I FUNDICIร N FERROSA El inicio
Fundiciรณn Ferrosa Divisiรณn Editorial
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Queridos clientes y amigos Con estas fechas llegan tiempos de obsequios y buenos augurios para el año que viene. Esta vez queremos agradecer su confianza y presencia con un obsequio forjado por nosotros, pensado y elaborado con ustedes en mente. El presente volumen es el primero de varios que rinden homenaje a la milenaria actividad minerometalúrgica de nuestros países andinos. De ella formamos parte y hoy en día es constituyente medular de nuestro país. Adelante pues, iniciemos este viaje que va desde el origen de los Andes hasta 1994.
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Contenido Los orígenes 9 Nacimiento de una fundición 27 El reinicio 45
< Modelería de Fundición Ferrosa en las instalaciones de Fundición Centrífuga (1965).
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Los orígenes Imposible hablar de actividades humanas sin mencionar la infraestructura natural que nos sostiene. La muy particular evolución tectónica de estas latitudes es la que permite hacer lo que en la actualidad nos enorgullece.
< Horno rotativo de fusión.
La cordillera de los Andes Colosal masa de roca con un peso aproximado de cinco mil quinientos billones de toneladas y un volumen de más de dos millones de kilómetros cúbicos. Durante su formación, pausada y también violenta, desplazó una enorme cantidad de agua de mar. Los frentes encontrados de placas tectónicas elevaron esta cordillera como a ninguna otra en América.
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^ Petroglifo de Toro Muerto (Arequipa).
Con el tiempo cesaron las convulsiones mayores del planeta y se formó el contorno de nuestro continente tal y como lo conocemos. Quince mil años atrás llegó del norte el Homo sapiens sapiens en varias oleadas migratorias: los pobladores originales de América.
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^ Pepita de oro (Madre de Dios).
Su mirada descubrió muy pronto que entre las rocas y arenas de las quebradas relucían materiales notablemente distintos del resto. Las vetas, arenillas y pepitas de oro, la plata cristalizada y los depósitos de cobre nativo les llamaron poderosamente la atención y echaron a andar su inventiva. Estaba por formarse el primer peldaño de la metalurgia americana. 13
^ Cobre nativo (Mina Casapalca, Lima).
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^ Plata nativa (Huancavelica, Lima).
Oro nativo (RĂo Seco, Lima). >
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^ Dibujo anónimo del siglo XVI. Atlas of the Sea Charts. The Hispanic Society of America.
El padre Álvaro Alonso Barba escribió en 1640:
^ Uso de las guayras. 16
“Los nativos de este país (…) emplean hornos llamados GUAYRAS para la fundición (…) Tienen las paredes perforadas con muchos orificios, por medio de los cuales el aire entra cuando el viento sopla, con lo que se produce la fundición (...) Se colocan en lugares altos, donde el viento sopla constantemente”.
En las zonas altas de Huayhuaca (Andahuaylas), se encontraron los más antiguos instrumentos de orfebrería de América: un yunque y tres martillos de piedra, así como objetos laminados de oro y cobre de hace tres mil quinientos años. ^ Instrumentos de orfebrería hallados en Huayhuaca.
Para fortuna nuestra los mochicas dejaron prueba de su actividad metalúrgica. La vasija que vemos aquí es del período medio Sicán en los años 900 DC. ^ Horno de fundición mochica.
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^ Piezas de oro y bronce prehispánicas.
Muchos de los objetos de oro, plata y cobre que conservamos de tiempos prehispánicos fueron llevados hasta su forma final mediante el laminado y el martilleo, aunque también fundieron, hicieron aleaciones de oro con plata y cobre, cobre con arsénico y cobre con estaño. Además, vaciaron en moldes. 18
^ Hachuelas de bronce prehispánicas.
