UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL LISANDRO ALVARADO DECANATO DE CIENCIAS DE LA SALUD DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN EN CIENCIAS DE LA SALUD
GUIA DIDACTICA
FIBROMIALGIA
Dra. Yelitza Rodríguez L. Correo Electronico:yeli.dc.1312@gmail.com Teléfonos de contacto: 0424-5263791 Fecha de Elaboración: Barquisimeto, Octubre 2018
Fibromialgia. Dra. Yelitza Rodríguez L. Especialista en Medicina Física Y Rehabilitación.
CONTENIDO
1. INTRODUCCION 2. OBJETIVO 3. DEFINICION DE FIBROMIALGIA 4. ETIOLOGIA 5. CARACTERISTICAS CLINICAS 6. DIAGNOSTICO 7. CRITERIOS DIANOSTICOS 8. ÍNDICE DE DOLOR GENERALIZADO 9. INDICE DE GRAVEDAD DE LOS SINTOMAS 10. CLASIFICACIÓN 11. TRATAMIENTO 12. REHABILITACIÓN 13. CONSEJOS DE AUTOCUIDADO PARA PACIENTE CON FIBROMIALGIA.
INTRODUCCIÓN
La Fibromialgia es un síndrome de dolor crónico de causa desconocida cuyo síntoma principal es el dolor generalizado y persistente que se localiza, principalmente, en zonas musculares, tendinosas, articulares y viscerales. En la actualidad, la Fibromialgia se incluye dentro de un espectro amplio de síndromes y situaciones clínicas que cursan con procesos de sensibilización e hipersensibilidad central, los llamados "Síndromes de sensibilización central". Es una de las patologías prevalente en el sexo femenino, se estima que afecta al 2-4% de esta población. Su severidad varía de día en día, y puede cambiar de lugar, llegando a ser más severo en aquellas partes del cuerpo que se usan más, como es el caso del cuello, los hombros y los pies. En algunas personas, el dolor puede ser lo suficientemente intenso para interferir con las tareas diarias y ordinarias, mientras que en otras, sólo les ocasiona un malestar leve.. Entre los principales aspectos que más influyen en la enfermedad y que mejoran el estado general de salud de las personas con fibromialgia, se encuentra el fomento de la actividad física. Si bien el cumplimiento de las recomendaciones mundiales sobre actividad física es importante para el conjunto de la población, para las personas con fibromialgia es especialmente relevante ya que forma parte fundamental del tratamiento.
Por este motivo, se elaboró el manual que recoge de forma precisa aspectos relacionados con la enfermedad, así como del tratamiento rehabilitador donde se muestran modalidades de ejercicios y consejos de autocuidados para el paciente. Este manual ayudará a los profesionales de la salud
y de la
actividad física conocer y aconsejar que tipo de actividad es beneficiosa para las personas con esta enfermedad, lo que permitirá mejorar los síntomas y mantener la capacidad funcional de la persona que la padece, en los ámbitos personales, familiar y profesional, mejorando su calidad de vida, de forma integrada con el abordaje del resto de sus problemas de salud.
¿Qué es la fibromialgia? Basándose en su sintomatología, se trata de un trastorno crónico que provoca dolor generalizado (músculos, ligamentos y articulaciones) siendo éste el síntoma cardinal asociado a la presencia de astenia, sueño no reparador pérdida de concentración y memoria, ansiedad y tristeza, entre otros. Otros síntomas como dolor de cabeza, alteraciones digestivas, mareos, contracturas musculares, escalofríos, febrícula, ruidos en los oídos, prurito generalizado, sequedad de boca y ojos generalizados, son menos frecuentes y no los presentan todos los pacientes aunque pueden aparecer en cualquier momento a lo largo de la enfermedad. Afecta principalmente a mujeres, de edad entre 20 y 50 años.
Fuente: Guía de Debut en Fibromialgia, Asociación de Divulgación en Fibromialgía. http://www.fibromialgia.pro/wp-content/uploads/2015/03/GUIADEBUTBAJA.pdf
Etiología La fibromialgia (FM) sigue siendo desconocida, considerándose actualmente que esta seria multifactorial, englobando aspectos genéticos, físicos, biológicos, psicológicos. Características Clínicas: Los síntomas físicos más característicos de la fibromialgia son el dolor, la fatiga, el trastorno del sueño y la hipersensibilidad sensorial. Además otros múltiples síntomas, habitualmente sin sustrato orgánico Visible.
