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UN DON DE MARÍA
Queridos amigos de Radio María, El Mariathon es un momento de gran unidad, un momento en el que sentimos que somos una misma familia, un momento de alegría, también un momento de responsabilidad.
Por eso os invito a todos, queridos amigos, a participar con el corazón en este maratón, en esta fiesta, y al mismo tiempo a tener presentes las finalidades del Mariathon. La primera es tomar conciencia de lo que es Radio María, de cuál es su carisma. Radio María es un don de María, un don de Nuestra Señora, un don que hay que recibir con gratitud, por supuesto, pero también con una gran responsabilidad, como los talentos que se nos dan y que hay que hacer fructificar. Seremos juzgados por cómo hemos hecho fructificar este don según la intención de la Virgen.
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Nuestra Señora nos ha otorgado este don porque quiere que nosotros la ayudemos a difundir la fe, a verificar la oración, a ayudar a la Iglesia, a salvar las almas y, por lo tanto, debemos hacer una verdadera Radio María que contribuya a alcanzar esas finalidades que Nuestra Señora nos ha encomendado. Este es el primer objetivo del Mariathon. El segundo objetivo del Mariathon es sostener Radio María. Como sabéis Radio María desde sus orígenes hizo una opción de confianza en la Providencia, es decir, nos confiamos a las ofertas de nuestros oyentes.
No estamos financiados por nadie, esto nos garantiza en primer lugar una gran libertad porque podemos utilizar verdaderamente la radio según nuestros fines, es decir los fines de Nuestra Señora no los fines de otros intereses. De ahí la importancia de que todos los oyentes ayuden a Radio María. Sé que no todos pueden contribuir con ayuda económica, pero todos pueden colaborar con la oración. Hasta ahora siempre ha habido apoyo económico, porque grande es el amor de la gente por la Virgen, y son tantos los que han hecho muchos sacrificios, queridos amigos.
Hemos conseguido llegar a los cinco continentes y hay 125 centros de transmisión de Radio María en el mundo, con una audiencia de varias decenas de millones de oyentes. Este es el milagro de la Divina Providencia, el milagro del amor a la Virgen y debemos sostener este milagro con generosidad, para que Radio María esté siempre a la altura desde el punto de vista técnico. Debe estar a la altura de las mejores emisoras de radio. Al mismo tiempo, debe expandirse por todas partes, para llevar la luz de esperanza del Evangelio a todos los rincones del mundo.
En tercer lugar, queridos amigos, debe ser y garantizar que siempre será una radio libre: es decir, de dependencia de la Virgen y al servicio de la Iglesia. Con estas palabras, queridos amigos, os deseo un bellísimo Mariathon.
¡Que la Virgen os bendiga y os proteja con su amor!