 10 largo de sus campa· ¡las Alejandro utilizó las lánicas eSl{¡ndar que había heredado de su padre FiJipo. Sin embargo, estas tácticas básicas rueron puestas en práctiGI con la sorprendente versatilidad. improvisación>, recur· sos que el momento y lugar requerían. La batalla del Gránico es un ~jel1lplo eminente de las varia· ciones posibles sobre este esquem;¡ básico. El plan de batalla m,lCedonio cal'aClerísr.ico dependía de la coordinación de lIna falange ele infantería prácticamCllle eSl;uica con un rápido flanco de caballería. que se extenrlía por el lado derecho para rebasar y rorlellr el enemigo, empuj;mdolo finalmente colllra las erizadas picas de la falange. En este sentido, la función de la falange ha sido comparada con la de un yunque en \'ez de la de mar· tillo. Pero, ¿como desarrollar tales tácticas. cuando en lugar de una amplia llanura idealmente adecuarla para ellas era un río, con profundas orillas y crecido con las riadas de primavera, lo que separaba a los dos ejércitos? Alejandro, al frente de la caballería de su llaneo derecho como era su costumbre, su-

20 L~

_


F LA BATALLA DEL GRÁNICO

bia río arriba luchando colllra una fuerte corriente. Estaba decidido, como siempre que debía desbordar al enemigo, a no ser él mismo el desbordado por ellos. En [as horas anLcriores al comienzo de la acción los persas, desde sus posiciones 1mb airas, habían podido observar 511S movimientos persollales: sin embargo, una vez iniciado el ataque, elllre

la fanfarria de trompetas }' los rucnes g-ritus de batalla, los macedonios de la vanguardia entraron ell el río. Es posible que Alejandro y la caballería Asociada de elile que dirigía quedaran protegidos por [os contornos del terreno. las etl 1'V<l5 del río y los ,írboles que credan a lo largo de sus orillas. 1\'0 se 110S dice l1<ida del papel descrnpeiiado por Parmcnio en ('sr;¡ batalla. Sólo sc comema de pasada que al comienzo Ah:;jandro le dt:jó encargado del ala izquierda. En cualquier GISO. en las ¡.Hlmeras ctapas de la acción, el papel del ala izquierda rue purameme derensivo. Siempre existía el riesgo de que. teniendo tal preponderancia en caballería pesada, los persas ]Judier<11l revolverse contra Alejandro > contrarrestar su movimiento envolvente por

... El «salpillx. era /111 tipo de trompeta militar que habio .Iido uti/hado en 10$ paúes mediterrálleos al/tiguo." para cOlllunicarse. Sil inllellción Je remonta a IOJ etruscos. Los rOmtlllOS utili;;orOIl este mismo tipo. y Sil IlQmbrr latillQ era _tuba •. Era largo) recto, COI/lO

It.Esta illlstraci61/ de IIlIa l'asija mUe¡;tra a 1m hoplite /isto para el/trar en acció1/. Sujeta U1/ recipiente ca" poco fundo para beber ell el que Ill/a malla caririosa echa villo. Den/ro de JlI gro" escudo cóncavo se puede ver /a abrawdcra para el

antebrazo, el asa, y la correa

y los gt//lchos tachol/ados Iltjli~adoJ para trO/lsportar el escudo. Las piezas de las mejillas de s/./ casca están giradas hacia arriba sobre bisagra.': de esta forllla podría oír y beber mejor.

IIll/estra /a ilustració", y fabricado en bronce. (El ·conlO~ era 1111 CllenlO curvada /ambie1/ utilizada en la gl/erra.) Alejandro y s/./s macedonios en el Gninico i"iciaran el ataque al sonido de las trompetas (salpi1/x).

cl olro lado del canlfJo COll ulla salida de su propia ala derecha, cruzando el río, atacando el campamento de bagiUcs r amcnaLitrldo al cenlro macedonio dcsde la retaguardia. Panncnio. al mando de ladd el ala izc]uiereb, incluyendo la caballería de Tesali<'l que eSlab;¡ en el exrremQ inluic.rdo, podría También haber sido destacado, a ¡in de rnal1lene'!' la línea del rít) contra una tolllraorensi'·a de ese tipo hasta que el ataque centrall11i1cedonio hubiera absorbido los esfuerzos enemigos, de lal rorma que pudieran cnll:ar con toda seguridad. Ciertamente, las t;'icticas de ('()mbate Ilucedunias requerían siempre un Banco izquierdo ruene para equilibrar y salvaguardar l¡¡s audaces oper<lciones del lado derecho. 21


1 LA BATAllA DEL GRÁNlCO

Batalla del Gránico: Fase 1 El ataque de Alejandro 0.5

0.25

0.75 1Km

0.5

CabaIIeóa tesaia. / ) CabaIeña alada r¡'te!p.¿ )~ CobaIIena ....( : (~

Fa~ Hypasplstas

~ Exploradores

~ (sarissophorol.

~

Caballerla bactriana y otras unidades asiaticas

..lanceros)

Memnon con la infantena

Agrianos

lo melor de la caballerla persa al malldo de generales persas

(lanzadores

áe jabalinas)

N~~}

En el Gránico. los fdmosos piqueros de infame· ría de la falange macedonia formaban la parle central como de coslumbre. Aunque de forma menos caraclerística. en esta ocasión iniciaron lambién el combale. función comúnmelHc asignada a la caba· lIería Asoci:lda de Alejandro en el ala derecha. En tOdo caso, la punta de lan!.a del ataque del cruce del río la form"ba un escuadrón de caballería situa· do delante de la falange que había sido tI'ardo, ill parecer, desde el flanco derecho. Cuando cslas unidades alGlIlzaron la orilla opuesta, fueron recibidas ron andanadas de armas arrojadizas, )' pronlo enlraron en colisión con la parte m¡ís escogida de la 22

<4EI ataqut! frotl,al t!stUt'D dirigido por Utl tscuodrón (ile) de Asociados, al mondo de Sócrates, hijo de Snthon, El escuadrón dI! Sócrates ero el dI! vangllardio aqllel dl'a (aparentemente elegido por /isla). Su ataque 5e realh6 ell el punto de cruce principal situado en la carretera a ülia, que probabiementl! se manttn{a despejada por 1m autoridades penas COII finalidades de comncio , viajl. En I!stt momento, los dos tjJrcitos ellfrtn/ndos podían veru mutuamentr a cadn lado drf río. Sócrates ten{a además de su propio t!scuadrón otro de ca¡'a1Jrn'a ptollia Uilleles de tri¡'us del lIorte de MacedOllia) y Ull des/acamenlo de ¡lIfan/eria, probablemellte ~'acados dr los h)'paspistas ~iluado5 a 11/ izquierda, Las lallceros montados qllr le srgu{nn detros se desplegaran dl inmldialo para uplorar /a orilla del ria buscalldo otros puntos dl Cr1lcl. Los hombres de Sócratls, mitntros St acucaban a lo orilla opulsla, fueron ohfrto de andanadas dI! armas arrojadi::ns enlmiga5 lanUJdas tanto por los bnfiesterrn mOlltad05 f'trsa5 como por los merCf!1l11rios griegos armados mtis ligeramellte, en ese momento bajo elmalldo directo de Memnoll. Mienlras se realiUIba de esla forma ti a5n/to frontal, Alrjandro. cabalgando al fre/lte de SUI

caballería persa }' con la infantería pesada de ~Iem· 110n, que esperaba a los atacallles desde una posición ,"clllajosa, Probablemenle las pérdidas sufridas por los macedonios fueran lllU) numerosas. Los oficiales de Alejandro del sector central sao bían tan bien como él mismo que el éxilO de la operación era una apuesta contra el tiempo, y que la animosa y abnegada entrega demostrada lalllO por ellos como por los hombres que mandaban era la medida ,de su confiallla en Alejandro y su devoción por él. ESle, />01' su pane, probablemcllle se enCOll' liÓ con que a cOITiellle del río, mientras la vadeaba. erd m:b fuerte de lo esperado, pero en todo caso


r

LA BATALLA DEl GRÁNICO

lo asumió, como frecuelllememe hacía, como un riesgo calculado.

Un antiguo relalo hace rcfcrencia a una feroz oposición encontrada por Alejandro mientras escalaba la orilla miÍs lejana del río, pero esta resistencia, si el relato es preciso, habría sido probablemente ofrecida por un pequeiio destacamento situado en ese lugar para protegcr lo que se consideral'Ía como un lugar de cruce remolo e improbable. Las fuerzas persas eran (an numerosas que podían prescindir de 1<1 caballería y emplearla para contraatacar el avance de AJejandro, pero las cortas lancetas de los jinetes persas !lO podían competir con las largas ];¡nzas macedonias (sarissai). Es más, la c1i\'ersión de fuerzas necesaria para enfrentarse al alaque de Alejandro, alivió la presión de la

Ciertamcll1c, la maniobra realizada por la caballerfa Asociada para asegurar la posición dClcnninada por Alejandro para garamizar el t\anqueamiento, liJe larga y sinuosa, IJevándole lejos del cenno principal de la batalla. Este fue el coste de in-

telHar rodear una fuerza de mayor t<lmano con otra más pequcíl,L Por su pane, los persas fueron evidentemente cogidos por sorpresa (u,mdo Alejan-

dro apareció por su izquierda. ESTO puede comprobarse por la precipitación con la que los jefes persas Lr¡hlaclaron su atención desde la parte central de la acción para enfrcllIarse a la llueva amenaza. Awdados (a excepcióll del

escuadrón de Sócrates), avanzaba corrienle arriba e" e/ agua el1 UII movimiento elllJo/lIerlle. UlWoba lombilill cOluigo arqutro! y iallUldort! de jabaliflU! agria/lOs. El o/a i=quierdo, a/ mm/do de Parmclliu, 110 hizo llinglí/l illllmlo de truzar, !!lw que permalll'ci6 prolegiel1do la orilla del río, para evitar la! i/l/elllos de cruce del enemigo.

Batalla del Gránico: Fase 2

0.5

1 Km

CabaHerfa Ie$~ Caballería aliada griega ~ Caballerfa

.. El ala izquierda persa giró para a/ellder al nllf1'O funte de batal/a abierto par Aiejmldro. Anle la illlenúficadón del alaque de Isle, 10$ jefe! penas trajeran mili cahal!eria desde la parte cenlral ell apo)'o de su ala izquierda. Lo transferellcia de tropas per!a1 desde la arma del rio significó que lu re!istellcia en esle uc/or qlltdara debililada )' q'lI~ los //Iacedonios pudiera/l crllJ:ar wn más facilidad. La inlellsa presión ejerCida sobre SQCrates .It vio aliviada 101110 por la infanlería qlle crIIUlba el rfo Iras él. coma por el acercamiell/o de Alejandro p!lr Sil lado derecho.

traci~~

fa~

HYPasP;.~ Sócrates manteniefldo una resislentia precaria

'" '"'"

'"

~

..

Alei;lndro al mando de los Asociados lunto con arqueros y agianos

23


LA BATALLA DEL GRANICO

desesperadamcnte amemllada vanguardia macedonia situada allxmle del río. Lo~ supcn'ivienu:s 110 cominuarun sus ataques. sillo que relrocedieron li· gerallll'nlc para poder apro,cchar así el impaclo de Alejandro} sus Asoóados en el lado derecho. Mientras la11tO, y debido a que el reSlO de las 11'0· pas pen;¡~ c~laba rada VCl más inmerso en la lucha cOlllra el .lla dirigida por Alejandro, las oril1all del río (llIcd,lban cada vel menos fuertemente gu::trdad¡ls. Oleada tras oleada, lo~ macedonios podíall ahora crlllar por di\(~rsos PUIllOS, r('rorlando la ca· l>el.;1 de plll.'. IIIt' que había sido establecida lan preGlllamenle. Lo 'lile ~iglliú cra el n:'lIhado lípico de las l¡ícüGb de Alejandro. La Glb.ll1ería per~1 fue cogida elltre lall garra') de UTl 1Il0\ ¡mienlo de pinZ3 envoh CIIte. En eSla oolsiólI. sin embargo. la misma dell:.idad de la melée privó hasta cit:rto pu litO a los I;mct:ro¡, macedonios (sarillsophoroi) de llll \'ent'Ua. Sus largas lamas se trababan cun f,lCilirlac! y se rumpían; el combale era UICqlO a cuerpo, dc una manera Illíb propia de las ltícLicas de la inl;llltelÍa griega qlle tic la gucrr'l de caballería, puesto que los caballos chocaban entre sí. En ambos bandos ~e deselwainaron las espad;l~. , con el lilo de eSlas m;ís que con la PUIlla de la lan/.a. ~ decidió finalmente la silllaciún. La primera victoria

En plena culminación de la balalla. los jefes de alllbas IUeI7.i:IS Sl' ("11«mlrarOll cara a Gil-d. En \'crdad, nada pudrí,l haber resultado llJá~ adecuado pilra el <14 Ni /os hombres de /(u falange.f de pjqllero~' ni /os h)'paspislos parecen habtr IIli/iUldo pelO. como la cabal/ería Asododa de AlejOlldro. Su uniforme ordinorio era el .chilon. de soldado. como se muutra en esla ilustracion, ún falangistas, aporte de sus escudos, confiabon lanlo Sil defensa como el aloque a su capacidad pora alcal/::.nr al enl'migo con sus largas picas.

gr.m sentidO del drama} el gu!>tO por el confliClO personal épico de Alejandro. La lan/.a se le había ellc:apado de la mano}' gritó a Arclis. un olicial de su escolta, pidiéndole otra. La lanla de Aretis se hahía partido también: sin embargo. Demarato. un guaro daespaldas corintio. le dio la que necesitaba, )' armado así a1r<lveSÓ la Illultilud. pues había visto a ~liLhridates, el yerno del rq' Darío, qut: en ese mo· mento dirigía una formaciún de jinetes persas a la balalla. ~Iithridalcs cabalgaba nlll} por delante de los hombres que mandaba ~ estaba hasla cieno puno tO aislado.. \Iejandro ,·jo la opon unidad para elllablar combatc singular. Cargó. ) la puma de su lanla alcamó al prilltipe pers.1. de IIcllo en la cara, en· ,i;U1dole a ticrr;l sin ,·ida. Rhoesaccs, henmlllo del jefe persa Spithrid¡ucs. llegó demasiado tarde para sahar al hombre que yacía en el suelo; sin embClrgu. imemó \ engmle. Blandió su espada, asestando un golpe (Untr" la ca· beza dto> Alejandro (kopis) que agrietó su magnífico casco (pero el golpe había sidu sC'sgado r el casco &11\'ó a Alt;jandro); éste dio media \ uella ) tll\'O tiempo de utilizar de nuevo llll lanza. alravesando morlalmCnlC el cuerpo de Rhocs..1CCS. El mismo Spithridates apan:lió de r('peme en elle lugar. O bien Alejandro no pudo ~car su Janla. o bien no IU\O tiempo para ni,c1arla de nuc\o. pllC~ el persa elllaba ya al alCeilllt' de Sll espada ~ 6fe Ic\'antó la Slml. prepal<llldose p¡lra a~slar el que habría sido prohablellll:llle un gol\>e monal. Pero ,Ul· les de <Ille la espada c.l)Cra. e ilo. ofici;:¡1 de COIl· fianza de Alejandro, acuchilló el hombro de Spilhridales con;íllt!l)lo limpiamente. Jla} otras versiones sobre este mismo sang-rienlO epi~odio. pero LOdas lermin<tn con Spit.hridates. Rhocsaces y Mitl1ri· dates tnucnos en el campo de b;ltalla. Para entonces, la Glballería macedonia así como la infaluería pudieron cnl7.ar el río por todos sus puntos con relativa facilidad )'. miemr:l'l se unían a la comiendel, los pCrs.1s se \ eían rOl7ados Glda VCl más a lllalllenC~e a la ddcnsi\¡I. Fueron emp1tiados lejos de 1.1 orilla del río en plena confusión. \ hostigados también por la!> arlllas alTojadizas de los arqueros, los lallladorcs de jahalinas que Alejandro había colocado entre su Gllmllería .\saciada, Los jineles macedonios quc acababan de llegar, se agruparon alrededor de Alejandro; ahora podí;lIl tI1ilizar sus l<tnlas, golpealldo las caras de SlIS ellemigos y las cabezas de sus C<lbal1l)s. ProntQ los persas comcn¡,aron a ceder, especialtllclltto> en el sector dondt: el mismo Alt:iandro deslacaba personalmeme. Lo que siguió lue una huida desordenada. Cier-


LA BATALLA DEL GRÁNICO

tamente s610 mediamc la huida podían los persas s<llvarse de ser aplastados emre la caballería de Alejandro y la. ahora, firmemente establecida falange Je infamería. Los persas habían perdido ya mil jinetes y hubieran perdido más si :\l~jandro no hubiera desviado su atención hacia la fuerza griega de i\lclllnon. COll1rarialllellle í! los persas, el conlingcme de mercenarios griegos se habb relirado a los lerrenos elevados y dclendido Sll posición CUIl c()raje profesional. Arriano, el historiador mejor informado de esta acción. resalta con poca amabilidad que los mercellarios 110 Lenían ningl'lI1 plan. sillo que sill1plelllcnl,e se quedaron eSlupefactos a1l1e lo inesperado del desastre. Parece ser que en UI1 detenninado momcnto imentaron pClctar en honrosas condicioncs; pero Alejandro no les concedió ninguna. En todo caso. el colil.ingentc mercenario ;JI completo fue rodeado}' finalmemc captur,ldo, a excepción de lIllOS cllamos que eSCap,ll'On fingiendo eSlar muertos. :vlcnllwn, su jefe. escapó (HO consta si lo húu fingiendo estar nlUeno O no). Vivió y siguió sirl'icndo ;11 n:y persa durante otro <llio. y de no haber sido pUl' su lI1uenc imprevist;) a causa de una enfermedad. puede decirse con ¡oda seguridad qlle hubiera Sido una espina en el costado de AJ~jandro. Se cree que 25 miembros de la caballería AsociClda de Ak:jandro murieron en la batalla. así como otros 60 de la caballería regular. Las b<!jas de la inbllterí;¡ fucron aparenlCllJemC de 30 hombres. Estas cifras part:cen sorpl'endemcmemc bajas a la visla de la ferocidad del combate. Alejandro enLerró a los muertos de alllbos bandos con los hOllores debidos e indemnizó a las f-amilias de sus soldados caíJos con exenciones de impuesLos y de las deudas feudales. Visitó pel'sollalmellle a I.Odos los heridos )' les escuchó paciememcllle mielllras le relataban sus al'enLUras en lil batalla. Los 2.000 mercenarios griegos que había capl tirado lúeron enviados de I'ueha a ¡\lact:doni<l encadenados b,~j() sentencia de trabajos fl11-lados. Alejandro les consideraba tr¡¡idúres ;1 la causa de ]¡I 'unión griega, de la que él decía ser el líder legítilll(). Es prubable que los hombres de Memnon lIunGl hubieran considerado que existía algo parecido a la Glu~a de la uni6n griegCl, )' probablemellle creyeran qlle un griego no [('nía por que deber más lealtad al re)' de Í\'lacedonia que al rey de Persia. Alejandro envió a ALenas tina colección de ilnnas pcrs¡IS }' uní! ¡¡rmadur<1 para que fueran orrecidas en ellemplo de la diosa ALenea, En la inscripción que se acúmpaiíaba. se prodam'lba que estos despojos habían sido lOmados a los persas en Asia por

... E~·te :w/dado de o pie (proredl'llte de tilia lmsijo de Napoles,! emplllja tilia espadCl blalldif'/Ite (.kopisH). Tales armas eran típicas de las tropas griegm- o macedonias en el siglo IV. El cosco, lambi¡;/1 típico de es/e tí/timo período c/usíco, /IQ liene pie:a ltrlsal. La cres/n rígida, di/emIte de la oudllta/ltt, es caracterislica de los periodo.{ al/leriores

griegos, pero éste tielre I/lla ostelllosa cola ondlltallte. Alg/lltrls vtce.l el pl'io largo esfaba mjelo por IlIIa correa )' rerogido debajo del casco. Tradiciona/lll1mte los npartllllOS /lO se dejaban crecer el pelo hasta ql/e eral! adultos; los ml/chachos alenienses. por el COlI/rario, /la se lo cariaban hasta ese momel/lo.

Alejandro y los griegos (a excepción de los espartanos). Los macedonios, por supuesto, no eran mencionados específicamenLe. ya que Alejandro insistía siempre en considerarles COl1l0 griegos. La ,ícida referencia a los espartanos subrayaba Su resentida abstención en el congreso de Corinto y en la guelTd persa que dicho congreso había <tutoriz¡¡do. 25


LA BATALLA DEL GRÁNICO

.... E~ta mOlledo de plata procedía de Magl1esia, si/liada en el río Meander, ell Asia Mel/or. File I/IJa de las cirldades griegas qrlt se sometió el/seguida a AlejOlJdro Iras la ba/alla del Granico )' fue ocupar/a por PIJrmeniQ. El jinete que aqrd se representa esto. bien armado y Ira ataviado con UlIO especie de botas. La mOlledo tielle fecha del siglo tercera. Tales jil/e/es sinrieron elJ los ejerci/os de Alejandra, así como en el de SlIS SJlcesores. No se deben sacar cOI/secuencias de la longi/ud de srl lalJ~a, que esto. aquí limitada por la drCullfertmcia de la moneda, sin embargo, no parece tener cOII/raPeso lIi lIinguna {JIra pie~a ell el exlrenw paslerior.

Perdonó a los ciudadanos de Zelia por dar alojamienlo al ejércilo enemigo. Consideró razonablemente, no habían tenido ninguna otrd elecci{lll en este asunto. OLras localidades de la región, quiz¡ís animadas por su clemencia, admiLieron de buena gana a sus oficiales. La guarnición persa de Dascrlion, centro administrativo irnporL;).nu;, !l,tbí" huido ya y Parmcnio había sido enviado allí para ocuparla. Alejandro eSlaba ¡¡hora libre para avanzar hacia el sur y entrar en Sal'dis, que había sido el cllarte! general de SpiLlll"idates, antigua capital lidia desde donde se colltrolaban las ciudades griegas del lado este del Egeo.

Batalla del Gránico: Fase 3 0.2.5 ,

,

0.5

0.75

0.5

CalJallerla tesalial CalJalleria aliada griega\ Caballerla traclal

Falange!

~

Hypaspistas)

.,/

#

~~

~u,ue.ap"<~,"n':::,.

Sócrates Hablan sulndo gran numero de bajas, pero consiguieron sobreviVir 4fl- como fuerza organizada Los mercenanos se retiraron hasta las zonas elevadas, pero ~ na les evitó ser

~

i"J

~

26

;

ea'".

.... Desprds de la muerle de Mi/ridates y Espitridates, el ala izquierda persa cedió Il/Jle el violellto ataque de Alejandro. ÚJs arqlleros y los agrianos se IIlUeS/rml aqu¡ ~igllielldo a Alejandro, y verdaderamellte mezclados en la lucha de la cabal/eda e il1fligiendo importall/es daños al tlltmigo. El/ este Pllll/O AlejandrQ había caflseguido aliviar la presión e1l el cel/lra, de 101 malJera qlle el ejércila lIlacedoniQ pril1cipal pudó cruzar el rio }' alocar talllo a la caballería persa como a la il/fall/ería mercenaria gril'ga que la había apo)'ado. El ala izquierda persa, exprlts/a par el derrllmbe del telltro, se miles/ro aquí ell plella huida, miel/tras que los merCfuarios griegos se han retirado a los terrenos lIIás e/elrados dOfJde serán rQdeadQS y ul1iqui/ados. Memnol/ escapó; Sócrates sobrevivió.


,

,

DESPUES DEL GRANICO Después de la batalla del Gnínico. AJejandro apareció. tal >' como había pretendido y corno él mismo se veía. C0l110 libertador de las ciudades griegas de Asia (liberación en la pr¡kLica significaba la sustituóón del SCliorío persa por el suyo propio). Evidemcmcmc su paso siguicme fue un movimIento en esta dirección, aunque no puede saberse si ya lo había pre\'iSIO así, como primer paso de llna gran estrategia para la conquista del mundo. Tenía por costumbre lllllntener silencio hasta el momento de la acción, y cuanclo ésta llegaba. ya había lOmado

su decisión. La liberación en las condiciones de Alejandro era ahora evidentemente más aceptable para los gobiernos provlllóales persas que para algunas de'las ciudades estado griegas, que eran el obejtivo de sus bcncvolemes intenciones. Sal'dis le abrió sus pucr{as enseguida y fue aceptado en térm iIIOS am igables

.. VII .peilll~ (pelle) era 1111 euudo ligero COl/struido de mimbre Ode cuero, [recuelltemellte en forma de media Imtll, igual que el de la ilustración. Las Iropas para las que el pelta co"stiluia la única protección eran comulles e"lre las gentes de los Ha/calles COII 10$ que 10$ griegos}' macedonios enlablarOIl prolllo contacta. Tropas lambiél/ ligeramenle annadas serían pasteriormenle utili;adas ell Grf'Cia, aunqlle despuis de

las il/ovaciones i"lroducidas por d jefe atel/iellse lpicrates (4l5.]53 a. eJ, los pe/laslas griegas de las li/timas años del siglo IV iball equipados de mal/era más considerable. Ob~'éroese el pesado extrema el! forma de pica, que permitía que la lama [Iltra c/mllldll boca arriba sil, miedo a mellar la /J,mla. Probablemente las Iropa~' ligeras de Alejaudro II/vierau peltaslelS más parecidos a los /l/olllañeros balcallicas que a las hombres de /picrales.

por el jefe de la gllarrución persa. Sin emb¡lrgo. cuando volvió ~u alención a las ciudades griegas de la costa este del Egeo que habían sido administradas c!esde Sardis. se enconLró con diversas ¡Icogidas. Efeso se rindió fácillllenLe C llllPUSO en ella lIna delllot.:ralia .~l~ieta. por ~upuesto, a su propia soberanía. )' cu;mdo la oligarquía pro-persa preexistenLe fue masacrada, Alejandro se llevó el honor de ha· ber imervenido rápidamenle para coíucner la ley del popul¡¡<:ho. Memnon, que había sobrevivido a la bawlla en el Cránico, realizaba ¡lhora en el liLOral del mar Egeo el Lipa oe guerra naval que había aconsejado llevar a cabo amc~ de la batalla. Su plan con~iSLía cn aprovisionar a las ciudades costeras griegas contra Jos macedonios, Illienlras devaswban las lierras del inlerior, privando así del susLemo al ejército de Alcjandro. Sea corno fuere, sólo pudo poner en ImícLica la mitad de est.a eSLrategia. Alejandro continuó bien aprovisionado en (ierra. Arsit.es, el sáTrapa persa (lue se hahía opucst.o a la estraLegia de Lierra quemada en el Cránico, había sobrevivido también a la batalla, pero se había suicidado después; quizá \'io demasiado tarde el error de su propi() juicio. i\'lileto, al sur de creso, se hubiera rendido sin duda fácilmente a Alejandro, pero cSlando la flota persa con contingentes imponames fenicios y chi· priotas cerca y a mano para apoyar la resisLencia, Ilegesistratus. el jefe de la guarnición, se puso comprensiblementc del lado del prob¡lble ganador. La nOta cit· Alejandro compuesta por 160 buques llegó hast;\ allí y aneJó cerca tle b isla de Lade situada frenLe ;1 la ciudad. Al~iandro eSlacionó a sus tracias y a sus 4.000 soldados mercenarios en la isla, pero cuando la Ilota persa de 400 barcos fondeó delanLe de él bajo el prolllonLOrio de Mycale, en Liel'ra firme. no se arriesgó a un combale naval ante tal desventaja llumérica. Rechazando una solución de compromiso que le había propueslO la gu;¡rnición de Mileto y sus ciucladanos, según la cual la ciudad quedaría abierta tanlO a los macedonios como a los persas, hizo traer sus n1,íquinas de asedio. Ya había ocupado la parte eXlerior de la ciudad sin oposición, ames de que hubiera Teni27


DESPUES Del Gfl.ANICO

do lugar su brnc cmrc\'iSla con los reprc,:)cnlantes de ~lilcLO. Los bllqlle~ de Alejandro sc alra\ esaron entollces frellle a Ladc y bloquearon la cmrada del Imeno de la ciudad, anclando en línea r transversalmente para cortar a los derellSores cualquier e~peral1za de ayuda del exterior. Ante la aproxim;¡ción de los sitiadores, algunos componentes de la guarnición intcntaron salvarse a nado, y 300 mercenarios griegos consiguieron l1eg-dr hasta una isla I"()(OS<l en medio del mar situada no l~jos de allí. Después de capturar la ciudad, Alejandro asaltó esa isla utililando cSC"dleras montadas en boteo¡ ~, admirado del gran \'alor de los mcrcen¡lrios, les perdonó la \ida lOmándolos ¡l su sen'icio, Esto fue el inicio de llna llueva polítiGI m¡is illleligenle hacia los mercenarios griegos. Por otra parle. el duro ejemplo dado con los hombres que había capturado en el Gránico. solamente proporcionaría en el fUlUro más dese~pe­ ración en hombres que ya estaban descsper"ildos. Las cilld¡ldes del interior dc Magnesia y Trallcs se habían rendido a Alejandro sin luchar, pero Ilalicarnaso, en la costa de Caria. situada 100 millas al sur de f:feso, podía recibir <1) uda desde el lllar ) )'lemnon pronto se encolllró emre sus murallas, comparliendo el mando de la guarnición con el persa Oromobares. La ciudad fue atacada y defendida por todos los medios conocidos de asedio en el mundo amiguo: los fosos fueron rellenado,:). las lorres soca\'¡¡das r las murallas embestidas con arrielcs. Los defensores COllstrll\eron una muralla imerior donde había peligro de 'que se produjeran brechas r conteSlaron a los asediadores con dardos de fuego), s,llidas inccndiilrias. Pero Alejandro COI1tinu6 incansablernemc infligiendo gran ntímero de bajas y daflos hasta que linalmellLc, al mando de )'lemnon. la guarnición incendió sus almacenes y fortificaciones), e5e'".dpó hacia el sur. El mismo ).Ielllnon se dirigió de nue\o al nonc )' ocupó Chios, donde la población griega, al igual que él mismo, no \eía ninguna ralón en panicular para reconocer al gobierno macedonio en lugar de al persa. Para emonces. el re\' Darío había nombrado al mercenario griego jefe supremo de todas la fuerz¡¡s persas en el Asia inferior, Ha) un interesante epílogo a la c¡lI)tura de Halicarnaso por Alejandro. En el pasado, la ciudad había eSlado Iradicionalmell1e gobernada por tillO de esos regímenes malriarc~lles en los cuales la soberanía estaba reservada excJusivamcme a los descendiell1.cs de Ulla determinada milia mediarHe el malrimonio de hermanos y hermanas. En el afIO 334 a. c., una pretendielHe real femenina llamada Ada, curo poder. que había que-

la-

.

18

• Estas ilustraciones de Jugos para animales de ¡¡ro pNH:eden de fas copias mtditvales de los manuscrilos de textos anliguos. Sin embargo, podrlUII derit'ar tambiin de anliguas u'presenlaciones, Ef Jugo que ¡/xl alrededor de las cuellos de los animales iba sujeto al eje mediafae un pasador 11/1 ,/IIdo. Alejmrdro fue retado ° cumplir la profecía desatm/do 11110 de tales nudos CII Gordio, en el año 3D u. C. Previelldo que iba

a teller dificulludes. desenvaino su espada J' ro"; las correas: de aquí nuestra apresion ~cortar el nudo gardiano_ pura descri"ir una solución drástica. La historia de Alejandro puede o no ser dertu. pero al menos concuerda con Slt rarácler,

°

dado disminuido debido a peleas dinásticas. solamcme se extendía a la ciudad de Alinda que eSlaba en las proximidades, recibió de buena gan~ a Ale· jandro )' le ofreció adoplarle como su hijo. El aceptó la oferta} posteriormellle rcstableció a Ada como reina de toda la Caria, indu)'cndo I-Ialicarnaso, Alejandro no se molesló en perseguir a Memnon, sino que se conformó con asegurar su propia posición. Í\'lovido por la compasión envió a casa a algunos de sus soldados que se habían casado poco anles de su partida. También mandó a uno de sus oficiales en un viaje de reclutamiento al Pel0polle. so griego. Ese invierno marchó con su ejércllo al· rededor del extremo suroccidcmal del Asia Menor,


DESPUEs DEL GRÁNICO

l'

donde las ciudades sus guarniciones mercenarias

se rindieron ante é sill oponer resistencia. Seguidameme marchó hacia elnone, a Gordiulll, en llna expedición exploraLOria. donde unió sus fuerzas a Parmenio, que ya había (de acuerdo con las ins'Despuis de su victoria en el Crónico, Alejalldro marchó hacia el sur )' cap/uró las ciudades griegas qlll' le opusierr)ll resütencia, entre las que se II/elrda Halicarnaso. El 1/lrlUsoleo de J/alicarnaso, que aquí se mu~stra rerQ/utruido, era

una de las marallillas del IIl1l1ldo alltiguo. Mal/solo, el rey CIIyas restos albergaba e.le mausoleo, era hermallO de la reillO Ada, aliada y protegida de Alejal/dro.

truceiones recibidas) ocupado aquella lOna. También aquí se le unieron los macedonios que habían regresado del permiso>, las nuevas levas procedentes de Macedonia>, de la Grecia continental: en LOlal 3.000 infantes y 300 de caballería, todos macedonios. junto con 200 tesalios de caballería y 150 mercenarios peloponesos al mando de su propio jefe. Fue entonces cuando JIlurió Memnon. Su muerte rúe una evidente pérdida para el gobierno persa, y eS(a circunstancia quiz,; más que ninguna otra hizó persuadir al rey Oarío de que debía acudir personalmente al campo de batalla para luchar contra Alej'lllclro.