Sus descendientes lograron las piezas de oro, plata y bronce que vemos en estas páginas. Los que aquí habitaron le dieron a los metales principalmente usos rituales y de estatus, si bien también utilitarios como cinceles, punzones y cabezas de mazas. Estos bronces se funden a temperaturas que no se alcanzan sino por medio de la inyección de oxígeno al carbón encendido, de manera que los obreros metalúrgicos de estas tierras tuvieron que ingeniarse para alcanzar en sus hornos los 1000 °C aproximadamente. 19
Conquista y Colonia Oro y plata tuvieron para los europeos valor de cambio y no fueron privilegio exclusivo de una casta. El hierro fue el componente principal de sus instrumentos y una de las razones de su superioridad militar sobre los pueblos americanos. La evolución del saber metalúrgico de los pobladores originales americanos vivió un momento crítico con la llegada de los europeos. Trajeron nuevas formas de explotación y procesamiento de metales, concebidos en Europa y Medio Oriente; no contribuyeron a una armoniosa fusión cultural pero abrieron enormemente el frente de su explotación y aprovechamiento. Se formó así el segundo peldaño de las industrias minera y metalúrgica sudamericanas. ^ Instrumental europeo.
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^ Cerro PotosĂ.
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^ Cerro PotosĂ.
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^ Fundición europea del siglo XIX.
^ Método de Patio en minas de Pachuca (México).
En 1571 llegó al Virreinato del Perú desde la Nueva España el así llamado Método de Patio que usaba mercurio para amalgamar la plata. El beneficio creció enormemente y las decaídas minas de Potosí se recuperaron con brío. El salto en significados y procedimientos tiene lados obscuros: las técnicas y estilos de los pobladores originales cayeron poco a poco en el olvido y la masiva explotación de la población autóctona bajo condiciones infrahumanas provocó una pavorosa mortandad.
La introducción de instrumentos férreos volvió indisoluble el maridaje entre minería y procesamiento de metales. Del siglo XVI a finales del XVIII la minería sudamericana creció a la par que el desarrollo de los muchos establecimientos encargados de proveerla de instrumentos. 23
< Proclamación de la independencia del Perú.
Repúblicas independientes Las guerras de independencia alteraron el ritmo de producción minera, el abasto de instrumentos de trabajo, la disponibilidad de mano de obra esclava y el mínimo orden social requerido para su actividad. A pesar de ello, la revolución política y social abrió espacios a una incipiente industria nacional en formidable y desventajosa competencia con la norteamericana y la europea. Tal es el caso del ramo metalúrgico y metalmecánico en el Perú.
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< Simón Bolívar.
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El nacimiento de una fundición Misteriosa es la forma en que las circunstancias y las acciones humanas se combinan y trenzan para formar, andando el tiempo, obras de repercusiones insospechadas. En el caso que nos concierne podríamos decir que el ocaso de un imperio colonial generó el nacimiento de una poderosa industria al otro lado del océano. Veamos por qué.
< Llenado de moldes con hierro líquido (1966).
< Puerto de Almería en el siglo XIX.
Un caso particular: de Andalucía a Jujuy, Piura y Lima Existen individuos que toman interés obsesivo por una actividad, la persiguen, desarrollan y, en casos contados, logran que trascienda y la retomen las generaciones que siguen. Estamos ante uno de ellos. Para explicarlo mejor hay que remontarse más de un siglo y alejarse nueve mil kilómetros hasta el puerto andaluz de Almería, en el sur de España, cuando 28
^ Batalla de la bahía de Manila, artista desconocido, c.1898. Copyright 2016 by The Kelton Foundation.
se abrió la posibilidad de que existiera Fundición Ferrosa: momento en que José María Montiel Moreno perdió la fe en Europa. España languidecía con su postrada economía mientras se desmoronaba su imperio de ultramar. Conservó las colonias de África pero Filipinas, Puerto Rico y Cuba le fueron arrebatadas o las tuvo que malbaratar. Nada pudo hacer ante los Estados Unidos de Norteamérica, nación joven, soberbia y poderosa. 29
^ Ana Ruiz Vázquez.
^ José María Montiel Moreno.
José María y su esposa, Ana Ruiz Vázquez, decidieron emigrar. Con pocas pertenencias y muchas bendiciones de familiares y amigos, un buen día de finales del siglo XIX se embarcaron, cruzaron el Atlántico y desembarcaron en algún lugar de América. No sabemos dónde. 30
^ Buque trasatlántico de pasajeros (http://www.wikiwand.com/fr/Teutonic 1890 -1900).
No hay noticia de las ciudades donde vivieron, tampoco de sus actividades como recién llegados. ¿De qué forma llegaron a Jujuy? Lo ignoramos. Hay pruebas de que tuvieron cuatro hijos: José Antonio, Gregoria, Fernando y Manuel. ^ Jujuy, por el año 1900.
