Demos Gracias

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noviembre 2012

Gracias DEMOS


�a��bras de C�arles F. S�an�ey

Un banquete por Acción de Gracias

A

Aquí en los EE.UU., hablamos con frecuencia de la provisión en noviembre, con el Día de Acción de Gracias casi sobre nosotros, y el año llegando a su fin. Nos gusta contar las cosas maravillosas que Dios ha hecho, dando gracias por su bondad, paciencia y generosidad. Sin embargo, aunque recordamos las maneras como el Señor ha cuidado de nosotros, parece que siempre hay algo más que estamos esperando que Él nos dé. Ya sea de naturaleza práctica, relacional o espiritual, nos esforzamos por encontrar satisfacción, pero las necesidades siguen acumulándose. ¿Qué le hace falta a usted? Con esa pregunta, es probable que una lista de cosas le estén corriendo apresuradamente por la cabeza. La verdad es que, lo que no tenemos nunca está lejos de nuestros pensamientos, mientras que lo que hemos recibido a menudo se va muy al fondo de nuestra mente –a veces tan lejos que apenas recordamos cuán bendecidos somos. Pero no se equivoque: no hay nada malo en estar conscientes de nuestras necesidades actuales. Sin embargo, a menudo dejamos que ellas se conviertan en el foco de nuestras vidas y que nos dominen. El resultado es que nuestros corazones se vuelven ciegos a la abundante provisión que existe a nuestro alrededor –una bendición mucho más grande que el cielo azul, la belleza de la creación, o la comida que ella ofrece; algo más esencial que la ropa, los ingresos, o un techo sobre nuestras cabezas. Es la provisión de Dios mismo, y su presencia constante entre nosotros (Sal 139.7, 8; He 13.5). El Señor, la fuente misma y el sustentador de nuestra existencia, se da a sí mismo a nosotros: su vida a cambio de la nuestra. Y su mesa está puesta con un banquete abundante de amor y misericordia. En verdad, no importa lo que nos falte, tenemos todas las razones del mundo para darle gracias en todo tiempo, que es el tema de mi artículo que aparece en la página 4 de esta revista. Esta primavera pasada, invitamos a los lectores a enviar historias de gratitud por la fidelidad de Dios en sus vidas. Damos gracias por los numerosos testimonios de cómo el Señor está obrando en medio de ustedes, un número tan alto que no tenemos suficientes páginas para publicar cada envío. Cada uno de ellos nos animó a dar gracias, y oramos para que esta selección le inspire a usted a hacer lo mismo.

...nuestros corazones se vuelven ciegos a la provisión que existe a nuestro alrededor ”.

a


conte nido

Esta publicación de ®

es para la Gloria de Dios

Dr. Charles F. Stanley

A R T Í C U L O S

PRESIDENTE Y FUNDADOR

C. Phillip Bowen DIRECTOR EJECUTIVO

John E. Courtney, Jr. VICEPRESIDENTE DESARROLLO Y MERCADEO

Cameron Lawrence EDITOR EN JEFE

Victor M. Rodriguez DIRECTOR DE CONTENIDO

Martha Alvarez Restrepo EDITORA

Nora T. Hernández COORDINADORA DE MERCADEO

Marianela Da Silva DISEÑADORA GRÁFICA

Steve R. Lindsey D I R E C T O R D E M AT E R I A L E S

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Por CHArLeS F. STAnLeY

SeCCiÓn eSPeCiAL

Una orden difícil, pero llena de vida.

Historias de gratitud que Cuando las palabras no exaltan la fidelidad de Dios. sean suficientes, permita que la comida lo diga.

DAR GRACIAS EN TODO

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LA NECESIDAD DE ALIMENTAR

ESTA ES MI HISTORIA

Y DISTRIBUCIÓN

Por erin CHeWninG

David Blahnik GERENTE DE PRODUCCIÓN

SECCIONES OFICINA EE. UU. P.O. Box 48900 Atlanta, Georgia 30362 1-800-303-0033 770-936-6281

LA MISIÓN DE LA REVISTA EN CONTACTO es estimular a todo creyente a cultivar una relación más estrecha con el Señor Jesucristo y apoyar la labor de la iglesia local. Lea la versión digital de esta revista en: encontacto.org Comentarios sobre la revista: editor@encontacto.org

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PODEROSO EN ESPÍRITU

Rendimiento de la inversión

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P or JAmie A. HUGHeS

Por GinGer GArreTT

Ralph Doudera encuentra la riqueza verdadera.

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SOLUCIONES BÍBLICAS

Más allá de su mano Por PATriCK WooD

Para los débiles en la fe, hay un remedio sencillo: Recordar a Dios.

POR FE

Suficiente es un banquete Saber cuando decir “cuándo” es un ejercicio difícil, pero fructífero.

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ENCUENTRO CON JESÚS

Devocionales diarios extraídos de las predicaciones del Dr. Stanley

PRODUCIDO POR IN TOUCH FOUNDATION, UNA ORGANIZACIÓN DE APOYO A MINISTERIOS EN CONTACTO® Revista En Contacto©, noviembre de 2012. Tomo XIII, no2. Todos los derechos reservados. Impresa en los Estados Unidos de América. La revista En Contacto no se hace responsable de la publicación ni EVANGELICAL distribución de ediciones internacionales, ya sea en inglés o traducidas, a no ser que la edición haya sido autorizada por el personal administrativo de la revista In Touch, publicada en los EE.UU. A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas son tomadas de la versión Reina Valera de 1960, Sociedades Bíblicas Unidas. PRESS ASSOCIATION



{AL TRABAJAR, DESCANSAR, SUFRIR, SANAR, REÍR, LLORAR, DUDAR, CREER,

NECESITAR, RECIBIR, DESEAR, DAR, SERVIR, AMAR, MORIR, VIVIR}

una orden difícil por C H A R L E S F . S T A N L E Y

encontacto.org

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eer la Biblia no siempre es fácil. Si alguna vez pensó así, pero le resulta vergonzoso decirlo, no crea que le ha pasado a usted solamente. En la Biblia hay, sin duda, muchas cosas que comprendemos fácilmente. Pero, algunas veces, nos encontramos con un pasaje que nos desconcierta, o peor aún, que nos enoja o incomoda. A veces, es porque simplemente no lo entendemos. Pero, a menudo, nos molesta porque no nos gusta lo Al darnos la orde n que estamos leyendo. Es de dar gracias siem más fácil hacer caso omiso pre, Dios no quiere em de esos versículos y pasar a peorar temas más interesantes, que nuestra situación, ni que ponerse a discutir con Dios dejemos de un lado y hacer lo que Él dice. Leer la razón. Es así com la Biblia es difícil porque, al o nos final, nos desafía a cambiar. consuela y bendic e. Primera a los Tesalonicenses 5.18 es uno de esos versículos que agradecido? realmente pueden sacar a alguien de quiYo enfrenté este dilema hace algún cio: “Dad gracias en todo, porque ésta es tiempo cuando me lastimé el hombro, la voluntad de Dios para con vosotros en y el dolor que experimentaba era insoCristo Jesús”. Pero, ¿qué de esas situacioportable. Leí este versículo, y le dije al nes difíciles y dolorosas? No es razonable Señor: “Sé que dijiste esto, pero no es estar agradecidos por el sufrimiento. razonable cuando estoy sufriendo tanto. Si yo hubiera escrito la Biblia, diría: “En la mayoría de las cosas dad gracias, porque Simplemente, no me siento agradecido”. Luego me di cuenta de que no decía: “Dad ésta es la voluntad de Dios para con vosogracias en todo cuando sintáis deseos de tros en Cristo Jesús”. Es fácil estar agrahacerlo”. Esta orden no tiene nada que ver decidos por las cosas buenas de la vida: por un bebé recién nacido, un aumento de con los sentimientos. sueldo, una casa nueva, o una noticia alenLa gratitud afecta cada tadora del médico. Pero ¿qué pasa si uno pierde su trabajo, descubre que su hijo está área de nuestras vidas. Al darnos la orden de dar gracias siempre, metido en drogas, o el médico nos dice que nos quedan apenas seis meses de vida? Dios no quiere empeorar nuestra situación, ni que dejemos de un lado la razón. Es así ¿Cómo puede esperar Dios, que uno esté 6 |

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En Contacto


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como nos consuela y bendice. Él sabe que El agradecimiento es un ingrediente estar agradecido en todas las circunstancias esencial para tener gozo. No hay manera nos afecta poderosamente. Estas son algunas de “estar siempre gozosos” (1 Ts 5.16), sin de las lecciones que he aprendido: dar gracias en todo (v. 18). Es por eso que las personas ingratas son tan malhumoradas. El La gratitud nos mantiene conscien- gozo es una sensación interior de contentamiento, que fluye de la profunda convicción tes de que el Señor está cerca todo el de que todos los propósitos de Dios son buetiempo. A pesar de que la gratitud no es nos, y que Él está en control. algo natural en las circunstancias difíciles, dar gracias a Dios por caminar con nosotros en los buenos y malos momentos, nos hace Una actitud de agradecimiento más sensibles a su consoladora presencia. fortalece nuestro testimonio ante los incrédulos. El mundo está lleno de persoNos motiva a buscar el propósito nas que están enojadas, frustradas y abrumade Dios en medio de las circunstan- das por las dificultades de la vida. El creyente cias. Saber que el Señor permite las penas que tiene una actitud de agradecimiento, es y las dificultades con un buen propósito, como una luz que alumbra en un lugar oscusuaviza el dolor. Aunque no entendamos ro. Todos querrán saber por qué usted es las razones de nuestro sufrimiento, podediferente. Así podrá hablarles de su Salvador. mos dar gracias porque podemos descansar sabiendo que Él está usando cada adverDar gracias al Señor centra nuestra sidad para transformarnos a la imagen de atención en Él, en vez de nuestras Cristo (Ro 8.28, 29). circunstancias. El secreto para tener un corazón agradecido, comienza con la comNos ayuda a someter nuestra voluntad a Dios. Cuando la situación que esta- prensión del carácter de Dios. Conocer sus maravillosos atributos motiva la confianza y mos viviendo es lo último que quisiéramos, la gratitud. Él sabe exactamente por lo que dar gracias al Señor es un paso gigantesco usted está pasando, le ama incondicionalcon el que demostramos que queremos mente, y le entiende perfectamente. Cuando seguir el ejemplo de Cristo, y decir: “No se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lc 22.42). La usted da gracias en los tiempos difíciles, Él gratitud nos ayuda a reconocer que la volun- se hace más grande, y las circunstancias se tad de Dios es lo mejor, aunque sea dura; de vuelven más pequeñas. El apóstol Pablo era capaz de ver la vida esa manera, somos capaces de renunciar al desde la perspectiva de Dios. En 2 Corintios control de lo que queremos. Someternos al 4.16-18, dice que nuestro sufrimiento actual Señor cambia nuestro corazón. es una “leve tribulación momentánea”. Si usted está pasando por un momento muy Nos recuerda nuestra constante duro, estas palabras pueden sonarle ridícudependencia del Señor. El orgullo, las. Pero Pablo está comparando nuestra la auto suficiencia y la independencia se situación aquí en la Tierra, con lo que nos evaporan cada vez que estamos atrapados en una situación que nos deja indefensos e espera en la eternidad. Para él, un trecho de impotentes. Dar gracias a Dios por su con- cuarenta años de sufrimientos y adversidatrol sobre todas las cosas, nos recuerda que des, no se comparan con el “eterno peso de gloria” que le aguardaba (v. 17). ¡Qué idea solamente Él es nuestra fortaleza.

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tan grandiosa! El sufrimiento que usted experimenta ahora, tiene el potencial de producirle una gloria incomparable en el cielo. ¡Eso sí que es un gran motivo para dar gracias a Dios!