29


LA BATALLA DE 1550 1..'-1 estrategia)" las tácticas de la siguiente gnm bátalla campal de Al~jalldro dilkilmemc pueden ser apreciadas sin una óerta atención a la geografía. La

batalla

tuvO

lugar en un

plllllO

donde la WSLa siria

se une a la del sur del Asia ,\'1t:nnr formando un ;'in-

gula recIO, en las proximidades de lskanderun (A1ejandrcla), nombre derivado del de Alejandro, que ,llín conserva su recuerdo. Teniendo presente el mapa, lIllO se ve obligado a r~arse en el esquema de marcha eSl1<uégica que precedió al combate. Marcha y contramarcha

Los sucesos ocurridos en la región del mar Egeo habían finalmcmc espoleado al re) persa a acudir él mismo al campo de bamlla con un ejército de aprox.imadameme 600.000 hombres. Los historiadores modernos han acusado a los antiguos en general de exagerar el número de lropas desplegadas por los persas) olroS polt::llrados del oriellle con los que los ejércilos griegos y macedonios se enfrentaron en diferellles OGISloncs. Sin embargo, se debe recordar que los ejércitos persas, al igual que los modernos, dependían de largas líneas de COIllUlli-

La campaña de Isso

DARío

Soc"1 30

o 5 10 15 20 25 Minas I " ' " " I 10 20 30 40Km

o

cación r aprovisionamiemo: por el co!Hrario. lo~ t:jércitos griegos eran pequeños)' vivían en ellerrcno sobre t::l que marchaban, }' el ejércilO de Alejandro eri! eminentemente de esta clase. Las cifrCls dadas en este ca.')o sobre el ejército de Daría poclríCln lllUY bien haber tenido en (lienta las tropas de apo)'0; en todo caso, Alejandro con una fuerza que había cruzado el lldesponto de no más de 40.000 miembros, era claramellle sobrepasado en número por UIl amplio margen. Es posible que Darío CTcrera que los meros números serían suficiemes pard arerrorizar a los macedonios )' a su jefe, ) que la nOlicia de su proximidad ocasionaría la huida de .\lejandro. Tal al menos erd la opinión que los menos prudemes de sus consejeros consiguieron inculcarle. Aparenlemenlc en Darío, sus penS<lmiemos nacían de sus deseos, , sus oliciales ). corlesanos sabian que era inllúl decirle algo que no deseara escuchar. Cierlameme. enl lan grande su optimismo que tenía la esperan1...1, no )'..1 de expulsar a ¡\lejalldro de Asia, sino de atraparle allí mismo. Su lmico problema, tal )' como él 1" veía, era impedir que el ejército macedonio se escapanl. ~liell1ras Alejandro l1lan.:haba hacia el sur cru· z<llldo las monl<lñas de Tauro, para llegar II la lIallur<l cerca de Tarso por el eSlJ'ccho desfiladero de montail<l conocido como las .Puertas de Cilicja", !;>arío dirigió Sil ejércilO hacia arriba del valle del Eufratcs)' a lra\és de Siria. Ilabía imentado impedir que ¡\lejandro ocupara Tarso y para ello envió a su jefe Arsames para defender las Puenas de Cilicia freme al ilwasor. I)ero Arsames, apoyado por .... Este ma/Hl tS puramtntt diagramdtico. Alrjandro tft rtolidad rtgrtsó desdt Myriandros hacia luo fHJr lo milma ruta qut había seguido en su marcha hacia el sllr. Darlo, daplruólldose hacia ti norle desde Sochi. pudo n¡itar al ejirdto de All'jalldro sin ser observado, debido a /lna cadella nllmtafioso que ell este

"'Omtftlo stfHJrabo. los dos tjiTcitos m{rmtados. Los ctHclIlos que justifican estos despla;Qmmtos se explican tn ti nioto dI' la bo.talla: Alejandro no emprtftdió la marcha hacia el norlt dade M),riandros hasta que 110 supo qllt Dorio se tncontraba en lsso.


r LA BATALLA DE 1550

.... El ejücito de Alejandra ¡'¡vaqueó ell el desfiladero de la montaña, Por la mllñana Ollon=arOII a /0

largo de la

estrecha faja cosIera de lierras bajas; la caballeria etrraha la farmuci611 ell la retaguardia. y cuando la faja de tierra se ensanchó, se pudo efectuar UlI cierto despliegue: la caballeria fue desp[(JZuda a las alas. La líllea de infanltría (de dl'rtcha a izquierda) es/abn

como sigrl€: tres unidades de hypaspislas al mando de Nicanor; unidades de ¡alallge al mando de COtila, Perdicus, Meleader, P/o!eIllY y Amynlus; la iI¡fanleria dd ala izq/lierda estaba al mando de era/era; Parmenio tenia e/malldo de lada el ala iu¡uierda. La caballeria tesalia)' peonía ¡ue silllada a CQntinuación ell e/lada derecha y las tropas mercenuria.1

griega.~

jueron

enviadas a fu ~quitrda. Entre éstas se ~ncolltraban f¡,s arqueros eretelues jUllto con fa caba1fería tracia, ambos al mando de Sitalces. La caballen"u del ala izquierda era aliada (griega). Las temlios fueron enviados alrededor de la retaguardia para fortificar el ala i<.quierda y su caballería. En e/ lado derecho estaban los txplQradores de ProlOmachus cm¡ los peonialls al manda de Aristoll y los urqueros

bajo An/iochus. Á/ala, cml arqueros y a/gunar llllidades de caballería, repelió la amenaza del flanco ell las montañas. Los líftimas movimienfor flleron: dos escuadrolles de caballería al mOlido de Peroedas)' Palltordanus fueroll desplazados desde el eelltro al lado derecho. Una línea de agrianos y merce/larios griegos fue utilizada paro rebasar el ala i:quierda persa. Posiciones persas durante el avance de Alejulldro: Ulla fllen.a de protección de JO.OOO jinetes y 20.000 il/fall/es ligeros se adelantó al sur del río Pinaro, para proteger el grueso de Daría mielllras se duplegaba para la batalla. Cuando el despliegue se compitIó, esta línea avanzada file retirada y ,,'ili%fICla para refor..ar el ala derecha persa, que ahora se enfrentaba a Parmellio. El frente de Daría utaba compuesto de JO.OOO mercenarios griegos)' 60.00Q "Kardakes. (probablemente infalltes persas armadas); estos últimos fueroll situados en las dos alas de los griegos. Detrás de estas fueruls formuban los contingentes mllltillar;iollales del ejercita imperial de Daría, que cabalgaba ell su cuadriga de guerra ell el cel/tra de esta forlllncióII.

una fuerza inadecuada, se encontró fn~nte a un destacamento con armamento ligero de ulla gran moI'ilidad, mandado por Alejandro en persona. Arsames no presentó batalla e intentó incendiar Tarso para impedir que cayera en mallos enemigas, pero Alejandro fue demasiado rápido para él y la ciudad fue salvada. En Tarso, Alejandro cayó enfermo a callsa de unas fiebres, y el retrelso que ello ocasion6 envalentonó a Daría, quien creyó que los macedonios temían enfremarse a él en Llna batalla campal. At:ampó en Sochi, en Siria, cerca del lugar que más tarde se convertiría en Antioquía. Cuando le informaron de que Alejandro continuaba avanzando, su primer pensamiento fue el de permanecer en su posición actual. En la llanura siria, la superioridad

Batalla de Isso: Avance de Alejandro

ALEJANDRO

I

1 CD o f-I

O

2 Millas

-~~~---,-', '

2

3 Km

31


LA BATAllA DE ISSO

numérica persa pocHa ser lltili7ad<t \'elllajosalllcmc, Probablemente hubiera hecho mejor si se hubicrd adherido firmemente a esla eSlralegi'l, pero tal como la situación se desarrollaba. pensó (Iue se le presentaba la oportunidad de asestar un golpe maesi ro. Alejandro. que había acampado con su ejérciLO el! ~Iallus. en Cilicia, atl"a\esó el desliladero de la costa hacia Sil;a ) a\'an/Ó hasla el pequeilo pueno de Isso. que ya habia sido ocupado por un destacamento al mando de Panncnio. Aquí se estableció una base temporal en la que quedaron los macedonios enrerlllos)' heridos. Seguidame.nlc, Alejandro marchó hacia el sur a lo largo de lIna eSlrecha laja coslera que separaba las monl.<1.llas del mar. a\'allI..l ndo hacia las .Puertas Sirias•. cerca de la moderna Iskandcrtlll. Posiblelllclllc marchó durante la noche corno había hecho en Sil r:ípido a\'ance en las Puertas Cili· cias. Pero esla ve7. dirigía al grueso principal de su ejército}' no simplemente a una ruerl'¡ de ataque móvil. Probablcmeme Daría pensó que Alejandro repeliría otra "cz la misma eSlraregia que cn Cilicia )' decidió asestarar su golpe maestro: mediante una sinuosa marcha separaría a Alejandro de su base 1032

... Esle relieve esculpido muutra 01 dios Ares (Marte) I"rhando r(mlra los gigontes. Se protege con "n esc"do puado J de gran talllQño de hoplita tipico de las guerras griegas del periodo clásico, Sin embargo, /a/es escudus se

ulili:aban todavía en la segunda mitad del siglo n', J los mercenarios griegos, tanta en el bando ",acedo"io como en el pusa, estaban probablemente equipados eDil él.

cal de Isso ) le aislaría dd gl"lleso de su ejército. ESI:! operatión se \'io facilitada gracias a una violentél y repemina tormenta que habra obligado a Alejandro a detenerse en M yriandlls. en la cosla. cero ca de las I}uenas Sirias. Darío aprovechó la nlla del \'alle. al este de la sierra de ..\manus. \ dirigió a su ejércilo de nuevo hacia el norte, c\itando asi al ~iér­ cilo de Alejandro y rodeando la fraT~a costera. Sin embargo, esta m;miobríl ICnra el inconvcnielllC de que coloGlba al ejército persa una vez más en un área eSlrccha de ticlTas b'tias situada cnlre el mar \ las montai'las, sacrifiCando la llanura siria mucho más amplia donde sus efecLi\'os hubiemn sido de:lplegados con mucha lmis eficacia. Alejandro qued6 sorprendido por estc mo\'imiclllo )' envió un lI-in'eme al golfo de IS50 para


LA BATALLA DE 1550

confirmar la noticia. Dc hecho, esta nucva ~ituación rue una agradable sorpresa: nada podía haber alegrado más a Alejandro que la perspcCliva de un combate en Ull campo de batalla estrecho. Por el contrario. Daría pronto debió de 5elllirse desengaliado. pues cuando descendió de las Illontailas ccrca de Isso solamentc encolllró llna base hospital. Los pcrsas masacraron a muchos de los macedonios enfermos}' heridos y se ascgurClron de que los restames quedaban fuera de combate cort<índoles las manos derechas. Probablemente es lo que podría esperarse: Darío no podía en este trílito momento permitirse dar cuartel. ~lietllras tanto, .\Iejandro había dado la ,uclta con todo su ejército} ,oh ía sobre sus pasos hacia el none. Es posible que Darío considerara todavía que aqll~l intentaba escapar y por ello hiw a"Clllzar al ejércilo persa hacia el Sllr de lsso para cortarle el camino. Cuando las dos fuerzas se encOntrarOll frcme a frente. estaban separadas por el río Pinaro, llna eSlrcrha torrcnter.l por la que di5Curría poca cantidad de agua. Alejandro miraba ¡JI norte \' Darío al sur. . Aparentemente la SilUilción no cra muy diferente de la cid Gníniw, pero el hecho de que éste e~­ IlIv;era crecido debido a las corrientes prim'l\'erales \ que el Pillaro. a finales del otoúO, lU\'iera poca agua. significaba que el campo de bat¡.¡lIa era difercnte.. \ pesar de todo. Alejandro se prcparó inmediatamente para poncr en pr.ktica las ltlcticas macedonias estandarizadas, con su efical cClllro de inf¡lIltería } nancas de caballería bien coordinado~. Según marchaba lenla pero decididamente hacia el norte, el eSlrecho margen de la I~ja costera se ensanchaba ligeramente, por 10 que pudo desplegar a su ejército gr¡ldualmcllle. avanzando allinal cn línea dc hal.<llla.

ahora consigo un Illínlero mucho mayor de soldados asiáticos dc a pie qlle sus generales en el Cránico. E~IOS fueron dispuestos e.:n grandc~ grupos para apoyar a las tropas avan/ada:-.. colodndolas en una fila que ocupab.1 loda la longitud del estredlO campo de batalla: el mar quedaba ¡¡ :-.11 derecha no muy lejos. } las colinas a Sll il(luicrda. El! el ccllIro de esta disposición más bien tlbigarrada, iba el mismo Daría en Sil carro. EsTa posición n'nlral era la que normahncnle lOmaban los rc\"cs penas en la batalla} desde ella podían impartir órdenes en trlla r Olfil dirección a cualquier parte de ~us. normalmellle. grandes cjércitos. En I)S(). los contornos de las colinas estaban dispue:-.tos de tal forma que la línea persa "c cunab.1 hacia adel;:ll11e. 10 que implicaba UIl riesgo de cmol"imiclllO para el ala derecha de Alejandro. Ln el centro. las unidades de infantería asiálicas, agrupadas de.: acuerdo mil las di\"er:-.as localid¡.¡des <ronde habían sido reclutadas. estaban agrupadas tan densamelllc quc IlO podí¡lIl acUlar con lacihdad. Los 600.000 hombres atribuidos: a Daría como cifra 100al de su ejército. incluso ad· miliendo que no sea una exageración. no teni;1II por qué eSlar todos presellles en cse momento en el campo dc billal];!. ... Esfe bal/es/rro de la i:qllierda del ballestero, mas i"fanleria persa, nde1clRlada, I'sta ruubil'rla pertenedrn/I' a una pintura por unn I'sperie de pro/tetar de una l'Osija drl Museo ,la solapa dI' su ~go'J/os. Brittinico. portee desmOliado (al rs/i/o escita) cuelga por l' inefif~. ¡Wro la falla de 'nC"ima de su ..uslo. En la destrr..a debe ser imputada inscri/Kion SI' In rl nombre sin dI/da al artisla ell IlIgar del fabricanll' de la vasijo. de ni arquero. La pi~";":"_ _~"~¡~¡;~"~h~Jlos~.

Cara a cara Oilrío cstaba convencido dc que Alejandro no buscaría voluntarialllCnte una batalla c¡¡mpal, por lo que probablcmemc quedó sorprcndidu al verle preparado. En todo caso su i1Clitud fue defcnsiva. fonificó las \'a pendientes orillas del río con una empalilada en algunos punlos ~ emió a 30.000I.·i. I1CtCS ) 20.000 inranle:-. ligcros al Otro bldo del echo dcl río para proteger sus posiciones mientras se fimllaba la línea de batalla. El se puso al mando de 30.000 mercenarios griegos muy armados que, junto con 60,000 merccnarios persas. collslituían ahora el centro de su vanguardia. cn cuya posición se enfrentarían a la falange macedonia. Daría tenía

,

,

33


, LA BATALLA DE 1550

En el aY<lllce del ejército de Alejandro LOdas las lropas sillladas a la izquierda de la f¡¡lange central cSI:"lball bajo el mando de Parmcnio. A la derecha. los arqueros) los agrianus, ligeramente armados. fueron clwiados a expulsar de los pies de las colinas al enemigo que los rebasaba. ESLO se: hilO IllU}' fácilmente, )' la inf;llllcría de Darío quedó rápidamente dispersada} buscando refugio en lo alLO de las monrÚla~. donde ya no repl'esemaban ningu· na amenaza. A pesar de todo. 300 jinetes de Alejandro quedaron allí destacados para l11:"lnLenerles vigilados. En el (¡!timo momento, Alejandl"O retir6 dos esclladrolles de su cabaJ!erí<l Asoci<ld<l desde ulla posición relativamente cemral )" los envió a reforzar su ala dercrha. Este re;~jllste era sin duda muy nc-

cesario, pueslO que ra h¡lhía movido previ¡¡ll1emc a la caballería tesalia desde su posición originaria de la derecha, a la izquierda. donde los persas ~e agrupaban masiV;lInelllt:. Ciertamente Daría, tan pronlO corno pudo retirar su caballería de proteccióll del Otro lado dcl río, l¡l cüncelllró en su ala dt:recha contra Parmcllio. Aquí la llanura, próxinul al mar. pareda f¡¡vorecer sin duda UIl combale de caballería. Los dos (¡Itimos rC¡~lIstt:s de Alejandro fueron realizados sin encontrar oposición, Los tesalios cabalgaron rode¡mdo la re¡aguardia del ejército que avanzaba. y la caballería Asociadü, avisada de que el enemigo llO debería obsenarlcs, cncontró aparentemCnte cobenura entre los riscos que se extendían hacia el mar desde las colinas del il11erior. AJcjandro cOlllinuó su lento avance cercioníndo-

Batalla de Isso: La fase crítica

\ .i , '<?'

Alejandro

~~dU~:~C~Ci6n "'

ercenarios griegos de Agrianes

~ ~

¡;

". ~

Mercenarios griegos de Darlo en la ofensiva

~ MED~ANEO 34

Ala izquierda de Parmenlo a la defensiva

~

ALEJANDRO

O, __~_0~.5~_ _r'¡ Milla l0.5 1.5 Km

o

~ ~

l: 15

"'Mienlras q,II' Alejandro derrotaba y perseguía al ala i:qllierda perSfl, erislia el riesgo de que la brecha producida enlre su victoriosa caballería)' la falUl'ge cflllral pudiera ser e.tplutada por los merct/lOrios griegos de Dorio. Parmellill estaba también a la defensiva, }' existía el riesgo de que pudiera perder cOlltac/o con /a falauge cfulrai)' quedara aislado.


LA BATALLA DI' IS50

se de CJue Lodo su ejército manlenía un freme nivelado, hast<l (llle estuvo al alcance de las armas arrojadizas de las líneas persas. Entonces, repcntinamente, ¡rl1cló el alaque por cllado dercchu dirigicndo él mismo su caballcdit Asociada a través del lecho del río y haciendo reln)l:eder <tI enemigo siluado f¡'ellle ti él. Pcro como es Típico en las batallas de la allligüedad. el éxiLO conseguido en el ala derecha la llevó hacia adelante, desconecLándola del centro. LIS pendienles y desiguales orillas del río, jumo con las empalizadas construidas por Daría. hicieron panicularmeme difícil a los falangistas el manLellcrsc unidos emre sí )' ¡nucho menos con Alejandro. Los mercenarios griegos de Darío penetl-aron elllonces por l<l hrecha abiena elllre la CilbaIIcrí,¡ de Alejandro y la falange macedonia. Pro1l10

'" All'jalldro, .~eguro de que

el ala i:qllierda persa h(lbía sida des/rozada irreml'diablellleu/e, pudo acudir 1'11 a)'uda de Sil amenazado ce,lIro. Es/o, a Sil ve:. alivio la pre.lioll sobre el ala hlJuil'rda de Parml'lIio,)' d ejercito macedollia al completo pudQ avall:ar de 'Wf.'tlO. Allfe.l' de que transcllrriera mucho tiempo, el ejercito de Darío)' el mismo, estaban en plella hllida.

eSlarían en una posición ¡¡¡"arable para presionar a los falangistas hacia el río, ¡lmenazándolos desde la rtlílguardia de la caballería macedonia que había puesto en fUg'l el ala iLquicrda persa. Lno no puede dejar de sospechar que la brecha que ~c había abierto en eSle punto de la línea macedol1la era hast;l cieno plinto el resultado de la de{'isiÓn. lOmada por Alejandro en el úllimo momel11o, de ref0l7ar el ala derecha de su caballería a expensas dd cel1tro. Pero. cienameme, en algllll lugar había que correr nesgos.

Los altibajos de la balaila A pesar de todos estos peligros, la (ali{bd en el wm· bate del centro macedonio eslU\"o a la ah ura de la

Batalla de Isso: Cambian las tornas

, , ).

~

'" <?,

Agrlanos y los

</( {~mercenaoosgri.gos

DARÍO

)

~

Alejandro

~

~éa

~

ALEJANDRO

Mientras Jos mercenarios griegos de Darfo se repliegan para enfrentarse aAlejandro. la falarlQll reanuda su ofensiva

MAR MEOlTERRÁNED

Mientras el centro de Oarfo gira para enfrentaFsa al ataque de Alejandro. el ala izquierda de Pannenio Inicia la ofensiva

0i-I_~--=°iCi5~_---r',1Milla o

0.5

1.5Km

35


LA 8ATAUA DE ISSO

ocasión. aunquc lIurrió lIIl<lS 120 b.-¡jas r To!olllCú. hijo de ~c1l'llCO. uno dt: ...us jercs principales. resultó mileno. En última instancia. lu... macedonios n:pcljeron el peligroso contraataque r consiguieron contener el ~alicnte que ...e h<lbía producido en su lado dcn.:rho. hasla quc Akj¡1I\dro pudo venir en su ll)'uda. ESle, por su parlc. nmntcnía el pleno control de los jinetes qut: estaban b¡~io su mando inmedialO } no les permitió cometcr el corriente error de lanLarsc ('n per..ecuciones hasla ulla distancia tal que perdieran COlllaClO con el teatro principal de lill~l­ talla. Oándose cuema de que el ala iLquierda persa había <;ido deslnnada ~in po,ibilidadcs de recuperación, diu media \ uelta \ alacb el cuerpo celllral de los melTcnarios griegos por ~u naneo. ohlig¡indoles :1 replegarse de!)dc el río. o d~rrib¡íl1dulus donde se enoH1traban en Gl!)" CCJlllrano. La ralallge macedonia pudo e11l0ncc<; rC':lIIudar su avance destruyendo la mayor parte de bs unidades encmig¡lS que habían !)obrc\'ivido al 11l1lJacLo de la GlbalIería de Ak:ialldro. El ejércilO de Daría eslmo m¡í~ cerca de la \ iCIOria en MI ala dcrech;¡, CUlltra d ¡¡la izquierda macedonia dondt: IIIdlldaba Pannenio..\quí, en la pla\'a ) en la llanura ad\'acelllc al IlMr.la abrurndclora maloda en Cfcrli\os de caballeria podría ser apro\cchada Glsi ton loda seguridad. ;\0 está claro ~i en esta OC'<1si(¡n !a:l órdencs en el ala derecha de la caballería pcrs.-¡ flleroll dadas dircctamclllt' por Darío. pero Cll tudo caso Sil!) oliciales en este senor estaban impacielltc!) ante su papel puramenle dcrcnsivo. por lo que los jinetes persas se abalanzaron ní· pidalllCtllC hacia el río para crm:lrln y atacar a la caballería tc~alia ¡¡mnada frentc a ellos. Se prod~jo un desesperado combau:,: pero Ulando el ala derecha pcrS<1 \'io quc d centro }' la iL<luicrda de su ejérrilO se había dernllllbado, vacilaron r cmprendieron la huida. ~adie se lo podría reprochar. Cualquier imento qlle se hubiera reali7ado pard ma1l1eEler ellerreno s{¡lo hubiera conducido a ser rodeados por la falange macedonia \ por la \'iCloriosa Glballeríil de .\lcj<lndro. Pero el mismo cambio de dirección producido. al imcrrumpir la persecución que estaba teniendo lugar en algunos seclOres por una precipilada huida general, It:s dejó en plena conrusión r expuestus il tos tcs¡llim, qut: eran allor;l los perseguidores La huida del ejército de Darío Ctl su seCLOr/)WnlO se convirtió en Gl1ástrofe. ~'ludH)s de los ugitims eran jineles fucrtemetllc armados y equipados por lo que. o bien lenían difiUlhades en la huida o. si se desprendían de sus armas. quedaban indefcn-

36

... f.'Ste famoso mosaico, que generalmente se piensa que represell/a la batal/a de fsso, fue descubierto elltre las ruillos de Pompr'J'a, y se cree que está bosado CII el trabajo de 1111 pi"'or C(ui cOlltemporá"eo de Alejandro.

Telliendo ell cuellta las il/evitables limitaciollf'S de fa composició" artística, queda (lIil/ mucho que aprtllder dd reali~'lIIu de esta pilllllrn.

sos al ser alcall7...1dos. Al con\'erg(:r en los desfiladeros de las 1Il0maflas en medio dellTet:icnlc pánico. los Glballo'S con .,IIS jil1eles c.-¡ían a menudo \ muchos murieron a(r;lpados por lo~ qlle les empujaban desde alrás. L.-¡ caballería de Parmcnio no cejaba en su persecución y 10'S soldados persas de ti pie, que se habían colocado dctr¡ís de su propia caballería, surrian a!lora también a causa de sus pro· pios jillelcs. Darío no esperó siquicr'l para comprobar la derrota de su ala <lt:rech<l. En el lllomelllO que ~u ala iLquierda sucumbió antc el impcluoso ataque de Alejandro. emprendió la huida en su cuádriga. que le lransportó con mucha rapi<ie7 mientras e1u:rreno rue llano, pero cuando se enconlró enlre la:l gal'-


r LA BATALLA DE 1550

I

~n:·

tt

gamas ro<:osa); que se extendían hacia el esle )' ha-

po fueron. por ('lllOllees, las únicas recompensas

cia el norte, !IIVO que abandonarlajullto con diversas armas)' prend<lli de vestir, }' cabalgar ¡¡ lomos de Sil caballo, Se cuclHa que los caballos que liraban su clládriga habían sido heridos }' se voh"icrull

que Alejandro consiguió. En esa sit.uaóón, el ejército macedonio ocupó rápidamente el campamento persa, donde hicieron prisioneras a las damas de la casa rcal, que le habían acompallaclo en la campai1a. EllLre ellas se encontraba la esposa de Darío (que era también su hermana) con su hijo pequeilO}' su madre. Dos de sus hermanas fueron lalllbién GlI>Hlradasjunto con algunas Otras nobles damas persas qlle le atendían. T¡nnbién dt.:;jaron abandonado dinero. Arriano apunta más bien él la ligera «no m:ís de 3.000 talen· toS». PerO probablemente ill1enta establecer con ello una comparaciól1 con el botín. mucho más grande, que e~peraba a los venct:dores cu;mdo OlUparan el cuarlel general persa en Damasco. Un talento equi,'alía a 6.000 dracmas. }' ochellla aflQS ,l!lles un dracma habb sido un alto jornal diario para un remero de la marina ¡mteniense. Pero en IS50, con seguridad, habría dinero sufióente panl pag,lr )' suministrm' al enorme cjérciLO de Darío a lo largo de la camparla previamente planificada. Alejandro trató con gran caballeroSidad a las da-

incontrolables, y quc el cClballo que momó en ll!timo IlIgar iba delrás de su cuác.lriga en previsión de una emergencia corno la ¡¡ctlla!. En cualquier caso, la e¡Lida de [a noche salvó al rey persa de 111 impl<lcable persecución de Alejandro.

Los hislOriadores de la ant..igüedad nos hablan de

\00.000 l\1uertos >' 10.000 bajas de caballerí<l en el ejércil.O de Daría en Isso. En cualquier caso, es pro· bable que n::sulwran muertos muchos más en la desordenada huic!<l que siguió a la batalla que en el desarrollo mismo del combate. circunstancia que no era ranl en las guierras de la antigüedad. Se ha resaltado que Alejandro. prUdenleJ1lCnle, ahandonó la persecución del enemigo a fin de proteger a su agobiada hllange macedonia. Sin embargo, aún quedaba sufióent.e luz diurna, y Ulla vez hecho esto reanudó su persecución. La presa era ahora el mismo Darío. pero su cuádriga abandonada y su equi-

37


LA BATALtA DE ISSO

... VII merce'lario griego al selllido de /os persas. Vüte /0 paJlOp/ia estándar de ulr hoplita. que comprende linO /arga /an:a arrojadiza, UI/U de las u/limas wrsiants del casca .dakidiana~ y una armadura de CUeTO 11 ttjido endurecido. El ,.seudo de gran tamaño ..,4rgi~'e. u aumentado por un fa/don de cuero para darle majar proteedllll rOl/tra las armas arrojadi:as, 11110 all/¡ma:a más corriCl/le el! Asia que ell Grecia. (Dibujo de Riehnrd Geiger)

38

mas persas que habían caído b,üo su poder. Creyendo que Darío estaba muerTO lloraron histéricarneme, pero Alejandro lIJismo las cOllfonó comálldoles la huida del rey. El, d!jo. no (('nía ninguna queja personal colllra Darío. sino que simplemellle luchaba en pos de una reim"idicación polílica legílima: el control de .\sitl. .\unque Alejandro lenía una herida de espada en la pierna, asislió al honroso entierro de sus muertos \ \ isiló a lOdo:> sus heridos ofreciéndoles COIlsuelo y felicitándoles, r otorgando recompcnS<IS a aqudlos que las habían merecido en la batalla. Mielltras ((\nto, Darío conTinuaba su huida hacia el esTe. A él se habían unidu Otros fugitivos hasl<l !In IOlal de UIlOS ·1.000 hpmbres; su intención principal c.'ra poner el río EufTate~ tlUre él )' t\.I~iandro tan prollto como fuer.! posible. Cnos 8.000 soldados griegos (Iue habían descrIado ameriormelUe de .\lejandro pasándose a Daría. rambién hu}cron hacia el oeste. Cuando aleanl<lron la costa fenicia en Tripolis. cerca delmonlc Líhano. enCOlllraron los buqlle~ que les habían traído anteriormente desde Lesbos. Los barcos sobrantes fueron incendiados para que no pudicran ser utilizados por las fuerzas perseguidoras. Algunos de eSlO5 fugili\ os na\"eg3l"oll a Egiplo \'Ía Chipre > otros, probablemcllle. se pusieron al sen icio del re\" .\gis de Esparta. que no se había comprometido a aporar a Alejandro en su guerra _pan· helenica •. Algunos persas de alta graduación. más \'¡lliemes que el propio Daría, lllurieron en la bal~lla, muchos de ellos er'lIl sllpef\"ivielllcs del Gr.ímco. Considerando (llán decisiva fue eSla viCToria de Alejandro. la duración real del combale. ¡¡ pesar de lOda su violencia. debió de ser eXlraordinariamente cona. 1...1 b¡¡talla 1ll\'O lugar en UIl día de noviembre. sin embargo parece que hubo luz diurna suficielHe para efccmar una larga persccución del ejércilO dcrrolado. Por la mallana, Alejandro había ~l\alllado lellta} deliberadamente hacia las posiciolIes persas. \- hubo liempo suficiente pm-,) que ambOl> bandos se observaran mutuamenle y reordenaran sus líneas de batalla de acuerdo Wll ello. L1 duración de la balalla propiamente dicha no pudo haber sido mayor de unas cuantas horas. Arriano. a pesar de la mención a las bajas sufridas por la falange, no da cifras lotales de las perdidas macedonias. Otros escrilores están de acuerdo con Arriano ~ entre sí. en las cifras de los mUCrlO~ persas, pero difieren en las rel¡ui\"as a las de Alejandro. Sin embargo, es probable que el ejército \icTorioso no tuviera más de unos cientos de lllUertOs.


