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y agradece al Presidente de la República la confianza que le dió

Jesús Seade Kuri, Subsecretario para América del Norte, encargado de las relaciones con Estados Unidos, renuncia y va a la vida privada

El Lic. Jesús Seade Kuri, presentó su renuncia al Presidente de la República como Subsecretario de Relaciones para América del Norte, luego de ser condecorado con la Medalla al Mérito “Miguel Hidalgo”; en la foto, aparecen en Palacio Nacional, el Presidente Andrés Manuel López Obrador y la Secretaria de Gobernación, Dra. Olga Sánchez Cordero

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Buenos días. Muchísimas gracias, señor presidente.

Distinguida y querida secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; mi querido, canciller y jefe, Marcelo Ebrard; secretarias Frausto, Alcalde, Márquez; amigos de los medios, colegas, familia, distinguida concurrencia.

Esta condecoración no es un premio, porque un premio no procede, yo sólo estaba haciendo mi trabajo y teniendo la fortuna de poder servir a mi país, como lo estaba haciendo el exsecretario Idelfonso Guajardo.

Esta condecoración es otra cosa, es

Jesús Seade Kuri, Subsecretario para América del Norte, encargado de las relaciones con Estados Unidos, renuncia y va a la vida privada

un reconocimiento al frente de unidad nacional que supimos formar los negociadores, los gobiernos entrante y saliente, los legisladores, los partidos políticos con su ratificación casi unánime de este tratado, los empresarios y la sociedad civil para lograr, hombro a hombro, un nuevo gran tratado comercial para México.

La entrega, la total dedicación, la buena fe y la buena escuela en la materia fueron factores constantes que acompañaron este inolvidable y único proceso.

Acepto este reconocimiento con una profunda gratitud, como un tributo al hombre y a la mujer mexicanos que bregan fuerte y anteponen el interés de México a sus propios intereses y, aun, a sus propias necesidades.

Cuando el presidente, en ese entonces candidato, me nombró su representante en la renegociación del TLCAN -y debo decir una vez más que yo tenía muchos años de admirarlo, pero no tenía el placer, el honor de conocerlo- cuando me nombró, agradeciendo su confianza me uní sin duda alguna a su proyecto por México.

A la sazón, como saben, la negociación, esperada en unos meses, se complicó, estaba en un estado de muy poca dinámica, detenida y, cuando logramos sacar lo que en ese momento estaba por salir, se complicó y requirió todo un año adicional de trabajos, de más trabajos.

Buscar la ratificación en Estados Unidos y en Canadá fue un reto mayúsculo, principalmente en Estados Unidos. Para conseguirla, desde enero de 2019 formulamos en cancillería toda una ambiciosa estrategia con nuestros 57 cónsules y embajadores en Norteamérica y con nuestros líderes empresariales; identificamos a actores clave en cada industria, en cada estado, buscando convertir gradualmente ideas inaceptables para México en las que se insistía convertirlas en opciones de interés mutuo, construyendo la necesidad de un sistema basado en derecho, como finalmente se logró, por supuesto; un sistema basado en derecho equitativo de interés para unos y para otros, va y viene, y promoviendo el apoyo al tratado y a su ratificación.

Dicha entrega y dicha estrategia implicaron un sinnúmero de reuniones con legisladores de uno y otro partido en Estados Unidos, con sus líderes, con gobernadores y aún expresidentes, con cámaras de comercio, empresas, medios de comunicación, universidades, thinks tanks y sin duda con sindicatos al más alto nivel y también con los de abajo, en jornadas interminables nuestras y en coordinación estrecha con nuestras embajadas y consulados a través de América del Norte.

Agradezco enormemente a la red consular de México en América del Norte, a nuestros cónsules, que son sin duda los héroes de nuestro servicio exterior; y a nuestras embajadas en Estados Unidos y Canadá, por su entrega total para que el T-MEC fuera fuerte, fuera bueno y fuera posible.

El T-MEC es un gran tratado, es el primer tratado comercial en el orbe en incorporar elementos que abordan el impacto social del comercio internacional, como son la lucha contra la corrupción, los derechos laborales o la protección y ayuda a las pequeñas y medianas empresas; y fomenta la participación de más sectores en la economía. La incorporación de disciplinas de nueva generación lo convierte en un instrumento comercial de vanguardia.

