TRATADO DE OCULTISMO TRIBUTO AL MAESTRO MANUEL SERAL COCA
JOSEP A. SEGURA
REGISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL nº: B‐5908‐07.
ÍNDICE LOS SIETE GRANDES PRINCIPIOS HERMÉTICOS....................................
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INTRODUCCIÓN AL KYBALIÓN.................................................................................................
PRINCIPIO DE GENERACIÓN.......................................................................................................
1 2 2 2 2 3 3 3
PRINCIPIO DE MENTALIDAD..........................................................................
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MATERIA PRIMA............................................................................................................................
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PRINCIPIO DE MENTALIDAD...................................................................................................... PRINCIPIO DE VIBRACIÓN.......................................................................................................... PRINCIPIO DE CAUSALIDAD O CAUSACIÓN.......................................................................... PRINCIPIO DE RITMO.................................................................................................................... PRINCIPIO DE POLARIDAD......................................................................................................... PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA..........................................................................................
PRINCIPIOS DE VIBRACIÓN Y RITMO......................................................... 11 EL CENTRO...................................................................................................................................... 15 EL JUEGO............................................................................................................................................... PROCESO Y CONCLUSIÓN.........................................................................................................................
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LA ATENCIÓN....................................................................................................... 23 LA MEDITACIÓN............................................................................................................................ 24 PRINCIPIO DE CAUSACIÓN.............................................................................. 28 KARMA............................................................................................................................................. 28 FILOSOFÍA OCULTA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA............................ 31 AXIOMAS PRINCIPALES................................................................................... 45 MÉTODO MÁGICO.............................................................................................. 46 CUERPO FÍSICO.............................................................................................................................. 46 IMPULSOS Y FUERZA VITAL ..................................................................................................... 46 LOS CUATRO ELEMENTOS.......................................................................................................... 49 PRIMER MÉTODO MÁGICO.....................................................................................................................
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OFRENDA, MÉTODO RITUAL.................................................................................................................
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SEGUNDO MÉTODO MÁGICO ..................................................................................................................
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SIMBOLOGÍA........................................................................................................ 57 SÍMBOLOS TÍPICOS DE LOS CUATRO ELEMENTOS.............................................................. 63 LOS CUATRO ANIMALES SIMBÓLICOS: TORO, LEÓN, ÁGUILA, HOMBRE.................................................................. LOS 4 GRIALES................................................................................................................................................. EL TETRAGRAMMATON...........................................................................................................................
63 65 68
ÍNDICE
PROMETEO – LUCIFER – LUGH...................................................................... 70 75
LUGH................................................................................................................................................
APÉNDICE.............................................................................................................. 78 MUNDO ASTRAL............................................................................................................................ EL SUBCONSCIENTE.....................................................................................................................
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LOS SIETE GRANDES PRINCIPIOS HERMÉTICOS INTRODUCCIÓN AL KYBALION
Å È È
PRINCIPIOS O LEYES NORMAS HECHOS
Î PLANO MENTAL/ESPIRITUAL ÎPLANO PSÍQUICO ÎPLANO FÍSICO
El ocultismo, bien entendido, es religión, ciencia, arte… así es como se traduce en el mundo de los hechos. Podríamos decir que en el plano astral, el mundo de los sueños, el mundo de los planos que condicionan la materia, del consciente y el inconsciente, es donde se encuentran las normas. Al decir normas nos referimos a los modelos que dan lugar a la realidad. En el plano mental o espiritual es donde aparecen los principios o leyes. Todo hecho está condicionado por la norma. Toda norma es la expresión de un principio, pero nunca un principio estará condicionado por la norma o por un hecho. La posición es absolutamente jerárquica, lo de arriba condiciona lo de abajo, pero lo de abajo no condiciona lo de arriba. Si hay un principio universal, por mucho que se intente, nunca se va a poder alterar tal principio. El principio es esencialmente inalterable. Hasta cierto punto se van a poder alterar las normas, aunque en realidad, no se pueden alterar; lo que ocurre es que como hay un juego de normas bastante amplio, podemos jugar usando una norma para saltarnos otra, es un simple juego. Un papel que se cae, se moja, se pega, y ya no cae. La ley no se cumple porque hay algo más fuerte que lo impide. Por tanto se puede, hasta cierto punto, saltarse las normas usando otras normas. Lo que no se puede de ninguna manera es saltarse los principios, ya que éstos son inamovibles e invariables. Las leyes o principios universales son siete. De estas siete leyes se puede decir que cuatro dependen de las otras tres y que de estas tres, dos dependen de la primera. Es decir, sólo hay una ley, que a su vez viene matizada, definida o expresada en dos leyes más. Estas tres leyes principales son las que realmente sostienen a las otras cuatro. En total 7 leyes:
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PRINCIPIO DE MENTALIDAD TODO ES MENTE Hay una única sustancia que puebla y construye el Universo y de la que todo está hecho. Nuestra existencia está fabricada a partir de esta única sustancia, a la que los antiguos llamaron MENTE. La idea es que existe una sustancia única de la que se compone todo. El Todo lo incluye todo (tiempo, espacio, pasado, futuro…). Todo el mundo fenoménico o universo es una creación mental del Todo. Si la realidad fuera un programa de ordenador, todo por variado que pareciera, estaría construido solamente de una cosa, electricidad. Hasta el programa de ordenador más complicado está hecho solamente de ceros y unos, código binario: 0: No pasa corriente=YIN. 1: Pasa corriente = YANG.
PRINCIPIO DE VIBRACIÓN NADA ESTÁ QUIETO La inmovilidad no existe. Todo vibra constantemente. No hay nada inmóvil en el Universo. Todo se mueve, todo oscila, todo se expresa como movimiento. Todo vibra. Un electrón gira eternamente, nunca se para. Es muy importante entender el principio de vibración, porque se comprende que no existe lo quieto, lo parado, que sólo es una ilusión. El sonido, la vista, el tacto, el olfato, el gusto… son vibración. El ojo no ve, la oreja no oye… sino que captan vibraciones que transmiten al cerebro, y éste se encarga de traducirlas y convertirlas en sonido, imagen, olor, etc.
PRINCIPIO DE CAUSALIDAD O CAUSACIÓN TODO EFECTO TIENE UNA CAUSA, TODA CAUSA PRODUCE UN EFECTO En el Universo no existe el azar. Cualquier cosa que ocurre en el Universo procede de otra cosa. Aquí nos encontramos con el concepto de karma. En el ocultismo tradicional, la casualidad no existe.
PRINCIPIO DE RITMO NO SÓLO TODO VIBRA SINO QUE TODO VIBRA EN UNA OSCILACIÓN Todo sube y baja para volver a subir, todo flujo tiene un reflujo igual y de sentido contrario. Todo lo que sube vuelve a bajar. Todo lo que va, vuelve (como un péndulo). Todo lo que empieza, termina. Todo se mueve en una oscilación rítmica y continuada. Todo sigue un ritmo, es decir, vibra con una frecuencia repetitiva. Comprender la ley del ritmo es comprender que se puede adquirir poder sobre cualquier cosa si nos adaptamos, si respetamos su propio ritmo. Si se trata de romper el ritmo con el que una cosa o persona se expresa, el resultado será la cacofonía. Todo es ritmo. 2
PRINCIPIO DE POLARIDAD Esta ley es hermana de la del Ritmo y determinante de la de Vibración. Todo el universo tiene dos polos, todo es YIN y YANG, blanco y negro. Todo lo que se conoce se mueve entre dos posibles polos o mejor dicho, oscila entre dos posibles polos. Para que haya una vibración y un ritmo es preciso que haya una polaridad, un extremo y otro. La polaridad nos dice que los polos opuestos no son cosas, sino más bien cualidades opuestas y extremas de la misma cosa. Así, el frío y el calor son polos opuestos de la misma cosa (temperatura). El frío no es más que el mínimo grado de calor y el calor es la mínima expresión del frío. Estos dos extremos deben coexistir, complementarse y alternarse constantemente. La alteración de la polaridad genera un ritmo y ese ritmo es el causante de una vibración.
PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA Todo lo que ocurre en un nivel, se repite en todos los demás niveles y cualquier ciclo en un determinado nivel, es equivalente y correspondiente al mismo ciclo en cualquier otro nivel. Como es arriba es abajo. Lo que ocurre en lo más infinitamente grande, ocurre en lo medio y en lo más ínfimamente pequeño; lo que explica el movimiento de la naturaleza, explica también el movimiento del hombre y el movimiento del hombre explica el movimiento de los astros. El Do de una octava sintoniza vibratoriamente y se corresponde con cualquier otro Do de cualquier otra octava.
PRINCIPIO DE GENERACIÓN En todo cuanto existe, si se reúnen dos opuestos producen, automática y espontáneamente, un tercer elemento fruto de la síntesis y combinación de los otros dos. Inevitablemente cuando dos fuerzas opuestas se unen y se produce un intercambio de energía entre ellas, el resultado siempre es un “hijo”. Cuando dos energías opuestas chocan, se combinan y liberan una descarga de energía, el resultado es siempre una tercera energía que contiene parte de las otras dos. Padre Madre Hijo
Tesis Antítesis Síntesis
El resultado de la unión de dos polos opuestos tiene cualidades de ambos y al mismo tiempo tiene cualidades que le distinguen de cualquiera de ellos. La mayoría de veces los hijos no son físicos y en algunas ocasiones se producen larvas. Un exceso de Yang puede revertir en un desequilibrio, en un conflicto. Siempre se genera un flujo yin/yang con otra persona. Siempre hay un intercambio y una conexión. Dicho de otra manera, todo es sexo, pero no todo es genitalidad. Cada vez que hay un intercambio entre dos polos, dos roles diferentes, se produce la descarga de fuerza y de 3
ella se genera un producto. De mi manera de pensar y de tu manera de pensar se producen una serie de roces, enfrentamientos y planteamientos y de eso, si está bien dirigido, se puede hacer una creación. Pero si está mal dirigido también se produce una creación: odio, rabia, rencor, enfrentamiento. A mayor descarga o intercambio de energía que se mantiene con la otra persona, mayor es el egregor de odio que se fabrica. Lo cual significa que no nos interesa mantener odios ni rencores con nadie, no nos interesa mantener elementos o hijos destructivos sueltos por ahí. En los trabajos de polaridad hay que tener mucho cuidado con las imágenes mentales que se alimentan. Si los pensamientos habituales son negativos, depresivos, destructivos… cualquier descarga energética que se practique (y el acto sexual también vale) alimentará también estas formas mentales. Las formas de pensamiento se alimentan de todo choque energético que se produce y automáticamente se ponen en marcha. Todo lo que se ha vivido y se vivirá está marcado por estas 7 leyes y en ningún momento se escapa de ellas. Si se entiende el principio de Vibración se sabe por qué se sintoniza o no con los demás, o con unos sí y con otros no. Con unos se vibra en la misma frecuencia y con otros no. La Causalidad explica que se está donde se está por una sucesión de causas y efectos y que se sale de ahí por una sucesión de causas y efectos, no por suerte ni por destino. El Ritmo plantea que toda cosa para estar en estado óptimo de salud, de perfección y de utilidad, debe alinearse lo máximo posible con su ritmo (sueño/acción, descanso/trabajo, emociones/pensamientos), que no tiene por qué ser el ritmo de otros, pero sí se ha de intentar mantener un ritmo. Si se traiciona nuestro ritmo se paga con un envejecimiento más rápido y con ineficacia de la maquinaria. La Polaridad nos dice que todo es dual, que todo tiene dos puntos de vista, todo palo tiene dos extremos. Cuando se ve un extremo, se ha de pensar que siempre hay por lo menos otro. Un punto de vista es igual de justificable e igual de válido desde la derecha que desde la izquierda. Ningún extremo tiene valor por sí mismo. Nada existe ni puede existir sino es en contraposición o en justificación con su opuesto. La Correspondencia plantea que lo que hacemos abajo tiene repercusiones con lo que ocurre arriba. Si ordenamos nuestra casa, puede ser que ordenemos nuestra vida. Si arreglamos las tuberías de la casa, puede que arreglemos canalizaciones, las emociones de nuestra vida. Cuando se analiza el qué, cómo, cuándo y dónde ocurren fenómenos cómo cortocircuitos, bombillas que petan, electrodomésticos que se estropean todos a la vez, atascos de cañerías, etc., se puede obtener información curiosa. Por ejemplo tener con cierta frecuencia problemas con grifos y desagües indica problemas emocionales. No es que haya una relación directa, sino que todo el universo es vibración que funciona por escalas y octavas, cuando suena el Do, suenan todos los Dos en todos los sitios.
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Es por esto que la Astrología funciona, no hay ninguna radiación que llegue desde el cosmos en el sentido planetario o zodiacal. Los antiguos entendían que la misma ley que nos mueve en la Tierra mueve a los astros en el cielo. En nuestra vida se mueven energías similares, la astrología es un reloj del cosmos, los astros sirven para ver qué pasa, pero no provocan nada por sí mismos. Se ha confundido el marcador con el agente causador.
PRINCIPIO DE MENTALIDAD Todo es mente. Si todo es mente y la mente es susceptible de ser transmutada, todo aquello que ha sido creado por la mente es susceptible de ser transmutado. La llamada transmutación de los metales, la llamada transmutación de las personas, la llamada transmutación espiritual… no es más que un acto mental. Nuestras vidas cambian porque nuestras mentes cambian. Los cambios mentales tienen mucho poder porque determinan todos los demás cambios, ahora bien, superar barreras mentales, aunque sepamos que son mentales, cuesta mucho. No es tan sencillo como proponérselo. No nos concebimos mentalmente de la manera apropiada, no tenemos mentalidad de lo que sea que queremos, no creemos que sea posible, es una lucha tremenda antes de llegar a convencernos de que aquello que queremos es posible y va a ser, necesitamos creérnoslo, estar convencidos. En el ocultismo práctico se plantean 7 pasos para llegar a conseguir lo que se quiere y lo primero es saber “¿Qué quiere usted?” de manera práctica, concreta y concisa. No grandes cosas ni quimeras inalcanzables, sino objetivos simples y puntuales. Uno de los grandes problemas cuando se trabaja lo que se quiere, es creer que se va conseguir engañándonos diciéndonos, ignorándolo todo, que a fuerza de repetirlo mucho se logrará. En este punto se discrepa con Louise L. Hay. No sirve de nada mirarse al espejo y repetir fórmulas, no sirve de nada por mucho que nos lo repitamos, porque no nos lo creemos. Se consiguen mayores resultados no diciéndonos mentiras, sino aprendiendo a no decírnoslas. El problema al utilizar comparaciones como afirmaciones es la inferencia; si no soy guapo, entonces soy feo, etc. Se funciona por absolutos y esto también es mentira. Soy feo = no vale la pena cuidarme, me meto en un infierno, etc. Pero todo está sostenido por una mentira. No se necesita mentir para aceptar que se es del montón, eso es algo con lo que se puede trabajar y una vez en la media, se puede plantear el tirando a… Significa que se puede sacar partido cuidándonos un poco, utilizando cosas que nos favorecen se puede llegar a ser de la media hacia arriba, se da la talla y no necesitamos mentirnos para eso. Sin embargo, este pequeño proceso es la diferencia entre que la vida sea un desastre o que sea aceptable, es una simple transmutación mental, un cambio de enfoque mental. Decirnos la verdad significa dar un giro de 180 grados a nuestra vida evitando los obstáculos negativos, luego ¡se puede transmutar la vida por medios mentales! Si todo es mente, todo puede ser transmutado.
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El subconsciente es una de las expresiones de la mente, no la mente. Se puede aprender a usar este poder en lugar de ser simplemente víctima de él. Debemos ser conscientes de que a lo largo de nuestra vida, siempre ha estado activo y funcionando, reproduciendo en nuestra realidad todos los patrones mentales que ha ido previamente registrando, tanto los positivos como los negativos; no distingue entre el bien y el mal, simplemente obedece según los inputs que recibe. Debemos aprender a programarlo. Si no somos coherentes con lo que pensamos, decimos y hacemos terminamos por confundir a nuestra fuente de poder creativo y ésta acaba por no tomarnos en serio. No sólo se trata de cambiar los pensamientos, sino que también los actos deben ser consecuentes al nuevo enfoque mental. Por ejemplo, no todas las cosas, sitios, lugares o personas nos merecen; se pueden tratar, pero no se ha de hacer de eso nuestra vida. Esto no significa adoptar una postura pedante, hay que prepararse para demostrar que se vale… Saber que uno vale es mejor que creerlo. La transmutación mental no se consigue a través de la venta de humo, se sostiene en tener claro lo que se quiere, lo que realmente se necesita en ese momento y cómo se puede mejorar, o qué se debe hacer para mejorar, para conseguirlo correctamente. ¿Qué hace que nuestra mente no pueda transmutar las condiciones de nuestras vidas? Si queremos que las cosas ocurran, no podemos dispersar la mente en veinte mil deseos. La clave es centrarse únicamente en una cosa muy clara e ir a por ella y no sólo se pide, sino que se actúa en consecuencia. Se selecciona lo más importante, lo más necesario, porque es ahí donde se va a poner toda la energía. Sólo se precisa: 1. Tener claro lo que se quiere 2. Aceptar que la mente tiene el poder de conseguirlo. 3. Actuar en consecuencia a eso que se quiere conseguir. Independientemente que se tenga o no el poder de llegar a ello, nos tenemos que mover en esa dirección y paradójicamente el objetivo nos puede llegar por cualquier otro canal que no sea ninguno de los que hayamos emprendido, aún así, lo que lo hace posible, lo que lo activa, es nuestra acción. El compromiso se demuestra con la acción, no sólo con el pensamiento o la idea. En la Alquimia se habla de la Gran Obra, no de la gran filosofía, pensamiento o idea. ``Toda intención que no se expresa en actos es una intención vana y la palabra que la representa es inútil. Es la acción la que prueba la vida y establece la voluntad. De aquí que se haya dicho en los libros sagrados y simbólicos, que los hombres no serán juzgados de acuerdo con sus pensamientos y sus ideas, sino de acuerdo con sus actos. Debemos actuar para ser…” Eliphas Levi
Lo que confirma al Universo que realmente queremos conseguir ese objetivo, es el actuar en consecuencia. El compromiso del mago es la ACCIÓN.
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Dar por hecho el objetivo en tiempo presente, ya existente. Aunque no haya ocurrido aún en el plano físico, en el plano astral ya ha sucedido. Sólo es cuestión de que se materialice en el mundo físico.
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Dedicar 5 minutos al día a vivenciar aquello que deseamos. Se ha de experimentar en términos de los cinco sentidos, debo sentirlo, olerlo, notarlo… Lo que se quiere generar tiene siempre un aspecto material. A menor definición de lo que se quiere menor resultado. Esto es muy importante a tener en cuenta en el primer paso. Del mismo modo, no podemos ignorar lo que nos supondrá en el aspecto emocional, económico o energético… todo tiene un precio. Lo más importante es no engañarse a uno mismo cuando nos decimos lo que queremos o lo que realmente necesitamos de verdad. Debemos ser sinceros y honestos. Todo es mente y la mente tiene todo el poder… intelectualmente tenemos el gran arcano, es cierto, pero un concepto intelectual no basta. Poco a poco la capacidad de observación nos va convenciendo, demostrando que la mente tiene poderes y que puede realizar muchas cosas. Se avanza a tramos, el límite se aleja cada vez un poco más. Somos mentes finitas tratando de trabajar con un poder infinito y a priori nos viene grande, lo que sabemos es lo que determina lo que podemos. Nuestro saber es sólo el conjunto de límites que le ponemos a nuestro conocimiento y no podemos quitarlos, pero los podemos ir ampliando. -No solamente los estados mentales de uno mismo pueden ser transmutados según los métodos herméticos, sino que también puede hacerse esto con la mentalidad de los demás y, efectivamente, todos sufrimos transformaciones mentales de cualquier índole, inconscientemente en general, pero conscientemente a veces cuando comprendemos algo acerca de las leyes y principios que rigen, y sobre todo cuando los demás ignoran los medios de protegerse a sí mismos.- Kybalion.
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Ley del silencio. No se debe hablar del objetivo a menos que sea absolutamente imprescindible. Todo aquello de lo que se habla se dispersa. Desde el mismo momento en que se habla con gente que ni le va ni le viene de uno de nuestros proyectos, empezamos también a abrir las posibilidades de que otras mentes saboteen los objetivos, involuntariamente o no (envidias – aunque sea sin mala fe). Hablar más de la cuenta destruye por el mismo proceso de creación mental; por dispersión o porque igual que se crea una imagen positiva de lo que se puede conseguir, otras personas pueden crear una imagen negativa, de que “fulanito” no lo consigue (esto sin entrar en la mala fe). Por lo tanto, es lícito que se manipule a la gente para que piense positivamente en lo que queremos y nos ayude a conseguirlo, si no les perjudica.
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No es rentable hacer daño a los demás, mantener enemigos, causar dolor. No es por bondad, es por economía, por pura coherencia. La gente que funciona, para bien o para mal, no lo hace desde sí misma, funciona por reacción o desde una regla, porque dicen las normas que debe ser así. Estos patrones de conducta están almacenados en algún lugar del cerebro, son instrucciones a las que la mente recurrirá frente a cualquier decisión que tomemos o frente a cualquier expectativa que se presente, por lo tanto, hay que empezar a reventar todos aquellos que nos son perjudiciales y que nos impiden desarrollarnos interiormente. La misma energía se usa para destruir y para crear. Se puede destruir a otro usando el poder mental, incluso sin eso… acoso psicológico, humillación, desprestigio. Si con la lengua se puede destrozar a alguien ¿qué no se puede hacer con poder mental? Es sólo nuestra elección el decidir si nuestra actitud sana o enferma crea o destruye. Y si no somos conscientes tanto peor, porque entonces ni siquiera elegimos, sanamos o enfermamos sin saber que tenemos el poder de hacerlo. En la magia debemos ser conscientes y elegir.
7 Bombardeo psíquico.
MATERIA PRIMA El Todo es todo y la parte nunca puede comprender al Todo. El Todo es incognoscible. Prácticamente todo lo que se pueda plantear se remite a uno o a varios de los 7 principios. El concepto de que todo es mente, por ejemplo, nos lleva a un concepto básico de la alquimia. La alquimia dice que todo está construido de una sola sustancia, la cual de alguna manera puede construir el oro filosofal. Para llegar a una transmutación de tipo físico, psíquico, místico, esotérico, espiritual, etc., los alquimistas dicen que se parte de una sustancia madre que es la que se ha de transformar, la llaman Materia Prima. Ahora bien, no hay ningún texto de alquimia que explique qué es la materia prima. Además, insisten en que es algo que no se puede explicar. No se explica porque no se puede explicar. La materia prima es algo que se puede modelar, transformar o adecuar para conseguir que sea aquello que se quiere. La única cosa que cumple esta definición es la MENTE. Si el universo es mente, cualquier sustancia es una adaptación de la mente. No se puede hacer la mutación directa, es decir, transformar la plata en oro. Se ha de ir a la esencia que compone todas las cosas y desde ahí cambiarlas. En realidad la alquimia lo que plantea es que lo que muta es el ser humano. La materia prima es el ser humano, el ser humano es mente. Si se pudiera, si se cambiara lo suficiente la mente, cambiarían lo suficiente los efectos de la mente. Por ejemplo, si nos damos cuenta de que una enfermedad está fijada a una forma de pensar errónea e intentamos modificar esa forma de pensar y lo conseguimos, y a consecuencia, automáticamente, se cura la enfermedad, acabamos de hacer una transmutación. 8
Cuando nos enfadamos el cuerpo empieza a segregar adrenalina (entre otras sustancias endocrinas) y estamos haciendo una transmutación, un cambio metabólico, un cambio orgánico; sucede lo mismo cuando nos enamoramos. Un estado emocional, probablemente provoca una reacción química en el cuerpo. Si esto es así, cualquier estado emocional negativo, también provoca una reacción química en el cuerpo y por lo tanto, el cuerpo responde a esa reacción química. Ciertos estados mentales producen cambios orgánicos evidentes: la irritación, la cólera, el estrés, pueden llegar a generar una úlcera de estómago. Un susto puede encanecer el pelo de golpe. Esto es una transmutación física a través de un medio mental puntual (en este caso, el susto). Si a través de un medio mental puntual, se puede provocar un estado químico puntual; descarga de adrenalina, sudoración, aceleración del ritmo cardíaco… se puede suponer que a través de otros medios mentales, de otros estados, podrían provocarse otros estados químicos diferentes, reacciones químicas que tendrían diferentes repercusiones en el organismo. Si un impulso mental puntual genera un cambio químico puntual, un impulso mental permanente genera un cambio químico permanente. Si una persona está en un estado mental permanente, desarrollará una respuesta química adecuada a ese estado de mente permanente y lógicamente tendrá repercusiones en el organismo en el cual habita. Si los estados mentales permanentes son negativos, los cambios provocados también son permanentes y negativos y el organismo responde a ese estado y se deteriora. La mayor parte de enfermedades vienen de este proceso. Supongamos que elegimos trabajar nuestra mente para establecer pensamientos positivos, a partir de ese momento se produce otro cambio químico que tiende a deshacer lo que había estropeado el cambio químico original, el resultado es que de estar enfermo se pasa a estar sano, la curación también es mental. Casi toda enfermedad la produce la mente, incluso en casos de contagio, porque aunque ello venga generado por un agente externo, el hecho de ser vulnerable o no al virus sigue estando determinado por el estado mental. Lo mismo en caso de accidente, las condiciones que llevan a estar en el lugar del accidente también son mentales. Todo lo que ocurre en el plano físico es el resultado de los modelos mentales que hay en el subconsciente, la víctima no es absolutamente inocente del accidente en el que sucumbe. Cuando hay un accidente, tanto la víctima como el culpable habían fabricado el accidente previamente. El subconsciente trabaja al individuo, pero también trabaja la colectividad, el alma grupal está por encima del alma individual y le da igual prescindir del individuo por el bien de la especie. Aún así, hay ciertos individuos que son lo bastante significativos como para no sucumbir donde sucumbe el resto de la especie. Si la mente puede enfermar y puede sanar respondiendo a dos tipos de estados mentales, ¿qué sucede con los estados mentales suprasanos? Iluminación, gracia, baraka, iniciación, estados superiores de conciencia, meditación… todo ello nos coloca en estados mentales especiales, obviamente diferentes a los del hombre común, pero en ningún momento se pueden calificar de estados enfermos, aunque tampoco son lo que llamaríamos estados sanos, tampoco un individuo normal está en esos estados, los que lo están son personas que han hecho cierto trabajo y que han ido más allá del
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individuo normal, por tanto no son estados enfermos ni sanos, son saludables, suprasanos. Si los estados psicológicos producen cambios químicos patológicos y los estados mentales permanentes producen estados químicos permanentes, un estado mental suprasano, supranormal, también produce un cambio químico orgánico. No espiritual, químico. Los cambios internos, la modificación de la energía interior, altera las facultades. Los poderes psíquicos; videncia, levitación, movimiento de objetos, sanación a distancia… son accesibles a todos, es cierto, pero sólo si primero el vehículo está en condiciones. Todo el poder psíquico realiza algún tipo de trabajo, por tanto hay energía. Si hay energía, venga de donde venga, se manifestará a través del organismo físico, porque es el vehículo de trabajo. Si al organismo físico le posee una energía superior a la que normalmente está capacitado, acostumbrado a mover, ¿cómo le repercute? Se sobrecarga, peta. Por tanto, a la que se mueven determinados poderes psíquicos, sólo hay dos opciones: o bien se ha realizado previamente un trabajo y se tiene la capacidad de mover y trabajar con la energía (del cuerpo, no de la mente) o bien no se ha realizado ningún trabajo, se canaliza más energía de lo normal y el cuerpo se quema. Las personas que usan ciertos poderes y no han tenido una preparación interna adecuada, se queman. Médiums, videntes, magos, sanadores y demás, si se observa, se ve que muchos de ellos tienen dolencias serias, hiperobesidad, disfunciones sexuales, disfunciones psíquicas, dolencias físicas graves. Con el tiempo se tiende a desarrollar problemas si uno se estanca y no hace el trabajo de crecimiento personal necesario para poder manejar esta energía. A veces estos problemas no se manifiestan en el organismo, sino en el entorno; desgracias familiares, etc. Pero la energía no es la culpable de lo que ocurre, simplemente es quien la maneja, ya que no lo está haciendo de una manera adecuada al no estar consecuentemente protegido. Los poderes mentales son intrascendentes para el buscador, simplemente son consecuencias lógicas e inevitables del proceso, a medida que nos desarrollamos energéticamente ocurren cosas. Éste es el proceso natural. En el momento en que se produce un cambio en un organismo, se tiene la comprensión de qué es la transmutación. Éste es el objetivo de la alquimia. La herramienta que se tiene para desarrollar la capacidad es TODO ES MENTE, por tanto cambiar modelos mentales podría significar cambiar nuestra realidad misma. Yendo al extremo, se puede llegar a afirmar que si uno fuera capaz de cambiar convenientemente su mente, sería capaz de modificar su propio genoma, porque no es más que la cristalización de una información. Por medios mentales sería posible conseguir un tipo de hombre completamente diferente orgánicamente, con otras facultades, con otro tipo de longevidad. Si realmente pudiéramos modificar nuestra mente hasta el punto necesario, se fabricaría una nueva raza, un ser que solamente hubiera utilizado al hombre como vehículo para desarrollarse. La clave para desarrollar todo este proceso es el estado de atención permanente.
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PRINCIPIOS DE VIBRACIÓN Y RITMO No existe la inmovilidad en el universo, no hay nada quieto, nada está parado. Desde el principio de los tiempos las cosas se mueven, lo que parece sólido, quieto y estable está hecho de moléculas, que constan a su vez de átomos y éstos se componen de un núcleo y de electrones que giran eternamente alrededor de ese núcleo. Todo está en permanente movimiento, en un movimiento rítmico, constante y repetitivo, por eso se dice que todo está en permanente vibración. Todo vibra. La última forma que está a caballo entre la materia y la energía es la luz. Desde hace siglos ha habido dos corrientes sobre la luz; unos opinan que es onda, o sea, movimiento, vibración, y otros opinan que es partícula, un fotón que se mueve. Hay experimentos que demuestran que la luz es una partícula y los hay que demuestran que es una onda. Al final han tenido que aceptar que es ambas cosas a la vez, lo cual se carga las leyes básicas de la física que aseguran que o se es una cosa o se es otra… ``No puede ser las dos cosas a la vez´´. Esto establece una barrera muy fina, muy frágil entre la materia y la energía, de tal manera y sabiendo que la ley de la conservación de la materia dice que, la materia no se crea ni se destruye, sino que se transforma y la ley de conservación de la energía dice que, la energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma… O sea que comparten una ley similar, salvo en el caso de la energía atómica, donde la materia se puede transformar en energía. La materia y la energía son dos aspectos diferentes de una única y misma cosa, no hay materia y energía, la materia es una prolongación de la energía y la energía es una prolongación de la materia, luego, todo lo que se conoce está hecho de energía. Si cambiamos “mente” por “energía” llegamos a lo mismo de siempre. Pero si todo es energía y ésta es infinitamente transformable, entonces ¿por qué no también la materia, que es su consecuencia directa? La materia se podría transformar revirtiéndola originalmente al estado de energía. La energía es esa fuerza que lo mantiene todo en movimiento permanente, por tanto también se puede decir que la energía es vibración. No existe la materia inmóvil, no existe la materia muerta, por tanto todo está vivo, todo tiene algún tipo de energía que lo anima. La vida de los átomos que componen un cuerpo humano, es independiente de la vida que anima ese cuerpo. No somos nuestros cuerpos. El cuerpo es ajeno a aquello que llamamos “yo”. La materia que hoy forma nuestro cuerpo, no ha venido de la nada, hasta el último gramo, molécula, átomo que lo compone ya existía en el planeta hace millones de años (Principio de conservación de la materia), pero nosotros no estábamos aquí hace millones de años, por lo tanto, llegamos a la conclusión lógica y racional de que no somos nuestros cuerpos. No sólo eso, sino que cada 7 años se renuevan todas y cada una de las células del cuerpo, todas. Del niño que nació de su madre ya no queda nada, no existe ni un gramo. Todo ha sido sustituido pero sigue existiendo igual. Lo que debemos a nuestra madre, lo que todavía conservamos, es la información genética, y eso es tan importante como para determinar cómo organizaremos las nuevas células y partículas a medida que vayamos dejando las viejas. La materia se transforma pero la información perdura. Si nuestra madre nos dio la información y la materia la hemos tomado de aquí, el campo energético es lo único
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que determina lo que somos. Somos una energía que atrapa, mantiene y estructura una materia organizada de acuerdo a un modelo genético. Sólo somos la energía, no el cuerpo. La energía sostiene al cuerpo. No es el cuerpo que determina el campo, sino el campo que determina el cuerpo. No sabemos el modo en que se entra en el cuerpo para darle vida, ni de qué modo sale, lo que sabemos es que por el principio de conservación de la energía, igual que la materia, ésta no se crea ni se destruye, sólo se transforma, por lo tanto cuando se entra en un cuerpo se debe proceder de otro lugar y cuando se sale del cuerpo se debe ir a otro lugar, aunque ahora no discutiremos el modo en que nos vamos (disgregados o no). La energía no se gasta, no desaparece, por tanto todo es vibración. Cualquier superación o transmutación mental que tenga una repercusión obviamente física, será una transformación o transmutación que afectará nuestro ritmo vibratorio. Cualquier transmutación de un elemento en otro, superior o inferior, vendrá necesariamente ligada a una aceleración o deceleración de su vibración. Pero como todo es mente, nuestra vibración dependerá de nuestra mente, de nuestros modelos mentales. Hay maneras de pensar que aceleran nuestra vibración y maneras de pensar que la bajan. Se puede decir que hay pensamientos o modelos mentales agudos o sutiles o elevados y modelos mentales graves o profundos o densos. Los densos, los lentos, pesados, son el odio, la envidia, la pereza, la desidia, no hacer nada, el rencor, la apatía, la rabia… todo eso lleva a apegarse: para odiar debemos odiar a algo o a alguien, nos aferramos y nos lastramos, nos aferramos a un peso. Mientras nos mantenemos odiando, guardando rencores, mientras nos mantenemos conservando recuerdos negativos y destructivos, no liberamos la mente para otro tipo de pensamientos de mayor vibración. Deliberadamente nos aferramos a las vibraciones más bajas y destructivas; vibraciones que nos inmovilizan, que nos impiden mirar en otra dirección, que pesan. En el odio incluimos el odio a uno mismo, la culpa… Las vibraciones elevadas son el amor (el odio es una forma de amor disfrazado, son lo mismo en diferente grado… Polaridad). El amor no es lo contrario del odio, el amor es lo contrario del apego. El amor engrandece, abre horizontes, apegarse los cierra. Contra más se piensa lo mejor para uno mismo y para los demás, más se puede hablar de vibraciones altas; el perdón, la comprensión, todo aquello que cancele deudas con lo que nos ata, todo aquello que nos permita soltar peso. Aún el amor/apego es mucho más elevado que el odio, la pereza o la desidia, porque en el amor/apego se encuentra una excusa para mejorarse y sacar lo mejor de uno mismo y eso ya lo hace bueno. Porque amo voy a procurar ser mejor, porque amo voy a procurar crecer, porque amo voy a procurar hacer feliz a alguien, a compartir lo bueno más que lo malo. Aunque sólo sea a este nivel, el amor-apego es una vibración se puede decir que altita. La vibración alta por excelencia es el amor que trasciende el apego.