Cuando estamos agobiados por nuestras *circunstancias, dar gracias nos infunde vigor.

La mayoría de nosotros podemos manejar las pruebas durante un corto tiempo, pero si continúan por un largo tiempo, es agotador. Si una enfermedad se prolonga, si siguen sin resolverse algunos problemas, o si las presiones económicas se vuelven más grandes de lo que podemos soportar, es hora de empezar a dar gracias a Dios porque Él ha prometido dar fuerzas a los cansados (Is 40.29). Él liberará su energía sobrenatural dentro de nosotros, para que podamos soportar con paciencia la prueba, y salir victoriosos de ella.

La gratitud transforma a la ansiedad en *una paz, que sobrepasa todo entendimiento (Fil 4.6, 7). Aprendí este principio por medio de

una experiencia muy difícil. Cuando sentí ansiedad, descubrí que quejarme, enojarme y discutir con Dios, no cambiaba mis circunstancias. Finalmente, en mi desesperación, comencé a dar gracias al Señor. Solo entonces recibí su incomprensible paz. Mi situación no cambió por un largo rato, pero la paz de Dios guardó mi corazón todo el tiempo.

¿Qué elegirá usted? La mayoría de las veces, preferimos salir de las dificultades antes que dar gracias a Dios. Pero ¿ha pensado alguna vez que la situación dolorosa es por voluntad de Dios? Recuerde que su propósito es hacer lo que es mejor para usted. Los propósitos del Señor para su vida van más allá de sus días en la Tierra. Comience por dar gracias a Dios hoy, cualquiera que sea la circunstancia en que se encuentre. Después de todo, ¿cuál es la alternativa –la amargura, el resentimiento y las quejas? Dios le hizo a usted para algo mucho mejor: para que disfrute gozo eterno. La transformación comienza con una sencilla palabra dicha desde el corazón: Gracias. Dígala una y otra vez. Repítala. Su gozo será radiante, una luz que brillará en un mundo en tinieblas y en la desesperación. 8 |

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¿Conoce usted a Dios? Aunque practicar la gratitud puede beneficiar a cualquiera, en última instancia no va a transformar nuestras vidas sin un ingrediente clave: una relación con Jesucristo. Al unirnos a Él, el Señor nos llena con el poder de su vida, con su amor y su gozo. Tener un corazón agradecido es una cosa maravillosa, pero aislado no es suficiente para cerrar la brecha que hay entre Dios y nosotros. Necesitamos volvernos de nuestro pecado y aceptar a Cristo, confesando que Él es el Señor, soberano y nuestro guía. Decida reconciliarse con Dios, y experimente la vida que Él ha querido que usted tenga. Puede utilizar la siguiente oración, o sus propias palabras. Señor Jesús, creo que tú eres verdaderamente el Hijo de Dios. Confieso que he pecado contra ti en pensamiento, palabra y obra. Te ruego que perdones todos mis pecados, y que me permitas vivir en una relación contigo a partir de este momento. Te recibo como mi Salvador personal, aceptando la obra que realizaste en la cruz. Gracias por salvarme. Ayúdame a tener una vida que sea agradable a ti. Amén. Con mucho gusto le enviaremos nuestro material gratuito “Vida nueva en Cristo”, para ayudarle a dar el siguiente paso en su relación con Dios. Puede llamar al 800-303-0033, o visitar encontacto.org para más información.


Dios puede usar todas las cosas para bien.

Las tragedias nos dan la oportunidad de descubrir una riqueza de vida que de otro modo no podríamos experimentar. Descubra aquello por lo que usted puede estar agradecido en sus momentos de aflicción. Las bendiciones del quebrantamiento 

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SECCCIÓN Especial

En la pasada primavera, pedimos a

nuestros lectores que compartieran cómo habían visto la mano de Dios obrar en sus vidas, y más de 3.000 personas respondieron. Las páginas siguientes son solo un puñado de los testimonios inspiradores y conmovedores que recibimos. Es nuestra oración, que usted sea motivado al leer sobre la generosidad, la gracia y el amor de nuestro Padre celestial.

* FORTALEZA

DIVINA

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ios me dio la bendición de nacer en un hogar cristiano. Yo creía que, debido a que mis padres eran cristianos, yo también lo era. Hasta que una noche, en un campamento de jóvenes, en medio de la oscuridad, caí de rodillas delante del Señor, le pedí perdón, y pude escuchar su voz diciéndome lo mucho que me amaba. Le pedí que entrara a mi corazón, pues quería ser diferente; quería ser su hija. De ahí en adelante mi vida cambió, y comencé a asistir a un grupo de jóvenes cristianos en donde conocí al que ahora es mi esposo; formamos un hogar en el que nuestra prioridad es el Señor. Fuimos bendecidos con tres hijos, a los cuales les enseñamos los caminos del Señor. Mi hija mayor amaba mucho a Dios y comenzó a asistir a la universidad. Siendo muy joven se enamoró y decidió casarse, por lo que ella y su esposo se mudaron a otra ciudad. Un día, antes de mi cumpleaños, me llamó para desearme un feliz día, pues no iba poder estar conmigo. Su palabras fueron: “Te amo mucho, mamá; te llamaré mañana para felicitarte”. Y esa mañana, muy temprano, me desperté llorando y muy triste. Precisamente a esa hora había ocurrido el terrible accidente. Mi amada hija había partido a su hogar celestial; tenía solamente 20 años. Otro conductor, en estado de ebriedad, se estrelló contra el carro que ella conducía. Me siento muy amada por mi Dios, pues a Él le plació llevarse a mi hija con Él. Ahora mis cumpleaños no son iguales; en ese día celebro encontacto.org

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SECCCIÓN Especial

la entrada de mi querida hija al cielo. Ella siempre decía que pronto vería el rostro de Dios. Yo no he perdido una hija, pues sé dónde está, y sé que un día iré a ese lugar para reunirme con ella. La fortaleza viene de Dios y su fidelidad es eterna. He

*DIOS

Victoria Eunice Durán, C C, TX

RESTAURA

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uando escuché hablar de Dios por primera vez, mi esposo abusaba de mí de todas las maneras. Estaba enferma de depresión, migrañas, sinusitis, y con una endometriosis que me hacía vivir sumergida en medicamentos para combatir los fuertes dolores y la depresión. Tenía una vida completamente destruida por la enfermedad y por el abuso. Incluso, intenté varias veces suicidarme, sin que lo supieran mi familia y mi médico. Los antidepresivos eran muy fuertes, y aunque debía tomar solo una pastilla en la mañana y otra en la noche, tomaba cuatro en la mañana y otras cuatro en la noche. ¡Que esté viva para contarlo es solamente resultado de la gracia del Señor! Cada mañana me despertaba afligida diciéndole a Dios: “¿Por qué permites que me despierte para seguir en esta vida?”. Durante ese tiempo, conocí a una señora que trabajaba en la farmacia que yo frecuentaba; ella me habló de Cristo y me dijo que Él no quería que yo viviera enferma. Tiempo después, me visitó con la pastora de su iglesia y 12 |

crecido espiritualmente, y mi matrimonio ha sido fortalecido. El Señor está en control de todo, y por eso puedo decir: ¡Gracias a Dios en todo!

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con otros hermanos que me presentaron al Señor Jesús. En ese momento recibí al Señor Jesucristo como mi Salvador. ¡Nunca antes había sentido tanta paz en mi corazón! El Señor me prometió que restauraría mi vida y mi matrimonio. Sin embargo, dejé a mi esposo, y estuvimos separados por dos largos años. Le pedí al Señor que me diera otro hombre, porque mi esposo había destruido mi vida y me había hecho una mujer tremendamente infeliz. En respuesta a mi oración, el Señor me prometió un nuevo hombre que me amaría como Él lo hacía, y que me haría feliz. Empecé una nueva relación sentimental con un hombre que yo elegí, pero ese no era el plan de Dios y no duró mucho tiempo. Por obediencia al Señor terminé esa relación, y pocos días después el Señor me dijo que perdonara a mi esposo, y que le diera otra oportunidad. ¡Dios lo había transformado en un hombre nuevo, en el hombre que me había prometido! Mi esposo recibió al Señor en octubre de 2011, y hoy vamos a renovar nuestros votos matrimoniales. Pero Dios apenas está comenzando con nosotros; lo que Él tiene para nuestras vidas es algo más grande de lo que podamos imaginar. El Señor, con su amor y su misericordia, ha restaurado nuestras vidas y nuestro matrimonio. Carmen Ochoa, T, C


Esta es MI HISTORI A

* LIBRE

EN EL ESPÍRITU

M

i historia comenzó a la edad de 8 años. Desde entonces mi mente comenzó a contaminarse de temores, de malas influencias, de pornografía y de vandalismo. Al cumplir 20 años, decidí marcharme a Estados Unidos. Mis padres no se habían dado cuenta hasta ese momento, en realidad, de lo que estaba pasando en mi vida. Aunque fui criado muy humildemente, ellos se esforzaron por darme todo su amor, ayuda económica, educación y consejos, pero no valoré nada. Quería ser alguien que hasta ese tiempo no era. Estando en los Estados Unidos, me involucré en el mundo del tráfico de drogas; deseaba tener muchas cosas, y a pesar de la vida que llevaba, me consideraba bueno. Me casé en el 2003, e hice juramentos sagrados los cuales olvidé muy pronto, a pesar de que mi esposa era mi sueño y mi todo. Pocos meses después de haberme casado fui arrestado. Fui la gran desilusión para todos, especialmente para mi esposa. La verdad salió a la luz. Llegué peleando a la prisión, y me metieron en una celda de castigo. Allí comencé a reflexionar acerca de mi vida. Le pedí a Cristo que si Él existía y tenía poder, me lo mostrara sacándome de la prisión. Noche tras noche le ofrecía servirle, y estando un día en la celda de castigo, y vigilado por cámaras, guardias, puertas de seguridad y paredes dobles, el Señor Jesucristo me visitó y entró en mi corazón. Todo mi ser se estremeció, y de mis ojos brotaban ríos de lágrimas. Por primera vez experimenté libertad y gran gozo. Fui sentenciado a 11 años y 3 meses de prisión; el Señor Jesucristo estuvo conmigo

en el momento de mi sentencia, y lo acepté todo con valor. Desde entonces he padecido luchas, pruebas, peligros, problemas, enfermedades, retos, desprecios y el debilitamiento de mi matrimonio. Pero, en todo Dios ha estado conmigo. Han pasado casi 9 años de cárcel, y después de haber visto a mi matrimonio prácticamente destruido, el Señor le dio vida de nuevo. Sigo preso en la carne, pero libre en el espíritu, y soy feliz. Amo a Cristo, a mi esposa, mi familia y mis amigos. Estoy completamente agradecido con Dios, y lo alabo por siempre. Él perdonó mis pecados, sanó mis heridas, cambió mi interior, y llenó mi corazón. Jesús vino a darme vida en abundancia. ¡Él está vivo, y me guarda firme hasta el final! Rafael Esparza, B S, TX encontacto.org

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SECCCIÓN Especial

*PROVISIÓN

y

GRACIA

D

oy gracias a Dios por la salud de mi madre; según los doctores, ella debería tener cáncer, pero las biopsias demuestran lo contrario. Actualmente, está siendo tratada con medicamentos muy costosos que debe recibir de por vida, y gracias a que Dios hizo un milagro al tocar a un empleado del sector de salud pública de mi país, la

