El cartismo. El cartismo fue un movimiento pacífico de la primera etapa del movimiento obrero, basado esencialmente en la política y apoyada por la Asociación de Trabajadores de Londres. El término procede de un documento, llamado “Carta del Pueblo” y escrita en el 1938, en la cual el pueblo inglés exigía a la Cámara de los Comunes Británico el sufragio universal, mayor representatividad de los votos y otras reformas electorales, entre muchas otras cosas, ya que lo que quería el pueblo era conseguir una profunda transformación social. Este movimiento se crea a causa del descontento del pueblo inglés frente al Parlamento Británico. Los cartistas hacían llegar sus pensamientos al pueblo mediante manifestaciones y actos públicos, en los que los lideres eran Feargus O’Connor i Robert Owen. O’Connor fue un político irlandés al que encarcelaron un año en la prisión por haber escrito un líbelo de sedición, fue nombrado líder indiscutible del cartismo. Fundo la National Land Company, que pedía la parcelación de los latifundios. Y dirigió la gran campaña cartista de 1848. Owen fue un pensador socialista galés que denunció radicalmente las consecuencias sociales del liberalismo económico y pensó en una sociedad ideal que, según el, tenia que basarse en pequeñas comunidades donde las máquinas fueran subordinadas a los hombres y, una sociedad, en la que todos compartamos los frutos del trabajo. La actuación del gobierno ingles fue militarizar las zonas en las que la agitación fue mas activa, lo cual causo una gran represión por parte del mismo gobierno. Por último, este movimiento tuvo unas consecuencias muy positivas de cara a la clase obrera ya que constituyó una importante experiencia para esta clase social en su intento de mejora de las condiciones de vida y su acción forzó al gobierno británico a articular una legislación que en ocasiones contó con un elevado contenido social, como por ejemplo la “Ley de las diez horas”.