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Un acto de amor no siempre puede ser dulce y compasivo, a veces es muy duro, muy fuerte, porque un verdadero acto de amor no se basa en quedar bien. Los actos dulces son aquellos que se trabajan para quedar bien. Un acto de amor es algo que, en determinadas circunstancias, puede traernos muy mala publicidad. Es preferible enseñar a pescar que regalar pescado y las enseñanzas, a veces, resultan muy duras a quien las recibe, ya que en el instante no puede comprender lo que en realidad está sucediendo, y menos en estos temas de consciencia que nos ocupan. El proceso energético sube o baja dentro de una escala de vibración, nos elevamos o descendemos en función de que el espíritu, alma o esencia, nuestra manera de ser, se sienta más libre o más esclava, se sienta abierta a la felicidad o abierta a la desesperación, a la tristeza… y eso es un modelo mental, porque todo es mente. Nos podemos mover entre las vibraciones de la octava, porque la diferencia sólo es de nota; no se puede convertir la tristeza en felicidad si son dos cosas diferentes, ¿cómo se va a poder convertir una pera en una manzana? Pero sí se puede convertir la tristeza en felicidad si son dos vibraciones diferentes de la misma cosa (polaridad/vibración). Si se cambia la manera de ver las cosas, si la vibración es más rápida, si se es más integrador, el tono sube y sube por puro egoísmo; soy tan egoísta que no quiero odiar a nadie, que no quiero tener deudas con nadie, ni tener a nadie fastidiado, maltratado o sufriendo a mi alrededor, ya que todo esto lastra, pesa y baja la vibración, por tanto ya no es cuestión de bondad, es que no interesa, no es rentable. Si la vibración baja, las circunstancias de vida también bajan. Si nos movemos en la octava de los odios, rabias, rencores y venganzas, paralelamente se entra en contacto con una vibración de la realidad que es afín a esa octava, es decir, que nos rodeamos de personas enfadadas, de situaciones enfadantes, de expectativas enfadadoras y de bases para el enfado. Sólo se llama, percibe, nota y ve a quien está en la misma octava de vibración que uno. Aquí es donde nos movemos y aquí es donde nos toca jugar, nuestra manera de ser repercute en ese mundo que nos rodea, y ese mundo repercute en nosotros, y el mundo se encargará de fastidiarnos lo suficiente porque no salimos ni un momento por encima de nuestra octava. Los modelos se confirman a sí mismos porque elegimos ver aquello que proyectamos. Nuestro mundo nos confirma lo que creemos, y tiende a seleccionar y a repetir la misma vibración. Se generan mundos, modelos, pautas mentales que responden a la nuestra y siempre se tiende a confirmar el paradigma. Si en algún momento se encuentra una manera de salir de la vibración donde se está y entrar en una octava superior, se empieza a tener la posibilidad de crear realidades de esa octava superior (del rojo al naranja). Pero como todavía estamos en el Do, éste tiene parte de rojo y parte de naranja, eso quiere decir que las viejas pautas (rojas) todavía están por ahí, con lo cual, gente del pasado, situaciones que circundan, posibilidades y expectativas, volverán a presentarse ante nosotros, y es entonces cuando debemos hacer un acto de voluntad y tomar la decisión de no reaccionar en rojo, porque elegimos la situación naranja. Ya sabemos que la situación roja nos es más fácil y lo vemos, pero ahora también sabemos que no existe sólo la roja, sabemos que hay algo más. Si arraigamos poco a poco en la naranja, la roja se irá diluyendo y acabará desapareciendo. Y esto sólo es el principio de la naranja. Luego quedan el amarillo, el verde, etc.
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En la onda vibratoria en la que nos movemos se mueven todas las circunstancias de nuestro entorno y además los modelos de nuestro subconsciente operan sobre nuestra misma realidad incluso en los niveles a los que no tenemos acceso. No está sólo el yo veo o el yo provoco, también está el mundo que se mueve según lo que yo pienso, mi mundo, no el mundo, esto provoca las sincronicidades de Jung. Hay algo que conecta una serie de accidentes, los cuales ponen aquello en nuestro camino o en el camino que vamos a escoger (en un accidente la víctima no es totalmente inocente). Si la Mente Universal nos conecta con aquello es porque nosotros lo hemos creado, nos guste o no. Es evidente que hay fuerzas que conectan, y no al azar o aleatoriamente, sino dentro de un plan que se nos escapa, pero que responde a nuestra mente. Podemos contagiarnos vibratoriamente o contagiar vibratoriamente, depende de si nuestro centro es fuerte o débil. Las vibraciones de las personas que se nos acercan nos pueden bajar o nos pueden subir y nosotros los podemos subir o bajar a ellos. Si uno está en su centro, sin necesidad de mostrarse especialmente simpático ni agradable, de alguna manera arrastra a los que están a su alrededor (a los débiles) hacia ese mismo centro. Si se mantiene una vibración alta y fuerte, las personas que están alrededor no lo pueden evitar y suben. A menudo conectar con una persona que está en vibración alta, para personas que están en vibración baja, es muy desagradable, porque si se está afincado en una vibración baja, una persona evolucionada, consciente, resulta insufrible, insoportable. Tenemos que estar abiertos a ese cambio vibracional. Tenemos que estar deseando subir vibracionalmente (lo cual ya es estar subiendo) para que esa persona nos haga sentir bien. Las relaciones afectivas, amistosas o sentimentales, son pugnas de vibraciones en que el más bajo puede bajar al más alto y el más alto puede subir al más bajo. Pero esto no es excusa para hacer lo que hacen muchos pseudoespiritualistas que, sumidos en su propia mediocridad, suelen ver enemigos y traidores por todas partes y dicen cosas así: ``Tienes energías negativas, tienes mala vibración, vibras negativamente, no quiero acercarme a ti porque me contaminas´´, esto es mentira: si tú me puedes ``contaminar´´ es porque mi vibración no ha subido, sólo finjo estar en una vibración más elevada, pero en realidad no lo estoy. Las vibraciones semejantes se pulsan; si alguien nos pulsa la vibración negativa es porque tenemos vibración negativa. Si realmente trabajamos en ser positivos (trabajar la comprensión, la aceptación, etc), cuando alguien nos da mala vibración, podemos contrarrestarla. Si otros vibran mal nosotros podemos aumentar nuestra vibración hasta compensar la de ellos. Si realmente nuestra vibración es nuestra, nadie nos la puede bajar o contaminar; al contrario, porque las verdaderas vibraciones altas pueden subir las bajas y no al revés. Cuando una baja vibración contamina una alta, es que la alta no lo era. Si el exterior no es bello, es porque nos refleja nuestra propia desarmonía, si estamos en armonía ni nos contaminan ni nos bajan. Nos pueden bajar puntualmente si aquel día estamos flojos, pero si estamos negativos no es porque otro nos haya bajado, sino porque nosotros mismos tenemos tendencia baja. Nadie puede bajarte, te bajas tú. Vibratoriamente es como se comunica gran parte de la información en todo tipo de relaciones, no verbalmente. Lo que produce algún tipo de asimilación, efecto o impacto no es la información verbal.
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El Centro Debemos aprender a mantener nuestro centro a pesar del ruido (que nada te perturbe). Si mantenemos nuestro centro, cualquier cosa externa se podrá superar. ¡Buscamos nuestro centro! Supongamos que el universo sea esférico, que es la única manera de concebir el infinito, en términos tridimensionales sería una esfera. Si es así, ¿dónde está el centro del universo? Yo soy el centro del universo. Los antiguos ocultistas definían la existencia cómo: -el círculo cuyo centro está en todas partes y cuya circunferencia no está en ninguna-. Cualquier punto es el centro de ese círculo porque es ilimitado. Si quiero comprender el universo me basta con fijarme en el centro, cualquier centro, yo mismo, Yo Soy. (Los adjetivos limitan la capacidad de ser). -Antes de que Moisés y los profetas fueran, yo soy-Yo soy el centro de expresión de la voluntad suprema que constantemente crea y sostiene el universo.
Cuando se empieza algo se hace con mucho entusiasmo y nos apretamos incluso más de lo que podemos dar de nosotros mismos, pero llega un momento en el que ya no podemos más y vamos en caída hacia atrás. De la tirada hacia delante a la caída hacia atrás habrá un punto en el que nos nivelaremos, justo donde realmente está lo que de verdad se ha creado y se ha avanzado, ni somos tan buenos como cuando hemos hecho el sobreesfuerzo, ni somos tan malos como éramos antes. Al final nos situamos en el plano intermedio. El problema está en que siempre que rompemos con algo, salimos por el extremo de lo opuesto. El extremo siempre es insatisfactorio, no se puede vivir en los extremos, nos quemamos. Lo que dice el principio de la dualidad, de oscilación, es que los extremos solamente son elementos de referencia, pero normalmente cuando nos movemos entre dos extremos sale un tercer elemento (principio de generación). Todo elemento de nuestra vida sufre un flujo y reflujo, hay momentos de ingestión y momentos de digestión, de entrada y de salida. Uno de los grandes errores es pensar que sólo es válido el momento de entrada, sin darnos cuenta que el momento de salida es igual de válido. No se acepta la importancia del retroceso. Se ha de permitir que las cosas retrocedan y asumir el proceso. Entre la ilusión y la decepción, entre la ganancia y la pérdida, se ha gestado algo, dígase amor en el caso de enamoramiento, por ejemplo, pero no el amor de tener a alguien, sino un poso que nos hace tener un afecto desinteresado que durará siempre hacia la persona en cuestión, porque ese amor no es un estado pasajero, sino que es el resultado de un aprendizaje y el sustrato de una experiencia. Queda la síntesis, el destilado de lo vivido y ese destilado hace que la mente quede en paz, ya no queda nada más que meter y nada más que sacar, simplemente esa historia ya nos ha dado o nos ha dejado algo que nos ha cambiado, es decir, se ha establecido en el ser, en la esencia, ya no pertenece a la experiencia de la personalidad, sino que se ha asentado en la esencia. Hasta la experiencia más atroz, tiene un poso que deja y ese poso es auténtico después de depurarlo, que es después de quitar todos los miedos, apegos, odios, rencores… se 15
han quitado todas las valoraciones emocionales y morales. Entonces se ha aprendido, se ha crecido. Se recupera autoestima, se aprende a que no se debe ser dependiente de las relaciones. De elementos obviamente malos se extraen aprendizajes obviamente buenos, pero sólo se extrae un aprendizaje bueno de cualquier experiencia cuando se ha terminado de digerirla. Si se permanece en el proceso de esta parte del péndulo, la oscilación no acaba de volver, no dejamos que el retroceso termine. El dolor que acumulamos, al que nos aferramos, no es más que nuestra negativa a aceptar el fin, que no significa el fin “qué pena”, sino el fin y ya está, ya no hay más. Ahora lo importante es ver qué se ha aprendido de esta historia, qué nos ha dejado de bueno. Mientras nos abracemos al dolor, a la pérdida, al apego, a la venganza, a la pena, nunca podremos volver. El péndulo no puede volver porque no le dejamos terminar, por tanto ¿qué se ha extraído de bueno de esta experiencia? ¿Qué podemos conservar de todo lo que hemos procesado? Es como el proceso alimentario, se come, se digiere y se elimina lo que no nos sirve. Lo que nos hemos quedado se ha incorporado al cuerpo. Si no lo hacemos biológicamente (el guardar los excrementos), ¿por qué lo hacemos emocionalmente? Sin embargo, hay que darle las gracias a lo que hemos eliminado, porque forma parte de lo que ingerimos y nos quedamos con lo mejor de ello y gracias a esto se ha construido algo mejor de lo que era antes. Igual con las experiencias y emociones, siempre habrá algo de progreso. Se ha de sentir el dolor, no hay que fingir, hay que reconocer, asumir y dejar salir el dolor. Llorarlo, gritarlo y cuando se haya aceptado y liberado ya no quedará nada, la experiencia será aceptada asumida y comprendida. Por ejemplo en una relación con los padres dolorosa, la cabeza lo asume pero el corazón sigue dolido, sin embargo ellos también fueron víctimas, hijos de víctimas y lo hicieron como pudieron y no tenemos derecho a vengarnos, pero sí la obligación de vomitar todo lo que está en mal estado. No perdonemos, no comprendamos, no aceptemos, no asimilemos, vomitémoslo! ¡Saquémoslo todo! Sin moderación pero sin salpicar, lo escribimos en un papel y lo soltamos todo hasta que terminemos, luego las cartas se tiran al WC. Nadie tiene por qué sentirse molesto, salpicado por nuestra vomitada emocional personal, nadie tiene por qué saberlo. Entonces no quedará ya nada dentro y sólo entonces podremos plantearnos el cancelar la deuda. No hay perdón porque ya no hay nada que perdonar. Cada uno hace lo que hace en función de sus ignorancias, carencias, miedos y aprendizajes. El perdón es un acto de orgullo que llena de vergüenza al perdonado y de soberbia al perdonador. De todo este subidón/bajadón hay algo que permanece, comprensión, lo que comprendemos se nos queda, todo lo demás no nos sirve de nada.
Parece que en la vida nos aferramos al primer árbol frutal que encontramos y así de vez en cuando comemos. Nos dicen que hemos de seguir caminando pero nos aferramos al árbol y nos lo queremos llevar con nosotros y de hecho nos lo llevamos, pero los árboles cuando los sacamos de su raíz mueren.
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Para hacer tu camino conmigo tienes que dejar de ser tú; para hacer mi camino contigo he de dejar de ser yo, y cuando tú y yo hemos dejado de ser tú y yo, entonces, ¿qué somos? ¿Qué hacemos aquí? El camino está lleno de árboles frutales. Todo aquello que dejamos nos abre la puerta a encontrar cosas nuevas. Para volver a experimentar el amor hemos de haber limpiado el amor previo. Hay mucho que aprender en el camino hacia delante y a menos que dejemos cosas atrás no podremos hacerlo. Para poder de nuevo llenar, primero hay que vaciar. Hay que soltar. No es malo terminar, igual que tampoco son malos los retrocesos aparentes en el camino, son momentos para procesar, para ver qué hemos aprendido. Cuando realmente se ha aprendido algo es cuando se ha puesto en práctica; no se trata de sólo teorizarlo o entenderlo intelectualmente, se trata de comprender y comprender es integrar, incorporar (in-Corpore) por propia experiencia. El conocimiento se adquiere por propia experiencia; no entendiendo, sino experimentando. Muchos son los que lo entienden todo, pero no comprenden nada y a veces ni eso, sino que creyendo que lo entienden, al final resulta que han interpretado algo diferente; han entendido otra cosa más acorde con su conveniencia, con su propia limitación, con su patrón (siempre se tiende a confirmar el paradigma). Si no hay experiencia, difícilmente hay comprensión. Cuando se comprende algo, es porque se ha vivido eso de alguna manera, en alguna proporción. Y ni así se acaba de entender que las cosas terminan y que no están ahí meramente para entretenernos y que no sirve de nada retener cosas o personas. Las historias duran mientras tienen algo que enseñarnos, las más duraderas son aquellas en las que hay un aprendizaje dinámico; Si una historia se rompe, es porque lo que se tenía que aprender juntos ya se ha aprendido y se ha llegado a un punto de bloqueo en el que no se puede seguir sin que uno de los dos, o los dos por separado, hayan hecho un aprendizaje previo. La vía está cortada y hasta que no se haya hecho un enlace por otro lado no se podrá continuar; hay algo que se ha de aprender antes de plantearnos regresar. Si regresamos sólo se puede empezar una historia diferente con la misma persona. Reanudar una historia vieja es equivocarse del todo. Desde que lo dejamos hasta hoy yo he cambiado, tú has cambiado, somos otras personas, vamos a conocernos de nuevo. No nos engañemos, no podemos volver a ser aquello que fuimos, porque aquellos murieron en la última oleada y nacieron otros, de otra manera y con otras características. En el mejor de los casos cuando probamos experiencias nuevas olvidamos las viejas y ya está. Y en otros casos, si realmente hay que vivir ese proceso de aprendizaje, las viejas se vuelven a encontrar. A menudo cuando volvemos a encontrarnos personas del pasado nos llevamos grandes decepciones, han cambiado, les hemos idealizado en nuestra memoria, ya no son como eran o como las recordamos. Todas las emociones que hemos conocido son eternas en nosotros, pero no las personas, sino el impacto que causaron, la experiencia que nos enseñaron.
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Se ha venido a la Tierra para aprender jugando, pero esencialmente para aprender. Un juguete termina cuando ya no se puede aprender nada más de él, no nos lo van a dar más, ni lo necesitamos más, sólo perderíamos el tiempo. Si insistimos en quedarnos jugando un poco más con este juguete, nos estamos retrasando en el curso, en el proceso. Aquello que tiene tanto significado en nuestra vida sólo tiene significado ahora, todo aquello que deja de ser importante o útil desaparece.
Cuando nos preocupamos por el péndulo nos damos cuenta de la oscilación. Pero al fijarnos en el péndulo perdemos de vista algo muy importante, y es que tiene unos elementos componentes.
Lo realmente importante es el punto de sujeción. En todo momento, en lugar de dejar que el péndulo nos arrastre, una vez se ha vivido la experiencia nos retiramos al ser para observar, prestar atención y procesar. Incluso en los peores momentos el ocultista aprende que cuando está en el flujo del dolor, conflicto, puede salvarse a sí mismo del caos y obtener grandes beneficios saliendo del personaje y posicionándose en el yo observador (ser). La experiencia se ha de vivir porque hay que experimentar los flujos y reflujos, pero cuando ya estamos en el caos, o no funciona, o haga mucho tiempo que se está en el proceso, se puede parar, se vuelve al centro, nos proyectamos a nuestro verdadero yo, observamos todo esto desde la atención y luego hacemos la valoración. Se puede tomar la postura del cobarde, que es oscilar poco para sufrir poco, experiencias pequeñas, frustraciones pequeñas. En este proceso de mini oscilación, se genera muy poca energía, porque se genera muy poco aprendizaje o ninguno. La poca oscilación del péndulo, experiencias de baja intensidad, aportan poco o nulo crecimiento, las de alta intensidad, buenas o malas, son las que aportan auténtico conocimiento y como esoteristas lo que realmente nos produce un crecimiento fuerte, son las experiencias fuertes. El riesgo de los movimientos pendulares fuertes, donde se aprende, es que perdemos el yo para sumergirnos en la experiencia y podemos quedarnos atrapados en ella. Necesitamos perdernos en la emoción para experimentar y necesitamos salir de la 18
emoción para comprender. En este proceso nos arriesgamos a no saber volver, pero el trabajo del esoterista es aprender a volver al centro. Nos hemos de arriesgar a la disolución para poder coagular de nuevo. Solve et coagula. Todo este proceso da una evolución en la propia consciencia y cada nueva experiencia se observa desde ahí; el péndulo, además de la oscilación, tiene otro movimiento sumamente importante, se mueve en una línea llamada evolución de la consciencia. A medida que hacemos aprendizajes crecemos a lo largo de esta línea, con lo cual, nos desplazamos y seguimos sufriendo las oscilaciones exactamente igual y viviéndolas con la misma intensidad, pero hay algo que ha cambiado y es que el peor momento de la nueva época siempre será mejor que el mejor momento de la anterior. La experiencia pura de ayer no nos mueve el mismo tipo de emociones que la experiencia pura de hoy. Y a veces ocurre que no sólo repetimos lecciones de la vida, sino que pareciendo que estamos repitiendo una lección, siendo la misma situación o el mismo tipo de experiencia, lo que se está viviendo es diferente. La línea recta de la evolución no es tal, sino que la evolución se hace por ciclos y es un proceso espiral, es decir, volvemos a estar en el mismo punto en el que estábamos, pero un grado más arriba. Esto significa que las lecciones son más fuertes, el aprendizaje es más duro, que estando en la misma experiencia lo que se ha de trabajar, entender o aprender no es lo mismo. Como más atrás estamos en la línea evolutiva, más caóticas son nuestras emociones y a medida que nos movemos en la línea evolutiva, nuestras emociones son más controladas. Un esoterista puede hacer lo mismo que un no esoterista, una persona evolucionada puede pasar por el mismo proceso que una persona sin evolucionar, sin embargo el iniciado está aprendiendo un tipo de lección diferente.
EL JUEGO No podemos esperar que el mundo nos haga felices, el mundo se limita a enviar inputs, es nuestra capacidad de seleccionar lo que hace que esos inputs nos hagan felices o no. Hay inputs desagradables, pero también está en nosotros el hecho de no vivirlos, rechazarlos. Disfrutar no depende de la cosa en sí, depende de tal y cómo experimentamos la cosa. Es nuestra manera de abordar las experiencias, de implicarnos, lo que va a hacer que disfrutemos o no esa cosa. Todo lo que vivamos como un juego será enriquecedor. La palabra “juego” es fundamental en la postura que debemos adoptar ante la vida. La vida es un juego que tiene de todo. Cuando aprendemos a jugar, planteamos las situaciones de otra manera; ¿cuál es el juego?, ¿cuáles son los objetivos?, ¿quiénes son los jugadores?... Al tomar la vida como un juego, una de las cosas que cambian es nuestra percepción de la realidad, esto no quiere decir que nos la tomemos banalmente, si nos equivocamos en las pautas de según qué juego, podemos perder mucho. Tiene unas reglas, tiene unos objetivos y tiene unos jugadores. 19
En cada momento estamos jugando y podemos ser novatos o expertos. Si somos partícipes del juego y lo entendemos, podemos sacarle el máximo partido. Si sabemos realmente cuál es nuestro objetivo, podemos llevar el juego hasta él. Si no lo sabemos, estaremos a disgusto y no podremos lograr nada que realmente nos llene y además no sabremos el porqué. ¿Qué queremos de este juego? No importa que los objetivos sean correctos o incorrectos, luego ya nos cuestionaremos si los llevamos hasta el final o no, si los ponemos en marcha o no, si nos son rentables o no, en última instancia, lo importante siempre es el aprendizaje que extraemos de ese juego, no el objetivo en sí. Pero lo que no vamos a hacer es mantenernos en la ignorancia a nosotros mismos sobre nuestros verdaderos objetivos; el resultado sería que no jugaríamos bien el juego. Siempre que nos encontramos con alguien, en esos encuentros un poco especiales o significativos, aunque no sepamos exactamente qué es lo que hay que jugar allí, sabemos que hay un juego. La cuestión no es averiguar cuál es, porque perderíamos mucho tiempo, la cuestión es jugar, la meta ya saldrá. En algún momento de la conversación se dirán las palabras necesarias para que uno de los dos o los dos se lleven el punto de impacto necesario. Es una sensación de que nada de lo que vivimos es al azar y de que en la mayoría de esas circunstancias nosotros no controlamos, no decidimos, somos llevados, traídos hasta, conducidos, porque allí hay un mensaje, clave, secreto, una información que es para nosotros, pero si no vamos abiertos a ello, no nos enteraremos de cuál es el mensaje específico que se supone que nos han de contar, o sea, estar atento! Estar receptivo. El ocultista entiende que en todo hay un juego en el que él dirige o es dirigido. Está con los ojos y las orejas bien abiertos para saber qué hay para él allí, para qué le han traído a este sitio. Al mismo tiempo, no sólo existe el juego colectivo, también existen juegos individuales. Todo es información, la ropa que escogemos al salir de casa es información, la actitud que adoptamos frente a las personas, situaciones… es un juego, lo que pasa es que la mitad de las veces no nos entretenemos en jugarlo, no nos divertimos con él, no lo disfrutamos y pasamos a padecerlo. Una cosa son las reglas que cada jugador usa y otra son las reglas del juego. Puede haber varios juegos a la vez, podemos verlos, disfrutarlos y reírnos de ellos y podemos no verlos, ser víctimas del juego y pasarlo mal y encima equivocarnos y confundir objetivos. Si tenemos claros los objetivos podemos alterar las reglas. Cuando se entra en un tono determinado, se empiezan a mover cosas en esa dirección. Aquello en que ponemos nuestra mente, si es una sola cosa, se empieza a mover y no tenemos ni que esforzarnos, empieza a venir, pero no en lo que hacemos, sino en cosas en las que ni nos movemos, nos vienen ellas. Es entonces cuando debemos jugar.
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El subconsciente es una fuente de poder total. Si se tiene la mente clara hacia dónde se va y no se tiene la menor duda, pista libre. Si se empieza a dudar todo se desvanece y se queda en nada. El crecimiento no se hace por represión, que es un veneno que se almacena en el alma y que se va haciendo cada vez más mortal. No hay evolución en la represión. Hay evolución en la sublimación, que es sacrificar algo menor por algo mayor. Pero cuidado, cuando hay un deseo que está ahí, que está latente, sin resolver, sólo hay una forma de trascenderlo, vivirlo. Todo lo no resuelto, son lastres que no nos dejan seguir nuestro camino evolutivo. El ritmo es una constante compensación, no es el premio-castigo, sino que es el resultado de la lógica oscilación. Si todo está en orden, no hay ninguna razón para moverse, es la muerte helada, no hay razón para desear, hacer, pensar, no hay razón para nada. Es la inmovilidad. En este orden absoluto aparece el caos, que es el desequilibrio, luego se vuelve a equilibrar y así. Oscilación entre orden y caos, entre equilibrio y desequilibrio, así se produce el fenómeno del movimiento y eso se traduce como avance. Para poder avanzar nos tenemos que desequilibrar; al dar un paso, levantamos la pierna y perdemos el equilibrio momentáneamente hasta que, después de haber avanzado el tramo, volvemos a apoyarla. La oscilación no es un juego entre el bien y el mal, entre el placer y el dolor, sino entre desequilibrar y reequilibrar. Es una compensación constante de fuerzas que sirve para poder avanzar. La existencia misma es un ritmo. Se necesita oscilar rítmicamente para encontrar ese avance, esa melodía. Cada instante de la realidad tiene su propio ritmo, si es desagradable o caótico es porque hemos perdido el ritmo. Si nos mantenemos en el ritmo del juego, de la situación, todo es melodía. Podemos transmitir cualquier cosa y alcanzar a cualquier persona en el campo que se nos antoje, siempre y cuando podamos sintonizar su ritmo. En la PNL existe la sincronización, que tiene mucho que ver con el lenguaje gestual, los interlocutores utilizan microlenguajes y macrolenguajes, los gestos se imitan, se siguen. Si conseguimos sincronizar el ritmo de otra persona copiando, imitando, continuando el ritmo que marca, se llega a un momento en el que, automáticamente, pasamos a dirigir su ritmo y el otro, al que hemos estado siguiendo todo el rato, pasa a seguirnos a nosotros. Se consiguen sincronizar ritmos de tal manera, que ahora el ritmo lo marcamos nosotros. Si se consigue que eso ocurra, está pillado y se le puede vender lo que sea. Inconscientemente y de forma espontanea, se confía en personas que vibran en la misma frecuencia que uno, que tienen el mismo ritmo. De la misma manera observamos que, cuando una persona se siente atraída por otra o desea su complicidad, suele imitar los gestos, la actitud, el ritmo que marca el sujeto en cuestión.
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Si se entiende que la realidad es ritmo, melodía, música, el secreto no es tratar de solucionar el problema, el secreto es tratar de comprender cuál es el ritmo y cuál es la arritmia. El ritmo nos sirve para tomar control sobre la situación, para adquirir poder en determinadas circunstancias de nuestra vida, para controlar el juego en ciertos momentos. El principio de vibración nos sirve para llegar a armonizar con personas que, en otro momento, nos hubieran sido desarmónicas.
PROCESO Y CONCLUSIÓN Sumergirse en el personaje, hacer una valoración, caer en las emociones, salir de ellas, quedar atrapado en la experiencia pura y salir de ella para hacer valoración en un punto determinado. Ingerimos y digerimos. Se queda todo lo que aún nos es útil, desaparece todo lo que ya no tiene nada que aportarnos. No importa cuánto nos aferremos a una supuesta utilidad, todo lo que tiene algo de lo que podamos aprender se quedará y todo lo que ya no tenga nada de lo que podamos aprender desaparecerá. Y todo lo que desaparezca pero todavía tengamos algo que aprender de ello, volverá. Las pruebas, los juegos, se van presentando una y otra vez. Cuando nos resistimos a enfrentar estas pruebas y estos juegos no avanzamos nada. Si los jugamos siempre salen bien, siempre. Incluso las historias horribles, dolorosas,… no importa cómo acaban las historias, ni cómo se desarrollan, lo que importa es qué extracto hemos podido sacar de ellas. La más infecta de las experiencias tiene algo que aportar. Cuando uno consigue salir de su ego y de sus apegos, cuando se vuelve al centro, al yo, de la peor experiencia se aprende. Si lo que recordamos de una experiencia es lo peor, es que no la hemos resuelto. Falta la comprensión global de la historia, el aprendizaje. La polaridad se nos manifiesta como una clave de vida palpitante. El Ritmo dice que todo fluye y refluye, que todo sigue un ritmo constante y permanente. Nos es un poco difícil asumir esto porque vemos las cosas en perspectiva de lupa, vemos el objeto concreto y nos es difícil interpretarlo como parte de toda una retahíla de situaciones. Inevitablemente, si nos ha venido una época baja, conociendo la ley del ritmo sabemos que nos viene otra época diametralmente opuesta. El gran problema es que a menudo, como no dejamos terminar las cosas, no podemos empezar cosas nuevas, y otro gran problema es que no creemos en el ritmo y no tenemos la “fe” de que haya el árbol en la próxima colina. Si nos mantenemos fieles a nosotros mismos, si vivimos por algo, si nuestra vida tiene un sentido, siempre hay cajas de sorpresas esperándonos en la esquina. Terminamos, digerimos, nos limpiamos y seguimos; nos quedamos con lo bueno. Ésta es la enseñanza de la Ley del Péndulo, de la oscilación, del flujo y reflujo.
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LA ATENCIÓN La clave es la atención. Si realmente se busca, esto está en todos los textos, en el cristianismo es la llamada contemplación, en oriente meditación, en el budismo zen, sufismo… ATENCIÓN. Estar atento ¡no hay nada más! Llevarlo a la práctica no es fácil. La atención significa de alguna manera ver con las claves básicas, para poder mirar y ver se necesitan dos cosas fundamentales: ATENCIÓN SIN OPINIÓN 1. No intentar cambiar nada de lo que vemos. 2. No juzgar, no opinar, lo que es, es. En cuanto opinamos y juzgamos ya estamos contaminando lo que vemos de manera subjetiva, ya no es puro, no es real. Observar sin opinar.