,

,

DE5PUE5 DE 1550 :\ la muerte de ~[clllnon. los almiralllcs persas Pharnab¡tz,IIS }' Alll(lphrad.ates habían tomado el mando de la nOla del Egeo de Darío}' continuaron estacionados en Chios, poniendo en práClica la esmHcgia de J\lernnon, consistente en erosionar el poder macedonio en la Grecia eominemal )' en SLlS islas mientras A1t:jandro se hallaba ocupado en Sil GIl"l"Cl"(l de conquistas hacia el CHe. ~[icntras (alllO en Gn:cia. Agis, rq de Espana, \111 eSlado qlle llllllca h¡¡bÍ<t reC(lllOcido ellidenl7go macedonio, pensaba en 13 misma línea que los persas r esperah,¡ unir sus esfuerzos ¡j ellos. por lo {¡tiC navegó con un trirreme para encolllrarsc cun Phan1abazu~ en la Isla de SiphllO~ en la.~ Cicladas: su objeti\'o era conseguir un subsidio en barcos}' dinero de lo~ persas como a) lIda a una guerra Colllra Anl.Ípater, virrey de A!~j¡¡ndrü r-.lagno en Grecia. Pero la noticia de lo ocurrido en lsso llegó a Agis y ¡I los jelcs pcrS,lS prCÓ¡;alllemC mientras estaban reullidos en Siphnos. Pharnabalus volvió precipItadamente a Cilios. Ciertamente exisua el peligro de que a lo largo dI;: LOdo el litoral este del [gen. elel1lel1los prornacedonios se sintieran anllnados por l;¡ yicLOria de AIt:jall~lro a desbancar el control persa, Ante tales circunsTallcias Agis, natllr;¡lmente. 110 recibió la cOlltribución que esperaba: AuLOphradates le dio solamente die7. b,lrcús y lreill1a talcnLOs de plata, que elwió a su hermano Agesibus Cüll instrucciones de que los remeros debían recibir Sll p¡¡ga completa y la flotilla debía ser enviada a Crela. para establecer allí una presencia antimacedÓnica. Esta uperación se dt:t:luú tOn LOdo éxito, .\Ig"unos meses despnés. a Agis se le unieron lo~ mercenarius griegos que se habían cnfi'cllIado ;1 Alejandro én 15so >' qUé escaparon tras la batalla, (El número de fugitivos se estima que había sido originariamente de 8.000: algunos regresaron a Grecia yía E:g-iplo y olros puede que permanecieran en este país,) Agis 110 recibió el ¡¡poyo de Atenas, En el Peloponeso. algunas ciudades se unieron a la llamada de Esparta, i\lescna, Argos y Mag<1I6polis (lOdas enenllgas lradiciot1élles de Esparta) que

no pensaban oponerse a los macedonios. El problema de Agis era, por tanto, de insuficienci¡¡ Illlmén-

por lo 'lile clIando finalmente se encontró ante las murallas de una Meg<llópolis hostil frente a la fuerza lll<lCedonia de Anlipilter. fue superado abrumadoramente por un ejército dos "eces mayor que el suyo. El misJllo Agis LIlurió heroicameme, lurhando de rodillas cuando una herid'l en la pierna le impidió mantenerse en pie. Sin embargo, en el mar.l\)~ persas disJ'rulab,11l de una VCIll<U<l IllllTlérit'\. habiendo contando incluso (On muchas tl'ipulacitlllcs piratas ell ~u Ilota. Pero esto, como se yería más tarde. 110 fue suflcien(e para expulsar a I¡h macedonios. En sus intentos de pro(eger), "menazar;¡];1 yez diferentes punlOs del mar Egeo. dividieron su fuerza con mucha frecuencia. Las unidades de la marina persa que habían tratado de recuperar el mando sobre el HelespolHo fue1'011 derrotadas por la Ilota de Alejandro al mando GI,

.... Esta bl/ena {'opia de 1/11 re/ielle di' Persépo/is mllrstra el COlltrape:w esJirico ell ¡lila /all:a persa. Las Irapaj' pen-as que I/ti/izaban [ullzas de este tipu eran ca,wcidos a vecl's cumo .por/amanzanas_ (~me1ophori. en griega). fferuduto, escribielldo acerca de [a illl'asiól! de Grecia por Xeres, mellciollu que la inJallterla ele elite del re)' portabu 1r17lzas COI! cOl1lrapesos en Jorma de gnllladas)' mal/zallas duradas )' platear/m" Natrlra[mellle la.\' doradas il1dicaba!! .llIperior ¡;flIegOrla que las de plala,)' las IIIM1W/IUS. slIperior a IlIs granadas. Dario Il/ el! GlIlIgamda iba seguido por l/na e/ite de .porlamam:u/ws o ,

39


DESPUÉS DE ISSO

I

r..-

milluidall. Sin embargo. cuando se produjo el ((llllbate. Anlígol1tJ n'llCió al recielllt::lllelll.e conslituido cjén:i1O persa en tres diferentes él1CLlcl1!ros. Una "el. más se demolllró que Alejandro había elegido al hombre ddecuado para hacer freme a las g-uclns que dejaba tras de sí. por lo que tlmislIlo nunca se \'jo obligado a dc~\ iarse de su plan original de dirigir sus fuerzas hacia el sur. a traves dc Siria) Pa· leslina. En Damasco, .\Iejandro C'"dplllró a un cicno número de nobles damas perS<lS perlenecientes a las familias de los oliciales de Darío fIlie se habían alojado allí antes de la batalla. Ellas lrató con ull cscrupuloso distallciamiclllo, COI1 la úlllca excepción de Uarsil1c. la \ iuela de ¡\Ienllwn, hija de un noblc pe!'lla, que se con\ inió en su amame " que posteriormcllIc le dio UII hijo al que llamó Hércules en honor de su famoso dlllecesor. D.lrío. cuandu hubo cruzado al otro lado del rr.HCll } tras recuperarse de llU precipitada huida. elH iú una carta a .i\lejandro ofreciéndole la pai' en IlllOll términos que ell lalell circunstancias no podían llcr 111:1S que conciliatorios. Alt;jandro reóbió la ole]'(,1 miClllr<lll se hallaba aGlIllpado cerca de Aradus en la cosl'l siria, nna ciudad islciía que le hahía recibido amisLOsameme. aunque 511 rey eSlalM ausente al sen'icio de IOll persa:. tn la nota del Egt..'O. En su ctrla. D..tl"Ío reprochaba ,1 Alejandro su agrelliól1 no pro\'{xada; sin embargo. ahor.lle ofrecía ~ll amilltad en correspondencia por la demlución de llll espo~a, madre} hermanas. A ellta carta ..\lcjan· dro replicó con allallt'ría. Prelt:xtos históricos aparte. rcr!laí'ó la acusación de agrcsiúll no provocadil. aClls:lIHlo a su vez íI Darío de haber ayudado a los enemigos de \Iacedonia en las ciudades griegas r de haber instigado ti asesinato dd re} Filipo. En cualc.¡uicr GI:.(), lcch,l.'ú la cuestión de una pa, ne· gociada. exigiendo nada menos que una rendición sin condiciolle~. De hecho, el tono de la cana era lal qlle ni siquiera la rendición p¡¡reda S<ltisfacerlc. llinú que era un reto par.l que Da río continuara combatiendo. l\lcjandro obviamente prefería la guerra a cualquier píll. y es posible que tocla su expedicióll debiera ser considerada colllouna \"ariac16n de la política que se llcvaba en aquella époGI de hacer la guerra fuera par.t malHtncr la pal. cn casa. Sin elllbargo, ell lavor de AJejandro dcbe decirse que él no COll'ief\'Ó simplemente la paz en Grecia. sino que la impu')() donde nunca había exis¡ido con anterioridad.

t:u-

El .cothurnus. (ko/honmsJ, del que aqlll se mues/rOlI dos ejemplos. tra algo intermedio ell/rl:' rllla bola)' rllm po/ahul, qm' dejaba los dedos al descubierfQ. Era IltiliUldo por los jinetes, )'. ell /l/II! ipoco como la de Altj(lIIdro tn la que no se uti/iUllHHI tstn'/>os ni espuelas, dellia haber lido muy apreciada al proporcionar UIl agarre adiciolUJI %S jlOl/COS del j.

caballo. El hombre que podio permitirse tent'r UII caballo era Ilormalmenle más rico que el que /lO fHJdía y posibl/!III1!11te. por esla rmólI, el .colhllrlIllS. adquirió 1111 cierto prestigio sorial. Las persOI"'S de alta gradllorióJI e importancia era" !rtcllentemenle rrpresen/adas ataviados ron ellos. lales roma los dioses J las diosas.

ele lus oficiales m<lu:,dollios 1lt:¡..(e1ochus } Alllpholcrll~. r-.lilew fut' recuperada por los mac.:edonios, r el mismo Pharnaballls fue C;¡plllrildo en Chios. Las ¡ripulacione'i pir¡U,I~ que llC Il.lbían alislado (On los per<¡;¡<¡ liJeron detenidas' ejeulI.ldas. .\proximadamcme al llli~llI() tiempo se produjo un rc;l\·i\-amieJl(o del esfuerlo de guerra perlla en (,1 illltrior del.\si:l ~lcllOr. Los oficiales de Darío en I'aphabgonia y Capadoóa consi¡{uicrún h¡iLer levas l,,,,,ltll en estas pnl\ incias. uniéndosdes t,unbién fugiti\l)~ de Isso, de:: los cU:llcs tlllll::hos, a pesar del Rran n\'lInero de bajas persa~ en la batalla. :.l.: habían dirigido hacia d none. btas fuen:as ahorJ alnCl1ill,lb:lll a Alllígono. el jefe al (llIC Alejandro había confi.ldo Fl igia ..-\ntígono era mu) \'ulnerable debido a {Iue había cedido tropas SU}as en apode la:; openiCionell de Alejandro en el eslC, \ las fucrl<ts de guarnición frigias eSlaban por tanto dis-

ro

40


... EL ASEDIO DE TIRO Habiendo sido aceptado por otras ciudades fenicias, Alejandro [,cnía la esperanza de recibir el sometimiento de Tiro sin derr,l111amientú de sangre. El rey de Tiro. al igual que el rey de Aradus. estaba ausellle ;11 servicio ele la flota persa en el Egco; sin embargo, sus enviados le recibieron cuando se aproximaba a la ciudad y le aseguraron en terminas generales que sus gobcrnan!cs estaban dispues-

tos a ponerse a ,~1I disposici611. El

plISO

a prueba su

buena \'olumad expresand0 su deseo ele ofrecer Sacrificios en el sanluario ele Hércules que había dentro de la ciudad, puesLO qut:' los lirios r{'conocían a un dios fenicio que era conocido por los griegos como Hércu1cs y de cu)'a deidad Alejandro prelcndía descender. Desgraciadamente la buena volulltad tiria no lIeg6 t311 lejos COIllO p;lra concederle la

"'Esla iillstradólI es/á turnada de rllla t'Mija griega hallada el! Italia. La vasija da/a de aproximadamente el al'i(l 500 a. e, fecha erl la qlU! Mileto y o/ra.~ dlldacles griegas del Asia Menor se wb/evaron contra el rey

persa Daría l. Es/a rlfllO/lIcián i/et'Ó a la imlOsió" de Grecia por los persa~', inllasión que Alejallclra dijo vengar al iniciar su ofensilla s(lbre el territori(l persa 1m sigl(l y mediQ más tarde. El buque

autorización que buscaba, diciendo que mienLras que la cuestión entrc los reycs de i\1;u;edonia }" de Persia no estuviera deódieb, ellos no podían LOmar parlido por UIlO 11 Dlro. En pocas palabras: 110 le permilirían elllrar cn la ciudad. IJ principal objetivo de est¡¡ GUnpatlCl de Alejandro consistía en tlO dt::.jar ninguna base per!;;l a sus espaldas ant.es dc coll1inLl3r su marcha hacia el este para reanudar las hostilidades wn el propio Darío. No podía hacer llin~ltna excepción, especialllle11lc en el caw de un poclcroso (emm naval (omo Tiro. Las defensas de la ciudad paredatl inexpugnables, pero Alejandro al parecer ya se consideraba a sí mismo invencible y, cienamcme, así eSlaba considerado por los hombres qu{' le seguían. El asedio de Tiro COIllCnzÓ.

de guerra qlle aqlli se lIIl/es/ra se muezle COII ve/as y relllOS. EII es/a fecha, la.' vela.' erall dejadas el! tierra cllalldo las barcas ibOlI a e/llrar en acciólI. w.~ malliobnu cllidadQ~'amellte calculadas para permitir la

1I1i1i:ació" de SliJ' ariete~', depelld[on de la deSlrc';,(¡ sin impedilllcIIIO$ de las remeras. En es/a illlstracióll, puede t'erse el ariete de bronce el! forma de cabeza de jaba/[ a ,¡¡¡¡el del aglla SQbresalicl1do de la proa. 41


EL ASEDIO DE TIRO

... Obstrvese que ti Tiro no continental es/aba compuesta de dos islas u/lidas artificialmente en el siglo X a. C. lA muralla que defelldía la ilia norte tn Sil sector sur se conservó probablemente como lino fortificacion inurior ell la q,oca de Afejondro. lA linea de costa que aqul se w ha ido sedimentando considerablemenle desde entonces, uniendo la isla al cQfltillenle.

Tiro: El ataque al muelle de Alejandro

,, \

\ \ \

Puerto

/

de Sidón

- -=========í. ANTIGUO """" TIRO Tienda de

Alejandro ÁI<GI

"""

Hércules

o I o

220 .,

440 , Yardas

,

500 Metros

\

"

-

Barco IllCendiaño

Trirrerno

¡"'''

,

Empalizada

/ / / "'"atacar Iifos la""'''''''' para empalizada

42

/

/

/

'

... Desplles dI! qUt el buqut inundiario fuera varadu dI' acuerdo con el plan Iras inundiar las 10rTf!S, los IrilTemos que It hablan remolcado se aurtaron al muel1{1 J alocaron a los equipos contraincendios dt Altfrmdro ron armas arrojadizas. Tan pronto como las lorres se incelldiaroll, otrOJ barcos tirios salieron /'/1 botes y destnl)'ero/l las elllpalizadm del muel/e.

• Este dibujo perteneu a una moneda griega del Asia Mellar del ario 300 a. COI aproximadamente. 1I11stra 1111 modelo d{l barco que atllt/6 probablemell/e en seroitio en fa ipoca de Alejtllldro. El ariele, como se ve fmuelltemnlte en ¡¡uslraciones posteriores de barcos antiguos, tielle tres pUlltas. sustituyendo a los anteriores de cabeza dI/ jabalí o de ulla sola pUII/a. El castillo de proa parece albergar una cabina, J soporta asimismo una cllbierta supnior que se ntiellde (1 lo largo de todo el cosco.


El ASEDIO DI: TIRO

Una operación tan largtt y laboriosa se llama con toda propiedad asedio, aunque el primer propósito de Alejandro era penerrar violemameme en vez de obligarla a rendirse por el hambre. En estas aguas, las flolas fenicias que estaban al servicio de los persas lenían aún la supremacía, y la isla de Tiro pocha ser facilmcllle aprovisionada y apoyada desde el mar. Alejandro. por tamo, decidió construir un muelle desde tierra firme hasta la isla cruzando la estrecha lengua de agua que las separaba, de aproximadamente media milla. La construcción de este paso sobre el agua progresó rápidamellle al principio; el agua cerca de tierra firme era superficial y el fondo cenagoso, y el material de construcción compueslo de rocas y madera era fácilmeme asequible. Enseguida se cla· varon eSlaalS en el barro que, a Su \"ez, constituía un buen material para la llllión de los bloques de

piedra que se utilizaban en la parte superior. Pero más adentro el Illar profundizaba rápidameme y cerca de la isla alcanzaba Ulla profundidad de tres bra7.as. La tarea de los construClOres aqur se hizo di· ficil Y peligrosa: no solamente tenían que luchar contra la rrofundidad del agua, sino que estaban dentro de alcance de las armas arrojadizas desde las murallas de la ciudad. Más allll, los tirios podían llegar remando con sus galeras desde el mar}' hostigar a los cOnStrllClOres, haciendo su trabajo prácticamellle imposible. Alejandro replicó a eslaS tácticas construyendo dos torres encima del muelle, cubriendo sus estroc· turas de madera con pieles para protegerlas colllra los proyectiles y hacer la madera menos vulnerable a un ataque incendiario. Momó catapullas de artillería sobre las LOrres y, de esta manera, pudo re· peler las incursiones de los buques enemigos me·

Tiro: Bloqueo de Alejandro

f

-=-=---. - :s

I

TIRol

(j)

)=~~~s~eg~u"'~o~m~u~e,~,e~~-~ANTIGUO (ya TIRO terminado)

\ IsO

([)

de

Hércules

l. 120 barcos chipriotas al mUlldo dI! Alrdr6maco.

2. SO barcos fenicios y 2) de Rodas, Licia, Sofi 1 Mal/us, J UIl /Je"ter:oFl/u macedonio.

o

I O

220 ,

440 Yardas j

250

i

500 J Metros

J. BarcOl lirios.

'3


El ASEDIO DE TIRO

diilllte ellam.,:uniemo de pro\ectiles pesados. Los tirios se dieron cuellla emonces de que debían destruir a toda co~ta las lorrc~, \ para ello recurrieron a la utilización de un harlO incendiario. rrcpararon un buque de gran capacidad, que había sido anteriormeme un tr.1Il\ponc de Glballerias, IIcn{lIldolo de piezas de mader.¡, astillas. brea. azufre} todo lipo de material rOl1lbu~tible que tenían a mano. Se lijaron bra/OS de doble n:rga a los mástiles y de allí se colgaron calderas con sust,ancia~ ¡¡ceiI.Osa~ apropiadas para alimclllar las llamas. El bar('t) incendiario lambién fue lastl'ldu en la popa de lal I<lnua que su proa se Ievanlaba sobre el borde del muelle >' llegaba cerca del pie de las lorrc~. Cuando esluvo liSIO fue relllOlcado por trirremos, }' la lripulación que había maniobrado el viejo GISco ~e lan/ó al agua alejándose tranquilameme ;1 nado de:.pub. de que aquél fuera incendiado. El resultado fue el que habían esperado: las LOn'e~ prolllo estll\'ieron en llama:.. Otras galeras tirias acudieron n:l\egandu hasta cerca del Illuclle, descargandn Hila cortilU de pro~ ectiles que impidieron a las unidades cOJllr'linccndios de .-\.lejandro que se aproximar.lIl a las torres. Silllllháneamenlc se erectuó la ...alida de 1.1 ciudad ('1\ pequeños be:llC.... reali/llndose desembarcos ocasionales en el muelle ) destruyendo sus empaliladas defensi\·as. Las catapultas de anilk'ría que habían e~pado del desastre ocasionacio por el barcu incendiario fueron posleriormente incendiadas. a su velo por los alre· vidos asaltantes. hidcmcmente C\lO signific6 un gran revés para Alt:jandro; pero como buen cs¡r;¡teg<l poseía un.! paciencia infaligable que Cül1traslaba cxtranalllcnlC COll la fiera impctuosidad de sus lácticas en 1<1 batalla. Dio entonces órdclH,:s para que el muclle fuera

ampliado para poder acomodar un maror nllmero de torres; también deberían ser conslruidas más catapullas de artillería. Miemras esto~ lrabajos ~ rea· lilaban, se Ile\'ó consigo a un contingente de hypaspi:.ta... } lropas ligeras agriani<lnas.) regresó para \i~itar de nue\o a los fenicios .lllligos de Sidón, donde había d~iado sus propios trinemos: necesilaba disponer de una nota. }a <luC sin superioridad en el lila ... Tiro no pudría ser caplurado. .\lienlras lanto. los jefes na\'alt:s de las ciudades fenicias de Aradus )' Biblos. impresionados por la victoria dc Alejandro el! Isso, abandollaron al almi· rantc persa AULOfrad'l1cs. en cuya Ilota habí'll1 estado sirviendo. y dt:~Crt;.n·ol1 p'l.~~ílldose al l<ldo de Alejandro. También le llegaron dicllrinemos desde Rodas; se le unieron OII'OS trece barcos de ese lipo procedctl1es de las ciudades de las costas de Licia y Cilicia. ) una bralenl de 50 remos le llegó desde la misma ~1¡¡cedonia. L.1 deserción masi\-a de los fenicios con 80 buques tuvO repercusiones en Chi· pre. w}o", jefes est<lban también descosas de ponerse dcllado del \·encedo!', , una 1l0t1l combin<lda chi· priota compuesla por 120 buques no t1Irdó en llegar navegando hasla Sidón incremelllando la crecienle nota de Alejandro que pennanecía allí prepar.lda. Se p()c!ría considerar que .\Icjandro tum un gran golpe de suerte. ra <llIC los ba ..co~ le llegaron justalllCllte cuando m;ís los necesitaba. I'or otra pane, sin embargo, el suceso podrí;¡ ser considerado como la merecida consecuencia p~itOlúgica de Sil resollillUC victoria en l5~o. En cualquier caso. d no lll\'() incolwenicme en perdonar la anterior hostilidad de sus nuevos aliados !l;le!,t él, considerando su ael· hesión amerior a la causa persa como un Gt!lO de Jonl! mtlJfllTI!. Operaciones navales

.& E$fa moneda. con Sil rtprtsentac:ioll de un allda tiellr ¡fICha del 100 a. C. aproximadamclltc (durmlle la vida de Alejandro). A

44

diftrel/da de otros tjemplos de al/clas al/tiguas, tiel/e Ul/ patrol/. Es facil atribuir los ancho, bra2l)S tll forma dt altlas o. lo. ignorancia o falto. dr destrfl"~ dtf artista; sin tmbargo, fI7I aquel tiempo. obtener el mlirimo peso con un mlnimo espacio ero. uno. considtTacion primaria, J probablemente se utili:aron t.arios mOOtlos diftrtntts o. fin de constguir tito. CU(l/rdo Alejandro aneló sus buques de audio bajo las mural/as de Tiro, probablemellte ufi/i:arnll (l/lelas de este tipo.

~liclHras se tenninab.1 la construcción de las mácluinas de artillería .. \I~jandro realizó lIna incursión al interior del lelTitorio árabe. } tras una dCIIlOSU"I' ción de fuen..a de diel días de duración. en los que empleó \'arios escuadrone:. de caballería junto con los h) paspislas r agrianos. obtuvo la ~umisióll de la pohlación de esa zona. Probablemellle Alejandro considerara la Lllcursión como un ejercicio de entrenamiento militar. pero en cualquier caso casaba bien con su estrategia general de no dejar ningún enemigo actin> a sus espaldas. A su regreso de esta expedición se encontró con que C1eander, el hijo de I'olemocrilles, al que había enviado a Grecia para reclular men:enarios ha·


El ASEDIO DE TIRO

bía regresado con un euerpo de 4.000 .'ioldados del PeJoponeso. Estaba por tanto bien preparado para iniciar una nueva confrontación con los lirios. En lo referente a la f"uena nav;:¡l, se habían cambi;¡do fas lomas en f¡¡vor de Alejandro, siu que aquéllos ni siquiera se dieran cuenta hasta qlle esLUvo listo para la batalla de que su flota h<lbí¡¡ aumentado dra· máticamente, graóas a los contingentes fenicios y chipriolas. Al frenre de 1<1 flora desde un buque siwado en el ala derecha, habí~1 tenido la esperanza al princi. pio de poder tentar a los ririos a un cOlnbate na\'al en m¡lr abierto. Había apostado marinos en las cu· biertas de sus gaferas )' estaba prep.uado t,al11o para el abord-ue corno para el empleo de las tácticas de ariele. Sin cn¡bargo, cuando vieron la superioridad numériG\ de l;¡s hJtT¿;¡S formadas cOlllra elfos, fos tirios, prudelllemente. e\'itaron la confrontación )' se COllcenlraron simpfemente en proteger la enlrada de sus puertos ame un inminellle enemigo: el combate por tanlo ~e refdizaría en aguas estrechas, donde f<1 superioridad llllmériC<l de Alejandro no podía ser desplcg<1d<1 en su ven laja. lús dos puertos de fa i~1a estaban orientados al Ilorte )' al sur respecti\'amente, uno hacia Sidón )' el otrQ furia Egip1o. Viendo que sus cntrada~ c~t;¡. ban mu)' dcfendidas, Alejandro no intentó forzar la currada inmediatan¡ellte. La bocana del puerto norte estaba bloqueada por trirremos arnanauos con fa proa vuelta hacia aquél. Sin embargo, fa~ ga· leras fenicias de Alejandro hundieron rres buques enemigos que estaban anclados en una posición ligenllllente más desprmegida. embistiéndolos fronmlmente. l.as rripufaciones pudieron escapar con relaliva facilidad regresando a nado al lcrrilorio amigo de la isla. Tras esle breve encuentro, Alejandro ancló sus buques a lo largo de la costa}' acampú en un terreno adyacenle, en un puntO en que el muelle orrecia cierta protección del mal tiempo. Su propio cuartel gener;Jl estaba silllt-tdo orientado hacia el pueno sur de la isla, AJ~jandro dio]¡¡ orden de que la Ilota chipriota bloqueara el lado norte de la isla, I ¡os fenicios el sur. . ÉL mientras tantO, había reclutado un gran número de artesanos, tanto de la (Osl;¡ chipriota como fenicia. por lo que la conslrucóón de tll,¡qutnas de ~sedio se hizo rápidamente: éstas fueron instaladas en los extremos del muelle \' sobre barcos de asedio, compuestos por trallspo;·tes y femos trirremcs, que Alejandro había mandado ;:melar afrededor de 1<1 ciudad en preparación p;¡ra ef bomb'lrdco de fas afras muralfas. (Est;¡s Illuraffas se dice que tení~lll

150 pies de altO en el lado que eSlaba freme al ll1lH> !le, pero incluso suponiendo que esta cifra se refiera a la altura de fas torres y no a la de las Hlurallas propi;¡meJl1c dich'ls. la cifra parece exager;¡d;¡. El m¡¡usoleo de llalicarnaso, una de las siete maraviffas del mundo antiguo, (enía solamcnte 134 pit's de altura.) La mampostería que había freme al muelle era imprcsioname )' estaba compuesta por grandes bloqucs de piedra unidos con mortero. En· cima de éstos, los tirios habían construido torres de madera a ¡in de aumentar la vcntaja de la ¡¡lLura, \. desde allí ]¡lllzaban lluvias de proyectifes de LOda~ clases. incluyendo dardos incendiario~. sobrc los buques de asedio. Como medio adiciOllí¡l. ¡¡pilaron rocas en el mar deb~jo de las muraffas } ¡¡sí mar}tenían los barros de Alejandro a ciena distancia. Este illlentah¡¡ arroj<lr fas piedras tan lejos como le era posible, pero esto tenía 4ue realilarse desde los bar· cos que estaban anclados en fas proximidades. l.os tirios blindaron adcOladamellle algunos de sus trirremos, )' se l<lll7<lron contra los barcos de asedio andados cortando sus amillTas. Ak;jandro respondió blindando algullos de ~us propios barcos ligeros (de treinta remos) para obstruir a los lrinemos euemigo~. Los tirios,;¡ su ve7, enviaron buceadores para corl<lr las <llllarras, sin embargo, Alejandro las sllstilUYÓ por cadenas que no podían ser conadas, En cuamo a las operaciones terresrres, sus hombres collSiguieron lanlar sogas desde el muelle)' lazJr algunas de fas rocas que habían sido arrojadas al fimdo dcJ mar; é~tas fueron lrasladadas con grúas }' Janladas al agua profunda, donde no ofrecieran di· ficultad ni peligro. De esta manera, la aproxilllaóón a 1;1 muralla quedaba despejada}' fos barcos de Alejandro pudieron llegar hasta su mismo pie sin ser molestado!), Los tirios, cada vez l1.l;ís conscientes del peligro que wrrían, llegaron a fa conclusión de que debe· rían desafiar a la nota bloqueadora en una acción naval. y para ello decidieron ;:¡I.acar el contingente chipriola cJigiendo la hora del mediodía. la rmís cafurosa, cuando la vigilancia de los atacantes eSlaba m<Ís relajada), el mismo Alejandro se había retirado a descansar a su tienda, Con eSt;"¡ finalidad dotaron a tres qlliTlquerremo~, tres cualrinel1.'los y siete trinemos de tripul;¡ciones escogidas}' los mejores accesorios de combate que pudieron reunir. L¡¡s vel¡¡S de los barcos tirios situados en el pucrto fUeron utiliLadas para ocultar sus preparativos, }' los hombres subieron a bordo sin ser observados por los vigilantes enemigos t<lnlO en mar como en tierra. La flot.illa tiria, seguidamcnte, se deslizó fuera del puerto norte en una línca de 45


El ASEDIO DE TIRO

.Mediodía: Los bl.lquel de Alejandro andadol y crlli si. tripulrldanu.

La incursión tiria o I o

0)

I " I ,~,

100

200

,

125

.....®~

300 Yardas

,'

250 Metros

--

..... -

/' Ao""mm

2. Tres buqut's chipriotas hundidos.

J. OtrOI buques chipriotas conducidos a puerto por averías.

\ / /

0

TIRO

avance formando un cieno ángulo. de forma que pasó desapercibida pard el enemigo. A bordo sc mantenía un silencio absoluLO, y ni siquiera los contramaestres marcaban el ritmo a los remeros. Ilasla que no llegaron a la visla de los chiprioras no se permitieron emplear las voces de mando ordinarias y lanzar sus gritos de guerra. De esle modo, consiguieron un formidable alaque sorpresa. En la primera ofensiva, embislieron y hundieron los quinquerremos del rey chipriota Nilagoras, así como los de Androdes y Pasicralcs, de las ciudades chipriolaS de Amathus }' CUI-ion, respectivamente. Olros barcos chipriotas fueron empujados a úerra }' destrozados; el ataque se había producido cuando la ma}'or parte de la flola chipriota andada estaba desatendida. Sin embargo, los tirios no fueron del todo afortunados, pues sucedi6 que ese día Alejandro no había lomado su siesta habilual. sino que regresó casi inmediatamente a los barcos. Dándose cuenta rápi. damente de la salida del enemigo, reaccion6 inme· diaramellle ordenando a sus hombres que subieran a bordo. Los primeros buques que tu\'ieron sus tripulaciones completas fueron enviados a bloquear la entrada del pueno sur para asegurarse de que no se realizaría ninguna salida desde allí. Seguidamente salió al lllar con litiOS cuanlos quinquerremos y 46

l. CfIlutlS tirios protegidtU bocanrl dtl putria.

por buqutl m fa

• Este dibujo "rondentr de .,na tumbo egipda mueltra o I.lII esdaVfJ transportando Indriflos construidos con barro dn Nilo. En los primuos siglos, las murallas de fas ciudades se construían ti mmudo con ese lipo de ladrillos, pero ell lo éfJOca de Alejandro era I/ormal cOlutruir las defel/sas de mampostería. La

4. Aprol'imación de Alejandro: los buques lirios huyen para salvarse, pero fllt~roll tlII su mayor parte osal(odol por lo flotilla dt Alejalldro (5 'rirrtmos y UIIOS cunnlOI quinquerrtlll/J$¡ ontet de que pudieran fItgtlr o puerto. Los lripulantel liriol se salvaron a nado.

guerra de sitio ntuSiltlbtJ fortificadones más fuertts. Alejondro descubrió que /.tu murallas de Tiro en n 10M de tierra ntaba" construidas de bloques de piedro; si" embargo, t7I ti sector sur hacia ti mar. donde finolmtllte cOIIsiguio hncer uno brecha, es proonble fa utilización de materialel más blandos.


r El ASEDIO DE TIRO

linos cinco trinemos, navegando alrededor de la ciudad para cornbmir a los enemigos que habían salido alllcriormeme. Los vigilantes lirios situados en las lllurallas, que observaban [os movimientos de Alt:jandro. intentaron avisar a sus camaradas en el mar)' en la costa próxima, pero los marineros estaban ensordecidos por el estruendo ocasionados en JiU operación de destr07.0 de los buques anclados. CU<lndo comprendieron lo que sucedía era demasiado larde, sólo unos cuamas barcos consiguieron regresar a puerto a tiempo. Ll mayorb tüeron embestidos}' dejados luera de servicio.)' un quinqllerrerno y un euadrirrerno fueron capturados por los hombres de

Alcj'lIldro. Sin embargo, [as bajas humanas no rueron muchas. ya que los tripulantes tirios, como sucedía Frecuentemente en los combates marítimos de la antigüedad, se salvaron huyendo tI nado. "'Asalto final u Tiro: /. Ef.¡egulIdo muelle de AlejandrQ ha sido lenninudo. LIli múquillas de audio '10 produjero'l llinglÍll efeclo ell ¡af fuertes defen.fas.

La rotura de la muralla Las murallas de Tiro estaban ahora sitiadas desde muy cerca; la salida de los deFensores había sido un éxito COStoso), limiLado. Las murallas, sin embargo. representaba!1 todavía lI11 Fonnidable obstáculo. En el norte, el contingente griego remolcó máquinas de asedio, pero la solidez de las paredes desafió sus esfuerzos. En el sur, una parte de la muralla había resultado ligeramente dañada, y se había hecho una pequei'la brecha, en la que se lanzaron escalas de forma provisional, pero el grupo de asalto macedonio que intentó lltilizarl<lS fue rácilmentc rechazado por los tirios. Sin embargo, después de un intervalo de tres dlas, en el que había mejorado e1liempo, fueron traídas a ese pUllto más máquinas de asedio y la brcdla fue ampliada. Dos barcos que transportaban escalas, al mando de Armetus y Coeno res-

Tiro: «El punto débih

2. Las múqui,wf de a~'edio 50/! mQ1IIadas ell los buques. J. Las bocallas del puerlo 101/ defendidas por buques tirios )' bloqueadas por la flola de Aleja"dro !feuicios a/sur, chipriotas al 1IOrle).

4. Táctiras diversiollarias. VlIrios buques fllero/! anclados bajo fas murallas poro rea/iUlr operacioues de hostigamiento, o permaneciera/! cerca lal/londo armas orrojadi~as.

@

-

TIRO

\~C::::::::::~s~,~g"~n'~o~m~o~'II~.::::~_~ANTIGUO 3

CD

TIRO

"

5. Ataques de prueba. 6. Brecha filIal (posici6n aproximada).

lenda de Alejandro A~G)

Isla

"

Hércules

, ..' ® ®

o o

220

I

250

440lYardas , 500 Metros


El ASEDIO DE TIRO

pt:cli\arncnte, !le aproximanHI d9jando el «lmillO expedito par,l UII lluevo asalto. Esle fue re,llizado por las mejores Lrupas de Alejalldro; los hYP;ISpislas quedaron al mando de Admctlls. que se distinguió por su \'alor en eSla acción. 1.05 Asociados de a pie fucron dirigidos por CoeIlO. quien poslerior. menTe !.Cría lino de los jefes de más confian/a de . \lcjandro. .\1 mismo liempo se realizawll amplias acciones di\ersionarias ~ de engaño alrededor de LOdo el perímelro de la ciudnd. miclltr<ts que los barcos de asedio se acelTaball por lOdas panes hasla las mu· rallas y ya se habíall realit.¡ldo imemos de penelrar en los dos pucnos. El sector de la muralla en el que el mismo AI<:iandro lOmaba parte Cll el asalto fuc el primero en ser caplurado. } Adlllelus, el primer hombre en llegar a las almenas..\Igullas de las lorres que coronaballlas murallas fueron ocupadas. \ eSIl) dio ¡l Ius l1l<lcedonios el control "Obre la!> nlmenas situadas elllrc las torres. Pronto los hombres de Alejandro ~e abrirían paso combatiendo dentro de 1<1 misma ciudad. Después de que los lirios huhie)"¡lll sido arn~jados de las lllur"lIa~ colHinuaron defendiendo el AgCllO' riulll. situado en el extremo nol"lc de 1<1 ciudad. una ciudadela llamada .Isí en honor del legendario re}" .\genor de Tiro. ~111Cho~ de los defensores murie· ron wmbatiendo en sus pueslOs. Olros fueron dispeNldos por Alej<llldro \ sus In paspislas. La ciu· dad fue imadida a coll1:nuaci(lIl, lalllo desde los puertos como desde bs murallas. La (Iota fenicia de Alejandro rompió 1.1 balTera sur) deslnl)ó los barco~ que estaban allí cobijados. En el lado nol'le no h;lbía barrera y los chipriot,ls ('llContl'aron poca re· si~tcneia para penetrar en el interior. Cualldll las Tropas de Coeno enlraron en la ciudad 1<1 escena erol una masacre sangrientil. Los macedonios c.'llaban furiosos por la longillld dd <isedio \ lambién por un incidenle producido en el que 1m lirios ha· bían malado a algunos prisionero~ en la~ lllurallas ame los ojos de los sitiadores. OLllü millirio~ fueron mucnos. De las fuer/as de }\Iejandro. se cree que llllOS ·100 macedonios perdieron sus \ id¡ls en el nsedio; de éstos, 20 eran hypaspista.s que ca}'l'ron con el heroico AdmcLus l'1l el .. sallo lina!. El! In ciudad. el! la época de 1<1 cap· tura hahía muchos pel"cgrino\ cart<lgineses que eslaban \Cisitando Sil ciudad madre. según la cOStUIll~ breo panl rendir honor a .\1c1c.trt. e1l1érculcs feni· cio, en cu~o lemplo se refugi¡¡ron. :\ ésto'!', Alejan. dro les perdonó: 'iiin embargo, <>irOS foraslerosjunto con los supeni\ ientes lirios fueron \'elldidos como escl<l\os. unas 30.000 personas en total.

AI<;jandro ofreció sacrificios ¡¡ lIércules en cumplimielllo de su anterior prop()silo declarado. Se suponía que el dios estaría SUllI,UlIcme complacido por cltralo otorgado por unil ("iudad donde había recibido el supremo honor. El asedio LOlal había duo rado siete Illese~, de enero a julio del 332 a. C. Interludio egipcio Antes de que Tiro fuera LOmacl<l, Alejandro habia recibido Olra cana de Darío. El re} persa le ofrecía 10.000 talentos como n:S(ale por las damas de su ra· milia caplun!das y todo el tcrrilorio persa situado al tle~te del Eufrates.julllO con la lllano de su hija en malrimonio. Alejandro replicó (lut:: )'a poseía \ controlaba el lcrritorio en cuestión r que era libre de casarse con la hija de Dario con o sin el lOllsen· limiclHo de su padre. Si Darín tellía algún fa\orqlJ( pedir. debería \ enir hasla Alejandro \ pedirlo en persona. Alejandro seguidamente marchó il EgipUJ en bUl' ca de su siguielllc objeli\"O eSlratégico. que consis· lía eu a~egur;¡r !Oda la línea de costa oriental del Mediterráneo. Ninguna ciudad se atrevió a oponer· le rcsi,<;telH.:ia, con 1;1 llnica excepción de Caz". Este puesto lortificado fue defendido con lamo fanm.ls, 1110 como Tiro: su jefe fenecio reclutó a su ser\'icio gr.llldes comingentcs de mercenarios árabes} aGlparó gr,mdes cantidades de provisiones. A diferencia dc Tiro. sin emb¡ugo. Gaza no era una isla. \ Alejandro rodeó las murAllas de la ciudad con un terraplén que el mismo cOllstruró. Desput-s de \11' rias s.."llidas y (onlrasalidas. consiguió minar u horadar las torres de la muralla y poner escalenls con· Lra la malLrecha forlilicación. Gaza fue finalmente tOmada r la mayor parte de los hombres de su población murieron combatiendo; las mujeres) los ni· '-IOS fueron \cndidos como esclavos. Con los ejemplos de Tiro \ Gala a!He ellos. lO! egipcios no estaban en condiciones de oponerst' ¡ Alejandro. En cualquier caso, EgipLO no era UlU provincia ig-ual ¡I otras del imperio persa. Ilabg sido conquistado en el 523 <l. C. por el rey perY C;:ll1lbrst's. L<I resistencia con éxito de los griegoH las irl\"asiollés persas de los aflOS 49())' 480 a. C. ha· bial! demostrado que los pers,u lIO eran inn:nciblb } EgiplO había permanecido lurbulemo } rebcld~ dur.lnte gran parle del .')iglo V. re~L1perando la mdependencia toll el 40-1 a. C. Solamente llllO'5 ailf'll anles de la lIeg-dda de Alejandro había sido remne¡lli~¡¡¡do p<u- Per~ia. Sabaces. gobernador pl't"sa dt EgiplO. había muerto en Isso ~ su sucesor aceptó~ AI~jandro sin reparos.


