Juan José Zanoletty
¿CÓMO NO SE NOS OCURRIÓ ANTES? Una aventura por los avances de la animación
Yeray Ediciones 2019
ÍNDICE
Y FUE LA PRIMERA PELÍCULA DE ANIMACIÓN..... ....9 Y FRANCIA LOGRA SU LUGAR............................19 Y LA CLAVE ESTA EN EL FOTOGRAMA..................25 Y CÓMO NO SE NOS OCURRIÓ ANTES............... ..35 Y ADIÓS TEMBLOR........................................ ..45 Y TODOS SE ATRIBUYEN EL COLOR.................. ..51 Y LA ANIMACIÓN SE HIZO NATURAL................. ..63 Y LA TÉCNICA CONQUISTA EL MERCADO........... ..73 Y BILL NOLAN DIÓ CON LA TECLA.......................97 Y LOS DIBUJOS ANIMADOS TAMBIÉN HABLARON......................................101 Y LA TÉCNICA CONQUISTA EL MERCADO II........ 121 Y LLEGÓ EL GUION GRÁFICO...........................139 Y CON LA ILUSIÓN DE PROFUNDIDAD SE TOCA EL CIELO........................................ 147 ÍNDICE ONOMÁSTICO....................................181 ÍNDICE DE PELÍCULAS................................... 187
Y FUE LA PRIMERA PELÍCULA DE ANIMACIÓN Ocurre en cualquier rama de la ciencia y de las artes cuando se rastrea a los precursores, y es que en distintos l ug ares g eog r á f i c o s , y a la vez distintos individuos, trajinan en el mismo asunto y llegan a la idéntica conclusión. En USA, Francia o Italia los artistas trabajaban en sus res p ec t i va s obras animadas, ingeniando procesos de elaboración e incluso concibiendo artefactos, y da lo mismo si J. Stuart Blackton estrenara antes que Émile Cohl, o que España sacara pecho por Segundo de Chomón. No importa el lugar de nacimiento del autor, y tampoco cuántos meses se adelantaron a sus rivales, todos ellos forman un solo ente indivisible que no r e p r e s e n t a a n i n g u n a n a c i ó n , s i n o que es herencia cultural de la humanidad. Pero somos de poner fechas y etiquetas, necesarias para una mejor disposición de n u e s t ra historia. De forma que estudiosos, críticos y autores establecen 1906 como el año de la primera animación de la 9
historia del cine, dirigida por el artista nacido en Reino Unido, J. Stuart Blackton (1875-1941), una producción de tres minutos llamada Humorous Phases of Funny Faces. La animación, que es una técnica y no un género, tiene una particularidad histórica de la que carece el resto de técnicas cinematográficas, y es la de su existencia antes que el propio cine. Hay que remontarse al siglo XVII, cuando el jesuita Atanasio Kircher ya andaba dándole vueltas a esto que vino a llamarse la “linterna mágica”. Con el correr de los años fueron otros descubridores y sus artilugios los que hicieron evolucionar este invento de dotar de animación a aquellos elementos que carecían de ella, sirviéndose del principio físico de la “persistencia”, la particularidad que tiene nuestra retina de retener durante un breve espacio de tiempo una imagen. Llegaron entonces el taumátropo, el estroboscopio, el zoótropo o el mustoscopio, y así hasta que llegó el cinematógrafo de los hermanos Lumière. Porque este libro no va destinado a los inquietos de la ingeniería, la mecánica o la física, no 10
vamos a detenernos en estos juguetes capaces de reproducir movimiento. J. Stuart Blackton se encontró con la animación, como quien dice, por casualidad. Cuando ejercía como ilustrador y reportero del New York Evering World conoció a Thomas Edison, y entre pitos y flautas terminó de reportero detrás de una cámara realizando cine, y no solo eso, sino que creó en 1897 su propio estudio, Vitagraph Studios, junto al ilusionista Albert E. Smith. Y claro, al combinar estos ingredientes, ilustración, ilusionismo y cinematografía, no es de extrañar que Humorous Phases of Funny Faces se convirtiera en la primera película de animación de la historia. Entonces surge el chauvinismo francés que pregunta, ¿y Émile Reynaud, padre de la animación? La historia otorga a la obra de J. Stuart Blackton ese privilegio por ser la primera animación registrada en película fotográfica. Recuerden que hemos comentado que hay que remontarse varios siglos para encontrar las primeras animaciones, de ahí la poca significancia de quién fuera el primero en estrenar, se trata del trabajo de un conjunto de científicos y artistas que 11
hacen evolucionar la técnica, y de la misma manera que en un largometraje de dibujos animados todo parece recaer en el director del film, no obstante sin la contribución de productores, animadores, guionistas, etc. no existiría la película. Sin embargo para una mejor comprensión de la historia es necesario poner etiquetas, y Humorous Phases of Funny se ha llevado la de primera película animada de la historia. Se debe incidir que la obra de J. Stuart Blackton utiliza la técnica del stop motion, procedimiento que c o n s i s t e e n a n i m a r fot og rama a fot og rama, de este modo la animación se logra al registrar in situ cada variación del elemento que se quiere animar, y luego durante la proyección se crea el efecto de movimiento. Detalle que le viene muy bien al cine francés para otorgarle un puesto de honor al animador Émile Cohl, como primer autor de una película de dibujos animados, que veremos en el capítulo siguiente. Hay que prestar mucha atención a esto de poner etiquetas, porque si no las respetas los puristas se exasperarán. Vamos a poner un ejemplo muy sencillo, una mesa 12
