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Macroeconomía firma convenio con China International Publishing Group, la editorial más grande del mundo
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Lic. Mauro Jiménez Lazcano, Director general de Revista Macroeconomía Du Zhanyuan, Presidente de CIPG Linda Liu, Directora de China Hoy para Latinoamérica Gabriela Cedillo, Represente Legal en México
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Diciembre 17 de 2020.- La Revista Macroeconomía y su casa editorial, Comunicación y Medios Masivos, S.A. de C.V. representadas por nuestro Director General el Lic. Mauro Jiménez Lazcano, firmaron hoy con el China International Publishing Group, representado por el señor Du Zhanyuan, su Presidente, un convenio de colaboración informativa y publicitario para el próximo año de 2021; el CIPG es la empresa editorial más grande del mundo.
El Convenio Informativo y Publicitario estará vigente el año próximo y compromete a ambas casas editoriales a difundir la cultura y los acontecimientos relevantes de ambos países; y también fue suscrito por la señora Linda Liu, Directora de la Revista China Hoy de México y la licenciada Gabriela Cedillo, Representante Legal de esa publicación.
Para lograr sus objetivos, el Convenio entre la Revista Macroeconomía, de México y la Revista China Hoy, promoverán los intercambios de ideas, información, personal y tecnología, con el propósito fundamental de fortalecer la amistad entre los pueblos de México y de China.
Tanto el licenciado Mauro Jiménez Lazcano, Director General de la Revista Macroeconomía, como el señor Du Zhanyuan, coincidieron que la colaboración informativa entre nuestros dos países es muy importante sobre todo en estos momentos de emergencia que las dos naciones vivimos, al igual que el resto del mundo.
Los dos directores, el licenciado Mauro Jiménez Lazcano, de Comunicación y Medios Masivos, S.A. de C.V., de México y el señor Du Zhanyuan, Presidente de China International Publishing Group, hicieron votos porque la pandemia que hoy sufre el mundo, sea controlada y extinguida, mediante el esfuerzo y la colaboración internacional.
Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano, Director General de la Revista Macroeconomía
Alfonso Romo, famoso empresario y miembro del sector privado que aceptó ser parte del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, renunció el 2 de diciembre en curso al alto cargo de Jefe de la Oficina de la Presidencia, con el objetivo de deslindarse de la gran crisis económica que está viviendo el país y que persistirá en los próximos años de este Sexenio.
Hombre de negocios regiomontano, Alfonso Romo quiso ser el contacto entre los empresarios de México y el Presidente López Obrador, pero nunca pudo concretar ese objetivo, porque sus puntos de vista nunca fueron escuchados.
En su calidad de Jefe de la Oficina de la Presidencia Romo se opuso a la destrucción del Aeropuerto de Texcoco, porque consideró que sería un grave golpe para los inversionistas nacionales e internacionales y una gran pérdida de riqueza pública; pero no fue escuchada su recomendación.
Incluso, a los empresarios nacionales integrantes del Consejo Coordinador Empresarial, la Coparmex, la Concamín, la Concanaco y otros organismos del Sector Privado, les llegó a decir al inicio del presente Gobierno que el Aeropuerto de Texcoco seguiría adelante, y que él convencería al Presidente de la República de continuarlo; pero no logró realizar el propósito, lo que le hizo perder credibilidad ante los hombres de negocios del país.
Desde su posición y supuesta cercanía con el Presidente López Obrador, Romo intentó convencerlo de desarrollar planes de ayuda a las empresas chicas, medianas y grandes para sobrellevar la crisis económica que ya se había visto venir desde antes de la pandemia, pero nunca logró que sus puntos de vista fueran tomados en cuenta; incluso, vino un distanciamiento muy grave, muy a su pesar, entre el Presidente y el Sector Privado, representado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), encabezado por Carlos Salazar Lomelín.
Así que Alfonso Romo fue quedando enmedio del sector empresarial mexicano y el Presidente de la República, en un choque que por momentos se volvió violento, al grado de romperse el diálogo durante meses, lo que fue arrinconando a Alfonso Romo en un lugar en que su acción se volvió inútil, a pesar de sus esfuerzos.
Al terminar el presente año de 2020, Alfonso Romo prefirió salirse del Gobierno para no quedar como parte responsable de la gran crisis económica que ya vive el país y que se prolongará mínimamente los próximos años del Sexenio.
HABRÁ MAYOR
ENFRIAMIENTO ENTRE
EL GOBIERNO Y EL
SECTOR PRIVADO
Con la salida de Alfonso Romo de Los Pinos, porque irónicamente su Oficina de la Presidencia fue la única que quedo ubicada ahí, se avecina un mayor enfriamiento en las relaciones entre el Sector Empresarial del país y el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, cuya antipatía es recíproca; y es muy difícil que en ausencia de Romo pueda producirse mayor confianza para los inversionistas nacionales e internacionales.
ROMO NO SERÁ
SUSTITUIDO CON NADIE
Para dar una idea del valor que el Presidente le asignaba a las actividades de Alfonso Romo, el día 3 de diciembre, al comentar su salida, dijo que no será sustituido con nadie; “nos vamos a ahorrar algo ahí”, aunque admitió el Presidente que Romo no cobraba sueldo y que
Alfonso Romo, empresario regiomontano, renunció a la Oficina de la Presidencia de la República, y no será sustituido con nadie; esa oficina desaparecerá
muchos de sus empleados también trabajaban en forma honoraria; pero al no ser sustituido por nadie, queda demostrada que su utilidad era prácticamente de cero.
La salida de Romo del Gobierno del Presidente López Obrador no es una buena señal para las relaciones del Sector Público con el Sector Privado y no contribuirá a la facilitación de nuevas inversiones nacionales y extranjeras.