EL ASEDIO DE TIRO ~ Filipo, el padre de Alejandro fue 11I1 importante pitmero el! el uso de In nrtillería COI! catnpultus en Grecin. Estn ilrlStració'l muestra un lalltapiedros mecánico (-lithoholos*), rlllo hondo gigantesca mOl/tada sobre l/l/a pesadn estrue/llra

de madera. Es probable que tmllo ésta COI/IO la catapulta lal/tadora de dardos estuvieran ya muy desarrolladas antes de que Alejandro iniciara el sitia de Tiro, y que se utili:ara tanto e/tipo de !Ionda como el de ballesta.

... Esta catapulta iamadora de piedras uo tielle ruedas, pero f'robablemeutl: fuera mr/y adecuada para los asedios. En los siglos pos/erior!!s se dnarrol/aron ca/af'ultas más mouiles, allllque se cree que Alejal/dro )'a utili:o maquillas artilleras en el campo de batalla. Una ratapulta /amadora de saelas, montada sobre ul1a base, tellio de tres a clla/ro pies de alto. Las lal/tadoras de piedras eran de mayor tamaiio y potencia, allnqrle probablementt' mellas precisa:.-.

~ La artiUeria impulsada por muelles fue IIti/izada por Alejamlro el1 el silio de Tira. Las griegas se referíml a 1'110:'- comlínmente como .katapeltai* (catapultas), O a uece:.-, :.-implemel/le como .mec!lauai., La catapulta mecánica que se mllestro eu esta ilustracion, conocida más especllicamente como .o.rybeles», era /lila /anuulora de saetas. En eXf'erimelltos modenlOS realizadas 1'011 réplicas se ha logrado /111 alcalice efectivo de más de 300 metros.

49


El ASEDIO DE TIRO

LA CAÍDA DE TIRO Asalto definitivo a la ciudad. julio del 332 a. C.

r:J Última resistencia de los tirios el/ el Agenorio. Fina/mente flleron vencidos tntre escenas de masacre.

I!J

m

Se apio/a la brech.a y los unidades de asalto mactdonias llegan a las defensas sitlladas mcima. Captura de las forT"U adyacmtel J delUJUD a la ciudad a travis del palacio real.

Visitmlfes fenicios prouden/es de Car1ago)' ti rry de Tiro buscaron refugio en el templo 4e Hercufes (Melcarf). Estol fueron perdonados fNJr Alejandro.

U

Ataques diveniol/arios contra las murallas dade maquinas de audio mOl/todas en buques.

AViIIltt ma(~nlO a travb de 1M murallas de ¡,¡, dudad

D

Lo. muralla es a/rallfsada, pero los macedoJlias 110 consiguen

ptnf/rar.

o Alejandro illtmta

atravesar la muralla. Se reafiuJII optraciones de sondeo.

,

... El barco que aqui se ¡Je es/ti copiado de un mármol de Roma y, por supuesto, no estti a escalo ni ell praparejon, pero muestra ulla QntiguQ práctica. El cable del ancla puede verse en la pr1J(J del barco; el allda est.IÍ subida J presumiblemente dacamando sobre cubierta.

Los barcos griegos eran varados en p!a/afanl/Qs de tierro y la proa, que quedaba dentro del agua, era manttllida m su posid6n ml!diante el ando..


14

EL ASEDIO DE nRO

o Las máquillas de asedio

situadfls sobre el muelle (probablemente lermillado a prillt;ipios de primavera) fueron illeficaces contra las sólidas almenas.

El puerto de Sidón es defendido por el resto de la flota tiria por la barrera

r

6

Flota chipriota

Lm máquillas de asedio mamadas en los buques fueron igualmente Segundo muelle de Alejandro ineficaces contra las (terminado) fortificaciones en ¡¡erra.

Antiguo Tiro .(Palaetyros)

Puerto egipcio defendido por el resto de la flota tina

Flota fenicia

Isla de Hércules (Melcart)

ti Las flotas de bloqueo atacan lo)' pUertos. La.! barreras situadas a través . del puerto sllr 5011 des/roUida.f y los defensores, expuestos simultáneamente a ataques desde el mar y desde el interior, son arrollados.

Hay que hacer notar que al localizar la brecha realiUJda por Alejandro uno ha de elegir o hallar un término medio e/ltre la refen'llcia de Arriano a la muralla sur orie/lIada hacia Egipto y la afirmaciólI de Diodoro de que el asallo fue realizado en las pro:dmidade!i de la base naval, dOlide la m/lralla era mas débil que en cualquier o/ro sitio. La muralla del precil/to del templa estaba comparativamente más cerca del pllerta sur y es posible que sus mural/as fueron más débiles q/le las del área de la ciudad, pero es impellllable que e.ite recinto hubiera permanecido sin aml/ral/ar durante las siete meses que d,lró el a.iedio de Alejandro, como se le representa a t'eces. Esto hubiera proporcionado a los macedonios /111 punto de apoyo firme e inmediato.

51


EL ASEDIO DE TIRO

Los egipcio'i consideraron al re\' macedonio como tlll liberlador. \ él. ¡I sU n:z. aduló el scmimitlllo nacional egipcio hacicndo un OSlemo~1 honor a MIS dio!>e~. Alejandro r(.-'("ibiÓ el tesoro oficial de ~1¡¡laCeS, c111U('\O gobernador.) puso una guaro nición en l'c1u;¡ium, en el extremo oriental del della dd ~ilu. Rcaliló lIna eXalrsión por el desierto \ ía IIcli6polis v ~Ienfis. la antigua G1pital egipcia} santuario religioso. regreljandu ~ilo abajo hasta su desembocadura al norte de ~I¡¡reoti.s. :\'0 es siempre posible encontrar un motivo PII1-.Il11enle militar en los mO\'imientos de Alejandro. De Egiplo march.., a tr.I\"é:-. del desierto para \ i:-.itar el or;lculo de .\mún en el oasis libio de Siwa. [.., posible <Iue le impul.saran la piedad o la curiosidad o llna melcla de ¡Ilubas. El mando de un ejército conquistador. en todo (.bU. le permitía \"¡<tiar con (Od¡1 comodidad. Se dice que en ~i\\·a el oráculo adamó a AI~jall<i1 u como hijo de ¿eus. con el cual se Idenlificaba en EKilHO al dios ,\mÓn. Qui7ás .\I~jalldro inte'-rn:tar.1 dema:-.iado literalmcntc lo que era me· r.tmemc un;1 lorllla de corle:-.ía. pero ~iempre estaba disput'Mo a aceptar honores di\'inos. ,\ su regreso a ~lelllis reorgani/ó la administl<lción polllica de ~~g¡pto. sllstilll}endo a los filllcionarios persas por egipcios. pero dejó las guarniciones de PclllSiulll ) ~lcl1fis al mando de sus propios oficiales. l<.¡iemras lantO, olros rerllerzos más modeslos se unieron a él procede mes dd área del Egeo: ·\OU men.:enarios griegos enviados por t\.ntipater >' 500 soldados de caballería tracias, Hege1ochus, el victorioso C01l1~IIHlantc de Alejandro en el noreste dd Egeo. había llegado ta1l1bi~n a Egipto trayendo collsi~o prisioneros; sin cmbarg"o. !'harntlbanls. el ,11mlr;111tc persa call1urado en Chios. había conseguido escapar, ~orlll¡¡lmenle los hombres <1 los que Alejandro dejaba el control de su administración miliTar eslaban biel! escogidos; sin embargo. había inevitables excepciolles. A car~o dt~ su tesoro militar, mantenía a lln rllncionario mil llamado Harpallls: este hombre jUl110 COIl otro:-. se había puesto al lado de Alejandro en el cnrso de las luchas domésticas e intrigas palaciq;as durante la vida de Filipo, yjullLo con Olro~ h.lbb sufrido el e:-;.ilio como consecuencia de ellas. Alejandro, al acceder al trono había llamado ,1 los e"ili;ldos \ le~ había remmpensado con pueslOS de confiama, ulIa collfianla de la que este hombre al lIlellUS demostr6 110 St'r merecedor. Según parece Ilarpalus no permaneció en Egipto. ~ino que sinió con el ejército COIllO pagador, cuando otros pagadores anteriores fueron asignados al Tesoro Egipcio, Sin embargo. llegaría d dla ('n que 52

Arpalus estaría de nuen) en siluación de abus.ar de su cargo, ) así lo haría. Alejandro habla terminado la primera rase de su gran c:-.lrategia. Ilabía asegurado firmemente lodo el lilorall."Sle U1t'(literránco. y en el \erano del ailo 331 marchó de lluevo hacia el e!'>te en perscgtción de Darío. llegando a Thapsacus. a millas del Eufrales. en agosto. l...ill. rUerL.1S de Darla. al mando de. su oficial ~la7..<1ell'i, habían protegido el cruce del Eurrmcs comra la guardia avanzada macedonia. pcro hu)eron al elUerarse de que el mismo Alejandro !'>e aproximaoo, Ciertamente, con sólo 3.000 soldados de G1bal1ería en t,?lal. no podían hacer otra cosa. Tra:-. cruzar el Eufr~lIes. Alejandro no marchó directamente sobre Babilonia. que podría parecer su más e\ ideme próximo objetivo. sino que giró hacia el lIone rodeando la base de ]¡IS 1ll0mailas armenias, donde el forrajeo era más rácil y el calor menos opresi\o. Pero probablemcme él }a sospechaba (como sus exploradores pronto le confirmaron) que Darío le e:-.peraba al otro lado del Tigris listo para caer sobre:-.u retaguardia si giraba hacia el sur. Al mismo tiempo, según la información que había re(ibidu. parecía que los perS<ls ilHentabán blo· quear su tríl\csía si intentaba l..Tuzar el río por ese lllgar. De hecho, ell el punto siLUado más ¡lITiba por donde linallllellle CrulÓ, el Tigris no estaba defendido. Esto 110 ,')ignifiea que la travesía fuer,l hkil, pues sus hombres estuvieron en peligro de ser :trrastrados por la velocidad de la corriente r necesitaron un buen descanso después de haber venó· do esle Ob:-'láculo, Tampoco fUe el Tigris el último peligro nalural con el que se enfrentó Alejandro en CSlC tiempo, Un eclipse de luna había provocado convulsiones violentas entre sus soldados debido a la super~ti­ eión, que podrían haber acabado en un amotinamiento. Sin embargo. los videntes egipcios que hahía tomado consigo en su marcha hacia el este. le hirieron Ull buen llervicio debido al gran respelO que les !enían por sus conocimielllos r sabiduría: éstos sabían perfectamente que los eclipses lunares cs¡¡ín causados por los movimielllos regulares del sol, la luna y la lierra. ~ill embargo. su conocimiento de la astronomía estaba suplementado por, al menos, un fOllocimielllo igual de la naturaleza humana. } en \el ele inlentar explicar los movimientos dc lus cucrpos celestiilles. declararon que el eclipse era un buen augurio que significaba la vie· toria de Alejandro en un próximo rUluro. El ejército \uhi6 ;¡ recullerar de llue\"O la confianza. con Iu <¡lit' qucdó pro :l<Ido qlle los egipcios ayudaron a la tilU:-.<t macedonia.


LA BATALLA DE GAUGAMELA Cuatro día~ despllC:~ del ~ruce del Tio "'igris. los explorad().. e~ de Alejandro a\ i:-.laron a la caballería persa a cierta di!>lancia. Al ~er informado de e1lu. Alejandro dispuso su ejércilO en orden de batalla y. desplegado de esta rnam:nl, avanzó lentamente. rnformaciones posteriores revelaron que la fuerza

persa

110

era sino un grupo aValllado. de no más

de 1.000 componelHcs. Dejando (¡lit: su ejércilO cominuar;¡ :.u lema avance. Alejandro cabalgó delante con ~ll escuadrón real} un deslacamelHo de jinetes Pa(.'onian ligeros. Los persas hu}cron al ver-

lo aproximarse. pero él los persiguió matando al· gunos enemigos)' capturando a otros. Oc

eS(fl:-,

pri-

sionero.r.,. Alejandro averiguó muchas cosas concerlliCllleS a los efectivos y movimiento:. del <.;jérciw de Daría y de los diversos ronlingenles que lu formaEl imperio persa, incluso desptl~s de que Alejandro le hubiera quilado Asia Menor, Egipto) la COSla de Lc\'<!me. er.J aún IllUY vasto. \ su potencial mililar, fOnllidable. o.l11.

El annce hacia Gaugamela Bessos, sáLrapa de Baclri.. , situado en lo~ dominios del noreste de Pcrsi,1 (correspondientes a la moderna parte norte de Arganislán )' lcrritorios ady.teell.

Cascos dlt dise,lo simple se han colocado ollado de modelos más onlamelltados para apreciar tl contraste. El simple mootrO corintio (a lo izquierda) tstaba ¡WacticomtJlte tliminado en la época de Altjalldro. El CIISCO tOllocido por los arqueólogos tomo modelo •/racio. (tll {Olido ti la

tes). dirigía un ejército dc: esla región. que talllbien incluía UIM unidad de indios. Otros contlngellles los formaban los escit;¡s a~iáliros. ¡¡racholi:tnos (drl sur de AIgilnislan), hrrcaniallos del ~ur del Caspio r sus VCcin(b del este los ¡tn.:iano~, .11 mando del s;Ítrapa S,nibarzanes. También llabía reclutadu tribus del Golli, I)érsico. medas ~ Olros pueblo~ ,c,ociados. fucI-Las traídas de las regiones de SU.);1 \ I\abilonia. junto con ~irios mesopot¡llllios al lll<lndo del jele de confianLa de Darío. ~la/aeus. Se eSlima que los efectivos tmales eran de 10.000 de caballería. 1.000.000 de Infantería. 200 cuádrigas COll las rued<l.~ provistas de guadaflas v algunos defamcs. probahlemente quince... pon,ldos por los indios del Oeste del río Indo. E~te ejército había acampado cefca de Gaugarnela (literalmente: .Ul Casa del Camello,,), una ciudad siltlada alIado del río Blllllodu~. a i:l millas al oeste de .\rocla. D¡índose cuellla del el ror cometi· do en Isso. Dal·ío había elegido una i1m/,lia lIanlll-a como cdmpo de batalla. donde la Giba lería podía ser dcspleg;lda, las cuádng<ls utilizadas l"elllajos<1.' mente. El re} pel"S<l hahía dado órdenc~, incluso. ele que el terreno en eSl.l/ona tuera ni\'elado en los lugares en quc estaba irn:gular, a fin de lñcilitar su~ tácticas con la~ <:wídrigas.

derecha) Cfm SIlS piezas de mejilla )' SIl cres/o ondeUlI/e era más ctlrar/erístico dl!l siglo n' alltes dI' Cristo. Nutstro cOllocimiento de los CtlSCOS enormemtnte d«orados proctdt de antigutls "/'rtst7llaciones, más qUt de modtlos sujJervivitntes.

53


LA BATAllA DE GAUGAMELA

GAUGAMELA: MOVIMIENTOS INICIALES

El río Bumodo

El avance a la batalla, 30 de septiembre a 1 de octubre del 331 a. C.

o

Alejandro, ovan:fwdo desde su campamento base duro,,'e la primera mitad de la n~he, vivaqueó en las colinas inftriores a menos de ruotro millas de los fuegos de los vigilantes persas.

¡g

Alejandro efec'uó u .. reconocimiento nocturno de lo llanura inferior. donde Dorio habla despejado el terrrno para sus cuddrigos )' dOl/de había colocado estacas fOntra la caballería. tJ Alejandro dirigió Sil ejército a la mañal/a siguiente, o ríltima hora, para lomar posiciones en la Ilal/ura. LAs piqueros centrales fueron "for-..odos con otra formacirin posttrior can cafHJridad pora dar media ¡'/lella J por 'ropas de flanco ligeras. El rtlultado era practicamen'e un cuadrado capa: de act/lar aislada. O Alejal/dro dirigió o Sl/ caballería oblicuamente alejóndose a la derecha,)' amellaza/ldo CUI! sobrepasar el flam:o enemigo. D El ala i=quierda persa también se extendió fHJra elllla/¡~r y contentr el Iflooimiento de AlejtJndro. 54

11

fI

mAlejandro detuvo a

SIU

fue .....os ellt'Olt'f'ntes y ataco eN el punto soDre el que la linea de frente persa giraba.

(DespuiJ de varios ataques y contraataques, Alejandro consiguio penetrar las lineas enemigas, pero /la pudo explotar el é:cito a causa de la necesidad de ayudar a Sil ala izquierda, dOllde la posición de la cabal/tria de Parmenio tstaba seriamente amenawda.)

Río Tigris'

ALEJANDRO


LA BATAlLA DE GAUGAMELA

Gaugamela (Tel Gomel)

.... El carcaj por(J las flechas (~pharttro.) tro

transporlado tn I(J upald(J por los arqueros griegos J mds romlÍnmtntt tn la radtra iUjuitrd(J por los asidtiros. El carodtristiro "gorylos. udla. er(J un carr:aj J uno funda poro el arro combillodos.

-

Unea de

a~aoce

peNa desde la

direcdón de Arbela

Campamento base de Darlo

Ala derecha persa mandada por

Mazaeus

DArlo con su

Ruinas de Nínive

~

DARÍa

~

y séquitO

en el centro; ~an~ y 50 cuidrigas dÑnte de dos

• Téng01t l'1I cumto 'fut Niniw. dutruida tn el ario 612 a. C., ero J(J una ruino en el liempo de Alejandro. La ciudad de GDugomf1a U(J probablemente la lo<;afidad habilada más pr6xima al campo de batalla.

55


LA BATALLA DE GAUGAMELA

Tan pronto como Alejandro supo que Daría le esperaba, dCWVll su avance )' e~tableció un <:ampamemo lonific;índolo con un lóso y una empalizaua, donde dejó su bagaje y animales de cClrga,junlO con los seguidores. tropClS no wmbalicnLt:'s y prisioneros; después, por la noche, al li'cnle de sus cornbalienles avanzó en orden de bal<llfa, con poco equipo. a excepción de sus armas. Su objclivo era t:'nfrelllarse ;11 cnenligú al amane<:er. Lus c<llnpamemos de los dus ~jén:itlls eslaban separados unas sielc millas: una lila de colinas, sin emb<lrgo, los separaba)' aún no eran visibles entre sí. Alc.:jandro había partido con su fucr¿a de batalla apI'OXitllil(!;lInemc a la hora de la segunda guardia ... E~'la illIstraciólI de IHl gllerrero raido e~,tá basada t'1! ulla escultura prucedl!lIle dI! Al'gil/a. Los proteclurt's de las panlorilla;,' pUf'del! ver.le el! detoll., COII :.'IU bal/das de ajusll' alrededor de las tobillo;,'. Lo iluslraciólI. 1'11 la que se Iie 1111 esclldo d" brollC€ .Y proleclorf'~' de pOlJloril/rl$. muestra Qbjelo~' f'lIc(Jlllradus l!1l Ulla lumba elrusca. Probablcl/wlIle sal! imiloci(Jlles a comprada!i a

/

,,1

,

fuentes griegas. El falallgí:.'/u mact'dallia utifi;.aba prulcc/IJrCS de pOI/toril/as. Eslo~', al igual que los cascos, l!~'laboll forrados COI! 1111 II/o/;'rial ;"UUlIi' para comodidad de/liS/lUrio. Los «/:sCl/dos de brol!ce» eslaban fabricados a parlir de 1111 míe/eo de madera perecedf'ro: sill embargo, CrI olgullos cosos ha perdurado la cubierto parlefrolllol de bnmC€.

°

~

\ I¡

.;/

r,

)

;J) O ~

56

:/

,

nocturna (probablememe unas CLlantaS hOl-dS ames de la medianoche). Después de haber cubierto aproximadameme la milad de la distancia entre su GlmpamCnlO y el del enemigo, se encontró sobre la cresla de las colinas que los separaba: desde aquí las posiciones persas estaban a la vista, brillantemente ilumin<tdas por sus fuegos de vigilancia. Las colinas en las que los macedonios se habían uCLcnido debían de eslar plálicall1cnte sin árboles. )' Alejandro entonces desplegó su ejército par,lla hatalla. Celebró un consejo de guerra con sus oficia· les, y se decidió vivaquear en el lugar donde se encOIILraban, aunque desplegados en línea de batalla. Llevando consigo un grupo de caballerÍ<1 Asocia· da y de lropas ligcrilmente armadas. Alejandro des· cendió cabalgando par,\ reconocer el campo de baLalla elegido por Daría en la llanura silUada más abajo. La luz. de la luna prob¡.¡blemelHe le permitió hacerlo (la luz de la luna en los países de Orieme Medio puede ser muy brillante); sin embargo, probablementc sc malltu\'ieril a ciena distancia de las líneas enemigas, pues no !{lrmaba parte de su plan el entablar ninguna operación nocturna. De hecho, cualldo regresó a las posiciones macedonias, se dice que Pannenio sugirió realizar un alaque nocturno, y así coger a los persas desprevenidos. Alejandro replicó. con poco respeto a su opinión, que sería Ulla pena robar una vinoria de esa manera. Normahneme invitaba a sus oficiales a que dieran sus pare<:eres, pero él LOmaba sus propias decisiones sin sell\irse obligado a seguirlos. Ciertamente siempre había f¡¡t.:!ores difTciles de calo llar en un ataque nocturno. T;ItTlbién debe recordarse que, en general, aunque Alejandro a menudo sorprendía a sus enemigos con una rápida marcha nO(lurn<l, prefería realiz.ar sus combales con luz diurna. Sin cmbargo. los persas <Iparemerncme Lemí<ln que Alt;j;llluro pudiera efeclllar ese 'llaquc noct\.ll'110. y tlO habiendo construido ningún cJmpamellw. permanecieron lediosarnenL.e durante las horas de la noche lemas bajo sus armas en sus formaciones de b'lla1Ja. Es cierto que los macedonios lampoco tenían un GunpamCnLO fort..ilicado en la posición donde se habí,m delcllido. Sin embargo, la ladera de la COlill<l ofrecía una defensa natural (inadcnla· da para la flola de cll;ídrigas de Darío), por lo que se sintieron lo suficientemente seguros para comer y descansar. El orden de batalla persa se COllOCe COn óerta precisión, ya que las instrucciones escritas dejadas por Daría fueron capturadas posteriormenTe. El ala iltluierda. fi'cnte al mislllo Alejandro situado a la derecha de la línea de frenle macedonia, era man-


LA BATALLA DE GAUGAMELA

.. El .,thorax. o pelo había sido fabricado ell la época de los griegos COII cupos superpuestas de diferellte~' tejidos. El pecho de melal )' placas ell la espalda proporciollaban mayor protecciólI pero eran, por supuesto, /IIás pesados. EII la época de Alejandro se fabricaroll petos más elaborados COII diferentes materiale¡ compuestos, combi"alldo el metal COII otros materia/es perecederos. Característica!>' de la ma)'or{a de los petos erall las piews de los hombros que se alwdabau sobre el pecho.

ASeglilllos illdicios procedelltes de vasijas y esculturas al/tiguas, los guerrerOS)' atletas griegos iban a la batalla normalmCllte descalzos. El pie descalzo permite lHl mejor ejercicio de los músculos de los dedos y proporciona 1m buell agarre. Sil! embargo, parece improbable que AlejOlldro fuera y volviera a la Itldia COII un ejército desca/:o. Los ramarada,~ de jellofollte en fI mio 400 a. C. utilizaroll cml /oda seguridad cierto tipo de calzado acordollado (h)'podema/a), el! su marcha desde Persia al Mar Negro. EIIa illIstraciÓI/ de 1m mórmol del MlIseo Britállico mues/ro UJI zapato all/iguo e011 los dedos ddllSlIario, CfJmo era /lorma/. al descubierlo.

.. Esla illls/raciÓIl procede de IlII al/ligua call1afea, y represellla al héroe Aquiles, al que, como gloriosa jf!fe que fu/' en la gllerrn contra los ellemigos asiáticos. AlejalldrlJ cuncediti 1m hOllor espedal. Los bro::os y la armadura de Aquiles, tal y COI/IO aquí u representOI/, sil/ embargo, pertenece/! a épocas históricas posteriores. El pelo comp/e/ameute me/álica está lIIoldeado para adaptarse a los músculos del cuerpo, y este tipo es cOl/ocidu por lo~ arqueólogo;' COIlIO el _pelo lIIusculoso". Puede l'frSe c/arallleule la formo el/ qll/' la espada colgaba del hombro ell ulla fllnda. fAS letra.~ griegas indicall el IIombre del grabadar.

K j J f'; 'lr {') ;,: ~J,t.'1!1

OJ el HU

57


LA BATAllA DE GAUGAMELA

j. V" miembro de la cabllllerín persa. basado lllla d~

ell

las figuras del

Mosaico de ¡sso, que podría represelltar 11 UIl guardia r~al, ya qlle se le IIIlIestra combatiendo ell defellsa de la cuadriga real. fstá armado con dos jabalinas de madera conlealllamadas palla; Illwque /10 se ve Idngrln tipo de armadura, es prubable qrlC lleve rllla de

"

escamas debajo de SI/ amplia tlÍnica. SeglÍll parece, cOlltra la caballeria macedonia de Alejandro los pl!rs(u lall::aron jabalillas, y lucharon COII armas de mano en cl combate cuerpo a cuerpo. La caballerla persa llevó frecl/cntcmente las de perder contra SI/S opOllelltes mac~dollios mas fuertemente protegidos. (Dibujo de Richard Geigt'r)


LA BATALLA DE GAUGAMELA

Batalla de Gaugamela: Orden de batalla y posiciones de Alejandro

ALA IZQUIERDA Mando operatí~o conjunto: Parmenlo Mando de la inlantena: Clatero

Caballería aliada

Falange de plquelOs (6 Unidades, de derecha a izquierda. Coeno, Perdiccas, Melealler, Pol~percllon, Simmias. Cratero)

Falange posierior mercenarios y aliados

é

r1 • _

J. focio f/le 1m grall hom/¡re

de estado ateniense)' un soldado 1'11 la época de Alejandro. A diferencia de $1/ enemigo político Demóstenes, defendió /lna St'lllO)' equilibrada actitud hacia Macedonia. Eu el mio 318 (l. c., los atenienses, adhiriéndose rOl/lo otras ¡rrces a las peores tradiciones de fa democracia, comlel1aroll a focio a muerte. Aqll[ aparece ves/ido con 1111 .chlam)'S~.

l

• Cabaileria Asociada ALEJANDRO al mando de Ins Asociadl)s ALA DERECHA Mando operativo coniunto; Alejandro

• Caballería Asociada 16 escuadrones, de derecha a IzquIerda: Gaucias, Miston. Sopolis, Herac~des. Dllmetrio, Meleallel) Escuadrón real al mando de C~to Mando conlunto de los Asociados: Fljmas

len ida por la caballería bactriana con los esciTas <Tsi,í¡ieas y aricholianos. Los persas eswban posicionados en el centro donde, de acuerdo con la práctica habitual, ocupaba su lugar el rey con w séquito. El ala derecha estaba protegida por tropas procedentes de Siria, Mesopotamia y el Colfo Pérsico: una fuerza avanzada protegía el ala izquierda, compuesta por l;;¡ caballería escita, 1.000 bactrianos y 100 cuádrigas con guadarlas acopladas en sus ruedas. Los elefallles,julllo con 50 cuádrigas, estaban situados freme al mismo Daría. Los mercenarios griegos, con las tropas persas posicionadas a ambos lados. estaban también extendidos ante él en el seclOr cemral. Éstas eran las únicas liJen':as en las que podla eonfi,,· para enfrclllarse a la falange mace·

FRENTE

NICANDR Hypaspistas Agema

I I

~1~Ca~~nos,

arqueros

y lanzadores de ¡abalmas

-

ATALD Milad agrianos ~ BRISDN • • Arqueros macedOniOS CLEANDER "Vielos mercenarios.. Ex¡¡loradores lanceros ARETAS Caballeria PaeOl1íana

I

MENIDAS Caballería mercenaria

donia. El ~jército de Alejandro estaba compuesto por aproximadamente 40.000 hombres de infümcría y 7.000 de caballería. En la batalla

En las tácticas ele combale griegas y macedonias existía siempre la tendencia a que el ala derecha de uno de los ejércitos rebasara la izquierda del enemigo. Esto era una consecuencia natural del hecho de que las lanzas se manejaban con la mano derecha: el hombre silllado en el extremo de la derecha se desplazaba hacia afuera para obtener más espacio para el codo y asestar así un golpe más eficaz. Los que combaLían a su lado, a su izquierda sc59


LA BATAllA D€ GAUGAMELA

guían ine\ itablcmcllle su movimiento hacia afuera para conservar la línea intacta e impedir que se prodluera una brecha, de forma que, poco a poco, a medida que cada hombre se acercaba al camarada de su derecha, se producía 1111 desplazamiento general en esa dirección. Pero si bien esto llevaba ;11 envolvimiento de la izquierda enemiga, existía el peligro de que la fuerza em'oh'eme pudiera perder colllaclo con su propio centro, dejando una brecha que el enemigo podía explorar fácilmelHe. En las L1.eticas de Alejandro, ~sle peligro se con\'inió en un riesgo calculado. ESle siempre eSlaba alena a las amenazas que cllo implicaba}' lomaba las medidas necesarias pard neulrdli7..arlas. En pri. mer lugar, 1<. ülballería del ala derecha, que él mano daba en persona, quedaba complelamcme bajo su control )' podía ser llamada, incluso en los momentos de una incolllrolada vicloria y persecución del enemigo, para aClldir en ayuda de la presionada fa· lange central. En segundo lugar, la falange estaba organizada hasta cieno punto como llna unidad au'--.,.c»> A Esta ilustroci6n mutrtro doramenle ti tipo dt cordón que a me"udo se pomo a/rtdtdor de/ interior dt U" escudo griego concollO. St uli/iz.aba un eordon dl ..Jll tipo l" vt: dtl aso rigida (U1ltilabt) qUl servía lambi¿n para colgar "Ilscudo a lo

-

tspa/da durante /o morrho. lAs c/ovijas t'n forma dt borla eran atrO/blts, ,e" uno obra de Aristófanes, ti Irteho de que estuuieran co1«adas en su silio lro m/lestra de qut el escudo ertaba listo para SIl utilhcción ;nmtdiala.

l AEsta ilustración tstá copiada dt rllla vasija griega del Jiglo VI y mueslra a 111I ollelo lanuwdo la jabalina. Es interesante oburoar la correa alrtdedor del astil para imparlir /In mOl'imimto giratorio, así

60

COIIIO

IIn mayor agarre. Tales

cornOJ eran aparememente IItili:ndas /anlo en /0 caro como en la guerra y ell los

deporles. Alejandra uti/i:ó regulonnenle lan:adores de jabalinas en sus f!jircitos.

... UJS cal/rop, (Iriboloi) eran pinrhos O piras col«adas de tal foona que dejaban el terrtno inuli/i;ahle para lo. robolleria. Eran de dos clasu: las que se claVQbon m e/ terreno J /as qut simpleme.lte eran dejados sobre la superficie. Aquí se ve un ejemplo de u/e ultimo lipa. IIldepelldienlemenle de la manera tn que cayera,

ulla prmta siempre quedaba hacia arribo. Par supuesto. los raltrops de sUJWrificie eron más fárilts de distribuir.- sin embtlrgo. los mterrados probablt'mente fueran más insidiosos. Dono umbr6 caltrops m el campo de botalla en Gaugamefa, pera Alejandro, gracias a la informoci{J11 recibido de un deserlor, consiguió evitarloJ.


LA BATALLA DE GAUGAMELA

.&. .Acinaus- ~s una palabra

nosotros ((I"oc~mos ~n fU forma pitga. St ha traducido a l'UtS tomo _sabl,. o •cimitara., pno mas probablementt tra una tspada corta. en forma dt daga, tal cumo fa que St ml/tslra fn esta if'lS/ración (basada tI! los N'1ie;,1ts de Persépalis). Espadas de este lípo filtran probablemente

~a r¡u~

utí/i:lJdaf por los enemígos persas d~ Alejandro. Aparee", dtrtllmen/e en tstullurllf lIr1teriorts, posUriorts a la época de Alejandro.

IOSl.dicicmc y aULOabastt:cida, que manLellía su po· sición )' función a Lod,t (;O~"t hasta que pudiera llegar la ayuda requerida. En ninguna de las batallas de Alejandro fueron m¡ís evidcmes estos cálculo:> túclicos de Alejandro que en Gaugamela. S<lbiendo que la falange ma(;edonia (Iuedarí<l aislada casi con lada seguridad mielllras él } su caballería operaban en la parle ex· trema derecha. lomó mcdidas espcriales para 5<11· "aguardar su posición. En primer lu~ar, refortó con una doble formación la retaguardia para que. en el GlSO de <¡ue fueran rodeados, pudiera dar me· dia vueha y enfrentarse al enemigo desde la dirección contraria. También dispuso los medios partl que la falange pudiera eXlcnder su línea o cerrar sus lilas en el último minulO amcs de que se iniciara la 1><'1talla, y para prOlegcrla (al menos mientras se realizaba esU1 operación) aposló unidades dc protección de arqueros agriunos )' macedonios, en formacioncs curvas, el! ambos naneos.