Nadie nos engaña, nos engañamos solos porque establecemos criterios, opiniones o valoraciones de las circunstancias. Si somos lo bastante inteligentes podemos saber lo que podemos esperar de la mayor parte de personas. Lo ``malo´´ es que entonces sabemos por dónde va a empezar el viaje, por dónde transcurrirá y dónde acabará y aún así podemos elegir emprenderlo. Podemos saber cuál va a ser el recorrido y de todas formas aceptarlo y decidir recorrerlo porque conscientemente lo elegimos para desarrollar un tipo de crecimiento que esa experiencia nos aportará. Pero lo que hay que tener claro es, que nada ni nadie nos puede engañar y que nos engañamos solos cuando introducimos nuestras opiniones, criterios, fantasías e ilusiones detrás de las cosas. Si podemos llegar a ser fríos, objetivos y claros, sabremos qué es lo que hay y a dónde va. Si analizamos nuestra vida podemos ver que la mayoría de las veces lo que se acaba de decir es cierto, lo que pasa es que se descubre a posteriori. ¿Y cómo la simple atención puede hacer que la vida sea menos problemática, que nos engañemos menos y pueda ser la clave de toda la transmutación espiritual? Porque cuando la atención se practica de manera habitual lo que se ve es la realidad inmediata, donde se tiende a hacer juicios, a movernos por opiniones, por criterios. Cuando se deja de hacer esto, se pueden ver las cosas con claridad y la vida cotidiana mejora. No hay nada malo, no hay nada bueno, simplemente hay. Esta es la clave de claves, el secreto de secretos, el misterio de misterios. -Has de pensar porque estás ciego; has de creer en lo bueno y en lo malo porque estás ciego; has de mantenerte bajo la disciplina y la moralidad porque estás ciego.Cuando se ve ya no se entra en fantasías, se entra en hechos, y los hechos generan poder. Si se está atento se ven las señales que la vida nos da, si no lo estamos se nos pasan. Se descubre por pura atención la existencia de un diálogo con algo mucho más poderoso que se encarga de poner en nuestro camino, a través de señales, la información que precisamos. Estando en atención podemos darnos cuenta de qué relación tenemos con otras fuerzas existentes mucho más lejos del simple plano material, que es el que conocemos. Podemos encontrar el porqué y para qué de lo que estamos haciendo, podemos darnos cuenta de cuál es la partida en la que nos toca jugar y que de repente nos desvele sus claves. Esto transmuta nuestro espíritu. 23
LA MEDITACIÓN Meditar no es una acción, sino un estado (de atención). En primer lugar, no se puede dejar la mente en blanco. Del flujo de pensamientos sobre un solo objeto en particular, sólo nos interesa el hecho; no nos interesa de dónde viene, a dónde va, para qué sirve... La meditación es bloquear todo pensamiento, manteniendo sólo fijo la experiencia de algo. Debemos estar en presente y ser totales en todo lo que sea que hagamos, sin tratar de ponerle nombre, ni etiquetarlo ni clasificarlo. Es un simple estar en la experiencia, ser esa experiencia. ¿Cómo se llega a conseguir el estado óptimo de atención? A parte de no opinar y de no intentar modificar nada, se ha de aprender a hacer silencio. Lo que hace realmente a un ocultista diferente del resto de seres humanos, que es lo que da acceso al poder y a la mente, es la capacidad de hacer silencio, de evitar que el ruido interno distorsione la visión. Cualquiera que tenga conflictos de atención, debe trabajar eso antes que nada y por encima de todo, si no, no hablaremos de ocultistas. -Si te vuelves silencioso, te vuelves el amo de tus pensamientos.- El pensar es juzgar y hemos dicho que debemos observar sin opinar, sin juzgar, es decir, sin pensar, simplemente permanecer como testigos. Preservar el silencio es fundamental a todos los niveles. Estando solos y en silencio nos enfrentamos a nosotros mismos, a nuestra cruda realidad, a nuestros miedos y fantasmas personales y para muchos, esto resulta insufrible; necesitan rodearse de algún ruido que les distraiga la atención; poner la radio, la tele, engancharse y depender del teléfono o del ordenador... El silencio asusta. El lenguaje es, en el fondo, una forma de manipular la realidad, convirtiéndola en algo más pequeño que podemos transformar en conceptos, modelar, transmitir o expresar; esto nos da sensación de control, lo cual nos produce cierta tranquilidad. El silencio puede causar más que miedo pavor. El hecho de permanecer callado, incluso hacer callar el diálogo interno, produce muchísimo miedo porque hay una sensación de vacío, de no control, de caer al abismo (el vacio de la meditación). Del mismo modo -Las personas que hablan y hablan sin parar, es que algo tienen que ocultar.- En silencio se sienten vulnerables, pueden ser descubiertas por los demás, el miedo las invade, no lo soportan y enseguida se arrancan con cualquier excusa, invención espontánea, ocurrencia o banalidad que, inconscientemente, surge como recurso para despistar; para desviar la atención y liberarse de la presión. Es parecido o lo mismo que ocurre con la incomodidad que se crea al coincidir con alguien en el ascensor. -Cuando se quiere esconder algo, no se puede estar en silencio. Mediante las palabras se puede engañar; con el silencio no puedes engañar.Dar demasiadas explicaciones (que nadie ha pedido), excusarse sin motivo y de forma gratuita delata a quien esconde algún complejo, la verdad, la culpa o la mentira. No poder dejar de hablar; no poder dejar de intervenir e interrumpir compulsivamente y por sistema; no poder permanecer en silencio, al igual que el no poder estar solo, denota angustia, ansiedad, miedo e inseguridad y una falta de atención absoluta. Gurdjeff trabajaba mucho este tipo de reacciones, creaba situaciones que resultaban violentísimas para sus discípulos con el fin de aumentar su atención.
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Dentro de la práctica de la atención no se requiere nada de lo que se supone (posición de flor de loto, OM, etc.). Se puede hacer andando, comiendo o en una discoteca. La clave no es qué técnica usamos, dónde la practicamos y las posturas que hacemos, la clave es ser capaces de ponernos a escuchar, que podamos ver el conjunto de las circunstancias, no como un montón de inputs, sino como un sólo cuadro conjunto. Si podemos ver el todo ya no es importante el tratar de prestar atención aquí o allí, no es necesario. No podemos ver sin salir del cuadro. Las auras no se perciben casi nunca por visión directa, es mirando sin mirar, mirando más allá de lo que miramos. Vemos cuando no miramos directamente. En atención vemos cuando no estamos específicamente interesados en querer ver, porque cuando lo estamos, hacemos ruido y distorsiona. Cuando se prescinde de intentar ver, sucede. -El medio de ver bien es el de no mirar siempre, el que pasa toda su vida mirando hacia el mismo sitio, no llega nunca a él.- Eliphas Levi. Nuestro centro interior aparece cuando no nos implicamos en lo que vemos. Cuando se consigue neutralizar la mente y simplemente ver la situación, cuando conseguimos ver sin implicarnos, DISTANCIA DE OBSERVACIÓN (de uno mismo) NO SENTIRSE IDENTIFICADO (con el personaje) SER UN TESTIGO (de uno mismo); es cuando ya se está de lleno en el camino de la iniciación. Se empieza por ver lo que es por psicología, por circunstancias cotidianas y para cinco segundos que se consigue ver, luego pasan días enteros en los que nos olvidamos de ``mirar´´, la atención se olvida. Ése es el gran problema. El entrenamiento no es fácil, pero a mayor práctica más facultades se podrán ir desarrollando. Si verdaderamente estamos en atención muchas cosas dejan ya de cuestionarse, y de cara a la vida cotidiana, en función de lo que hay, se actúa o no. Todo depende si interesa jugar a ese juego o no. Son nuestros principios los que deben ser cuestionados, en cualquier caso, frente a ese cuestionamiento se aprende y se llegará a un momento en que se harán o no cosas, pero no por principios, sino por utilidad o inutilidad. No es rentable el juego, por tanto no vamos a jugar. Se hace o no se hace en función de la rentabilidad. Un juego es rentable cuando tiene algo que enseñarnos, algo útil que aportar a nuestro crecimiento, algo que transformarnos, si no, no tiene sentido. Nuestros criterios dejan de ser de moralidad para convertirse en criterios de rentabilidad. (La moralina que toca según la moda del momento lleva irremediablemente a la hipocresía y suele crear legiones de imbéciles). La mentira no es espiritual y menos a uno mismo. Sinceridad con uno mismo y no necesariamente con los demás. Es vital decirse la verdad por cruel que sea, por cruda que parezca, por cínica, por desagradable. No se puede trabajar desde la mentira. Si queremos llegar a desarrollar un camino espiritual, lo primero que hay que hacer es preguntarse qué hago aquí y para qué estoy aquí, en cualquier circunstancia, en cualquier situación, da igual.
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Un mago es una ventana. El mago tiene poder sobre el mundo, no en tanto sea capaz de generar luz, sino en función de que sea capaz de dejar pasar la luz que recibe. El mago no genera luz, no tiene poder. Como mucho el mago enfoca, dirige la luz que recibe, pero no puede generarla. Es el poder de ser transparente al poder. Si el cristal está sucio de opiniones, criterios, apegos, rabias, odio, envidia, miedos, dudas, la luz que baja va a ser escasa, pero en función de la capacidad para limpiar el cristal, la luz entra a chorro pura y directa, nos iluminamos, o mejor dicho, iluminamos nuestro mundo, somos un canal de luz. ¿Cómo y cuándo conseguimos ser un canal de luz? Cuando estamos en atención, cuando conseguimos hacer silencio, cuando somos capaces de abrir nuestra mente para que la luz pase. Si dejamos de pensar, de repente todo aparece iluminado. Si dejamos pasar la luz sin poner obstáculos (yo no sé nada, no quiero saber nada, no debo saber nada, porque todo lo que sé es suciedad que pongo en el cristal) desaparecen las dudas, desaparecen las impurezas, los malos enfoques, porque no son más que opiniones personales que nos impiden hacer lo que tenemos que hacer. No pienses, recibe. La pregunta no es qué queremos hacer, sino, qué debemos hacer, pero no por obligación o imposición, la cuestión es, qué necesitamos hacer en este momento para que nuestra evolución, nuestro crecimiento y nuestro aprendizaje aumenten algo. Para prestar atención es necesario entrenarse porque se olvida; ¿Qué se siente en este momento? ¿Cuál es la pulsión que nos mueve en este momento? ¿Cómo estamos sentados? ¿Somos conscientes de la columna vertebral? Debemos estar atentos a las posiciones que adopta nuestro cuerpo en sus diversas actividades (al sentarnos, al andar, etc) ¿Somos conscientes de la respiración? ¿de los tics o movimientos involuntarios? ¿de cómo reaccionamos? ¿de las posturas que adoptamos? La situación en la que ahora nos encontramos ¿nos resulta agradable o desagradable? ¿cubre realmente nuestra necesidad?... En definitiva ¿Somos consientes de nosotros mismos? ¿del sitio que ocupamos? Debemos entrenarnos parar poder mantener -el recuerdo de sí-. Así mismo ¿Somos conscientes de cuál es nuestro objetivo inmediato en la vida? No grandes objetivos, objetivos simples. Ser consciente significa parar un momento, decir: alto! ¿qué ocurre? ¿qué siento? ¿qué quiero? ¿hacia dónde voy? Los perros son capaces de encontrar soluciones donde a nosotros se nos escapan. Estos animales han volcado su atención para conseguir cosas que necesitan. Los niños pequeños manejan a los adultos, porque usan muy bien su atención y saben dónde están nuestros puntos débiles, cómo jugar con nosotros y cómo manejarnos. Se pueden descubrir muchas cosas volcando la atención sobre ello, si esto es cierto, aprendamos a mejorar nuestra atención, a aplicarla a la vida como ente global. Todo el entorno satánico (satúrnico) que nos está rodeando ahora está orientado a separar al hombre de su atención. La gran clave del mundo que nos rodea está orientada a distraer la atención con todo lo que son bienes de consumo; bombardeo constante de inputs que nos lleva a quedarnos estancados en la periferia, nos lleva a asumir que lo material es todo lo que hay y nos aleja de lo único que nos puede valer la pena, que es nuestro propio centro. 26
Castaneda a esto lo llama la tumbadora; el guerrero busca la segunda atención, que es prestarse atención a uno mismo, la tumbadora tiene por misión distraernos, sacarnos de esa atención, es como si hubiera algún tipo de fuerza inteligente cuya misión es mantenernos dormidos. En Matrix esta fuerza es lo que llaman los agentes, su misión es mantener el programa funcionando y cuidado! porque cualquiera que no haya despertado puede ser un agente. Nuestro entorno está lleno de agentes, nuestros padres, amigos, hermanos, pareja, hijos… no es que lo sean permanentemente, pero en cualquier momento pueden volverse agentes. Cuando parece que hemos encontrado una línea coherente todos se ponen de acuerdo en convencernos de que no vayamos por ahí. Personas que no tienen ninguna relación entre sí, suelen aparecer en la misma época con el mismo mensaje y además vienen con tentaciones para que sigamos como antes. Es como si el mundo se organizara para desviarnos, para sacarnos de donde sentimos que tenemos que hacer nuestro trabajo, nuestro camino. Del mismo modo, si tomamos una decisión y nos mantenemos en ella pasa lo contrario, los agentes empiezan a trabajar para nosotros, parece como si casualmente todo el mundo nos fuera ayudando para que podamos hacer el trabajo, pero para que eso suceda, hemos tenido que ser firmes primero. Todo individuo consciente se separa del alma humana, del alma colectiva, grupal. Los que adquieren cierto nivel de conciencia dejan de estar interesados en matrimonios, niños, casitas en la costa o impresionar al vecino con un coche nuevo. Lo que no quiere decir que no lo puedan tener, sino que deja de ser trascendental, son cosas que pasan al nivel de lo fútil. Al desgajarnos de la especie escandalizamos a la especie y ésta intenta retornarnos de todas las maneras posibles; Una es machacarnos, cuestionarnos por sistema; pillarnos el menor fallo para demostrar que estamos equivocados. La otra es mucho más sutil, nos envía a los agentes en forma de pareja, amistad… cosas que siempre hayamos anhelado y por tanto a las que podamos sucumbir con facilidad, retornándonos así al ``camino correcto´´, a lo que el sistema espera de nosotros, a lo que exige la especie para asegurar su permanencia. Lo que determina el poder, en todo caso, es la atención. Si se hacen las cosas sin atención, por inercia, por impulso, por instinto, por reacción o por lo que sea, estamos jugando en un terreno muy peligroso, porque realmente sólo el acto consciente tiene y da poder. La atención es el arma, el método para crear conciencia, lo que da poder es la consciencia. Ser consciente es el único poder. Ser consciente significa darse cuenta de lo que significa el aquí y ahora.
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PRINCIPIO DE CAUSACIÓN -Si hacemos lo que siempre hemos hecho, obtendremos lo que siempre hemos obtenido.- Toda causa tiene un efecto, todo efecto tiene su causa. Todo ocurre de acuerdo con la ley-. Hay muchos planos de causación, ninguno escapa a la ley, no hay nada que ocurra por nada, no hay azar, no hay casualidad, no hay mala suerte. Hay actitudes erróneas y consecuencias de esas actitudes. No se trata de que lo que yo hago aquí sea lo único que afecta sobre lo que ocurre aquí, cada plano genera las causas que afectan a otros planos. Nuestros modelos mentales, existen en un plano diferente a nuestra situación física, el modelo mental no es solamente una forma de pensar, es una causa. Los modelos mentales tienen poder, lo que pensamos, lo que creemos, lo que esperamos de la vida, lo que tenemos… son modelos mentales y tienen poder de generar cosas y situaciones físicas. Es decir, nuestras situaciones físicas no son mala suerte, azar, casualidades, sino que son el resultado de varias cosas, de las cosas que hemos hecho antes. Esto podría sonar a mala acción, consecuencia-castigo, problemas…
KARMA El concepto de karma es el concepto básico e inherente a la ley de causalidad. Lo que en Occidente se conoce como karma, traído de Oriente, no es más que una adaptación de la filosofía judeo-cristiana del concepto de premio-castigo. En la India, la ley del karma se limita a la ley de causa-efecto, siempre que se hace algo se provoca una consecuencia y toda cosa que ocurre procede de una causa. En la India se dice que los hijos heredan el karma de los padres, ergo, el karma no es una ley que se oriente en el concepto de justicia. Según esta filosofía uno puede sufrir el efecto de la causa de otro, por el simple causa-efecto. Esto pasa continuamente, es un hecho real y plantea un conflicto con lo de uno paga por sus culpas y causas, plantea el conflicto de que en realidad el universo no es justo. Que a nivel espiritual y personal uno vive efectos de sus propias causas también es cierto, pero no castigos ni penalizaciones. Si el karma no fuera más que la acumulación sucesiva de culpas y de cadenas y castigos consecuentes, la vida de cada alma sería un tormento. Llega un momento en que la hostigación de alguien no sirve para purificar o limpiar la culpa o el pecado.. ¿Parece un sistema apropiado para cualquier divinidad, un trabajo en el cual enseñe a su gente, a sus almas, a su rebaño, supuestos evolucionantes a base de condenarlos progresiva y sucesivamente y encima sin explicarles las leyes? En realidad el concepto de karma que se nos ha enseñado es judeo-cristiano; pecado, culpa, castigo. La justicia no existe en el Universo, no hay un concepto estable de bien y mal, ética y moral, justo e injusto, estos conceptos son puramente humanos. El concepto de justicia en el sentido que le damos los humanos es algo que está aplicado al valor moral y por lo tanto nace con la humanidad, antes no existía. Además, ni siquiera para nosotros es justa, lo que en algunos países o culturas aparece como justo en otros no lo es, siempre filtramos según nuestros intereses y esto es algo muy relativo.
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Lo que existe en el universo no es justicia, es ajuste. El ajuste se encarga de compensar las diferencias para mantener el orden, es lo que permite restablecer al punto de equilibrio cualquier posible desequilibrio que se produzca. El concepto correcto es el de LEY DE AJUSTE, cuya base es esencialmente económica, no moral, y se encarga de hacer lo siguiente: Donde sobra se quita, donde falta se pone = EQUILIBRIO. La naturaleza no es ni buena ni mala, sino simplemente perfecta, un perfecto equilibrio. El karma, en el sentido moral que se le otorga, se tendría que entender como el conjunto de aprendizajes que se deben realizar y que, de alguna manera, nos llevan a una serie de experiencias que nos sirven para poder hacer ese aprendizaje (que además hemos elegido). Es decir, se encarga de ponernos en situaciones en las que se tenga que afrontar ese aprendizaje. Si no hemos desarrollado las lecciones convenientemente, la vida nos lo pone duro para que tomemos conciencia de lo que tememos que aprender; nos lo pone más difícil, pero no hay ningún tipo de implicación moral, ni de castigo, ni de premio. No se está pagando nada. Simplemente es que, como no nos damos cuenta de la lección que tenemos pendiente aprender, cada vez nos chillan más fuerte, a ver si nos enteramos. Lejos de contemplarlo como algo que tenemos que pasar resignadamente, porque nos toca pagar por lo que hemos hecho alguna vez (no nos acordamos, es igual, será de otra vida), es tan sencillo como ver que si continuamos dándonos contra la pared nos vamos a hacer daño. ¿Cuántos golpes necesitamos para enterarnos de que ahí hay una pared? Cuando nos damos cuenta se acaba el karma, ya no nos volvemos a dar más contra esa pared. Nos daremos con otras. Nuestra misión es aprender. El concepto erróneo es el de castigo; Acción e implicaciones energéticas de la misma medida que la acción. Si manejas fuego, te quemas, pero no hay nada malo en ello (causa/efecto). Si entendemos lo que estábamos haciendo mal y lo dejamos de hacer, nuestra vida se arregla. No es cuestión de ser bueno o malo, es de ser coherente. No poner en marcha reacciones que no nos interesan, benefician o convienen de las cuales no vamos a obtener nada. La decisión de hacer o no algo, ha de ser consecuente, no moral por temor al castigo, porque entonces nuestra bondad se sustenta en el miedo, en la amenaza. Se hace el bien porque hay que hacerlo. ¿De qué sirve? No tiene sentido. Se hace el bien porque se elige, porque resulta más coherente, más en armonía con el orden cósmico y más beneficioso. Obtener beneficio a costa de hacer daño, mueve una energía, hay que mirar si nos quedamos a gusto o qué pasa; si nos compensa, si nos da buen ``feeling´´, ya no es un problema moral, sino esencialmente coherente/práctico. Damos por sentado que lo que nos gustaría que nos hicieran, es lo que a los demás también les gustaría que les hicieran, y eso no es cierto. No dañaré o perjudicaré nunca a nadie, pero haré lo que debo hacer (guste o no). Si entonces tú eliges que mis actos te duelan, es tu problema. Uno es dueño de todo aquello que concierne a su persona, pero
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en ningún momento es dueño de nada que concierna a otra persona. En ningún caso, en ninguna circunstancia. Conceptos como la fidelidad o la ética, empiezan a ser puestos en cuestión. La fidelidad no es un deber, ni el resultado de un poder de nadie sobre nadie, es una elección voluntaria y en todo caso se practica como la no necesidad de experimentación. Soy fiel porque elijo serlo, para aprender contigo, y si he terminado mi aprendizaje contigo o si contigo hay cosas que no puedo aprender, dejaré de serte fiel. O se ha acabado o puede que haya cosas que debo seguir aprendiendo contigo y cosas que debo aprender en otra dirección. ¿Qué ocurre cuando no traicionarte a ti supone traicionarme a mí? Como seres conscientes ponemos en marcha una causa y estamos dispuestos a asumir las diferentes posibles consecuencias; jugamos o no jugamos y aceptamos el resultado. No hay castigo ni premio, es causa y efecto. Nada ocurre sin que dé algún tipo de consecuencia, nada ocurre que no venga de algún tipo de causa. Nada es azar, la creación no puede contener el concepto de azar. Se adquiere karma por un acto de bondad, nos convertimos en solidarios de aquel a quien hemos ayudado y por tanto, que no ha recibido la enseñanza que debía de la situación correspondiente. Lo que llamamos ayuda, es ayuda en el problema inmediato, puntual, no en el aprendizaje que debe realizar. Si deliberada y conscientemente se ayuda a alguien, se acepta adquirir su karma, pero en realidad, si lo hemos hecho deliberada y conscientemente, no estamos pagando su karma, sino el nuestro propio, nos metemos en eso porque queremos crecer en ese sentido y ``por bondad´´ no es un argumento correcto. El ayudar indiscriminadamente a todo el mundo no es una actitud correcta. No es buen planteamiento. Cuando se acepta el karma de alguien lo que se hace es aceptar un dolor que nos va a servir para nuestro propio aprendizaje. Porque estamos hablando de conciencia hemos de tener como muy claro a qué estamos jugando, sino, no vale la pena.
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FILOSOFÍA OCULTA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA En Kabballah, tal como el Árbol plantea su estructuración, la sefira con la que se empieza a trabajar es Malkuth, y es en lo que está más cercano donde, de alguna manera y por su propia naturaleza, el mundo visible revela el mundo invisible. Tenemos que ver cómo se manifiestan las cosas aquí abajo y eso nos permite entender cómo funcionan arriba. Si estamos en el proceso correcto y hemos entendido bien el Kybalión, sabemos que cualquier cosa que ocurra en el cosmos, cualquier ley que funcione universalmente en cualquier parte, debe necesariamente reflejarse en su aplicación aquí. Como es arriba es abajo, es decir, que si una ley funciona aquí abajo, análogamente funciona arriba por una razón lógica, no es coherente que el universo tenga unas leyes y que cuando se manifiesta en el plano físico use otras. Y así se observa que existen ciertas cosas que se repiten constantemente en todos los planos y en todas las direcciones, y se entiende que personas que no tenían estudios ni técnicas, sin embargo, manejaran una información que no podían obtener de otra manera que no fuera por analogía. Un elemento curioso es la secuencia Fibonacci, que se expresa como elemento integrante de la naturaleza. Esta serie en realidad es una relación de números: 0, 1,1, 2, 3, 5, 8,13, 21, 34,55,… Cada número es la suma de los dos anteriores. El cociente entre dos números consecutivos de la serie de Fibonacci tiende a un número, denominado Phi (φ), o número áureo (φ = 1,618…). Este número φ es la constante básica en la estructura de toda espiral de la naturaleza. Φ denota la regla áurea; la proporción extrema y media es la clave básica de toda la estructura artística, es el ideal de belleza. Se verifica en el cuerpo humano. Esto aplicado al ocultismo nos dice que el hombre es a la naturaleza como Dios es al hombre. El hombre es el dios de la naturaleza. Se cumple en todos los cuadros medievales, escultura renacentista, arquitectura, templos… El arte imita la naturaleza, por ejemplo, el expresarse en 5 puntas en el pentagrama, también espontáneamente escogido por formas animales y vegetales como los 5 brazos de la estrella de mar, los 5 dedos de la 31
mano, las 5 puntas de las hojas del bananero o los 5 pétalos por capa de las rosas ¿Por qué el 5? ¿No se dice que la evolución es algo al azar? Cuando vemos que en medio del aparente caos lo que hay es matemática, vemos que la matemática es la base de la religión, no es posible aceptar que por puro azar la estructura del universo se haya vuelto matemática. La clave del conocimiento oculto son las matemáticas. No hay estructura o ciencia más cercana a la filosofía que la matemática. Los grandes matemáticos de la historia han sido todos filósofos y esoteristas. La matemática es el lenguaje del universo, es música, siendo lo más concreto, es lo más abstracto y lo que más nos acerca al concepto de lo inconcebible. Sólo es concreto porque usamos algo (una manzana por ejemplo), si eliminamos ese algo, ¿qué es uno? Por sí solo no es nada, es una abstracción y como tal nos permite acercarnos a toda abstracción y a todo concepto. Dios es 1, la unidad, y está contenida en cualquier número; cualquier número es una extensión de la unidad. Primum Mobile, la causa primera de movimiento. Lo primero que existe es la unidad. Dios nos une, es la unión. Todo aquello que fragmenta, que divide, que separa es esencialmente dual, diabólico. Todo principio separador es diabólico, el diablo como mal no aparece en el Antiguo Testamento, aparece Satán pero no como diablo, en ningún momento se dice que Satán sea el diablo. Satán es definido en el Antiguo Testamento como el adversario, el opositor, no el ser maligno. ¿Por qué malo? El universo sólo puede existir en el momento en que haya una resistencia. Sólo se puede tomar consciencia de algo cuando ese algo encuentra una resistencia que lo refleja. Sólo podemos conocernos a nosotros mismos a través de nuestros reflejos. Se puede percibir algo que no tiene forma, pero no se puede explicar, porque al hacerlo se limita, se le pone forma. Es como explicar el amor en tres palabras. No se puede definir a Dios, si lo sientes no necesitas que se explique y si no lo sientes no vale la pena que lo expliques. No se puede explicar sino logrando entrar en esa sensación. La unidad se concibe a nivel emocional en aquel momento mágico en el que la familia es uno, la pareja es uno, es un sentimiento. Pero la unidad, para poder realizar su propia comprensión (lo que es arriba es abajo), necesita un espejo. Para podernos ver, conocer, necesitamos un espejo. La unidad en todo su absoluto, en toda su completitud, en toda su eternidad Dios era, pero necesitaba saber que era y como es lógico, coherente y la única manera de poderse reconocer a sí mismo era reflejarse, de su propia substancia creó un reflejo, una duplicidad, y lo que era uno aparentemente se convirtió en dos. ¿Cómo puede ser 2 sin dejar de ser 1? ¿Cómo 2 puede existir sin romper la unidad? El 1 decidió moverse, hacer. Al moverse, al realizar la primera acción, el 1 se desplazó en el espacio, necesitó generar un espacio, es imposible establecer un movimiento si no existe un espacio donde realizarlo. El 1 se movió y al hacerlo se creó el espacio, pero al mismo tiempo que se creó el espacio, se creó un antes y un después de que el 1 se hubiera movido, por tanto, paralelamente al mismo tiempo que el espacio, se creó el tiempo.
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El 1 generó al 2, y el 2 y el 1 establecieron el primer 3, es decir la unión de los 2 emanados y del emanador, y se creó la primera forma geométrica cerrada (la más simple).
El Todo, El Padre y La Madre
(El 3 es el primer número representable como forma geométrica, el 1 y el 2 son números abstractos, no existe figura geométrica posible de sólo uno o dos lados). El primer aspecto de Dios no puede ser padre ni madre, porque sólo sería una parte y lo es todo, Dios completo, andrógino, sin género, sin sexo, sin división, sin diabolización. Dios da lugar a una dualidad: dios-padre, dios-madre. Ésa es la primera trinidad, lo primero que se establece en toda creación, masculino/femenino, yin/yang, activo/pasivo, blanco/negro, luz/sombra, vacío/plenitud… ¿Cómo lo hace Dios para dividirse sin dejar de ser Él? ¿Sin haber cambiado, ser cosas diferentes? El Todo no puede crear fuera del Todo, por tanto Dios no puede crear esa división (espacio/tiempo) fuera de sí mismo. Sólo lo puede crear en sí mismo, de sí mismo, de su propia substancia. El Todo es infinito y genera un punto de concentración para la manifestación (el paso siguiente sería el Big Bang). Con ese punto como referencia Dios realiza el primer movimiento. Sabemos cuál fue el primer movimiento porque fue y sigue siendo, todo sigue el impulso de ese primer movimiento. Lo primero que hace la creación es girar, las galaxias giran, los electrones giran, las corrientes giran… el universo gira. La forma de concebir la energía es en vórtice, la espiral, la kundalini. La evolución es en espiral, volvemos al mismo punto una y otra vez, pero cada vez un poco más arriba. Repetimos ciclos pero en un nivel más alto.
Todo movimiento se puede describir mediante ondas y la onda es la sección longitudinal de una espiral. La línea recta no se encuentra en la naturaleza, todo son formas más o menos curvas (ondas). La evolución no sigue una línea recta. 33
La originalidad del Todo fue girar una parte hacia un lado y la otra hacia el otro, lo cual quiere decir que lo que falta en un sitio sobrará en el otro, con lo cual se mantendrá el equilibrio. Si el Todo es igual al infinito, el punto de división del infinito es el cero o la nada, y a partir de ahí se extiende infinitamente hacia el más, e infinitamente hacia el menos, con lo cual tenemos un todo. Tenemos dos todos que sumados dan un todo. Tenemos una nada que es igual a todo. 0 = (+1) + (-1). Todo es nada. Todo surge de la nada.
Con el 3 empieza la manifestación. Evidentemente este proceso de la trinidad corresponde a la tríada superior del Árbol: Kether, la Corona, el punto de irradiación; Chockmah que es el espacio y es el gran padre y Binah que es el tiempo y la gran madre, es Saturno, dios del tiempo y la forma, de la vida y de la muerte, el gran limitador (tiempo) pero también lo gran ilimitado, el tiempo y la atemporalidad. Binah es llamada Mará, el gran mar, las aguas del tiempo, también llamado Ama, y Aimá, Mara, María… mar fecundado. AMÁ = Oscura madre estéril AIMÁ = Brillante madre fértil Recibe el sobrenombre de amargura. ¿Cómo puede ser ambas cosas a la vez? Porque en el momento en que se establece el tiempo también se pueden establecer dos posiciones dentro y fuera del tiempo, todo aquello que está dentro del tiempo comienza en algún momento, por tanto en algún momento debe terminar, todo lo que nace está condenado a morir, todo lo que está dentro de las aguas del tiempo está sometido a la experimentación y también a la muerte. Todo aquello que sale de las aguas del tiempo está libre de la necesidad de la muerte. Lo atemporal es inmortal, lo temporal es mortal. El planteamiento esotérico nos dice que se puede ser a la vez temporal y atemporal, que tenemos una parte temporal que está en expresión y otra atemporal que está en no expresión. Todo lo que se expresa en las aguas del tiempo es amargura porque está destinado a su destrucción. Así nos cuenta el mito que Saturno devoraba a sus hijos. La relación entre sexo, muerte, inmortalidad (diosa Kali) se ha mantenido en todas las tradiciones y en todas las culturas. La naturaleza decide que una especie tenga X años de vida simplemente por economía, llega una determinada edad en que la naturaleza no repara, no sale a cuenta, lo deja envejecer y morir.
