LAS HISTORIAS DEL TALLER
¿Sabías qué? Hay un maligno hechizero que te lleva a otras dimensiones y que un niño y un dado pueden rescatarte...
Que con una gota de Ectoplasma te convertís en un Fantasma, entonces, podés ir a jugar al cementerio...
y que hay extraños premios para los hombres que comen muchos duraznos...
Aquí algunas de las historias nacidas en el Taller desde Abril hasta noviembre de 2016.
El sapo cantor. Ocurrió en un pantano lejano, ni cerca de aqui, tampoco de allá... Amaneció muy temprano, los grillos comenzaron a susurrar cuando los primeros rayos de sol empezaron a pintar las juncos de amarillo vibrante. El sapo cantor, salió de su camita, preparó su desayuno y revisó su agenda- hoy tenemos: el cumpleaños de la señora lechuza y de la señorita serpiente. Un escalofrío corrió por su
verde cuerpo, la señorita serpiente tiene ese carácter tan especial, que de un error puede uno terminar en sanguiche. Preparó su voz Acomodó su moño, buscó su sombrero y salió a trabajar. No había nada mejor en el pantano que él día de tu cumpleaños el sapo cantor te cantara el feliz cumpleaños, así de un vecino a otro se regalaban todos los servicios del sapo cantor.
Tocó timbre en la casa de la señora lechuza, esperó unos segundos y de bata y ruleros salió la dueña de casa.
había venido a ver a Rodolfo, el cocodrilo.
Pronto saltó-discó y esperóen el teléfono. Escuchó la voz - ¡Qué alegría! ¡Qué gesto! ¡Qué de la veterinaria que le decía que pronto iría a verlo. voz!- Repetía feliz la lechuza.
-Esto debe haber sido preparado por Jacinto el mosquito-dijo.
-Señora esa información es confidencial. Pero se nota que acá la quieren bien-Dijo el Sapo. Con el pecho inflado como un globo salió el sapo cantor por los juncos camino a la casa de la señorita Serpiente. Sintió una extraña sensación en la garganta, una picazón, al salto siguiente ya salió la tos, y una tras otra como vagones de tren, llegaron todas las demás. -kos kos kos.. prob... probankos pro..ban..do, kos kos ¡Que terrible! ¡Que barbaridad! ¡Que cosa espantosa! El sapo cantor estaba afónico, que problemón! Nunca le había sucedido algo así. -¡Que mal momento!! ¡Justo ahora!- Dijo el Sapo. Se aflojo el moño y pensó en la señorita serpiente -¡Ay mi dios! ¡Que desastre, si no canto pronto puedo ser la merienda!! El sapo cantor, pensó, saltó, tosió y se acordó de la amiga veterinaria que
Colgó-saltó y pensó: Que venga pronto y esto se resuelva antes que la noche llegue. Los sonidos de la ambulancia hicieron vibrar al pantano, bajó rapidísimo la veterinaria cargando un estetoscopio, medicamentos, una cucharita y un jarabe -Señor Sapo Cantor usted tiene otitis- dijo categórica la veterinaria. -No hay más remedio que tomar el remedio. -Ah, ¡no! eso huele espantoso. Dijo el sapo. Enrolló su larga lengua y cerró su boca. -Señor Sapo, por favor, usted sabe que tiene que tomar el remedio. -Es horrible y en boca cerrada no entran jarabes.
revolotear los pájaros, salir corriendo a las hormigas y a los escarabajos . El sonido del cascabel detuvo a todos en el pantano. -¡Yo sabía! Claro, ¡Siempre se olvida!! ¡Ese Roberto!! Esa serpiente olvidadiza. Ya verá y ya verá también ese sapo cantor, pronto se irá el sol y arreglaremos las cosas entre pan y pan y con mucha mayonesa- Dijo la serpiente El sapo cantor quedó inmóvil un segundo, con su garganta inflada como un globo, pensó en su vida y cuanto le gustaba jugar-saltar y Cantar. Bebió pronto la medicina y al terminar de tragar saltó, a la serpiente esquivó y el feliz cumpleaños cantó La serpiente agradecida sonrió y todo a la normalidad volvió.
