Cine para Imaginar es un proyecto que incluye a las personas con ceguera y debilidad visual al arte cinematográfico. Esto se genera a través de dos ejes de trabajo: la accesibilidad de películas mexicanas, y el diseño e impartición de diversos talleres. La accesibilidad del cine mexicano se logra con la creación de guiones audio descriptivos cortometrajes y largometrajes ya existentes, que posteriormente se convierten en narraciones que permiten disfrutar de los filmes a las personas con ceguera y debilidad visual. Los diversos talleres que ofrecemos están orientados para la formación de nuevos públicos, la sensibilización a la sociedad sobre la importancia de la inclusión y la capacitación para la adaptación del cine. Poco a poco hemos construido una red de vinculación cultural dentro de la comunidad con discapacidad visual de México, la generación de presentaciones en foros culturales para la difusión del material y la inclusión entre personas con y sin discapacidad visual.
El fútbol para ciegos tiene como objetivo principal acercar a las personas con discapacidad visual a este maravilloso deporte, ofreciéndoles la oportunidad de mejorar su orientación espacial, agudizar su oído, hacer ejercicio y tener un espacio de entretenimiento. Además, no es una actividad excluyente entre personas que ven y que no ven, sino que todos se pueden involucrar para el desarrollo del mismo. Los equipos son de cinco jugadores, cuatro ciegos y el portero que debe ser vidente. Además, se necesitan dos guías por equipo, uno que debe estar situado en el centro del campo en una lateral, y el otro detrás de la portería del equipo contrario, para ubicar a sus delanteros hacia donde deben tirar. Buscan como organización, impulsar este proyecto por todo México, fomentando la integración social. Soñando en grande, en que algún día se pueda construir una liga a nivel nacional con equipos representativos de varios estados, y así, poder tener participación en torneos internacionales ya existentes.
Por PAOLO LUCARIELLO Associated Press 11/22/2014 AM CIUDAD DEL VATICANO El papa Francisco abrazó tiernamente a niños que viven con el trastorno del espectro autista, algunos de ellos evitando hacer contacto visual, durante una audiencia el sábado en la que se ofreció solidaridad a la gente que vive con la condición. El papa hizo un llamado a gobiernos e instituciones para que atiendan las necesidades de personas con autismo para ayudar a romper "el aislamiento y, en muchos casos también el estigma" relacionado con el trastorno, que se caracteriza por diversos grados de insuficiencia social y dificultades de comunicación. El papa saludó a niños y adolescentes que presentan autismo y sus familiares, besando a los niños y tomando sus rostros entre sus manos mientras circulaba por el auditorio en el Vaticano. Algunos de
ellos evitaron la mirada del papa, y un adolescente al que el papa Francisco había saludado siguió al pontífice y le dio otro abrazo por la espalda. Familiares de los niños autistas fueron conmovidos por el discurso papal. “Fue una explosión de emociones”, dijo Maria Cristina Fiordi, madre de un niño con autismo. “Para nosotros, que somos los padres de un niño afectado con autismo, esta reunión fue muy importante. Fue como una mano extendida a un problema que con mucha frecuencia no es atendido de la manera correcta”. Franco Di Vincenzo, otro padre de un menor autista, dijo haber tomado fuerzas del llamado del papa a no ocultarse, “que debemos vivir con este problema en serenidad”. El público fue atendido por cerca de 7.000 personas, incluyendo trabajadores sanitarios que participaron en una conferencia internacional sobre el autismo realizada esta semana por el departamento de salud del Vaticano. Si bien el autismo es cada vez más diagnosticado en lugares como Estados Unidos, donde se ha detectado el espectro autista en aproximadamente uno de cada 68 niños, sigue siendo muy desconocido y sin diagnosticar en otros lugares, como en Italia, de acuerdo con el médico Stefano Vicari, director de área de Neuropsiquiatría Pediátrica en el hospital del Vaticano, Bambin Gesu, en Roma.
La elección del Papa Francisco provocó un aumento en las asistencias y las confesiones en la Iglesia católica apostólica romana, revirtiendo un largo declive, asegura el diario británico ‘The Sunday Times’.