- síntomas médicamente inexplicables-, suelen coexistir en grado variable.
a. Dolor: afecta a múltiples regiones corporales y, en algunos casos, a absolutamente todo el cuerpo. Suele ser continuo, especialmente en las áreas raquídeas y zonas proximales de extremidades, con oscilaciones a lo largo del tiempo, empeorando por la mañana a la hora de levantarse. Suele presentar una mejoría parcial durante el día y un nuevo empeoramiento por la tarde o por la noche. El paciente suele describirlo como una tirantez, agarrotamiento, punzadas, finas agujas, deprimente y agotador. b. La fatiga: es el segundo síntoma en orden de frecuencia e importancia. Se puede presentar en forma de crisis de agotamiento de uno o dos días de duración o, más frecuentemente, de forma continua, mejorando algo con el reposo. c. El trastorno del sueño: es el tercer síntoma más frecuente, se correlaciona con la severidad de la enfermedad y puede preceder al inicio del dolor. El más característico es el llamado sueno no reparador que, en ocasiones, puede llegar a ser muy limitante. d. La hipersensibilidad sensorial: se manifiesta como intolerancia a ruidos, luces a colores intensos. al frio y al calor en menos intensidad. puede haber parestesias en manos, piernas u otras áreas corporales. e. Síntomas médicamente inexplicables, que se podrían clasificar en:
Motores: rigidez generalizada o localizada al levantarse, contracturas en diversos grupos musculares;
Vegetativos: sensación de tumefacción en manos y otras áreas corporales, mareo o inestabilidad, hipersudoración, distermias, sequedad de mucosas, palpitaciones, cambios de coloración de la piel de manos (fenómeno de Raynaud)
Cognitivos: dificultad de concentración, embotamiento mental pérdida de memoria,
Afectivos: ansiedad, ánimo deprimido.
Diagnóstico Antes de hacer un diagnóstico de fibromialgia, los pacientes deben ser evaluados a fondo para determinar la presencia de otros trastornos. Los pacientes con fibromialgia
no presentan anormalidades
características en las pruebas de laboratorio. Los estudios de laboratorio de rutina y
de imágenes permiten descartar otras patologías con
síntomas similares y otras enfermedades asociadas con la fibromialgia. Por lo tanto, no existe una prueba específica, ni analítica, ni de imagen, ni anatomopatológica para su diagnóstico. Lo que quiere decir que el diagnóstico es exclusivamente clínico. Se establece la sospecha diagnostica ante un paciente que acude por dolor musculo-esquelético generalizado de evolución crónica, asociando fatiga, sueño no reparador y otros síntomas físicos que le provocan un considerable sufrimiento. Y todo ello sin que exista una razón medica aparente que los justifique Criterios Diagnóstico: El Colegio Americano Reumatología (ACR) en 2010 publicó los nuevos criterios preliminares para el diagnóstico de la fibromialgía que evitan la necesidad de explorar los puntos dolorosos. Estos nuevos criterios se basan en determinar: a. El índice de dolor generalizado (IDG), basado en el número de áreas dolorosas, de una lista de 19. b. La escala de severidad sintomática (ESS) que pregunta sobre fatiga, sueño no reparador, alteraciones cognitivas y número de síntomas físicos de una larga lista. Solo se toman en cuenta los síntomas sufridos en la última semana aunque se haya tomado medicamento.
Ă?ndice de dolor generalizado
Interpretación de los índices: La escala de severidad sintomática (ESS) tiene valores que van de 0 a 12 puntos, correspondiendo las puntuaciones más altas a un mayor grado de afectación. El diagnostico puede establecerse cuando un paciente presenta un IDG ≥7 y una ESS ≥5, o bien un IDG entre 3 y 6 y una ESS ≥9.