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A mayor capacidad vital de la especie, menos crías, se multiplican los años de vida y se divide la capacidad de reproducción, y esto ocurre de manera natural, ¿esto ocurre al azar? Esto requiere una mente inteligente en alguna parte. Los tántricos plantean el uso de la energía sexual como un elemento transmutatorio. El tantra implica muchas cosas, el sexo sólo es una de ellas y tienen que estar complementadas. No utilizan el sexo como elemento de placer, hay una anulación del orgasmo, se hace a través de meditaciones y reconducciones de la energía, y una de las metas de las prácticas tántricas es la inmortalidad, la reducción del envejecimiento, el intento de llevar el proceso de envejecimiento a cero. Curiosamente la misma meta que en la alquimia. A medida que los tántricos avanzan, espontáneamente se vuelven estériles, desaparece la capacidad reproductiva. Cuando se trabaja de cara a la no muerte, no tiene sentido la reproducción. Esto ocurre cuando se trabaja en corrientes de transmutación interior. Todo esto confirma que existe un AJUSTE, que existen unas reglas. El universo tiene un orden perfecto.
Cuando el 3 existe como elemento potencial (el 3 es fuerza potencial), establece el 4.
El 3 es el manifestador, el 4 es el manifestado, lo expresado. Los números derivados de la magia del 3 y el 4 son el 7 y el 12 (3+4=7 y 3x4=12) que también se expresan en la pirámide y, como el 3, pertenecen también al grupo de los símbolos nocturnos y a la imaginación sintética. Triángulo en lo vertical (3) y cuadrado en lo horizontal (4): lo celeste manifestándose en lo terrestre (4 triángulos x 3 lados = 12). 5: Un poder (el 1) de un plano manifestándose de forma cuádruple en el otro. Una fuerza superior que se expresa en 4 aspectos distintos. Es la expresión, la representación, la manifestación, la definición, el número mágico aplicado a lo manifestado, a la tierra, al plano físico. (Es el número de la adaptación, el pentagrama símbolo del hombre, el adaptador, el punto medio entre el 0 y el 10). El uso de la matemática sagrada es el que nos lleva a la comprensión de que no puede ser que todo esto sea debido al azar, no son correlaciones al azar, no son asociaciones indirectas. Curiosidad: la runa germánica Hagal, que en su forma antigua representa el hielo; el granizo; el huevo; el principio formador; a la diosa Hela, diosa de los infiernos, por un
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lado, y su otra cara Holda, diosa del nacimiento de las cosas. Son la misma diosa en dos representaciones. Hagal es el destructor, pero conserva, no obstante, la estructura, el huevo, el modo básico para construir de nuevo. Hagal es el que elimina lo que no sirve para mantener el modelo de lo útil, para que pueda volverse a construir. Es el huevo cósmico; si se destruye todo, es el modelo genético para volver a construir. Esta runa en su forma antigua tiene forma de copo de nieve. ¿Cómo intuyeron su forma? Sólo es visible al microscopio. El cristal de hielo tiene 6 o 8 puntas y todas son diferentes y de simetría radial, la matemática moderna plantea el eje de coordenadas espaciales desde:
Es la forma de la runa Hagal
Si un eje de coordenadas tridimensional tiene 6 puntas, un eje de 4 dimensiones tendrá 8. El 8 pasa lo tridimensional a cuatridimensional. Un eje de coordenadas es la clave básica sobre la que se estructura un modelo de realidad y ése era el significado del cristal de hielo, Hagal, para los vikingos. ¿Cómo lo supieron? Es el huevo de la realidad. Si unimos sus puntos tenemos:
Tenemos un cubo, la forma representativa esotéricamente hablando de la materia perfectamente tallada, de la obra trabajada.
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Pero no sólo tenemos un cubo, tenemos la Estrella de David, símbolo del punto en el cual una energía ascendente se equilibra con una energía descendente.
El número 6, símbolo del Cristo, símbolo de la Piedra, símbolo de la Rosa La versión en hebreo de la palabra piedra es la palabra Ebhen, que a su vez se divide en las palabras Ab, que significa padre y Ben que significa hijo, por tanto la piedra es la unión del padre con el hijo, del creador con lo creado. Los 6 puntos de la estrella son 7, ya que debemos incluir el punto central, así vemos que la estrella contiene en sus puntas los 7 planetas tradicionales del ocultismo, montados y dispuestos de tal forma que curiosamente las puntas extremas siempre son colores complementarios cuya fusión siempre nos da como resultado el gris, color de la reconciliación de los opuestos:
Netzach/Venus/verde - Geburah/Marte/rojo = gris. Chesed/Júpiter/azul - Hod/Mercurio/naranja = gris. Tipheret/Sol/amarillo/oro - Yesod/Luna/violeta/plata = gris. ¿Y qué hacemos con la punta perdida Daath? En primer lugar Daath transfiere las cualidades de su esfera inmediatamente anterior que es Binah, la gran madre negra, Saturno, el plomo. Y en segundo lugar Yesod, la luna, que posee el color violeta, también posee otro color muy propio de la cualidad lunar y complementario con el oro solar, que es el plata, el blanco; y blanco y negro vuelven a ser complementarios. Así pues, ya hemos colocado todos los colores dentro de la rosa. 37
El violeta también es el color de la estrella Sirio, la tierra de los muertos, cuyo Dios es Osiris (dios negro, el sol negro oculto detrás del sol), relacionándose con la Luna y con Saturno, que como hemos visto ocupa en la estrella la posición de Daath. El resultado de esta asociación es una nueva complementación para el amarillo del Sol, que no sólo encuentra el color violeta en la Luna, sino que también encuentra su complementario en Daath, quedando así cerrado tanto por abajo como por arriba. El violeta es un color, al igual que muy funcional, muy significativo, trascendente y transmutador. También se corresponde al tercer ojo, a la llama violeta del Buda. Shambala, Sión, La Tierra de los Muertos… son algunos de los títulos otorgados a Daath. Daath es la meta, el Grial, y por este motivo no está representado en el Árbol de la Vida, está velado. Las esferas planetarias no sólo representan conceptos mágicos, filosóficos o místicos, sino que también representan estados específicos de la mente, es decir, niveles de conciencia. Una por una, cada una de las esferas debe ser entendida, trabajada, asimilada e incorporada hasta que se pueda pasar a la siguiente y así hasta llegar a la integración de las 7 partes separadas, hasta llegar a unificar los 7 estados de conciencia en una sola. Esto es lo que significa encontrar las 7 joyas perdidas de la corona del rey según el cuento de… o los 7 tesoros que han sido robados y tienen que ser restituidos, etc. Cuando se consiga recomponer las piezas sueltas en una sola, el abismo dejado por la sefira invisible Daath (la isla perdida, la ciudad bañada por 4 ríos, la que un día desapareció al romperse en 7 pedazos), quedará sellado por un puente y sólo así se podrá cruzar y llegar a la tríada superior, llegar a la trinidad. Sólo una personalidad unificada puede llegar a atravesar el abismo. La palabra religión viene del latín religare, volver a unir lo separado, religar. En diferentes tradiciones nos encontramos con que el dios fue castrado y seccionado en siete partes, Osiris (14 reparticiones = 7 en su doble dirección), Dionisio, etc. En el momento en que la unidad se fragmentó, se dividió en 7 expresiones, que son los 7 planetas tradicionales, los 7 niveles de conciencia, el ciclo lunar de 28 días y los 7 días de la semana (7x4=28), las 7 notas musicales, los ciclos vitales de renovación de las células y crecimiento cada 7 años, los 7 colores del arco iris, los septenarios allá donde aparecen en las distintas culturas: las 7 maravillas del mundo antiguo, las 7 maravillas del mundo moderno, los 7 durmientes de Éfeso (que no son más que centros internos), los ``7´´ chacras, etc. De aquí derivan, en el saber popular, los 7 enanitos del cuento y tantos sietes como podamos encontrar. Definir un punto en el espacio significa tener 6 puntos de referencia; la estrella representa el Yo en el punto en que se encuentra en este instante. La clave de la estrella de 6 puntas es el punto central.
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El Árbol sería simbólicamente un triángulo creador, un cubo expresador y Malkuth, la materia abajo. El cubo sería la individualidad, sería el yo superior y Malkuth el mundo físico, sería lo manifestado. Pero en este cubo falta un punto detrás de Yesod y sobra un punto que es Malkuth. El trabajo esotérico es llevar Malkuth hasta el punto que le corresponde en el cubo y que está a la misma altura de Tipheret. El objetivo de todo el trabajo interior alquímico, mágico, místico es elevar el yo inferior a la altura del yo superior que es Tipheret, el 6, la Piedra. Gran coincidencia que una tradición aria (el Hagal) coincida con una tradición judía o semita (estrella de 6 puntas). La realidad es espacio/tiempo (plano físico en el que estamos). El eje de 4 dimensiones plantea una realidad donde se puede entrar y salir del tiempo. El tiempo es la percepción que tenemos entre la relación entre lo que ha ocurrido y lo que esperamos que ocurra, es psicológico, nuestro pasado no existe. No recordamos los hechos, sino la interpretación que hacemos de los hechos, no se recuerda objetivamente, sino como un conjunto de emociones, percepciones, decisiones que el hecho motivó. Además la interpretación puede ser o no cierta, el pasado se fabrica de recuerdos, pero los recuerdos están amañados en función de la percepción emocional que cada uno tiene de ellos, por tanto el pasado no es real, es una percepción completamente ideada, igual que el futuro. Si fuéramos capaces de reinterpretar nuestro pasado, automáticamente también cambiaría nuestro presente; no recordamos los hechos, recordamos la interpretación que dimos a las cosas que pasaron y los estados emocionales que surgieron. Nuestro pasado es pura ilusión, tanto es así que hay gente que llega a fabricar falsos recuerdos. Si pudiéramos ser objetivos y conscientes, podríamos percibir los hechos como hechos, no habría autoengaño. Al final no queda nada real y encima nos lo creemos. El hecho, en cambio, se interpreta ya en el momento. Como lo de abajo enseña sobre lo de arriba, veamos qué hay abajo. Como vimos, el 1 expresa al 2, el 2 con el 1 genera el 3, el 3 y el 1 generan el 4. El 4 es el resultado, el fruto, el 4 se convierte en símbolo esencial de lo que llamaríamos la manifestación, la expresión o la materia. Por tanto, en simbología y esoterismo, siempre que se habla del universo físico, de alguna manera o de otra, se emplea el número 4. Esto nos lleva a dos símbolos fundamentales. El primero es el cuadrado y el segundo es la cruz de cuatro trazos. Los trazos representan el mundo de los 4 elementos, en la simbología esotérica, más o menos encubiertos, los encontraremos en muchos sitios:
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En los cuatro palos del tarot; en los mitos del Grial (cáliz, espada, lanza y bandeja); en Malkuth la cruz que simboliza los cuatro elementos; en las 4 joyas sacras del cristianismo que proceden del mito del Grial, que a su vez viene de Irlanda (Tuatha de Danann, pueblo mítico) que son: la espada de David, la lanza de Longino, la bandeja de la Santa Cena y el Cáliz (grial); en las 4 estaciones del año, etc. (Mirar capitulo Símbolos típicos de los 4 elementos.) La cruz de 4 brazos iguales plantea que de un algo que no es de este plano se expresa de forma cuádruple en este plano.
La idea de cópula expresa la idea de una fuerza que viene de otro plano y que se expande en 4 direcciones cuando llega a éste. Es el órgano femenino (lo pasivo, yin, grial) y el órgano masculino, el falo. En el momento en que el principio masculino penetra en el femenino, se produce la cruz, la manifestación, el alumbramiento o el parto, la materia, la bajada a la tierra. El yang, principio activo, penetra, interactúa con el yin, y se crea la existencia = tejido entre yang y yin. Esta idea de cópula que está en la cruz, nos dará dos elementos yin y dos elementos yang.
Si se añade otra línea para acabar de perfilar, nos encontramos con los 8 trigramas que están en la base de todo el I-Ching. Toda la estructura genética del ser humano parte del código genético que se construye sólo a partir de 4 bases, 4 elementos centrales de la manifestación.
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Vista sólo la cruz es materia muerta, para que la cruz (materia) se convierta en materia viva hay que entender que hay un quinto elemento que sería el espíritu o la esencia, la materia va pasando de forma en forma, cambia su estructura, no somos nuestros cuerpos, somos más que eso, eso no sale de la materia, viene de otro sitio. Debemos suponer que para que la cruz represente un ente vivo hay que clavar algo en la cruz. El Cristo en realidad es un símbolo del supremo sacrificio: por acto de voluntad, destino, necesidad de ser completo, el espíritu toma la decisión de meterse en un cuerpo, el sacrificio es nacer, clavar el espíritu a la materia. (Clavo = Vau = 6, los tres clavos de la cruz nos revelan el famoso 666, número del hombre). De aquí que se diga que el auténtico sacrificio de Cristo no fue morir sino nacer. También encontramos ejemplos en textos de alquimia: fija lo volátil; la serpiente (kundalini) clavada a la cruz, energía de otra dimensión atrapada en la materia; en el mito de Prometeo, encadenado a la roca (del mismo modo que Lucifer/serpiente quedó encerrado dentro del hombre) y el águila (Escorpio/sexo) que le devora el hígado (que entre los antiguos se creía que era la base de donde surgía la energía vital), quedando así condenado al no poder usar su poder serpentino. En el mito, Prometeo es liberado por Hércules, el de los 12 trabajos, el fuerte, símbolo del iniciado, y qué curioso que en el Evangelio de Judas, dado a conocer recientemente en los medios, Jesús decepcionado al comprobar que sus discípulos no habían comprendido el método y seguían con el culto de siempre, después de reírse sarcásticamente, pregunta: “¿Quién de vosotros es fuerte?”. A lo que sólo Judas responde, levantándose y diciendo: “Yo soy fuerte”, con lo cual, Jesús satisfecho le encomienda la misión más importante, ya que es el único ``fuerte´´ (el iniciado, el que ha comprendido) que lo puede liberar. Así comprobamos que este evangelio es un ejemplo más de adaptación del mito y tradición iniciática gnóstica de siempre. Somos el quinto elemento sometido, encarcelado en los cuatro elementos. La cosa manifestada puede moverse en el plano de las tres dimensiones tanto como quiera, pero siempre, estemos donde estemos, estamos fijados a un centro, por lo tanto, el único verdadero movimiento, en términos espirituales no físicos, que podemos realizar, es el movimiento que puede realizar una expresión en torno a un centro: el giro. En el momento en que el principio vital está presente en un bloque de materia, ese bloque gira, pero no en términos físicos, sino, en términos energéticos, y por eso las representaciones de la energía son una espiral, es el símbolo de la energía que hay dentro de cada uno de nosotros. Somos energía giratoria metida dentro de un cuerpo físico. ¿Pero en qué dirección? Si tenemos un centro hay dos posibilidades de giro, de derecha o izquierda. Una parte gira a la derecha y otra a la izquierda. Cada una expresa una tendencia, ambas partes coinciden, ambas partes convergen.
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La parte que gira a la izquierda, es la fuerza que nos ata abajo, que nos lleva a ser materia, si no fuera así, no podríamos mantener el cuerpo integrado y nos desharíamos. Fuerza centrípeta que atrae la sustancia, la materia, que mantiene nuestras células pegadas. Además de un cuerpo somos un campo que define, sostiene y retiene ese cuerpo. La forma depende del campo, el planteamiento esotérico es que nosotros y cualquier objeto físico somos un campo, y éste es el que define la forma de las células atrapadas en él. El campo tiene la información, lo que in- forma = lo que da la forma. El otro giro es a la derecha, y nos llevaría al espíritu. La energía dentro de nosotros que nos mantiene ligados y nos conecta con el punto de origen (en los animales sería como el alma colectiva, en humanos nos conecta con el yo superior).
Y se trabajan los dos, la energía que nos lleva a la materia, es literalmente energía satánica, porque es energía satúrnica, Saturno es la fuerza que lleva a compactar, condensar, comprimir, es el pegamento del Universo. El poder de Saturno (el plomo en la Alquimia) es el poder que compacta, que baja, que lleva hacia la tierra, el que nos ata a la materia. Sin el poder de Saturno no habría vida, no habría madres ni hijos, de ahí que ésta espiral descendente también se representa con la forma de triángulo invertido (de Venus), principio fecundador, madre de vida y de materia, también es la que nos ata a la materia… ¿Bendición o maldición? Depende de cómo se mire. Todos los cultos femeninos eran muy agrarios, estaban centrados en una espiritualidad con recompensa de trabajo en la tierra y en vida, por ejemplo, ser bendecido con una buena cosecha o con muchos hijos. El culto a la Diosa ha permanecido, desde siempre, en el inconsciente colectivo. Los lugares de apariciones marianas han sido siempre lugares de culto a la Diosa. Es el arquetipo de la Madre que se ha mantenido en todas las épocas y culturas bajo diferentes formas, o no tan diferentes si observamos la semejanza de las vírgenes negras con la Isis egipcia, como por ejemplo, la Verge de Montserrat. Como dice Fulcanelli, grandes alquimistas fracasaban en la consecución de la Gran Obra por no tener en cuenta la norma básica: la ausencia total de luz, no hay generación posible con luz, sea natural o artificial; es imprescindible la oscuridad de la matriz, de la cueva (“que llueva, que llueva, la virgen de…”), la fertilidad es negra como la tierra bañada por el Nilo, Kéme (Khem) o Kmt (tierra negra), origen etimológico de la palabra alquimia. Las madres son negras. 42
Los cultos al Dios, en cambio, buscan la recompensa arriba, en el alto mundo, después de muerto, van más allá de la materia. De hecho el dios nos libera y rescata de la materia y nos eleva, nos saca de este mundo de sufrimiento. El dios es el principio del fuego que quema, mata y destruye el recipiente material creado por la madre, para liberar la fuerza espiritual. Ambos puntos de vista son buenos o ambos son malos. El alma del hombre está en el punto justo de equilibrio entre ambos, donde hay una parte de nosotros, la suficiente y la correcta que se expresa en la vida y una parte de nosotros, la suficiente y la correcta que se expresa en espíritu. En la cópula, en la unión sexual de los dos principios, es donde está el punto intermedio en el
cual la consciencia se halla entre las espirales de subida y de bajada, entre el azufre (∆) que sube y el mercurio (∇) que baja, entre el Yang y el Yin, entre las dos serpientes del caduceo de Mercurio, entre la serpiente que sube y la que baja, (ida y pingala) entre el sol y la luna, donde se consigue la armonía… pero cuidado, la armonía entre dos principios en conflicto no neutraliza. En el Universo no existe la paz, el equilibrio entre dos fuerzas es la extrema tensión, están compensadas, pero si se genera un desequilibrio salen despedidas. La idea de quietud y equilibrio se basa en aquel momento en que todos los opuestos ejercen la misma fuerza, no hay paz. Tensión equilibrada, doble fuerza que tira por igual por ambos lados y entonces está en paz, en el Universo no hay inmovilidad (el electrón se mueve eternamente). El punto exacto que ocupa un objeto en el espacio, es el punto de equilibrio entre dos fuerzas iguales y de sentido contrario (fuerza centrífuga y fuerza centrípeta). El lugar exacto que ocupa un punto en el plano que sea, viene determinado siempre por dos fuerzas, una que empuja hacia arriba y otra hacia abajo, si hablamos de dos dimensiones tenemos, además, una que empuja hacia delante y otra que empuja hacia atrás y si hay tres dimensiones, además, una a la derecha y otra a la izquierda. Por tanto, un punto de existencia en el espacio/tiempo en la realidad de cada cual, tanto física como mental, viene determinado por 6 pares de fuerzas /3 dimensiones).
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De aquí que los Masones digan que el objetivo es tomar la piedra bruta y tallarla hasta obtener la piedra pulida, cúbica, tallada, de toque. La piedra bruta es el hombre, tal cual, y el trabajo del masón es tallar la piedra bruta hasta encontrar el perfecto equilibrio, el propio centro, punto de perfección que, recordemos, no está en la paz, sino en la neutralización de dos fuerzas en acción. Así lo encontramos representado en la estrella de David, que a su vez, uniendo sus puntas de otra forma, nos da el cubo, la piedra cúbica, la piedra de toque: la catedral no está cerrada en el suelo, sino sostenida en el cielo por la piedra de ábside. El estudiante es la piedra bruta, la piedra tosca y con el cincel del conocimiento y el martillo, que representa la voluntad, golpea su propia estulticia, su propia estupidez y va tallando hasta convertir la piedra tosca en piedra cúbica. La piedra tallada de toque expresa la voluntad del cielo, no la voluntad de la tierra; sin embargo, la piedra se talla a martillazos, no con jabones ni aceites esenciales, se talla golpe a golpe, puliéndola y limándola, se talla usando la voluntad y el conocimiento. También la piedra pulida tiene un análogo con otra piedra muy famosa, la piedra de toque de la Alquimia, conocida como la Piedra Filosofal, la cual tiene el poder de convertir todo lo que toca, de convertir el plomo en oro. Hemos dicho que la cruz simboliza los cuatro elementos y también hemos dicho que hay una fuerza ascendente y otra descendente, por tanto la cruz puede girar a la derecha o a la izquierda: Esvástica izquierda
Sauvástica derecha.
Si dibujamos la Esvástica junto a la Estrella de 6 puntas, vemos que…
…dos símbolos aparentemente enemigos, en el fondo representan una misma idea: las dos fuerzas opuestas en el hombre para crear la manifestación, la terrenalidad, lo físico. Entonces la manifestación física queda representada por los 4 elementos. (Mirar capitulo Los Cuatro Elementos).
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PLANO FÍSICO Queremos demostraciones, no creernos las cosas porque sí, pero estamos buscando en la dirección equivocada. Buscamos fuera lo que en definitiva tenemos que buscar dentro. El subconsciente, que ponemos en marcha a través de los debidos psicodramas, tiene un gran poder para hacer cosas. Todo lo que tenemos, al fin y al cabo, es el plano material, real, no tenemos nada más y a partir que trabajamos sobre esto y vemos que pasan cosas, podemos empezar a concebir otras ideas, de todas maneras sólo sabemos de esas fuerzas cuando las vemos expresadas aquí. Sabemos que ocurre algo porque el poder se ha manifestado en la tierra. Es muy fácil sugestionar o autosugestionarse, sin embargo a veces el autosugestionarse nos permite conectar con algo que nos demuestra una mecánica efectiva. Sabemos que no son alucinaciones cuando vemos que pasan cosas, hechos físicos. O sea, como ocultistas todo lo que nos queda como elemento de trabajo transcendente se llama plano material. El mundo material revela, por su propia naturaleza, la existencia de un mundo invisible. Como entendemos que lo que es arriba es abajo, porque hemos visto que las mismas leyes operan en diferentes niveles, sabemos que no podemos ver el cielo, pero también sabemos que si observamos adecuadamente las leyes que se cumplen en la tierra, podemos deducir cuáles son las que se cumplen en el cielo. Materia y energía son lo mismo, una misma cosa con diferentes expresiones, quizá nosotros seamos la parte expresada de “Yo” y seamos algo más que no percibimos. El universo no es fruto del azar, hay un orden, una estructura, un plan. Si hay un plan hay un planificador (concepto de Dios). Si nos encontramos en el plano físico, es porque el plan implica que nos encontremos aquí, y eso es porque algo hemos de realizar en este plano. Estamos en el plano material porque el principio de nuestro trabajo interior comienza y debe pasar necesariamente por el trabajo del plano material. El plano material es un medio, no un fin, una herramienta que se nos da para hacer un trabajo, una experimentación, una investigación, tenemos que valorarlo, conocerlo y disfrutarlo. Debemos usarlo y hacer cosas.
AXIOMAS PRINCIPALES 1. Todo cambia, nada permanece, tratar de retener lo que ya cumplió su función es inútil. Todo se acaba. 2. La principal causa de dolor es el apego. 3. La posesión material como herramienta de evolución y aprendizaje; como medio, no como fin. Los ricos (los que se acomodan o aferran a una verdad, a un dogma o en los bienes materiales) se bloquean espiritualmente; degeneran la espiritualidad. Lo que hace crecer o espabilar son las dudas, las preguntas y las carencias. 4. Todo regalo es una trampa y toda trampa es un regalo. Todo aquello que el mundo nos da nos produce placer, alegría, bienestar, pero también trae a menudo el miedo a perderlo y la absorción de tiempo, nos podemos entretener, 45
distraer y perdernos, nos bloquea el proceso espiritual, si esto fuera así, el regalo se nos quita, sin más. De ello se obtiene dolor y ese dolor nos obliga a volver a ponernos en marcha. No es deseable, pero no ocurre caprichosamente. Si pudiéramos hacer nuestro trabajo interno independientemente de tener el regalo y disfrutarlo, no habría ninguna razón para que nos lo quitaran. Aquello que se nos quita es porque estaba obstaculizando nuestro trabajo interior y el amor/apego es una de esas cosas. Si no nos movemos, nos harán mover, que aquello a lo que nos acomodamos no nos acomode demasiado, porque si no, nos lo quitan. Las carencias y los apuros nos hacen mover más que los goces y disfrutes, si somos capaces de movernos sin que nos fastidien, pues mejor.
MÉTODO MÁGICO CUERPO FÍSICO Hay que cuidarlo, sin embargo a menudo se convierte en nuestro dueño y pasamos a servirle cuando nos hinchamos a comer más de lo necesario, etc, ya que sucumbimos al placer que pide, también cuando el culto al cuerpo se vuelve una obsesión, porque descuidamos otros aspectos de nuestra vida sólo para conseguir un cuerpo según la moda. El cuerpo está cómodo cuando no se mueve; la inercia, la resistencia al cambio, al movimiento, el abandonarse a la gravedad nos conduce a la pereza. Nos interesa que nuestro cuerpo físico esté bien, ha de estar en buenas condiciones, si no, es un lastre y dificulta el trabajo interior. Es importante darle aire y respiración adecuada, la rentabilidad de la máquina será superior y posiblemente la longevidad también; Vaciar, llenar, retener un momento y soltar mejora la agilidad mental. El oxígeno va al cerebro. La espalda recta, mantener la vertical. También se necesita cierto ejercicio físico (andar, que evite el agarrotamiento, el atrofiamiento), alimentación variada, comer de todo, no excesivo y proporcional al gasto que se realiza. El apetito es el deseo físico de alguna cosa, nos apetece concretamente algún tipo de alimento porque el cuerpo reclama cierto tipo de componente contenido en ese alimento.
IMPULSOS Y FUERZA VITAL Son elementos que nos hacen mover, nos encienden de ira, de amor, deseo, impaciencia… También pueden convertirse en tiranos, pero no son malos, son necesarios, nos hacen reaccionar, si no seríamos como vegetales. Nos llevan a combatir por un objetivo, pero debemos tener cuidado ya que frecuentemente se convierten en amos, no los podemos controlar, somos víctimas de nuestras pasiones y ese fuego nos quema. Es nuestra energía vital que a veces sale descontrolada y destruye. 46
Gobernar los impulsos, que no significa no tenerlos, es el poder creador, pero sólo es útil cuando está aplicado de forma inteligente a un objetivo, es energía vital y la fuerza impulsora es el sexo; el poder latente en la raíz de todos nosotros es sexo. El sexo es una pulsión que nos recorre desde la coronilla hasta los pies y que está en cada parte de nosotros; la expresión orgánica genital es sólo una de las maneras de verlo. Sexo es la fuerza vital llamada kundalini, la serpiente de fuego interna, el poder que nos permite ejercer la hipnosis, la magia, la voluntad en diferentes campos de nuestra vida, es ni más ni menos que la energía sexual debidamente canalizada en una dirección, pero si esa energía se desperdicia o se descontrola, no nos queda suficiente para poder dirigirla hacia donde queremos. Algunas corrientes han practicado la contención de la sexualidad, la castidad o la anulación del orgasmo; la razón es que esa energía retenida se reserva para otros fines. Se puede experimentar que después de un orgasmo, de una experiencia sexual completa, es bastante difícil conseguir el poder necesario para nada y menos para realizar un acto mágico. Ha habido una descarga importante de energía y por tanto no se tiene a disposición para poder hacer el trabajo que se quiere realizar. Algunas corrientes trabajan así, favorecen la excitación, pero no la descargan, y con la persona sobreexcitada y no descargada se aprovecha la descarga en otra dirección… Siempre que se proyecta la energía (elemento importante: la energía, en cualquier campo, doctrina, filosofía, tradición… sólo hay una), el trabajo requiere esencialmente tres fases: 1. Captación, ponerse a disposición y recogerla, 2. Acumulación, 3. Descarga. Las diferentes doctrinas, escuelas o corrientes trabajan en técnicas y visualizaciones para 1, 2, 3. Recoger energía no basta, hay que ir siguiendo el proceso de recogimiento, hay que ir compactando la bola. Cogemos impulso, preparamos y lanzamos. No podemos coger impulso y lanzar; cogemos impulso, cogemos inercia y entonces lanzamos. Hay que hacer un retroceso para imprimir verdadera fuerza: meditación, sentirnos llenos y entonces lanzar, recogida, carga y proyección. Siempre es el mismo proceso, también en los métodos de magia sexual. En general los impulsos nos gobiernan, son los amos, nos hacen activar sin pensar y toman el control, son útiles pero pueden ser perversos. Toda proyección de poder es imposible si lo que se proyecta no es una emoción. Todo lo que llamamos carga mágica y aquí se incluye desde la voluntad que tiene un sanador de reiki, hasta el ritual, hasta el poder de un hipnotizador, todo esto es carga mágica, no hay carga mágica sin emoción, porque la emoción es en lo que realmente consiste la carga mágica.