y sobre ella, una caja de zapatos: nuestro objetivo es lograr el efecto de que esa caja cobre vida y se desplace de un lugar a otro. Logrado el propósito, proyectamos la película, el espectador advierte cómo l a caja de zapatos se desplaza a lo largo de la mesa, entonces nos preguntamos si hemos visto una animación. Yo diría que sí, hemos conseguido animar un objeto que no lo estaba, mover algo que no podía moverse por sí solo. Y ahora llegan las etiquetas. Si para mover la caja se ha usado una técnica de stop motion, es decir, firmamos un fotograma con la caja parada, la movemos un poquito, firmamos ahora la nueva posición de la caja, y así sucesivamente, se ha creado una animación. Si para lograr ese movimiento ha sido necesario colocar en la caja un motor electrónico que se activa a distancia, hemos creado una animatrónica. Para no complicarnos la vida, utilizamos una cuerda de piano atada a la caja, y al tirar de ella logramos moverla, sin que el espectador se percate de que el truco es tan solo una cuerda que para el ojo humano es invisible, hemos logrado que un objeto que no 13
puede moverse por sí mismo parezca que se traslada solo, es una animación. ¡Pues no! El purista de turno te calificaría como estólido. Ese purista tiene toda la razón del mundo, se movió la caja con técnicas habituales de la imagen real, y nunca mediante las técnicas usuales de la animación, recuerden, la animación es una técnica y no un género. Sin embargo, con el paso del tiempo varía el contexto narrativo, técnico e industrial, sin ir más lejos estamos acostumbrados a definir la animación como un género cinematográfico, y no solo no nos escandalizamos sino que asumimos la acepción, de esta forma puede meterse dentro del mismo saco el stop motion, la animación tradicional, la de recorte o la de plastilina, por qué no incluir en el género del mismo modo las marionetas de Dark Crystal (Jim Henson, Frank Oz, 1982) o los muñecos de Los Aurones (Josep Viciana, Antoni D’Ocon, 1988). Esta rotura de las etiquetas molesta al purista, porque si nos saltamos una norma, se da pie a saltarse otras más. E l p r e s e n t e texto no es rec omend ad o para puri s tas 14
si no q ui eren t ermi nar con l os nervi os a fl or d e p i el . La pretensión de J. Stuart Blackton con Humorous Phases of Funny era sorprender al espectador al lograr que unos dibujos en una pizarra cobrasen vida, algo por entonces novedoso, impresionante y de pericia técnica. No conforme con mostrar a una pareja que coquetea o a un caballero que hace malabares con un paraguas, la mano del dibujante (de imagen real) interactúa con los propios personajes, dibujándolos o borrándolos, la mano entra o sale de cuadro con una naturalidad sin que el espectador de entonces advirtiera que el realizador en verdad nunca hacía coincidir la imagen real con la animación, aunque diera la sensación contraria. Humorous Phases of Funny es de una habilidad técnica que no necesitaba más recursos para captar la atención del espectador. Precursor de la película Humorous Phases of Funny es otro trabajo del mismo autor, fechado en 1900, The Enchanted Drawing, este cortometraje que no llega a los dos minutos, J. Stuart Blackton lo elaboró cuando estaba al servicio de la Edison 15
Studios.Al igual que en el anterior, el autor (aquí lo vemos de medio cuerpo para arriba, y no solo la mano) dibuja sobre una pizarra un rostro con estética similar al que elaborará seis años después; junto a él, otros elementos como una botella y una copa que pasan a convertirse en reales. Hasta aquí un efecto similar que el espectador ya había visto en el cine de Georges Méliès, pero el autor ofrece de beber al personaje dibujado, y su rostro malhumorado se convierte en una gran sonrisa con la comisura de los labios arriba, el procedimiento es similar a Humorous Phases of Funny, cuando acerca la botella detiene la cámara, dibuja la sonrisa, y continúa el registro, lo que da la sensación de que hay una interactuación del personaje real con el dibujado. El truco lo repite más adelante cuando le quita un cigarro y el personaje pasa de estar alegre a enojado, y al contrario cuando se lo devuelve. La línea que separa la técnica usada en The Encahted Drawing con la animación es muy tenue, tan ambigua que no sería descabellado decir que es una película de ani mación, aunque en realida solo es un mero 16
efecto visual, de lo contrario se podría decir que Méliès sería el creador de la animación. Seis años después, Blackton al perfeccionar la técnica, si se encontró con la animación. J. Stuart Blackton va a dar otro gran paso en el cine de animación cuando estrena The Haunted Hotel en 1907, una película de algo más de tres minutos donde combina la imagen real con el stop motion. Por primera vez se elabora un film de animación con argumento, donde la técnica de stop motion es fundamental para comprender una historia con su inicio, desarrollo y desenlace, se distancia así de la mera exhibición técnica como fue Humorous Phases of Funny.
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