Clasificación Se ha propuesto una clasificación de la fibromialgia que puede resultar de ayuda para entender las diversas maneras prototípicas de cómo puede presentarse la enfermedad. a. Fibromialgia tipo I o primaria. aquella en la que la fibromialgia no es secundaria a ningún otro tipo de proceso. b. Fibromialgia tipo II secundaria a enfermedades del aparato locomotor, inflamatorias (tipo IIa) o no inflamatorias (tipo IIb) o a otras enfermedades no reumatológicas. c. Fibromialgia tipo III secundaria a alteraciones psicológicas o enfermedad psiquiátrica. En este caso, la fibromialgia, no sería más que la somatización de un proceso psicopatológico subyacente. d. Fibromialgia tipo IV simuladores, normalmente buscadores de pensiones de incapacidad u otro tipo de compensaciones, generalmente económicas. ¿Cómo se trata? Se tiene que tener en cuenta que para la fibromialgia no existe un tratamiento curativo, por lo que las expectativas deben ir dirigidas a mejorar la situación general del paciente y evitar que la enfermedad vaya progresando con el paso del tiempo. El tratamiento de la FM descansa en cinco pilares fundamentales a. Medidas u orientaciones generales.
Reposo o descanso cuando sea necesario en posiciones cómodas y funcionales. Descanso nocturno en cama dura pero cómoda no menos de 8 horas.
Dormir en decúbito supino con almohada muy baja o sin esta, si adopta el decúbito lateral una almohada que mantenga alineada la cabeza con el eje axial del cuerpo.
Postura correcta al incorporarse de la posición acostado a sentado y viceversa.
No realizar largas caminatas, menos aún con peso.
No realizar esfuerzos físicos intensos ni bruscamente.
Posición correcta en la estancia de sentado y de pie.
Evitar el uso de cargas en la espalda y en el tórax anterior.
Orientar sobre la forma correcta de elevar y llevar pesos.
Correcto régimen higiénico – dietético y regular su peso: Preferible alimentos que contienen Triptófano: leche, plátanos, carne rojas, frutos secos. Limitar ingesta de líquidos por la noche, evitar café, té, chocolate y nicotina.
Es importante que se coma al menos cinco veces al día para que en todo momento se cuente con la energía necesaria para afrontar las diferentes actividades. Contribuirá a evitar bajadas de azúcar que incrementen la fatiga.
Disciplina para asistir a las áreas terapéuticas o realizar el tratamiento en el hogar.
Correcto conocimiento de la enfermedad por parte del paciente y su familia.
Corregir defectos podálicos
b. Información y educación del paciente La información sobre el diagnóstico, el pronóstico y las alternativas terapéuticas es especialmente relevante en las enfermedades crónicas. Los pacientes bien informados estarán mejor preparados para afrontar su enfermedad, clínica y emocionalmente, y minimizar sus consecuencias. c. Tratamiento farmacológico: se utilizan aquellos que están estipulados para tratar los diferentes síntomas: •
Analgésicos: para reducir el dolor.
•
Antiinflamatorios: también alivian el dolor y reducen la inflamación.
•
Antidepresivos: con independencia de que el paciente sufra o no depresión, este tipo de medicamentos son muy adecuados para este tratamiento puesto que ayudan a nivelar ciertas sustancias que inciden en la percepción del dolor, como la serotonina o la noradrenalina.
•
Ansiolítico. Sirven para relajar la musculación, reducen la ansiedad y ayudan a dormir.
d. Tratamiento psicoterapéutico La Terapia cognitivo-conductual (TCC) utilizada de forma aislada o en combinación con otros tratamiento tiene una gran eficacia. En la mayor parte de los estudios la TCC mejora varios parámetros de resultado, principalmente
el
comportamiento
relacionado
con
el
dolor,
la
autoeficacia, las estrategias de afrontamiento y la función física global. La eficacia a corto y largo plazo de diferentes tratamientos psicológicos
en
FM
muestran
que
su
aplicación
disminuye
significativamente la percepción del dolor, los problemas de sueño, la depresión y el catastrofismo, además de mejorar el estado funcional. e. Tratamiento físico rehabilitador.
Existe un acuerdo prácticamente unánime en que los programas de ejercicios deben ser una de las recomendaciones básicas en pacientes con FM. Se deben valorar fundamentalmente cuatro alternativas: 1. Ejercicios aeróbicos: permite utilizar grandes grupos musculares involucrándolos en movimientos repetidos, con aumento de la frecuencia cardiaca pero sin superar el umbral anaeróbico (hasta 70-85 % de la frecuencia cardiaca máxima para la edad).