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Un ritual contiene unos ejercicios… pero todo eso es paja. Todo eso no es nada. Lo único que constituye la energía de un ritual es la emoción, si no existe una carga emocional, el ritual no es operativo. Es por eso que a veces se dice que la magia negra es destructiva en sí misma, no necesita leyes de rebote, de boomerang, no hace falta. Hay algo mucho peor que constituye la clave de por qué no se debería trabajar magia negra y es que toda emoción negativa que se tenga que lanzar, se ha de generar previamente en uno mismo. No se puede enviar salud si no sentimos salud, si no generamos la emoción de una persona sana; no podemos enviar amor si no generamos la emoción del amor en nosotros mismos; no podemos enviar desgracia o desesperación si no la generamos primero en nosotros. Por tanto, toda energía que queramos mandar, primero debe gestarse en nosotros y luego se ha de proyectar. Si no generamos esa emoción, no la podemos lanzar y si la generamos nos la comemos nosotros. Si queremos enviar un pensamiento de enfermedad, primero hemos de generar un pensamiento de enfermedad. ¿Hasta qué punto ese pensamiento que hemos generado, una vez lanzado, no deja nada en nosotros? Uno de los peores efectos de la magia negra no es el efecto boomerang, sino el efecto impregnación. Al generar una energía en nosotros siempre deja restos. La emoción es la energía que se lanza, los impulsos son la fuerza para lanzarla, la catapulta, pero la bola de fuego son las emociones. Las emociones son valiosas, pero deben absolutamente ser controladas, ojo, no eliminadas sino observadas y controladas. El desorden emocional genera casi todas las patologías mentales; la locura es hija del desorden emocional, la depresión, asesinatos, crímenes, posesiones… es una de las cosas más peligrosas con las que nos podemos encontrar. No se puede permitir. Si las emociones nos cabalgan, si nos dominan, nos destruyen, nos poseen, a nosotros y a todos los que tenemos alrededor, incluso a los que queremos. No obstante, el camino no se encuentra en reprimir las emociones. La raíz etimológica de la palabra emoción, e-moción, proviene de “e-movere”, mover hacia fuera. Es lo que nos mueve hacia afuera de nosotros mismos, es lo que nos hace conectar con el no yo, es el que nos hace relacionarnos con el mundo; si nos emocionamos, es que tenemos algún interés en relacionarnos con el mundo. Sin emociones no habría experimentación, no habría evolución. Por tanto son la clave de la evolución, del poder, pero también es el fantasma negro mayor que podemos tener encima. Las emociones son muy dadas a convertirse en amos y señores en lugar de siervos. Visto esto nos encontramos frente a un gran símbolo, el pentagrama o pentagramas son los símbolos tradicionales asociados a la magia:
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El pentagrama con la punta hacia arriba a menudo se ha utilizado como representación del hombre con los brazos y piernas extendidos. Mientras que el invertido se ha utilizado como representación del chivo o macho cabrío típico de la magia negra. En realidad esto no es exacto; el del derecho representa, recordando al hombre, la idea de la consciencia dominando los cuatro aspectos inferiores: cuerpo, impulsos, emociones e intelecto. En sí, este símbolo es el del iniciado, el hombre dominando a los cuatro elementos de su constitución. El hombre controlando a sus servidores. Sólo el iniciado llega a conseguir el control sobre sus elementos. Y control no significa inhibición o destrucción, sino que están bajo vigilancia, dentro de unos parámetros que a uno le sirven. El llamado símbolo de la magia blanca es el símbolo de la consciencia, el símbolo del iniciado. El símbolo de la magia negra representaría (lejos de lo que nos han vendido) a la consciencia del hombre suprimida por sus impulsos, el hombre que no puede controlar su cuerpo, ni sus impulsos, ni su inteligencia, ni sus emociones. O sea, es el símbolo del hombre común, el hombre esclavo de sus elementos constituyentes, el hombre que sucumbe a merced de los elementos. Se asocia a la magia negra porque representa el dejarse dominar por los elementos, con todo el perjuicio que comporta. En realidad un verdadero mago negro debería estar representado por el símbolo del iniciado y no por el del hombre común, porque para ser un verdadero negro hay que dominar los cuatro elementos: cuerpo, impulsos, emociones, intelecto. Ahora bien, la magia negra cotidiana, con la que provocamos úlceras al vecino de al lado y le amargamos la vida a la pareja y le destruimos la vida a aquel pobre que casi nos atropella, mueve todas las energías caóticas, destructivas, enfermizas… En el momento que somos esclavos de nuestros elementos de constitución, cuerpo, impulsos, emociones e intelecto, somos víctimas y hacemos víctimas a todos los que tenemos alrededor. Lo que da poder al mago no es la tenencia de una fuerza, sino el saber dirigir una fuerza, que es distinto. No es la posesión de la energía, sino la capacidad de controlarla, controlar la energía es darle la dirección correcta. La energía dispersada no sirve para nada, la potencia sin control es inútil. Es mejor menos potencia y mayor control, es más eficaz el que tiene poca energía pero sabe aplicarla que el que tiene mucha y no sabe qué hacer con ella. La clave para que la energía dé resultados prácticos y concretos es ser capaces de darle una dirección, la dispersión de la energía es nuestro peor enemigo. Esto sirve en cualquier campo, funciona igual en cualquier terreno que podamos plantear. La energía debe ser controlada, dirigida y puesta bajo el dominio de la consciencia. Lo contrario es destrucción. 49
LOS CUATRO ELEMENTOS Si echamos un vistazo a nuestra vida, nos percatamos de que podemos tener cierta afinidad o desarmonía con cualquiera de ellos en cualquier momento y puntualmente, pero a veces ocurre que tenemos temporadas (a veces toda la vida) en las que tenemos problemas con un determinado elemento. ¡Parece que el elemento nos busca! La ley de analogía nos dice que todo cuanto ocurre, ocurre en varios niveles y/o en varios planos a la vez; es decir, que cuando tenemos una torcedura de pie, por ejemplo, podemos averiguar que hay algún paso que no estamos dando o que no nos animamos a dar o que no nos atrevemos a dar. Lo del paso es mental, lo del pie es físico. De nuestros conflictos internos hay una manifestación externa. Cualquier nota de cualquier plano vibratorio se corresponde con su homóloga en cualquier otro plano, efecto diapasón. Si esto se entiende no sólo en dos franjas de vibración, sino en todas las franjas de vibración, se entiende que las cosas que ocurren a nuestro alrededor, se corresponden también con otras franjas vibratorias, entre ellas, las que ocurren en nuestro interior, que son las que más nos preocupan. En Ocultismo esto es lo que se llama señales. Aclaración: No todo lo que ocurre en el entorno son señales, es muy grave y paranoico el ir por la vida con el detector de señales y ver en todo una señal; no todo son señales y no todas las señales son para uno. Hay que tener la mente abierta pero no obsesiva. Hay que ser flexibles, debemos tener cierta flexibilidad a la hora de entender que no hay una verdadera separación entre lo interno y lo externo, entre lo que ocurre en nuestro mundo y lo que nos afecta.
Existen cuatro elementos que componen la realidad que se corresponden con cuatro aspectos de la vida: • TIERRA (∇): Cuerpo físico, todo lo que existe en el plano físico material, aspecto solido de las cosas. • AGUA (∇): Aspecto emocional o estético, parte artística. Las emociones son como el agua, se adaptan al recipiente, carecen de forma propia, penetran, calan hondo en todo aquello a lo que llegan. • AIRE (∆): Propósito, intención o significado, mente, intelecto, comunicación. El aire vuela, se expande, lo llena todo. Es fluido e inaprensible, no se puede contener en un recipiente, va mucho más allá. También es un componente de cualquier cosa del plano físico, junto a los demás. Comunica, informa, enseña. • FUEGO (∆): Parte energética, impulso, todo lo que es dinámico, activo, todo lo que quema, el motor.
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No hay nada que no se pueda concebir en el plano material que no tenga estos cuatro aspectos, los cuales están representados por los 4 triángulos resultantes de la unión de las dos fuerzas opuestas primigenias que forman la estrella de 6 puntas:
Si hay problemas de ∇, por ejemplo, lo que está desajustado son las emociones, pueden estar taponadas (atasco) o pueden estar desbordadas…Para destaponar hay que vivirlas, si están desbordadas cuesta mantenerlas. O sea que las señales del entorno nos dan pistas interesantes de aquello que no estamos haciendo bien o correctamente en nuestra vida. Algunas maneras para solucionarlo serían: - Fórmula 1: Entender y resolver mediante la psicología - Fórmula 2: Observar cuál es el proceso de los elementos en el mundo físico, el uno con el otro. Démonos cuenta que: -
∇ detiene ∆ y ∇ ∆ agita a ∇ ∇ fertiliza a ∇ ∇ erosiona a ∇ ∆ transforma ∇ en ∆ ∇ sostiene a ∆ ∆ en exceso apaga ∆ ∆ aviva ∆ ∇ canaliza ∇ …
A partir de lo que en la naturaleza ocurre con los elementos revisionamos y nos damos cuenta que también ocurre con nuestros elementos internos. - Fórmula 3: Para cuando realmente tenemos un problema con un elemento, no para algo puntual sino algo de toda la vida. Esto se realiza mediante el método mágico.
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PRIMER MÉTODO MÁGICO. OFRENDA, MÉTODO RITUAL La magia es un trabajo de la mente, técnicas externas para crear un proceso interno, pero para poder trabajar mágicamente con algo (un elemento), necesitamos darle entidad real; el elemento tiene un nombre, un aspecto, debemos buscarle uno, tiene unas cosas que le gustan. Cuando les damos entidad real, aunque los elementos no sean seres físicamente reales, operan a todos los efectos como si lo fueran. Los seres mágicos que nos fabricamos mentalmente funcionan como seres reales, son formas de pensamiento en definitiva que responden a las capas emocionales que hemos puesto en ellas. Los rituales son simbólicos, los elementos son simbólicos, pero debemos tomarlos como entidades reales, con inteligencia real y con capacidad real de pactar. En la práctica vale más que los consideremos así (independientemente que luego sepamos que todo está dentro de nosotros, que todo es mental), porque si no nuestra mente sabe que nos estamos burlando de ellos y nos crean situaciones adversas consecutivas. La forma de hablar con los elementos es hacer una pequeña ceremonia ritualística. ¿Cuál? Hay dos mil maneras, no existe un ritual correcto. La magia es teatro, pero no se debe confundir con el hecho de que sea falsa. La acción externa, el psicodrama que creamos, mueve emociones y son las emociones lo que estamos trabajando. La finalidad de un ritual, es conseguir el suficiente impacto emocional dentro de una estructura suficientemente creíble, en última instancia, la única magia real se hace desde el corazón y desde la comprensión. Desde la comprensión establecemos unos parámetros de trabajo y lo hacemos desde lo más interno de nosotros. El ritual correcto es el que elegimos porque sintonizamos con él y nos lo creemos. Si nos lo creemos ya está. Lo demás son montajes Hemos de recordar que los seres elementales, a efectos prácticos, deben ser tenidos en cuenta como si fueran reales, tangibles y palpables. Teniendo esto en cuenta y les llamemos como les llamemos, creamos una pequeña ceremonia, una pequeña elaboración donde les hacemos la ofrenda que creamos más apropiada, dándoles las gracias y pidiendo paz entre los dos. Una ofrenda al agua, por ejemplo, debería hacerse al aire libre, (en el mar, río, etc) porque no es lo mismo meter una flor en una palangana. No olvidemos que debe haber una carga emocional adecuada ligada al acto; un acto hecho con una carga emocional adecuada puede ayudarnos a resolver un conflicto determinado; un acto hecho con una carga negativa, puede generar todo lo contrario. Todos los elementos responderán a patrones muy humanos, porque al fin y al cabo su estructuración es humana. Por tanto tendrán orgullo, caprichos, afinidades, simpatías, mala leche, deseos de venganza si se les ultraja o se les humilla… ¿Cómo se trataría a un elemento si queremos ganárnoslo? (ya no porque nos llevamos mal con él, sino porque necesitamos hacer un trabajo en el que necesitamos su ayuda especial) Con respeto y la ofrenda de algo que le pueda resultar agradable:
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* Ofrenda idónea para el ∇: Flores, cosas lanzadas al agua que jamás deben ser elementos contaminantes, piedras como amatista, cuarzos, perfumes, esencias, sales. * Para el ∆: Quemar algo. Los magos una vez acabado el ritual de san Juan se guardan algo de las cenizas de la hoguera que utilizan como “polvos mágicos” para arrojarlos sobre cualquier cosa que uno quiera cargar, potenciar, darle fuerza; es un recuerdo de la ofrenda al fuego. Una hoguera de san Juan jamás debe ser contaminada con elementos sintéticos, sprays, cristales, etc. Cualquier cosa que se quema es una ofrenda al fuego. * Para el ∆: Perfumes, inciensos, olores. También salir a lo alto de una colina y recitar un poema. Realizar un trabajo de comunicación que nos diera miedo o vergüenza (hablar en público). Cuando lo hacemos conscientemente es una ofrenda. * Para la ∇: Enterrar cosas: monedas, grano, semillas…
La clave es el valor que tiene para uno, dar en ofrenda algo querido o que resulte del esfuerzo de uno, sacrificio en algún sentido, algo de valor: diamante al mar, subir a un lago en las montañas… así se pone en marcha el valor emocional y la carga energética que le ponemos a la ofrenda. El esfuerzo que hacemos, la energía que le ponemos determina el compromiso que establecemos. La clave de la magia va por aquí, que no es lo que hagamos, no a quién se lo hagamos, ni cómo lo hagamos, es la intencionalidad que le ponemos y la carga emocional que depositemos en ello. Esto es lo que tiene el poder, porque en definitiva, lo otro son montajes escénicos que sirven para que la mente enfoque ese poder. Lo único que hemos de hacer, es crear los vehículos de enfoque con aquello en lo que nosotros creemos, con quien nos sintamos cómodos en la comunicación, porque todos los dioses son un solo dios y todas las diosas son una sola diosa. Todos los poderes son el mismo poder; los hombres cambiamos los nombres, los aspectos, las estructuras, pero en definitiva, el significado final es lo que importa, y vamos a dirigir esa energía a ese significado. Esto elimina montones de libros de magia. ¿Para qué nos sirven las analogías mágicas? Para crear una estructura ritualista coherente, que nos permite crear nuestro psicodrama o drama mental, el cual nos ayuda a sintonizar con el elemento, porque cuanto más sintonizamos con la idea de lo que queremos hacer, mayor poder tendrá lo que hagamos. En magia no “hay que”, es mejor rodearse de cuantos más elementos posibles podamos, dentro de un orden no paranoico, para sintonizar con el tipo de energía que queremos. No existe una regla, hay que tratar de entrar en la vibración, en la armonía, en la sensación que buscamos y por tanto tenemos que crear un estado mental acorde. Sentido común y sintonización, nada más. 53
Los rituales con sacrificio de sangre son muy poderosos, generan una alta carga energética. Cuando cortamos el cuello a una gallina, hay una emanación muy fuerte que se libera en el estado emocional que implicamos en el hecho de haber causado una muerte. Es una carga muy bestia. Supongamos que sea eficaz, ¿qué pasará cuando hayamos matado 50 gallinas? Necesitaremos matar algo más gordo para generar el mismo nivel de carga (claro, al final uno se acostumbra a matar gallinas y ya no siente nada). Necesitaremos un gato o un perro. Los dioses de sangre son muy golosos y tremendamente avaros, dan muy poco a cambio de cada vez más. Es un camino que no es recomendable nunca. Sólo se admite en magia blanca un vertido de sangre y con mucha moderación, que es la propia sangre, sangre autoderramada. Uno de los rituales indios más importantes, es el ritual del hermanamiento, en el que se hacen un corte en la mano, se dan la mano y comparten sangres (los dioses hacen de ti un pincho moruno), se está implicando un sacrificio de sangre que para ellos tenía un significado trascendental. Un elemento muy típico que aparece en todos los rituales, es el miedo. ¿Por qué aparece el miedo? Porque en el fondo sin ese elemento de miedo, de temor reverencial o religioso, el ritual queda desprovisto de toda esa carga. Elemento de respeto que es la clave de todo el misterio. Se está destruyendo la parte mágica de la realidad, se destruye mucho más de lo que la gente se piensa, es grave porque sólo en esa especie de respeto, podemos generar la suficiente energía como para conseguir poder, como para que la vida tenga sentido. Se dice que magia es hacer un acto con intención. Si nos duchamos, pues nos duchamos, pero si lo hacemos con la intención de limpiarnos de nuestras energías negativas y de historias raras de las que nos hemos cargado durante el día, estamos haciendo dos cosas: el cuerpo se limpia pero la mente también. Hay un acto mágico en el limpiarse, siempre y cuando nos bañemos o duchemos entendiendo el significado de lo que estamos haciendo o buscándole un significado. No es lo mismo andar que andar con intención, así a cada paso que se da, se está cargando una idea mental, en lo que estemos pensando. Abrazar o abrazar con intención, la intención marca la diferencia y aquí es donde se genera el poder. La vibración de la pena, “todo me va mal”, es una vibración que genera un estado energético, genera cosas a nuestro alrededor y cosas en nuestro interior. Esto de lamentarse es invocar al señor de la pena. Los dioses no son más que representaciones de estados energéticos que tenemos en la mente, pero a cada dios no se le puede hacer cualquier ofrenda, se le ha de ofrendar (además si no hay tal ofrenda no hay tal poder) el tipo de vibración que representa. Supongamos que hacemos una ofrenda a Marte, dios de la decisión, de la voluntad, de la energía y de la guerra, fuego puro; debe ser pues un acto de voluntad, realizar un sacrificio de firmeza y de fuerza, teniendo valor. Entrar en las vibraciones de Marte.
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Si queremos realizar una ofrenda a Venus, diosa del amor, pues amar (sensualidad y sexualidad). Es inútil hacer una ofrenda a uno de los cuatro elementos si nuestra predisposición de acto entra en contradicción con lo que ese elemento dirige. Las ofrendas son de la naturaleza de las energías que intentamos invocar y nos ponemos en armonía con la vibración que corresponde. • Ofrenda a la ∇: Ser prácticos y acabar alguna de las cosas que tenemos empezadas y sin terminar, solucionar un problema concreto físico, estructurar nuestra casa y poner en orden un armario, mucho más que hacer entregas extrañas, “mágicas” porque en la ofrenda nos ponemos en armonía con la vibración de la tierra: orden, estructura, practicidad, terrenalidad. • Ofrenda al ∆: Hacer algo de acción, un acto de valor, mover la energía y vivir la energía de alguna manera, hacer deporte, decir a alguien lo que hace tiempo le tenías ganas de decir y que no le dices. • Ofrenda al ∇: Hacer un acto de amor, de ternura, pero esto no significa darle un beso a tu pareja, sino a tu madre que hace seis meses que no la ves y con la que has discutido, darle un abrazo y hacer las paces. Hacer un acto de amor significa emplear la emocionalidad que tenemos con alguien, con gente que hace tiempo que tenemos descuidada. Ocuparnos de esa parte emocional que tenemos olvidada. O hacer un acto de perdón con esa persona con la que estamos peleados de hace tiempo y hemos acabado. • Ofrenda al ∆: Realizar un acto mental o de comunicación, hablar en público, escribir un libro que hace tiempo que queremos escribir, ese poema o ese artículo. Leer ese libro que hace tiempo que tenemos pendiente.
Podemos armonizar con un elemento con el que tenemos conflicto en A haciendo un acto simbólico en B, siempre que este acto implique, nuestra entrega, nuestra armonización, nuestro acto de voluntad positiva hacia un elemento determinado. Un acto de ofrenda de afinidad con el elemento en cuestión podría implicar una mejora de nuestra relación con él en un determinado problema o en nuestra vida cotidiana. Del mismo modo, ¿podría ser que un elemento nos tuviera manía? Personas que en la cocina se queman constantemente (fuego); derramar frecuentemente el vaso de agua, atascos de cañerías, etc., indica conflictos emocionales (agua); choques, golpes con paredes, resbalar, tropezar habitualmente… (tierra); problemas respiratorios, ventilación, olores (aire). No tiene necesariamente una relación con el horóscopo. Pueden dar conflicto uno o dos, no todos, y también puede ser de modo puntual, en un caso en concreto. Primero hay que descubrir qué elemento nos puede estar dando conflicto y luego se debe trabajar para ponernos en paz con él y esto llega a requerir cierta ritualización; la reflexión sobre ello no es suficiente.
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SEGUNDO MÉTODO MÁGICO Es de tipo interpretativo. Para reconciliarnos con un elemento nos interesa saber qué problema tenemos con él, qué es lo que él tiene que decirnos, en cuyo caso (y aquí es fundamental) vamos a crear una imaginería, una serie de figuras, imágenes, evocaciones psicológicas que nos permiten entrar en un elemento a través de la meditación, colocarnos imaginariamente dentro de un espacio lleno de esa imaginería, colores, formas, animales, etc.… Cuanto más mejor y cuando hayamos conseguido crear ese espacio, dejar la mente abierta a ver qué pasa en nuestro sueño guiado o visualización guiada, trabajando específicamente un elemento. Relajarnos y entrar en un espacio donde estén los cuatro elementos, escogeremos la dirección que corresponde (norte-sur-este-oeste), visualizaremos por ejemplo el reino del ∇, donde dominan los colores azules, verdosos, escogeremos la forma animal correspondiente al elemento ∇ que es el águila. Intentaremos rodearnos de todos los símbolos posibles que nos recuerden al agua. Entramos ahí, en ese reino acuático, miraremos a nuestro alrededor y cuando ya esté toda la visualización organizada, entonces el guía nos abandona, en este momento debemos observar qué pasa, generalmente pasan cosas y al volver lo interpretamos e intentamos ver qué nos quiere decir nuestro subconsciente a través de la información que ha surgido mediante este viaje onírico. Otro elemento extra de este trabajo meditativo son los tatwas, que son cuatro figuras (Tejas, Apas, Vayu y Prithvi) que se corresponden con los cuatro elementos más una quinta figura, Akasha (éter), el quinto elemento. Si consideramos que existen cuatro matices en cada elemento, el resultado son dieciséis subelementos. Por ejemplo, para el elemento Tierra: -
Tierra de tierra: 100€ Fuego de tierra: cavar un jardín Aire de tierra: hacer un examen Agua de tierra: llevar al parque al niño
En cada elemento hay un subelemento, esta parte de los subtatwas puede ser complejísima, puede estar muy liada. A veces hay cosas que no acabamos de encajar una con otra, hay matices, según como se vea es de una manera o de otra. Todo esto nos sirve para entender qué está pasando en nuestra vida, para ver qué elemento domina nuestra vida. De hecho deberíamos tener los cuatro elementos equilibrados en la misma proporción. Los médicos dicen que para que un cuerpo esté sano debe tener la adecuada y suficiente alimentación y sueño, respirar adecuadamente, hacer ejercicio y beber suficiente agua (ergo los cuatro elementos). Lo que se trata de plantear con todo esto, es que lo que está fuera es como lo que está dentro, así como lo que está arriba es como lo que está abajo. Lo que es válido en lo humano es válido en lo cósmico, lo que funciona en el cielo funciona en la tierra. No hay leyes diferentes, no hay símbolos diferentes, no hay trabajos diferentes. Si entendemos cómo funcionan las cosas abajo, podremos entender cómo funcionan allá arriba. Si entendemos cómo funcionan en lo físico podemos entender cómo
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funcionan en lo astral. Cada cosa en su nivel, claro, pero funcionan igual. Tienen las mismas reglas. Así pues, si comprendemos cómo los elementos operan en nuestra vida, podemos también llegar a la conclusión de qué elemento nos arrastra en exceso (vamos sobrados) y qué elemento no aparece ni por casualidad.
SIMBOLOGÍA Estudiar simbología para un ocultista es como estudiar el alfabeto para un literato, es el lenguaje en el cual todo se expresa. Siempre que se aprende una disciplina nos encontramos que esa disciplina tiene un lenguaje propio. Un lenguaje que para el profano es extraño. Trabajar en Ocultismo requerirá obviamente conocer un lenguaje; si no conocemos este lenguaje seremos incapaces de leer. Las enseñanzas del Ocultismo están escritas en muchísimos lugares, en piedra, en papiro, en grabados, pero los profanos, que son la mayoría, no se enteran de nada, es decir, el conocimiento está a la vista y nadie lo ve. Sólo alguien que está medianamente formado es capaz de darse cuenta de que tiene mucha importancia que en la puerta de una catedral haya doce santos y no trece, doce y no once, para los demás pusieron santos hasta que se les acabó la pared. Cuando conocemos esto nos damos cuenta de que en el grabado, en la piedra, en la pintura hay una información que está sólo para el que sepa leer. El esoterismo tiene su propio lenguaje y éste es la simbología, no son palabras, es complicado porque es un lenguaje doble, no sólo aprendemos el lenguaje propio de lo que es la estructura esotérica, sino que aprendemos otro lenguaje adicional que es el lenguaje simbólico, la forma, los colores, los sonidos, el número tienen una importancia capital a la hora de comprender cosas. Por ejemplo el Tarot: páginas de un libro, cada una de las láminas es una página con una cantidad de información brutal que concierne al conocimiento profundo del hombre. La mayor parte de grandes conocimientos esotéricos que han sido transferidos al vulgo y usados de manera práctica, generalmente como sistema de magia o de adivinación, en realidad eran algo mucho más complejo. Por ejemplo el Loco del Tarot, es difícil darse cuenta de lo que implica que sea la única carta del Tarot que ha sobrevivido en el mazo de juego en la forma del Joker, el comodín, la que se puede colocar en cualquier lugar en sustitución de cualquier otra. ¿Quién es el Loco? ¿Por qué va hacia un precipicio 57
la mar de feliz? ¿Qué lleva en la bolsa? La carta tiene el valor cero: el que aún no está en la secuencia. En cualquier juego la casilla cero es la casilla de salida, el punto de partida, (los juegos contienen una cantidad de conocimiento iniciático enorme). Lleva un palo en el hombro del que cuelga un hatillo. En muchos mazos la ”bolsa” que cuelga del palo del Loco tiene una tapa y el cierre de la tapa es un ojo. En la versión de Rider-Waite y otras hay un águila. También lleva un vestido con adornos florales y todo lo que es floral es naturaleza, el Loco se viste de naturaleza. Va a caer al abismo pero no le preocupa, ¿A quién no le preocupa caer al abismo? Al que no es consciente o al que sabe que no se va a hacer daño. Evidentemente el Loco representa algo que es previo a la encarnación, previo al hecho de tomar carne. Y el abismo nos lo encontramos en textos tales como: “Y he aquí que el hombre fue expulsado del paraíso y arrojado al abismo”.
El abismo es el lugar que corresponde a Daath en el árbol de la vida, una esfera que está y no está, es un vacío, un paso que no puede darse de cualquier manera, por debajo del vacío es donde se encuentra el septenario que habla de lo manifestado. El Loco va a experimentar una caída, va a descender su vibración de manera drástica, de tal manera que de ser un ser libre e inmaterial, sin carencias ni necesidades, de pronto va a ser un ser atrapado a la materia, en una realidad de necesidades, carencias y limitaciones. El abismo donde cae el Loco pude recibir varios nombres, uno de ellos es nacimiento. O sea, le tocó nacer, morir, parir con dolor y ganarse el pan con el sudor de su frente: carne, piel, tacto, cuerpo, porque sólo cuando tienes cuerpo pares con dolor y ganas el pan con el sudor de tu frente. El hombre es carne y el abismo es bajar a la carne, el Loco es algo que aún no ha bajado a la carne, que está en el trámite de hacerlo. En el momento en que ha experimentado la caída es cuando empieza a viajar por las 21 cartas del tarot, que son el viaje del loco, el recorrido que tendrá que desarrollar para realizar el aprendizaje en su vida. El Loco es el gemelo del Sabio. En todas las tradiciones antiguas, los locos eran considerados sagrados porque se creía que estaban más cerca de Dios, que los locos veían lo que los demás no veían. Por tanto es alguien cuya mente está más allá de lo que este mundo de aquí abajo, no es loco porque no se entere, sino porque su mente está más allá de la nuestra. Pero al principio del Tarot (que es donde se sitúa al arcano cero) el Loco no se conforma sólo con eso, va hacia al abismo, se dirige al abismo y caerá al abismo, se vestirá de naturaleza. Lleva un palo en el hombro que no es para sujetar el hatillo; el palo, la vara, en la antigüedad era la herramienta esencial de medición, se medía en varas. El Loco lleva una porque cuando se adquiere conocimiento del tipo que sea, es sólo por medio de algún tipo de medición. Conocer es medir y medir es comparar una determinada circunstancia con una unidad de medida (Sendero 31). Todo es medición, todo es número, todo es matemática; comparamos, medimos…
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Todo lo es: matemáticas, física, química, literatura, geografía, genética… Cualquier ciencia, cualquier conocimiento del hombre es el resultado de una actitud de medición. En la Biblia aparece: “Y se me dio una vara de medir, y se me dijo ve y mide el templo y el altar y el atrio pero el exterior déjalo a los profanos”.
Deja que los profanos se entretengan con la imagen, el aspecto, deja que pierdan su tiempo planteando la altura, la anchura y el número de columnas. Tú ve a lo importante, mide lo que hay dentro. ¿Qué es el templo? ¿Cuál es el fanum? Hombre conócete a ti mismo y deja que los temas exteriores, los problemas exteriores los definan los profanos, es su problema, ellos sólo pueden conocerte por el exterior; el interior sólo lo puedes conocer tú y ése es tu trabajo, conócete a ti mismo, conoce tu interior. Y está en la Biblia… Está todo ante nuestros ojos pero la gente no lo ve, no se entera. El Loco lleva la vara de medir porque va a tener que desarrollar el conocimiento y para ello necesita una vara de medir. Y lleva una alforja que es donde va a guardar el conocimiento que adquiera. Sostenido de la vara del conocimiento hay algo donde uno guarda lo que ha conocido, la alforja que cuelga del palo es la memoria, que se abre con un ojo, porque lo que vemos es lo que evoca el recuerdo y responde con nuestros modelos mentales que están almacenados en nuestro subconsciente, en la memoria. (El ojo de Horus crea lo que el ojo de Horus ve). El ocultista enfrenta una cosa ¿qué es cerebro y qué es mente? Para el ocultista son cosas diferentes. El cerebro es el que envía señales al resto del cuerpo pero necesita algo o alguien que lo dirija. Para el científico el cerebro es fuente y madre y para el ocultista el cerebro es herramienta, la mente está más allá del cerebro. La memoria se almacena en su mayor parte en el cerebro, pero tiene su copia de seguridad en la mente. El sistema cerebral está muriendo constantemente, tenemos millones de embolias diarias, las autopistas neuronales mueren porque la cantidad de sinapsis, de conexiones neuronales que tenemos es tan extraordinaria, que si estuvieran funcionando todas a la vez nos colapsaríamos, demasiada información al mismo tiempo, lo que hace el cerebro es economizar. Todos aquellos temas que simplemente están excluidos de nuestro interés el cerebro cierra puerta de las carreteras que no se utilizan y se dedica a mejorar las que sí, eso genera que con el tiempo hay cosas que pierden el interés completamente para uno y hay otras que se convierten en absolutamente imprescindibles, porque ahí es donde hemos puesto realmente toda la fuerza de nuestro canal de señal. Así mismo las personas que trabajan la energía sexual de una manera específica envejecen más lentamente, las personas que desgastan la energía sexual o que simplemente no la utilizan, degeneran mucho más deprisa, envejecen más rápido.
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Usar la energía sexual no es tener relaciones sexuales, es poner en marcha, activar una energía que pueda manejarse a nivel creativo, a nivel mental, a muchos niveles. Hay personas que practican la relación sexual genital y sin embargo se queman mucho más rápido. La sexualidad tiene una energía tremenda, pero no es exactamente practicar el sexo, aunque tampoco está excluido. El desgaste alto de energía sexual de manera indiscriminada, puede llegar a quemar el organismo, igual que el no uso de la energía sexual ni interior ni exteriormente puede acabar deteriorando el organismo. Mientras esa energía está en funcionamiento significa que el individuo es apto, es útil para la supervivencia de la especie, sea como fecundador, como paridor o como creador o pensador. Mientras mantenga la energía sexual en movimiento, creando arte, ideas, perspectivas, transmitiendo, comunicando, pariendo, el individuo es útil para la especie, merece la pena repararlo dentro de un orden. Cuando el individuo deja de utilizar esta energía, cuando entra en la apatía, el pasotismo, el desánimo,… pasa a no ser útil para la especie, y el sistema bio-reparador no se molesta en arreglarlo, con lo cual se estropea y se rompe. Por tanto debe haber algún tipo de resorte, de inteligencia que sabe y que decide cuándo no vale la pena reparar al sujeto. Decíamos que el Loco lleva un águila en su alforja, el águila es el símbolo básico de la energía sexual, representa al signo de Escorpio sublimado. También decíamos que la alforja es el subconsciente, esa alforja que abre el ojo, la mirada, la observación, la atención… aquello que llamamos nuestra atención es lo que nos hace conectar con la memoria. El contacto con nuestros recuerdos es el resultado de aquello que vemos. La vista, la observación abren la memoria. La falta de atención nos desconecta de nuestra memoria. Aunque hay que aprender a vivir en el aquí y el ahora, en el presente, el ocultista está en contacto con su memoria, nada debe ser olvidado, pero confundimos recordar con apegarse al recuerdo, no tiene nada que ver. Recordar es conservar la información para cualquier tipo de consulta que necesitemos hacer. Sin ella, apegarnos al recuerdo es mantener un vínculo emocional con esa información que tenemos atrás. No recordar no es garantía de nada, al contrario, no nos hace mejores, sino peores; el recuerdo es imprescindible porque en definitiva es donde está nuestra unidad de medida. Si no recordamos no tenemos capacidad de comparar, si no tenemos esa capacidad no tenemos herramienta de medición y no podemos establecer criterios sobre lo que vivimos nuevo. Las personas que no “escarmientan”, es por la sencilla razón de que no conectan con las experiencias almacenadas en su memoria, que le dan un baremo de medición al cual recurrir con las nuevas experiencias. Si tenemos una nueva experiencia y somos capaces de medirla en comparación con nuestros recuerdos, podemos establecer qué debemos y qué no debemos hacer. Si no podemos, es que no tenemos contacto con nuestra memoria; olvidamos. Pero recordar no es mantener un apego emocional. No se debe recordar con dolor, si es así, hay un apego emocional, y el apego emocional es la muerte.
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Recordar es simplemente recordar hechos, no la interpretación que hacemos de los hechos. El pasado no está hecho de elementos malos ni buenos, está hecho de anécdotas, y punto. El Loco lleva la memoria colgada de la vara. Lleva la vara, el vestido de naturaleza, una corona de laurel, generalmente asociada con el triunfo (la mente del Loco es triunfadora) y una pluma de ave de color rojo, porque también conecta con el reino animal, no sólo con el vegetal. El rojo es el color del deseo, el pensamiento del Loco está impulsado por el deseo. En Kabbalah vemos la importancia del deseo. En contra de la corriente oriental, la occidental no niega el deseo. La corriente oriental, según el modo de ver occidental, adolece de un pequeño defecto, y es que trabaja en la anulación del deseo, pero para eso hay que desear no tener ningún deseo, lo cual ya es un deseo. Es un camino que, frecuentemente no comprendido por la ``mente griega´´, lleva a la “huída de la experimentación”. La corriente occidental, en cambio, tiene la creencia de que si estamos aquí es para realizarnos, es decir, para abandonar la experimentación después de haberla vivido, no huyendo de ella de entrada. Si desaparece el deseo desaparece la acción. Si no deseamos comer, no nos movemos hasta la nevera; si no deseamos dormir, no nos vamos a la cama; si no deseamos relacionarnos, no salimos ni nos hablamos con nadie; si no deseamos aprender, no compramos un libro; si no deseamos divertirnos, dejamos de ir al Magic cada año a reírnos un rato. El deseo nos hace hacer cosas, pero si el deseo nos hace hacer cosas evidentemente tiene una clave, sin él no haríamos nada y sin hacer nada no experimentamos y sin experimentar no aprendemos. Por tanto, ¿qué sentido tiene machacar, vilipendiar u odiar el deseo? si obviamente es clave en la realización de nuestro trabajo fundamental en esta vida, lo que debemos hacer con el deseo no es negarlo, es transmutarlo. Y al decir transmutarlo no hablamos de tener deseos castos, morales o éticos, sino de purificarlo. El deseo debe ser purificado. “Toma el cobre alquímico, conviértelo en rojo, vuelve ese rojo en blanco, haz con él monedas visibles y rígelo”.