La veterinaria comenzó a perseguir al Sapo Cantor que iba y venía saltando los charquitos, agitada se sentó en una piedra y desde allí le dijo - Señor Sapo, por favor, si usted quiere cantar hoy tiene que tomar el remedio que le doy. En ese momento se escucharon
EL Hada Hechizada Una hada llega a un bosque desconocido. Escucha extraños sonidos a su alrededor, mira detrás de los arboles y de las piedras, vuela hasta las cascada cercana, pero nada encuentra. Cansada del viaje se recuesta a dormir. El sonido de los pasos de la bruja alerta a los animales del lugar que despiertan al Hada. Pero ya es tarde.. la bruja saca su bastón mágico y hechiza al hada. El hada se convierte en un extraño pez, luego en una tortuga y finalmente en un león que corre a la bruja
El Pueblo Silencioso En un lejano pueblo, las palabras no nacian de las personas, sino que eran fabricadas por una máquina en la casa de doña Clara. Habia quienes tenían muchas palabras y quienes tenian muy pocas. La gente del pueblo intercambiaba distintas cosas por palabras... pero un día la maquina de hacer palabras se rompiò...Doña Clara no supo que hacer cuando las palabras comenzaron a dejar de salir. Todo el pueblo se quedó sin palabras. y el silenció reinó. Doña Clara cerró las cortinas de las ventanas y guardó las palabras que aún quedaban en un cofreLa màquina se perdió en el olvido. El pueblo descubrió que podía intercambiar sus cosas por otras pero sin palabras. Tod@s
se hacian entender de una forma u otra, algun@s dibujaban, otr@s eran grandes artistas del gesto. Todo en silencio. La dueña de las máquinas de las Palabras envejeció encerrada en si misma, por no saber que hacer. Algunos dias, sobre todo los más fríos miraba por la ventana al pueblo silencioso. Fue en uno de esos días que abrió de la habitación donde estaba la maquina y descubrió que una palabra estaba atorada entre los engranajes, se arremangó el vestido y trato
con todas sus fuerzas de retirarla. tanta fuerza hizo que terminó en el suelo con la palabra entre sus manos. Allí la leyo : "Ayuda." y fue un murmullo que recorrío el pueblo silencioso. A los pocos minutos el pueblo estaba reunido. Clara que aun conservaba algunas palabras se animó a contar lo que había sucedido. El mecanico del pueblo con un poco de ayuda la maquina arregló y la poesía al pueblo volvió. Historia creada a partir del Cuento " La Fabrica de Palabras"
La Bruja y la sombra. Ya es casi la hora, la bruja respira profundo y hace gárgaras con limón para limpiar su garganta, respira profundo y canta una mmmmmmmm larga y con varios rulos, la canta en tonos graves como de pozo de aljibe y en tonos agudos como de tiza rasguñando un pizarrón. Toma aire e infla como un globo sus cachetes, los infla tanto que pareciera que la verruga peluda que tiene cerca de la boca va a salir expulsada. Abre grande los ojos y los cierra. Abre y cierra mientras respira, estirando las lagañas amarillentas. Está tan nerviosa que las manos le tiemblan al acariciar a Malo, su gato. Es que es un día especial, la bruja ha tomado clases de canto y esta tarde será el Gran Concierto Debut. Espera
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que los vecinos se acerquen al anfiteatro a escucharla. Saca su vestido del armario y dice con su voz aguda como una aguja: - ¡uy! Este vestido se ha arrugado y el collar de arañas puede asustar a los vecinos. Mejor que guarde las pulseras de serpientes para otra ocasión. Mientras plancha su atuendo, el corazón le late fuerte como el tambor de una murga. El miedo crece desde los pies como una sombra apestosa. La bruja Rufina vive en un pequeño pueblo, en una pequeña casita cerca del río. Rufina es especialista en hechizos y ungüentos, no es mala, tampoco es siempre buena, buena al 100%. Rufina está aprendiendo, igual que tod@s nosotr@s. A veces se equivoca y es un poco egoísta, cuando puede pide perdón y se siente mejor, a veces es malhumorada
y un poco ermitaña, pero trata en lo posible de jugar con los demás para que el malhumor se le pase. Rufina está aprendiendo a vivir, así como está aprendiendo a cantar. Malo comienza a maullar, va y viene de la cocina al comedor, salta sobre Rufina que ha quedado distraída mirando por la Ventana. El pájaro del reloj cucú indica que ya es hora de vestirse. A Rufina le tiemblan las manos y la sombra apestosa ya le llega a la cintura... El olor asqueroso comienza a sentirse en la habitación, a Malo se le achicharra la nariz del mal olor y sale corriendo por la ventana. Rufina se mira al espejo y siente que el pecho se le ha vuelto de cemento y le cuesta respirar. El miedo llega a cubrirle hasta el último centímetro de su cuerpo. - ¡Ay pero que olor asqueroso! ¡Estoy horrible!! Los vecinos van a olerme y saldrán corriendo... Nadie vendrá a
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¡¡FELICES VACACIONES!! Nadie vendrá a escucharme... La verruga que asusta a los niños está terriblemente grande. Así no puedo salir. ¿Qué voy hacer?! Rufina recuerda que tiene en su cartera la tarjeta de "Asesoría de belleza Marilina". Menos mal que no la ha perdido, y con una rápida llamada de teléfono, nuestra bruja se ha asegurado que Marilina toque a la puerta en minutos. -Toc, Toc - ¿Quién es? -Señorita Rufina, soy Marilina la asesora de belleza.
