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DESCENDER
Mas Dura Ser
La Bajada
Las dificultades no terminan. Los ¨pasos tontos¨, como los llama Jorge, se suceden y, con el cansancio acumulado en las piernas, las Pelayas descienden con cuidado y atención. La portilla de los cobardes hay que rebautizarla porque por aquí no bajan las cobardes, ya os lo digo yo…Semejante pedregal que nos ayuda a poner en práctica las bajadas con bastones y nos regala paisajes como el Ameal de Pablo o la Galana e imaginamos las cinco lagunas que nos esperan en la siguiente ruta por Gredos…La bajada además nos regala la compañía de Andrés, con el que entendemos que hasta el guía experimentado puede tener un traspiés. A la montaña hay que quererla y respetarla.