Quiero expresar mi aprecio por la interacción muy robusta, muy difícil, pero siempre constructiva, honorable, respetuosa y positiva, con el gran negociador de Estados Unidos, embajador Bob Lighthizer; con la negociadora en jefe de Canadá, la ahora viceprimer ministro Chrystia Freeland, así como con los brillantes asesores comerciales de los legisladores, tanto demócratas como republicanos en Estados Unidos.

Fue sólo juntos, todos ellos y todos nosotros, que fue posible sacar adelante esta gran empresa y hacerlo en términos, no sólo aceptables de cabo a rabo, sino un gran éxito para México y para la región.

Me llena de dicha que hoy nuestros pueblos puedan celebrarlo.

En una ceremonia realizada en Palacio Nacional, el Lic. Jesús Seade Kuri, Subsecretario de Relaciones Exteriores, encargado de las relaciones con Estados Unidos de América, presentó su renuncia al Presidente de la República, para dedicarse a la vida privada; en el mismo acto, fue condecorado con la Medalla al Mérito “Miguel Hidalgo”

El T-MEC en lo nacional es, como dije, el resultado de la suma de esfuerzos de sus negociadores, del gobierno anterior y del actual, haciendo un trabajo unos y otros, y sobre todo, juntos durante la transición.

También subrayo la excelente cooperación que desde cancillería tuvimos con las secretarías de Economía, del Trabajo, Agricultura, Semarnat, en forma muy extensa con el Senado, y con los representantes empresariales cuyo apoyo fue decisivo.

Quisiera cerrar agradeciendo una vez más al presidente López Obrador por los altos niveles que exigió y la confianza con que nos distinguió para alcanzarlos. Y no es un cliché, desde lo más hondo les digo que es un honor estar con Obrador.

Mi agradecimiento profundo y extenso también al canciller Marcelo Ebrard por su apoyo comprometido y generoso, subrayo, en cada momento clave que fui llamado a apoyar.

A las secretarias Márquez y Alcalde, por el trabajo muy estrecho y la gran cooperación.

A los senadores, en particular Ricardo Monreal, Héctor Vasconcelos, José Narro y muchos otros que no voy a nombrar; todos ellos grandes amigos, siempre luchando porque el T-MEC fuera una realidad.

Sobre todo, quisiera agradecer a mi asesora maestra, mi amada compañera y esposa Dalcy, aquí presente; y a mis hijos, porque, a pesar de la distancia, nunca me dejaron solo.

A mis hermanos, también aquí presentes, que abrazaron con entusiasmo mi gran desafío.

Y a mi querido equipo personal, mujeres todas ellas, talentosísimas y muy comprometidas por ser parte de esta gran entrega y resultados.

Gracias desde lo más hondo.

Ahora, a vivir con este gran tratado, a cumplir cabalmente con nuestros compromisos en él, cumplir con nuestros compromisos no es subyugarse, es marchar hacia la modernidad, hacia un México de mejores prácticas y mayor justicia, y sacarle provecho a las amplias oportunidades de inversión y negocios que el T-MEC nos crea y nos ofrece.

La recuperación económica de América del Norte, saliendo de la pandemia del COVID-19 y hacia un futuro mejor, tendrá al T-MEC como marco idóneo para el crecimiento económico regional y por supuesto nacional, fortaleciendo las cadenas de suministro en sectores clave y, con ello, protegiendo miles de empleos en los tres países.

Finalmente, como algunos de ustedes saben, desde enero hablé con el presidente de mi deseo de volver a mi vida privada en Hong Kong. Negociar el tratado -el T-MEC- por mi país ha sido uno de los más altos honores de mi carrera profesional.

Tras estos meses de pandemia y una muy fuerte candidatura a la Organización Mundial del Comercio, que no llegó a puerto por insistencias políticas de ciertos países, pero que no por ella fue menos exitosa y fascinante, mi familia me reclama.

Agradezco opciones que el señor presidente y el señor canciller han considerado, representando a mi país en grandes capitales en el exterior.

Pero con su venia, señor presidente, queridos compañeros, queridos ministros, por ahora me retiro por ahora para servir a mi país en otras formas, como siempre lo he hecho.

Muchísimas gracias.

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