FOTO DE ESTUDIO: MAN RAY
Yaisa Rosa Segura Patricia Ramos Villarraso Manuel García González
Man Ray: Man Ray, bajo cuyo pseudónimo se escondía Emmanuel Radnitszy, fue un artista estadounidense, aunque desarrolló la mayor parte de su carrera en la ciudad francesa de París. Aunque nunca se llegó a comprometer con ningún estilo en concreto, su aportación a los movimientos Dadaista y Surrealista fue muy destacada. Aunque produjo también grandes obras en medios de comunicación y él personalmente se consideraba un pintor, fue la fotografía la que le hizo pasar a la historia. Sobre todo fueron muy reconocidos sus retratos, aunque también destacó por sus fotogramas, a los que el mismo denominaba “rayografías” (en clara alusión a si mismo) y también su fotografía de tipo avant-garde. Biografía: Emmanuel Radnitzky nació en 1890 en Filadelfia (Estados Unidos) de familia judía, su padre era de Kiev (Ucrania) y su madre de Minsk (Bielorrusia). Su familia se traslada a Nueva York en 1897. Man Ray estudia en la High School y en La Escuela de Bellas Artes del Francisco Social Center de Nueva York. En 1913 pinta su primer cuadro cubista, un retrato de Alfred Stieglitz. En 1915 hizo el primer one-man-show, con el que se hizo famoso su nombre por América, como uno de los primeros pintores abstractos. Adquiere su primera cámara para hacer reproducciones de sus cuadros. Con Duchamp participa en experimentos fotográficos y cinematográficos y en la publicación del número único de New York Dadá. Impulsado por Duchamp, Man Ray se mudó a París en 1921, con la única excepción de 10 años (entre 1940 y 1951) que vivió en Hollywood durante la Segunda Guerra Mundial, pasó el resto de su vida allí. Captó la atención con sus primeras fotos abstractas, a las que bautizó como rayogramas. Erróneamente se consideró inventor de la técnica aplicada para ello, que ya la habían experimentado otros artistas anteriormente, entre otros Talbot (hacia 1840) y Schad (1918). Poseedor de una gran imaginación, y siempre al frente de las vanguardias, destacó por ser un artista muy polifacético. A lo largo de su carrera trabajó con todos los medios posibles: pintura, escultura, fotografía y películas.
El retrato fotográfico (concepto): Es la toma fotográfica que sirve para describir a la persona retratada. En todo retrato hay tres cuestiones claves. 1. Describir la apariencia visual del fotografiado. 2. Describir su personalidad, su espíritu. 3. El ejercicio artístico a modo de toque personal que cada fotógrafo concreto imprime en sus fotos. Como realizar un buen retrato, cuestiones a tener en cuenta: El objetivo principal de todo retrato es revelar el carácter de cada persona fotografiada, decir algo acerca de ella, sin embargo esto no da pié a olvidarse de los rasgos físicos que posea el modelo fotografiado. Los rasgos físicos muestran el carácter del personaje. La tarea del fotógrafo será seleccionar que características concretas del modelo querrá resaltar o esconder para conseguir diferentes objetivos según qué situación. Técnicas de retrato: Aunque es verdad que cada autor da un toque personal a sus retratos, no es menos cierto que hay dos técnicas básicas para la captura del retrato. 1. Retratar al modelo sobre un fondo neutro: De esta manera logramos potenciar los contrastes lumínicos de la foto, se observa al modelo sin más, nada repercute en nuestra visión completa. Solo los rasgos del modelo, nuestra técnica y la composición lumínica influirán en nuestra composición. 2. Retratar en la imagen al modelo junto con elementos de entorno: Así se logra colocar elementos que puedan ayudar a comprender un poco el contexto histórico o cultural en que se realiza la foto. No solo el modelo será el protagonista de la composición. Expresión: Se dice que la cara es el espejo del alma y una toma fotográfica no es una excepción. De la expresión del modelo dependerá en gran medida el éxito o no del efecto que queramos conseguir. Pautas de trabajo: El tipo de vista o de enfoque que elijamos será también de importancia crítica. He aquí una pequeña guía que nos ayudará a encuadrar nuestras fotos según lo que queramos conseguir.