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Ă&#x161;ltima pĂĄgina del acta de nacimiento de Manuel Montiel Ruiz.
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^ Casas que aún están en pie en la esquina de Salta y Balcarce.
El último día de 1903 a las tres y veinte de la tarde el señor José M. Montiel Moreno, de treinta y siete años, se presentó en la Dirección Provincial del Registro Civil y Capacidad de las Personas de San Salvador de Jujuy, Argentina. Ahí registró con el nombre de Manuel a un niño nacido a las once de la mañana el día veintinueve del mismo mes y año. Testigos de este
ceremonial cívico fueron Joaquín Díaz y Antonio López, tal y como se asienta en el protocolo levantado por José M. Carrillo, subjefe de la mencionada oficina. La madre, Ana Ruiz, de treinta y cinco años de edad, falleció al dar a luz en la casona sita en la esquina de las calles Salta y Balcarce de aquella ciudad.
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Juventud y destino José María Montiel murió poco tiempo después que su esposa y Manuel Montiel Ruiz quedó huérfano a los ocho años. Con doce cumplidos, el muchacho fue enviado a la Dársena Sur, la Escuela Naval Militar de la Armada Argentina. Los cuarenta y siete años que transcurrieron desde entonces hasta su muerte fueron de un quehacer impredecible, voluntarioso y sin sosiego. Viajó por mar hasta el norte de Europa, vivió en Bolivia y Paraguay, y supo combinar trabajos honestos con otros tal vez dudosos. Su vocación de mecánico y un innato instinto para entender maquinaria lo llevaron a colaborar en el Perú con la electrificación de Nasca, Palpa y Puquio. 34
^ Hamburgo, Alemania.
^ Palpa, Perú.
^ Factoría Montiel en Piura (1943).
En Piura pudo por fin establecer un negocio afín a sus principales intereses: un taller de reparación automotriz en donde por primera vez intentó fundir las piezas de repuesto que escaseaban
debido a la contracción de las exportaciones norteamericanas en la posguerra. Con muy mala fortuna intentó fabricarlas por el método de centrifugación. Aun así, no se dio por vencido. 35
^ Lima, Perú (1940).
Se mudó a Lima con su familia en 1947 y creó Fundición Centrífuga donde aplicó su ingenio inventando máquinas y ejerció su audacia tomando arriesgadas decisiones financieras y comerciales. Vivió la amargura de comprobar la mala calidad de los martillos importados de Asia y también la satisfacción de usar un horno de tratamiento térmico y de tener ganancias considerables con la venta de bocinas para tractor fundidas en bronce.
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^ Manuel Montiel Ruiz en 1933 y 1961.
Su mal genio era bien conocido. Cuando los obreros lo veían llegar con el ala del sombrero ocultando medio rostro se decían alarmados: “¡Guarda, guarda! ¡Ahí viene el Tigre!”. Todos corrían a ocuparse en cualquier cosa, así fuera cavar un hueco en la tierra, para no atraer su ira. Con todo y su explosivo carácter, el Tigre formó parte del tercer peldaño de la metalurgia latinoamericana. 37
Herencia Uno de sus hijos, Manuel Montiel Ginocchio, heredó instinto y pasión por la mecánica. Un buen día solicitó al padre le dejara estudiar una especialización en Alemania. El padre respondió: “Alemania está muy lejos y si te vas no regresas. Además, ya naciste mecánico. ¡No! ¡Te vas a Brasil a estudiar metalurgia!”. ^ Manuel Montiel Ginocchio (1957).
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Corría el año de 1957.
^ Ouro Preto (Brasil).
Estudios y regreso Como el viejo tenía carácter recio no hubo más remedio que obedecer. Mientras él continuó con sus quehaceres, inversiones
y audaces decisiones, el hijo partió para una estancia de ocho años en Brasil: cinco en la Universidad Federal de Ouro Preto, Departamento de Ingeniería Metalúrgica, y otros tres en actividades prácticas para afinar el conocimiento adquirido. 39
En esos ocho aĂąos recibiĂł del padre una sola carta.