*AMOR

ETERNO

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oy un profesor universitario que experimentó la restauración divina. Dios utilizó una enfermedad tan terrible como el VIH para llevarme a cumplir su propósito. El martes 24 de mayo de 2011, a las 2:01 p.m., mi vida cambió. Un examen médico certificó la noticia que yo jamás hubiera esperado en vida: era VIH positivo. Literalmente, en un minuto vi mi vida pasar delante de mí como una película, y pensé que éste era el fin del mundo. Varias interrogantes llenaron mi mente: ¿Cómo se lo digo a mi familia? ¿Qué hago? ¿A dónde voy? ¿Cómo pasó? El personal que me informó el resultado fue bien diligente y estuvo conmigo para ayudarme a asimilar la noticia. Luego de cuarenta y cinco minutos llorando, comencé a preguntarle directamente a Dios: “¿Por qué a mí? ¿Esto tiene algún propósito en mi vida?” Aunque no obtuve una respuesta inmediata, entendí que algo Dios haría en esta nueva etapa de mi vida. Fue en ese momento cuando me con14 |

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medicina que tiene un costo mensual de 400 USD la recibe completamente gratis, sin haber solicitado tal ayuda. Estoy agradecida a Dios porque, a pesar de que la realidad de los síntomas siguen estando allí, la verdad de Cristo sigue obrando en ella. ¡Gracias a Dios por su salud! Ruth Esther Villanueva, S D, R D

En ContaCto

fronté a mí mismo y me pregunté: ¿Realmente estoy haciendo tu voluntad, Señor? Gracias a Dios, en la actualidad, el VIH no es detectable, y encontré el propósito de Dios para mi vida. Hoy, doy gracias a Dios por padecer esta enfermedad, porque he descubierto que la misericordia del Señor es eterna y su amor no ha cambiado. En 1 Juan 5.4, Dios nos reitera que es la fe en Jesucristo la herramienta poderosa para nuestra victoria, sea cual sea la batalla que libremos. “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”. Roberto José Corsino, C, P R

más en línea

Para leer más historias sobre la fidelidad de Dios, visite encontacto.org/mihistoria.


Cuando las palabras no sean suficientes, permita que la comida lo diga. por

ERIN CHEWNING

Tengo una confesión extraña que hacer: Yo, Erin Chewning, tengo la necesidad de dar de comer a la gente. Sí, damas y caballeros, me oyeron bien. Tengo la necesidad de dar de comer a la gente. Y todos los síntomas indican que no existe una cura para esto. Venga a mi casa y le esperaré con galletas recién horneadas, y con mi insistencia de que se coma una, o dos, o cinco. Soy conocida por presentarme en las casas de los demás con pasteles de carne de pollo, y puedo encontrar casi cualquier excusa para traer bizcochitos caseros. Tenga en cuenta que este “virus” es contagioso, encontacto.org

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aunque apreciado. Una vez que usted lo haya contraído, lo más probable es que lo transmita a otras personas. Tengo, honestamente, la necesidad de dar de comer a las personas. Que yo sepa, mi madre acuñó la frase, y tanto ella como papá son conocidos en mi ciudad por sus habilidades en la cocina. Yo solía bromear con ellos diciéndoles que se peleaban por ser los primeros en llenar la barriga de cualquier alma bendita que entrara por la puerta de nuestra casa. Pero ahora, yo he adquirido la misma costumbre. Al hacerlo, he llegado a ver que este impulso insaciable es, en realidad, una herramienta preciosa para el ministerio. El mismo Jesús vio la importancia de la comida: alimentó a los 5.000, compartió la última cena con sus discípulos, y después de su resurrección preparó un desayuno para ellos. Él sabía que la comida es el centro de la atención y crea un balance. Sí, la comida alimenta a los estómagos hambrientos, pero también abre las puertas para alimentar a las almas hambrientas. La comida cierra la brecha que hay entre nosotros y los demás, y ofrece una manera sencilla y tangible de impartir el amor de Cristo. También nos recuerda que nuestro crecimiento es mayor cuando sacrificamos tiempo y recursos para tocar a las personas en su momento de necesidad. Todos conocemos a alguien que está pasando por una circunstancia difícil: un

ser querido que está en el hospital, un amigo desempleado, o los nuevos vecinos que viven lejos de sus familiares. Estas situaciones presentan la oportunidad perfecta para poner en acción nuestra fe. Ya puedo escuchar las objeciones de aquellos que no tienen confianza en la cocina. Supongamos que no sé cocinar, “¿Cómo puedo preparar una comida para otra familia, cuando apenas tengo tiempo para dar de comer a la mía?” ¡No tenga miedo! Tome nota de los consejos que siguen a continuación, y descubrirá una gran bendición en el servicio de alimentar a los demás. NO TIENE QUE SER UN GOURMET. No tiene que ser un chef de cinco estrellas para preparar una comida para alguien. Sea bueno o malo en la cocina, el éxito de este tipo de ministerio no depende de su nivel de habilidad. El punto no es más que servir a alguien por quien usted se preocupa. Si no se siente lo suficientemente confiado como para preparar una comida, entonces no se complique la vida. Cómprela en su restaurante favorito, o traiga un tipo de comida que pueda terminar de hacer, como una masa de pizza, un frasco de salsa, y un poco de queso rallado. ¡Cualquier cosa será apreciada!

La comida cierra la

brecha que hay entre

nosotros y los demás, y

ofrece una manera sencilla y tangible de impartir el amor de Cristo.

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Y USTED NO TIENE QUE HACERLO SOLO. En nuestros días las familias están


en constante movimiento. Si usted se siente dirigido a aligerar la carga de una persona con una comida, pero no tiene tiempo para hacerlo solo, pida la ayuda de amigos. Si cada persona contribuye, entre todos pueden preparar una comida juntos.

If

UTILICE SU CONGELADOR. Cuando yo estaba en la secundaria, mi madre fue sometida a una cirugía, y sus amigas nos trajeron “comidas congeladas”. Habían preparado cazuelas de pollo, sopas y verduras, las cuales se congelan bien. Por eso, a lo largo de su recuperación, lo único que teníamos que hacer cada noche era elegir un plato y ponerlo en el horno. La próxima vez que usted haga algo que puede congelarse fácilmente, duplique la receta y congele el resto. No sabe cuando alguien más pudiera necesitarlo.

ETIQUETA

y

NUNCA SUBESTIME EL PODER DE UNA BOLSA DE COMESTIBLES. Pan, mantequilla de maní, jugo y cereal, pueden ser los ingredientes perfectos para los nuevos padres o para alguien cuyo cónyuge está en el hospital. Ir a la tienda de víveres es probablemente lo último que usted tenga en mente, por lo que una bolsa de víveres pudiera ser mucho más valiosa que el regalo que usted habría pensado comprar. Compartir el regalo de la comida es algo que usted puede hacer. No tiene que ser algo complicado, sólo tiene que venir del corazón. “Revístase de Cristo” interesándose por alguien que esté necesitado. Le garantizo que no se arrepentirá. Y quién sabe si, incluso, podrá desarrollar la extremadamente contagiosa necesidad de alimentar a otros.

CORTESÍAS COMUNES

1. Asegúrese de consultar con los beneficiarios acerca de cualquier alergia o restricciones

en la dieta que debe tener en cuenta a la hora de preparar o comprar comida para ellos.

2. Haga saber a la(s) persona(s) que pasará a visitar y la hora aproximada en que va a llegar. Esto demuestra consideración y respeto por su tiempo.

3. Haga breve su permanencia, a menos que los beneficiarios dejen claro que les gustaría

que se quedara más tiempo. Aun las personas que normalmente son sociables prefieren un poco de soledad para hacer frente a su situación. Hágales la pregunta: “¿Tienen tiempo para una visita de 15 minutos?” y luego guíese por la respuesta que reciba.

4. En el caso de una familia que pueda necesitar comidas durante varios días o varias

semanas, utilice herramientas en línea gratuitas, tales como mealtrain.com o takethemameal.com. Estos sitios web le permiten crear un calendario en línea donde otras personas pueden anotarse para llevar comidas en días específicos.

5. Las bandejas de aluminio desechables son magníficas por dos razones: En primer lugar, usted no tiene que preocuparse porque le devuelvan sus envases; y segundo, porque los beneficiarios de su generosidad no tendrán que ocuparse de lavar nada. ee nn cc oo nn tt aa cc tt oo .. oo rr gg

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PODEROSOenESPÍRITU

ReNdim

d

Invers El administrador de inversiones Ralph Doudera tiene un talento natural para hacer mucho dinero. Pero ahora se ha concentrado en ser verdaderamente rico. por

JAMIE A. HUGHES

FOTOGRAFÍA POR ANDREW THOMAS LEE

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En ContaCto

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imiento de la

rsión U

n viejo vertedero de basura

es difícilmente un lugar para la reflexión espiritual, pero fue allí precisamente donde la vida de Ralph Doudera comenzó a cambiar, viendo a niños escarbar en la basura en busca de comida. Como exitoso administrador de inversiones, había trabajado durante décadas para hacer montones de dinero cada vez más grandes, tanto para él como para sus clientes. Pero cuanto más ganaba, más infeliz era. Cuando el mercado de valores caía, era imposible vivir con él, y cuando los tiempos eran buenos, recurría a más maneras de capitalizar. Con el tiempo, su compulsión por el dinero creó una brecha entre él y las personas que amaba. Es por eso que, en 1992, viajó a la India con un grupo de personas como él, que estaban buscando deliberadamente un tratamiento para su adicción al dinero –para recuperar una sana comprensión de la prosperidad y una conexión nueva con el Dios que es su fuente verdadera. Pasó un tiempo cerca de los basureros de la ciudad, y en un hospital fundado por la Madre Teresa para los enfermos y desamparados de Calcuta. Trabajaron junto a ella para servir a los pacientes de manera humilde: alimentando a las personas, repartiendo medicamentos, y ayudando con la terapia física. Hombres y

mujeres que habían estado acostumbrados a ser servidos por todo lo alto, se convirtieron rápidamente en ayudantes que limpiaban heridas y la ropa sucia de las camas. Pero, sobre todo, pasaban tiempo consolando a los enfermos. Doudera se ocupó de atender a un hombre de su misma edad. La barrera del idioma hacía difícil la comunicación, pero un día el hombre se acercó y lo abrazó fervorozamente. “Yo sabía que él estaba tratando de decir ‘gracias’, dijo Doudera. “Y el día siguiente murió”. La muerte es un solemne recordatorio de que el dinero, que casi lo destruyó a él, pudo haber sido utilizado para devolverle la vida a otros. Un día, abordó un tren con destino a las afueras de las ciudad. Por más de una hora estuvieron de pie en el atestado vagón, sudando, sin poder moverse. Doudera pensó en el lugar a donde se dirigía, y reflexionó en cómo reaccionaría ante el sufrimiento que vería. Nunca había experimentado nada igual: se dirigía a una colonia de leprosos. Al igual que todo lo demás, durante su experiencia de diez días en la India, la colonia no era lo que él esperaba. Doudera pensó que encontraría a los leprosos alojados en un edificio en ruinas, pero en cambio fue conducido a un lugar cómodo con suelos bien barridos y vibrante pintura verde en encontacto.org

