JESÚS ES HIJO DE UNA FAMILIA
Diseño: JL Caravias sj.
Sus padres lo quisieron siempre muchĂsimo.
Este fue el mayor regalo que le dieron.
Le enseĂąaron a caminar por sĂ mismo.
Sus padres enseñaron a Jesús a ser un joven de fe viva en Dios, solidario y comprometido con los problemas del pueblo. Le enseñaron con el ejemplo a tener una actitud permanente de respeto y servicio a los demás
Así Jesús crecía en edad, en sabiduría y en gracia de Dios
Ellos sabían cultivar las habilidades de su hijo.
Le ense帽aron a dialogar con todos.
Buscando siempre crecer en el conocimiento y amor a Dios, sirviendo al pr贸jimo.
Jesús a los doce años buscó aprender más, quedándose en el Templo. Allá escuchaba con interés enseñanzas nuevas y preguntaba con curiosidad a los entendidos.
Buscaba con ansias la voluntad de Dios sobre ĂŠl.
Eso estaba antes que nada.
María y José a veces no lo entendían, pero lo respetaban y querían siempre
Ayúdanos, Jesús, para que nosotros también seamos buenos padres y buenos hijos
Una familia unida, con mucho amor, como la de Jesús, es el regalo mås maravilloso que podemos disfrutar‌
Sabemos, Jesús, que siempre estás en medio de nuestras familias, ofreciéndote para ayudarnos a respetarnos y querernos.