< Carta de Manuel Montiel Ruiz a su hijo. 40
El entorno fabril y familiar estaba destinado a cambiar radicalmente. Un malhadado día murió súbitamente el padre, la fundición entró en crisis y las deudas por inversiones fallidas obligaron a la venta de la mayoría de las acciones. El punto de inflexión vino con dos cartas que la madre envió a su hijo en Brasil. En la primera, fechada en octubre de 1962, anunciaba que el padre había muerto en julio de ese año. En la otra, tres años más tarde, le pedía que regresara porque se le dificultaba hacerse cargo del resto de sus hermanos. En 1965, Manuel Montiel hijo, de veinticinco años, regresó a Lima y encontró una fundición que ya no era mayoritariamente propiedad familiar
^ Manuel Montiel Ginocchio (1972).
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y, por si esto fuera poco, en dificultades. Con afán de crónica, pero también con discreta intención didáctica, leamos su ejercicio memorioso sobre un par de momentos difíciles que se le presentaron, las formas en las que los enfrentó y constancia gráfica de los resultados de la toma de decisiones:
La creación de Fundición Ferrosa se inició por necesidad, pues cuando llegamos de Brasil en diciembre de 1965, después de haber permanecido allí durante ocho años, a pesar de nuestros esfuerzos, no conseguimos un empleo para desempeñar la profesión y la experiencia que traíamos. Don Elías Zugbe Lama, poseedor del 70% de las acciones de Fundición Centrífuga (mi madre tenía el 30% restante), nos ofreció la oportunidad de fabricar las conexiones de hierro maleable para las cuales habíamos hecho un anteproyecto y buscábamos inversionistas para el montaje de la empresa. Decidimos aceptar la proposición de Fundición Centrífuga. La Escritura Pública de Constitución Social de Fundición Ferrosa es del 30 de diciembre de 1967 por S/. 100,000.00 (cien mil soles oro), siendo los socios: Elías Zugbe Lama con 30% de acciones, Stanimir Chirich Mitich
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con 20 %, Isabel Ginocchio del Castillo 5% y Manuel Montiel Ginocchio con 45%. Fundición Centrífuga nos podía ofrecer un pequeño espacio para comenzar, sus hornos de fusión y una ayuda modesta semanal de 500 soles oro. Recordemos que iniciamos la fabricación de las cajas de moldeo automáticas de aluminio (adoboneras), así como las respectivas camisas para los adobones, pesos, cajas de hierro maleable para proteger las piezas en el tratamiento térmico, las placas modelo, un cedazo rotatorio y una máquina mezcladora de arena de 100 kilos. Todo eso fue realizado durante 1966 y parte de 1967. Como Fundición Ferrosa necesitaba expandirse, Manuel Montiel realizó un acuerdo con sus socios en los siguientes términos: Fundición Centrífuga S. A. cedía el terreno por tres años sin cobro de alquiler, Manuel Montiel continuaba ejerciendo los cargos de director de la fundición y gerente de producción (desde abril de 1968) y simultáneamente desarrollaba Fundición Ferrosa.
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El reinicio Crecemos con brazadas de deseos, emprendemos acciones, resolvemos problemas, enfrentamos dilemas o adversidad e inevitablemente, mĂĄs pronto que tarde, lo que estamos a punto de alcanzar se nos escabulle entre los dedos. AsĂ es la naturaleza de nuestra existencia. Errar es humano. Y sin embargo, doblemente humano es perseverar, reponerse, no cesar de enmendar y corregir el yerro.
< Moldeo en arena verde de una pieza (1965).
^ Maqueta inicial del plano de construcciรณn de Fundiciรณn Ferrosa.
^ ^ Montaje de faja transportadora y tolvas de arena.
^ Otro รกngulo de la maqueta. 46
^ Manuel y Myriam.
Manuel Montiel Ginocchio conoció en Brasil a Myriam Nemes Chueiri y con ella contrajo matrimonio. Por la preparación que tenía en arquitectura y diseño, fue la encargada de elaborar el logo para la nueva compañía. Tuvo que hacerlo a partir del símbolo del fierro (Fe) en la tabla periódica de elementos. Myriam lo resolvió con elegancia. 47
Bocetos del desarrollo del logo.
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El velasquismo Manuel Montiel recuerda los siete años que estuvo Juan Velasco Alvarado en el poder, de 1968 a 1975. Los empresarios e industriales vivieron apremios constantes del gobierno para darle al pueblo mayor participación en la vida económica y política del país.
^ General Juan Velasco Alvarado, Presidente del Perú (1968 -1975).
