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¿DE VUELTA A LA NORMALIDAD?

Al momento de escribir este editorial, los casos diarios notificados de Covid-19 se encuentran tanto en nuestra región como en el país en niveles mínimos y las perspectivas son igualmente alentadoras: la disponibilidad de vacunas es cada vez mayor, amplios porcentajes de la población están completando sus esquemas y eso sumado a los protocolos y saberes adquiridos por la comunidad permite encarar con confianza el 2022. ¿Llegó el momento de hacer un balance, dar por concluida la pandemia y regresar a lo que era nuestra vida y nuestra forma de ejercer la Bioquímica en Diciembre de 2019? No hay respuestas sencillas; los virus respiratorios en general son altamente transmisibles, presentan una alta variabilidad y dado que prácticamente la totalidad de la los países y territorios del planeta han registrado casos de Covid-19, debemos asumir que el SARS-CoV-2 llegó para quedarse, con lo que sólo las medidas de vigilancia y profilaxis pueden evitar el regreso a los peores días de la pandemia, vigilancia en la que nuestra profesión conservará el rol clave.

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero en este caso es inevitable pensar en la pandemia de gripe H1N1 de 1918 – 1920 y una Bioquímica que recién nacía como profesión en nuestro país. Entonces, el laboratorio se limitaba a la medición de parámetros metabólicos básicos. Un siglo después, bioquímicos y bioquímicas desarrollamos e impleméntanos un enorme abanico de pruebas diagnósticas, desde la PCR-RT que constituye el Gold Standard y la identificación de variantes hasta los test rápidos de antígenos y los dosajes de anticuerpos. Como hemos insistido en publicaciones digitales, solicitadas, reportajes radiales y televisivos y en cada espacio a nuestra disposición en 2020 – 2021, cada uno de estos estudios tiene sus indicaciones, pero todos comparten el hecho de ser vitales para la política sanitaria y ser realizados por colegas. El balance de lo que aportó nuestra profesión a nuestra comunidad es sencillo de hacer, puesto que somos quienes detectamos al virus. El balance personal es bastante más complicado; los miedos de Marzo 2020, las carreras contra reloj para poner las técnicas a puntos, la cultura de los equipos de protección personal… y las pérdidas de colegas y compañeros y compañeras del Equipo de Salud. Ese es un balance que cada quien deberá hacer por su cuenta, sabiendo que nada volverá a ser lo mismo.

El balance institucional, finalmente, vuelve a ser positivo. Durante el período 2020 – 2021 tuvimos un Colegio que al mismo tiempo que aprendía a funcionar mediante la virtualidad y el homeworking debía certificar laboratorios diagnósticos, capacitar colegas y explicar a la comunidad que nuestra insistencia en que sólo los bioquímicos y las bioquímicas podían realizar estudios diagnósticos no era un capricho o la defensa de un punto legal sino el cumplimiento de nuestra misión ante la Salud Pública. Paralelamente, se avanzaba en la concreción de una Comisión de Aranceles, el establecimiento de la Unidad Bioquímica Ética Mínima, un convenio marco entre el Colegio y la Provincia de Santa Fe por un lado y otro con la Secretaría de Salud Pública por el otro con el fin de acercar profesionales a las campañas diagnósticas. Por último, pero no por eso menos importante, este año tuvimos elecciones en las que los colegas formados en la Comisión de Jóvenes Profesionales comenzaron a tomar responsabilidades de conducción en la Institución.

Nos hemos referido a la comunicación; mediante la página web, el sistema de mailing, las publicaciones en Facebook, Instagram y nuestro canal de YouTube podemos llegar en forma instantánea a los colegas y la comunidad, pero también hay espacio para ese TIEMPO BIOQUIMICO que iniciásemos en 1999 y que a través de sus páginas impresas y digitales supo contar el quehacer cotidiano de nuestra institución… editoriales, información legal, altas y bajas de matrículas y laboratorios, pero también artículos científicos y culturales y la cobertura de momentos tan gratos como nuestros congresos y nuestras cenas en que homenajeamos a quienes cumplen 25 y 50