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“Me di cuenta de que tenía tanto, que era hasta vergonzoso, Y jamás fui agradecido. Algo me hizo reaccionar...” las paredes. Vio a pacientes que tenían un salario decente tejiendo y haciendo lienzos. También recibían tratamiento médico, y se les enseñaba, a leer y escribir. Cuando el grupo con el que viajaba entró en el lugar, los residentes dejaron de trabajar para saludar a sus visitantes con una canción. Juntos, cantaron fuertemente una melodía en hindi. “Jesús, sé mis ojos. Jesús, sé mis piernas”. Doudera miró alrededor y se dio cuenta que a muchos les faltaban o lo uno o lo otro. “Pero había un gozo en sus vidas que yo no tenía en la mía”, dijo. “Y entonces caí en cuenta: estaba presenciando todo esto en el Día de Acción de Gracias.” Era como si el significado de la frase tuviera sentido para mí, por primera vez. “Me di cuenta de que tenía tanto, que era hasta vergonzoso, y jamás fui agradecido. Algo me hizo reaccionar en ese momento”. Doudera llegó a la decisión de que no regresaría a su casa para vivir como antes. “Lo único que podía pensar era: ‘Me gustaría que mis hijos estuvieran aquí; necesitan ver esto’”. Con esa idea clavada en su mente, regresó a su casa una semana antes de Navidad y comenzó un capítulo nuevo en su vida. Doudera esperaba tener sentimientos de culpa después de su regreso de la India, pero no fue así. “Lo único que sentía es que tenía el compromiso de marcar una diferencia; de poner mi dones a trabajar de una manera positiva”, dijo. Y eso fue exactamente lo que hizo. Se mantuvo buscando formas de ganar dinero con el fin de darlo. En vez de enfocarse en gastarlo, dándolo a cualquiera que le pidiera, puso en práctica un estilo más selectivo de generosidad. En la actualidad, él da a un puñado de organizaciones benéficas cristianas y a grupos que tienen lo que el 20 |

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llama “el factor de multiplicación”; producir el mayor cambio para Cristo. Doudera siente que, gracias al tiempo que pasó en la India, es mucho más fácil desprenderse del dinero. Ahora reconoce que toda la riqueza es, en primer lugar, de Dios. Sin embargo, él sabe que todavía el proceso de transformación en él está lejos de concluido. “Necesito tener presente todo el tiempo quién es mi Fuente”, dijo. “Ninguno de nosotros puede vivir en la relación de ayer con el Señor. Tenemos que preguntarnos: ‘Señor, ¿qué quieres que haga hoy?’, y dejar que Él nos lo revele”. Lo sagrado y lo secular trabajan ahora juntos, por un hombre que se describe a sí mismo como un administrador de las riquezas de Dios, en vez de uno dominado por el dinero. Doudera se esfuerza por donar por lo menos la mitad de lo que gana anualmente. ¿Su meta? Enseñar “a los ricos que no sean altivos, ni pongan su confianza en riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas” (1 Ti 6.17). “Me gusta contar a la gente mi historia, para mostrarles que mi vida es mucho mejor ahora porque sirvo a Dios, en vez de servir al todopoderoso dólar”, dijo. “Dios nos hizo para dar. Eso nos da vigor”. Varios años después de su visita a la India, Doudera regresó con sus cinco hijos. Les dio un recorrido por todos los lugares que él había escogido apoyar financieramente. “Quería mostrarles exactamente a dónde estaba yendo su herencia”, dijo, riendo. “Todavía están aprendiendo al igual que yo. Pero saben que su papá no es el mismo hombre que solía ser, y que se debe gracias a la relación que tengo con mi Salvador”. Ralph Doudera es el autor del libro The Wealth


PROGRAMACIÓNdeRADIOyTV

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Cómo orar por nuestros gobernantes PDV1CD - Principios de vida -Vol. 1 (6 CDs) Libremos nuestras batallas de rodillas II LPDCD - Las promesas de Dios (6 CDs) Nuestro Dios de las promesas I Nuestro Dios de las promesas II Las preciosas promesas de Dios I Las preciosas promesas de Dios II El cumplimiento de una promesa I El cumplimiento de una promesa II Cómo acogerse a una promesa I Cómo acogerse a una promesa II La promesa de sanar I La promesa de sanar II Ayuda para nuestra sanidad I Ayuda para nuestra sanidad II Es bueno dar gracias a Dios III El alcance de nuestra gratitud I El alcance de nuestra gratitud II Confiemos en la fidelidad de Dios I Confiemos en la fidelidad de Dios II DOVCD - Descubra su objetivo en la vida (4 CDs) Cuando nos sentimos desesperados Firmes en nuestra esperanza I Firmes en nuestra esperanza II

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TV 11/04/12 11/11/12 11/18/12 11/25/12

La promesa de sanar Ayuda para nuestra sanidad El alcance de nuestra gratitud Confiemos en la fidelidad de Dios

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solucionesBÍBLICAS

Para los débiles en la fe, hay un remedio sencillo: Recordar a Dios.

T

por

PATRICK WOOD

Tenemos, por lo general, una extraña tendencia en lo que tiene que ver con las oraciones contestadas. A pesar de que podemos ser testigos de la mano de Dios obrando de manera impresionante, es posible que no seamos capaces de ver el propósito más allá de estos maravillosos hechos –el mismo Dios. O, para decirlo de otro modo, nos enamoramos más de lo que Él puede hacer, que de Quién está detrás del hecho. Esto no es nada nuevo para la humanidad. Consideremos, por ejemplo, la situación de los israelitas mientras vagaban por el desierto en el exilio. Entre otras provisiones, Dios los había librado de la esclavitud, dividió el Mar Rojo, y dio maná con sabor a miel y hojuelas. Uno pensaría que esto es suficiente para “gustar y ver que el Señor es bueno” (Sal 34.8), aparte de que es todopoderoso. Pero al añorar lo que tenían cuando vivían en Egipto, los incrédulos querían más: es decir, carne, específicamente, codornices. De modo que los israelitas le exigieron carne a Dios, no porque tenían confianza en su bondad, sino porque estaban probando su capacidad, como si lo estuvieran sometiendo a un juicio (Sal 78.18, 19). Afortunadamente, Dios caminó con su pueblo. Les dio codornices y más: agua de la

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roca (Éx 17.1-6), sanidad sobrenatural (Nm 21.9), y ropas que no envejecían (Dt 8.4). Pero, una vez más, la intención del Señor no era simplemente colmar a los israelitas de manifestaciones impresionantes, sino ayudarlos a reflexionar en cuanto a la naturaleza de su persona. De esa manera, cuando las circunstancias exigieran una provisión de la que ellos no habían sido testigos todavía –como la capacidad para derrotar a gigantes en la Tierra Prometida (Dt 1.28)– su fe se habría visto fortalecida por los hechos anteriores. Reconocerían la verdad suprema de que Jehová es el Dios para quién todas las cosas son posibles. Él es la clase de Dios que cumple sus promesas; por tanto, ¿por qué no habría de ayudarlos ahora? Pero, lamentablemente, esa no era la línea de pensamiento de los israelitas. En lugar de eso, no fueron capaces de confiar en la seguridad del carácter de Dios. Por consecuencia, la capacidad de derrotar a los gigantes y adueñarse de la Tierra Prometida se le daría a la generación siguiente (Jos 11.21). Este es el resultado trágico cuando somos testigos de la obra de Dios, pero no le damos la importancia que Él merece. Pero hay buenas noticias, según la


Escritura: Hay una esperanza más grande para usted y para mí, porque tenemos el Espíritu Santo que vive en nosotros, quien nos ayuda a que no repitamos los mismos errores que cometió Israel. Él no solamente nos ayuda a permanecer en el buen camino, sino que, nos recuerda las cosas que Dios ha dicho y hecho en nuestras vidas, y aumenta nuestra comprensión de ellas (Jn 14.26). Este aspecto del ministerio del Espíritu Santo es la práctica de la “recordación sagrada” –la disciplina de la acción de gracias deliberada, que nos protegerá de perder la esperanza cada vez que enfrentemos obstáculos. Hacemos esto mediante la evaluación periódica de todas las cosas maravillosas que Dios ha hecho para nosotros, ya sea en compañía de hermanos en la

la recordación sagrada enfoca nuestra atención no solo en lo que Dios ha hecho, sino en agradecimiento por quién Él es. fe o en privado mediante nuestra expresión escrita o la oración. La recordación sagrada revive nuestra confianza en el carácter del Señor, fortalece nuestra fe y confiere poder a nuestras oraciones. El Salmo 105 (NVI) sirve como ejemplo, que pone al relieve los grandes hechos de Dios en cuanto a su fidelidad para con Israel como nación. Por cierto, el salmo comienza con “Den gracias al Señor”, y termina con “¡Alabado sea el Señor!” En el libro de los Salmos, estas frases se complementan: de manera semejante, la recordación sagrada enfoca nuestra atención no solo en lo que Dios ha hecho, sino en agradeci-

miento por quién Él es. Usted puede, del mismo modo, escribir su propia versión del Salmo 105. Por ejemplo, haga una cronología de sus oraciones más importantes y de los deseos que Dios satisfizo a lo largo de los años. Estos hechos de la bondad del Señor son mucho más que breves estallidos de protección que van y vienen rápidamente. Son afirmaciones de su naturaleza eterna: Él es nuestro proveedor, y siempre lo será. Hay una razón por la que el apóstol Pablo dice que nuestras peticiones deben hacerse con acción de gracias (Fil 4.6). La gratitud genuina nos lleva a las cámaras de la alabanza. Y una vez dentro de ellas, hay algo en la contemplación de Aquel que está en el trono, que pone en perspectiva la abundancia de su gracia, incluyendo aquello que pensamos y por lo cual oramos. La recordación sagrada le ayudará a ir más allá de la capacidad de la mano de Dios, a la esencia de su corazón. Y cuando llegue allí, estará aun más inclinado a intentar alcanzar su mano simplemente para agarrarla, como un hijo amado –para recibir de Él poder para todas las cosas que toque.


porFE

Suficiente es un banquete

En la tierra de la abundancia, saber cuando decir “suficiente” es un ejercicio difícil, pero fructífero. por

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GINGER GARRETT

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staba de compras en

una tienda benéfica de segunda mano cuando lo divisé: era un bordado en punto de cruz que decía: “Suficiente es como un banquete”. No compré el artículo, pero sus palabras permanecieron conmigo durante varios días. Alguien había robado recientemente 10.000 dólares del negocio de mi marido, y los temores en cuanto al dinero me torturaban. “¿Tendremos suficiente?” Era la cantinela incesante que tenía en mi mente.

Una noche, en medio de mi inquietud, el Espíritu Santo me impulsó a hacer una lista de todo lo que yo había experimentado como “suficiente” en el día. Había oído hablar de hacer listas, pero ¿se podía hacer también una lista de lo “suficiente”? Comencé a escribir. Tuve suficiente ropa que ponerme, y comida para alimentarme. Suficiente para dar un beso de buenas noches a mis niños, y para decirle a mi esposo que lo amaba. Energías para poner a lavar ropa, llamar a mi madre, y hacer trabajo de oficina. Siempre tuve tiempo suficiente para todo lo que tenía importancia, porque tenía un Dios que prometía suplir mis necesidades. Lo que me faltaba era fe para ver esa verdad en mi vida, en acción. No soy la primera en descubrir este regalo. En una helada mañana de Nueva Inglaterra, hace cerca de cuatrocientos años, cansados peregrinos se levantaron temprano y comenzaron hacer preparativos para lo que llegaría a conocerse como “el primer Día de Acción de gracias”. Luego de un crudo invierno donde la mitad de sus amigos y familiares habían muerto, la pri-

mavera y el verano habían sido favorables, y la cosecha abundante. Edward Winslow, un participante en la primera fiesta, escribió: “Aunque no sea siempre tan abundante, como lo fue esta vez, con nosotros, sin embargo, por la bondad de Dios, estamos muy lejos de la privación...” Vivimos en una cultura a la que le resulta difícil identificarse con el sentimiento de Winslow. Cuando la mayor parte del mundo vive con menos de un dólar al día, nuestros peores años parecen muy ricos al resto de la sociedad. Es difícil reconocer lo que realmente es suficiente. La creencia no expresada y a veces inconsciente de la sociedad moderna occidental, es que si no tenemos un superávit, no tenemos suficiente. Pero suficiente es una gracia sutil –una tranquila sensación de satisfacción; una delicada ten-