En los pacientes con FM es necesario comenzar con una intensidad de entrenamiento menor (del 60-75 % de la frecuencia cardiaca máxima) y una frecuencia mayor, para que una vez adaptados a la práctica de ejercicio pueda incrementarse la intensidad y disminuir la frecuencia. Deben practicarse al menos 30 minutos diarios duran 3-5 días a la semana tras 6 semanas de programa. Realizar ejercicios de bajo impacto osteoarticular tales como ejercicios en carga (caminar, danza) y en descarga (bicicleta, natación).
2. Ejercicios de fortalecimiento muscular y equilibrio: con ellos se pretende mejorar la fuerza, resistencia y potencia muscular realizando contracciones musculares contra determinadas resistencias como bandas elásticas, pesas o el propio peso del paciente . Deben realizarse mínimo 2 días por semana. Ejercicios globales donde participen los grandes grupos musculares. Se
recomienda
iniciar con una serie de 6 ejercicios (alternando brazos y piernas) de 812 repeticiones, utilizando el propio peso del cuerpo como carga, de uno a tres minutos de recuperación activa entre serie (caminar), e ir incrementando progresivamente el número de series en función de cómo se vaya adaptando el paciente al ejercicio. El Tai-chi, yoga y pilates pueden ser buenos recursos para trabajar la fuerza y el equilibrio, pero deben minimizar los ejercicios con los brazos por encima de la cabeza y las contracciones musculares mantenidas.
Consideraciones particulares: -
Se puede trabajar la musculatura del tren superior en sedestación, para evitar fatiga del tren inferior, especialmente en enfermas con baja condición física o al inicio del programa de ejercicio.
Centrarse en el trabajo concéntrico, eliminando o facilitando la fase de trabajo excéntrico (bajar escaleras o pendientes), para evitar microtraumatismos musculares.
Evitar el trabajo isométrico (sin movimiento) ya que se produce una disminución del riego sanguíneo en el músculo que conlleva a la fatiga del mismo y puede provocar dolor.
Si se desarrolla esta cualidad en el medio acuático la resistencia natural del agua puede ser utilizada como carga de entrenamiento.
3. Ejercicios de estiramiento o flexibilidad: su objetivo es mejorar la flexibilidad muscular y de los tejidos blandos. Se deben ejecutar estiramientos estáticos diariamente o al menos los días que se realicen ejercicios de fortalecimiento muscular o ejercicio aeróbico. Intensidad: En general en personas con fibromialgia, dada la rigidez muscular propia de la enfermedad, se trabajará con menos intensidad que en adultos sanos. Durante la realización de los estiramientos hay que evitar llegar al punto de dolor agudo y se debe individualizar en función de la tensión muscular de cada enferma.
Realizar al inicio una serie manteniendo el estiramiento durante 10 segundos como máximo para ir incrementando gradualmente el tiempo hasta 30 segundos.
Se recomienda una ducha de agua caliente o actividad ligera que deje la musculatura relajada y caliente, facilitando el trabajo de flexibilidad.
El yoga está especialmente aconsejado para aquellas enfermas que presenten un acortamiento de la musculatura muy acentuado.
4. Actividades posturales, de respiración y relajación:
Consiste en ejercicios de alineación postural correcta, respiración y relajación muscular. a. El dolor provoca que se adopten posturas incorrectas, tales como elevación de hombros, contracción del pectoral y debilitación del deltoides posterior.
b. Respiraciones cortas y poco profundas también son frecuentes. c. El sedentarismo, muy común en estos pacientes, provoca rigidez en los músculos flexores de la cadera e isquiotibiales, así como debilidad de los músculos abdominales y desequilibrios en la musculatura postural.
Es aconsejable realizar ejercicios de concienciación de colocación correcta de hombros, cabeza encima de la línea de hombros y no adelantada, flexión ligera de rodillas evitando bloqueos articulares y distribución correcta del peso corporal entre ambas piernas.
También deben realizarse ejercicios de respiración completa y diferenciación de vías respiratorias. Además, es importante incluir ejercicios de relajación, para aprender a diferenciar los estados de tensión-relajación muscular.
Terapia Física
La Balneoterapia ha mostrado eficacia en la mejoría de la clínica.