-Cobre = Netzach = Venus = Deseo. -Conviértelo en blanco = Purifícalo (no moral o ético, o decente o religioso o casto). -Puro = no mezclado, exento de mezcla. El oro puro no es un oro casto, ni decente ni honrado ni éticamente moral. El agua pura no es ética ni moral, ni casta. ¡Es agua! Sin más cosas que agua. Sólo agua. Lo puro es aquello que carece de mezcla. El problema con el deseo (la pluma roja del Loco) no es que deba anularse, da igual cuál sea el deseo, por perverso que pueda parecerle a la sociedad, la clave es que el deseo debe ser puro.
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La mayoría de nuestros deseos no corresponden a lo que verdaderamente deseamos, sino a lo que la sociedad, entorno, cultura nos ha enseñado que debemos desear. Nuestro primer trabajo con el deseo sería aprender a ser sinceros con nosotros mismos y poder dar a nuestros deseos nombres y apellidos. Es decir, independientemente de lo que se nos permita o lo que podamos o lo que nos convenga hacer, lo que no podemos hacer es engañarnos a nosotros mismos y decirnos que deseamos otra cosa distinta de la que estamos deseando. Porque a menos que asumamos nuestros deseos como realmente somos, viviremos una vida prestada, no seremos nosotros. Seremos una imitación, una falsificación de nosotros mismos. ¡Pedir lo que se desea! No lo que quedará bien. Un café, una cerveza… lo que desees realmente, sin vergüenza. ¿Qué deseo? Que pueda o que deba, eso es otra historia, pero lo primero es qué es lo que realmente deseo. Si no me miento al menos podré llegar a pactar. La pluma en la cabeza del Loco nos habla de deseos mentales. Rojo, pasión, algo que nos permita volar, no que nos encadene. Normalmente los falsos deseos suelen llegar a encadenarnos. Paradójicamente nuestros verdaderos deseos nos liberan. Fool = folle = follis (latín) = fuelle, saco de viento, soplar con fuelle. ¿Qué es lo primero que entra en la vida en el momento de nacer? El aire en los pulmones. “Y Dios creó al hombre de barro e insufló aliento de vida…”
La primera carta, la primera letra, fuelle, aire, loco, soplo, viento, vida, inicio… La primera manera que tiene el ocultista de comprobar que la simbología es correcta es mirar, analizar si encaja: El Loco es aire, viento, soplo y como aire, es mente (del griego Psycho = soplar, aire frío = Psyche = Psique). Aleph significa Buey y el buey es la energía motriz que tira del arado. Todavía los motores los medimos en HP (horse power), caballos de fuerza. Caballo de vapor = buey = poder motriz, poder de movimiento. Lo primero que entra en el hombre es el Prana, (Ruach Elohim valor 300) que se obtiene al respirar, el od vikingo, el chi, el vril, la energía presente en el aire, energía que activa el fuego interno (Shin valor 300). En el momento de la muerte, la última acción es exhalar el último aliento (Psyché). Así podemos ver cómo encajan elementos, en apariencia tan dispares, como el aire/mente y el buey. La simbología es clave.
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SÍMBOLOS TÍPICOS DE LOS 4 ELEMENTOS LOS 4 ANIMALES SIMBÓLICOS: TORO, LEÓN, ÁGUILA, HOMBRE
Marcos, Mateo, Lucas y Juan… ¡qué casualidad!
En el Apocalipsis leemos: “Y vi cuatro criaturas entorno al trono, llenas de ojos por todas partes, y seis pares de alas que tenían forma de toro, hombre, león y águila”. ¿Por qué coinciden estos cuatro en tantos sitios? En los 4 evangelistas, en la Rueda de la Fortuna y el Mundo del Tarot, en el Apocalipsis, en las visiones de Ezequiel .…
¿Por qué los cuatro hijos de Horus en el Antiguo Egipto tenían rostro de león, águila, toro y hombre? 63
Por simple observación es fácil deducir que la Esfinge es la síntesis de los cuatro.
¿De dónde viene esto? De la Astrología. En Astrología los doce signos zodiacales están divididos en cuatro grupos, cada uno de los cuales está regido por uno de los 4 elementos: Aries, Leo y Sagitario: Fuego. Cáncer, Escorpio y Piscis: Agua. Libra, Acuario y Géminis: Aire Capricornio, Tauro y Virgo: Tierra.
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Así vemos que el León, el Toro, el Águila y el Hombre, símbolos de los signos de Leo, Tauro, Escorpio y Acuario respectivamente, son los representantes de cada uno de los cuatro elementos. A su vez también podemos observar que cada uno de estos signos se halla justo en medio de cada una de las estaciones del año: Tauro en Primavera, Leo en Verano, Escorpio en Otoño y Acuario en Invierno, lo cual recibe, en astrología, la denominación de Signos Fijos o Cruz Fija. FUEGO: Leo, Verano, León, Bastos, Miguel, Rojo, Sur. AGUA: Escorpio, Otoño, Águila, Copas, Gabriel, Azul, Oeste. AIRE:
Acuario, Invierno, Hombre, Espadas, Rafael, Amarillo, Este.
TIERRA: Tauro, Primavera, Toro, Oros, Uriel, Verde oliva/Marrón/Negro, Norte.
LOS 4 GRIALES Hay otros 4 símbolos muy extendidos que representan a los elementos y que principalmente los encontramos en los 4 palos de la baraja: Bastos, Copas Espadas y Oros. En realidad y hasta donde se sabe, la versión más antigua de estos 4 símbolos la encontramos en Irlanda, tierra céltica y absolutamente vinculados con el mito del Grial. Los Pritanis (Pictos) ya rendían culto a la Diosa y posteriormente los hijos de Dana (Danu, la Diana Wicca), los Tuatha de Danann, tenían 4 representantes principales que llevaban, cada uno respectivamente, uno de los 4 tesoros sagrados o armas mágicas: La Espada de Nuadha (el de la mano de plata), que no podía volver a la funda sin haber derramado sangre; la Lanza de Lugh, que siempre daba en el blanco; el Caldero de Ceridwen o en otros mitos celtas el de Dagda que, por mucho que comieras, siempre estaba lleno y la Piedra de Fal que gritaba cuando se colocaba sobre ella el legítimo rey de Irlanda. A partir de aquí los 4 tesoros van derivando en los 4 griales que aparecen posteriormente en el mito de Arturo, donde evidentemente la espada es Excalibur y la piedra de Fal era donde permanecía clavada; la lanza estaba vinculada con el Rey Pescador y el caldero se convierte en el cáliz permanentemente lleno de sangre. En el mito no hay un grial sino 4 griales: la espada rota que sólo el iniciado o rey legítimo deberá volver a unir, la lanza que gotea sangre y que está metida en el cáliz; el cáliz permanentemente lleno de sangre, del cual todo aquel que consiga beber sanará de cualquier enfermedad y adquirirá la inmortalidad (curiosamente las mismas propiedades de la piedra filosofal de la alquimia), y finalmente la bandeja que sirve a cada cual, en el castillo del Grial, su plato favorito.
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En los 4 griales ya podemos ver la espada, la copa, el basto o lanza y la bandeja que finalmente se convierte en los oros o monedas, símbolo del poder material. Todo esto se corrompió ya definitivamente cuando toda la corriente cristiana acabó equiparando estos 4 tesoros con las 4 joyas sacras del cristianismo, las cuales Hitler buscó con tanto afán, que son la lanza de Longino (la lanza de Lugh), el cáliz de la Santa Cena (el caldero de Dagda, el famoso Grial artúrico), la bandeja y finalmente la espada de David que, de nuevo curiosamente, tiene las mismas propiedades que la de Nuadha.
Bastos: El palo de bastos está asociado con la estación del verano, la vara, la flecha o
la lanza, el falo; punto cardinal Sur; el mediodía; el elemento fuego, el poder de transmutación; la capacidad de trabajo, el esfuerzo; el impulso espiritual y la energía de la creatividad. Copas: El palo de copas se asocia con la estación del otoño; la copa, el grial o caldero;
el punto cardinal Oeste; el crepúsculo; el elemento agua, las emociones; la intuición; las facultades psíquicas y el crecimiento del espíritu. Espadas: El palo de espadas se asocia con la estación del invierno (estación del signo
de Acuario); el punto cardinal Este, por donde sale cada día el sol, equiparándose así al nacimiento del astro rey en el Solsticio, o sea, en invierno. El elemento Aire corresponde al invierno, estación de Acuario, signo de aire, y no a la primavera como se asocia, en algunos tratados, al palo de espadas. La espada, fría y penetrante, corta, razona, divide y analiza, es el poder de la mente. Oros: El palo de oros se asocia con la estación de primavera, cuando la tierra resurge y
empieza a dar sus frutos. La estación por excelencia de la tierra es la primavera (estación del signo Tauro) y no el invierno como se asocia, en algunos tratados, al palo de oros, discos o pentáculos. Se asocia al escudo o la piedra, al punto cardinal Norte; al elemento Tierra; al cuerpo físico y a las cuestiones prácticas y materiales.
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Las Cartas de Figura también representan los elementos en sí: los reyes el Fuego; las Reinas el Agua; los Caballos el Aire y los Pajes Tierra, dividido cada uno de ellos en cuatro subelementos:
Rey de Bastos Reina de Bastos Caballo de Bastos Paje de Bastos
∆ de ∆ ∇ de ∆ ∆ de ∆ ∇ de ∆
Rey de Espadas Reina de Espadas Caballo de Espadas Paje de Espadas
∆ de ∆ ∇ de ∆ ∆ de ∆ ∇ de ∆
Rey de Copas Reina de Copas Caballo de Copas Paje de Copas
∆ de ∇
Rey de Oros Reina de Oros Caballo de Oros Paje de Oros
∆ de ∇
∇ de ∇ ∆ de ∇ ∇ de ∇
∇ de ∇ ∆ de ∇ ∇ de ∇
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EL TETRAGRAMMATON En la tradición hebraica los cuatro elementos están representados por las cuatro letras del Tetragrammaton (Tetra-cuatro, Grammaton-letras), IHVH.
La Iod ( )יtiene la connotación de sperma virile, el espermatozoide, el principio creador y también está representado como idea de la llama divina. Todo el alfabeto hebreo moderno son prolongaciones de la Iod, llamas extendidas de una o de otra manera, por eso se dice que el alfabeto hebreo es el alfabeto de la llama. La llama habla de fuego y por tanto la Iod se asocia con el elemento Fuego. Representa al padre, el principio activo, la fuerza masculina, el Yang de la tradición oriental. En el tarot representaría a los reyes de la baraja. La He ( )הrepresenta el principio femenino, su forma uterina da un poco esta idea, aunque en realidad se traduce como la capacidad de ver, capacidad pasiva; el ojo recibe, el útero recibe, es el Yin, la diosa, la madre, el Agua. En el tarot representaría a las reinas de la baraja. La Vau ( )וes en hebreo el equivalente a nuestra Y, es la partícula de unión. Uno de los significados importantes de Vau es el de clavo o gancho, lo que une, lo que mantiene dos cosas unidas. La Vau une la Iod con la He, es el espacio que permite la interacción entre el Yin y el Yang. No son sólo ceros y unos sino la manera en que se combinan los ceros y los unos, son ceros y unos dentro de una estructura, dentro de un código, la Vau es la información, el principio que estructura in-forma, es la clave que hace que los elementos masculinos y los femeninos se combinen en alguna estructura formal, es un poder formativo, la razón de interacción. En la física cuántica se plantea que todo el universo es sólo y únicamente Información. Toda materia que conocemos en el universo está hecha de electrones y protones, cargas negativas y cargas positivas, ¿Qué diferencia hay entre un electrón de Oro y un electrón de Plomo? Ninguna, no hay electrones de oro y electrones de plomo. ¿Entonces qué hace la diferencia? El orden y número en que están agrupados esos electrones; la diferencia no está en las cualidades de los electrones, sino en el número y la estructura de orden de esos electrones = información. Así pues la Información es lo que In-forma, lo que da la forma.
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También en PNL se plantea que todo lo que concebimos como realidad no es más que nuestro particular mapa estructural de la realidad. El mapa no es el territorio, el mapa es información susceptible de ser cambiada. Representa el elemento Aire. Los caballos de la baraja. Cuando las tres fuerzas se reúnen y actúan, siempre generan un producto (Ley de Generación): El 1 se junta con el 2 por acción del 3 y generan al 4. La cuarta y última letra vuelve a ser la He, sugiriendo que es idéntica al principio femenino pero en otra octava, es la madre pero a otro nivel; la primera sería la madre en el cielo y la segunda la madre tierra. En todos los cultos femeninos antiguos nos encontramos esta dualidad en la figura de la diosa; por un lado nos presenta la diosa del cielo, la luna, que controla los ciclos naturales, las mareas, etc. y por otro la madre tierra. El principio femenino en lo no manifestado se proyecta directamente sobre su equivalente en lo manifestado. Finalmente la suma de los tres primeros nos da un cuarto elemento que es Tierra, la materia, donde los elementos se manifiestan. Los pajes del tarot.
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LUCIFER - PROMETEO - LUGH Prometeo es uno de los padres mitológicos, es el Titán que roba el fuego de los dioses para dárselo a los hombres. Según nos cuenta la mitología griega, los hombres no tenían acceso al fuego y así, los dioses, los tenían como esclavos serviles… Realmente la Biblia nos presenta a Adán y Eva en una especie de estado idílico en que no tenían ninguna carencia, pero tampoco hacían ninguna evolución, eran básicamente tontos. ¿Para qué servían? Hasta que no comen la manzana no se dan cuenta de que estaban desnudos, no se les muestra como especialmente lúcidos o iluminados. Tanto es así, que lo que provoca la caída es que la serpiente les dé de comer, precisamente, del fruto del árbol del conocimiento, es decir, que hasta ese momento el ser humano carecía de conocimiento. La serpiente tienta al hombre para que pueda acceder al conocimiento, crea la primera gran fisura, rompe el estado idílico donde todo es natural y le da al hombre el conocimiento del bien y del mal, es decir, de la moral, de lo que está bien y de lo que está mal. Con esto, el hombre obtiene su gran maldición y su gran bendición. La única manera de acceder al conocimiento es a través del criterio, sin criterio es imposible tener conocimiento, y el criterio se traduce en la percepción de lo correcto y de lo incorrecto, de lo adecuado y lo inadecuado, del bien y del mal. En el momento que el hombre adquiere esta percepción del bien y del mal puede medir, puede valorar, puede sopesar, y en el momento que puede valorar y sopesar, puede acceder a algún tipo de conocimiento, al aprendizaje, al crecimiento. Sin esto, el hombre no sería distinto de un gato, de un perro, de un elefante; carecería de criterio, carecería de valores éticos y morales, de valores cuantitativos, en definitiva, pesos y medidas Todo el conocimiento del hombre se ha desarrollado por medición, todo lo que aprendemos lo medimos, lo comparamos, lo contrastamos. De alguna manera el acceder al fruto del árbol del conocimiento es la gran bendición del hombre, porque al valorar entre bien y mal, al medir, al diferenciar, al poder establecer criterios distintos, accede a la razón y la razón es la facultad de establecer criterios. Razonar viene de ración, hacer porciones, hacer partes y cada parte se clasifica de acuerdo a un razonamiento, a una razón o a un criterio, por ejemplo, clasificar algo por colores; los rojos, los azules, etc., esto es un criterio, es una razón. También podemos clasificarlos por tamaños; los pequeños, los medianos o los grandes; simplemente se ha establecido otro criterio.
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Pero esa bendición del hombre fue también su maldición, porque al acceder al conocimiento también tendió a dualizar y a estructurarlo todo desde una valoración moral, perdió la unidad, perdió la armonía; en principio la armonía con la naturaleza. El hombre cuando establece un código moral, bien-mal, ya no está midiendo de una manera objetiva, sino que está midiendo de una manera subjetiva, desde un criterio ético artificial que él se ha creado. El criterio originalmente es una herramienta para poder estructurar, clasificar y comprender, tiene un valor práctico. Para poder definir algo lo definimos en función de un conjunto de criterios que hemos puesto en torno a ello; este objeto es rojo y grande; mediante estas clasificaciones podemos distinguir uno rojo y grande de uno rojo y pequeño, o de uno azul y grande de uno rojo y grande. El conjunto de criterios que establecemos para entender cada cosa es lo que nos permite distinguirlas, es una función utilitaria. Ahora, en el momento en que el criterio que usamos es arbitrario, le damos valor al criterio per se (no como herramienta), nos convertimos en esclavos del criterio, establecemos que el que uno sea grande y el otro pequeño no es un hecho, sino que está asociado a una valoración moral; los pequeños son malos - los rojos son buenos, los azules son malos - los rojos son buenos, etc. El criterio moral es un criterio abstracto, no es un criterio objetivo; que una cosa sea roja o verde es, hasta cierto punto, objetivo (siempre y cuando no se encuentre un daltónico entre nosotros); que una cosa roja sea mala y una verde sea buena es subjetivo. Desde este punto de vista, al acceder a la capacidad de establecer criterios, el hombre obtuvo su bendición porque pudo obtener el conocimiento, pero también su maldición, porque ese conocimiento lo ató a criterios arbitrarios y morales. A partir de ahí, todas las guerras, conflictos y problemas de la humanidad han sido ni más ni menos por los conflictos del bien y del mal,. - “Y he aquí que el hombre ha comido del fruto del árbol del bien y del mal y se ha hecho uno como nosotros”.- (Ha adquirido el conocimiento). - “Arrojémosle pues del paraíso antes de que coma del árbol de la vida y viva para siempre”.- (Gén. 3/22). El hombre accede a la posibilidad del conocimiento, pero está verde para poder trabajar con él. Confunde el conocimiento objetivo con los cuestionamientos éticos, estéticos, por tanto, el buscador de la iniciación, el que trata de comer del
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árbol de la vida, lo que no tendrá más remedio que hacer de una manera lenta, progresiva, a veces complicada, es aprender a distinguir entre los valores objetivos y los subjetivos y tratar de ver las cosas tal y como son, y no dejar que el filtro de la opinión o de la emoción las distorsione. Ver sin juzgar, ver sin opinar; esto es, no es que sea bueno o que sea malo, simplemente es; el veneno no es bueno ni es malo, es veneno. Mata pero también cura en las dosis adecuadas, no es un concepto de bondad o de maldad, es un concepto de la aplicación correcta; -“Nada en exceso”. - (Delfos). Correcta no en el sentido de bien o mal, sino de la dosis adecuada, no es una valoración moral sino física, práctica. Ver las cosas como son y no como las opino, la opinión es inexacta. Todo el trabajo se basa en desaprender, no en aprender, en quitar velos. Cuando se consigue quitar uno, parece que ya se ha conseguido hasta que, con el tiempo y con más observación, nos damos cuenta de que seguimos estando en el error, es un lento striptease de velos progresivo. La cuestión es ver las cosas desde un criterio no emocional y cada vez estaremos más cerca de su aproximación a la verdad. La relatividad es algo a lo que nos tenemos que enfrentar inexorablemente, hay que intentar ser lo más desapegado, lo mas ajeno posible a la observación que se realiza. No hay absolutos.
EL papel de Lucifer, si lo analizamos con calma, realmente no es una condena, sino que es clave en la existencia de un ser humano como ser inteligente, como ser consciente y como ser en evolución, sin él tal evolución sería imposible. Hizo su papel, su misión, la que tenía que hacer. De otra manera debemos pensar que Dios es tonto, porque crea un ser que se le rebela. Si Dios es omnipotente, omnisapiente y omnipresente, no puede literalmente crear un ser que se le rebele, porque si crea un ser que se le rebela ya sabe desde el mismo momento de crearlo que se va a rebelar, no tiene sentido; ``No, es que lo creó y le dio libre albedrio para que hiciera lo que quisiera´´ ¿Cómo le va a dar libre albedrio si en el mismo momento de crearlo ya sabe lo que va a hacer? ``No, es que claro, Dios lo creó y el otro lo traicionó´´ Tampoco es posible, si Dios es omnipotente no puede crear un ser que salga defectuoso, porque si fabrica un ser que sale defectuoso es porque deliberadamente lo ha creado con defecto, y si así lo hace ya sabe por qué lo hace y qué va a hacer una vez creado. Las teorías de los teólogos resultan inaplicables, tendríamos entonces que hablar de un Dios no omnipotente y no omnisapiente, por tanto no se hizo más que seguir un proceso lógico necesario para que la humanidad desarrollara el camino de consciencia. 72
El mismo mito es el que se nos presenta en Prometeo. Los dioses les dan a los hombres, un poco a regañadientes, una serie de dones pero no les conceden el fuego, en algún sentido porque el fuego sólo pertenece a los dioses. Los hombres son creados para que básicamente se dediquen a adorar a los dioses y a cantarles alabanzas por toda la eternidad, pero en un momento determinado un Titán, Prometeo, se compadece y decide conceder a los hombres el acceso al conocimiento, así que roba el fuego de los dioses y se lo entrega a los hombres. A partir de este momento la humanidad desarrolla todos los procesos que el fuego implica. El fuego es la clave de la evolución, del aprendizaje, de la creación de clanes, de grupos, de la reunión por la noche para conversar y por lo tanto del lenguaje, es la clave de todo lo que es la evolución. Desde esa perspectiva, Prometeo traiciona a los dioses para hacer un favor a los hombres, es decir, el mismo papel que el de Lucifer, traicionar a Dios para hacer un favor a los hombres. En el mito Prometeo es castigado y condenado, en el mito cristiano Lucifer es arrojado al abismo, pero curiosamente también se dice que el hombre fue arrojado al abismo, luego, Lucifer y el hombre están en el mismo sitio, no en sitios diferentes, por tanto, si Lucifer esta en el mismo sitio que el hombre, hay algún tipo de relación entre el hombre y Lucifer, o entre el hombre y la serpiente. La serpiente es la forma que adopta la energía interior del hombre a la que llamamos kundalini y que se representa como una fuerza que sube en espiral. La serpiente, o sea Lucifer, es algo interno al ser humano, no es un ente ajeno, no es un tentador; es el fuego serpentino encerrado en cada uno de nosotros. Desde esa perspectiva, la redención del hombre y la redención de Lucifer son la misma cosa, sus destinos están ligados. Fuego serpentino que, aplicado incorrectamente, lleva a la destrucción, al vicio, al caos, a la depravación, a la brutalización, pero que trabajado correctamente es la clave de la transmutación interior, de la comprensión, de la iluminación, de la elevación espiritual. El fuego es el gran transformador, el gran transmutador, pero también es el colmillo (Shin) del ignorante.
“Igne Natura Renovatur Integra” I.N.R.I. (La naturaleza es íntegramente renovada por el fuego).
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Las connotaciones sexuales del mito de Lucifer son claras, la asociación de Lucifer con la serpiente es clara, aparece como serpiente en el Génesis, es la serpiente, pero es la serpiente que da el acceso al conocimiento del bien y del mal, eso ya no es cualquier serpiente. No hace falta decir que la fuerza sexual ha sido demonizada, satanizada hasta la saciedad por el cristianismo, quizá porque da libertad, quizá porque rompe modelos y esquemas, quizá porque lleva a cuestionar, lleva a no seguir un dictado de fe ciega, sino a preguntarse las cosas. “La duda crea hombres libres, la fe crea esclavos”. Una corriente de fe necesita eliminar cualquier atisbo de duda, si la fe es dudada, la fe se va al garete. Cualquier corriente de fe necesita que no exista duda, ni cuestionamiento, ni ciencia; la religión ha sido enemiga de la ciencia durante siglos, hay una incompatibilidad básica entre los principios científicos y los principios religiosos. Existen mitos sobre Lucifer que resultan muy chocantes, se dice que el Santo Grial estaba tallado de una esmeralda que cayó de la frente de Lucifer, o sea que curiosamente Lucifer, que es el causante de la caída, sin embargo provee la herramienta de la liberación, que es el Grial. También en la tradición egipcia la sabiduría estaba grabada sobre una tabla hecha de una sola esmeralda, la famosa Tabla Esmeralda de Hermes. El simbolismo de la esmeralda es muy particular, está asociado con Netzach, la esfera de color verde esmeralda del Árbol de la Vida. Está asociada con Netzach ergo con Venus, con Lucifer, y obviamente siguiendo este proceso, con la sexualidad. Por lo tanto la esmeralda, la piedra con la que se supone que se talló el Grial, nos dice que el mismo instrumento de la caída es el de la redención, el de la reintegración. La misma fuerza que nos hizo bajar, tomar tierra y convertirnos en materia, es la que también nos permite la ascensión; la misma energía descendente es la energía ascendente. No hay dos energías distintas, hay una sola energía aplicada de una manera o de otra. Una misma energía que adquiere un aspecto Yang y un aspecto Yin, un aspecto centrifugo y uno centrípeto, una misma energía de ida y vuelta como la misma corriente eléctrica, que da el poder cuando cierra el circuito; si se interrumpe el cable en algún punto, sencillamente la corriente no llega, no enciende la luz.
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La serpiente está representada en la Vara de Hermes como doble, para representar precisamente esta doble dirección. También en la tradición oriental la kundalini se mueve entre Ida y Pingala, otras dos serpientes. Del mismo modo que Lucifer, Prometeo roba el fuego a los dioses y es castigado por ello, es encadenado a una roca donde un águila le devora constantemente el hígado, el cual crece constantemente para que el águila pueda seguir devorándolo, éste es el tormento de Prometeo. Lo que se hace realmente con Prometeo es encadenarlo a la materia, queda ligado a la materia, atrapado, atado a la materia, del mismo modo que Lucifer quedó atado al ser humano, encerrado en el interior del hombre. El águila le devora el hígado que entre los antiguos se creía que era la base de la que surgía la energía vital. El águila es uno de los símbolos de Escorpio, asociado a la energía sexual. Lo que en realidad está haciendo el águila es impedir que Prometeo use su poder serpentino para liberarse de la materia, para ascender hacia los cielos; está por tanto encadenado, atrapado en el hombre y asociado a la sexualidad, exactamente igual que Lucifer. El mito termina cuando Hércules, el fuerte, que simboliza al iniciado, el que ha hecho los doce trabajos de perfeccionamiento, ahuyenta al águila y desencadena a Prometeo.
LUGH Lugh era el dios celta equivalente al Mercurio romano y al Hermes grecoegipcio. Es el herrero, el dios del conocimiento y la sabiduría, de las ciencias, de las artes, de la comunicación, de los estudios. Lugh –cuyo nombre, como el de Lucifer, está muy cerca de luz- es el que está vinculado a la idea de iniciación. Su mujer o parte femenina Lusina, tenía como símbolo la Oca, se decía que sus piernas se convertían en patas de oca, que ella misma una vez al mes se convertía en oca, lo cual es chocante, porque una mujer que una vez al mes se convierte en algo, evoca a un ciclo menstrual que, normalmente, está representado por la serpiente. En este caso es la oca la que lo representa y el simbolismo de la oca lo encontramos en todo el norte de Europa; en Siberia encontramos la historia de una anciana chamana de las ocas; en Alemania a las famosas princesas cisne y los mitos de la diosa Holda, que regía los cisnes de cuyas plumas caían los copos de nieve que se convertían en la nueva vida, (Holda era la cara creadora y Hela la diosa de la muerte, su cara destructiva), y en Francia los cuentos de La Mère l´Oie. 75
A Lugh y a su mujer Lusina está consagrado el Camino de Santiago. Camino iniciático en el que si analizamos un poco las localidades encontradas a lo largo del mismo, así lo confirman. Todo el camino de Santiago muestra lugares como Lug-o, Lug-anés, Lug-sansón, Lusignan… Hay cantidad de lugares Lugh en todo el camino, del mismo modo hay cantidad de lugares oca, incluyendo los Montes de Oca, El Hoyón, Ansar (a las ocas se las llama ansares). Hay todo un conjunto de lugares Lugh y lugares Lusina, lugares oca. Éste es un camino iniciático que oficialmente acaba en Santiago de Compostela, que significa campo de la estrella. La estrella, que además es de 8 puntas, aparece por todo Santiago. Las 8 puntas son el símbolo de Sirio y Venus, al que también se le llama el Lucero del Alba y la Estrella de la Mañana igual que a Lucifer. Dioniso, en la tradición griega, renace como Yaco o Iaco, que es el nombre de Dioniso transmutado después de haber descendido a los infernos, después de haber sido troceado en siete partes (igual que Osiris) y hervido en el caldero para volver a reintegrarse. Yaco sería el nombre simbólico del iniciado, del nacido dos veces, del nacido de sí mismo o de no madre o de una virgen, del iluminado, y precisamente el camino de Santiago es el camino de San Yago o San Iaco, camino muy practicado por los constructores de catedrales precursores de los masones que se llamaban a sí mismos los yacos o los yaquis. Del Iakkhos (griego), Iaco, Yago, Yakes sale Jaime, en francés Jacques. Santiago y Jaime son el mismo nombre. La estrella Sirio es la estrella de la iniciación, la estrella más brillante de todo el cielo (Lucero…), el Astrum Argentum de la constelación del Can Mayor, así es representada por un perro, la Estrella Perro y, en la iconografía, el compañero inseparable de San Roque es un perro, como también encontramos en el Loco del Tarot. También se le atribuye el perro a Santiago el Apóstol en su forma de caminante, aunque probablemente se deba a una confusión entre los dos santos.
-“¿Puede Dios vivir en un perro?”- (A.Crowley). Así mismo, las expresiones ``Canícula´´ (de Can) o ``un día de perros´´, por rjemplo, provienen del antiguo Egipto y hacían referencia al momento en que Sirio aparecía en el horizonte anunciando las inundaciones del Nilo.
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Las iglesias dedicadas a Nuestra Señora también son muy habituales en todo el Camino de Santiago y la mayoría de ellas fueron construidas por los Templarios. Cuando decimos Nuestra Señora no nos referimos necesariamente a la Virgen María, las jerarquías eclesiásticas dan por supuesto que una iglesia dedicada a Ntra. Señora es una iglesia dedicada a la Virgen, pero en su origen no es así. Uno de los nombres que se le daba a la naturaleza y a la diosa de la vida, vinculada al ganso y también al cisne en la tradición germánica, es Freyja y la traducción literal de Freyja es La Señora, también La Señora de las Ocas. Es la Magna Mater, la madre antigua, la Diosa Madre. Todas las iglesias a nuestra señora son iglesias dedicadas a la Diosa, a la Madre. Evidentemente la Virgen es una cristianización de esa imagen. Lugh el dios herrero, asociándose así a la idea de la fragua, de nuevo como Prometeo, el uso del fuego como elemento de transmutación. En el caldero de Lugh, bajo un fuego muy particular, era donde se cocían las medicinas. Si traducimos medicina por Medicina Universal, nos evoca la Gran Obra de la Alquimia, la Piedra Filosofal.