En algunos relatos de la antigüedad se da a enIcnder que Alejandro sc quedó dormido la maimna de la balalla y que sus oficiales. dándose cuenta de la necesidad que tenía de deSGInsar, dudaron en desperlarlo. [n cualquier caso, el combate parece que se inició cuando el sol estaba ya bastante aho. Los dos ejércitos avamaron uno hacia el otro len· tamente cn línea de balal1a. }' en ambos lados se hicieron las maniobras prcliminarcs de forma catllClosa)' bien calculada. El plan general favorecía 10· talmente a Darío, ofreciéndole todas las oportunidades para explotar su superioridad numérica. Las huesLes persas sobrepasaban al cjército de Alejandro por amhos lados, pero éste, deódido como siempre a conservar su \'cI1l<~ja en el flanco. dirigió a su Glbal1cría dc manera continua hacia su dere· chao L'1 caballería bacuiana )' escila dc Daría mano tuvo el riulIo de aquél, eXlendiendo la línea. a su n:t. en la misma dirección. Sin embargo, eslas malIiobras tenían como consecucncia que ambos bandos se fueran alejando dellerreno central que Daría había despejado específicamente y nivelado para ser Ulili7..'1do por sus cuádrigas. ) exisúa el riesgo de que éstas fueran illGlpaces de operar como estaba prcvisto. Por tanto, el re, eln-ió órdenes para. que su ala izquierda, aprO\ echando su superiori. dad numérica v Sil mayor freme. COIllllviera el mo· vimiento lalcra'1 de Alejandro rcaliz,mdo una salida envol\cnle; eSlas órdenes fueron llevadas a cabo de la forma dt'bida. Al encontrar su camino obslruido, Alejandro ini· ció un ataque haóa el centro de las tropas envolvenLes, utilizando para eSle fin la caballería mercenaria al mando de Menidas. Las lropas escitas y bac· Irianas conlraatacaron. pcro Alejandro envió su caballería Peonía juntO con otras unidades merccnarias. poniéndoles en fuga tcmpor'llmelll.e. En ese IllOlllenLO, llegaron las reservas de los bactrianos} consiguieron reunir a los fugilivos. Reslablecieron la posición,} realizaron un....cción de Glballeria de reprcsalia en la que los hombres de Alejandro sufrieron grandes bajas, pUé!> estaban en gran des\ent,tia numériGl, }' los escitas panicularmemc estaban fuenememe armados, -'o obslante, oleada trolS oleada, los macedonios fueron lamados al combate } las formaciones enemigas quedaron rotas. Podria decirse con propiedad que, a menudo. los 1l100'imienlos de nanco de Alejandro eran de natu· raleza di\ersionaria y que su araque estaba C'dlcula· do para sorprender al enemigo durame los cambios que se \'cía obligado a realizar parol enfremarse al ataque, en un mamen lO en que sería dificil ofrccer una respuesta organizada. Es posible que la 61


LA BATALLA DE GAUGAMELA

batalla de Gaugamela se iniciara con Lácticas de esta clase, aunque Sil éxiLo no fuera inmediaLo. En esle punto, Daría lanzó sus ctlcídrigas con guadailas acopladas en bs ruedas. Fue un fracaso 10l<Il, de manera similar a aquellas otras cuádrigas que habían combalido 75 ailOs antes para olro re}' persa en la batalla de Cunaxa. En aquella ocasión, como escribía jenofonLe, las tropas griegas atacadas habían abierLO simplemenle sus filas para permilir a las cuádrigas que las atravesaran, asaeteando a los conductores y a los caballos con armas arrojadizas a su paso. Los <trqueros }' lanzadores de jabalinas de Alejandro, que se habían silllado delanLe para proLeger a la caballería de un alaque de esas caracleríslicas, Ulilizaron lácticas similares a las utilizadas al1leriormerue, cogiendo en algunos casos las riendas de los caballos y arraslrando al suelo a sus con-

ductores. Las cuádrigas que habían conseguido aLravesar las líneas sm ser alcanzadas quedaron finalmerue aisladas y fueron rodeadas por los hypaspistas macedonios}' los mozos de caballos. Al menos éSLe es el relatO de Arriano. Otros hisloriadores nos ofrecen una imagen más terrible del efecto producido por las guadaflas. Pero en Gallgamela, el impacto del ataque de las cuádrigas no fue en ningún caso ciertamente decisivo, ni parece haber influido mucho en el curso de la batalla. Daría, en cuanto la cuádrigas consumieron sus fuerzas, o incluso mientras aún estaban en acción, realizó otro intenlo para contener el movimienlO de Alejéllldro a su izquierda, ya qtle ésle, una ve7. que sus adversarios bactrianos)' escitas hubieron sido repelidos hacia atrás, continuó con su caballería, formada en columna, hacia el exterior.

Batalla de Gaugamela: Orden de batalla y posiciones de Darío

IORONTES

MITHRAUSTES Caballeria armenia ARIACES Cabalteria capadoda cuMngas escl·

11150

'5

~

~

•-

15 elefantes

I

'5

I

C,balreri'

I

C'ballari. mna

62

100 cuádrigas esci·

'''''i'"'

•• •• I

-• • •I I

ALA DERECHA MAZAEUS Gaballena siria y mesopotamica ATR.OPATES Caballerla Mediafla MAUACES (Arqueros mOfltMos) Caballeria Topeirian y Hyrcanian Albanos Mezcta de caballena e infanteria RETAGUARDIA Mercenarios griegos DARio Persas, carianos, indiOS (caballería), arqueros madlanos Mercenarios

~OXATHRES u~ianos,

UPARES babilonios, ORONTOBATES Tropas del.mar Rojo ORXINES sl1.acenios en formación abierta)

griegos

Mezcla de caballería e Infantería Susianos PersasJmelcla de caballe ae Infanteria) BESSOS Bactrianos. caballeria Oanae BARSAENTES Caballeria aracnotiana SATIBARZANES Montañeses indios con

'""

ALA IZQUIERDA

... E$tos lal/ceros esculpidos procedel/ de las ruillas de Per.!épolis, la capital persa que Alejandro saqueó e il/cendió. Los soldados se IIIlIestrall ataviados co', lIllU,¡ tUl/icas L'olulllillOSaS sobre los palltalol/es y justillos. Esto expliea por qué el hombre si/rlado o la derecha I/elja su corcaj colgado a la espalda; la posición normal de los asiáticos para el carcaj ('ra FI/ la cadera izquierda, pero hubiera resultado incollv('lIiel//e colgar el carcaj de esa mauera, tallto ellcima como debajo de IIlla lúnica de eslas caracteríslicas. El/lombre griego de es/a toga era ~Kalldys •.


LA BATALLA DE GAUGAMELA

"'1. Alejandro dirigió a Sil caballt'ría Asociada oblicuamente ell columna mienlms la i"follterro tlllo"zoba ell IlIlea de batalla. Este movimiento de Alt'jaudro file protegido por la cabal/erra y Iropas ligeras. 2. Los bactriana.! y los tscilas hltelllaron t!l/volver y COlltener el movimiento de Alejandro por Sil flanco.

Batalla de Gaugamela: Fase 1, Ataques y contraataques (Esquemáticamente)

Mazaeus

Parthyaeans Infarneria concentrada

J. Alenidus, COII la cabal/ería merCt!l/aria, siguiendo órdenes de AlejUlldro, i,,/elltó pelletrar a trr¡¡¡és del ala izquierdo pena. 4. Despllh de que Menidas fllera repelido, Aretm' utacó u los bactrianos y los escitas. 5. Aretas abrió 11111I brecha. Los A50ciados atacorOJl ell oleadas sllcesivos, cOlrsiguielldo pelletrar )' dispersar al ellemigo. 6. LI/s penm lamall 111I aloque COll cuádrigas. 7. LQs aloques de cuódriga$ flleron dispersados por los arqlleros y laI tropas ligeras de Balacrus. 8. DarlO se encOIrlró fl/tre el derrumbamiento de Sil ala izquierda )' la an'lelIOUl del avance de la falange de piqueros. Huyó hacia Arbela.

I

Falange de retaguardia

• DARlO

I

8~

~

7 4

mozos- de cuadras

Aretas

ALEJANDRO

3

5

9. 1,0 caballeria del ala de Panmmia, sllperada en lllímerQ PQr 1(1$ jil/etes de Mazaeus, se pQl/e a la defeluiva. 10. La infonlería central de Alrjalldro avan.::ó para mantel/erse delO/lIe de él y prQteger S/l flallca izquierdo )' su retaguardia. 11. /Jrecha abierta entre la il/fauteria )' la cabal/en'o de Parmenio. 12. Las caballerias persa e india atravesaron la brecha, exteudiéndose o izquierda y derecha para atacar el campamelllo ba.~e macedonio y rodealldQ a la caballería de Parmfuio.

1). lAs dos unidades de piqueras del ala izquierda qlledaron detel/idas debido a .IlIS esfuer:.os para impedir la pelletracióll persa y ayudar a Parlllellio. Téngase ell cueuta que el terrel1Q sitllado de/aute de la línea de batalla de Daría había sida "ivelada para facilitar !OI movimientos de SIl cabol/erio y sus ruádrigas; ~'il/ embargo, la amplitud y silllación fracla de estas abras prelimillares debell dejarse a la conjetllra.

En un nucvo imemo por dctener su avance, Daría elwió a la C<lballcl'ía penia dcsde el secLOr central de su amplio ejército. [sto dejó Ulla brecha en el ccnlro, un punr,Q débil fata!' que sin duda representaba la oportunidad que Alejandro esperaba (quizáS ese biso rnovinuerno que h<lbía imentado provocar). Inmediatamente cambió de dirección }' galopó hacia la izquierda. COllvergiendo con las unidades del lado derecho de su propia línea cemral de infantería, las dirigió entonces a la brecha producida, profiriendo gritos escalofriantes y procediendo directameme al punto donde el mismo Daría estaba simado. Darío huyó, al igual gue había huido en Isso, 63


LA BATAllA De GAUGAHELA

dando con dio ejemplo a su ejército. Se puede decir incluso que perdió la batalla en esta huida. ~"ielllras (¡¡IHO. Arelt:s. d temible oficial de caballería dt: Alejalldro, había conseguido finalmente ronlper la línea de tropas persas que combatían cn el ala derecha macedonia; ell este seclor del campo de batalla los l1lacedoni()~ resultaron complewmcntc victoriosos. I1 uida, persecllción y carnicería rueron las consccuencias. En la izquierda macedonia, sin embargo. ) ell el centro, los sucesos habían tenido un desarrollo diferentc. Solamemc la unidad situada en el eXlremo derecho de piqueros había podido seguir a .\Iejandro en su \iolento ataque contra Daría. El reslO se había detenido para poder ayudar a sus camaradas del ala izquierda, que se hallaban en dificultades. ... Dos tipos de arco se utilizaron en los tiempos (wtigrlos, 1'1 cOlllplle5l0 )' el de rara ,wla pieza. ,.;¡ primero es/abo eons/rIIido de dos pieulS onduladas de madera a de asta ditslramente unidas f!l1 el punlo medio J su u/il;:.lu:ion se origino probllblrmentr rnt" los escitas. Alrjandra /I.lL'O que tn[rentorse más de una l't: COII los rnrmigos ucitas, pero tambiirr enroló arqueras udtas en su propio ejircita.

. ,

Inevitablcmeme se pnxh~io una brecha en la falange de pi<luerus. por la cual la caballería pers.a )' los hombres dd cOlllingente indio entraron a raudales. No imentaron. sin cmb'lrgo, atacar a la falange por la rctaguardia, sino que I)cnetraron profundamente cabalgando por derec 10 a tra\'és del Gllnpo de batalla hasl<l llegar al clmpalllclllú de bag,ties macedonio. Teniendo en cuenta también el avance general persa realizado durallle la mailana. éste debía estar situado en todo caso a unas cuatro o cinco millas hacia el oeste. Illvadiendo el campamento, los persas acabaron con las tropas no combatientes que lo atendían. ) liber.lron a los prisioneros pero s..'lS que se unieron al ata<¡ue colllrd sus anteriores guardiancs. Apane de los que habían atac.'ldo el campamellLO, posiblememe otros miembros de la caballería persa quc atravesaron la brecha de la falange macedonia se extcndieron )' amcnalttron el ala izquierda de Parmcnlo desde la rClaguardia y el flanco. Esta amenaza coincidió con UIl lllovimiento el1\'ol\'elllC iniciado por la Glballcría perSi¡ del ala derecha, por lo que los jinetes de Parmenio se vieron obligados a combatir en dos fremes. En esta deses· perada situación, I)anll('nio consiguió enviar un

.... Un _gorytos .., que contiene fledas y un arra si" cardar. lA fu.rnu de esta ilustraciÓII u un relin~ esculpido procedente dtl templo de J/ircu.les t1I Tibur (urca de Roma). Sill embargo, ti ·gof)·tOJ" era lI,i/iU/do per los ud/as en la é~a de Alejalldro. En la tumba de Vergilla, gelll'rolllll'lIle cOluiderada como la de Filipo, padre de AIl'jOlrdro. se holló 111/ 'gof)'/OJ" chapado en oro que col/tel/ía cab......as de flecha y restos de astiles de madtra.

mensaje a Alejandro, que eSlaba al otro lado del campo de bmalla. pidiéndole a) uda urgemememe. La formación de retaguardia de la falange de Alejandro, <llIe había sido espe<ialmelllc silllada e instruida pllra hacer frente II una rotur.l dc la línell por el encmigo como la que se había producido, giró sobre sí misma y avanzó rápidamente para rescatar el Carn!)alllcntO, amenazando al mismo ticmpo a la cab<l !cría persa que se había vucllo conlra el ala de Parmenio. Ha de suponerse que luvieron que dividir sus fuerzas pllrll podcr conseguir cste doble objcLi\'O. De nuevo, como en Isso, es una demostr.lción dd control v disciplina de Alejandro el que fuerA Glpal de hacer \ oh'el' a su~ hombres de una fácil y s.atisfactoria pcrse<:ucióll del enemigo en fuga, en medio del calor de la batalla, pues gracias a ello pudo responder a la llamada de Pallnenio. A pes..'lr de todo, una nucva )' cOl1fus..'l silllaóón se produjo al chocar en la llanura centrdl con la cJballería persa. la cual, al ver que su posici6n empeoraba, trataba de retirarse. El resultado rue un feroz, congestionado y caótico combate de caballería, que luVO corno electo el retraso de la ayuda de Alejandro a Parmenio. No obstante, la caballería Asociada dispersó linalmente al enemigo. expulsándolos de su camino. Los que sobrevivieron huyeron a toda velocidad del campo de balalla.


LA BATALtA DE GAUGAMELA

.,. En esta esana procedente de lino copa de l'ino griega t-arios del siglo V. a. hoplitas SI' armOlr para fa ba/alla. A/grmos Ja se han abrochado el peto, pero /0 lercera figura (completa) dI! la i:quierdo tie/U! Olí" .{IU hambreras proJec/rindau (l/rededor de IIU oreja.f, listas para ser abatidas), (l/odas sobre el pecho. La tercera figura de la derecha parece desolada par /0 pirdida de la cres/a de su casco. Si los hoplitas qUf' Alejandro c:onocio co",o amigos J como enemigos" diferenciaban de 10$ de la ifus/rorión. serIa probableme,,/e t'l1 el tipo de los cascos de utas ul/imos, más que ell cualquier o/ro pie:a de ,1II rquipu.

c..

de eslO. I<lS conccntr;¡da~ \' variadas Iwcsles urientales mandadas por el re} de los persas no eswhan en condiciones psicológicas de continuar la batalla después de la huid.. dd propio 1"C}. Cuando AJejandro se acercaba a Parmcnio. la~ nJ<i~ serias alllemll.as al ala ilquit·...da macedonia habían sido \a diminadas) no erJ llt.'<:esario que .\Iejandro ataLd ..1 a ~Ialaclls. va cllIC la caballeria tes....lia. tras su heroiGl re~islt~ncia a una luene presión. podía LOmar de nuevo directamente la ofensi\a. \ las tropas de ~Iazae\ls cedían terreno ante dios. .\Iejandro iuició una \el más la persecución de Daría, seguido por el ejércilO lll<lccdollio al complelO. quc pisaba los [<lloncsa un enemigo l'n plena hllida. El centro del ejército persa no hahí<l relajado ~t1 huida en nillgütl ll1omcnlU. Alejandro persiguió ¡j los fugilivos hasta el anochecer. UUlÓ seguidamen' te el río L}'CllS}' dio un des(all~o <l sus hombres basta medianoche. rcanudalldo luego la persecución. I'armenio, en su propio seClor, que se había quedado algo rel1~ldo con reSpel:1O a ¡\Iejandro en 1<1 per~ucióll. ucupaba en esos momentos el G1ll1pamento persa. El campamelllo dc bag-etjes de los ma· cedonios había sido rescatado , los asaltadores lllueJ10S O puesto~ en fuga. pero en cualquier (¡ISO. la toma del tren de bagaje) persa COII MIS elefantes y G1mellos les habl'ía compensado ampliamente dc walquier pérdida que hubieran sllfrido. Alejandro esperaba caplurar a Daría en la cillc!ad de Arbela. situada a tillOS 75 millas al oeste del campo de batalla; sin emb<lrgo, Darío no lile halbdo allí. Su tesoro abandonado r sus posesione) fueron capturados por Alejandro. indu}endo. C0ll10 en Isso. su cuádriljd ) sus ¡lnn;I!I. I

.. t.'s/a es IIIW di! las mOlledas típicas de oro emitidas por A/ejalldro. La rabea ataL'iada ron UII casro, en el ant:eno, representa a la diosa Attnea. El CfUCO n lino l'I'rlion muy (ldornada del (ldmirablemenll' funrional casco corintio que podía ler abatido hada la parte posterior de fa rabe:.a para recibir /11: y aire, o rebado hacia adelallte ell la ha/olla, proparc:iollfllldo wr !lüor. fu

1'1 rel/trso de fa mOlledo está fa persmrificacioll de la Victoria alada sujetalldo mIO c:ormla.

Victoria final LI operdción de a) uda de Alejandro, junto eOIl la de la falange de relaguardia, eliminó la amena7.. . . a la der(.'cha de I)armenio. ,. la GIb.l11ería macedonia c)tm"o ahora en mcjores condiciones para enfrelltarse al mO\ imiclllo envolvente de Mazacus,jele de la G1ballería de Daría del ala dercrha pers.a. _\1;1laClIS había avanlado perdiendo COntaCIO con el rt.'y, Ydur.mte cierto tiempo no fue consciellle de la huida de Darío y del derrumhamiento del ejérciLO persa ell t:1 cenlro y en el !:ido i/quierdo. L... llegad,] de la inesperada lllllicia le hizo \',lólar inevitablemente; su ataque perdió impetuosidad )' en su propia posición, existía ahora cl peligro de cmolvimiclllO. Era sólo cucstión de liempo antes de que los macedonios. ya en posesión de la parte central dd GUUpO, giraran en ~u dirección. Aparte

65


LA BATALLA DE GAUGAMELA

fuerza, si bien algunos escaparon en pos de Daría. 4. Alejandro, al enterarse de la recuperación de Parmeuio reallUdó lo persecucióII de Darío.

Batalla de Gaugamela: Fase 2, Operaciones de socorro (Esquemáticamente)

-I --

Campamento persa

-

Falange lle retaguardia

®

®

G> Avance de la falange de piqueros e hypaspistas

Alejandro y los Asociados

Los hiSLOriadores de la antigüedad llOS dan cifras diferentes de las bajas habidas en la batana, la mayoría de ellas difíciles de creer. De acuerdo con Arriano, Alejandro sufrió solamente 100 muertos elllre sus propios soldados y más de 1.000 caballos, la mitad de ellos montados por los Companions. Las pérdidas persas suben hasta cerca de 300.000 muertos y un llllmeTO incluso mayor de prisioneros. De nue\'o hay que recordar que la mayor parle de las bajas de las batallas de la antigüedad se daban en cllranscurso de la huida y persecución. Como en Iso, se puede decir que Alejanclro fracasó en la capLUril de Daría debido a su rechazo a abandonar el celllro y el ala izquierda de su ejércilO que se bailaban en diflCul¡ades. ESLO significa que dio mayor prioridad donde era más necesaria. La hisLOria amigua nos habla de otras billallas en las que el ala victoriosa de un ejército empeiiada en una persecución desorganizada y temeraria, permitió al enemigo establecerse como vencedores en el campo de balalJa central. 66

~ 1..- -....

1..- -.... Arelas y Balacrus

A 1. Pormenio acudió a Alejolldro PidiiJ,dose o}'uda éste, al frell/e de la victoriO¡f1 caballeria Asocinda, cruzó de /l/levO el campo de batolla paro acudir tU SIl a}'uda. 2. El a/oqrle de Mazaeus sobre el ala de ParmellO frocasó probablemente al recibir la llOticia de la huida de Dorio. La illformación de la llegada de Alejondro y lo presióu ejercida ell apoyo de la infoutería macedonia del ola izqrll'erda también ayudarou a res/ablecer la situación. Parmenio posó o la ofensiva. 3. 1.0.1 persas e indios que habíon penetrodo en la retaguardia de l'armeno intellfarOIl retirorse, pero se enCOlltruron fOil Alejandro, siendo olliqllilados como

5. Otras unidades persas f. indias llegaron al campamento base macedonio, silllado a unas ciuco millas, mataudo a //luchas de los guardialll;s y liberando a los prisiOllerOS persas, pero la fa/auge de retaguardia de Alejandro diQ media vuella para seguirlas y, después de un duro combate, los osa/tontes del campomento fueroll dispersados. 6. Pannenio, plmiguiltBdo a las trapas fugitivas de Mazaeus, captrlró el campamento persa. Alejandro persiguió u Darío hosta Arbe/a, pero ésll' IlIIa vez mas comiguió eludirle. Téngase en cuelrta que ruando Alejandro dio la vuelta COII SIl caballería Asociada para aJudar o Parlllellio, probablemente dejó algunas tropas en lo retaguardia del ala izquierda persa, en fuga. para cercioraru de que nQ se recuperabon Ili reordeuaban. Las unidades que mondaban Aretas y BalacnlS fUi'ron probablemente las encargadas de esta responsabilidad. La cabal/erío mercenaria al mOlido de Menidas permaneció cou Alejondro en el combate de lo zona central, en el que el misil/O Atenidos resultó herido.


LA BATALLA DE GAUGAMELA

I

... Es/o$ $on gu"rr"ros t'$citas Ilpicen dt' la "poca d" fas ,horiadO$ d" Alcja'ldro. Lus escitas tClllan su propia ,."ino indt'/Jt'IIdienlt. si/liado alllorlt' del mar Negro. y

d"/IIos/roro,, ser adt'"rsorios peligrosos Ion/o para los persol rOlllo paro 101 moudOll;OI. Proporrionarun asimismo algunas d" las mejortJ trllpas m"retnarias dI' cobafl"no lig"ra en "f mUlldo antiguo. combati"ndo "n dirtrsos Ql:osion"s tonto poro Dono (omo poro AI"jnndro. (Dibujll de Aogul McBrid,,ยก

67


- BACTRIANOS LOS ANOS Pasarían casi cinco aflOs antes de que :\1~i"lldro librara OU-;I de ~lIS gloriosas batallas G.lll1palcs; ell .'IU

tria. que era parielllc del rey. (\('ssos tenía claras pretcllsiol\c~ (que pronto confinnarid) de gobermll' lugar. durante gran parle de C.'IIt: tiempo, estaría sohre el resto del imperio per~a. (labia mandado el ocupado COIl glll:rras ele gucrillas }' ell las monta- contingente de B,lClria en Caugamela. y probable¡¡<lS. Daría huv(¡ al nureste a las monwüas de ~Ic­ mente Alejandro en(Ol11 rada en él ti n enemigo mÍls ciia. pCnS¡llldo' COITt'Clalllcntc que Alejandro dirigi- formidable que Darío. ría::tu atención inmediata a las graneles ciudades dd Era importante impedir el resurgimiento de la imperio que qucd,¡hall al sur: I\abilonia, Susa \ Pcr- oposición persa..\Jejandro dejó enseguida su ~iér­ ~p()lis. CiLO principal y continuó Iras lo~ lugili\os con Ull Alejandro fue bicl! 1ccibido t:ll Babilonia ~ SllS..... CllCI-PO de u'opas pequeilo ) con gr.lIl movilidad. \ el trato que é.'llC dio a la pobladdll fue asillli~lllo Los hombres de su grupo a\'anlado descub,"ieroll finalmente ,1 Dado a punto de morir. herido morgellcl'O-'(): llin cmb¡¡rgo. IU\"O que combatir por Pcrtalmente por SllS Glptores cuando descubrieron que sépoti~. primero contra las tribus de las momaflas ele Uxia) después C01l\ra !;lS luerlas regulares per- ya no podían llevarle consigo en Sll huida. Alejansas. Cuando tOmó la ciudad, 1<1 incendió. 1::5 po~iblc dro organi/ó \l1I regio runeral para Darío; más tal'· que C~lt: aelO de clcslrucó(lIl no fuera premcditadtl. de. (U ando capturó a nessos, entregaría el pretensino. ~eKllll algunos n:l<llos. t'1 rC~lIllado de lIll s(ll- diente al hermano de Oarío. Oxathres. que le ejecapricho. prodllno de una apUl'Sta entre be· ClllÚ b,irbaramenlc. bcdore" mientras e\taba en comp<li'lía de una corteEl problema de los objcli,os de guerra de Alejan. dro .)C agravaba. LI~ pobl.lCione<¡ dl' Banria , Sog· ~lla. .\lUt·S de panir de nuevo al nonc a tr.l\és de \Ie· diana. al lIorle. <llIC eran pro\iná'ls del imperio di,ll"l1 per:.cclIciólI de Darío. Alejandro puso gobcr- persa ul1id~ por \Ínculo:. débilc.'!. parecían alÍn decidirla~ ti combatir por su indepcndencia. Sin elllll;¡dtJrc~ por todo el territorio que acababa de conqui:.tar. Entre ellos había adminislraclorc'i persas. ) bargo. ames de partir para el norte .. \l~jandro perse pucde \'cr cn dio qllllá llna Ilue\a política: el an- siglliú a los rneret:n¡¡rios gricg()~ que habían seniticipo de esos ol~i('ti\'o~ de ciudadanra urli\crsal que do con Daría) les obligó a rendirse cuando le, alabr.lI.aría posteriorl11t'Illt'. cuando la llIera d('slruc- GllllÓ en H \ rcania, al sur del mar Ca~pio. A pcs,ar de todo, el ideal de ,\Iejandro sobrc IIna cion dd enemigo 110 parecí" \a justiliC"dr el tic m po. Ia::- lIIolestiJ.'l \ el ~lIhillliento C¡Ul' conlle\·aba. Sin nacionalidad mClda de asiático~ ~ ellmpt'OS no elllbargo. en 61t' tiempu Daríu parecía allll indina- atraía;1 ~m hombre... , pronto IlI\O que enfrentardo ,1 oponer rcsis(cnci,,: había reunido ¡l Sil ,tlrede- ..e a cOllSpiraciones entre Sll~ oficiales, su sé<llIito dor ulla ruerla ~imil,lr a un cjérciw. mmpue.. lO por' inmediato. Ejecutó a FilOlas, el hijo de su una \el apro,imadamcntc 2.000 mertCn;llios griegos, pu- hombre de confian/<l ) segundo jefe. Parnll'nio. \ día,.'!i era ne(c~¡¡rio. relroceder hacia el este c!elm<lr despué:. COmO medida de precaución dispuso el Caspio r despllé~ l1aci;1 el norte adelltrálldost en ascsin,110 dc éste, al que había dcjado cllcargado dc la ~llarnicióll de \'fcclia. [n una reyerta dc borralas lllOl1larl:lli de Banria. En lodo caso. Alejandro llunC;l cogiú viro ,1 Oa- chos. lllallÍ posteriOrtnelllC a Clito. el oficial qllc le río. No llegó a tiempo para impc.:dil que el re) pcr- había silhado la ,ida en el Gr;ínico. Ciertanwlllc. s.llltl\cra a ¡r¡l\é\ dd paso dd C¡¡~pio a la.'! mOllla· Alejandro aparele en esta época eJl el papel de un tíJ'<lIlO. p¡lpcl en el que lIluchos hi<¡loriadores anti· '-Ia~ dd norte. \Iicntrcl.s el cjército macedonio pero "Cg"tllclor dCSC"<lIlsaba bn:wmellte en ~u camp,lI11cn~ guos de los siglO!> posteriores le ,icron siempre. Sin 10. le llegó la nOliria de que Oarío habia sido apreembargo. los soldado:. , dem,í... compUllenteS de su eji:rcilO aún le ...c!,ruían con dCH)óón. ~ado .1 la lilerl:l por un grupo dc SllS propios orl· De..pué.'l de la 1011);1 de Bessos (329 a. C.) (jllC ha· ciales, t'lItre 10"1 'lut: estaba Bes~o~. sátrapa de BaC-

nue

68


LOS AÑOS BACTRIANOS

bía tenido lugar en Sogdiana, ~¡ l101'1e del río OXllS, un lluevo je¡~ de la resistencia emergió en la persona de Espilamenes, UI1 noble banriano. Se puede deci l' CútTCClamente que éste fue el cncm igo más temible al que Alejandro hubo de enfrentarse jam;ís. Las Ilexibles I,ícticas de guerrilla del lider bactriano. realiLadas con el apoyo de los aliados escitas dd otro lado del río ja:>:artes. cosl<lron muchas vidas a Jos lIlacedo11los. De heclll}. en ulla sola emboscad;l devastadora. cayeron más hombres de Alejandro que en todas sus gloriosas batallas campales reSl.élllles. Sin embargo. poco a poco. Alejandro dejó guarniciones en las fJrovincias del lloreste fJara fJrotegene de SllS llslutos enemigos. Espitamenes llamó en su aruda a los massageLac, Llna tribu guerrera escila que vivía al esle del Illar Caspio. Pero al ser derrotados por Alejandro, los esciLas miUaron ;¡ Espita menes }" ellviaron su cabeL.<1 al vcncedor LOmo ofrenda de pa7 (otro relaw !l(lS dice que Espitamenes fue asesinadu por Su lIIujer). EII Maricauela (Samarkanda), Alejandro desposó a Roxana, la hij;l de L1ll noble sogdiano que había sido hecha prisionera por los macedonios}' era fillllosa por su belleza. Apane de su inmediata conveniencia polílica. este Illalrilllollio estaba en línea con los emergeutes ohjetivus de Alejandro (la formación de una nación curoasiátiGl } una cultura greco-asi'Ílica). El hecho de que Alejandro st' hubiera casado ,ll11eriormelHc con Statcira. 1<] hÜa de Darlo, en Susa, no fue impedimento para la boda (on la sogeliana: los reyes de MBcedonia no profesaban la Illonogallli;¡. )' cn esté sentido al menos eran «no griegos». Los ,H10S de los combates de Alejandro en b.~ provinci<ls nortC'lias del imperio persa son nilrr"das por los hisLOriadores con bastame detalle. aunque con muchas discrepancias en sí. Nos cuentan de batallas } de traiciones, de rápidas marchas y cruces de ríos. escaladas de arreóles y capturas de fuertes en medio de tC'mibles mollt;¡lias, y halillias de armas en el ('ursn de la~ cuales AI~j;lndro fue herido má~ de llna \'e/" En esta época más que en ninguna Otra, el esfuerzo>, los sinsabores sufridos por el ~jército conquiswdor parecen enormes)' desproporcionados !i'énte cualquier propósito útil :11 que !-ludieran servIr. Sin embargo. a fuerza de guerra>, diplomacia, AI~jandm al fin someLiú a la illlransigemt población }' afi;¡¡lló todo ellerritorio, eswbleciendo guarnicioIlc.,'; de soldados griegos) m,¡cedonios. Los escitas al nO!'le del Jaxanes erall una amen;¡za permilncnte. Estos fueron una veL. pobladores de unilS tierras controladas posteriormente por los persas y

c:>:istía el peligro de que hicieran caUSil comlín con cu<¡lquier movimiento insurgenLe en ];IS pn)\'incia~ del noreste, por lo que anTes de marchar hacia el sur, a través del «Cíucaso Indio» (Hindu Kush). AJt;jandro dejó des\acamcnto5 a cargo de hombres c;¡nsados de la gucrr;¡ p;¡ra mantener la frontera de .Iaxartb >' la ciudad que había fundado allí. «Alejandría Eschate», es decir. «Alejalldría Lejana». Su desLino a!lura era el río Indo. Al planilic;ll" su expedición ;¡ la Indi:l. Alejandro puso sus ,unbiciones más allá illc1uso de los confines del \'iejo imperio persa. En este Illomen(o más que en ningún otro es probable que los hombres de Alejandro lIlo~trarall ya los síntomas de amotinamiento que más larde le frustrarían. Pero el cji:rcito, lntllquilizado por las Ierenda.~ de la visita ;1 la lndi:l del dios Dionisio, siguió a Sil jefe hastJ ti valk: del Indo sin objeciones. ,\Iejandro !lO intenLt'> cruLar inll1cdi'llament.e el gran rí(l, sino que pasó el illvierno dd ;327J:12G haciendo Gllupaúa contra 1,1~ t.ribu~ de las colitJ;ls simadas ¡¡ los pies de I¡l regiLJll lllontaiíosa que se extiellde haria el modern() Chitral. Su olieial ¡':¡cslión rut: enviado por una rUla situada m,b al sur. ! éste ya tenía planilicadú construir un puente sobre el Indo ruando Alejandro ~e le n;uniÓ. Arri'IIlO. en analogía con las operaciones romanas de puentcs de su propia época. nos indica con todo lJJll\'encimiell10 que el puente de l:~reslión fiJe construido sobre pontones. ,..\! otro lado del Imlo.los macedonios fueron bien recibidos por el jefe de Taxila. que cs nombrado en la histori;¡ de Arriallo como Ta",iles. Su llombre real era probablemente «Al11phi,.. }' el tí1Ulo "raxiles" procedía del nombre de su ciudad más importante. Se somcliti a Alejandro por su propia voluntad, viendo sin duda en los invasores UllOS aliados con11';1 el rey que gobernaba m,í~ hacia el este, al que los griegos cOllocí<ln COmO Poros. ¡\liemras las tl'l)pas descansaban en Taxila, A1cjandro recibió el SllmetimienTO de olrüs jefes indios, pero pronto St' hizo evidente que al haber hecho amistad ton Taxiles ~c hahía aseg-urado la enemistad de Poros. por [o que. determinado a una nUC\'a guerra. marchó de nuevo al este. h;lCia el río I Ji(b~pes (el moderno Jhelulll), al 011"0 lado del cual Poros estaba lllOvilj· zando su ejército.

69


LA BATALLA DEL HIDASPES Cuando Alejandro alcclnzó el Hidaspes, descubrió que el ejército del rey Poros estaba ya dispuesto contra él en la orilla opuesta. En los tiempos antiguos, ocurría con frecuencia que las batallas se libraban en los cruces de los ríos, no solamente por-

que el río constituía un foso defensivo, sino que también era un suministro de agua para las tropas acampadas en sus orillas. En cualquier caso, el HiJaspes no era un mero torrente o lIna corricmc de momarla, ni siquiera un río de tamaño moderado ~

Batalla del Hidaspes: Estrategía

J. Ataque prelimilurr de

clllÍdrigas de las indios: el hijo de Poros (su hermrmo, según Curtin, cml 4.000 miembros de lo caballería), con

fuer...{l de 2.000 J20 cutidrigas fue tl/viado a oponerse a la Irat'csitl de A/ej/lIldro. Esfa fuena hubiera sida suficiente si hubiera llegado /lila

jinele~' )'

a tiempo (es decir, mienlm!