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No pocos cerraron sus fábricas y se fueron al extranjero. Los que se quedaron no la tuvieron fácil. El toque de queda complicaba el tránsito por la ciudad y en los frecuentes retenes había que mostrar documentos que autorizaran la circulación. Manuel recuerda:
En 1968, en el Perú, el mercado de vehículos estaba totalmente dominado por innúmeras firmas extranjeras. El Gobierno de la Junta Militar dictó una ley que se llamó Dipa (Desarrollo Industrial Permanente y Auto Sostenido) que obligaba a los importadores de vehículos a integrar inicialmente 20% de componentes nacionales. Las únicas marcas que aceptaron dicha ley fueron Toyota y Volkswagen para ensamblar autos y camionetas, y Volvo y Scania para ensamblar camiones. Con este panorama decidí hacer un proyecto de una fundición semimecanizada para la producción en serie de tambores de freno. Elaboré los planos y la maqueta, en función del área disponible, para el máximo aprovechamiento del terreno ya que el área era muy limitada. Las máquinas moldeadoras automáticas las importamos de la fábrica de Alemania Oriental Gisag que visitamos en nuestro viaje a Leipzig. Fueron inicialmente dos Foromat 20 A. Todo estaba planeado para la produccion de hierro gris, maleable, de núcleo negro y nodular.
En 1974, habiendo terminado la instalación de Fundición Ferrosa conforme a los planos y montado a la vez un laboratorio completo: químico, de ensayos mecánicos, de arenas de moldeo y metalografía microscópica, conseguimos con Toyota del Perú el primer contrato de fabricación de tambores de freno para sus vehículos. Para eso fue necesario pasar por todas las pruebas correspondientes en las plantas de Toyota de Japón y Brasil. Pruebas muy rigurosas porque los tambores, por ser piezas de seguridad del vehículo, tienen exigencias técnicas muy precisas. La aprobación de nuestros productos nos permitió conquistar la confianza de las otras montadoras y nos convertimos también en proveedores de Volkswagen, Volvo y Scania. Ferrosa llegó a producir en dos turnos, con un equipo de 66 trabajadores, un máximo de mil tambores de freno mensuales para Toyota y lo mismo para Volkswagen. Para Scania y Volvo producíamos 200 tambores de freno mensuales.
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Autopartes para Toyota, Volvo y Volkswagen.
La agitación del momento se sintió por doquier. Los problemas se ventilaron en calles, oficinas, cuarteles y asambleas. La prensa, por supuesto, fue también tribuna para dirimir diferencias. Manolo recuerda:
El régimen militar del general Juan Velasco Alvarado no solo dictó la Ley de la Reforma Agraria que expropió las grandes haciendas azucareras y todas las otras que existían sino que también dictó la Ley de Comunidades Industriales que era una ley confiscatoria de las industrias que tenían que entregar el 10% de las utilidades en acciones de la empresa para la Comunidad Industrial y además incorporar en el directorio al director comunero nombrado por los trabajadores. Se creó además la Confederación Nacional de Comunidades Industriales (Conaci) que vigilaba el cumplimiento de la ley creada por Velasco Alvarado. Nosotros nunca admitimos aceptar en el directorio al comunero industrial y finalmente conseguimos que los trabajadores renunciasen a la Comunidad Industrial. Fue una larga pelea pero finalmente Velasco murió y el general Francisco Morales Bermúdez acabó con la Ley de Comunidades.
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Transcripción de artículos periodísticos La C. I. de Fundición Ferrosa Denuncia una Serie de Abusos Federación de Comunidades Industriales de Fundiciones, Metales no Ferrosos, Hierro y Acero Problemas de la C. I. Fundición Ferrosa.