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APÉNDICE
MUNDO ASTRAL Steiner dice: “Es preciso llegar a comprender y asimilar la noción de que existe un mundo invisible para llegar a comprender lo que es la ciencia oculta” De hecho, tan sólo remitiéndonos a nuestro mundo cotidiano ya podemos observar numerosas pruebas de la existencia de tales fuerzas invisibles a nuestro alrededor. Desde la ciencia que conocemos ya sabemos que lo visible no lo es todo. El aparato de radio sintoniza emisiones de radio que existen y aunque no tengamos radio para sintonizarlas están todas las emisoras del mundo. También están todas las cadenas de Tv, comunicaciones de satélite, etc. Todo ello está en nuestro espacio. Son imperceptibles, invisibles, pero con el receptor adecuado tenemos pruebas evidentes de que existen, y que no tengamos el receptor adecuado no quiere decir que no existan. Respecto a ondas esotéricas, misteriosas, mágicas, etc, de entrada ya tenemos un punto de duda y lo único que podemos decir es que no podemos captarlas, que carecemos del receptor que nos permite identificarlas, pero no podemos decir que no estén, porque que exista o no sólo depende de que tengamos o podamos conseguir un receptor capaz de pillarla. Sin embargo existe un receptor capaz de sintonizar ondas que a veces con un aparato no conseguimos captar, ese receptor se llama cuerpo humano. Nuestro cuerpo en sí, es un receptor, trabaja en forma de receptor, percibiendo información, recibiendo ondas. De entrada todo lo que percibimos lo hacemos a través de nuestros cinco sentidos: - Vista: Percibe ondas, una frecuencia de ondas determinada, no percibimos toda la luz. Sabemos y nos consta que percibimos desde el rojo hasta el violeta. Sabemos, porque lo hemos podido demostrar con aparatos especiales, que sin embargo existen colores por debajo del rojo (infrarrojos) y colores por encima del violeta (ultravioletas) que no vemos. La experiencia nos demuestra que están aunque no los podemos ver, y los podemos utilizar. Lo alarmante, chocante es que nuestra realidad se compone de lo que vemos. Como los infrarrojos y los ultravioletas no los vemos no podemos trabajar con ellos, sólo en ciertas ocasiones, con ciertos aparatos y mediante cierta técnica. Pero los aparatos siempre buscan donde se supone que están, no se les ocurre buscar en otro sitio. Si fuéramos capaces de captar esa información nuestra realidad sería completamente distinta. Si pudiéramos captarlo cambiaria toda nuestra estructura de la realidad, podríamos saber el estado de ánimo de la gente, cuando tienen riesgo de enfermar o les resultamos atractivos, cuando las personas necesitan comunicarse o estar solas. 78
Si toda esta información se pudiera traducir en colores, toda nuestra realidad cambiaría, nos comunicaríamos de otra manera, actuaríamos de otra forma, inventaríamos otro tipo de cosas, buscaríamos otro tipo de motivos, nos engañarían de otra manera, posiblemente mucho menos. Lo que llamamos real no lo es, solamente es un fragmento de la realidad. La realidad se nos escapa pero existe. Es real por comodidad, pero no es la realidad en sí. Es por verificación sensorial, pura física. - Oído: Percibimos sonidos en una franja. Sabemos y tenemos pruebas de que hay sonidos por debajo de nuestra capacidad auditiva (infrasonidos) y por encima (ultrasonidos). No sólo se han podido medir, sino que también se están usando; por ejemplo, para repeler insectos, crear o mantener estados de ánimo determinados en personas (guerra psicotrónica , bombardeo de espacios con ultrasonidos que provocan hipertensión, agresividad, desconcentración mental). Con infrasonidos se cambia el estado emocional de las personas. Cambiaría nuestra realidad el hecho de poder percibir estos infra/ultra sonidos. Vista y oído nos muestran un fragmento de la realidad limitada, y esa realidad viene esencialmente por vibraciones. El olfato y el gusto también se perciben en forma de vibraciones y se traduce en términos de olores y sabores. Si consiguiéramos emitir una determinada vibración y pudiéramos cambiar su velocidad hacia el punto correcto, podríamos llegar a ver el sonido u oír la luz. Tendría la nota equivalente pero en otra octava superior. Donde es más difícil sentirse cómodo con la realidad es cuando hablamos del tacto, porque el planteamiento es el mismo, o sea que el tacto no es más que percepción vibratoria y que para el tacto ocurre lo mismo que para el resto de los sentidos, es decir, que hay una zona infratáctil y una zona ultratáctil, por encima y por debajo de esas zonas no tocamos. Ultrtáctil es algo muy sutil, muy poco denso, lo atravesamos. Lo que cuesta entender es que pueda haber algo tan denso, tan denso que nos atraviese a nosotros, que nosotros seamos para ello como un fantasma que podría pasar a través de nosotros y que no nos enteraríamos. Sin embargo por qué no? Estamos acostumbrados a considerar lo sólido como sólido, ¿o no? ¿O sólo es una información cómoda que nos dan los sentidos? Se sabe que la mesa es materia y que está constituida por moléculas y que esas moléculas están hechas de átomos y que estos átomos están compuestos de protones y electrones. Pero por muchos protones y electrones que haya el planteamiento es que la masa de estos electrones hace que en este espacio quepan 100.000 veces esta unidad. Tenemos un espacio lleno y 99.999 espacios vacíos. Realmente, cuando le damos la mano a alguien lo raro es que se toquen, teóricamente se tendrían que atravesar porque tenemos más espacios vacíos que llenos. Cuando le damos la mano a alguien ¿qué es lo que ocurre? ¿qué colisiona la materia? ¿Qué es lo que choca entre uno y otro? ¿Su materia y mi materia? ¿O hay otra cosa que choca y que hace que podamos establecer un contacto sin intercambiar átomos? Que hace que mis átomos sigan siendo míos y sus átomos sigan siendo suyos? El hecho de que toda materia está atrapada en un campo “electromagnético”, para entendernos, de forma. Nuestra materia no es más que materia suelta, libre, lo que la 79
mantiene en un estructura viva, cohesionada e individualizada es un campo de forma. Es nuestro campo bioenergético el que choca con su campo bioenergético, el campo que contiene nuestra masa, el campo que nos define. Eso es lo que realmente impide que nos atravesemos o nos traspasemos materia del uno al otro, el hecho de que los campos son únicos e individuales. Chocan dos campos electromagnéticos no chocan dos formas. ¿Puede ocurrir que algo nos atraviese? Por supuesto que sí, algo que no vibre en nuestra frecuencia y que sea capaz de pasar por todos los espacios vacíos. Y no estamos hablando de metafísica, es física. Sensación de que alguien nos está mirando. Desde toda la física que conocemos ¿que explica que hayamos sentido que nos estaban mirando y que lo hayamos sentido físicamente? Se ha hecho el mismo experimento con monos y se ha comprobado que el mono tendía a girarse en dirección del observador que estaba detrás de un cristal opaco. Esto se percibe y esto ya se va de la física normal. También ocurre que si miramos una zona determinada del cuerpo, la persona observada reacciona rascando, mirando o moviendo la zona en cuestión. Se puede percibir una mirada e interpretar la intencionalidad de la mirada sin ver al observador. Otro caso es pensar en una canción y tararearla mentalmente y alguien que está cerca empieza a cantarla o tararearla. ¿Existe una transmisión de pensamiento? o existe, al menos, una sintonía irracional entre mentes que están cerca? Esto son hechos, ocurren en nuestro día a día, al margen de las explicaciones metafísicas que les queramos dar. Se ha intentado reproducir en laboratorios experimentos telepáticos, pero los parasicólogos se han equivocado en la definición de su propio término. La palabra “telepatía” no tiene nada que ver con la transmisión del pensamiento, no hay tal transmisión de pensamiento. La palabra telepatía se construye de dos palabras griegas, que son “tele” = a distancia y “pateia” = sufrimiento o sentimiento y no pensamiento. Así que la “telepateia” no es la transmisión del pensamiento sino una transmisión de emoción, sentimiento o sufrimiento a distancia. Lo que se trasmite no es intelectual sino emocional. Los experimentos más exitosos han sido aquellos a los cuales estaba ligado un impacto emocional. Es decir, que lo que aparentemente en experimentos telepáticos eran fracasos, no lo serían. Si alguien visualiza una rosa y el otro pilla perfume, la asociación es clara. El que emite no emite una palabra sino que emite lo que para él es una rosa, el otro capta un color rojo y olor, y va y suelta perfume porque lo asocia a una colonia con una caja de color rojo, aparentemente es un fracaso, pero analizado en términos de sensaciones, emociones, no lo sería. En la vida diaria no nos intercambiamos pensamientos, pero sí, de manera bastante habitual (si estamos sensibles, si estamos abiertos), qué estado emocional tiene la persona o personas que están a nuestro alrededor. No se puede explicar racionalmente, no lo sabemos por ideas, lo sabemos porque sentimos, porque notamos, porque percibimos algo. 80
Empatía: Sería como entrar en el campo emocional de otra persona. En un momento determinado percibimos, a través de nosotros mismos, como sensor, lo que emocionalmente está viviendo la otra persona. Los mejores terapeutas tienen esa habilidad y es intransmisible. Todos tenemos esa capacidad, el afinarlo o no es entrenar el arte de escuchar, escuchar la vibración no las palabras; cuando escuchamos la vibración, sentimos, sabemos, ¿y cómo identificamos que es lo que sentimos o qué es lo que sabemos? porque lo sentimos nosotros y sabemos que no es nuestro. Esto es algo que todos podemos experimentar, no siempre que queramos, pero lo podemos hacer. Normalmente si entrenamos la capacidad de escuchar, de estar atentos, de poner la antena, si conseguimos hacer silencio y ver que sentimos, se hace la luz. No ocurre siempre que queremos, ocurre siempre que “debemos“, es decir, cuando conseguimos tener una percepción de estas características es cuando tenemos algo que aportar a esa situación, si no es el caso, ya podemos hacer filigranas que no lo conseguiremos . Si alguien tiene un conflicto y nosotros podemos hacer algo, entonces ocurrirá. No es para engrandecimiento ni satisfacción del ego, sino que es para facilitar un trabajo. Se trata de escuchar, limpiarse las orejas en el sentido de hacer menos ruido para oír mejor. Esto demuestra que hay un mundo invisible detrás del mundo visible. En esto se centra toda la clave del ocultismo y en que tenemos posibilidades de interactuar con ese mundo invisible y tener algún tipo de experiencia con él. Esta es toda la base del ocultismo y se basa en experiencias. Otra experiencia: Al entrar en una casa desconocida nos embarga una sensación de rechazo inexplicable. Aunque sea muy “mona”, se percibe “mal rollo” de la gente que vive allí, y eso no lo explica la física, la ciencia. Esto lo percibimos todos, lo identificamos de una forma rara (malestar, ganas de irse.. ), pero todo el mundo es capaz de percibirlo, todo el mundo lo nota. Y también ocurre lo contrario, una casa desordenada nos da un buen rollo alucinante y no querríamos marcharnos, nos quedaríamos, no tenemos prisa por irnos, estamos a gusto. Luego si indagamos en la casa “fría” realmente la gente tiene malos rollos, discusiones, mal humor… Igual que la luz, el sonido, la radio, la TV, que son vibraciones, los ambientes, las atmósferas, parece que también emiten una vibración que no acabamos de identificar, pero de las cuales debemos tener el receptor, que no sabemos cuál es, pero que si no lo tuviéramos no lo sentiríamos. La luz la vemos con los ojos, el sonido lo captamos con los oídos, pero ¿con qué captamos “las malas vibraciones”? Parece ser que el comportamiento, o el estado de ánimo de los que ocupan un espacio, impregnaran ese espacio y se pudiera notar. ¿Sería posible que las emociones que desprendemos, de alguna manera dejaran poso en las casas donde vivimos? ¿Sería posible que, de alguna manera, las casas pudieran almacenar las emociones más fuertes y quedaran ahí, en suspenso, a menos que fueran sustituidas por otra emoción superior que las barriera? 81
El error es que trabajamos mucho con el pensamiento, con la idea, eso no queda, la emoción es lo que queda. ¿Puede la emoción imprimir una carga casi tangible? Sí! ¿Puede la emoción depositarse en las cosas próximas a donde se ha vivido la emoción? Sí. EMOCIÓN, no idea, no pensamiento, no fantasma, no espíritu, emoción. La emoción carga cosas. Si regalamos algo cargado con amor a alguien, aunque ese algo sea insignificante, ese algo le aporta algo de felicidad. Todo aquello que impregnamos con sentimiento, con amor, con ternura… lleva una carga que la otra persona siente en mayor o menor grado. Si regalamos algo de mal humor, mala leche o por obligación aunque sea de oro puro, con brillantes, lleva mala carga y puede amargar la vida a la persona a quién se lo regalemos. Pero no estamos hablando de magia, brujería, espíritus malévolos… hablamos sencillamente de que la emoción tiene su propia carga, y esa carga es casi física, casi tangible, es real. Y es con la emoción con lo que podemos variar (limpiar) esa carga negativa. Las famosas limpiezas de casas, no serían más que quitar las cargas emocionales negativas, posiblemente de los conflictos de los mismos habitantes del piso (olvidémonos de espíritus) y lo que se hace es intentar cambiar el patrón y cambiarlo por una carga emocionalmente positiva. Se hace sugestionándoles, engañándoles, esto es la magia, el arte de engañar a la gente para hacerles creer que les están curando y así que se curen ellos solos. No existe un ritual correcto para ello, la cuestión es creer algo con el suficiente nivel de seriedad como para convencer de ese cambio. La magia es teatro, es cierto, pero no se debe confundir con el hecho de que sea falsa. La acción externa mueve emociones y son las emociones lo que estamos trabajando. Si bien la ciencia no tiene nada que decir al respecto, nuestra particular experiencia, los hechos, es que podemos sentir los ambientes, podemos cambiar ambientes, podemos percibir hechos, sensaciones o estados de personas y nuestra comprobación física lo demuestra como viable y como cierto. El mundo invisible se hace evidente en las manifestaciones de lo visible. Las vibraciones positivas son mucho más fuertes (amor, ternura, salud, dar, ser feliz) son muy poderosas, pero son vibraciones ``lentas´´, cuestan, hay que preparar todo un escenario, hay que preparar un estado interior (No debemos confundir amor con enamoramiento), sin embargo, odio todos sabemos lo que es. ¿Por qué nos es más fácil sintonizar con las energías agresivas o de odio? ¿Por qué es más fácil que funcione, a priori, la magia negra? Sencillamente porque son de activación más rápida, aunque eso no quiere decir que sean de vibración más poderosa, tienen muy poco poder, pero nuestros miedos, inseguridades son muy fáciles de apelar, nuestras armonías son más difíciles. Para sentir amor, nos hemos de sentir en paz y sentirnos seguros. Se puede y se debe intentar elevar nuestra vibración a este nivel porque redundará en beneficio nuestro.
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En este momento, cuando cambiamos la manera de ver y entramos en otra manera de pensar, quedamos en paz con todos nuestros odios y rencores. La vibración en la que movemos nuestra mente genera y atrae el tipo de experiencias físicas reales en los que nuestra mente generalmente se mueve, y eso es algo que se puede comprobar en la vida, en la práctica, sin demasiado esfuerzo, el día que decidimos cambiar de manera de pensar y entrar en otro tipo de planteamientos, pero no por bondad, es que no debemos perder el tiempo en eso, no se merecen ni el esfuerzo de que se les odie, gastar el tiempo en rencores; “Dejadnos, iros por ahí, sois libres, me has amargado en un tiempo, me has amargado en presencia para además permitirte que me amargues en ausencia, no me apetece, ya hiciste lo que tenias que hacer, hiciste lo que sabías, tuviste tu función como maestro, me has enseñado el dolor, la renuncia, aspectos no gratos pero importantes, asumo tu papel de maestro, asumo la lección aprendida y quedamos en paz, ve”… De repente cuando entramos en ese tipo de mentalidad, se empieza a perder amigos, se va gente de nuestra vida y automáticamente empiezan a aparecer otros que coinciden con la nueva vibración. Los otros se van sin pena ni gloria, sin dolor ni amarguras ni sufrimientos, se van. Nos encontramos gente nueva, reconocemos a los nuestros y esto vale la pena tenerlo en cuenta porque nuestra vibración, es decir nuestra manera habitual de pensar, nuestra manera de relacionarnos con la vida y con el mundo, nuestra “nota” o “frecuencia”, nos hace conectar con lo mismo. Sin darnos cuenta, la gente con la que conectamos entra más en nuestra nueva manera de vivir, es gente más evolucionada, más comprensiva, y antes, cada dos por tres, nos encontrábamos con algún imbécil. No es tanto el que no reaccionemos contra alguien que se nos cruce, sino que ya no encontramos a nadie que se nos cruce. No es que nos comportemos diferente con esa gente, es que esa gente ya no pasa. La gente que nos invita a sacar esa parte que no queremos ya no aparece, y empieza a aparecer gente que nos invita a sacar la parte que estamos trabajando. Hay una especie de vibración personal, energía, nota u onda personal que atrae a gente de esa onda y repele a gente de otras ondas. Así de sencillo. Al cambiar nuestra vibración, la gente que nos rodea nos reubica según la nueva vibración. Antes éramos unos tal y cual y ahora somos alguien digno de confianza, cuya opinión interesa. Cambiar nuestra vibración es una de las formas más poderosas de magia que existen. Esto no quiere decir que nos libremos de las experiencias malas, todos los niveles tienen experiencias malas y dolorosas, pero son otro tipo de experiencias malas y podemos responder de forma diferente a esas experiencias. La clave no es que no tengamos experiencias malas sino que porcentualmente tenemos mayor número de experiencias buenas que malas, cambia el tipo de gente que se nos acerca, cambian el tipo de oportunidades que se nos brindan, cambian el tipo de amistades, amores o simpatías que desarrollamos. Hay todo un trabajo personal que hacer en modificar nuestras vibraciones mentales, nuestras expectativas, nuestros miedos o nuestros deseos porque nuestros miedos, deseos y expectativas nos hacen fabricar justo aquello que odiamos y tememos. 83
En nuestro miedo a que nos hagan daño, acabamos haciendo que nos hagan daño. Las emociones son vibraciones y llegan a impregnar casas, sensaciones de tú a tú y objetos. Como ejemplo un objeto de la abuela; puede ocurrir que si la abuela tenía mucha personalidad y quien hereda el objeto tiene poca personalidad y lleva el objeto (un anillo) podría significar algo muy parecido a ser poseído. Es decir, las vibraciones sintonizan por simpatía, una vibración fuerte acaba afectando a los débiles, “energía fuerte domina a energía débil”. Por tanto puede ocurrir que de una manera sutil, lenta, la energía de esa persona acabe armonizando la del heredero, lo cual quiere decir que puede acabar desarrollando rasgos, comportamientos, actitudes, maneras de hacer, de hablar que no son suyos, que son directamente heredados. Esto en caso de una persona muy fuerte y el otro muy débil. Es por esta razón que mucha gente tenga culto a grandes magos y ocultistas de la historia y que buscan objetos que les pertenecieron, porque de alguna manera esperan impregnarse de parte de sus poderes. El problema es que según sea esa persona (el receptor) aparte de sus poderes también se impregna de su personalidad. Sólo debe cabalgar el poder quien es capaz de cabalgar el poder. Los objetos con más carga son los de magia o ritual. En la parapsicología existe una práctica llamada psicometría, que es la capacidad de coger un objeto que pertenece a alguien a quien no se conozca y cerrar los ojos y esperar que vengan imágenes. Normalmente el problema es que esperamos imágenes, palabras o ideas. Lo que se graba, transmite, lo que se conserva son emociones, estados emocionales. Lo que se impregna no es el “se” sino el “siento”. En términos de cábala no se queda Hod (idea) sino Netzach que es la energía bruta que hay detrás de la idea. Hod es una esfera que tiene que ver con conceptos, con estructuras, con definiciones, es la esfera del intelecto, es donde establecemos criterios, fórmulas, las imágenes para representar a las cosas. Esas formas no tienen ningún poder si no sintonizamos con la energía que hay detrás de ese poder. Que la imagen de la Virgen sea algo más que un trozo de piedra o de barro se debe a que por conexión interna nosotros asociamos una energía que no tiene forma ni nombre con una forma óptima, útil para nosotros. Quien adora a la Virgen María está haciendo lo mismo que quien adora a Isis. Ambas representan el principio divino universal, gran madre, gran bruja, Isis, María, Venus, Afrodita, Kali… son formas, se ha de sintonizar con la energía y si eso ocurre las formas se van al carajo. Cuando se consigue una experiencia de conexión con la energía, lo más difícil es encontrar palabras para tratar de expresarlo. Las palabras no son más que formas para estructurar una sensación, una emoción. El camino que va de Netzach a Hod, de la emoción a la forma, está representado por el arcano del tarot XVI “La Torre” y la letra Peh que significa “boca” como órgano del lenguaje (Sendero 27/ Peh). Es decir que donde realmente se crea el gran conflicto, es precisamente en todo el proceso de crear un lenguaje que relacione lo que vivimos con la explicación de lo que vivimos, porque realmente si no podemos explicar lo que vivimos no lo podemos trabajar, si no tenemos forma no podemos. Necesitamos algo 84
que nos ancle a tierra para poder trabajar, pero realmente lo que hay detrás de esa ancla es la emoción, no la idea, no la palabra. Lo que emitimos, lo que sentimos, lo que percibimos en las habitaciones, lo que notamos de la gente, no es imagen, no es concepto, es una sensación, emoción, es un estado del alma, no un pensamiento. Aquí entramos en las discusiones básicas del ser humano; en la confusión de lenguas. Siendo que estamos tratando de trabajar el fondo nos matamos por la forma, por la palabra que usamos. Lo único que importa son los fondos y estos son los mismos. Por ejemplo: ``Mi religión es la verdadero, la tuya es pagana´´… o más concretamente en el tema que ahora nos ocupa “Mi terapia es más buena que la tuya”. Tu terapia a ti te sirve para conectar con tu emoción y liberar la energía pura (pura energía), sin mezclas y hacer cosas. Qué más da, por mucho que trabajemos la forma todos hacemos lo mismo, unos utilizan cristales, otros rezan a la Virgen, otros hacen el pino, sea lo que sea, si no hay conexión con la energía, con el fondo... nada. No hay forma, en el mundo esotérico se pierde demasiado tiempo con la forma, hay fondo, hay esa conexión interna, si vibramos en esa conexión con algo tenemos poder, si no, no tenemos nada. La psicometría nos permite hacer experimentos que nos permiten conectar con la energía. Vienen imágenes sólo porque la mente necesita imágenes para representar las sensaciones. Es un ejercicio que permite conectar y a veces muy fuerte (frío, dolor, tristeza). No se debe ir con ideas preconcebidas porque nos hacen perder la percepción. Lo que se percibe a través de los mensajes, sueños, intuición… son siempre emociones, lo que impregna, lo que carga, lo que realmente constituye la energía nunca es pensamiento o idea, ES EMOCIÓN. Cuando percibimos esa emoción para poderla entender y explicar le hemos de dar un nombre, lo hemos de explicar con palabras, pero se queda pobre, es una aproximación, un intento. No se puede fácilmente expresar en términos racionales o lógicos, porque lo que se percibe es emoción. La carga, el poder, la clave de esa energía (que es la base de la magia, de los poderes psíquicos, de la sanación…), siempre es la emoción. La carga emocional adopta formas para que podamos trabajar con ella, necesitamos definiciones, estructurarla de alguna manera para poderla entender. Hay emociones, y esas emociones llegan a tener tangibilidad. Con las personas que acabamos de conocer se siente, de manera incomprensible, un rechazo o atracción. Los niños lo hacen mucho, según como estén vibratoriamente se acercan o se alejan de nosotros, es más, los animales también. Tenemos esas facultades que identificamos como olores, tristeza, frío, estar en celo… quizás hay algo de feromonas en todo ello, pero hay que admitir que viene por un canal que no es normal y que no lo tenemos identificado como un verdadero olor. Sería como ver ultravioletas o infrarrojos. Todo lo que hemos dicho hasta ahora sirve para darnos cuenta que hay toda una serie 85
de vibraciones en nuestra vida cotidiana y muchas de las cuales se pueden explicar desde la ciencia, entramos en el astral a través de lo físico. Normalmente estamos cerrados o tenemos los receptores un poco cruzados, es decir, recibimos cosas pero no las identificamos, nos falta entrenamiento. Pero si lo entrenamos vemos que las personas nos emiten cosas, sabemos cosas de las personas y de que sienten hacia nosotros. Todo esto nos hace pensar que existe algún tipo de fuerza o energía que penetra la materia y que irradia continuamente fuera de ella, de modo que en ciertas circunstancias sus radiaciones pueden ser captadas por nosotros. Percibimos la energía de las cosas, de las casas, de la gente. Si lo percibimos y de alguna manera la realidad demuestra que coincide con lo que realmente hay, entonces tenemos que creer que esa energía existe. Esta energía que está en todo la conocían todos los grandes ocultistas del mundo, ha tenido diferentes nombres y al tener diferentes nombres el problema es que podemos pensar que hablamos de cosas distintas. Los hindúes la llaman Prana, energía que está en el aire, que interacciona con todo, pero especialmente con la materia viva, el pranayama es una técnica de trabajo con el prana, los chinos la llaman Qi o Chi (de ahí Chi-Kun, Tai-Chi, que son ejercicios para el manejo, recarga y orientación del Chi, mientras se mueven visualizan, el gesto físico está ligado a un gesto mental). El estado correcto de la energía es el flujo, debe fluir. Si la energía, sea la que sea, se paraliza estamos muertos, el resultado vendrá en forma de enfermedad más pronto o más tarde, física, mental, social o emocional. Toda energía que se retiene, que se bloquea genera elementos enfermizos. De ahí la importancia de las cosas retenidas en casa, en el armario… no conviene, las energías se han de mover. No sólo esas energías, alerta, una relación afectiva que se enquista es una energía congelada. Una capacidad intelectual que no se aplica, que no se usa, es una energía retenida. Una creatividad que no se desarrolla es una energía bloqueada. Un apego que no deja mover ni avanzar ni trascender, es energía bloqueada. Toda energía bloqueada más pronto o más tarde se desarrolla, estalla en conflicto, problema… Por tanto la energía debe circular. Las leyes planteadas por los que han conocido el Prana o el Chi, que es la misma cosa, son que la energía pránica es flujo, no nos la quedamos, la tomamos y la pasamos… en ese proceso nuestra propia energía es renovada y esa energía que es renovada en nosotros es la que trae nuestra salud, nuestro poder, nuestras facultades. Toda energía al pasar deja algo, pero no es una retención, se acumula para otras cosas que también implican gastarla. La energía debe circular siempre, es el planteamiento de todos los seguidores del Prana, del Chi. Pero no es el único sitio donde lo encontramos, el barón Reichenbach concibió está energía en el S.XIX y la llamó “Od”, energía ódica. El Od, en realidad, es un concepto que viene de muy antiguo. Los antiguos germanos creían y trabajaban con el Od, y el Od, curiosamente, aparte de ser energía vital también estaba ligada con el aliento de vida, aliento divino: “Y Dios hizo al hombre de barro e insufló aliento de vida…” Pero 86
los chinos no son cristianos, no han leído la Biblia, los antiguos germanos tampoco, y por supuesto tampoco los hindúes, nadie de ellos puede haberse visto afectado por un texto bíblico y haber dicho que esto del aliento lo han sacado de la Biblia. Cuando nacemos, nuestro primer acto en la vida, como seres vivos, es respirar y nuestro último acto es nuestro último aliento, al morir exhalamos el último aliento. La vida está ligada al aire, al oxígeno, a la respiración, al Chi, al Prana, al Od. Del concepto de Od viene la deidad más importante de los antiguos germanos, que era Woden o Odín , dios de dioses, el dios que exhaló el aliento y dio vida a los dos primeros seres vivos humanos Ask y Embla que suena a Adán y Eva, los hizo con un fresno y con un haya… Soplo, el Od, la energía ódica, la energía vital. Pero no son los únicos que hablarían de esta energía porque, en el fondo, es lo mismo que los antiguos teósofos y similares llamaban energía astral, aunque trabajaran menos el concepto de la respiración, la llamada energía astral estaba ligada a todo esto, la misma idea. En los años 50 o 60 Wilhelm Reich, discípulo de Jung, proclamaba el valor del orgasmo como liberador de energía orgón que al entrar en el campo energético del individuo reventaba el blindaje y restablecía la libido, orgasmo satisfactorio. Para Reich era muy importante la plenitud, la intensidad. No solo compartir el cuerpo sino también los estados emocionales y mentales. En el momento del orgasmo se rompía el blindaje y se restablecía de nuevo todo el circuito interrumpido y era una manera de evitar la enfermedad. El orgón que también está ligado con la respiración, está muy concentrado en los seres vivos, en las células vivas, es acumulable y de alguna manera tiene poderes. Aunque también tiene una energía opuesta que él llamó “dor” deadly orgonic radiation (r. o. mortales) que provocan el efecto contrario. Orgón era la energía que tenía la respiración y él planteó que el ser humano está literalmente bañado, sostenido, aguantado por unas corrientes de energía, no una, miles de líneas de energía orgánica circulando constantemente, que crean una especie de huevo o cápsula a nuestro alrededor. Esta energía es la que mantendría nuestro campo de forma en estado correcto. Según Reich, los conflictos psicológicos, traumas, frustraciones, especialmente represiones, acababan provocando interrupciones en una de estas línea o en más de una, esa línea ya no seguiría su circulación normal y se produciría una especie de nudo, o lo que él llamó blindaje. Más que aura se refiere al cuerpo bioenergético, o sea el campo energético que mantiene el ente biológico. Cuando se produce un blindaje, en el punto donde se produce, aparece la enfermedad. Hemos procedido a definir el proceso del plano astral, pero de una manera racional y ordenada, poco a poco hemos ido viendo que hay muchas energías, y que serán científicas o no, estarán aceptadas o no, pero que las podemos vivir, experimentar y tocar. ¿Que no se puede demostrar técnicamente? posiblemente, pero también somos conscientes que existen las ondas de radio, que los teléfonos móviles reciben llamadas y no vemos cómo, que percibimos el olor de las cosas y esto tampoco se puede demostrar, el olor no es demostrable científicamente. Desde la perspectiva normal hemos nacido como un cuerpo, que seamos seres 87
espirituales que venimos de otros planos de momento es sólo una teoría. El hecho es que nosotros hemos nacido como cuerpo, aquí ya no se puede discutir. Lo que somos es un centro energético, un campo energético, o sea, nosotros existimos como energía y esa energía no es más que información. El óvulo de nuestra madre y el espermatozoide de nuestro padre, que son dos puñeteras células, ¿cómo saben que tienen que llegar a construir un individuo entero? Con riñones, hígado, ojos, nariz, boca… todo eso no está allí, sólo es una célula, pero la célula tiene la información. La información de la célula contiene todo lo que la célula necesita saber para desarrollar finalmente un individuo. Por un lado tenemos que somos información, y por otro tenemos que esta información se estructura como un campo de energía y que es este campo es el que da la instrucción a la materia de cómo y de qué manera se ha de estructurar. Esta es la clave de la acupuntura, del reiki, de la sanación y de muchas cosas que estamos manejando. Incluso la clave de la magia. El biólogo Rupert Sheldrake ha llegado incluso a plantear la existencia de campos morfogenéticos, es decir campos creadores de forma y campos que ya tienen la información previa para determinar cómo funcionará lo que se encuentre dentro del campo. ¿Cómo funcionarían estos biocampos? Conocemos su efecto de la manera más simple, que es tal y como funciona un imán. Tenemos un imán, cogemos unas virutas de hierro y las echamos sobre él, vemos que esas virutas no caen de cualquier manera, sino que se organizan. Si las recogemos y las tiramos en otro sitio sólo son un montón de hierro. Si las recogemos y las volvemos a tirar sobre el imán vuelven a hacer exactamente la misma forma, lo único que cambia es que la viruta que antes estaba “aquí” ahora está “allí”, alerta, las virutas simplemente se ordenan, pero la viruta no es importante, lo importante es que algo le da a esas virutas de hierro la información de cómo organizarse, a esa información la llamamos campo magnético. Con esto nos estamos acercando a la idea de que todo, incluido por ejemplo la silla, abrigo, cuadro, no son más que campos energéticos que contienen una información y que mantienen las partículas de materia atrapadas en su interior, dentro de una forma precisa. Son campos morfogeneradores, para distinguirlos de los morfogenéticos que no son lo mismo. Son campos de forma, y la forma existe si existe el campo. Cuando morimos nuestro campo de forma es lo que realmente se va de nosotros. Nuestra materia entonces ¿qué hace? Se disgrega, se vuelve polvo, se desmenuza. Una vez retirado el campo, la materia sólo es aguantada por las tensiones mecánicas y en cualquier momento a la que venga cualquier elemento externo a destruirlo le afectará. Existen las cosas porque existe el campo de forma que las determina. Hay dos tipos de campos de forma:
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- Inorgánicos: Tienen unas determinadas propiedades, son estáticos. Tienen la característica de que parten de una estructura predefinida y esa estructura se queda ahí hasta que no existe un factor externo que la modifica. No crecen, no evolucionan, no prosperan, no progresan. Por ejemplo: baldosa, silla, etc. - Orgánicos: Desarrollan una función llamada vida, y por tanto tienen un movimiento, en este movimiento el campo orgánico desgasta energía, desgasta materia, por tanto todos los campos orgánicos se ven en la necesidad de absorber materia y energía del entorno para mantener su configuración. Cada cosa que hace gasta energía, comer, pensar, mover… Si sólo gastara energía se consumiría, se devoraría a sí mismo. Pero no sólo gasta energía también, al mismo tiempo, la materia con la que se construye (células, minerales…) a base de trabajarse se gasta, un simple gesto hace que miles de células epiteliales salten. Lo mismo, aunque no gastáramos energía nos iríamos desprendiendo de materia y lógicamente nos iríamos quedando más pequeños. Todo campo orgánico necesita meter materia y energía. A esta función de asimilar materia y energía se le llama alimentación, que no es sólo la intestinal sino que también nos alimentamos a base de respiración y a base de impresiones. Por tanto existen tres fuentes de alimentación: orgánica (comida), respiración (aire) e impresiones. Gurdjieff hablaba de esto y decía que de las tres la octava de la alimentación física es la más baja, es la que produce hidrógenos más densos, el hidrógeno es un combustible, decía que cuando comemos adquirimos combustible. El combustible del alimento es de baja calidad y el cuerpo físico necesita combustible de baja calidad, necesita los hidrógenos más bajos para trabajar lo más directo, lo más inmediato. La octava de la respiración son hidrógenos mucho más sutiles, que lo relaciona bastante con la esfera emocional. Y la entrada de las impresiones, sensaciones, experiencias lo relaciona con la octava mental e incluso espiritual. Desde esta perspectiva, Gurdjieff planteaba que es súper importante que igual que cuidamos lo que comemos, es decir, no comemos comida pasada, maloliente, estropeada… ¿por qué entonces respiramos y aceptamos respirar un aire envenenado? CO2 en estado puro, toxicidad que en la respiración equivale a alimentarse de comida podrida. Y encima respiramos mal, ni utilizamos toda la capacidad diafragmática ni la pulmonar. La octava superior es la de las impresiones, plantea la importancia de seleccionar lo que vemos (en todos los aspectos) de rodearse de impresiones positivas, cosas armónicas alrededor, feng-shui y estas historias… El hecho es alejarnos de las discusiones, de los malos rollos innecesarios, de las personas fanáticas, agresivas y caóticas, alejarnos de todo lo inarmónico y antinatural. En lugar de eso nos inyectamos “colesterol en vena” cuando ponemos la tele porque todas las impresiones que recibimos de ahí son nefastas, pero es tan entretenido!! Y hasta cierto punto, si lo sabemos filtrar, pues todavía. Todo eso es lo que se alimenta nuestro campo bioenergético y lo que determina nuestro campo bioenergético. 89
¿Porqué tenemos una enfermedad? Porque tenemos un desorden de la energía, un desorden de la información. Un desorden en la energía que trae como consecuencia una desorganización de lo físico. Por tanto trabajaremos con las emociones, con las impresiones, y sobre todo con los modelos mentales adecuados para restablecer la energía en su organización, y a partir de ahí se restablecerá el cuerpo. Pero el canal es este. ¿Qué hace el acupuntor? Pincha corrientes energéticas para desviar un sitio donde hay demasiada energía hacia otro donde falta. Esto es realmente lo que hace el acupuntor ¿Qué hace el digitopuntor? Pulsar puntos energéticos para que la energía que estaba concentrada se reparta. ¿Qué hace el practicante de reiki? ¿O de imposición de manos? ¿O de lo que sea? Lo que hace es, no darnos energía sino intentar restablecer la armonía de la nuestra. Y aquí alerta: ¿Podemos restablecer la energía de alguien si nuestro estado emocional es caótico? No. La energía no se “da“, nunca debemos dar nuestra energía, porque si diésemos nuestra energía, cosa que podríamos hacer, estaríamos gastando nuestra propia base energética, estaríamos desequilibrando nuestra propia energía, con lo cual podríamos incurrir en la enfermedad que estamos tratando de curar. Si trabajamos con el odio, con el rencor, rabia, venganza, desprecio, miedo, angustia, culpa… si trabajamos con todo esto, aún cuando intentemos hacer buenas obras soltamos todo eso en el otro. Primero centrémonos nosotros y a partir de ahí intentemos centrar a otros, ayudar a centrar a otros. Pero si estamos desequilibrados, lo único que estamos haciendo es pasar energía sucia, podrida. Por lo menos necesitamos armonizarnos los diez minutos en los que estamos haciendo el trabajo. La magia opera en la misma dirección, no trabaja nunca sobre el cuerpo físico, uno no manda energía mágica a otros, ese es el gran error. Se manda energía sobre el campo energético, y en el campo energético no sólo está el cuerpo sino también los modelos mentales en los que las personas determinan su vida. Modificar el modelo mental, cambiar el tipo de atención. No hay que rendirse, nadie dice que la cosa tiene que ser rápida. Cuando ocurre que no se consigue es porque paralelamente hay otras cosas de nuestra vida que también estamos moviendo y que puede que lo obstaculicen… Modelos mentales; tal como nos vestimos, los sitios a los que vamos, la gente de la que nos rodeamos, determina muchísimo el tipo de vida que vivimos. Parte del juego es lo que vibramos, y eso que vibramos, ese campo energético es vibración al fin y al cabo, es nota, es música, melodía, armonía, esa vibración determina lo que repelemos o lo que atraemos, lo semejante atrae a lo semejante, lo distinto se repele. A parte de que eso funciona así en un plano horizontal, funciona al revés en un plano vertical, es decir, lo energéticamente alto atrae a lo energéticamente carente, por sistema. Pero en horizontal lo contrario se repele. 90
Decíamos que observamos la materia y nos damos cuenta de que simplemente la tomamos prestada y la devolvemos después, no nos pertenece, la usamos, de hecho ni siquiera usamos la misma, la que tenemos hoy es distinta a la que teníamos ayer. No obstante hay una cosa muy curiosa, si alguien tiene un tumor en un brazo y cada siete años renovamos completamente las células del cuerpo, porqué se puede tener un tumor que dure ocho años? ¿O una cicatriz? Si cada siete años tenemos renovadas todas las células del cuerpo porqué, sin embargo, una cicatriz cuyas células también se renuevan, sigue estando? No existe la cicatriz sino la información que dice que ahí está la cicatriz. Para que desaparezca hay que asumir que se repara. Lo que realmente tiene poder es estar convencido. Sólo necesitamos crearnos un tipo de fuerza que nos haga convencer de que eso puede ser. Romper la condición mental. Bajo hipnosis te aplican una llave fría en el brazo, se te dice que está al rojo y te sale una ampolla. La ampolla, que es la respuesta orgánica a un problema orgánico, reaccionó a un problema que no era en absoluto orgánico, era sólo mental, sólo existía en la mente. Una persona que está en trance bajo los efectos del baile de la Umbanda coge una botella de ron de litro, esa persona está cabalgada por el espíritu, se bebe la botella de ron de un trago (que es coma etílico seguro), termina la ceremonia, le hacen un análisis y no tiene alcohol en la sangre. O comer algo con asco y te salen “pupas”. ¿Cómo es posible que un simple input mental produzca marcas en el cuerpo y que también las quite? A la señora de la llave, bajo hipnosis de nuevo, se le dijo que no había pasado nada y se le fue la ampolla. Todo esto se puede entender desde esta perspectiva de que la materia está tendiendo de un campo energético, y ese campo energético es influenciable absolutamente por la mente. Si nuestra mente machaca el campo energético, este determina cosas negativas en nuestro cuerpo.