(j)

Enfrentamiento con las cu1drigas indias

;x, \O

~~

(V\

~

aO

intentando vadear el ría).

Pero AlejUlldro ya había cIlflseguido cruzar a 5.000 jinetes y 6.000 infantes. fl

.;x, Batalla principal

~~~ ~ °0

10$ macedonios estaban alÍn

príncipe, al verse superado tU númera in/enló

replegarse, pera la fuerro indio fue alcalizada y düpersuda sufriendo IIna pérdida de 400 jinetes. Todas las cuádrigas fueron capturadas y el príncipe muer/o,

50~

~

D Tierras

O

2. Cralero y Meleager montuvieroll /0 /inea del ría e i"movilizarOl! a los tropas

pantmosas

Posición de Me!eager

~

ALEJANDRO

Posición de Cratero en su campamento base

~\O

indias que, en caso

-r.~'/¡.s9t'"

¡ Campamento de P(l(OS

x."<xx

~ POROS

70

O I O

,, 2

,

J 4

,

4 6

5 Millas I

aKm

COII/rario, podríall haber sido Iltilizadas para opollerse a Alejalldro. Cuando éste termillÓ victorioso, Cralero y Meleager, ligllielldQ las órdenes recibidas, dirigierall a SIU hombres al otro lado del río, interaptaudo a los fugitivos.


LA 8ATAl1A DE HIDASPeS ... Se deduce (ounque Arriano no lo dire uprtSomenle) que Mtleogtr, Alalo, Gorgias uloban 01 ,"ondo de JlIS propias unidades de piqueros, osi rOlllo de los tropas merunarios que dirigían en ts/a O(asiall. ÚJ hiparquia que eslllba bllja ti IIIllllda nOmillQI o administrativo de Perdieras parece SeT la mismo que COtllO dirigia en la propia batalla. El mismo Perdiccas aeompañobo o t1lej(lIIdro Colllo escolto. El Paropamisidae haMo sido reclutado en el .Cál/coso JlIdio~ (es decir, Hindu Kush). Uno hiporquia estoba compuesto por unos 1.000 efeclivos. Los hY/Jllspistcu estobon rompuellos por tres unidlldu, cada uno de elllls ton unos 1.000 miembros. Uno unidad de piquerol (loxis) tenía unOI J.500 hombru. Altjondro IkvD tonsigo unos J.ooo arqueros o toballa durante la batalla.

Batalla del Hidaspes: Cruce del río y orden de batalla de Alejandro

_N vanptd;a teal (ageny) e hIpatllllI3S de Hep/IaestiorI, PenIccas Y Demetrlo, )unto a baetrlano$, sogdIa. nas yescilas rlllCkJyenllo los balts\e-

lOS a cabala Oanae)

_

cruce

••

, ,,

,

Puestos de guardia Yes1aciones .... de comunicacione:s '

,• , •, ,

......... AIIio J GortiII Tia \IIlIClIllIS ... lIIlIlWi """ ~

_.~e"""

"*' -,,,..,....,.. ..... """'-

, , , ,,

ltpwqLIa de Cr.Itero con

_

• Obsiroese que "Hidospts~ el una traducción griega del lIombre allliguo indio ."idasta». Los in.vasores musulmanes de los siglos posteriores /lomaron al do "JiMam. ljhelllJn) 1111 honor a fa ciudad que se eneOlllraba a SlU orillas. La ciudad deJihlam esto. probablemente urca del lugar donde Alejandro lIIonló su campamenlo base.

Unidades de piqueros de Coe·

",,,I-;I-_-f__-'-'~"-"~C'.oo'OO,"~··~"=,,,,,:::.c'o~c"·='o"''-'

Punto de

lhdades de

~

de

AIcetas YPUyperthon con 5.000

~

••

. <f'

"",••,...to· •\'" ~ base de A1ejan<1ro

¡

ALEJANDRO

que pudiera ser vadeado rácilmeme por pumos adecuados. En esta época del afiO en panicular, era llna da de agua en plena corrieme ) na\egable. A pesar de todo, los dos ejércitos eran perfcctamente visibles el uno al otro a través de las anchas aguas que como resuhado de las condiciones de la estación. principios del \'erano, eran rápidas y lUrbulemas. Los efecti\'os numéricos del ejército de Poros son di\'ersos según los diferemes historiadores de la antigüedad, y las estimaciones modernas no siempre concuerdan en la interpretación de las cifras. El grueso principal del ejército indio parece ser que tenía etllre 20.000 y 50.000 infantes, elllre

Campamento base de Poros xxx x

~

01245MiBas 1-1~'ro-''-r~T', '---jI

O

2

4

6

8Km

2.000}' 4.000 de caballería, de 85 a 200 elefames y de 300 a más de 1.000 cuádrigas. También se nos dice que el hermano de raros estaba asimismo presellle con una fuerla de 4.000 de caballería y 100 cuádrigas. Los márgenes son por tanto considerables, y nosotros nos quedaremos con cifras intermedias. Alejandro. aparte de una fuerza de 5.000 aliados indios. dirigía Otras tropas asiáticas procedemes del extremo occidental. pero el n(lCleo de su ejército era aún el cuerpo de la infantería macedonia y la caballería asociada con las que había cnlzado el HeIcspOIllO y el ejército con el que se enfrentaba a Po-


LA BATALlA Df HIDASPES

rm tenía probablemelllc no más de 4.000 miem· II.lbía de~ubitno que tal I1lllnero le proporciullaoo gr.m mm ilidad eSlI,négica \ tánicl, \ había demo:lIrado que era cap<ll d(> derrotar en bat,l' IIa a lucl~las asi;ítica, de cual(luier tamarlO <¡lit: pudieran enfrent:I ....e a tI. Con el Hidaspe.. netido 110 había. por supuesto. po~ibilidad inmediata de vadear el río. Alejandro collleluú públiGlmctlte que no tenía inconveniclIle en e~perar ha~l,a I()~ lIle~es de mOllO en que las aguas estaríal1 rn~ baia~. :--Jo ha} duda de que intentab;1 'lile tales manifestaciones llegaran a los oído~ del enemigo. pero e~ e\'idente que había hecho bro~.

olro~ planc~. Por()~ prutegía fUcrlClllell1.e t()do~ los posibles pUIHm de cruce, } ~us ckEltlleS fucron extn:llla-

dalllcllte útiles en este papel. ya que atcrrori7arían a los caballo~ que se cnlremaran a ellos, haciendo impensable un de:"clllbarco ele caballería desde balsa~ () barcas. Sin embargo. CUIllO siempre. Alejandro po..eí:J mldtipJe~ r(,CIIr~()s: antes de iniciar su marcha hasta I;¡~ ¡rollleras del territorio de )Joro:.. hahía desmantelado 1<1\ huu::s \ galeras que había lllili7adn en el 1ndo. LIS IMn'~ más pequeIias hahían sido di\'ididas en du" panes \ bs g'dleras de treinla remo:... en tres: las secciones habían sidu trall\porl"da~ en \agt)lIe~ por ticlTa. r IOda la flo· tilla fue montada de nuno en el Ilidaspes. Desde el prilu.ipio. e~tns botc.. habían podido n,negar por el río sin ser rntllnt<ldo~, \ los indios no habían hecho ningún itllenlO de impedirles [,llllilil.¡¡ción del Limal (entra!. Durante las scmali:tS ..i¡';lliclllCS..\Iejandru traslad6 sin ccsar su cabHlkrí,t de "nih,t abajo de la onIla del río. haciendo 1.a11l0 ruido como fllera posible. Poros. para impedir la WllCetllr,lcióll ele las tropa~ de Alejandro en Ull único punto, clwió fuerlas para que man hal-,lll al lllismo lli\"t:1 que los homhres de Alejandn) ell la otra orilla. guiados por el ruido qlle lo~ llIatedonio.'l hadan deliberadamelllC. Cualqllic::r po.,iblc lugar de cruce era protegido inll!ediat:unellle por los indio:.., pero los mo\ imiemos de .\lejandro erall !>imple~ fintas. ~in­ h'ÍlIl ataque se ma~eriali/ú. \ finalmente Poros aHojó MI \igilancia. bl.l. por supueSto. era la intención ele .-\lejandro. Los lllacedonio~ estaban ahora en silllación de e!cCfUar UI1 verdadero ataque. Cualquier sonido debido el ms mO\'imiemos sería con toda seguridad considerado por su enemigo tomo una falSíI alarma. L1 cahallería de •\lej'lll<il 0, micllll,IS se despla¿:lba arriba y abajo por la orilla del río dur<lnte sus t¡íctiras di\'ersionari:I~, había reconocido al mismo 72

tiempo el lelTCIlO buscando IIIg;¡res de c,rllce ¡¡decuados }' h<lbía informado a Alejandro. Esle había elegido lo que parecía ser UJl punto adecuado. \ planeó (nl/.ar el río dur.lI11e la noche. Dejó a su ofióal Crátera en la 10lla donde el ejércilo macedonio había aÚ1.mpado inici<llrnelllc,julllo con la unidad de caballería (hipar<¡uía) que este oficial m:U1daba lIormallllelllc. a~í COIllO ton Olras unidades agregadas de caballería a~i,11ic¡¡ } tropas india:. de la región. hast<l un LOtal de ':'.000 hombres, más do~ unidades de la falange ma(cdoni". El mismo Alejandro salió hacia el lugar elegido para el cruce COI1 lllla.fuer/a larnbit:ll mixta. pero de mayores efectil"O~. Esta comprendía la I'anguardia de la caballería asociada}' la~ ullidades de caballería de sus oficiales. Ele~liotl. Perdiccas } Demc, trio. Estas unidades enl1l .. hipparquías.., de m:l)ore~ eli..'Cti\'os que lo~ escuadrones que había mili/.ado en Asia 1I.lenor. También mandaba la~ tropas a:.i¡ítiC<ls. que incluían ,lnluel"()~ mOlllados. \ dos Iilliebdes de: la falange con arqueros \. agriano~. El objcli\o de dejar tan importame ruel7..1 en el GlInpamcmo b.ase era. por ;¡Uplle~tu, ocultar a I'Ú' ros el hecho de que él se habí,¡ ido_ Los indios no deberían descub.rir el cruce hasl<I que éSle se hubiera realizado. Las órdenes (lile dio a Cralero eran (Iue ~i Poros salía con parte de su ejércilU para enfrentarse al ¡naque d~iando detrás Ulla rUerl.<l dc eldames, los tll<lcedonio:. del campa memo base deberían permanecer dondc eSlaban. cubriendo al enemigo de la nritl,l Opllt::~ta. Si, ((Illlrariamellte, Poros alxtlldonaba completaIllcntl:' su posición anLlal, bién poniéndose en luga O panl enfn:::l1larse a Alejandro. entonces Cratero y sus hombres deberían Cl"Jllaf sin dudarlo. Cicn;lmente el peligro principal para la caballería macedonia procedía de los clefol1lleS; una \el éSIOS se hubieran retirado. el río podría st:r alravesado cun tranquilidad, sin importar c!tipo de fuenas indias qlle quedaran.

Operaciones nocturnas El puma seleccionado par.. la 11<1\ esía est<lba siwado a unas 18 milla... río ¡¡rriba del campamento b..:.e. Ln la orilla opuesta hahí" ulla t:llIrada de tierra donde el río se curvaba, cllbierro ¡;on una lujuriosa male7..1 . )' en medio del río, a 10 largo, existía una isla también con una denS<1 \egetación. de tal m<lnera que ocultaría el acercamiemo o incluso la presencia de la Glballcría. A lo largo de la orilla, en el lado macedonio, Alejandro había ya apostado una caden;¡ de piqueles que podiall comunicarse entre


LA BATAU.A rn; HIDASPES

sí por medios visuales o seilales audibles. Debido a sus pn'ictiras anlcriores. el enemigo se había acoslumbr.!do;¡ los gritos y a la<; hogucl'as 1l0tlurnas de estos pucsto~. Cubierto por telles maniubras diversiollaria:i, la marcha de Alejtllldro se produjo Cll mediQ de un gran sccrclO, y siguió ulla ruta por tierra que. ~ill embargo. 110 era si 1l110sa. Por el contrario. 1I na ruta lerreslre entre dos cul'vas pronunrieldas del río suele ser COll fret'tlenciel un atajo. ~lientras 10:0> macedonios seguían su marcha en medio de la J1(x.hc. I"ueron sorprendidos por una tormenta que produjo fuenell Ihl\'ias v que. aUllque. seguramente. no dil>frurar.lIl de ella. prob.ablcmellte les a\ udara a manlener sus mo, imiclltos imperceptibles al enemigo. El! el lug-<lr dd cruce. una Ilota de ll"amoordadores había sido preparada con antelación. ¡\hlehas de las barcal> eran balsa.<; puestas a flote sohre odres. que habían ~id() transportadas en vacío hasta ese lugar> posteriormellte rellenadas con P;Üa ~ unida~ de ¡al manera que f"ueran herméticas. Alejandro había p utililado allleriorlllellle esta lccnica para lransponar a sus tropas de \lila orilla a otra. lauLO en el Danubio COIllO en el Oxus. Pero ahor.! tcní.. también galeras de treinta relllO:o>, que va habían preslado servicio en el 1ndu, }' (Iue l;illlbién habían ~id() transllonadas en ~ccion('s por tierra}' Cll~llllblada.s de nuc\o donde eran necc.,arias. Cerca de la orilla del río ,. ell una posición inlermet!i;¡ ~itllada entre el campamento base y el pumo de cruce, Alejandro hahí<l estacionado a sus lres o!ieiales. l\-lcleager, Malo}' Corg"i<ts, cada llno dc ellos al malldo de su propia unidad de infal1lería, con otras agregadas de (aballería)' de infantería eXlraídas de las fllerD1S mercenarias. Igual que Cralero. e~ta lllena recibió la orden de erUlar ~()­ lamelHe (liando \'ieran <¡ue el enemigo de 1;1 orill'l OpUeSI¡1 clel río e~laba emanada en combate en algún otro lugar. El cruce se rcaliuría en lres ole<ldas; es fácil adivinar que las na\es dispollible~ no eran suficienlt.'s para permilir el tránsito de una sola vez. Al amanecer amainó la lormelHa. La nOlilla a\<ln· laba por el río al frellle de Al<:jandro ) su estado mayor en una galera de treint;, remos: quedahan al principio fucra de la "isl" desde la Otra orilln, pero al progresar en Sil ;1\·¡l1lCe. se vieron obligados a salir a descubieno: en ese momento. los vigías enemigos iniciaron lIn frenético galope para il1l;'>I"Inar ele su Ileg;lda. En ese momento, los hombres de Alejandro se

encolllraron allle dificullades imprevislas. ~a qlle la orilla opuesla, qlle había pan.'Cido ser tierra fir· me. era en realidad otra ;~I.:J a 1;1 (¡lIC un e.lIlal Cll[recho. pero profundo. separaba ele la lierra lirme del otro lado. Los hombrc!>) allilllrlles a duras penas consiguieron '·'H.iear la nípid;l corrienle. a \'eres con sólo ~lll> cabclas asomando ~obrc la ~tlpt'r· ficie del ¡Igua. Emergiendo liualmenle de Cllta segunda tra\csía. .\lcjandro wnsigllió rcullir HI~ lropas sin llcr moICSladol> por el enemigo \ ~in m;is dilicllllades en ticlr.! firme. Ilallta clonde es p(J~iblc imerprelar un nebuloso lexLO anliguo. parece que.\Iejandro a\-<lIItÓ dejando el río a !>u derffha (es da:ir, COlTiellle ¡¡bajo) par.¡ enfrenlarse con el ejércilo de Poros. \ qlle marchó eu lormación scmidesplcg-dda. Los Asociados, con su mejor caballería al rnmpleto. iball agrupados debme dc la inla11lcría. > a la cabela de ellos marchaban 1.000 ballesteros a caballo como pamalla protectora}' equipados, lo cual es digno de notar, para enl'renrarse a IOl> c!chtlltcs elesd<' larga di~tancia. Lal caballería principal. compuesta por IJ nos fl.OOO hOlllbrc:o>. iba prO\ iSlfl dc una protección ele flanco formada por arquerol> ¡¡Imando de Tauron. que habí'l recibido la ordell de malllcntr la marcha al ritlllo de los C"'<lb.ll1os la!llo tiempo COIIIO pudiera. Detrás de la cahallería marchaban los Iwpaspislas al mando dl" Selcuco. La principal falangc de piqueros en línea de balalla estaba prOlcgida por 10:0> agrianes ) IOll Ianz;¡dores de jabalinas en ambos flancos. No COllocemos la po:.icillll de las unidades de caballería que no lenían asignado un papel en la vanguardia: o bien siguieron dctr;h en esta ¡¡¡se, o prOlcgic1"Illl ti t}¡wco iL<lllicrdo de los h}'paspi~. Las. Arriano sellala que .\lejandro clllaba dispuesto, I;i surgía la OGllIión. a combalir Wllll,1 el ejercito COII\plem de Poros solamellle con Sil caballería, pero CStO dilTcilmeme puede ser cieno. ¡\pane de cual(Iuier Olra consideración, el objcli\() ele las láclicas de Alejandro era C\ il.1.r la cúnli'olll¡¡ción de su u¡ballería con los elefantes. Prohablcmcllle dirigiera ;¡ sus tropas mamadas por dcl:lI11e, simplementc lara repeler cualquier alaque de la caballería o de /as cuádrigas en el puma de desembarco. De hecho la operación de cruce 110 había concluido ni inc1u~o después de ktbcl" desembarcado MI cuerpo principal, ya quC' no había podido transportar a IOda~ sus fuerzas en una sola oleada. La infamcría COIl la quc desembarcó en primer lugar tenía unos 6.000 hombres, ciertamenle inl"erior ¡I aquella con la que había salido del campamento básico. 73


LA BATALLA DE HIDASPES

o

Despurs de varias semanas de maniobras diversionarias efectuadM frente a fas elefantes de Poros sitllados en fa orilla opuesta, Alejandro dirigió a su futr'J}. de cobol/tría e infanttria hada arriba para efutuar la travnia. La noche. la jungla J Nna tannenta favorecieron la ocultación. 61 Cratera quedó can Nna fller..{J de calltención en fre/lte de las defantes de Porat.

D

Meleager, can C6rgias y Atafa quedara" ell ulla posición i"tcrmedia. Éstas deben"an cru:ar el río COII sus tropas en tres oleadas, cuando fa victoria estul'iera asegurada en la arillo opuesta.

D

En el plmto de cruce prevista, l//la flato dI! barcos }' barca~as (previamente tralupartada par tierra en secciones prefabricadas) esperaba a Alejalldra. Sin embargo, bte desembarcó en una isla que había

cOlifundido con un proma"taria de fa orilla opuesta, )' sus hombres se vieran obligados a vadear este segululo ca"a~ a veces con el agua hasta el cuello.

LUGAR DE lA

MODERNA MUNGLA

~

ALEJANDRO

Batalla del Hidaspes: Línea de elefantes ~

....:-t...

, .....

Caballerfa macedoola

~

f

-""'c'" ~.

Caballena India

~ Infarrtetla lIldia

~

t..

!!.

'!:~~

..

~...................................................

.................................................. Caballería india

... Este diagrama muestra a los 200 elefantes dispuutos en intervclos de 100 pies. La distribución en cuatro filas. con Iln frtrrte de una milla de longitlld es hipatrtica. El propósito es simplemente ilustrar el papef de la línea 74

de elefantes cama. una fortalr..{J móvil. Esta servía a la caballeria e infanttria indias como un refugio al que podian replegarse, o coma una base desde la que podion efectuar talidas. Debido a la presión ejercida

arrojadi:.tts, la linea de elefantes quedó rota J contraida. lAs que buscaron refugio entre sus filas resultaran heridos entre fas elefantes en estampida. Diodoro y Curtio comparan la linea de e1f'falltel a Ima ciudad amurol/oda en la qlle .sus /OTTf'S se tiel'en a inttrv%s. Arriano dice que las compañitlS de infanteria indias tobresalian ulla carla distancia entrr los intervalos que quedaban entre los elefalltes. El diagrama

mNeslra lambibl a jinetes indios corriendo en hsca de rrfugio entre la lineo de elefantes, /HJro. esca/HJr dti violento ataqut de Alejandro y de C~no. por el ataque dt las arma.s


LA BATAllA DE HIDASPES

o El mismo Afqandro dirigiD a su tabaltma priNcipol m ti fado dencho; ti i:.quitrdo se mantU1.'O momtntaneammte. PMO dupuis del duembarr:o, Alejolldro fue alotado por la caballería india que ee ruha:.oda.

m

EL CRUCE DEL HIDASPES Maniobras en las orillas del río previas a la batalla, mayo 326 a. C. lfJ

Continuando su marcha n'o abajo al encumtro de

Poros, enconlro titmpo sufidenle poro dar descanso a sus hombres.

liJ

Poro, habiindost tIIterado de que Alejandro habia cr..:.odo el río cun sus luer..as, marr:ha a su e"tuentro dejando parte de su fuen.o, incluJendo

-

algunos elelontes para en/rentarse a Cratero. Alejandro abri6 la batalla con un ataque de sus arqueros monlados,

~

POROS

........

o

-

... • .....

-

.....

Mard1a de Poro~ al en<:uenlrO de Alqandro

Campamento bal.e de Poro~ enfrente de Cratero. al otrO ~ del no

EMPLAZAMIENTO DEL MODERNO JIHLAM

Río Hidaspes

• Veniones alternativas: ti rtiato de Arriano podría significar o bim que Cot'no se situD i"idalmente a ÚJ dtrecha del tjbrito de Alejandro, o que fue destatado para enfrentar$e al ala dtrtcho india. En tualquier caso, nos 1.'tmos obligados a hacer una gran cantidad de suposiciones que no están confirmadas en las fuentes al/liguas. Sin embarga, cama precedente del sinuoso recorrido realizado por Alejandro de deho. o izda., tt11emos el

cambio en el u.ltimo minuto, reali:.odo por iste de la cobaflería lesolia m lsso. Si inicialmente CotIla eslaba sitllado Irmte 01 afa du«ho india, debería haber sido visto por los indios anlu de que btos atra¡:esaran el compo de balalfa ., no tllando amena:.oban a la caballería de Alejandro. Es posible que isle utul,iera en un principio protegido por /ropas del ala i:.quierda macedonia, o por olgún pliegue de la orenosa l/arlUra. 75


LA BATALLA DE HIDASPES

La reacción india

Cuandu la Iloticia del cruce llegó a Poros, el rey indio no creyó que éste. se hubiera n:alilado con muchos erecti\"Os. ~ pell~<l que una futria mú\'il al mando de su hijo scría suficienle para arreglar la ~i­ ll/ación. Después de lodo. podía \ el' a los hombres de Cr¡llero. aÚIl '1C¡¡lIlpado~ rrelllt: .1 él al Olro lado del río, }' se imaginó que ellos tOnsliluían el ejhcilo prillcipal macedonio. Así lo había planeado Alejandro ~ esperaba que aquéllo C1'qcra. El de~taca­ mento indio enviado contra Alejandro eSlaba tolllpueslo por solalll~nte 2.000 efectivos de cab;¡lIcría v 120 cllúdrigas. Estas al menos son las ¡jft~clS esnita~ por el oficial de Alcj'lndro. Plolomeo, ) aceptadas por .\rriano. l:.n cualquier ca~o. la fUe'-l:.l de cUóídrig¡¡s fue puen.a en fuga inmedialamenle. con Ullas pérdida~ de aproximadamelllc 400 muertos. entre lo~ que ~ encontraba el joven príncipe. Los (aballos) las cuádrigas fueron en su mayoría GlpUIrado:.. Poros entonces ~c dio Ctlellla de qlle lIO lendrfa rmís remedio que ell1prender la marcha contra .\kjall{lro con la ma}'or parte de su ejércitO. Sin elllbargo. las lropa~ de Cralero. que preparaban ya el Huce e1t:1 río, no podían ser ignoradas, por lo que el 1"(:' indio dejó un pequeflo grupo de hombres par;¡ prOlege¡' la orilla juniO con algunos e1cfantt$ qut: e:.pcraba serían sulicientes parJ amedrelllar cualquier alaque de la caballerí'l macedonia. El mismo se trasladó con el b'.... ueso ele su ejército en busGl de AJejanclro: ésu:: esl:I1Ja compuesto por unos 4.0UO soldados de caballería. 300 cuádrigas, 200 e1efamcs }' 30.000 illl~lllles. La mayor parre dd terreno por el que marchaban era cenagoso)' dificil; sin embargo. enCOlHró llna llallura arenosa que proporcionaría a su caballería libertad de maniobra, por lo que se delll\'o allí \ se pn:paró para la batalla. L1 línea de frente indio eSlaba compuesla por e1efallles. colocados aproximadamente a intervalos de 100 pies. Dcrr.h de los e1elillltes r entre esos intervalos ,estaba la inralllerÍíl. protegida en sus expuesros llantos por la caballería y. además, pOI" cu,í(lr'igas de guerra ell ambos extremos del frente. CUllndo Al~jal1dro esluvo a la "i~la de la disposidóll india de bawlla, se delllH) permitiendo a su infan(cría descansar micmltls la caballería patrullaba a su alrededor. Pero antes de entrJI' en combine COllll'a Puros, Alejandro cambió el mando de las unidades de su propio cjércilo; sus oficiales de mayor graduación podían ser asignados de maneras diferellles, al no 76

estar su compctcncia individual limitada a ninguna arma fOmbalielHe específica. Coeno fue asignado para 111'lllclar la Gtlxlllería de Denlelrio. quicn fue probablemenle retenido como )o¡cgundo al mando. Selellco quedó encJrgado de los hypaspistas. perú los jefes de las falanges de piqueros er.m ahora rauron r .\nligenes. Dado que er.l posible hacer e:.lOS c.1mbios, es fácil \'er por (llIé er'l colI\"enieme ha· cerlos prccisamcllle en esle mOlllCnto. Combalir en una IMlalla cs una cueslión diferente a la operación de Cl"Ular un río. por lo que podría ser ral.Onable efeclllar estos cambios en el mando.· Poros disJi'ulaba de una abrllln,¡dora superioridad en dCClivos de inElluerfa. pero Alejandro te[lía \Cnlaja en I¡l caballería. En todo caso, la cueslión dcpcndía de ~i la caballería macedoni<l sería abordada por los defallle~ indios oblig-ándola a dispers.1rse en pleno de~l'dell, o si esra confrontación podía sc:r e\iwda..\Iejandro la e'ltó: inició la balalIa con un ataque dt.'Cluado por sus balle:.lero~ monlados. que produjeron un gran desorden elltre hb formaciones del ala ilíluierdil enemiga. Debe recordarse que las cu;ídrigas de Poros patrullaban en ambas ¡¡las por deJíllltC (k la caballeo ría, )' las del lado i/quierdo fueron seguramente las que soponaron el prime,' impaClo de los b¡.lkslCros lnonlados de Alejandro. pues, presumiblemcnle. ofredan grandes blancos a los alacantes. )a que cada cu:ídriga, SCgllll se cree. lransponalxl "t:i~ hombres. de los cuales solamelllC dos lIe"aban escudo. Parect: ser que el re" indio rcr:onsidcró el c1e~­ pliegue de su ejércilO, ra (lile inlemó l1ue su G1baIlería )o¡e pusiera al frente? (e las c.:uádrigas; sin embargo, Alejandro. COII Sil caballería f~ociada capj sobre los jineles indios del ala itquierda mienlras eslos esltlban aún d\"alll.ando en columnas" allles de que consiguiel<lIl desplegarse en línea de bal;llIa. roda el ala i7quierda de Poros rue ohligada a ponerse a la defensi\·¡¡. En el otro lado del campo. la Glhalleria del ab derecha de los indios hil.o lodo lo que pudo para sal\'ar la Silll'lción. Barrieron la planicie cemral para contraatacar el flanco de Alejandro. La previsible oposición de la caballería del flanco il.quierdu de la inC1ntería macedonia fue muy pequeila O estaba dcma~iado kjos para impcdir la maniobra india. Sin embargo. Ccono. el oficial de Alejandro, aCluando sobre el plan pre\'iamellle eSlablecido. se separó de los Olros Asociadas ). dirigió a su caballería en Ulla • 1'.11<1 ............ lnlcrprClolúmle, l\l- la. fuenle\ .UlllgUa!; Jil}bre l''>le Icma. Icr 1'. A. Bnllll.•Alcxand",r·, 'l.lIedolll¡ln {;;¡\¡llr.. en Thr jllunm/ (JI I/rl/rlllr '\Judlfl, '01. I.XXXI 1l. 1%3.


LA BATALLA DE HIDASPB

Inl\e<toria circular (probablemente al galope), para aparecer a la retaguardia del contraataque indio en su avance II'ans\-ersal del campo de batalla. Es posible que. con e1lin de efecluar e~ta operación, Cue· no pa..ara por 1:1 retaguardia de la infantería macedonia en pleno avance impidiendo que el enemigo pudiera ob~en al' ~ll aproximación. Lo cieno es que ap.¡rl::ciú ante ellos repentina e inesperadamente. cuando el ala derecha india est:lba ya casi enfrentada a bralo panido C011 los Asociados de Alejandro, En t.:se mOlllento los indios SI:: encontraban in1l1crsos cn ul1a b<llalla l:n dus frenles que no podían cvitar. Rt::.u:óonanlll dividiendo ws fuerzas)' oriellt:índolas en dos direcciunes diferellLes al mismo tiempo, contra Alejandro}' COl11r¡¡ Coeno. ESLO implicaba tener qlll: rcalil<lr algullos cambios. Alejandro giró repeminamenle hacia el interior)' les ala· ('6 mientras se encontraban en medio de la maniobra. Sin iluemar siquit:ra agUillllar el \'iolelllo ataque de la caballería Asociada. los indios se replegaron par<l prOlegen.e cntre los elefantes. La derrota de Poros

Fue entollces cuando los defanles demostraron lo que nl!í¡IIl. r\o se limitaron a su función pUl-<Imen· te dclensi\'¡¡, sino que ¡Ivanzaron rollU-d los inl;lTlLC~ macedonios, a pesar de la lluvia ele saetas procedentes de los arqueros y lam.adores de jabalinas, destrozando salv~jcmellte la falange de piqueros y pisoteando a los enemigos bajo sus patas () utilizando S\lS colmillos y trompas con una eficacia lal que segurameme se debía a su cl11rcnamienlO militar, Los jinetes indios recuperarol1 ~rH{)nces la con· fiallla e Iiiciervn una úllirna salida (Ontra la cabaIlGría de Alejandro, pero fucron repelidos 1l1l:1 \Cl rn¡h enlre los elefantes. En esta fase la batalla lt'uía IIn aspeClo poco usual. puesto que la caballería de ambos han dos, en lugar de estar distribuida en las alas, estaba concentrada en el centro. en una masa den~ , confusa. Sin embargo. el ,naque de los defal1le~ pronto perdió su fuerla inicial. Sm condllclOres eran tam· bién vulnerables a las jabalin.ls ~ flechas, )' los macedonios estaban en ulla situación que les permitía ceder ante ellos. cuando asi lo dictaba la pnldencia, para renovar la ofensiva cuando los animale~ estaban cansados. También los elef.lll1eS resultaban heridos con frecuencia \ enloquecidos hasta lal puntO que el'all incontrolablt:s aunque no hubieran perdido a sus respectivos conductores. La caballería india estaba, íI direrencla de los ma·

(edonios. acunalada en un ;¡r~a (¡Ida' el lllih pe· ljllt::fla enu'e los elefante.. , Er-:l una npcriencia ya tonocid,l en !;IS "lIelTaS antiguas <¡lIe los elefalllcs ;lIcmoril.ados \ de<;(;oJllrolado~ hadan tanto daflo a sus propio~'dueflos como al enemigo. En esta ocasión, los elerallles d~ Poros no fueron ninguna eXlcp<-ión: los indio~, aprctadl)~ \ amonlOn¡¡do~ entre aquéllos, eran pi~()teado~ \ aplaslados. ~licll+ tras lamo, la infantcría india, dcsprm i~la del apow dc la cab¡¡lIería, elef¡¡rlle~ () wádrigas. no podía ri\alilal' COII l:.t falange de piqueros macedonia cu;lIldo éSla av:.lm.Ó haci:t ellos con sus escudosjllllLOS,

Finalmente, cuando toda~ las armas del ejército de Poros quedaron extenuadas, aparecieron la caballería e infantería de Alejandro rodeando ~'cap­ tlll<llldo a los elefantes qut: habían qued'ldo reducidos a una funció .. cstiítica, dando golpes con las IrOmpaS) barritando en patética prOlt::lta, En eMa acción, la l'aba1lería india lue aniquilada como fuer· la de combate, v los hombrcs de Poro.. que con~i­ guieron descubrir una brecha en las líneas cl1\olvemes enemigas se pusieron en fuga. Sin embargo. la huida lampoco les S<lhó, \a que Cratero \ los Otros m:lcedonio'i esmcionados ('n la orilla oeste del llidaspes cn17aron el río cue'iC momento, ill\erceptando a los eXlenuados fugitinl:', Poros, un hombre gigallle~co. montado sobre UII elefante) protegido por un fucrte peto, había. a diferenci" de Darío. cOlltinuado combaliendo h¡I'i' la ellinaL Sólo cuando fue herido)' cayó des\ ancciclo abandonó la pelea. Alejandro en\ ió a ~u aliado, el re)' indio T¡\xiles, en persecución de Porus para ill\ itarle a rendirse, pero éste desde los lornns de su elefante amt:ll<1lÓ a Taxiles con ~u lanza h:1ciéndolc retroceder. Se t:nvió un segundo crnb:~ja. dor, clIras relaciones con Poro~ habían sido en d pasado mejores, ) el re} indio fut:: linalmente inducido a deslllontilr de su c1cranlc \ parlamentar con r\lt:jandro quien. lleno de admiración por tan \aliente enemigo. \ pi obablcmellle también alenlO a OU,IS considenlciones diplomáticas, le garallti· IÓ la~ honrosa:'> cundiciones que requería \ pactó lIna aliama con él. En la batalla ~ en la subsiguieme persecución ~c estiman unas pérdidas de 3.000 miembros de la c-dbaile ría india; 20.000 infamcs fuemn muenos \. todas las cmídrigas qucd¡uon deslr07.adas. Los e1efantc~ supeni,·ientes se transformaron en botín de los vencedores. l!na \e7 m¡ís nos queda la impre~ión de que las bal"lIas de la <lllligücdad eran una especie de a(olllecimielllo allt'lico \iolento, en d que la lIIa~a(re era el casligo por la derrota. 77