Suficiente es una gracia sutil –una tranquila sensación de satisfacción; una delicada tensión que exige concientización y humildad. sión que exige concientización y humildad. Suficiente es la práctica de tomar conciencia de la fidelidad de Dios. En una cultura que oscila frenéticamente entre el temor a la escasez y el amor a la superabundancia, hemos aprendido el secreto de estar satisfechos en cualquier situación: Podemos hacer todas las cosas por medio de Cristo –incluyendo la relajación y el disfrute de las bendiciones de manera confiada entre ambos extremos (Fil 4.11-13). Al igual que los primeros peregrinos, experimentamos abundancia, y damos gracias a la sombra de una gran pérdida. Pero, por la gracia de Dios, el simplemente arreglárselas puede ser abundante, y suficiente puede ser un banquete. encontacto.org

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Aferrarnos a nuestra esperanza

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jueves

Las promesas de Dios

leer | 1 samuel 1.1-18

leer 2 CoRInTIos 1.18-22

a situación de Ana parecía irremediable. estaba angustiada porque “porque Jehová no le había concedido tener hijos”. esto solo era ya un gran motivo de desgracia para una mujer hebrea. Pero Ana sufría aun más por la provocación intencional de la otra esposa de su marido, que había sido bendecida con hijos.

a vida cristiana descansa en el fundamento de las promesas de Dios para hoy y para el futuro. Podemos confiar en todo lo que nuestro Padre celestial ha dicho porque su Palabra enseña que Él es... Veraz. el Señor sabe lo que es verdad y habla rectamente en todo. Podemos tener por seguro esto, que Dios es santo; en Él no hay ningún pecado. es también omnisciente; lo sabe todo (He 4.12, 13). Sus promesas se basan en su conocimiento y su verdad infinitos. Fiel. La biblia compara al Señor con un pastor que “recoge los corderos en sus brazos; los lleva junto a su pecho” (is 40.11 nvi). Lo que Él ha planeado para nosotros lo llevará a buen término (ro 8.28). nuestro Padre celestial no cambia en sus intenciones o en su voluntad. amoroso. el amor de Dios por nosotros fue demostrado en la cruz. envió a su Hijo Jesucristo a morir crucificado, para recibir el castigo por nuestros pecados. el Salvador experimentó la ira de Dios contra la iniquidad, de modo que pudiéramos conocer su amor. esta es la prueba suprema del amor que Él nos tiene. todopoderoso. el poder divino creó al mundo y levantó al Salvador de la tumba; por eso sabemos que Dios tiene el poder de llevar a cabo todos sus planes. nuestro Padre omnipotente tiene la capacidad de cumplir cada una de sus promesas.

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Aferrarnos a nuestra esperanza puede ser difícil cuando las circunstancias son amargas y no hay señales de progreso. Para los creyentes, esto puede ser aun más desalentador, porque saben que Dios puede satisfacer sus esperanzas y remediar la situación, pero no lo ha hecho. Ana era una mujer de gran fe, aun en medio de su frustración y de su dolor. Año tras año seguía yendo a Silo para adorar al Señor. La perseverancia es una cualidad que Dios valora mucho en su pueblo. el aguante en las pruebas da un carácter piadoso y una esperanza que no avergüenza (ro 5.3-5). el dolor agudo muchas veces lleva al Señor. Ana había adorado fielmente a Dios en compañía de todo israel, pero esta vez fue sola al tabernáculo para orar al Único que podía ayudarla. Con amargas lágrimas derramó su alma delante del Señor, y le ofreció el sacrificio de lo que ella más valoraba —un hijo. Puso su espe-

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r e f l e x i Ó n

Foto por Charles F. Stanley

Una promesa tiene valor solo si quien la hace es de carácter confiable y tiene la capacidad de cumplirla. nuestro Padre celestial es veraz, fiel, amoroso y todopoderoso. Podemos basar toda nuestra vida en sus promesas, confiados en saber que Él hará exactamente lo que ha dicho.

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viernes

fin de semana

Confianza en tiempos difíciles

Dos clases de promesas

leer Salmo 119.57-59

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a Biblia contiene dos clases de promesas de Dios: las incondicionales y las condicionales. Una promesa incondicional es aquella cuyo cumplimiento le incumbe solamente al Señor; su compromiso no está sujeto a las personas ni a las situaciones. Un ejemplo sería la garantía de Dios de no enviar jamás otro diluvio para destruir a toda la Tierra (Gn 9.11). No importa cómo se comporte el mundo, Él no tomará de nuevo esta acción. La segunda clase de promesas divinas es la condicional. En otras palabras, el Señor está dispuesto a actuar bajo ciertas circunstancias. Es, por lo general, una declaración de “si… entonces”, e implica nuestra participación. Veamos tres promesas condicionales que tienen que ver con la salvación, el perdón y la sabiduría. 1. Romanos 10.10 nos dice que la promesa de salvación es para quienes confiesen con su boca y crean en su corazón que Jesús es el Señor. 2. Si venimos al Señor con una sincera confesión de pecado, tenemos la garantía de la limpieza y el perdón divinos (1 Jn 1.9). El cumplimiento de esta promesa por el Señor depende de que procedamos de manera obediente. 3. Santiago 1.5, 6 nos dice que pidamos a Dios sabiduría, sin dudar de que la recibiremos. Si nos acercamos al Señor con fe, Él nos dará entendimiento.

LEER R o m a n o s 8 . 2 8 - 3 1

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n los tiempos de dificultad, yo me aferro a la promesa del Señor de que Él tiene el control de todo. Esta verdad es un recordatorio de que nada sucede al azar. Pero al mismo tiempo, saber que Dios tiene la autoridad final puede dejarnos preguntándonos por qué permite circunstancias dolorosas en nuestras vidas. Me gustaría tener una respuesta fácil, pero ciertamente los caminos del Señor están más allá de nuestra comprensión. Sin embargo, tenemos ciertas garantías que nos ayudan a soportar: • Algunas dificultades son el resultado directo del pecado. Así como unos padres amorosos enseñan a sus hijos, Dios nos enseña con nuestros errores. • El Señor promete hacer que todas las cosas obren para nuestro bien. Hay un panorama mucho más grande de lo que podemos ver. • Las pruebas son a menudo necesarias para acercarnos más a Dios. Como pastor, he visto que muchos cristianos con una vida cómoda se vuelven autosuficientes. Se deshidratan espiritualmente, pero no son capaces de reconocer su necesidad. Nuestro Padre celestial permite las pruebas para acercarnos a Él. Podemos tener confianza en medio de la dificultad cuando descansamos en la verdad de que el Señor Jesucristo tiene el control total, y de que Él obra todo para nuestro bien.

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Dios hará exactamente lo que ha prometido. Pero Él exige nuestra obediente cooperación antes de cumplir sus promesas incondicionales. Para recibir la bendición formulada, debemos satisfacer las condiciones que Él ha puesto. Si espera que el Señor cumpla su promesa, cumpla con su parte.

Desde nuestra perspectiva, la vida a veces parece desmoronarse. Pero al utilizar la visión espiritual en vez de nuestra capacidad humana, sabemos que Dios tiene el control. Él promete valerse de nuestras circunstancias para producir bien, y nos fortalecerá en cada paso. Anímese, entonces, y confíe. www.encontacto.org

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lunes

Confianza en las pruebas

le e r 1 TE SALONIC E NS E S 5 .2 3 , 2 4

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odos experimentamos adversidades, y las pruebas pueden sacudirnos si no nos aferramos a la verdad. Permítame que le hable de tres seguridades que podemos recordar en medio de la angustia. Primero, Dios siempre atenderá nuestras necesidades. Nos bendecirá con todo lo que sea necesario para realizar su propósito en nuestras vidas. Su objetivo es santificarnos, no simplemente satisfacer nuestros deseos. Segundo, nunca estamos solos. Dios prometió estar con nosotros siempre (He 13.5). La soledad es algo que, por lo general, acompaña a la adversidad, y por eso podemos sentirnos abandonados o rechazados por familiares y amigos. Pero nuestro Padre celestial ha enviado su Espíritu para que esté con nosotros y en nosotros, hasta el día que nos lleve al cielo (Jn 14.16, 17). Él es todo lo que necesitamos: Nuestro abogado, guía, ayudador y consolador. Tercero, el amor de Dios es eterno. Su amor es incondicional, incluso cuando Él nos reprende. Los padres amorosos permiten que sus hijos desobedientes sufran las consecuencias de sus decisiones; reconocen la bendición de aprender de los errores. Por supuesto, hay veces cuando somos afectados negativamente por las malas acciones de los demás. Sin embargo, Dios es soberano y permite solo lo que será para bien en las vidas de sus seguidores.

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La pasión por obedecer

l e e r Juan 14.15

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ara un sermón que prediqué hace varios años, escribí una lista de cosas y lo titulé “La evolución de una pasión por obedecer a Dios”. Esa pasión no surge completamente en el momento de la salvación. Es verdad que iniciamos nuestra nueva vida en Cristo con el deseo de agradarle; pero eso no incluye el obedecerlo, sino que la búsqueda resuelta e intensa de su voluntad se desarrolla más lentamente. De hecho, la primera etapa –el temor a las consecuencias de la desobediencia– escasamente se considera como temor a Dios. Pero al avanzar en nuestra fe y hacer el compromiso de obedecerle, llegamos con el tiempo a la etapa final, que es el amor y la devoción a Cristo. Ir de la primera etapa a la última comienza con lo que usted puede esperar: Un conocimiento mayor de Jesucristo. A medida que profundizamos en la Palabra para ver como Él ha ayudado a los fieles, desarrollamos el deseo de recibir lo mejor de Dios. Hombres como Moisés, David y Pablo, no estuvieron satisfechos con lo que el mundo podía ofrecerles, y tampoco lo estaremos nosotros cuando seamos testigos de su obra. Así pues, ponemos a prueba nuestra obediencia, y descubrimos que las bendiciones que Dios ha prometido son reales. Cuando tenemos un fiel registro de recompensas por hacer su voluntad, reconocemos la sabiduría de la obediencia.

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En los tiempos de dificultad, podemos recordar que Dios está siempre con nosotros, y que nos ama por siempre. Aunque Jesús dijo que tendríamos aflicciones, también nos ofreció ánimo. No olvide que las pruebas son temporales, mientras que el amor de nuestro Padre celestial es eterno.

¿Se encuentra usted entre el temor y la devoción a Dios? Tengo la esperanza de que se haya comprometido a obedecer a Dios, y que está leyendo su Palabra cada día. Dios quiere que usted le dé lo mejor –la búsqueda apasionada de su voluntad–, porque Él le está dando lo mejor.

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miércoles

El compromiso de obedecer para moldearnos

leer Salmo 1

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a Biblia proclama el gran poder y la majestad del Señor, al mismo tiempo que revela su inmenso amor y su misericordia. Él es digno de nuestro apasionado y total sometimiento, pero no siempre lo recibe. ¿Está usted entre los pocos que se rinden a Él sin reservas? La obediencia absoluta es obedecer a Dios sin importar las consecuencias. Esto significa que obedecemos al Señor aun cuando nuestros amigos elijan un camino diferente, o cuando tengamos por seguro el sufrimiento o la humillación. Ver hecha la voluntad de Dios es más importante que nuestro propio bienestar o nuestras ambiciones. Dejamos las consecuencias a Dios, y nos aferramos a sus promesas: Él nunca nos desamparará (He 13.5), y hace que todo obre para nuestro bien (Ro 8.28). Fíjese en la palabra “compromiso” en el título de nuestro devocional. No estoy escribiendo de la obediencia que surge en el momento (como en: Decido obedecer a Dios en esta ocasión), sino del sometimiento como un estilo de vida. Poner restricciones al cumplimiento es muy tentador; queremos ser capaces de cambiar de opinión cuando obedecer trastorne nuestro estilo de vida, el resultado final no sea claro, o simplemente estemos asustados. Pero déjeme hacerle esta pregunta: Si Jesucristo es el Señor de su vida, ¿qué derecho tiene usted de ponerle límites a su voluntad?