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SUBCONSCIENTE Hasta aquí hemos llegado de manera racional, lo más científica posible. El último paso nos lo da la observación de nuestra mente. Cuando observamos nuestra mente nos damos cuenta de que hay dos niveles claros de percepción: Consciente y subconsciente. Cuando hablamos de consciente ahora nos referimos de estado mental objetivo, racional, desde el cual percibimos las cosas cotidianamente. Desde el consciente hablamos, nos movemos, trabajamos, vemos la tele, es de lo que nos damos cuenta, de lo que estamos vigílicos, despiertos. Pero paralelamente hay otro nivel de procesos que están ocurriendo al mismo tiempo, que también están dirigidos por la mente y de los cuales, sin embargo, no tenemos ningún tipo de percepción. Mientras hablamos nuestros corazones están latiendo, estamos haciendo procesos digestivos, nuestra sangre circula, nuestros pulmones respiran y el oxígeno se reparte por todo el cuerpo, se están haciendo ajustes hormonales, transmisiones nerviosas, movimientos musculares múltiples. De todo esto no tenemos ningún tipo de percepción, ocurre por debajo del nivel consciente, de ahí que se le llame subconsciente. Todo lo que sería el subconsciente contiene también el almacén de información con el cual nosotros tomamos decisiones o reaccionamos en la vida. Cuando decidimos cosas tipo “me gusta el rojo” o “los tipos con bigote no son fiables” o “me atraes/me repeles” en el fondo lo que estamos haciendo es recurrir a todo un sistema de medidas almacenado en la memoria. Pero el recuerdo original al que nos remitimos y todo el proceso de reemisión de ese recuerdo no es consciente, no somos conscientes de él, ocurre y si hacemos un esfuerzo podemos intentar recordar algunas cosas, no todas, de donde nos viene esa aversión o simpatía, pero nada más. En realidad todo funciona de manera automática, por tanto podríamos decir que todo esto funciona también a nivel subconsciente o inconsciente. Así diríamos que nuestro subconsciente contiene también el archivo completo de la memoria. Esto es importante porque toda nuestra memoria es un almacén inconsciente al que podemos acceder a través de determinadas llaves. Normalmente las llaves para acceder a la memoria tienen que ver con símbolos que están encerrados y que cuando los usamos abrimos todo lo relacionado con esos símbolos. Una información que vamos recibiendo se va almacenando, clasificando y estructurando plenamente disponible para cuando la necesitemos y, en su momento, una determinada señal lo que hace es ir a varios archivos y sacar una conclusión. Normalmente de todo este proceso ni nos enteramos, sólo nos enteramos del final. Hemos de tener muy claro que toda la información que guardamos en la memoria no solamente son los hechos que nosotros registramos, sino que también están todos los hechos que creemos no registrar. Si ahora nos hicieran cerrar los ojos, nos hipnotizaran y nos preguntaran, por ejemplo, que llevaba colgado al cuello la señora con la que nos hemos tropezado esta mañana, sabríamos decirlo perfectamente, aunque a nivel consciente no podamos recordarlo. No sólo que llevaba sino que forma tenía, de que material estaba hecho, etc. 92
Es decir, no está sólo lo que hemos percibido conscientemente, sino que hay cantidad de cosas que hemos percibido inconscientemente y tenemos registradas igualmente, lo cual podría hacer, y de hecho lo hace, que en algunos fenómenos de hipnosis podamos situarnos en una escena que ocurrió hace treinta años y podamos dar detalles que ni siquiera observamos en aquel momento. La memoria guarda el registro de todo, de aquello de lo que somos conscientes y aquello de lo que somos inconscientes y al decir registro de todo quiere decir que guardamos también el recuerdo de las sensaciones, olores, miedos, actitudes indefinidas de los demás, todo.
¿Cuál es el símbolo de Dios? Un triángulo con un ojo ¿Cuál es el símbolo de Brahma en la tradición hindú? El ojo de Brahma ¿Y el de Horus en la tradición egipcia? El ojo. El ojo crea el mundo, literalmente. En la filosofía hindú se dice que Brahma crea el mundo al verlo, si Brahma no viera el mundo el mundo no existiría. Y en la tradición sufí se hace una pregunta ¿Quién es el maestro que hace que la hierba sea verde? El ojo. El mundo existe porque yo lo veo, y si lo pensamos seriamente nos daremos cuenta de que es así porque nuestros mundos son distintos. Cada uno de nosotros tiene una percepción del mundo distinta, y para cada uno, desde luego, su percepción del mundo es real. Pero si salimos a la calle y nos encontramos con otras personas ellas tienen otras percepciones del mundo y para ellos sus percepciones son reales. La pregunta es ¿Cuál es real? Si son distintas ¿cómo puede ser que todas sean reales? ¿Y que todas sean verdad? En cualquier caso nosotros no vivimos en el mundo real, nosotros sólo percibimos del rojo al violeta, del Do al Si, de los ultrasonidos a los infrasonidos, no percibimos más, no percibimos la realidad, sólo percibimos la fracción de realidad que nuestros sentidos nos traducen como realidad y lo que nuestra capacidad nos permite detectar. La PNL estructura el mundo en mapas de realidad, dice que no hay una realidad, hay un mapa, nosotros nos configuramos mapas para interpretar la realidad y entonces filtramos la realidad de acuerdo a nuestros mapas. Por tanto lo que existe es lo que yo veo que existe. Nosotros fabricamos el mundo al verlo, por tanto la realidad es mi visión de la realidad. Si nuestra visión de la realidad está limitada a criterios, opiniones y modelos mentales, sobre todo a modelos mentales, maneras de pensar, maneras de creer, de alguna manera la visión de la realidad está muy limitada, muy condicionada y muy falseada. Cuanto más consigamos una visión objetiva, una visión pura, donde nada interfiera, más cerca estaremos de lo real. Castaneda hablaba de “no hacer”, literalmente decía: el mundo es porque tú lo haces así, si tú dejas de hacer el mundo, el mundo pasa a ser otra cosa.
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¿Podemos estar seguros de que la realidad sea real? ¿Podemos estar seguros de que si sabiendo que para todos los efectos prácticos este mundo técnicamente debe ser así, se ha de considerar así, sin embargo la otra visión no sea también aceptable? ¿Y si lo fuera, podría dar otro tipo de resultado? En última instancia, la magia es imposible porque la razón nos dice que es imposible, pero, ¿y si la razón se equivoca? De alguna manera las personas que han desarrollado otras facultades, otros poderes u otros accesos a la realidad simplemente son personas que han accedido a ver de otra manera. Hoy por hoy podemos aceptar racionalmente que existen energías a nuestro alrededor y que tenemos cierto acceso a ellas, y que son energías no del todo explicables por la razón. La energía que podemos percibir en un objeto, la que podemos ver alrededor de la mano, la energía que nos hacen sentir las casas o presentir a las personas, o saber que alguien nos está mirando estando de espaldas, etc. Esto sí nos parece real, pero si nos parece real quiere decir que está en nuestra realidad, si está en nuestra realidad quiere decir que podemos usarlo. Debemos darnos cuenta de que la persona para la cual esto no forma parte de su realidad no puede usarlo. A partir de ahí nosotros tenemos un poder que la otra persona no tiene. No es creer, es asumir coherentemente que es cierto o que es posible. Si no lo asumimos coherentemente, por mucho que queramos creerlo, esa fe no resuelve nada. Fe significa creer que es posible que ocurra. Si rezamos, pero en el fondo creemos que no es posible, por mucho que recemos y que queramos que ocurra no ocurrirá, no hay poder, el poder se obtiene en el momento en que creemos que es posible que exista tal cosa, no hay más. Si nuestro ojo lo ve, si forma parte de nuestra realidad, podemos usarlo y tiene consecuencias. Si no forma parte de nuestra realidad no podemos usarlo y no tiene consecuencias. No importa que hagamos los mismos rituales y las mismas ceremonias, ni las mismas invocaciones, no conseguiremos nada. Vale más un gesto con fe que una maniobra complejísima sin ella. Vale más un talismán de plástico con fe, que uno de oro sin ella. Porque no es el talismán, es la fe. Pero la palabra “fe” aquí requiere revisión, porque la fe siempre la hemos asociado al concepto de religiosidad, y sin embargo la fe no es más que un “estar convencido”. Todo esto nos va a relacionar directamente, de nuevo, con el juego famoso de consciente/subconsciente, pero a otros niveles. Sabemos que tenemos un consciente y un subconsciente, pero nuestro subconsciente no permanece aislado, es decir, no es un mundo cerrado. C.G.Jung nos planteó la existencia de una cosa que él llamó el inconsciente colectivo, que iría mucho más allá del inconsciente personal, pero que estaría conectado con el inconsciente personal. Jung llegó a la conclusión del inconsciente colectivo a través de la observación del tema de los arquetipos. Se dio cuenta de que ciertos modelos y ciertos símbolos aparecían en todas las partes del mundo, cuando no había habido conexión entre los 94
individuos que tenían esas creencias y esos símbolos, así que Jung llegó a la conclusión de que el inconsciente colectivo existía como explicación para como las distintas mentes podían conectar entre sí. Lo que nos plantea esto es que nuestro inconsciente no es una habitación cerrada, sino que vía inconsciente colectivo podemos conectar con todo aquel que esté conectado al inconsciente colectivo, o sea todo el mundo, luego realmente no existiría una verdadera separación entre mi mente y la de cualquier otra persona, todas las mentes están conectadas a través del inconsciente colectivo. Si podemos confirmar la existencia del inconsciente colectivo, todos los fenómenos psi-gamma de la parapsicología (la gamma viene de gnosis, todo lo que puedes conocer psíquicamente), todos quedan explicados, porque la telepatía es posible desde el momento en que una mente está conectada con otra, vía inconsciente colectivo. La clarividencia es posible desde el momento en que una mente está conectada con la de cualquier otra persona que está en cualquier otro lugar y que está viendo lo que nosotros no sabemos todavía que existe. La visión de futuro es posible porque prever el futuro no es más que tener todos los datos del presente y elaborar el desarrollo lógico de esos datos. Si tenemos acceso a esos datos, no sólo los nuestros sino también los de todos los demás implicados, podría ser fácil tener una visión del futuro como previsión, o como desarrollo lógico de nuestro entendimiento de toda esa información. Si el subconsciente conserva mi memoria, el subconsciente colectivo debe conservar todas las memorias, todas, por tanto recordar un hecho pasado tampoco debería ser difícil porque está almacenado ahí, en el inconsciente colectivo, en la memoria colectiva de la especie. Y de repente nos damos cuenta que todas estas explicaciones que estamos usando para el inconsciente colectivo son las explicaciones que el esoterismo tradicional ha utilizado para hablar del plano astral. El plano astral es el plano de los sueños, donde mi noción de yo no está aquí. Nosotros sabemos que cuando dormimos nuestro cuerpo físico sigue existiendo, del mismo modo deberíamos saber que cuando estamos despiertos el cuerpo onírico sigue existiendo también, son dos realidades distintas. ¿Qué es lo que hace que estemos en el mundo real o en el mundo onírico? Sólo nuestra autopercepción. Estamos en el físico cuando nos percibimos en el mundo físico, y en de los sueños cuando nos percibimos en de los sueños. Cuando estamos soñando no somos conscientes de que hay una parte de nosotros durmiendo en una cama, y cuando estamos despiertos tampoco lo somos de que hay una parte nuestra flotando por ahí. Pero ambos existen, lo único que diferencia el proceso es donde está nuestra consciencia, donde nos percibimos, donde está nuestro yo, donde nos vemos realmente. Cuando estamos soñando nos parece real. Pero claro, si existen dos niveles de consciencia podrían existir otros, lo que pasa es que yo aquí no me acuerdo de cómo 95
me percibo cuando estoy allí. Pero podría haber una de nosotros, una consciencia nuestra que se percibiera en otra realidad. Para nosotros, ahora en consciente, esta realidad sólida es real, pero cuando estamos soñando, el mundo onírico es real y se puede demostrar con los medios oníricos, igual que el físico con los medios físicos. ¿Cuál es el mundo real? ¿Cuál es el mundo soñado? ¿A qué llamamos real? Nuestra consciencia determina quiénes somos ahora mismo y que es real para nosotros en cada momento. En cualquier caso ese mundo onírico, ese mundo sueño es el llamado plano astral, y todas las características del subconsciente nos llevan precisamente a ese mundo sueño o a esas mismas características del mundo astral, por tanto podemos decir que cuando soñamos estamos en el plano astral, y cuando estamos despiertos estamos en el plano físico. El concepto de plano quiere decir plano de realidad. Nuestro nivel de realidad va de aquí a “alfa centauri”, pero el hecho de que salga de la Tierra y nos vayamos a millones de años luz seguimos estando en este mundo real, en el plano físico. Dos planos son paralelos, no se tocan, si estamos en un plano no percibimos el otro. Sin embargo coexisten, están a la vez. Cada plano, sin embargo, tiene diferente concepción, diferente consciencia, diferente vibración. Están interactuando los dos (físico/astral), cada uno ocurre en su lugar pero se relacionan. En cada uno funciona una realidad distinta y una identidad (nuestra) distinta. Luego, hay un consciente, un subconsciente o plano astral y hay un inconsciente colectivo que sería lo que es realmente el gran plano astral. No hay interdependencia, hay una puerta trasera por el que todas las características del plano astral llegan a mí. Y si el plano astral o subconsciente tiene todos esos contactos con todas esas mentes, todos los fenómenos de tipo psíquico son explicables, todos. Ahora bien, dos elementos importantes: ¿Podemos demostrar la existencia de ese plano astral? ¿Qué pasa con los fenómenos físicos psi-kappa? ¿Existen las mentes globales? A nivel práctico la respuesta afirmativa a esta pregunta nos la va a dar la biología. Si revisamos el mundo animal nos damos cuenta que pasan ciertas cosas muy extrañas y muy difíciles de explicar. El instinto es el cajón de sastre en el que se mete todo lo que no se puede explicar. Incluso ahora están optando por llamarlo memoria genética o herencia genética, lo cual es sólo un nombre técnico. No hay ninguna pista ni ninguna prueba científica coherente que pueda plantear que los genes heredan o transmiten comportamientos animales grupales. Los genes, como mucho, transmiten o conservan información específica de cómo se desarrolla o de cómo se elabora el cuerpo, el organismo de un determinado animal. Lo de la memoria genética es algo bastante más complicado, plantea como si pudiéramos llevar dentro de nosotros la memoria de nuestro abuelo, tatarabuelo, etc... Sin embargo si hay pruebas de lo contrario.
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Hay una especie animal muy curiosa, los lemmings, viven en una isla y hacen una cosa muy extraña, cada 4 años los lemmings empiezan a correr y llegan al borde de un acantilado y se tiren al mar, en masa. Cuando caen al agua, los que no se han matado en la caída, empiezan a nadar mar adentro. El resultado es que cuando termina esta especie de locura colectiva, tres cuartas partes de la población de lemmings ha muerto, se han suicidado en masa, en un pronto repentino. Lo realmente extraño es que si los lemmings no hicieran esto, toda la especie moriría en breve, porque cuando llegan a ese punto de superpoblación, están en disposición de acabar con todo el alimento disponible de la isla y el resultado sería la muerte completa de la especie. Es como si en algún sentido algún tipo de mente, algún tipo de reloj, algún tipo de indicador les dijera u optara porque los lemmings murieran en masa y estuviera dispuesto a sacrificar tres cuartas partes de una especie para salvarla. Un sacrificio menor para evitar otro mayor. Importa mucho más la especie que el individuo. En ocultismo se dice que esto se debe a la existencia de un alma grupal. Un alma grupal es una especie de mente colectiva que abarca a todos y cada uno de los individuos de una especie. Todo lo que llamamos instinto, en el fondo, no sería más que la expresión del alma grupal. El alma grupal tiene un único fin, luchar por la conservación de la especie y mantener conectados a cada uno de los individuos. Pero para el alma grupal, el individuo no importa, importa la especie, el individuo es sacrificable a la especie. Es el alma que dictaría el comportamiento de los individuos de acuerdo a las necesidades, ideas o planes de la especie. Otro ejemplo realmente curioso es el de los elefantes, cuando llega el momento de la muerte saben que van a morir y sabiéndolo deciden marcharse a un cementerio de elefantes para morir allí. ¿Cómo sabe un elefante que va a morir y que debe ir a un cementerio de elefantes, y cómo saben dónde está el cementerio más próximo? ¿Intuición? ¿Qué es? Es un mecanismo que les hace sintonizar ¿con qué? Es una información que nadie les ha dado, que ni siquiera puede venirles por herencia genética porque pueden haberse desplazado (emigración) y no saber dónde está el cementerio de elefantes de esa zona. No se entiende, no se explica. Hay una mariposa, la mariposa monarca, que hace una migración muy curiosa, hace un recorrido en seis etapas. Una generación de ellas hace una primera etapa, se detienen en una determinada isla y mueren. La segunda generación cubre otra etapa del viaje, se establecen allí, mueren y sigue una tercera generación y una cuarta y una quinta. Esta quinta generación vuelve al punto de partida y así continuamente. Las crías saben no de donde vienen sino adonde tienen que ir en la próxima etapa, a qué lugar geográfico. Del mismo modo, los salmones contra toda lógica y contra una de las principales leyes que es la de la supervivencia, remontan el río jugándose la vida, muriendo todos en el proceso para desovar en lo más alto del río, remontan el río para morir. Los huevos 97
descienden por el río y llegan jóvenes al mar. Si los salmones no hicieran esto se habrían extinguido, porque sus huevos hubieran sido devorados por depredadores. ¿Cómo saben que es necesario remontar un río y morir? ¿El instinto? El instinto es de supervivencia del individuo, ¿qué instinto coloca por encima del individuo a la especie? ¿Y quién lleva al razonamiento a ese instinto para saber qué es lo que más le conviene a la especie? Si observamos al reino animal veremos muchos animales que hacen cosas aparentemente absurdas y que van en contra de su propia estructura vital, que condenan su propia vida para cumplir una función que necesitan cumplir y que permite la supervivencia de la especie con la muerte del individuo. Paradójicamente el animal, en aras de un supuesto instinto, lucha y muere y así la especie sobrevive. Pero esto no es lo más curioso. Un experimento que se hizo con monos: Éstos comían patatas. Un investigador cogió a una mona y le enseñó a lavar las patatas antes de comérselas. La mona lo hacía y al poco tiempo todos los monos de la isla lavaban las patatas antes de comérselas. Lo alucinante es que los monos de las islas vecinas comenzaron a lavar las patatas antes de comérselas. La única manera de explicar esto es que hay algún tipo de conexión que trasciende lo físico y que ante una mejora para la especie, esa mejora se comunica y se traspasa a toda la especie. Luego, nos damos cuenta de que las especies, y cada una la suya, tienen algún tipo de consciencia global o de alma grupal que tiene por fin, primero hacer que sobreviva la especie, y por segundo fin, ayudar a los individuos con unas características propias y necesarias de la especie, pero que realmente los individuos sólo son importantes en términos de especie. Tanto es así que hay ciertos individuos que, en un momento determinado, sus células se suicidan, dejan de repararse sin razón de que no se puedan reproducir y reparar perfectamente. Se ha llegado a la conclusión de que la naturaleza considera que, dentro del periodo más o menos mínimo de supervivencia de un animal determinado, no vale la pena hacer el esfuerzo de repararlo, porque su expectativa de vida no da más. Si un animal tiene una expectativa de vida de dos años (debido a depredadores, necesidades, expectativas de conflictos, falta de alimentos…) digamos que la naturaleza les hace tener muchas crías y le da una vida corta, para qué molestarse en repararlo. Para que la naturaleza llegue a este planteamiento, le presuponemos una inteligencia coherente, no una táctica de ensayo, sino una inteligencia directiva, planificadora, capaz de sacar conclusiones y tomar decisiones para toda su especie. Si se lleva a la especie a hábitats menos peligrosos e incrementa su expectativa de vida al doble, paradójicamente, ocurre que siendo los mismos animales, envejecen más tarde y tienen muchas menos crías en cada camada. Esto también es una decisión y no es el animal el que lo decide ¿Esto es el instinto? ¿Es decisión del individuo? ¿O hay algún tipo de mente que estructura las decisiones globales de una determinada especie y la lleva a unas determinadas actitudes como especie? Si seguimos este proceso llegamos a la conclusión de que existe una mente grupal, un alma colectiva, esta alma colectiva nos entronca directamente con el inconsciente 98
colectivo del que hablaba Jung, pero en este caso el inconsciente colectivo ya no es simplemente un medio neutro para la intercomunicación de ideas, sino que es un medio que tiene una determinada capacidad activa, que puede imponer, proponer, inclinar a los miembros que están bajo una determinada estructura, especie, modelo. No es que los individuos tengan la información de su futuro desarrollo implícito en ellos, es que hay un modelo en algún lugar no físico de ese futuro desarrollo, y el individuo simplemente lo que hace es seguir el modelo. Se le da una estructura genética del modelo. También la ciencia ha empezado a meterse en esta dirección cuando Rupert Sheldrake planteó la teoría de los campos morfogenéticos. Un biólogo cuestiona el hecho de que no existan tanto los individuos como los campos de forma de comportamiento de los individuos. Y los individuos simplemente responden a sus campos morfogenéticos, que implican las leyes de relación, de interacción, de actitud, de comportamiento, de supervivencia. Pero además llega a plantear que el campo morfogenético es modificable, es decir, cuando la especie como tal, (no hablamos del individuo), detecta que algo es inconveniente para su supervivencia, o que es conveniente, tiende a adaptarse y a desarrollar una respuesta, una actitud favorable a ese cambio, que se revierte en los individuos. Esto servirá tanto para rebatir a los evolucionistas como los creacionistas. El problema entre los darwinistas y cristianos, entre los evolucionistas y los creacionistas, es que están jugando al juego que no deberían jugar, al tú o yo. La respuesta es ¿y por qué no los dos? ¿Por qué no intentan buscar algún tipo de síntesis que los ponga a los dos de acuerdo? La idea de los campos, la idea de mente colectiva queda más o menos definida. La idea es que desde esta mente colectiva se opera sobre la especie. ¿Y la raza humana? ¿Tiene la raza humana, como especie, mente colectiva? Por supuesto que sí, cuya importancia, una vez más, es la supervivencia de la especie. También nos “desconecta” cuando cree que ya hemos pasado nuestro periodo útil. También nos envía las propuestas y los impulsos instintivos. Y el instinto de la especie nos lleva a aparearnos, nos lleva a procrear, lleva a los machos a inseminar a cuantas hembras les sea posible y lleva a las hembras a buscarse un macho que las proteja y sirva de elemento justificador para que ellas puedan estar defendidas mientras están débiles al tener sus crías. Y el que no quiere tener hijos y tener una vida de pareja abierta, ningún problema, eso es una decisión del individuo que empieza a desgajarse del nexo del alma colectiva, pero en última instancia, el alma colectiva va a tener mucho que decir acerca de nuestras limitaciones, tendencias, aficiones, etc. Funcionamos dentro de un patrón animal, un patrón de especie, y sólo cuando nos libramos un poco del patrón de especie podemos empezar a dejar de ser humanos y empezar a ser hombres. En varias corrientes de pensamiento se dice que no todos los hombres tienen alma, sin embargo el cristianismo dice que todos los hombres tienen alma. Eso se puede conjugar, se puede estar de acuerdo con el cristianismo: todos los hombres tienen alma `colectiva´. Todos los hombres tienen alma de especie, pero el alma de especie es una 99
sola mano que mueve todos los hilos, a todos los seres del lugar. Cada sujeto de la especie está determinado directamente por el alma colectiva de la especie. Es la expansión, una exteriorización, una expresión del alma colectiva, tomar al individuo no es importante. En la época actual hay superpoblación, los casos de homosexualidad y esterilidad masculina son cada vez más. Puede ser que en el fondo sea necesario que haya más casos de homosexualidad, a montones, porque es la mejor manera de conseguir que la especie no se reproduzca, es una forma de autoajuste. Es una manera de reducir población manteniendo la sexualidad exactamente normal pero sin que haya reproducción. La esterilidad es otra forma de lo mismo. ¿Y esto es un accidente? Lo decimos en un planeta donde la naturaleza llega a incluso desarrollar hermafroditismo cuando hay ausencia de machos o de hembras en ciertas especies. Supervivencia. No es una justificación de la homosexualidad, es un acto de necesidad por parte de la naturaleza, Ley de Ajuste. La naturaleza, no se sabe como se lo monta, pero encuentra el camino. La naturaleza es algo inteligente, en este caso no estamos hablando de algo que funciona por el método de ensayo y error de Darwin, hay una planificación, hay una voluntad, una dirección específica. Por tanto debemos presuponer que detrás de toda especie existe algún tipo de inteligencia colectiva, global. Esa alma grupal se ubica en lo que sería el inconsciente colectivo, subconsciente, y esa alma grupal tiene el poder de salvaguardar, dirigir, orientar, a cada uno de los individuos de la especie. Nos da las pautas, es nuestra carcelera y nuestra ayudante. Aquí no hay libre albedrío, para tener libre albedrío, que significa capacidad de elección, hay que tener consciencia. Si no somos conscientes, y mucho menos de las opciones, no podemos elegir, entonces no tenemos libre albedrío. ¿Qué es el libre albedrío? El quid de la existencia es la comprensión de la razón por la cual existimos y la razón por la cual nos movemos, todo lo demás es secundario, prescindible. Comprender cuál es nuestra función en el orden de las cosas y desarrollar nuestra consciencia hasta el punto de llegar a ser nosotros mismos. Crearnos esa alma individual. Si carecemos de alma individual no somos libres, somos esclavos de los instintos, somos esclavos de la especie, de la educación, del entorno, no tomamos decisiones libres, nuestras decisiones están absolutamente condicionadas por lo que hemos aprendido y por lo que se nos ha metido en la cabeza y en nuestros modelos mentales. Pero si llegamos a desgajarnos de la especie, a salirnos de la especie… por ejemplo los perros que han tenido contacto con humanos pueden desarrollar una actitud que es absolutamente contraria a la especie. Un perro puede optar por irse con su dueño y dejar a una hembra, o dejarse morir al pie de la tumba de su amo. Va en contra del principio de reproducción y del principio de supervivencia. Ese animal, como individuo, ha ido contra su propio instinto porque se ha separado de lo que sería, en este caso, del alma colectiva de los perros. Ya no es un perro, es algo más. Del mismo modo todo individuo consciente se separa del alma humana, del alma colectiva, grupal. 100