Una vista a ¾ aporta una apariencia más natural del modelo fotografiado. Una toma de perfil es siempre mucho más espectacular, aunque realza demasiado la nariz y la barbilla. Un modelo sentado, e inclinado hacia delante parece más relajado. Un retrato a cuerpo entero a la altura de los ojos empequeñece al sujeto.
El retrato sin pose: El acto de retratar a alguien no implica por sí mismo el hecho de que ése alguien tenga que estar necesariamente posando en el momento de la toma fotográfica. En muchos casos la persona fotografiada no sabía que lo estaba siendo. Ésta técnica se aproxima más al fotoreportaje. En este tipo de tomas la paciencia para captar ese “momento clave” es crucial. Nuestro ejercicio: Como hemos planteado, nosotros vamos a utilizar como referente a Man Ray, intentando llegar a conseguir las claves lumínicas y los efectos de retrato tan característicos del artista estadounidense. Para ello nos dispondremos a imitar dos de sus más célebres retratos: El primero de ellos es “Le Violon d’Ingres” (1924) en la que la joven Alice Prin, (conocida como Kiki de Montparnasse) posa con la espalda desnuda, moldeando su cuerpo como si fuera un violin.. En este retrato Man Ray juega con el efecto de confusión que produce el título de la obra. En ella, la joven posa de espaldas, dando a sus sensuales formas el sentido del cuerpo sonoro de un violín, provocando en el espectador una cadena de sensaciones condicionada, en última instancia precisamente por el título de la obra. Man Ray dota su escena con una sutil capacidad erótica. En su fotografía recoge, a través del turbante que lleva la modelo, el ambiente oriental pretendido por Ingres, aunque ironiza de alguna manera con la excesivamente fría atmósfera erótica de las escenas orientales. El violín de Ingres es una alegoría amorosa, un juego, en el que el “violin” se encuentra situado en la posición del solista. Para la realización de la toma se utilizó una Canon 1100 D con un objetivo de 18/55 mm El esquema de trabajo fue el siguiente. La modelo se dispuso colocada frente a un fondo negro, sentada en una mesa, de espaldas al objetivo. La iluminación constaba de tres focos como se muestra en el croquis. Uno principal con un F de 11 a la derecha, uno secundario con F 5,6 a la izquierda y para conseguir el efecto de luces y sombras final, se dispuso a colocar un tercer foco de luz de fondo con un F 8. a la derecha del fotógrafo y formando un ángulo de 45 grados. El fotógrafo se colocó a unos dos metros del modelo, y usando un zoom de 50mm y un F11 disparó la toma.
Ahora mostramos el proceso de evoluci贸n:
Primera captura (sin editar)
Foto original
Resultado final (ya editado)
En segundo de los retratos que vamos a intentar representar es un retrato de una joven desconocida: En esta foto, una modelo posa acostada frente a un fondo negro. La modelo dispone sus piernas elevadas perpendicularmente con respecto al suelo. Las formas que las luces y las sombras dibujan sobre la las piernas de la modelo centran la atención del espectador. Estas piernas descansan sobre el cuerpo de la joven, que aparece en la base de la composición en un plano cenital. Para la realización de la toma se usó una cámara Canon 1100 D, con un objetivo de 18/55 mm. El esquema de trabajo fue el siguiente. La modelo se dispuso tumbada en posición decúbito supino frente a un fondo negro. Un foco principal alumbraba a la modelo, este foco estaba dispuesto a un metro y medio de distancia, a la derecha del fotógrafo y formando un ángulo de 45 grados. En el lado izquierdo, con la finalidad de conseguir un poco de luz reflectante, se colocó un cartón pluma de color blanco, para que la luz rebotara y la sombra en las piernas fuera óptima. El fotógrafo se colocó a unos dos metros de la modelo, a ras de suelo y usando un zoom de 50mm y un F16 disparó la toma. Croquis
Ahora mostramos el proceso de evoluci贸n:
Primera captura (sin editar)
Foto original
Resultado final (ya editado)