Universidad: Mariano Gálvez de Guatemala. Centro universitario: BDM Facultad: C. J. S. Licda. Mario Mayorga Filosofía.
El idealismo trascendental.
Nombre: Jordy Estuardo Sarat. Carne: 7650-14-14714 Sección: B
Ă?ndice.
Introducci贸n.
El idealismo trascendental es una concepción epistemológica y metafísica propuesta por el filósofo prusiano Immanuel Kant en el siglo XVIII. Brevemente expuesto, el idealismo trascendental establece que todo conocimiento exige la existencia de dos elementos: el primero, externo al sujeto lo dado, o principio material, es decir, un objeto de conocimiento. El segundo, propio del sujeto lo puesto, o principio formal, que no es más que el sujeto mismo que conoce. Con respecto al segundo, Kant afirma que las condiciones de todo conocimiento no son puestas por el objeto conocido, sino por el sujeto que conoce. El sujeto que conoce introduce ciertas formas que, no preexistiendo en la realidad, son imprescindibles para comprenderla. Por esto sostiene Kant en la Crítica de la Razón Pura: "Pensamientos sin contenidos son vacíos; las intuiciones sin conceptos son ciegas" (A51). En otras palabras, sin sensibilidad nada nos sería dado y sin entendimiento, nada sería pensado. Todo lo intuido en el espacio y el tiempo y con ello todos los objetos de nuestra experiencia posible, no es más que fenómenos, esto es, meras representaciones, que del modo en que se representan, como sustancia extensa o series de alteraciones, no tienen existencia propia e independiente aparte de nuestro pensamiento. A este concepto lo llamo idealismo trascendental IDEALISMO El idealismo es la teoría filosófica para la cual la realidad es una consecuencia de la actividad del sujeto. Hay que tener cuidado con esta definición pues nadie niega que existen ciertas realidades que son consecuencia de la actividad del sujeto: los objetos artificiales los ha creado el hombre gracias a la intervención de su cuerpo, el artesano crea físicamente un objeto a partir del movimiento de sus manos y de la planificación de su mente; por otro lado, los objetos de la fantasía también dependen de nosotros, en este caso no de nuestro cuerpo sino de nuestra mente. Cuando se indica que para el idealismo la realidad es consecuencia de la actividad del sujeto no se quiere decir nada de lo anterior. Esa actividad no es la de los órganos corporales del sujeto, y la realidad creada de este modo no es una mera fantasía como en el caso de los productos de la imaginación. El idealismo considera que en el acto de conocimiento el sujeto que conoce influye en la realidad conocida, que la mente está sometida a unos procesos o mecanismos que determinan y construyen la realidad del objeto conocido. Un ejemplo claro de idealismo es el de la filosofía kantiana: Kant creyó que la mente impone a la realidad conocida características que son consecuencia de la propia naturaleza de la mente. El idealismo filosófico se contrapone al realismo filosófico. Podemos comprender qué es el idealismo si lo comparamos con el realismo, la posición filosófica opuesta: 1) para el realismo la realidad conocida existe aunque nosotros no la conozcamos; a la realidad conocida no le afecta para nada el hecho de que nosotros la conozcamos, su ser no queda modificado por el acto de conocimiento, por el hecho de haberla conocido. en resumen, la cosa conocida es independiente del sujeto cognoscente; 2) sin embargo, para el idealismo
la realidad conocida tiene existencia sólo en la medida en que nosotros la conocemos; a la realidad conocida le afecta o influye el hecho de ser conocida por nosotros, en resumen: la realidad conocida no es independiente del sujeto cognoscente. El idealismo es una concepción filosófica difícil de aceptar, y ello precisamente porque parece contraria a nuestras convicciones más básicas; se suele indicar que el sentido común es realista que la actitud natural o espontánea de las personas es realista pues de forma espontánea tendemos a considerar que lo que conocemos (lo que percibimos, lo que nos enseña la ciencia) está en la realidad antes que lo conozcamos, que las cosas existen fuera de nuestro pensamiento. Se han dado distintas formas de idealismo, aunque curiosamente todas después de la filosofía cartesiana. Hasta la Edad Moderna la filosofía había sido realista, con distintas variantes y matices, pero en general realista. los límites en la tesis de que en el conocimiento el sujeto determina la realidad del objeto conocido: así para el idealismo de Berkeley, Dios y las otras mentes existen de modo independiente al propio pensamiento no es idealista respecto de su realidad, pero las cosas materiales agotan su ser en ser percibidas, en ser conocidas sí es idealista respecto de su realidad; para Kant nuestra mente influye en el objeto conocido, pero más allá de la realidad conocida hay otra realidad plena, independiente de nuestro pensamiento, incognoscible pero cierta: la cosa en sí; para el idealismo hegeliano, todo es producto del pensamiento, no existe esa supuesta realidad en sí que esté más allá de lo conocido; El idealismo consiste en la afirmación de que no hay otros seres que los seres pensantes; las otras cosas que nosotros creemos percibir en la intuición serían sólo representaciones en los seres pensantes, a las que no correspondería, de hecho, ningún objeto existente fuera de ellos. En cambio, yo digo: nos son dadas cosas como objetos de nuestros sentidos y existentes fuera de nosotros, pero no sabemos nada de lo que puedan ser en ellas mismas; nosotros no conocemos más que los fenómenos, es decir, las representaciones que producen en nosotros al afectar nuestros sentidos. Según esto, confieso entonces que hay cuerpos fuera de nosotros, es decir, cosas que, aunque nos es enteramente desconocido lo que puedan ser en ellas mismas, las conocemos a través de las representaciones que nos proporcionan su acción sobre nuestra sensibilidad, y a las que damos la denominación de cuerpos, palabra que significa, entonces, simplemente el fenómeno de este objeto que nos es desconocido pero que no por ello es menos real. ¿Se puede llamar a esto idealismo? Más bien es exactamente lo contrario. De hecho, si consideramos, como es justo, los objetos de los sentidos como simples fenómenos, confesamos así mismo, con esto, que tienen como fundamento una cosa en sí aunque no conozcamos como es en ella misma, sino sólo su fenómeno, es decir, el modo en que nuestros sentidos son afectados por este algo desconocido
Egrafia.
http://iessalvadorespriu-salt.
http://es.wikipedia.org/wiki
http://www.e-torredebabel.com
Conclusi贸n.