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jueves

La autoridad ordenada de Dios

LEER 1 S a m u e l 1 5 . 1 - 2 3

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l plan de Dios para cada uno de nosotros es que tengamos lo que es mejor para nosotros. Su designio nos lleva a plenitud de vida. Pero no nos creó para que fuéramos unos robots sin vida y sin entendimiento. El Señor nos permite elegir si vamos a obedecerle o no. Nuestra naturaleza humana tiende a elegir un rumbo egocéntrico que se aparta de la autoridad de Dios. Pero al hacerlo nos perdemos de lo mejor que Él tiene para nosotros. Pensemos en la vida del rey Saúl. Dios escogió a este hombre para que fuera rey, y le dio órdenes. Aunque Saúl conocía las instrucciones del Señor, decidió hacer las cosas a su manera. A veces, su pecado era indudablemente deliberado, tal como su intento de asesinar a David por celos. Otras veces, sin embargo, su rebelión parecía menos clara. Por ejemplo, a pesar de la orden que Dios le dio de destruir por completo a los amalecitas y a sus animales, Saúl dejó con vida lo mejor del rebaño, con la justificación de que eran para “ofrecer sacrificios a Jehová” (1 S 15.3, 21). Su desobediencia le costó el trono y, al final, lo llevó a la destrucción. Este hombre eligió el camino que satisfacía sus deseos carnales del momento, pero como sabemos por su historia, el resultado final no fue nada agradable. Nosotros podemos aprender de los errores de Saúl. La obediencia a medias es pecado.

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Los creyentes no tienen el derecho de establecer sus propios límites; su único criterio para tomar decisiones debe ser: ¿Qué quiere el Señor que haga? La obediencia es siempre lo correcto. Obedecer a Dios en todas las cosas, es el camino más seguro para tener su favor.

Cada día enfrentamos los mismos tipos de decisiones. Aunque los detalles sean diferentes, tanto las tentaciones grandes como las pequeñas nos atraen. Podemos vivir de acuerdo con la voluntad de Jesucristo, obedeciendo su dirección, o negarnos a hacerlo. Decida hoy vivir como Dios manda. www.encontacto.org

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Causas de la rebelión

leer Romanos 12.5-7

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Las consecuencias de no perdonar l e e r M ate o 1 8 . 2 1 , 2 2

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los ojos de Dios, cualquiera que peca es un rebelde, y Romanos 3.23 nos dice que todos somos pecadores. Ahora bien, es entendible que un incrédulo decida actuar sin tener en cuenta la enseñanza bíblica. Pero ¿qué de los que hemos consagrado nuestra vida a obedecer a Cristo? ¿Qué nos hace apartarnos de la voluntad de nuestro Padre celestial? Hay dos tendencias humanas muy fuertes que llevan a la desobediencia: la duda y el orgullo. Ambas pueden ser peligrosamente engañosas. 1. La duda es la lucha mental sobre si creer o no las promesas de Dios. Desde nuestra limitada perspectiva, no podemos entender cómo trabaja Dios. A veces, su manera de actuar no parece ser el camino correcto; por eso, para obedecer debemos lanzarnos por fe. Podemos sentir como si nos estamos lanzando desde un precipicio, confiando en la cuerda invisible de Dios que nos sostiene. Si damos oído a nuestra duda, desobedeceremos con toda seguridad. 2. El orgullo es el pecado que llevó a Satanás a caer del cielo, y es un obstáculo engañoso para los creyentes, también. Todo lo que hagamos motivados por el orgullo es rebeldía contra Dios. Sea cual sea la causa, el pecado lleva a la muerte. El camino de Dios es la única vía que lleva a la satisfacción, la paz y la vida.

na de las cosas más peligrosas que una persona puede hacer, es guardar resentimientos. Aferrarse a la falta de perdón tiene consecuencias graves y, con frecuencia, no previstas. Aunque el resentimiento echa raíces en la mente, no se queda allí. La amargura tiene el poder de extenderse a todos los aspectos de la vida de una persona. Por ejemplo, la hostilidad que un hombre siente hacia su padre, puede afectar negativamente su relación con su esposa, su disposición de desempeñar bien su trabajo, y hasta las actividades de la iglesia. Es probable que no sea una sorpresa oír que el resentimiento tiene repercusión en la mente y el espíritu, pero puede ser que usted no se haya percatado del daño físico que produce. Una actitud de amargura aumenta la tensión y la ansiedad, y puede afectar desde los músculos hasta el equilibrio químico del cerebro. La falta de perdón es una violación de la ley de Dios; turba el espíritu y estorba el crecimiento del creyente. La oración se ahoga por el pecado que debe ser confesado. Y la adoración se vuelve seca e hipócrita, porque es difícil honrar al Señor cuando se intenta justificar u ocultar una actitud pecaminosa. Además, el testimonio cristiano de alguien resulta dañado, y eso impide que los demás vean la gloria de Dios brillando a través de esa persona.

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El enemigo quiere atraernos con la duda y el orgullo: creemos que ambos están bien, y los justificamos fácilmente desde nuestra perspectiva. Pero los creyentes deben seguir más bien las sabias palabras de Josué: “Escogeos hoy a quién sirváis… pero yo y mi casa serviremos a Jehová” (Jos 24.15).

Perdonar a alguien significa renunciar al resentimiento y al derecho de desquitarse, aunque usted haya sido agraviado. Dios insiste en que ésta es la única manera adecuada de vivir. Dios nos pide renunciar a la hostilidad y la venganza, porque estas cosas hacen estragos en nuestra vida.

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sobre la 12 Lafaltavictoria de perdón

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leer Daniel 6.1-28

LEER J u a n 8 . 1 - 1 1

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El significado de la culpa

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nmediatamente después de enseñar a sus discípulos cómo orar, el Señor Jesús hizo una advertencia en cuanto a no dejar que la falta de perdón se anide en el corazón. Dijo que quienes se niegan a perdonar a otros, no serán perdonados por el Padre. Los creyentes no pierden su salvación cuando rehúsan perdonar pero interrumpen su relación con Dios. La actitud contumaz estorba la confesión y el arrepentimiento. El Señor no puede pasar por alto el pecado, y su Espíritu le hará saber al creyente cuando exhibe una conducta pecaminosa, hasta que se ocupe de ella. El perdón es un acto de la voluntad más que del corazón. Muchas veces, las personas no sienten que deben tener misericordia con quienes las han agraviado. Pero un espíritu rencoroso se convierte en una carga terrible. El Señor sabe que el perdón es lo mejor, aun cuando sea difícil. Usted no se encargará de un pecado hasta que lo vea como Dios lo ve. Por tanto, acepte toda la responsabilidad por su actitud, y reconozca que eso es una violación de su Palabra. Acoja la misericordia divina, y pídale que le dé fuerzas para despojarse de la ira y el resentimiento. Como parte de su decisión de seguir siendo compasivo, desarrolle el hábito de orar por quienes le hirieron. Y si el Señor lo impulsa a hacerlo, busque el perdón de esas personas por la actitud pecaminosa.

a culpa por algo que viola la conciencia, es un sentimiento normal. Sin embargo, vivir bajo una nube de remordimiento sin una razón clara no lo es. El Señor creó los sentimientos de culpabilidad y remordimiento para que sirvieran como recordatorios a una persona de que ha hecho algo malo, y que necesita arrepentirse. Pero Satanás usa esos sentimientos para tener cautivas a las personas: Quienes viven con un sentimiento de culpa no están seguras del amor de Dios. La culpa buena –la herramienta efectiva del Señor para impulsar al arrepentimiento– es un regalo que nos ayuda a encontrar la senda correcta. Pero el diablo estimula la culpa falsa, que implica hacernos responsables por cosas que están fuera de nuestro control, y sufrir la auto condena por no ser capaces de cambiar los efectos. Este tipo de culpa es también un problema generalizado de quienes están en iglesias legalistas o que tienen ciertos estilos de vida; ciertas actitudes o pensamientos son considerados pecaminosos, y entonces las personas se sienten avergonzadas por hacer o pensar en esas cosas. La auto condena impide el desarrollo de una relación con Cristo. Atrapados por la culpa temen ser rechazados. La confianza en sí mismos es casi imposible, porque están esperando que la condenación de Dios caiga sobre ellas.

r e f l e x i Ó n

r e f l e x i Ó n

Un espíritu de amargura y resentimiento no cuadra con lo que somos en Cristo. Ni tampoco es saludable andar con una actitud amargada. Por eso es tan importante perdonar. Decida verse libre de su carga; el Señor prometió hacernos libres si le entregamos nuestros pecados (Jn 8.36).

El Señor no vino para acusarnos o condenarnos. Cristo regeneró nuestras almas y nos hizo justos delante de Dios, y por eso nuestra culpa ha sido quitada. Si nuestro Salvador perdonó a la mujer sorprendida en adulterio, piense en cuán dispuesto está Él a quitar su vergüenza (Jn 8.11). www.encontacto.org

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14 Victoria sobre la culpa 15 miércoles

leer Juan 3.16, 17

A

veces, las personas son prisioneras de la culpa, mucho tiempo después de que este sentimiento debería haber sido quitado. Algunas viven, con razón, con ese sentimiento porque se niegan a abandonar el pecado que lo ocasionó. Mientras tanto, otras sufren el peso de la falsa culpa porque albergan un sentimiento que no pertenece a ellas. Cualquiera que sea la causa fundamental de la condena, el plan de batalla sigue siendo el mismo. La victoria sobre la culpa comienza cuando se entiende que Jesucristo llevó nuestra vergüenza a la cruz, y recibió nuestro castigo. No hay manera de que podamos pagar el precio de nuestro pecado. Pero sí necesitamos honestamente identificar la fuente de nuestra culpa y confesarla delante de Dios. Eso significa aceptar nuestro pecado. El arrepentimiento da un paso más: nos aparta de lo que está mal, y nos ayuda a hacer lo bueno. Confrontar la culpa de esta manera quita el peso de la vergüenza en nuestro corazón, y pone paz y gozo. Además nos brinda sabiduría para compartir. La franqueza en cuanto a nuestros errores del pasado, las consecuencias de nuestros errores, las cargas de culpabilidad, y el perdón, revelan al Señor a quienes están a nuestro alrededor. Dios puede llegar a otros que necesitan que sus cadenas de culpabilidad sean rotas, por medio nuestro.

jueves

El poder de un espíritu capaz de discernir

l e e r H e b reos 5 . 1 1 - 1 4

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n un mundo lleno de fuentes interminables de opiniones e información, los creyentes necesitan desarrollar un espíritu capaz de discernir. Si no, ¿cómo sabremos lo que es verdadero? Mucho de lo que vemos y oímos está basado en un enfoque mundano influenciado por Satanás, el padre de mentira. El engaño se encuentra hasta en la esfera religiosa: las sectas mezclan mentiras con suficiente verdad para lograr que algunas personas las consideren instituciones cristianas genuinas. La única manera que tienen los creyentes de protegerse contra el engaño, es afincarse en la Palabra de Dios. Cuanto más tiempo pase usted llenando su mente con los pensamientos de Dios, mejor será su capacidad para discernir. Sin embargo, el simple conocimiento de la verdad bíblica no es suficiente. Usted debe poner en práctica lo que aprende, para que se convierta en más que conocimiento intelectual. El objetivo es dejar que la Palabra de Dios se vuelva parte integral de su pensamiento, de modo que ella guíe todas sus decisiones. Además, el Espíritu Santo ha sido dado a cada creyente como Ayudador, cuya tarea es guiarle a toda verdad (Jn 14.26; 16.13). No obstante, usted tiene la responsabilidad de poner la Palabra de Dios en su mente, para que Él pueda hacer que la recuerde. Si usted descuida la Palabra, le faltará discernimiento.