des anti comuneras de alguno de los miembros de esa Comunidad, que en este momento no queremos hacer mención, han tratado de entorpecer esta gestión, hecho que no lo van a conseguir por que Ponemos en conocimien- en estos casos afrontará to de las Comunidades la situación nuestra FedeIndustriales y de la opi- ración. nión Pública que, en la Comunidad Industrial de Sin embargo queremos Fundición Ferrosa se co- que conozcan la maniomete una serie de abusos, bra tramada a sus actuatal es el caso que no se en- les Directivos al hacer trega título de acciones, convocar a una asamblea se ha retirado de la planta Extraordinaria, en la que maquinaria sin permiso plantearon como tema de la Comunidad, hecho central Censura a todo que es de conocimiento el Consejo con el único del MIT, gracias a la bue- pretexto de que el Consena labor que viene desa- jo ha denunciado ante el rrollando el presidente MIT, sobre la sustracción actual señor Manuel Qui- de maquinaria, mejor diroz, conjuntamente con cho que la empresa ha los miembros de su Con- retirado maquinarias sin sejo, sin embargo, actitu- permiso de la Comunidad
Industrial, por este motivo censuraron al Consejo y nombraron una Comisión Reorganizadora, actitud que no procede porque no está estipulada ni puede estarlo en ningún dispositivo legal, menos en un Estatuto. Frente a esta situación queremos poner en conocimiento de Fundición Ferrosa S. A. y en especial de su Consejo, que la Comisión Reorganizadora no tiene ningún valor, siguiendo con sus funciones normales el Consejo que preside el señor Manuel Quiroz, hecho que está certificado por un documento del Ministerio de Industria y Turismo.
Secretaría de Prensa.
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En Fundición Ferrosa S. A.
CC. II. fue informada de venta de maquinarias El comunicado reciente, emitido por la Federación de Comunidades Industriales de Fundiciones de Metales no Ferrosos, Hierro y Acero, los miembros del ex Consejo de la C. I. de Fundición Ferrosa S. A. que presidía Manuel Quiroz Quiroz, desmintieron las afirmaciones publicadas en un diario local, en el sentido de que en la citada empresa se estaban efectuando la venta de maquinarias con el único propósito de desmantelarla. Por su parte, el nuevo presidente de la C. I. Santiago Quintanilla, explicó que el anterior Consejo ha quedado totalmente desautorizado desde el momento en que fue censurado por todos los tra-
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bajadores de la empresa, hecho que fue puesto en conocimiento del Ministerio de Industria y Turismo. Mostrando la copia de un documento del MIT, Santiago Quintanilla dijo que de acuerdo al mismo, la Comisión Reorganizadora convocó a nuevas elecciones, las que se realizaron el pasado 13 de julio. Asimismo, admitió que, efectivamente, en la empresa se ha procedido a la venta de algunas maquinarias, pero que de ninguna manera, esto afectaba los intereses de los 35 trabajadores, sino más bien con ello se iba a financiar la compra de maquinarias nuevas.
tado, el Director Gerente, ingeniero Manuel Montiel, quien expresó que de ninguna manera la venta de las máquinas usadas conllevaba el propósito de desfinanciar la economía de la empresa, sino que se iba a incrementar los trabajos gracias a una inversión que sobrepasa los 80 mil dólares para la compra de un terreno de más de 4 mil metros cuadrados para incrementar la producción de la empresa con la ampliación de su local.
La venta de algunas maquinarias –dijo– se efectuaron con el pleno conocimiento de la Comunidad Industrial y por unánime decisión de la Junta Extraordinaria de En estas aseveraciones Accionistas. coincidió al ser entrevis-
^ Zona de moldeo con mรกquinas automรกticas para la producciรณn en serie de tambores de freno (1974). 55
^ Vaciado de hierro lĂquido en moldes.
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El 27 de julio de 1970 el gobierno promulgó la Ley General de Industrias y creó la Confederación Nacional de Comunidades Industriales (Conaci). Con ella se pretendía formalizar la participación progresiva de los trabajadores de tiempo completo en una empresa industrial y les permitía conseguir paridad en su propiedad, su gestión y sus utilidades. Un día de 1970 los obreros de la fábrica, quienes ya habían elegido su presidente comunero, invitaron al dirigente de la Conaci e intentaron hacer de inmediato una asamblea con operarios a fin de afiliarse e iniciar el proceso para que un 50% de la empresa pasara a poder de la planta laboral, junto con las prerrogativas que eso acarreaba.
Manuel Montiel sintió que le hervían las entrañas. Tomó lo primero que halló a mano –una barreta de hierro– y se abalanzó contra el alborotador diciendo: -¿Quién les ha autorizado a reunirse sin informar a la dirección? El de la Conaci huyó corriendo hasta el portón, se dio vuelta y gritó: -¡Usted no sabe con quién se mete! A lo que Manuel Montiel respondió: - ¡Me importan un rábano la Conaci, Velasco y su parentela! Ahí terminaron los intentos de socialismo impuesto. Sin embargo, el clima para la actividad industrial dejaba mucho que desear.