Hidrocinesiterapia: ejercicios aeróbicos, estiramiento y relajación dentro del agua.
La Crioterapia y termoterapia: disminución de la sensación de dolor y
reducción de puntos dolorosos, aunque la duración de la
disminución del dolor dura unos 90 minutos.
Fototerapia: el láser de baja potencia, está indicado en el dolor miofascial, produciendo un efecto analgésico y de relajación muscular del que puede beneficiarse el paciente con fibromialgia.
La
Electroacupuntura
aplicada
sobre
los puntos dolorosos
disminuye de forma eficaz la clínica dolorosa, pero no se ha valorado su efectividad a largo plazo.
El TENS aumenta la microcirculación en las áreas diana, y estimula la liberación de opioides endógenos, obteniendo beneficios un 70% de los pacientes. se debe aplicar sobre los puntos dolorosos.
La Masoterapia disminuye la tensión muscular, así como también se han reportado resultados positivos con las manipulaciones espinales quiroprácticas y con las compresiones isquémicas.
Osteopatía
y
terapia
manual:
produce
efecto
analgésico,
disminución de la fatiga, mejora la calidad del sueño, movilidad articular y flexibilidad muscular.
EJERCICIOS DE ESTIRAMIENTO: EXTREMIDADES SUPERIORES 1. Musculatura del cuello: de pie o sentado/a, estira lateralmente el cuello, inclinando la cabeza hacia un lado ayudándose de la mano
3. Musculatura del Pecho: de pie con la pared al lado, brazo derecho estirado con la parte interna en contacto con la pared. Gira lentamente el cuerpo hacia la izquierda, pero manteniendo el brazo en contacto con ella.
2. Musculatura del Brazo: extiende y levanta un brazo hasta la altura del hombro y flexiona la muñeca de forma que la palma apunte hacia el techo. Con la otra mano, presiona suavemente hacia atrás la mano que realizar el ejercicio. Repetir el ejercicio con la palma hacia abajo.
4. Sentado/a o de pie con las piernas ligeramente separadas y los brazos estirados, inclinarse hacia un lado y luego hacia el otro. Un brazo queda por encima de la línea de hombros y el otro pegado al cuerpo. Fijase en la colocación correcta de la pelvis para evitar la hiperextensión lumbar.
6.
Musculatura de la espalda: cruzar los brazos sobre el pecho. Inspirar. Espirar
5. Musculatura del Hombro: extender un brazo sobre el pecho y lo más próximo posible a la altura del hombro sin sentir molestias. Con el otro brazo tirar lentamente del brazo extendido hacia el cuerpo (sujetar por brazo, no antebrazo
y rotar suavemente el tronco hacia un lado todo lo posible sin sentir molestias. Espirar durante el movimiento de giro. Mantener las caderas orientadas hacia adelante durante el ejercicio
EJERCICIOS DE ESTIRAMIENTO: EXTREMIDADES INFERIORES 1. Cuadriceps: sujeta la parte posterior de un pie con la mano, halando de él lentamente hacia el glúteo. Evitar la hiperflexión de rodillas. Si no puedes agarrar el pie, puede ayudarse con gomas o una cuerda enganchada al pie. Otra posibilidades apoyar el pie en una silla.
3. Isquiotibiales. Sentados, con una pierna extendida y la otra flexionada con la planta del pie tocando el muslo. Llevar el tronco hacia la pierna extendida
2. Adductores: de pie, con las piernas separadas, flexionamos una pierna y situamos el peso del cuerpo sobre esta con una pequeña inclinación del tronco
4. Glúteos. Sentado con una pierna extendida y la otra flexionada cruzada sobre la pierna extendida. Ayudarse de las manos para llevar la rodilla al pecho.
5. Dedos de los pies: sentado con las piernas cruzadas, agarre con la mano todos los dedos del pie y con la ayuda de las manos flexionar tobillo y dedos.
6. Gemelos: de pie, a una distancia de un brazo de una pared, con los pies paralelos y separados a la anchura de las caderas. Adelantar una pierna con la rodilla flexionada de modo que esté alineada con la articulación del tobillo. El talón debe estar en contacto con el suelo. Extender la otra pierna hacia atrás todo lo posible, con el talón en contacto con el suelo. Apoyar brazos en pared o espaldera
EJERCICIOS DE FORTALECIMIENTO EXTREMIDADES SUPERIORES 1. Sentado/a en una silla o de pie elevación frontal de cada brazo hasta la altura de los hombros, con pesas de 0,5 kg en cada mano.