vestido. Pero la sombra crecía opacando y apestando todo a su alrededor. Marilina dijo: - ¡Si la sombra crece, la llenaremos de colores y perfumes! Tomó su caja de maquillaje y decoró como un arco iris el rostro de Rufina, vacío bidones de perfumes sobre
maquillaje que lo cubra, tampoco a los feos pensamientos, que se van tejiendo como enormes bufandas.
el cuerpo de nuestra bruja, pero la sombra se hacía cada vez más grande, echando por la borda todo el trabajo de Marilina.
empezaba a despejarse. Se pusieron a cantar juntas y Rufina sonrió. Un arco iris brotó del corazón de Rufina llevándose a la sombra. Marilina dispuso un poco de brillantina sobre las serpientes que se enroscaron en los brazos de Rufina como bellas pulseras. Nuestra bruja estaba lista. El cucú del reloj cantó. El hechizo que detenía el tiempo se disipó y la hora llegó.
Agotada y despeinada... Cosa que nunca le ocurría a Marilina, se sentó en la silla a tomar un vaso de agua... - Hay algo que no estoy comprendiendo-dijo Marilina.
Rufina abrió la puerta y abrazó fuerte a Marilina, la abrazó tan fuerte que casi la desmaya del mal olor. La asesora de belleza entró a la casa con una enorme valija, que al abrirse estaba llena de cajoncitos de colores con cremas, perfumes, talcos y adornos. Marilina, enseguida entendió que se trataba de unos de los trabajos más difíciles de toda su carrera. Pronto cubrió a Rufina de aguas aromatizadas, aceites y cremas de flores. Peinó el cabello y lo trenzó, ordenó a las hormigas amigas de
Rufina estaba desesperada, temblaba de miedo, el tiempo casi que se había agotado, armó un hechizo para expandir el tiempo, así podrían seguir combatiendo a la sombra. Marilina notó que cada vez que Rufina miraba el reloj, la sombra crecía. Entonces dijo: -Rufina, algo te ocurre. ¿Qué sientes? - Siento un nudo en el estómago y mi cabeza está llena de pensamientos feos, es peor que una película de terror. Creo que tengo
Rufina que se abrazaran y entre todas formaran una bella hebilla que combinaba exquisitamente con el
miedo... -Ah! Claro-se iluminó la cara de Marilina- la sombra del miedo. Al miedo no hay
Marilina tomó entre sus brazos a Rufina, le dijo que todo iba a estar bien, Rufina lloró un poquito y se sintió aliviada. La sombra
Rufina esa tarde cantó en un anfiteatro lleno de vecinos que le sonreían, alcanzó los tonos más agudos jamás escuchados, su voz como aguja llegó a todos los rincones del pueblo. Rufina estaba feliz, descubrió ese día que detrás del miedo, se encuentra la alegría. Y los vecinos descubrieron que para el próximo recital mejor poner en las casas ventanas de plástico, no había quedado cristal entero en todo el vecindario.
L@s grandes creadores de Historias 2016 Zoe Lautaro Fatima Ludmila Olivia Luca Luciana Mayte Julieta Abril Morena Victoria
¡¡Gracias!!