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La perseverancia funciona, como podemos ver por lo que nos relata: En julio de 1971 conseguimos un préstamo del Banco Industrial del Perú por S/. 205,582.78 después de casi un año y medio de llenar papeles porque siempre faltaba algún documento. Nos ayudó un general de la sección de material de guerra del ejército, a la que terminamos de montarle una pequeña fundición para hacer estatuas de latón y bronce. Se les hizo un horno rotativo, un cedazo rotatorio, un puente grúa y una mezcladora para moler ladrillo con yeso, material base para elaborar los moldes de las estatuas. Eso lo terminamos en julio de 1973. Con el préstamo del Banco Industrial importamos dos moldeadoras automáticas de la República Democrática Alemana, y en 1974, de Inglaterra, 100 cajas de moldeo en acero especial, grapas para unir las cajas y pesos especiales para la colada del metal.
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^ Foto de la firma de la compra de máquinas en Leipzig (Alemania Oriental).
^ Primera prueba del equipo de la República Democrática Alemana (máquina de moldeo automática).
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Terrorismo
^ Afiche propagandĂstico de Sendero.
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Durante casi veinte violentísimos años las acciones de Sendero Luminoso sumieron al Perú en el espanto. La zozobra y el miedo se sintieron por doquier, en todo hogar, en cada institución y empresa. El sabotaje a las torres de alta tensión y los atentados con explosivos obligaron a reducir los turnos en la fábrica y a conseguir equipo electrógeno para generar parte de la energía eléctrica necesaria. Incluso bajo esas circunstancias extremas, no se podía descuidar el trabajo fabril y constantemente se requerían decisiones cruciales.
^ Métodos de Sendero para infundir terror.
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Pintas de Sendero. Archivo revista Caretas >
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No hubo un solo rincón del Perú donde el terrorismo no trastocara las formas de convivencia. Sin embargo, la violencia generalizada no detuvo la producción minera. Su expansión se redujo al mínimo, pero nunca cesó de estar activa.
^ Atentado en la calle de Tarata, Lima. Archivo revista Caretas.
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freno que tenían Toyota, VW, Volvo y Scania, principales fuentes de ingreso de Fundición Ferrosa, cesó y esta quedó sin el 90% de su mercado.
^ Ingeniero Alberto Fujimori Fujimori, presidente del Perú (1990-2000).
Los acuerdos que se toman por consenso no son necesariamente los correctos y la mayoría de votos no implica por fuerza la verdad, como podemos ver por los hechos siguientes. En el año de 1991 el gobierno de Alberto Fujimori eliminó la Ley del Ensamblaje de Vehículos en el Perú, abrió la importación indiscriminada de vehículos y autopartes y echó por tierra la disposición velasquista de que un 20% de los insumos de las armadoras fuera de manufactura nacional. La demanda por tambores de
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La inseguridad hizo que aumentara la migración del campo a la ciudad. La creciente demanda de medios de transporte aprovechó la liberación de importaciones de vehículos usados y con ello se incrementó la necesidad de tambores baratos de freno. No solo prosperaron las empresas fundidoras improvisadas, sino que subió alarmantemente el robo de tapas de buzón para abastecerlas de metal. Fundición Ferrosa comenzó a competir en desventaja. Los compradores no estaban interesados en calidad sino en precio. Ante estas circunstancias, Manuel Montiel anunció el cierre de la fábrica. Los operarios se alarmaron y buscaron alguna forma para competir con las fundidoras precarias de Villa El Salvador y Zárate. Estas usaban mano de obra
eventual con ínfimos salarios y podían inundar el mercado con tambores de freno a precios con los que Fundición Ferrosa no podía competir por sus gastos operativos. Manuel Montiel les dijo: “Miren, si quiero vender canastas en el mercado y las llevo en un VW, tal vez pueda subsistir, porque el mantenimiento del vehículo es bajo. Pero si lo quiero hacer en un Mercedes, ¡ni hablar!”. Los operarios decidieron que había que imitar a la competencia e instalar un cubilote. La dirección siguió con la idea del cierre, pero ante la insistencia cedió y el mencionado cubilote se construyó a costo y esfuerzo enormes. Tremenda pieza la que resultó –cuenta Manuel. Tenía hasta un skip que subía la antracita y el metal chatarra al horno. Salieron piezas de muy buena calidad y los operarios, siguiendo lo acordado, salieron a buscar compradores. ¡Esfuerzo inútil! En el mercado había oferta de otras de menor calidad pero mucho más baratas.
