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López Obrador dice que se irá en el 24 y no volverá: ¿Quién será el Sucesor o Sucesora?

López Obrador dice que se irá en el 24 y no volverá: ¿Quién será el Sucesor o Sucesora?

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Zoé Robledo Director del IMSS

Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores

Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano, Director General de la Revista Macroeconomía

Sin venir a cuento, el pasado jueves 11 de marzo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador declaró por televisión en el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional, que se ha convertido en Salón de Actos o Foro Televisivo, que terminando su mandato (el 30 de septiembre de 2024) se irá a su rancho (que le puso por nombre “La Chingada”) que aclaró que no es rancho sino solamente una “quinta”, ya que solamente tiene 10,000 metros cuadrados, “no es tan grande

López Obrador dice que se irá en el 24 y no volverá: ¿Quién será el Sucesor o Sucesora?

Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores

Ricardo Monreal, Líder de la mayoría en el Senado

Arturo Herrera Secretario de Hacienda

como los ranchos”, y que está en Palenque, Tabasco, donde se dedicará a escribir un libro sobre la ideología “neoliberal” y “ya no volverá a la política” y además “no recibirá a nadie para hablar”.

Esta declaración del Presidente de la República inquietó y alborotó a toda la clase política nacional, no solamente a los de Morena y a los de su Gobierno, sino también a todos los partidos políticos, gobernadores, senadores, diputados, presidentes municipales y demás, porque se observa que el Presidente está adelantando los tiempos sucesorios.

No aclaró qué lo motiva a hacer estas declaraciones, pero se nota que está alcanzando un grado de cansancio y desgaste que produce el poder público; hay que hacer notar que estas contundentes expresiones las hizo después de haber sufrido el coronavirus y la ruidosa

manifestación de las mujeres contra el Palacio Nacional, que lo llevó a poner una muralla de acero de protección.

Es lógico que el Presidente esté pasando por momentos muy difíciles de su mandato en que encuentra obstáculos muy serios que no estaban en su agenda o por lo menos no se habían calculado con precisión, por ejemplo la rebelión femenina que desquició al Mandatario; las decisiones del Poder Judicial, que frenan la Ley Eléctrica que le dictó al Congreso, dándole amparo a las empresas privadas productoras; la difícil relación con el nuevo Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que le negó las vacunas que solicitó y que tampoco dio respuesta a su solicitud para expedir cartillas de trabajo en Estados Unidos a 800,000 jóvenes braceros mexicanos, que están en edad de trabajar y aquí no encuentran dónde; la crítica permanente del sector privado a sus políticas económicas; la muerte de 200,000 mexicanos por la pandemia y los problemas sanitarios que ha enfrentado el país; la rebelión de gobernadores que le exigen una mejor distribución de los recursos públicos para sus entidades y que también critican la forma en que se está desarrollando el Plan Nacional de Vacunación, que no da prioridad a las ciudades; todo ello y más, que culminó con la manifestación de decenas de miles de mexicanas que le exigen atención a sus problemas; probablemente toda esta ola de críticas de gran parte de la sociedad mexicana le ha llevado al cansancio y desesperación y a declarar que se irá a su Quinta “La Chingada” en Tabasco, y que no regresará a la política y no recibirá a nadie para hablar.

No hay duda que el estado de ánimo del Presidente Andrés Manuel López Obrador ha entrado en una etapa depresiva ante las dificultades planteadas por la crisis económica, sanitaria y social; y lo que declaró el jueves en la mañana es una especie de ¡ya basta!, ¡ya me cansé!; ¡que venga el relevo!

Una de las personas que asiste cotidianamente a las conferencias que el Presidente ofrece en las mañanas en Palacio Nacional, le preguntó incluso por nombres de quienes podrían relevarlo una vez que termine su gobierno; no quiso dar nombres, desde luego, pero sí dijo que “el relevo será de una nueva generación”.

Y volvieron a preguntarle sobre quién podría ser; pero no lo dijo.

Con él, estaba Marcelo Ebrard, el Canciller, justamente a su mano izquierda, sentado, que para la mayoría de los politólogos sería la persona más adecuada dentro de su partido y dentro del grupo de sus colaboradores, para sucederlo; aunque no es propiamente de una nueva generación; también está la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien tampoco es una jovencita pero que quienes conocen al Presidente López Obrador piensan que es a ella a quien dejaría la Silla Presidencial; el tercero en la línea de sucesión sería Ricardo Monreal, líder la mayoría morenista en el Senado, y que también tiene una larga carrera política que justificaría su lanzamiento a la Presidencia de la República; pero de las nuevas generaciones lopezobradoristas sólo podrían asomar Zoé Robledo, Director General de IMSS, quien ya ha sido Senador y el actual Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien es su hombre de mayor confianza en el Gabinete.

Es claro que podrían surgir otros sucesores de López Obrador, pero todavía no tienen la imagen sobresaliente, que los prefigure como presidenciales.

LA SUCESION, PARA LOS OTROS PARTIDOS: PAN, PRI, MC, PRD Y LOS DEMAS

Es claro que López Obrador cuando habló de su sucesión se refería a los suyos, a los de su partido, a los de su confianza, y en eso fue muy claro, porque uno de los asistentes a sus charlas mañaneras le preguntó si terminando él su período se acabaría “la Cuarta Transformación”; y dijo que no, que habrá quien siga promoviéndola; pero con todo, es claro que al Presidente López Obrador se le está acabando el tiempo y es difícil que, aún con prisa, apurándose como quiere, pueda lograr sus objetivos de crear otro sistema político, otro sistema económico y otro sistema social, porque la realidad impone los límites de su propia acción, y eso lo está desesperando: no llegan vacunas suficientes; el país sufrió su peor crisis económica y no saldrá de ella en varios años, probablemente hasta después de que el Presidente termine su período; las obras de infraestructura que propuso: el Aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, el Tren Transístmico, avanzan lentamente y consumen grandes cantidades de dinero que acaban con la Hacienda Pública; la Auditoria Superior de la Federación; denuncia costos y pérdidas muy altas; hay desempleo de cientos de miles de trabajadores; los burócratas pensionados se quejan de grave disminución de sus recursos; y así muchas otras cosas, que están llevando al desencanto al Presidente, que ahora piensa ya en el día que terminará su mandato y lo que hará después.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dice que el mandato presidencial, en este caso el de López Obrador, terminará el 30 de septiembre de 2024; y eso no hay que preguntárselo a nadie; eso está así escrito en la Carta Magna.

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