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La batalla para vencer la culpa no debe aplazarse. La culpa no se irá por sí sola. Ya sea que su sentimiento de condena sea verdadero o falso, necesita ser enfrentado rápidamente. Deje de huir, y enfrente el origen de su culpa. Póngale fin a su cautiverio, y comience a andar en el gozo.

¿Qué está usted dejando entrar en su mente? ¿Tiene la Biblia un lugar principal en sus prioridades? A menos que esté alerta, el pensamiento mundano dominará al discernimiento espiritual. Es dif ícil mantener la perspectiva divina si pasa más tiempo frente al televisor que estudiando la Biblia.

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viernes

fin de semana

Las necesidades no satisfechas

El valor del discernimiento

l e e r P r o v er b i o s 2 . 1 - 1 1

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LEER S a l m o 8 4 . 1 1 , 1 2

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i usted hiciera una lista de las cosas que más quiere en la vida, ¿sería un espíritu de discernimiento una de ellas? El Señor da un gran valor a este atributo, y quiere que todos lo tengamos. Si no lo tenemos, tomaremos decisiones equivocadas. El discernimiento es la capacidad de hacer buenos razonamientos al darse cuenta de lo que no es obvio con facilidad. Por ejemplo, ¿puede usted señalar la diferencia entre el legalismo y la libertad? Dios nos llama a vivir de acuerdo con nuestras convicciones personales, pero no todas ellas son mandatos morales para todos los creyentes. Debemos ser capaces de reconocer la diferencia que hay entre ambos. El discernimiento es necesario para distinguir lo bueno de lo mejor. Dios tiene el plan perfecto para cada uno de nosotros; sin embargo, hay una multitud de opciones buenas frente a nosotros. Por ejemplo, suponga que le han ofrecido dos empleos. Ambos parecen prometedores, pero solo uno de ellos es lo mejor que Dios tiene para usted. Es obvio, considerando estos dos ejemplos, que nuestra gran necesidad en cuanto a discernimiento implica ser capaces de comprender lo que Dios nos está diciendo. Cuando usted enfrente una decisión, ¿cómo sabe si Dios le está hablando, o simplemente está escuchando sus propios deseos o razonamientos?

i el Señor ha prometido proveer para nuestras necesidades, ¿por qué no siempre las satisface cuando se lo pedimos? Puesto que Él es completamente fiel a su Palabra, es obvio que la causa del problema somos nosotros. Su promesa de provisión tiene una condición: es dada a quienes “andan en integridad” (v. 11). Por tanto, si Dios no está proveyendo para nuestras necesidades como debiera, es posible que tenga un plan diferente. Pecado. Una razón por la que nuestras oraciones no son respondidas, es porque hemos permitido el pecado en nuestras vidas, y no estamos andando con rectitud. Si el Señor no tomara en cuenta la desobediencia, y nos concediera nuestras peticiones, estaría aprobando un estilo de vida pecaminoso. Holgazanería. Puede ser que no hemos hecho nuestra parte. Aunque Dios es la fuente final de todo lo que tenemos, Él nos ha dado la responsabilidad de trabajar para que atendamos nuestras necesidades básicas (2 Ts 3.10, 11). Si usted es una persona en condiciones de trabajar, pero que no quiere hacerlo, el Señor no va a apoyarlo. Deseos. Si Dios no ha provisto como usted esperaba, es porque sus “necesidades” son en realidad deseos. Si el Señor sabe que lo que usted quiere no logrará los planes que Él tiene para su vida, negará su provisión para darle algo mejor.

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El tiempo para desarrollar discernimiento es ahora mismo. No espere hasta que tenga que tomar una decisión crítica. Comience hoy a llenar su mente con la Palabra de Dios. Pase tiempo con el Señor en compañerismo íntimo. Cuando más lo conozca, mejor podrá discernir su voz.

Las acciones y el carácter de Dios siempre están en armonía. Él no premia la rebeldía ni la holgazanería, y sus respuestas a la oración cuadran con su propósito de conformarnos a la imagen de Cristo. Si Él le está negando algo que usted considera esencial, es porque está haciendo algo mejor para usted. www.encontacto.org

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a la 20 Obstáculos obediencia martes

Su necesidad: La oportunidad de Dios

leer 2 Reyes 5.1-10

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leer 2 Reyes 5.11-17

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ada vez que seguimos la dirección de Dios, nuestra obediencia le abre la puerta para que Él pueda hacer grandes cosas en nuestras vidas. Pero a menudo nos resistimos a obedecerle, porque sus instrucciones no parecen prácticas, mas bien descabelladas; por tanto, dudamos de sus intenciones para con nosotros. Naamán no podía entender por qué le diría el Señor que se lavara siete veces en el río Jordán. Pensaba que ya había ejercido fe al venir a ver al profeta Eliseo. Esperaba la curación sobrenatural de su enfermedad, no ser enviado a lo que le parecía una misión ilógica y estúpida. Después de todo, el gran comandante sirio no había visto a nadie que al sumergirse en las turbias aguas hubiera sido sanado. Pero las instrucciones de Dios eran específicamente para él. Si usted decide seguir lo que Dios le dice que haga en base a lo que ha visto haciendo en otros, se perderá de lo mejor que Él tiene para usted. Supongamos que Naamán hubiera decidido que no podía hacer algo que parecía tan absurdo. Habría muerto leproso. Del mismo modo, si decide no obedecerle, nunca sabrá lo que Él habría hecho de haber confiado. Las necesidades son oportunidades para que Dios transforme las vidas de sus hijos. Para que lleguemos a ser todo lo que Él quiso que seamos, debemos aprender a creer en su fidelidad, y obedecer.

a obediencia es una acción poderosa que puede desencadenar la gloria de Dios de maneras que están más allá de nuestra imaginación. Pero obedecer es usualmente difícil porque nuestros deseos son probados. Nos asusta hacer lo que Él dice, por temor a perder lo que es importante para nosotros. No obedecer puede, impedirnos recibir lo que más deseamos. Al comienzo, tres obstáculos impidieron a Naamán obedecer las instrucciones de Dios, y eso casi lo privó de experimentar una curación milagrosa. 1. El orgullo. Como oficial de alto rango, Naamán temía perder su dignidad si obedecía. Sus siervos tuvieron sabiduría para ver cómo el orgullo le estaba robando la vida. ¿Cuántas veces desconfiamos de Dios, por temor a parecer unos tontos? 2. Las expectativas egocéntricas. Naamán se puso furioso cuando sus expectativas específicas no fueron satisfechas. Nosotros, también, muchas veces nos enojamos con el Señor cuando Él no complace nuestras exigencias. Pero si realmente queremos hacer su voluntad, debemos dejar que Él haga. 3. La incredulidad. La fe de Naamán solo llegaba hasta la visión que tenía de cómo sería curado. Fue necesaria la fe de sus siervos para ayudarle a ver la verdad: que la obediencia era clave para que Dios respondiera a su gran necesidad.

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Cuando enfrente un reto, usted tiene dos alternativas. Puede concentrarse en lo que le falta, y en cómo Dios no parece estar respondiendo. O, reconocer que su necesidad indica el deseo de Él de enseñarle algo… y regocijarse por todo lo que Él tiene previsto para que usted logre.

El llamado a obedecer, muchas veces pone al descubierto ataduras de las cuales el Señor quiere librarnos. Cuando decidimos responder con fe, Dios se revela a sí mismo de una manera nueva que fortalece nuestra confianza en Él; porque a la larga nuestra mayor necesidad es conocer mejor al Señor.

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miércoles

Los beneficios de la gratitud

LEER S a l m o 1 0 5 . 1 - 6

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bueno dar 22 Esgracias a Dios jueves

LEER S a l m o 9 2 . 1 - 5

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xpresar gratitud a Dios lo glorifica y enaltece, ¿pero sabía usted que hacer esto también nos beneficia? El Señor no necesita nuestras gracias, pero necesitamos darlas para que podamos llegar a ser lo que Él quiere que seamos: generosos, animados y confiados. Dar gracias… Vuelve a enfocar nuestra atención: La vida está llena de situaciones y distracciones que nos impiden ver todo lo que Dios ha hecho por nosotros. En vez de levantarse con el peso del mundo sobre sus hombros, trate de enfocarse en el Señor dándole gracias por su provisión, guía y fidelidad en el pasado. Alivia la ansiedad: Puesto que la sociedad ejerce mucha presión, y nos carga de responsabilidades, muchos vivimos en una ansiedad constante. Cuando traemos nuestras preocupaciones al Señor con acciones de gracias, la carga se traslada a Él, y nos llega su paz (Fil 4.6, 7). Renueva nuestra relación: La gratitud nos evita pensar que la vida cristiana gira en torno a nosotros y a nuestras necesidades. Nuestra comunión con Dios se engrandece porque nos enfocamos en Él. Fortalece nuestra fe: Cuando damos gracias a Dios por su fidelidad, nuestra confianza aumenta. Regocija nuestro espíritu: La acción de gracias es la mejor manera de salir de la depresión del desánimo.

e ha preguntado usted alguna vez por qué nos dice la Biblia, una y otra vez, que demos gracias al Señor? La razón principal es porque Él se lo merece. Todo lo que usted y yo somos y tenemos viene de Dios. Él le creó, y es quien mantiene su corazón latiendo. Reclamar su vida como suya y hacer lo que le viene en gana, es la ingratitud más grande. Dios le creó a usted para que lo ame, e hizo un gran sacrificio para librarle del pecado y convertirle en su hijo. Dar gracias al Señor es una manera de honrarlo, reconociendo todo lo que Él ha hecho. La mayoría de nosotros probablemente tendríamos que reconocer que nuestras oraciones tienden a ser más bien egocéntricas. Venimos con nuestra lista de peticiones, ¿pero cuánto tiempo pasamos dando gracias a Dios por lo que Él ha hecho? El salmista nos dice que comencemos cada mañana enfocándonos en su misericordia para el día que tenemos por delante, confiándole todas nuestras preocupaciones. Después, en la noche, debemos darle gracias por su fidelidad, y fijarnos en las maneras como Él proveyó para nuestras necesidades y guió nuestros pasos. Aunque hayamos tenido alguna ansiedad o dificultad en el día, aun así podemos dar gracias a Dios por su presencia y por su promesa de hacer que todas las cosas ayuden a nuestro bien (Ro 8.28).

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Aunque la gratitud es siempre beneficiosa, no siempre es fácil. Cuando usted está desalentado o agobiado, probablemente no está de ánimo para dar gracias a Dios. Pero dar gracias al Señor por todo lo que Él ha hecho, es la manera más rápida de cambiar nuestra actitud, y revitalizarnos.