^ Horno cubilote.
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Con gran pesar de todos y aceptando los acuerdos previos y la crudeza de la realidad, se cubrieron los derechos laborales de los operarios más un bono adicional por los años de servicio. La fábrica cerró y se puso a la venta. El ingeniero Máximo San Román, de la firma Nova, manifestó interés por adquirir las instalaciones al precio requerido, hizo girar un cheque y mandó entregarlo. ¿Por qué no se cobró? Por ella:
^ Naima Montiel Nemes a los cinco años (1974).
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El instinto y la pasión que ya habían asomado en el bisabuelo desde su lejana partida de Almería, y luego en el abuelo y en el padre, apareció ahora en la hija mayor, Naima Montiel Nemes. A su regreso del Brasil, donde había estudiado cerámica industrial y hecho prácticas en grandes industrias cerámicas como Votorantin y São Caetano, encontró que la liquidación de Fundición Ferrosa era inminente. Naima se opuso y detuvo la venta, apoyada por varios amigos empresarios y gerentes de empresas industriales de Lima. Estaba convencida de que la solución era producir nuevas
aleaciones y buscar mercados dentro de otras industrias. Sin duda tuvieron mucho que ver los recuerdos de infancia de Naima, pues su padre tuvo buen cuidado de que estuviera desde niña en contacto con las actividades de la fundición. Es innegable también que otro elemento decisivo fue lo que ya antes habíamos apuntado: hay circunstancias, raras y afortunadas, donde la obsesión y el trabajo trascienden las generaciones. Los detalles y las decisiones que se tomaron a partir de ese momento del año de 1994 serán contadas en los siguientes libros.
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El presente trabajo es un homenaje a los tres mil quinientos años de nuestra tradición metalúrgica y a la privilegiada región donde vivimos: al pie de los Andes.
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FUNDICION FERROSA El inicio, Vol. I Autores: Fundición Ferrosa División Editorial © FUNDICIÓN FERROSA S. A. C. Editor: Diego Sandoval Espinosa. © De la presente edición: Fundición Ferrosa S. A. C. Los Árboles (ex Calle 2) Mz B, Lote 5, Huerto Santa Lucía, Lima 3, Perú Teléfonos: 628.1982 / 628.1983 Primera edición: Noviembre 2016 Producción editorial: Fundición Ferrosa División Editorial Textos: Diego Sandoval Espinosa Diseño y diagramación: Diego Sandoval Espinosa Supervisión editorial: Pilar Elías Corrección de estilo: Juana Iglesias Tiraje: 500 ejemplares Hecho el depósito legal en la Biblioleta Nacional del Perú Nº 2016-16349 ISBN: 978-612-47330-0-0 Esta obra se terminó de imprimir en el mes de noviembre de 2016, en los talleres gráficos de Gráfica Biblos S.A. Jr. Morococha Nº 152, Surquillo, Lima - Perú
Créditos fotográficos Alex Bryce: fotografía de la carátula, págs. 10, 12, 18, 19, 68-69. Archivo particular familia Montiel: págs. 6, 8, 26, 30, 32, 35, 37, 38, 40, 41, 44, 46, 47, 52, 55, 56, 58, 59, 65, 66. Archivo Museo Andrés del Castillo: pág. 13-15. Battle of Manila Bay, Unknown Chinese artist, oil on canvas, c.1898. Copyright 2016 by The Kelton Foundation. pág. 29. Revista Caretas: págs. 61, 62, 63.
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Al imprimir con CyclusPrint en vez de hacerlo con papel no reciclado, se ahorró lo siguiente :
286 kg de residuos
8,975 litros de agua
57 kg de CO
798 kWh de energía
573 km de viaje en un coche
464 kg de madera
europeo estándar
2
Fuentes: El cálculo de la huella de Carbono, es realizado por la Compañia Labelia Conseil, en base a la metodología Bilan Carbone®. Los cálculos están basados en la comparativa entre el papel elegido producido a partir de fibras recicladas y el papel fibra virgen, y por otra parte en los datos europeos BREF disponibles (papel a partir de fibra virgen). Los resultados se obtienen según datos actualizados y están sujetos a modificaciones.
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