2.
Realizar flexión y extensión de codos.
3. Abrir y cerrar los brazos estirados horizontalmente, comenzando con los brazos abiertos como se indica en la imagen, y moviendo los brazos hasta que se junten las manos delante del cuerpo. Inclinaciones laterales de tronco, con acompañamiento de brazos con pesas de 0,5 kg en cada mano.
4.
Inclinaciones laterales de tronco, con acompañamiento de brazos con pesas de 0,5 kg en cada mano..
Elevación lateral de cada brazo hasta la altura de los hombros
EJERCICIOS DE FORTALECIMIENTO EXTREMIDADES INFERIORES 1. Elevación frontal de una pierna Repetir el ejercicio con la otra pierna..
2. Elevación lateral de una pierna. Repetir el ejercicio con la otra pierna
3. Subir y bajar una rodilla flexionada como se muestra en la imagen. Repetir el ejercicio con la otra pierna.
4. Flexión y extensión de rodilla, levando el talón al glúteo. Repetir el ejercicio con la otra pierna
5. Elevación de talones
CONCEJOS DE FIBROMIALGIA
AUTOCUIDADO
PARA
PACIENTE
CON
1. Manténgase activo.
Organice su tiempo de trabajo que incluya pequeños descansos (no más de 15 minutos) después de un tiempo de actividad no muy prolongado (por ejemplo alrededor de una hora para trabajos sedentarios o repetitivos).
Seleccione una actividad que le resulte agradable, adáptela si es necesario a su situación actual de forma que pueda hacerla independientemente de su dolor, si es necesario, busque compañía para hacerla.
Tenga en cuenta que el reposo absoluto frecuente o mantenido en el tiempo, sólo es eficaz en el dolor agudo, en el dolor crónico empeora el estado de salud.
No se quede en casa todo el día; busque el momento más adecuado para usted, y sala aunque sea 10 minutos.
Recuerde que uno de los tratamientos beneficiosos es el ejercicio continuado.
2. Ordene sus tareas.
Ordene sus tareas del día, teniendo en cuenta la dificultad que suponen para usted (puntúelas de 0 Ninguna dificultad a 10 dificultad absoluta).Empiece siempre por las másfáciles y felicítese cuando las haga.
3. Piense de forma realista.
Recuerde que todos, en algún momento de nuestras vida, estamos limitados por diferentes razones para hacer alguna cosa o actividad concreta, por tanto evite pensamientos negativos totalizadores o absolutos como por ejemplo “Soy un inútil “o no los crea solo porque le vienen a su mente. No son ciertos y no le ayudan; solo le hacen sentirse mal y bloquean su actividad.
Procure no hacer juicios generales de valor, más bien intente hablar consigo mismo y con los demás describiendo lo que pasa en el momento concreto (ejemplo “Ahora mismo me está costando hacer la cama”).
4. Procure no fijar su atención en el dolor.
El dolor no es su dueño ni controla su vida. Usted y su entorno deben aceptar que el dolor existe, sin necesidad de hacerlo constantemente
presente.
Hablar
de
dolor
o
quejarse
constantemente no ayuda a aceptarlo, por el contrario puede hacer más difícil mantener su control sobre él y empeorar su calidad de vida.
5. Busque alternativa a las situaciones que agravan el dolor.
Identifique aquellas situaciones o actividades cotidianas que agravan el dolor y prepárese alternativas de actuación
6. No se sienta culpable.
No se sienta culpable si algún día no cumple con sus objetivos, a lo mejor eran excesivos, lo importante es que no abandone, revíselo si es necesario con ayuda d su médico y vuelva a intentarlo. Recuerde que muchas veces no se puede evitar o controlar el dolor, pero si se puede controlar los efectos en nuestra vida
7. Comunique sus logros.
Comunique sus logros por pequeños que sean a personas importantes para usted. Es importante sentirse apoyado en los esfuerzos y permitir que esas personas participen en ellos. Comunique también sus logros a su médico para que le ayude a seguir avanzando en la mejora de su calidad de vida.
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