LA BATAllA DE HIDASPeS

... J. Los ballest"as mOldados de Al~ndro lanUlron llul'ias de flechas SOÓrt la caballería del ala iUluierda india. 2. Lo. caballma india, no dispuesta a pumanec" inac/illa como blanco inm6llil para /os ballesteros, salió para enfrentarse a ellos. J. Los Asociados de

78

Alejandro cargaron con/ro la caballen'a india mientras ts/os CClbafgaban 1'11 columna (es decir llllles de que pudiemll despll'garse), originando IIna gmn confu3ión entre aquillos. 4. La cabal/tria del ala d"echa india cabalgó transversalmente en apuyo de fa amenazada afa iu¡uierda

india. CotIIO a/XJ.rtáó illes/'eradlllllente para atacar a la cablll/en'a del ala derecha india por la ntaguardia, mientras ista se desplaUlfuJ por el Cllmpo de fuJtal/a.

..s.

6. Parte de la caballeria del afa derecha india 1lIl1o que separarse poro enfrentarse

al ataque de CoeIlO. Despuis de esta, lo caballnia india, combatit1ldo en dos frentes, fue obfigada a replegarse entrt los elefantu, los cuales a su 1Ie: estaban siendo atacados por los arqueros 'J agrianos de Alejandro, dando por resultado el desorden y la derrota de los indios.


LA BATALLA DE HIDA5PE5 <iIIII Un elefante de guerra i"dio $imilar o 10.1 uti/hados por Poros en el no Hidospes. (Dibujo de Richard Geiger)

Electivos indios y número de bajas según las principales fuentes de la antigüedad Efectivos que participaron en la batalla Caballería Arriano 4.000 Quintus Curtius Rufus no se propor. Oiodorus Siculus 3.000 Plutarco 2,000

principal Cuadrigas 300

300 aprox. 1.000 no se propor.

Elefantes 200 85 130 no se propor.

Infantería 30,000 30,000 50.000 20.000

Efectivos que participaron en el encuentro inicial con el hijo de Poros (¿hermano?) Aristóbolo (segun Arriano) 60 Ptolomeo (segun Arriano) 2.000 120 Plutarco 1.000 60 Qulntus Curtlus Rulus 4.000 100 Bajas Arriano

3.000

Olodorus Siculus

no se sabe

todo cuadrigas Muertos o capturados no se sabe 85 capturados

2.000 no se conoce

Oiodoro dice también que el numero total de bajas indias fue de 12.000 muertos y 9.000 prisioneros y que las macedonias fueron de 280 jinetes y 700 infantes muertos. El informe de Arriano sobre las cifras de bajas macedonias da una suma total de 230 jinetes y 80 inlantes muertos.

Batalla del Hidaspes: Táctica

Agrianos

Hypaspistas

Agñanos

Arqueros

COEN~,~I~

DEMETRlO EFESTIÓN

ALEJANDRO

o,. _ _-,-O.,,25~_-,-O.-,-5~----,O".7~5_----"1 Milla

Al ;.ro~ac:"'O )

(D

O

0.5

1Km

~

Elefantes

ttltlttllttttttlttttltttlt. ;

Cuádrigas

U~I~~ t

Gaballeria

lolaoteria

Caballeria 79


RETORNO A BABILONIA Alejandro hi70 de Poros IIn aliado}' le reconcilió

con Taxiles. Además de Hid<lspes, fundó dos nuevas cilldades, I\'icea y Bucéfala, esta última nombrad;¡ en honor de su bmoso caballo que había IlluerLo allí a causa de su edad. Dio a ~llS h()mbre~ un descanso de un mes, y en ese tiempo recibió refuerzQs de la~ tropils tracias reclutadas por su gobernador ell l<t lona cid Caspio. Al recibir noticias de desafección en AssacCllia, un terrilorio rnollLaiio.,o (1110-

dern;¡rm:llIe idelltificado por Bajaur y SlI'at), que había omquislado previameme en su marcha hacia el lal1e del lnelo, envió allí lropllS par,t rest~lb1ecer la situaóón. Pero Alejandro fue desafiado de lluevo por un se-

gundo rey indio 1l(l1llado Poros. (Cno sospecha que la forma griega de este nombre n:presenla 10 que er;¡, en realidad, un tílUlo indio.) Este segundo Poros huyó enseg"uida ante el av'mce de Alejandro, pero éste le persiguió ansiosanlente crulando el turbulento río Acesines (Chcn'1b) yel m,ís tranquilo Ilydraotes (Ravi). Esto le ocasionó un connic(o con la tribu de Cathaei, y las hostilidades subsiguientes requirieron de I1UC\'O que ejen:itara su versátil genio mililaL Finalmente marchó hacia el río I-Iyphasis (Beas). Se insinúa en las p<1ginas de Arriano que Alejandro tenía la esperaJlJ:a de llegar a la "Corriente del O(eáno~, quc según las suposióones geográlic:as de los griegos rodeaba la masa de tierra del mundo; sin cmb<ll'go, sus hombres cada vel le seguían COll menor erllllsiasmo. Al observar S1l fdgil moral, intcmó atraerles con Ull discurso apasionado; tras el prolongado silencio que siguiú a la or¡¡tori;'l de Alcj:l1ldro, Coeno, v;'Ilient.emetl(e, expresó el1 VOL alt<! la poca disposición del ejército para seguirle. Esto enfureció a Alejandro con todo el ejél'cilO en general y con Coeno en partJ<:ular, y permaneció l'CSCtl· ¡ido en su licllda durante dos días. Cuando vio e¡ue los soldados no lnOSll'aban ningún arrepcnlimien10 por haber herido su sllsccplibilid"d, se dio cuenta rle que, finall1lcme. había lIeg¡¡do la hora de cfeelU;'lr una 1Il.ís o menos eleganle retirada. Pero incluso cn el transcurso de esta retirad;! se produjerolllOdavía combates yocurricroll ;'Illll dra80

;'Alejalldro empleó ell SIl ejércilo )' tambibl reclutó diestros artesal/OS locales. El ad~e (en griega •.~kepanlOI/') fue IllIa htrramie/lta utilizada COl/stantemente. Su aplicacióll tll la construcciÓIl de barcos queda confirmada por esta figura, que recuerda COIl cuallta efectividad se collstruyertJll las flotas para cruzar los riM, des/ll{lIItelada.~)' tramportadas en .n!ccíolles duraute la campana india.

• Estas ilU.llmóa/les IIOS //Iuestran UII //Iode/o de sombrera //Iacedollio de ala ancha conocido como ~Causia~. l"a figura de la i:quierda procede de /lila ¡Iasija griega, y la de la derecha de IIlla medalla de Alejandro 1 de MacedOllia. VII sambrem similar, utilizada por ulra figura a caballo, aparel:e en las mOlledos de Filipo // de Macedollia,)' n' SIlbe que Alejalldra l/l M Magua) tambiin utilizó 11'/0 de estas sombreros.


RETORNO A BABILONIA .... EslflS illIslrncioll('$ de illslnmumlos qllirúrgicos

e

e.\lÓn ha,ladas

ell

las

ca/cecionl',1 de il/,l/fumen/a,1

cm:cJ/llradas en PnmpcJu, al/llque las ll.wda.l por /0.\

equipo." médicos dt'! ejércita

J. d

...

df' Alejandro /la pl/eden .I(~r muy di/crlmln. En la India, d /IIiml(} Alejandro hllhiern IlllU'Tlo probablemente, si IIQ huhiera .\"ido po.lible extraerle /lila pUllla de

flecha t'IIemiga qm' habia pelle/rado 1'11 Sil cuerpo. Algrmas tscri/ares relatull que esl(l opemci611 fue realiz(lda pur Criludt'mlls dI' Cm, 1111 lIIédico profesiollal. C1l11rq/le seglÍn utros rt'lrllos /l/lO de los guardaespaldas de Alejandro HItÓ fa flecha CO/l SIl propia espada (lf,1O disponerse de a)'uda médirn 1'11 e,~1' 1I/0mClllo.

'!

-~-....... "-

~

~~

llláticos sucesos. Alejandro se. vio implicado CI1 una guerra feroz conlra los ~Ialli, llna tribu del ",die cid Indo que había simpatiladú con el Cathaei. lmpacieme por el lemo progreso conseguido por los hombres que llel'aban las escalas tont.ra !;l muralla entmiga. el mismo .--\Jejalldro LOmó una escalera y

apareci6 al poco en las <llll1ena~ ~olo )" sin a)'uda, nli'cóendo UI! magnífico blanco recortado sohre el ciclo. I)flndose cuenta dI:' ~u CXpllCSt<l posición. ~;ll­ t6 hari<l el i1l1crior de las murallas de [;1 ciudad. desafiando a tmb la guarnición pdctiGlll1ente solo \ :;in a)'ucl:l IOdavía. Fut~ :lbatido y herido casi mort'llrnel1Lc. Uno de los oliciales * que le rescatú rC'sultó muerto. Con ti tiempo justo, los l11(lccdol1ios [()rzaron 1<\ pucna situada más ab;ljo. Alejandro ('~­ tuvO a puntO de morir en esta o/"asi6n, por lo que ln~ lJl;jcedonios. en \·('llg;lla, masacrarOll a lOdos lo~ hombres. mujeres \. niúo~ de la capLurada cilld<ld . .\'Iicmras se recuperab;1 de Sll casi l1\ortal herida. Alt~j'lIldro dirigió la (ollSlrucción de un<l gran flot,l en el H idaspes. )' al mando de c1b se abrió p;¡SO corrientc ab¡ljo hasla el Acesint::s ~'lillalmellt~ hasw el Indo. Consideraciones de índule política y miliLar le halJían I1lducido a enviar ¡l Cnuern \ el ¡"TUl::so de su ejércilo en la marcha de \ L1eltOl a casa a lra\"és de Arachosia y de la ciudad de Alejandría (Kandahar) que h<lbía fúndado allí. Sin embargo, el 1lli~­ mo Alejandro se vio inclinado;:¡ seguirle después de re'IEzar algunas t:xplorariones } descllbril11ienlO~. Rcunió a las tropas re~talltes y <l la nota ,l(ol11pa¡lame en Pattala. en la desembocadura del deha dd I nelo. en preparación para una doble expcdición simulLánea por tierra)" por mar. Antes de partir, Ale:;jarrdl'U exploró las dos bocas del I nelo. 1.;1 Ilola, que teóricamente hubiera debido n'lvegar a su ¡¡hura miClllras dirigía sus fuerzas terreSLres haci:l el oeste. se vio retrasada por el monzón, de !úrma quc él )' sus hOlllbre~ pronto perdieron conraclo con los buques que navegaban al mando tic su almir<llltC' Nearcho. Las tripulaciolles de Ne;lrcho se quedaban frecuelllClllCllLe alerrorizac!<ls por las ("(JIldiciolles poco f;¡lllibres del ()CéalHl Indico, que incluían fenómenos tales como * t::i;lc lUlO c\bro;a,: los ()In¡, d,,, ',11, ;,dol't's dt:. \1'·Fllldrn. 1"·II(t'S· l;IS v I.conl1;,IIl<. fl',;ron ;l',c('ndldo< , conde.orados.

81


RETORNO A BABILONIA

... El nucfl!tJ dell!jhcito de Alejandro I!J'Iaba cOlIslill/ido por los piqueros que combatian en llTla maciza falallge macedonia. Elle fafallgisID estó equipado COII un COIt:O de bronce ~tracio", /tn I*ta de bronce sobre su armadura de cuero Juno sarissa o pica de Jj pies. Contra fas erizadas picas de la fafallge macedOllia, la caballerra e infml/en'a persas ligeramellte orilladas da/wlI lUla pobre impre.IÍlÍIl. El enemigo lllri.! formidable o illlpresiollante al qrlf! la falal/g/' tUllO que enfrtlltorst fueron las conuntradas formaciol/es de elefan/es del ejircito indio de Paros. que desbarataran su cohuion inf1igiilldoles gran cantidad de bajas. (Dibujo de Richard Geiger)

mareils ) ballenas. Sufrieron muchas pri\"acione~ e inforlunios. r algunus barcos se perdieron. La fllcrza terresln: sufrió alm m,ís terriblt::mcllte, miClHras vagaba por el desicl'lo Gedrosiano {el moderno Makran, ho} aún desolado). Al principio IIcvaban consigo lujosos botines adquiridos en sus guerras del esle, así como mujeres) ninos. Sin cmh¡lrgo. prolllo tuvieron que quemar el bolín \ ma· lar a muchos de sus animales de c.. rga para utilizarlos como alimento. Aunque IOrlur¡¡dos por la sed, encontraron el desastre precisamente en una torrentcra. cllando lllla débil corriellle de agua les

... La figura dI! la duecha es Ulla amazOlIU. /al J como se representa en ulla vasija griega. Las amazonas, segun la le,'f!nda griega, eran UIlD Ilación de mujeres guerreras que perpetuaban m tribu medianil' conlat/os ocasionales COII las tribus 1'«illas. Normalmellte se Ins represelltaba veslidns como escitas, uno de los eunles se muestra aqui (copiado de un mármol Aeginetan] por razol/es de simple camparación. Muchas lryendas tienen su origen en

B2

las ha~I/as orientales de Alejal/dro. J SI! crt'e que nte se encontro a las ama;onas durante sus campañas. También se relata 'lile "/la tropa de //lujeres armadaí llego al campamento maerda/lio)' qlle Alejalldro. pemalldo que su prt'srncia ero perjudicial para el buell arden J la disciplina militares, las despidio con la pramesa ele qUI!, tal y como le hablan pedido, visitana a su reinn J le dada un hijo.


RETORNO A BABILONIA

hahía animado a levantar un campamento; un chuhasco illlprevisLO en las dista11lcs momaÚ<lS con virlió la pequeña corriente. sin previo aviso, en una violenta riada, j' muchas mujeres)' niílos murieron ahogados. Durante esta marcha se produjeron considerahlcs b~jas, tanto entrc los hombres como entre los animales. Los enfermos o extenuados eran abandonados donde caían, plles ninguno tení,l fuerzas panl ayudarlos o ¡ramportarlos. Cuando IIn viento "iolemo borró las referencias terrestres y la arCll~1 o(uh.ó las huellas, los guías de Alejandro, que no sabían leer las estrellas. le abandonaron. Ame esta emergencia, Alejalldro tomÓ el mando personalmente y, utilizando su sentido de la orienlación, dirigió a sus desesperados hombres hasta el mar. doude descubrieron un manantial de agua dulce en un;j playa de guüarros; abast.ecidos por una sucesión de manantiales de ese lipo, con¡itHlitron SLl marcha a lo largo de la cost;¡ durante siete días. Finalmente, Alcjalldro colltaet¡) con Crat.ero lierra ;¡dentro, 1,'1} Carmania (Kerm¡¡n); éste le proporcionó anim;¡le~ de carga y elefantes, 4ue fueron lllllY bien recibidos, por lo que el resto de la marcha se h if.o en condiciones relativamente civil itadas. A la entrada del Golfo Pérsico, los hombres de Ne;lrcho se habían unido a los rezagados de habla griega del ejército de Alejandro F. con un pequeilo grupo, e1llliSllll1 Nearcho se aventuró dirigiéndose hacia el norte para encontr;:;rse con Alejandro. Sin embargo, tras ese ellloóonall1e encuentro, las expediciones por t.ierra y mar contillll<lrOn por sep:lrado, Nearcho navegó Golfo Pérsico arriba primero hasta [a desembocadura del Eufrales y luego h¡¡sla la del Tigris, uniéndose fin;¡lmente a Alejandro en Susa, Los re1alOS dc la época acerca de la histórica travesía difieren nmpliarnente. I'ero lo m{ls probable sea que \learcho navegara desde la desembocadura del Indo al filIal de los mon7.ones procedentes del surOeste. en oCtubre del :;25 a, c., y llegara a Susa en la primavera del 32'1. EJI el (lltimo at''io de su vida. Alt:jalldro se enfrentó a un CllllounamienlO Ill,ís grave que la resis1c.nci;¡ pasiva a la que había cedido en el HyphClsiso Este ocurrió en Opis, aUllas ciell millCls al norte de Babilonia. El despido ele veteranos macedonios y el reclutamiento de persas en la falange h;lbían sido extremadamenle mal recibidos. Alej,melro t;.jcculó sumariamente a los líderes del grupo amolinado }' aplacó al resto con su vibrante oratoria. Pero sus actitudes cosmopolitas}' su política internacianCll siguieron ~ienclo en tocios los lllgares Llna fuente ele problemas. En su ausencia, se

&E/ arquero era e/lipo de illfaute mas co/lllÍlI del ejército indio qUI' :"e eufreutó a Alejlllldro. Eslaba equipado COIl UII arto de bamblí de grall lalllaíio )' polellcia, 1(111 allo COI/lO el miSil/O (lrquero )' COII lllla cuerda de CáliwllQ o fibra q/le podía lellHlrse has/a la oreja, Las flechas erall /l/u)' largas, de caña o de jUIlCO,)' eslabllll provistas de pluma.1 de cuervo. La.! plll/tas errlll de hierro y 11 vecc.{ de asta, y seglÍll algul/as fuentes

gril'ga:.' /Jodían llevar l'I:II('IIU. Arriano dice que el arco indio fra mu)' poderoso )' que ni los escl/{{o.' lIi las armadura:.' podian delt'l1er SI/S flechas. Algul10s de los oficiales de lliejamlro sostienen, sin l'/l/bargo, qlll' era demasiado pesado pllrn poder (lPl/lllar rOl' precisión, y los efectos pradllcidos por los arq/leros il/dios ell el Hida.l/Jes parete" haber sida ¡mea i",portallles. (Dibujo por Richard Geiger) 83


RETORNO A BABILONIA

habíall dado casos de cnrrupcióll ell el COril/Ón de fecicll1t'1lIt:'IILC establt:cjdo jmp~rio. Harpalo. ellcargado del con1 rol fisc'l!. habí¡1 .'lido h"l1ado culpable de grave.'l irregularidades \ hll\ó de la justicia a Creóa. [1 pnmer impubo de Alejandro flll' seguirlo \ detellerlo. pero ell~eguida lleg6 la noticia de qllt' el fu~ilj\'() había sido asesinado por .'lllS propios sllbordll1ilclos. ~ean ctlalcs luer;l1l los sCnlimlcJllos de los \IIacc~ donios. Alejandro nOl1lodificó sus planes de una fusión Ila<ional. Su ohjcti\o no era una sociedad mllltirracial. sino una fllsiún de CIIllUras. naci()ne~ \ ra7¡..... Como lol1lCIllO de cste idea!. ohligó a .'l\lS ofi~ ciales lllcKedollios a quc tom;¡rall esposas oriellta· lcs: nadie podría dcrir que no hailí,l predicado él mismo mll el ejemplo. Tambi~n hahía decidido halcr de B¡lbilllllia la Glpilal de Sil imperio.

.'ll\

\

, r

\

¡-

.'

&Alejandro t! a I'ert! ",presentado ataviado con uno pid de lf'fin, J f'sitls ifustroeianf'S basadas en bronce! ol/Iiguas mUf'stra" la mlll/,ra /'n qu, aquilla podIO ser ulili:ada. TllmbiNI SI' Illili~ahalr pieles de o/ros animales de la misma mandibulas mallero. abierlos dt fo piel

un

84

_.--.::::;:'

praporciollaban una aptrlura pam la caro del usuaria. El hbw anliguo Herad,s (Hircliftl) St mOllraba a t'tces t'tllido con una piel de lron. Alejal/dro prelf'ndllJ ser llll dl.'scetldil1l1le de flérCIIII~S )' es/nria ~;n duda orgulloso de veslir de igual mall/,m qu, Sil al/lrusar.

Parcce st:r que en la~ últimas etapas de su carreAl~jalldro se delcriOT-f!. siendo mas que IHIIlCI propenso a los golpes ('aprichosos \ a la '1lIloindlllgeIlLia. \ ieio) ambos que los griegos asoci"ban panicul.mnente COII el despotismo. rambien aceptó los honores clI¡¡:;i di\ 1Il0S que le fueron otorg¡¡do.'l por una adulador" diputación griega. QuinIs sus a~pir..ciones divinas habían sido estillllll¡¡d;IS en un;1 f"tcha anterior, COIl ocasión de su visita al oráculo libio de Amón. L.l fama de sus conqlliMas oriclltales se había extendido incluso hasl<l el ~Iediterr.ílle() occidental. ~ mientras se hallaba ccrca de Babilonia en el aflO 32-1 fue honrado por emb¡tiad¡¡) amiSI05;:IS procedentes de Libia. Cm·rago. bpaila r Galll. Quizás SI hubiera \ ivido nuís tiempo hubiera vuellu sus pensamicn· 1O~ a la conquisLa dd oeste. pero en esta l:por;( cs1aba planeando una c).pedicióll a Arabia. inspirada cvidentemente por el reconocimiento efectuado por ~earch(l. Sus preparati\"Os. parlicularmellle la COlhtl'lltción de una 110m para las operaciones en el Golfo I'érsico. fueron interrumpidos por:o.u muerte. que ~igui(¡ a 1111¡¡~ repeJltinil5 fiebre$, en el ai'lu 323 a. C. 1':0 nombró ningún sucesor. ~o era la prinlt:ra I'el q\le su vida había eS¡¡ldo en peligro dchido a la cnfermedad o las herida~, }' ell esas oca~ )ioncs antcriores nunca hahía mostrado ninguna inclilMcián él designar un sucesor. Dc hechu. en la b¡llalla la llluerte le había amenazado contiuuamt:ntc. aunque lal perspeCtiva 1I11nGI. aparclHemente, le había hecho pensar en la cuesti6n de la sucesión. SCgÚll Arrialll), CStll\(J imposibilitado para hablar dUr¡lllte [as llllimas \'cinlicuatro horas de su "ida: sin emb;lrgo, Curtio le represt'lIlíl ha· blando coherelltemcllte hasta los últimos nHlll1en~ tos anles de )11 mucrte. O bien no qlli.'lo sei'lalar un ~uce:o.or. o le erd indiferente. E.I resultado fue que .'lUS principales oficiales parcelaron ~u \ asto imperio repartiéndoselo entre ello~ mismos ~ sus propio~ )ucesores. que. como c;xlravaganles ~eilo­ res de la guerra, cOlllillllaron combaliendo ent re sí durall\e los dos siglos siguielll.t:s. Esw p()~ible' menle fuera algo qtle Alejandro había prc\istll y a lo cual estaba resignado. Qui7¡í la política no fuera tampoco su Il!Lima r¡¡7lJn. Los (¡himos años de su \ida arrojaron Ulla 1l1lC\a luz sobre 'iII caráclcr. \ podríamm colbider.ll'le como UII c).plorador obsesi\'o que combatió por todo el lllundo qllil.'í porque ésta era la (¡nil'¡¡ manera posible de explol"ilrlo. )' sus enemigos er¡1l1 simplemente ;Hluellos (\L1t: illLent:lban impedirle ir "donde quería cuando o dt:scab:l.

ra el car¡ÍlLCI de


DESPUÉS DE ALEJANDRO Filipo "rhielen. el hermanastro de Alejandro, <¡lIien }>t"I)bablt:mclllc había acompailado al t.i~rcil(l ha~La Asia ~knor en el <lilO :n'l a. e., e~taba 1:11 Babilonia a la mucrte de Alej;lIldru. El hijo de Filipo JI) su amante tesalia F¡lina. Arhic!co, era rccOll()t:idu g't:IlCrallllt:tlte «(lino el succwr leg;¡l allf0110 de ~Ia­ CCdl)llia. aunque su podcr enl tllCrillllenle nominal. Oe hecho era un ingenllo. In cual era un gran alti\o púJílim para el qtlc pudiera conseguir ~er :'>ll Finalmente Gl.\6 en las lllanu~ de ülim-

(u~lodio.

pias. la madre de AI~i¡¡lIdro. la ClIdl. <.:e10S<1 de su propia po:.tcridad. le hilO ,bc:.inar en el 317 a. C. II h~i() pó:.tumo de .\lLjandro COIl ROX:lllil. aún un ni'-lU, reinó a cOlllinuación COIllO .\Iejandl"o IV de ~Iaccdollia. Pero él \ Sll madre fueron a.'>c:o.in¡¡· do:'> ell el ailo 310 por Cassander. hijo del regenle .\lllip;ller (que había mileno en el afIO 319). CasSólllder se deshiLO sin piedad de lodos sus posibles ri\,lles. al \erse a sí mi:o.mo como el heredero llalu4 lal al trono de ~lacedol1ia. Si \;1 familia de Alejandro no hncdó .\Iacedonia, LatllpOCO !'.laC(·dollia IIt~redó el imperio persa. Los rcrriLOrios occidcllta!eJ; conquist<l<lm por Alejandro c:'>Laball, I::n el arlo 321 a. c.. h¡üo el conlrol de An· tíHuno, inicialmente gobernador de AI~j<lndro en Frigia (al noroeSte dd Asia ~lenor). !\l1lígono se consideraba a sí mismo como el único heredero de todo el imperio de Alejandro) r;ípidíltllClHC se de~· hilO de dos oficiales de Alejandro quc le disputahan Sil prelensión. I~I SU} o era el rn~ís fuertt' de IOdos los reinos sucesorios. pero lmí.<; tarde una COlUbinación de Otros dirigentes se al/ó contra él: Se· leuco. que gobernaba al eslc de Babilonia. PtolollIetl, qlle gobernaba Egiplo, Cass.:1nder en ,\lacedonia \ Lisimaco en 'Ir";,lci<l. E~l.:1 podeTU:'l<1 <Ilían/a comiguió la derrol.3 \ lIluene de Antígono en Ipso. en Frigia. en el i1Úf) 301 a. C. El resuhado fue (lue los reinos de los sucesores de Alejandro permanecieron separados hasta el siglo 11 a. c.. en que 11110 Iras otro fueron Glyendo b¡uo el podel de Ruma. El úlumo repreSelllall1C de h. dinalotía maccdoni:1 lije la famosa Clcopatra. amada por.J lllio Cés;tT· y \1;¡rCú Amonio. que se suicidó en el mio 30 a. C.

-

" u...

~

• Esta monedo u un tttradrarma de Stlturo J. qlliffl habla sido uno dt los oficialts mas importantes dI' Altjt",dro que oombatio tn ti Hidaspts. El rasro n un modtlo e1oborado dtl Atico )' ("ubrt las orejas. Las pituJs de los mejillas de ese ,¡PO dt rasro podían a nQ ser

"

mot'i/ts. En la fpoca de Alejandro St Iltilizaban roscos mas abirrtos para facililor la l/ilion J fa fHldkiOlI. El r('¡"trso mutslra 'lila l"irloria alada corollandQ un lro/ro dt armas )' armadura.

85


DeSPUES DE ALEJANDRO

La dominación milcedonia en el norOt:slt: de la India no sobre\i\ió mucho liempo la r("linula de Alejandro. El Punjah ¡ut: prolllO lomado por Chadragupla ~Iauqa. el re, illdio conocido por los gricgos como Sandr.l.kOlLO.... Sin cmba'"go. mientras dec1inab"l el poder mauriano. la India fue conqui...lada de llllC\O por los n:\cs de habla griega suce· sores de los gobernadores} jefes de guarniciones de Alejandro en Baclria ) Mgallistán. Eslos pelle-

lraroll hasta el valle del Ganges. aunque nunca con!;Olida ron esas conquistas tan al este. ~Iolledas con insaip<..ioncs en griego e indio son la prueba la c:\.islcncia de unos cuarellla n~)e... indo-griegos durante el tercer> "t:gulldo siglos a. C. LIlO de ello.... \lcander. que gobernó desde el aflO 155 hasta el ailo 130 a. c.. sobrc"i,'e en la lradición india LOmo ~Iilinda, Ut! sabio) jllSlo monarca que se cOlJvirtió :11 budismo.

... Trtradracmtu de plata romo ti qur sr murs/ra aquí fueron emitidos por ri prim" TalaN/ro de Egipto. 1·o1otnt!O. como uno de los oficialrs suptrioru dI.' Alejandro. le surtdio a su ,"uertr tI! 1.'1 gobitnlo dI.' EgiP/o. El, al igual que Se/euca, estuva rcm Altjandro M la batalla del HidasJWs)' derrotó a los elefan/tI de Poros. Su moneda, qUt se muestra aquí. Un/a aun el 'Iombre .rUtjfllldro. en el reverso. f)1 el anverso f1 casco. igllal que

86

la cabc..a de un elefalllt. es 1I11t1 dora rtmillisrenria del trofeo de la masrara de fe¡jll de Hirrllles q/.le aparect fr«uellteml'nte en 1'1 sis/I'ma ".onetario dI' Alejandro. Tambie" plll'dl' ,,'eT$t! el cuerno dI' marho cabrio de Aman, dillinli1:o pr-nonal de Alejandro. Qui:cis debenamos ver en la forma sinuosa dI' Jo trompa drJ efefall/e UII recordatorio dI!! emblema dI' la cobra ell la frel/te de Jos faraol/es.

... Es/a moneda de plata de forma r/.ladrada titile una inscripción en griega ('un 1'1 nombre de ApoIlodo/us SO/I'r. El rtIltNO IIn a una insrripdol/ asicitira. Apollodo/us era un rt!J gril'go de la dinaslla bartrialla que. siguiendo los pasas de Alejalldro Magno, invadió lo India en el siglo JI a. C. Lo historia 1I0S dire poro arerca de los mOllfrrcas griegos qlle heredaro'l las tierras conquistadas del extremo oriell/al del imperio

Persa )' IIl1d/ros conocimientos procedell ell su ma)'or parte de su sisltma malle/ario.


GLOSARIO En esTe libro se han evitado las palabras de glosario tantO como ha sido posible; sin embargo. más ah,vo se da una pequerla lista de palabras traducidas del griego. que el ¡ceLOr podría encotllr¡¡r en éste o en otros libros acero de Alejandro. Las forlilas se dan en singular en su mayor pane, pero los plurales en «oi~ o «ai,· son fáciles de reconocer. También se debe estar preparado para encontrarse con formas latinas, en [as que "OS», «oi", «<1» y «<¡iN se transforman en «US~, "i~, "C» y ~ae», respectivamente. También, "Parnlcnio,,}' ~Aristo» son formas alternativas de las palabras griegas «Panncnioll» y «AriSl.On». El griego «ei» en latín es «i». Por tallla, uno puede encontrar ~Clitus" así como "Cleilos», y también frecuentemente (desgraciadamente) "CleilUS». La letra "Y» liJe utilizada en latín para representar a la letra griega «upsilon» (en principio pronunciada aproximadamente corno la francesa "U»), pero alg:unas veces "Ll* susLituye a "}"" en las traducciones inglesas. «Agrianes» (cuaLro sílabas con una ~e" cona) puede representarse en los libros ingleses como «Agrianians», o "\'1alli,, ("oi~) tomo ,,1\""Ilifllls». Algunos nombres propios se dan en el presente libro en fortna eSp<lflOla. Filipo es por supues\O la palabra espat1úla correspondiente a «Philippus» (~os~) YAlejandro es la palabra espaflOla por _AJexandros». Los nombres griegos traducidos de obras procedentes de Olros idiornas (espedallllente libros guía) pueden Lener tralOS del original. l'vlás ¡¡ menudo que el inglés, el alemán rellejé\ la forma griega}' la pronunciación, prefiriendo la «k" a la letra lalina «e". Los franceses «galiciGlIl» más que nosotros cspailolizamos, escribiendo no solamente "AJexandre» y ~Phil¡ppe~, sino ~[)émosthenes" (tres sílabas) y ~Néarque». por no mencionar «Macédoine». Por cieno, «Macedon" en inglés se refiere más particularmente al eSlado político, ~Macedollia», al territorio O a la posterior provincia romana. ~Ma­ kcdon», en griego. es un macedonio. Agema:

Vanguardia. «Basilikon agema» (= Vanguardia Real), llonnal·

mente de caballería, también de hypa~p¡slas (ver más abajo).

Akomion: Jabalina. Basilikoi Paides: "Cadetes», que seguí'lIl a los re· yes macedonios en servicio activo. A veces se u'aducen como ~ p¡0es Reales». Son principalmente conocidos por su conspiración contra la vida de Alejan. dro en Baetría. Una llnidad de 100 hombres: Chiliarchia: una l<chitiarquía,'. Chili<irehes: Jefe de una "chiliarqllÍa»; tam· bicn utilizada para el primer ministro de un rey persa. Hetairas: Un Asociado. Los Asociados cr(ll1 un cuerpo de elile de caballería dirigido por los reyes macedonios. Algunas veces aparecen como "philoi» ell griego y se tra(~uce en espaúol COIllO «Amigos». Ultimamelllc una subdivisión de Hipparchia: los Asociados. Su fuerza numéri· ca parece haber variado con el tiempo. 1-lipparchos: Jefe de una hiparquía. In/ame griego que transportaba Hopliles: un escudo con reborde redon· do; un "hoplita". 11 }'paspisles: Infame macedonio annado con una Illllza )' un llamativo cisCO. un ... h)'paspista~. Los hypaspistas eran últimamente conocidos como ~escudos de plaLa». También se trad uce frecuelllemente como «Gllardias~. Ile: Escuadrón de caballería. Ilarches: El jefe de un . . ib. Kopis: Una espada conante. con una hoja curvada. que se diferenci<.l de 1<1 recta de dos filos y con punta «xiphos». Lochas: Una compaMa, subdivisión de un ",¡le». Long<.:he: Una lanza, más cona que una «sarissa» (ver más abajo). 87


GLOSARIO ~la(haira:

~lclophoroi:

I\:lllekonll¡ros:

l'cl1tcrcs:

Una C)j>dd¡1 cortante (= kopis). "POl"1al orcl. de manzana~•• palabra griega p~Utl indicar guaruia real pel-S<I con bolas de COlllltlpe'i0 en 'us lanlas. (o .. pclt<l.) L 11 escudo peqllt:flO} lig:Crcl de piel o mimbre. Originalmcnle. un soldado de escaril11l1l/as ligeramenle armado. con pella. aunque posterior. mente en el siglo I\', rn:cuenlemente equipado m;ís pesadamCllte. L na galera de cincuenta remos. Qnillljucrn:lll\}: una galera con (inco liIa~ de remeros en (",Ida

Sarissophoro~:

Satrapes:

Su¡dion:

LlIlcero. En el ejércilO macedonio (= prodromos = explorador lancero). ...Sátltlpa... rorma griega de la palabra persa que significa gobernador pcrS<t. .. Estadio•. ~ledid¡¡ \ariable griega. aproximadamente igual a

600

pit:~. somatoph~lakes) dae~p;¡ld¡¡s.

~olllalOph)'lax:

(plural

S}'l1aspi~mos:

Form:lcibn cen<:Jda de la falallge. "escudo ClIlltra c.. cudo.; ¡l menudo traducido corno «escudos hloquca(llls•. Unidad milita!' en scmidlJ general. pero aplicada nonnalmcnte a las unidades de inrantería ell panicular; ¡I menudo traducida como ..batallón •. Cuadrirrcmo: galera con CUillro lilas en cad;] lado de cada sección.

Taxis:

Guar-

PC/clairos:

lado de (ada ...ección. 1111:lIItc macedonio. ..Asthetai-

-1 ctrercs:

Ph,llanx:

mi. eran los reclutados en bs liudade... en H:L de en las locali<hu.\c) rurille.... Línea de batalla. Iínc;:¡ de inr.mlería. ulili/;lda CSpcci,llmeme en lo:'! rc1altb T1ltKiernos paril deno(¡Ir 1<1 densa Iínt:a de piquero:'!

Thorax:

Ilelo.

r,"ia1..olllOros:

malcdonio)_

frieres:

Galera de ¡reillla remos. Trirremo; galera con [res lila:¡ en cada lado de clda sección.

I'rodromos: Sari~'ia:

E\plorador (= sarissophoros. es decir. cxplor<lClor lancero). Infame piquero o lancero de ca· ballería (más espeólicamcnle; "'iari'ia.).

, ,

88

L'IWI.

.. [,os escudos griegos J macedollios. aparte de algunas fijudolles de brOllce, estaban cmlSfrrlido$ dI! materiales perffederos, pero IlIles/ro COnfx:imien/o sobre ellos está basado prilldpalmflltf' en repN'srmfuriones que hun sobrclIil'ido. F.f escu.do macedonio era mas pequf'ño J Ii~ro qUf' el del hoplita griego. Sf' sujelaba por medio de UlltI tlbra:ndera /Nlrtl ti alltebrtl:n J. probablemente. por u/la cinta alrededor del cuel/o J del hombro. Df' esta forma ambas mallos quedaban libres para mallejtlr lo pica macedonia (Stlrissa).


LOS CAMPOS DE BATALLA HOY [rH.lcptnditllLeméllIC del río LU1TO con tl que se quiera identificar el Gránico. la ciudad de DiIllCLO~ ka cst,í probablemente cerca dd Jugar de la batalla. El v¡,~jcro que llegue a Estambul por ría aérea puede también risitar el Museo de ESlambul, que COIltiene el famoso sarcófago de Alejandro. con reliev(;s esculpidos que probablemente repreSenLall 1;1 batalla del Gránico. Debe tenerse en cuenta que Erdek (un lug<lr turístico tranquilo ~illlado en la costa Sllr del lIlar de ~'lánnara) está a una distancia de cillco horas por !llar O por carretera desde Estarn~ bu!' Dimetoka eSlá situada a 35 millas al oeste de E1'dek. La batalla ele [sso tllVO lugar en lo que hoyes un pequclío distrito administrativo turco (isanjakl). de nombre lskandcrun, tomado de la (iu(bd 11llís imponlHHe. un puerLO de lllar próximo a la rrOlllera siria. ~lsbllJer» es a la vez la palabra lllrca y árabe que :.:ignificll Alejandro (de aquí el nomb!'e). Iskan· derull, arlleriorlllente conocida en Occidenle como A!cj,llldreua, era la ciudad que rundó Alejandro lras la campafla de [sso. El canlpo d(~ bat;llla de lsso queda a unas 20 millas nl<Ís al norTe, probablemenle en d río Payas (el Pinaro de nuestros antiguos le'nos). Pero hien sea Paras O Pinal'o, el curso del río ha cambiado inevilabíerncnte desde el aún 333 a. C., así como la Iíne."l. de co:.:1.a adyaceme. Tiro está en la costa :.:ur del Líbano. Hoy día ya no es 1I11<1 i.~la. al haber sido unida con tierra firme pllr el seclor donde Alejandro COnstruyó el muelle. Hay tlIultilLld de ruinas antiguas. tamo en la isl;¡ origill~lria C01ll{) en la (;osta, pel"() no son los restos de la ciudad fenicia que resistió a Alejandro; la mayoría de ellas son de lechas romana o bizantinil. En

épocas más pacíficils se podía Ileg"ar a Tiro desde I:kirlll o ut!\t1e Israel. Nuestra sugerenóa, bo}" por ho)', es que csla visita Sea pospuesta. En lo relativo a Caugarne!a, se ha de tener en cuenta que Bagdad es un aeropuerto imcrnaci01Ull. btj conect;¡do por rerrocarril con !\'Iosul }' (median' te raíles de un metro de anchu) con Kirkuk }' Arbil (Arbela). Te! Come!. que ha sido identificado con Gaugameb. el lugar de la victoria ele: Alejandro. queda aUllas 20 millas al noreste de i\'losul. Lr llegada al campo de batalla se !ite.:i[itaría si se Lienen ml1fxill'lientm del idioma ¡írabe, En el momcnlo que esto ~e escribe, se podrían CllCOllu'ar dificlll[ade~ para conseguir un visado ele enu,¡d<l para lrak o Siria, Los PUlltoS m,ís rele\'alllcs de la ram palia india de Alejandro han sido erróneamente situados por algunos escritores. Los ríos del P1l1~iab han "ariado en gran medida sus respectivos Cllrsos desde la época de Alejandro, con las correspondientes tl'anslormationes en el terreno. Toda la zona cae hoy den· t.ro de Pakisr;íll. Se ha desilrrollado el turismo en esta área con mucho entusiasmo y a Taxila, con su imponante museo arqueológico, se puede lleg¡lr desde Rawalpindi por 111inibús. EllllistTlo Raw;¡lpindi está en el cor¡Uóll del ~país de Alejandro», Isla· tTlabad-Ra\\'alpindi es Ull illlponall1t aeropuerto pakislaní. solalllCfllt superado por el inl('rt1aciona! de Karachi. Ténga:.:e en cuenta que se h" puesto lodo el posible clIid;l{lo p;lrtl comprobar la precisión de la infárlllacióll que se aquí se proporciona en el 1110lllelllo ell que esto se escrihe (enero de 1990). Puslel'iormellle {l esta fech;l, llO se puede dar ninguna gar'111tía.

89


CRONOLOGíA 336 a. C. Junio:

.he~illalO

de Fílipo. Accesión al

lrono de Alejandro.

335 334

353

332

331

330

90

Otoño: Alcjandm gobierna en Grecia. Primavera y Olono: Guerra contra Ilb tribll~ balcánicas. Octubre: Destrucción de Tebas. Mayo: Cruce dd llclcspomo. Mayo o junio: UataHa del Gránico. A finales del \'crano: Ocupación de las ciudades asi[¡licas grieg-clS. Asedio de ~li-

l(:lO} I-Ialicarnaso. Junio: ,\Inerte de ~Iemnon. Abril a julio: RecollocimielHo en Gor· dio de .\Icjandro. Noviembre: Batalla de Isso. Enero a julio: Asedio a Tiro. Septiembre a no\'iembre: Asedio ti Gala. Diciembre: Emrada en Egipto., Julio a septiembre: "¡archa al Eurrates. Cruce del Tigris. 1 de octubre: l~at¡¡lla de Gaugamela. fluida de Darío. Enero a mayo: Ocupaóón de i\lesopowrnia y I}¡¡bilonia. Mayo: Derrota de Agis por Anlipmer en i\'legalopolis. Julio: I't::r~ecución y muerte de Darío. Octubre: Ejecución de Filmas y asesinato de Parmenio.

329 328 327·6 326 326·5

325

324

323

Verano: Capnlrtl de 8cssos. Invierno: Derrota }. muerte de Espiramenes. Invierno: CampaJia en el noroeste de la India. lIefeslion en el Indo. Mayo: B<ltalla del lIidaspes. Verano: Avance al i-liphasis) relirada. Invierno: Guerra contrd los )'Ialli. Alejandro se recupera de una herida Glsi 111 ona!. Febrero: Alejandro reúne a Sll~ fuerzas en el Indo. Junio: Cralcro marcha hacia el oesle. Finales de agosto: Alejandro marcha hacia el oeste. OClUbre: t'\carcho 11<1\ ega hacia el oe~le. Diciembre: Reunión con Cralero en Carmania. Enero: Reunión con :\earco en Carmallla. Febrero: Segunda reunión con Neareu a la entrada cid Golfo Pérsico. Verano: AmoLillamiellw en Opis. Otoño: Mucnc de llelestion. Alejandro en Ecbmana. Abril a mayo: Alt.:jandro se rClme con t:l grueso principal del ejérciLO en Babilonia. 10 de junio: Mucne de Alejandro en l\abiloni<1.


JUEGOS DE GUERRA SOBRE LAS BATALLAS DE ALEJANDRO El recrear las victori;ls de cU<llquicra de los Ilama~ dos _grandes Capil:lllt:). de h. hi'SLOria COJIIO juegos de guerra es. como mínimo. un rew al ingeniu del organiLador. si se quiere con~guir al mcno~ un pequeiln parecido con los sucesos histórico.!> que :.e pretende representar: icwílllO m¡ís atenradora es esta pel'spet:liva clIando el pcrson;tie es Alcj¡llldro

r[[ de !\-laccdollia! La ¡alta de espacio solamente nos permite una bl'el'c disCllsión de las dirercTllcs estructuras de juegos posibles) unas sugerencias .teerca de la~ reglas. (Esperamos que los lectores de

C;:)lc libro se ha\"an SC'llIido inspirados para des,arrollar e~b idea'S por si mismos.) Las batallas de Alejandro: Juegos de guerra convencionales

Las cuatro grandes \'¡rtor¡as de Alejandro: Gr:ínico. bso. Gaugamcla e Hidllspes. fueroll ejemplos de batallas que J>llcden ~r lllililad;h como guiones para juegos e gueml del tipo -cuerpo a cucrpo.. con soldados) lerrenos en miniattlra. en los qm: participen dos o más jUg<ldores. El -hard\\:Ire~ de taJes juegos ptlede conseguirse /iícilmcllle: figllra~ ¡ldccuad;L~ exislcn en lodas las escllas estable,idas (2,) mili. 15 llIlIl r nlllm) de Ull gran nÚlIlero de fabricantcs de los que se anuncian reglllarmeme en las public~lciones dedicadas a cste clllrclCnilllicll1o; c1telTeno puede impro\ isarse extendiendo manttb ,obre libros. rt"Cortes de llladera. pcqllcilas cajas de Gmón }' articulos similares. o bien puede ser conslruido clIidado."llllelllc a panir de I:íminas de poliéstrcllO cxpandido, para adecuarsc a los wlllOr1l0,~ del GllnpO de l);llalla elegido, diuH.lolcs lextura COll reso mal e 1) masilla OIY,}' pintados con tolores al agua. El período "allligllo" ha sido desde hace liempo I1HI\ popular entre los alicionados a los juegm de guerrA debido, en no pOGl medida. a las publicaciones del Wargames Research Group, como la popular de bs Anciellt Rules, La mayorfa de las regla~ de losjllego~ de olros fabricanles para CSIl' período siguen un formato parecido. Al haber sido diseiladas para cubrir los cambios en los tipos de

guerras durallll: varios llIilc~ de ailOS. ¡,:tnlO para competición como panl el juego "amistoso... , lales reglas tienden a ser ('QlllpleJas. legalistas en dlono , diliciles de asimilar para los no iniciados. por lo que CSlOS juegos tienden a ser ICllIos' complir¡¡dos. Sin clllb.argo. recientemcme. \\'argames Research GrOl,1 p ha publ,icado ti n jlH'gO d~ regl<,ts r~di~al menle cliferellle, ll\tllado "De Bclhs Arulqllltall~», (Ille permite que incluso jugadores inexpertos pue(;ln enl:lblar grandes combates en p'lrtidas de dur;lción inferior a dos horas. Este sistem;¡ cré:l una repl(-'sClllaóón de la balalla m:IS bien cSlililado. militando Simples lllt.·Cll1islllOS (IUC pcrmiu:n ,1 los jU~ldo­ res wncenu<trse en las t¡íCliC\s. en 'el. dc lener que I~ll:,car en los minuciosos \ densos libros de regla'>, ESla parece ser la mejor elección para aquellos que quieran recrcar las batallas de Alejandro sin lener que aprender reglas muv complejas o tener que di. señar I¡¡s su~as propias. Si solamellle participan dos jugadores, eSIOS de· ber:ín tomar los papeles de Alejandro \ su opollcn· te: si ,·,m a jugar más. se puede represemar a los jefes de las alas de los dilcrellles ejército'>, e incluso :l los de las unidades indepcndielllcs. t\rrinconar a lllUI fuerza persa con sus respectivos jefes de unidad, enfrentados contra los macedonios mandados por sólo dos o tres jugadores (Alejandl'O. Parmenio \ Cnllero). podría renejar 1.1 ma~or cohesión de los macedonios" los problemas de {cner que colllrolar el ejérrito políglota de Darío. Cuanlos más jugndorcs participen. llla~or scr.í el énfasis en el mando \ cOlllroL en lugar de en la explOlacióll de las reglas. >' la ('arga de administrar eslils Últi111,lS quedará reducida a los participantes indi\iduales. El organizador del juego debe decidir si ofrece a los jugadores los deS<IlTollos históricos de los ejér. citos enfrentados o les permile adoplar sus propias dispo,iciones \ L.;íclicas. En este último caso. la bat¡¡lIa resultante sólo se parecera a la original en el nombre. pero puede satisfacer los deseos de los jugadores de prohar su propia habilidad láclica, Otra posibilidad (·onsistc en probar las reg]¡ls simulando las maniobras originales, para descubrir hasta qué PUllto los resultados se ajustan a la realidad (una 91


JUEGOS Df GUERRA SOBRE LAS BATAllAS DE ALEJANDRO

experiencia saludable para los que creen que 1.\ batal];l puede ser simulada solamel1le mediante principim lnalCm¡íticos).

est,ldo mayor con sus oficiales (particularlllellle Parmcniu. cuya experiencia ) caulela actuaban como Lln comrapeso a la preferenóa de Alt,jandro pOI 1,1 ,lCción ínl1HcdiaUl) osada), seguida por Id re Batallas de Alejandro: Liderazgo heroico pano de 6rdcnclI y di:.posiciones detalladas; un" marcha de aproximación; ". finalmente. una Glrga Como IC\ de una ';ocieciaci que CI-<l .. \lejandro lm'O fromal.al bulto. ,llmilndo de su:. .-bociados COlllrd qUl' Ill.inlener su <Il1loridad mediante nllle~lras COll- el jefe enemigo \ !lIllS ¡ropa:. de elite. una \el. que lillt1a~ de \alelltí.l l'n 1.1 aO.ión. dando ejcmplo en sus fuer/as ligeras han e!lltablecido el contacto. Cad.. plcno wlllbalC paril inspirar a ~us hombres a com- ulIa de estas fases puede ser recread.l" su U'l pilra batir con la mism.1 energ-ía. ~u ..heroico lideJ<lIgo,. reconstruir una impresión gene::ral de una de la~ badescrit() lall apasilmadamenl,e por John Keegan en tallas de:: Alt;jandro como una serie de "iúelas. "1'1/1' ¡\/rd, (JI COIIIII/(llId. fue al Jl1i~IllO tielTlpo Ul1 proLa fase de reconocimienlO comienza con un dlluo de la culrunllllace(\oni;l) una il1tcligl'nle res- mapa del área, dibujado no al estilo cunvencional put:sta a las condiciolles prc"aleciclllcs en el C'"<IlTl- lllilil.ando símbolos modernos. sino como una repo de bmalla; stÍlo estando ccrGI cid lug;u de la ac- prescnlaLi6n pictórica simple del leneno. sin ¡~itl~­ ción podría obscn'ar .\lejandro lo que eaabil suce- L;lr:lC rígidamel1lC a la C'SUlla. Sobre eSle mapa. el árdiendo COII ti licmpo slIficielllc para reacCIonar a bitro c'l.tiende UlIil hoja en 1,1 que UIl ;Igujero circulas e\entualidadell. dado que bl! órdenes a ,i\',1 \OL. lar representa e1lílllitc de la \ isiún desde un plllUO trompetas (ambas e'i.lrcmadamellte dificilc... de cs- prollllnelHe. l,ll como una colina. o en campo abiercud1<lr ('ntre el da mor de la balalla a colla dislan- lO. ~Ilclllras los jugadorell que rcpre:lCntan a los exd;¡)} lo... gestos eran .'>lIS ltnico~ medios de 1Illllulli- ploradores de Alejandro. o al mblllo re}. a\allLaIl GKiúll, Eligir ~Il lugar en la balalla al frente d~ las cabillgando. el Ílrbilro lllueve I;l b(~ja, con lo quc la lroP;lS p.lra at¡Kar t:'11 el punto crucial de la línt.:a apertura nlllCslr<l en cada Illomento lo que ellos enemiga. Siglliliclb¡l la fll:rdida dd control dd res- pueden \cr. Esw debe ser recurd,ldo duranle lIU in· In de la batal!;\. <lllc t('nía que ser d~iada en manos cursión: pero no puedcn hacer bocetos ni wm:lr de sublH'dinados de collliaOlíl \ bien inslruidos. re- notas hasta m¡í~ larde. Los jugadorc~ Se reúncn dc:.nía (lile luchar flor "U ,ida junto a ~II~ asociado~. ro- pués dd reconocimiento para comparlir ~Ull descudcado por el cao~ del comb¡ue cuerpo a cuerpo. brimienlos , comuniGÍrlltlos a ~\lej¡¡lIdro. Lo~ Jue:\ ingu no de los jut'gos con\ cIlCiunales en los que ces delx:r.ín dar las distanciall en _(lamas) horall iI dos o m:íll jugadore~ lllunen las lllerza~ en minia- caballo~ o _un día de marcha_o Ln¡J \"e/ que el enellli~o ha sido J.\'ist'ldo. la actura mirando haci" la mesa desde las ahur¡¡~ del Olimpu. puede recrear la pcrspcc!i,a de Alejanc!l'O. ci6n se puede 1r.15ladar al lablero; sin embarg-o. no Se requiere udli!.ar un método allernalivu p:1I"a debe permitirse que los jug¡¡dorcs vean el terreno (,()llseg-uir la impresión de 1IllS sensaciones <::11 la ba- desdt: ¡JlTiba. En su lugar, se les d<:b(' oblig-ar a \ el' talla. A tiu d" conseguir eSle t:f~cto. el organinldor el terreno en miniatura desde la posición sentada. del juego podría colocar a Icls lücrzas opuesta... dcs- (Ull los ojo., a ras dd borde de la mesa. para simular la perspeCli\'iI de los oficiales sobre el terreno. pleg<.da~ históriGllllCme h¡ti0 el control del ¡írbilro. para ~egllir sus maniobras originarias (...ujelas a Sol;llncl1Ie la~ flltl7a.) enemigas que son c1aramenGllllbios en rcSpUeSI¡1 ¡¡ las accione... de los jugado- le \ illibles deberi¡lll ser colocadas sobre la 111('5.1: terc~). miemras un equipo de jugadores repreSClIl¡¡ niendo en cuenta que el ojo a lIilllple \ iSla (no haa .\Iqandro \ a sus subordinados (esta estruCtura bía ..gafas en pel'llp('cli\"a~ en aquellos días) liene die... cOIux:ida COtllO -~lulti·Pla\'er Solo Game" Uue- ficultad ell disling"uir los detalles dc la unifill'lnidad. go de Varios .Iugadnres para Una I'ersoa) por los e incluso en dilcrcnó;ll' la caballería y la inl;tlllCría lIliem!Jms de \\'arganw Deve1upmc11l.s. En lllgiU' ¡¡ distancias superiores a unas cuantas yardas. los de una colllpetición. el juego se conviene en un jucces deberán indicar simplcmelll.c las posiciones ejercicio para crear la a1lllóllfcra r el estado de in- de las grandes li)rmacioncs de tropas sin hacer más credulidad en beneficio del jugador que represen· comelltarios. 1\ continuación, los jugadores se rCltll('ll para la ;1 .\Iejandro. L1 lécniGl de mando maredonia puede di\ idirse analizar la situilción. El org-dlliléldor del juego pueen cuatro f¡¡ses diferenlcs; un rCt:onocimienlO de la de corH'crtir esta ti.se en un pequcflo -juego de wfucrza > posición del encmigo. personalmenle y mité.., dando a cada UIlO de los subordinados IIn mediante exploradores mamados: ulIa reunión de PUllIO de \'isla personal que debe presentar, y las 92


JUEGOS DE GUERRA SOBRE LAS BATALlAS DE ALEJANDRO

..Condiciones de la Vinoria- que le recompensarán eo propon:iúll a lo quc su opinión prevalezca en los planes definitivos de ,\lejandro. [ljugador que tollla <:1 papel de .\lejandro liene, por supuesto. libertad para accptar o recha/ar el consejo de su~ oficiales como cre¡1 necesario. pero debe dar las órdenes , dispI)siciones para la b;ualla demro del tiempo limite establecido por el orga.nizador del juego. L nd 'el se ha",l iniciado la balalla es eXlremadameme improbable (a causa del estilo de mando de Alejandro) que el re} ahere sus órdenes o disposiciones de otra !llallera que no sea mediallle su illlefH:oción per:>ünal. cabalgando, pidiendo ;¡ las lropas <luC Ic ~i~an. COlTicndo 1111 riesgo per~onal. L 0.1 \el que los jugadores han desplegado sus ruerlas sobrc cl tablero. si el e~pacio lo permile, o en un mapa e'<¡ucnl<Í1ico dibujado por los jucces. comienza la marcha de aproximación. ,\lielllras el ejércilO macedollio se acerca al enemigo, los jueces pueden propornonar a los jllg;ldores información adicional 'iObre lo que aquéll()~ pueden \'er del terreno \ del cnemig"o. \ sobre cualquier mO\ imien10 que pllcd;ll1 rcalilar las lropas enemigas..\lejandro pucde ;~U~I;U" Sil de.':lplieglle v u órdenes a la hll de e~ta inlonnilri6n. Los jueces deben rccordar que el mm imiento de sus propias tropa~ creará Ulla nubc de pol\'u que tardad algún tiempo en disi,ar"C. oscurecicndo Sil visión del enemigo. ESLO de)críil impulsar a :\lc:iandro a detenerse cerca del c:jl:rLllll cllellligo el lin de e.~perar;¡ que dislllinll~a eS;l impenetrable nube de polvo. a fin de poder apreciar los indicios de lillta de decisión o vulnerabilidad en las lila~ enemigas. La l'dlima rase del juego es 1" batalla propiamente dicha. Lo~ ,id\.:~ suhordinarlos pueden Cümrolar p{~l'snnílllllclll,C sus propias unidades O se1C'ccionar las órdenc~ 0porlunas de un Tllenll en el que ligunlll las ¡l("tinlll~S posibles. y dejar el Illo\'imicmo de las tropas> la decisión del combate a losjueu:s. Este úllimo sistellla lue lltililado por primera \'el, con éxilo. para el lllegajllcgo del \\'argalllc De\'c1op. menLS sobre la batalla de Nm·i. 1799. Yha sido freCllelllClllcllle ulilizado desde entollces. Tiene la \elllrUa de que eSle jucgo es accesible para aquellos jugadores que tienen algún conocimiento histórico del periodo. pero no lienen experiencia sobre juegos de guerra ('ti general () ~obre un juego de reg:las en particular. } es más realisla porque los ju~ gadores toman decisiones aUlénticas en el campo de balal1a. CIl \el de conCCIllr.lrse en e;Uculos matem¡Ílicos. Alejandro. mielllra:. ¡¡II\IO, tl<b lanzar a sus.\soci;¡du~ a la Glrga. M::r.í 's<Kado de la mesa de juego

l

para rcalizar 011'0 juego independiente. basado en m destrela en d combate personal. [Ijugador habrá recibido un .Pedil Per~onal-, simil¡¡r al de los juegos Famas) Role PIar. con calificaciones para "Equilaci(jn- (sin duda e'cclellle~. teniendo en cuenla la hisloria de Sil dOllla de Bucéf:llo), .. DcsIrela con las Arma:)" (sarissa ~ espadal. e~pacio:) para anotar la~ .. lIerida:. \ Faliga- propias \ de su mOlllura. \ Ull e;1l.<Ílogo de acciones posibles emre las (lllC elegir en oda uno de los turnos. Cada acción \ lurno en el combate lIe\,lrá una las.a adecua· da de .. Fatig;.I-; cu:mdo ~ alcanla un IIlllllero de plintos delerminado. Alejandro '0 Bucéf.i1o estarán cmsado, \ dl'~pllés e'\hallstos. con consecuencias en ~u futura aCli\ idad. I.as heridas. delermmadas por los dados para descubrir la nalllralcl<l de la herida \. parle del cuerpo afcclada, lambiéll aumentan los .. Puntos de Fatig;:l" del jugador. de acuerdo con lIna 1;:ISe1 predeterminada. Cuando el nlllllero de éslOS alcal1la el máximo po..ible espeeiflúido para el re~ \ o ~u mOntura. él t) el cab¡¡llo cael<1n. nwcl"to:) () in(omciellte~ (algunas heridas. pUl' ~tlplleSIO harán morir O produórán la incapacit¡¡ción inStalll,íneamcllle). Durall1e el combate, los d:.tdos dctennin:lnín ,i Bucéfalo se espanta. retrocede OCtll', en cu)o momelllo .\.I~iandro debe acudir a toda su sabiduría en equitación para COlHro~ lar al aterrori",do ;mimal, o nitar caer o ser apla~­ t<ldo si aquél Gte. En (a~() de que ~('a ar["{~ado o ca)'era. el jugador debe hUllar el dado para descllbrir la ~eriedad de sus heridas. utililando la misma ..Tabla de J leridas- qUI' panl el combate personal. Si HllriJII/O ~e deshoca, el dado decidid la dirección que lOmará ha~la que pueda ser conlrolado de nUl:\'I). l lay cli\'ersil~ mancras de representar el combate cuerpo i1 cuerpo. rOl! espada r con lanza. Una de ella~ cOll~i~te en asignar un fanor nUlllérico en .. Destreza de ArlllílS_ a ,\I~I'¡lIldro )' a cad¡¡ uno de sus adversarios. resolvicm o los combates comparando el rcsultado de lllllltiplicar aquel factor pOI' el número que ha}a ap;¡recido en el dado, de forma que el m:h <lito ganar;Í, L;¡ des\elllaj¡¡ del pcr~ dedor puede colllabilil¡lrM' reslando alguna c¡¡nlidad dclnúllleru que ~;¡lg-a etl el dado en su siguienle turno, teniendo que consultar la ..Tabla de Ileridas-. o muriendo inllledia(;llllelllc. En interés de la rapidel dd juego. \ por tantO del ambiente del combatc cuerpo a cuerpo. el disefl<ldor del juego podrí¡¡ considerar a los ad\ersarios derrotados por .\Iejandro como aUlom;ÍliGUllellte eliminados. acudiendo a la ;rabla de Ileridas_ sólo cu¡¡ndo el mismo :\Iejalldro perdiera un combale. Su .. DeslreL.a 93


JUEGOS Df GUERRA SOBRE LAS BATALlAS DE ALEJANDRO

con las Armas_ se reducirá pard simular el efeClo de la f.ltigtl } las herida~ según prosigue el juego. L l1a ahernati\'a, que podría olrecer una fl.-'ereación más real de combate personal. podría ser la de dar a Alejandro una serie de canas marcadas como «estOGlda-. «corte'".•des\ iado- , ..esquivado.. , para indicar las acciones p()~ibles duralllc el commlle, \ reparlir callas similares con expresiOlles adecuadas a sus armas para cada UtlO de sus adversarios (cu)'o nlllllcro y tipo serían determinados por el objetivo de su alaque ¡nió,.l, sus acciones posleriores. la dirección tomada por BllrI{fI!O >' ellanzamienlo de los dados). Cuando se encuelltre cornprornClido con un enemigo en UIl colllbate personal, Alejandro o 11llO de los jueces deber¡í banüar las c.:"1rtas del oponcme boca abajo y jugar a continuación la prilllera de ellas poniéndola boca arriba. Alejandro jugar;í a col1linuaciún ...u coruragolpe, seguido por una segunda Clrta,~' vohiendo 011'<1 correspondiente a su advcrsario para de...cubrir el resultado. Otra cana que muestra lo... efenos de las posibles combinaciones deberá ser extraída por el organizador del jue. go; a~í, por ejemplo, «eslOGlda. puede ser opuesta por .. parada- o completilmCllIe C\itada por .cS<lui,·ada.. , pero no neutralizada por .corte.. , que podría sin embargo terminar en ..herida_. Tiencn que crearse cartas diferclllt:... para cada arma. tales COIllO laT1la~ o !kll;ssas. En el caso dt: que un golpe no sea bloqueado con el contragolpe adecuado, el herido ha de acudir a la ,,-1 abla de Ileridas•. Los disparos al alar procedentes de los honderos o arqueros pueden representarse Jan/ando dos dados (ada rez que AI(~jalldro está en el combate: un doble seis le hcrirá. un doble cinco signilicará (¡ue /Jurtffafo ha sido herido. Alejandro puede pedir aruc\;¡ o reulIir hombres a SLl alrededor dllrarue el combate. El dado podría determinar el nlllllero de Asociado.\! que acuden a ~1I lado. El efecto producido puede repreSt:Ill¡¡¡·... c mediante la adición de puntos adicionales a la .. De~­ trela con las Ann;¡s.. en el üílculo del combate dd re" o jugando G1nas adicionales de form,l que la probabilidad de que Alejandro sea derrotado o herido quede reducida: o lambién obligando a los soldados enemigos a atacir a los que prolegen al re\' antes dc llegar a él. dejando solamelHe aqucllo.\! que se h¡I\-¡1II librado de sus oponentes libres para combatir con él. Sea cual se:l el sistema de combate ele· gido, es mm importante que el juego proceda con rapidez para que Alejandro no lcnga tiempo de: calcular sus posibilidades o cOlHidcrar qué cartajugar, sino que deba reacóonar instintivamente, LOmando decisiones instantáneas que determinarán que viva 94

o muera. Se puede encomrar una descripción de e$le juego en .Hcl'Oic Leadership 011 Lhe T:lblelOpen Practico/ Uorgtlmu 1 úmel'o. Oloilo de 198 . Mientras que Alej¡lIldro combata al frente de Slh t'uociados, la batalla en el tablc:ro cominuará sin el; sólo cuando se retire del combale (io por una oporlUna espantada de B/ldfa/o!) puede aquél descubrir cómo ha progres."1do la balalla durallle su ausencia. Puede deducirlo, o bien ObSCI'\i111do e1lablero o cabalgando para consultar a uno de sus subordinados. Los jueces deberán haber LOmado nota del tiempo empIcado en el combate per~OlI<lI )' cercionu·se de que la acción sobre el tablero ba progresado dc acuerdo ill Liempo üJl'rcspondiellle que Alejandro ha estado ocupado en otro lugar. Teniendo en (uenw que sllsjeres habrán demostrado también, se supone, Ult .LideraLgo Heroico", se podrá también retirar a todos los jugadores para librar juegos de comb¡HC individuales, dejando que lIIlO o más jueces actualicen el (¡lIUPO de batalla propiamelHe dicho. Esto cicnamellle sería un jue. go de gucrra poco usual. pero sin duda sería lino con m,k ,·isos de reali.. mo que el u-ddicional ellcuelllro ..cuerpo a cuerpo_.

Las campañas de Alejandro Suponiendo que el jugador <¡Ut n:presenta a .\lejandro sobrev¡'·e, no ha\ ninguna razón que impida que sus grandes \·iclOrias puedan scr simuladas cn seCtlenei¡1, dando por supueslo que los Sllce~os que ocurrieron e1Hre cada encuentro se ha)an pro, ducido de acuerdo con la historia. En caso dc que los jllgadores deseen panicipar ell una carnpaiía. ~itt embargo, no debería haber ninguna dificultad p"ra adaptar di\cl'sOS métodos para controlar el movimiellto estratégico desarrollado por losjuga. dores. ,. que se describe cxhauslivamente en lihros tales como lI'ar (,(1111' CmllJ!mglH de Don FealhersIOlle y Stllmg L"J! (/ JIIfll"Kmllf\ Campatgll de Ton~ Balh. Ln sistema de campañas ~imple par.l recrear cllt:uentros t;icticos de juegos de mesa, puede ser dirigido por un juez, marlandu los mo\·imientos de ambos b¡mdos en UIl mapa esquem¡ítico de las collqui'slas de Alejandro, hasta que se reaJice el encuelllrn entre las dos fueri'...1s opuestas. El remnolimielllo puede simularse luililando la hoja superpuesta con aberturas sobre un mapa dibujado, como se ha descrilo anleriol'lllellle en referenci¡1 a la tase preliminar riel juego de la batalla. El ejército de Alejandro deber;í conliar también en guía... locales para encontrar la ruta más cona r asequible hasla la sigllie1He('iudad, o a través de pasos en-


JUEGOS DE GUERRA SOBRE lAS BATAlLAS DE AlEJANDRO

lre montarlas. Los riesgos en la selección de los guías pueden simularse h<lciendo que los jeres elijan Cntre tres canas. cada llna de ellas con una breve descripción (cuya precisión deben deducir los jugadores) de los posibles guías. Solamellle el árbitro liene la lista definiriva con todos los guías. <lile cOlllíene la liabilid¡ld de C'tlda uno de ellos. }" que se tIlili/ar.í para determinar la progresión del ejército. L n guía que no sea de conri,ulla. por ejemplo. puede utilizar el doble de (iempo para conducir el ejército a su destino, o perderse r terminar en UIl lugar completamente dircrente, mientras que Ull buen guía dirigirá a los macedonios directamente al puntO deseado por la rUla más rápida. Se puede utilizar un sistema similar para controlar la utili/ación de espías \' la designación de fun· cionarios persas para comrolar las ciudades o pro\·incias eaplUradas. Los asedios pueden resohel"~e mcdiame dlcu-

los artificiosos. delenninando el tiempo empleado y las bajas surridas mediante cartas y dados: pero teniendo en cuellta la costumbn' dc Alejandro de dirigir personalmente grupos de asalto, se debe hacer ulljuego de combine personal, Similar al descrito alHeriormeute. para determinar Sil suerte en el ataque. Las c.ampailas de juegos de guerra pueden llegar a ser extremadamente detalladas, comprendiendu aspcctos tales como logística_ finanzas \ política. A<¡udlos que deseen explorar eslOS ¡¡spenos de la (·arrera de :\lt;.jandro podrían encolllrar preferible abandomtr los juegos t;1cticos y los soldados en miniatur;t }' resolver las batallas de mancra similar a los asedios, allnque conservando el combme personal t;1I1 característico del liderazgo heroico de Alejandro. L'na campaila de estas características sola· mellle tendrá por límites la energía \ él entusiasmo de sus panicipante~.

95


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.