Aparte tiempo esta semana para recordar lo que Dios ha hecho por usted, y dele gracias. Sea creativo, y piense en todas las maneras como puede mostrarle gratitud, y después cante, alábelo y adórelo con júbilo. Al mantener su enfoque en Dios, usted puede tener una actitud de agradecimiento todo el día. www.encontacto.org

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viernes

fin de semana

El secreto a las cosas buenas de la vida

Busque al Señor con fervor

l e e r E s dr a s 8 . 2 2

leer Salmo 27.4-8

l título de la meditación de hoy suena como el de un libro de auto ayuda, que promete fama, riqueza y prestigio si usted sigue diez pasos sencillos. Pero Dios define a las cosas buenas de una manera totalmente diferente, que solo se consiguen buscándolo a Él. Cuando hacemos del Señor la prioridad más alta de nuestras vidas, podemos esperar las bendiciones de: • Una relación íntima y tierna. Quienes buscan a Dios con pasión aprenden a conocerlo genuinamente, y experimentan un sentimiento de unidad con Él. El Señor no es ya una deidad distante, sino un amigo íntimo. Y a medida que crezca su consagración, sentirá un amor que trasciende a cualquier relación humana. • Satisfacción. El vacío que hay en todo corazón puede ser llenado únicamente por el Señor. Toda la búsqueda terrenal de placer o propósito palidece en comparación con la satisfacción de su presencia. • Gozo. Cuando buscar con afán al Señor se convierta en la prioridad de su vida, encontrará un gozo que nada podrá robar. Los sufrimientos y las dificultades no le destrozarán, porque verá todo desde la perspectiva del Señor. • La ayuda de Dios. Como dice el versículo de hoy, la compasiva mano de Dios está sobre aquellos que lo buscan con empeño. De hecho, Él se complace en ayudar y proveer para sus necesidades.

i vida fue influenciada radicalmente por mi abuelo, quien buscaba apasionadamente al Señor. Yo quería tener esa misma clase de relación con Dios, y sabía que la única manera de que fuera así, era si yo lo buscaba con fervor. Después de todos estos años, puedo decir sinceramente que lo más emocionante de mi vida es humillar mi rostro delante de Dios en una comunión íntima. Pero esta clase de relación no sucederá por casualidad. Requiere la decisión deliberada de volver a poner en orden nuestras prioridades, para hacer espacio a la búsqueda de Dios. La intimidad con Él no es algo que uno puede adquirir en una inspiradora conferencia de un fin de semana, no se logra leyendo un capítulo o dos de la Biblia, ni orando durante diez minutos cada día. Buscar a Dios con fervor es un compromiso tenaz que dura toda una existencia, día tras día, y año tras año. Demasiados creyentes están satisfechos con tener una relación poco profunda con el Señor. Buscarán respuestas a la oración en momentos de sufrimiento, pero no están dispuestos a sentarse tranquilamente por un buen tiempo, solo para llegar a conocer a Dios mediante la oración y su Palabra. Sin embargo, la ocupación más importante en la vida de un cristiano, es cimentar una relación con Dios. Renunciar a esta gran bendición, es una tragedia.

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r e f l e x i Ó n

¿Qué ocupa la mayor prioridad en su vida? Sus pensamientos revelan sus verdaderas prioridades. Si usted puede pasar todo el día sin pensar en Dios, es porque no lo está buscando fervientemente. Pero, si el Señor es la delicia de su vida, usted no podrá olvidarse de Él. 36 |

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r e f l e x i Ó n

3Dios no necesita nada de usted, pero Él desea tener su amorosa devoción y su comunión. ¿Es eso lo que usted quiere, también? Buscar al Señor no es algo que usted puede hacer apresuradamente. Le costará tiempo y esfuerzo, pero las recompensas valdrán cualquier sacrificio.

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lunes

Fortaleza en el Señor

LEER 1 S a m u e l 3 0 . 1 - 8

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martes

Cómo vencer el desánimo

LEER S a l m o 4 2 . 5 - 1 1

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espués de un agotador viaje de tres días, David y sus hombres llegaron finalmente a casa para encontrarse con una escena devastadora. Sus viviendas habían sido destruidas totalmente por el fuego, y no hallaron a sus familias. Se sumieron en una desesperación total, pero la aflicción de David aumentó en seguida cuando el dolor de sus hombres se convirtió en amarga ira, y hablaron de apedrearlo. La mayoría de nosotros no experimentaremos esta situación extrema, pero sí podemos identificarnos con el desaliento de David. A veces, después de una tragedia o una pérdida personal viene la desesperación; pero también puede ser el resultado del agotamiento que causan las presiones diarias. Los problemas que sufrimos a diario pueden hacer que el desaliento se vuelva un acompañante constante. Lo mismo puede suceder con las luchas emocionales por los sentimientos de falta de valía, no poder vencer una adicción, el dolor de la crítica, o el temor de la incompetencia. Muchas veces no podemos evitar las situaciones que nos conducen al desánimo, pero sí tenemos la alternativa de permanecer o no en esa condición. En vez de rendirse a la desgracia, David eligió fortalecerse en el Señor. Reconoció que Dios era el único que podía darle la perspectiva correcta en el problema, y la dirección que necesitaba.

iempre que se sienta decaído, lo mejor que puede hacer es ir al libro de Salmos. En el pasaje de hoy, el escritor pregunta: “¿Por qué te abates, oh alma mía? (v. 5). Sorprendentemente, esta pregunta es el primer paso para vencer el desánimo. Mire hacia adentro. Antes de enfrentar el desaliento, necesita saber qué lo está causando. Si no está seguro, pídale al Señor que le ayude a entender qué está pasando dentro de usted. Mire hacia arriba. El paso siguiente es levantar sus ojos al Señor y poner su esperanza en Él. Recuerde que el desánimo es común para todos, en algún momento, pero no tiene que alojarse en nosotros. Después de un tiempo, volverá a alabar a Dios por la ayuda de su presencia (v. 5). Mire hacia atrás. El desaliento es capaz de borrar de nuestra memoria todo lo bueno que el Señor ha sido con nosotros a lo largo de los años. Por eso, en vez de regodearnos en nuestro malestar presente, debemos hacer el esfuerzo de recordar el cuidado y la provisión de Dios en el pasado. Entonces, nuestra fe vencerá al desánimo (v. 6). Mire hacia adelante. Los planes de Dios son buenos y podemos aguardar con esperanza lo que Él va a hacer en el futuro. Su misericordia nos ayudará en el día y traerá consuelo en la noche. Confíe en que Él hará que todo obre para nuestro bien (v. 8).

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Cuando usted se siente desanimado, ¿a dónde acude? Quizás lo último que quiera hacer, es leer la Biblia y orar; al comienzo, los pasajes podrán parecer palabras inútiles, y sentir que sus oraciones son vacías. Pero si usted se mantiene clamando a Dios, al final encontrará el poder consolador.

Si su enfoque es correcto, usted responderá bien al desánimo. Las circunstancias pueden hacerle pensar que Él se ha olvidado de usted (v. 9), pero su Palabra promete que Él le ayudará y vendrá en su auxilio en el valle del desánimo. Aunque se sienta solo, usted jamás está solo. www.encontacto.org

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miércoles

Cómo la gracia lo cambia todo

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in el Señor, nuestras vidas no tienen sentido. Por nuestra naturaleza imperfecta caminamos por sendas equivocadas a lo largo de nuestra existencia. El castigo por el pecado es la muerte y la separación eterna de Dios. Nadie está exento de esta verdad bíblica; y no hay nada que ninguno de nosotros pueda hacer para cambiarla. Pero entra en escena el favor inmerecido de Dios; su gracia. No podemos hacer nada para ganarla. Él nos bendice de acuerdo con su benevolencia, sin tener en cuenta nada que hayamos hecho. Pensemos en Pablo, cuyo propósito original fue perseguir y destruir a cualquiera que invocara el nombre del Señor Jesús. El apóstol tuvo un papel importante en la brutal violencia dirigida contra los cristianos y, en sus propias palabras, era “el primero” de los pecadores (1 Ti 1.15). Nada de lo que él hizo merecía el amor de Dios. Sin embargo, la gracia divina llevó al Todopoderoso a alcanzar y perdonar a este infame fanático que blasfemaba el nombre de Jesús. Dios lo convirtió tiernamente en un hombre que se dedicó a compartir el mensaje del evangelio. Pablo es un hermoso ejemplo de la gracia de Dios. No podemos hacer suficientes buenas obras para ganar nuestra entrada al cielo. La salvación es posible solo por la gracia. Cristo murió en la cruz y solo Él merece todo el crédito de nuestra redención. r e f l e x i Ó n

La muerte de Jesucristo cubrió los pecados de toda la humanidad. No hay transgresión que Él no pueda perdonar. No podemos añadir nada a su acto de expiación; lo único que podemos hacer es recibir este regalo. Si ponemos nuestra fe en Cristo, nos salvará, y nos hará sus hijos para siempre. 38 |

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Sobre acciones de

Gracias

“Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre”. Sal 30.11, 12 “En aquel día dirás: Cantaré a ti, oh Jehová; pues aunque te enojaste contra mí, tu indignación se apartó, y me has consolado”. Is 12.1 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Fil 4.6 “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias”. Col 2.6-7 “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”. Col 3.15-16

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Vivir en la gracia

l e e r 2 C o ri n ti o s 5 . 1 7

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aquietar 30 Cómo su alma viernes

LEER S a l m o 1 3 1 . 1 , 2

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ntes de la conversión del apóstol Pablo, nadie hubiera pensado que este hombre tendría un impacto en el mundo para Jesús. De hecho, su objetivo original fue eliminar a todos los cristianos. La gracia de Dios puede tocar a cualquiera; ningún pecado está más allá del alcance de su perdón. Este maravilloso regalo de la redención transforma las vidas. Contrario a lo que muchos piensan, ser cristiano no significa hacer buenas obras, sino que los creyentes reciben el perdón por la gracia de Dios, y una nueva naturaleza. Nuestra transformación interior produce, obviamente, cambios externos. Una hermosa ilustración de esto, es la metamorfosis de la mariposa. Una vez que se convierte en una crisálida, la oruga no simplemente actúa o parece diferente por fuera; también ha sufrido verdaderamente una transformación interior. La transformación de los creyentes se produce en muchas áreas. Por ejemplo, nuestras actitudes cambian: como resultado de la salvación por la gracia, recibimos la humildad y la gratitud. En agradecimiento por este regalo inmerecido, surge la compasión por los perdidos y el deseo de compartir el evangelio. El perdón de Cristo da también como resultado el anhelo de servirle. Servimos dentro y fuera de la iglesia, amando a los demás, ayudando a los necesitados, y hablándoles de la salvación.

e apresura durante su tiempo de oración, para poder ocuparse en otras cosas? Si es así, reflexione en el ejemplo de Jesús en su hábito de apartar tiempo para estar con su Padre celestial. A solas. Aunque Jesús estaba constantemente rodeado de personas, atendiendo sus necesidades, también entendía su propia necesidad de estar a solas. Con frecuencia, después de un intenso período de ministerio, se apartaba de las multitudes, e incluso de sus discípulos, para orar en privado. Tiempo apartado. No importa qué estuviera pasando, Jesús solía apartar tiempo para descansar en el Espíritu, enfocarse en su relación con el Padre, y fortalecerse física y emocionalmente. Aunque las personas clamaran por Él, su prioridad era proteger este tiempo, sabiendo que su ministerio fluía del mismo. Quietud. ¿Qué significa “estar quietos”? El Salmo 46.10 nos llama a estar quietos: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. Para saber en qué consiste esta paz interior constante, cada cierto tiempo deje de hacer algo en lo que está concentrado, y ponga su alma en contacto con la presencia del Espíritu Santo. En la lectura de hoy, David la describió como el estado de un “niño destetado”, que está en descanso perfecto y feliz, por el solo hecho de estar en los brazos de su madre.

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Aunque el pecado trae consigo consecuencias, Dios nos brinda perdón y redención por medio de Jesucristo. Él abrió un camino para restaurar nuestra relación con Él. El Señor transforma nuestras vidas para que nos parezcamos más a su Hijo, y reflejemos su amor a los demás.

Haga de estas cosas esenciales una prioridad, y cosechará unos inmensos beneficios en su vida de fe. Esto representa un reto en este mundo acelerado y de tantas tareas. Aquiete su corazón delante de Dios, y descubra lo mucho que necesita la paz de su presencia. ¡Es un regalo que no tiene precio! www.encontacto.org

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