CÁNTIGAS A LA FLORACIÓN NOCTURNA
YSSCDEA
CÁNTIGAS A LA FLORACIÓN NOCTURNA YSSCDEA 2003
©
TEXTOS MIMÉTICOS YSSCDEÁSIDAS
Primera Edición 2001 Primera Publicación Electrónica 2011 ©YSSCDEA Copyleft Para Usos Personales El uso libre de la presente sustancia o ente cultural es posible, citando su fuente autoral y editorial. Está permitida la reproducción total o parcial de esta obra y su plena difusión cultural, siempre y cuando sea para el uso personal de los lectores y no con fines comerciales o ánimos de lucro. El conocimiento es patrimonio de la humanidad… Siempre lo fue. © Copyrigh Para Usos Comerciales o de Lucro La presente obra o parte de ella, no puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna, ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del editor y del autor.
ISBN 970-91873-EPE-CÁNTIGAS A LA FLORACIÓN NOCTURNA
EDITORIAL EXTISPICIO
Esta es una publicación electrónica realizada por EDITORIAL EXTISPICIO, conteniendo la obra CÁNTIGAS A LA FLORACIÓN NOCTURNA (2003) de YSSCDEA. La obra consta de 55 folios poéticos, guardas artesanales y encuadernado en piel, se produce de forma material únicamente por demanda. No existen tirajes, solo realización de facsimilares. Para contacto con el autor o con la editorial escribir al mail: ysscdea@gmail.com o visitar la página https://sites.google.com/site/ysscdea/
LA FLOR AZUL Y LOS TEXTOS MIMÉTICOS La colección los Textos Miméticos Ysscdeásides reúne una colección de recreaciones estéticas experimentales de las obras de grandes poetas de otras épocas y regiones del mundo, pretenden el responsorio y la complementariedad poética. Un gran riesgo desde la filosofía del arte pero que ha sido asumido por Ysscdea desde un inicio de su aventura basándose en su tesis LA POÉTICA OMNIPENETRANTE. La tesis Ysscdeásida postula que la evolución semiológica que ha acompañado al ser humano a través de su desarrollo como especie sapiens (o cognoscente), solamente puede desembocar en la elaboración poética impregnando todos sus haceres. El universo sapiens es poético en sí mismo y lo que realiza el poeta es un acto de epistemología estética al recortar y enfatizar una fracción de ese universo y expresarlo como poema. Las condiciones naturales del mundo como manifestación irradiada de la energía así como la naturaleza de nuestra mente y nuestra percepción nos vuelven seres metafóricos que construyeron su civilización sobre las comparaciones y las representaciones… Surge de este argumento y de otros más que el humano es también un homo poeticus, un homínido que crea, imita y representa su mundo en todo momento. Las CÁNTIGAS A LA FLORACIÓN NOCTURNA es un texto mimético inspirado en los HIMNOS A LA NOCHE (Hymnen an die Nacht)1797-1799 de de Novalis que fue el pseudónimo de Georg Friedrich von Hardenberg (1772-1801). A Novalis se le considera el creador del idealismo mágico y fue quien inmortalizó el símbolo romántico de «la flor azul» (die blaue blume), un algo nunca alcanzado y siempre anhelado por los estetas, alquimia entre la Poesía y el Amor. Su quijotesco propósito era «romantizar» el mundo, «transformar lo cotidiano en sublime, lo finito en infinito» y hacer de las artes el Arte universal, intensificando las interrelaciones entre las ciencias naturales, la poesía, la filosofía y la teología. Carlos Umbral de Naturae 2011
…Poeta y hierofante eran uno, en el principio de la palabra y en algún momento se extraviaron, separando sus haceres. Necesario es decirlo… el poeta verdadero es siempre hierofante, así como el legítimo hierofante ha sabido permanecer poeta. Y, ¿no podrían los tiempos por venir, propiciar el renacimiento de la antigua tradición?...
Breve adaptado mimético de los “Granos de Polen” de NOVALIS 1797-1798, YSSCDEA, 2006
Soñamos y al soñar viajamos al través del Universo, pero ¿acaso no está en nosotros el Universo?... Lo profundo de nuestro espíritu nos es plenamente desconocido. El camino del misterio siempre contempla hacia lo interior, así como nuestro interior siempre contempla hacia el camino del misterio... Si en alguna parte, la eternidad se ha posado, si en algún momento, sus mundos todos, los pretéritos y los por venir se han entretejido, esto es cuando-eladentro y cuando-el-profundo de nosotros mismos… Lo exterior es un mundosombra y emponzoña con su hálito inconcluso, nuestro centro-diáfano-de-laluz, empañando su completitud. Lo que existe ante el humano, se le muestra como obscuridad, caos amorfo, un terrible yermo sin el privilegio de los colores verdaderos. Pero que distinto se nos mostrará el todo cuando se disipe ese mundo-sombra, cuando se haya diluido el oscuro cuerpo que nos contiene. Habrá regocijo entonces en nuestro espíritu, porque se ha visto privado de ese luminiscente-centro-recluso por un largo tiempo… Nuestro ser habrá de ser abierto cuando ose florecer.
* Cuando la figura y el número no sean la llave para abrir a toda criatura… Cuando, a través de cántigas y de raptos, se expresen las voces de los bardos muertos… Cuando a través del sutil ósculo a los mundos, vayamos mas allá, que el sabio… Cuando la luz y la sombra, copulen de nuevo en una amorosa claridad pura… Cuando sombra y luz copulen, logrando así un algo, engendrando entonces el esplendor… Cuando a través de las leyendas y la palabra libre y etérea conozcamos la memoria y el camino hacia los mundos, dentro de este mundo... Se desvanecerá entonces, ante nosotros, la última puerta, el umbral final y la única palabra rodeada por el secreto, ese centro recluso, ese centro de ocasos, esa contradicción que conocemos como realidad…
1ERA CÁNTIGA A LA FLORACIÓN NOCTURNA *¿Qué ser vivo, dotado con un cuerpo sensible, no ama por encima de todos los prodigios que lo forman y del espacio que lo inviste, a ella, la que todo lo vuelve delectación, la luz. ¿Qué ser vivo, dotado con un absoluto centro sensible, no ama?, si todo, todo lo sintiente, ama… Por encima de todos los prodigios del espacio que lo invisten, por debajo de todos los mundos que lo contienen. Dentro del abrazo de los múltiples y caprichosos caminos que le conducen… A ella, la que todo lo vuelve delectación divina; la luz. La claridad es un sonido esplendente, una palabra libre y transparente que asciende desde la flor que sueña y siembra mundos hasta alcanzar la fecundación incendiaria de la estrella…
*La luz, con sus colores secretos, sus dimensiones desatadas, su relámpago genésico, su ondear vivificante, su dulce omnipresencia, cuando ella es el alba, el crepúsculo sustancial que se despierta, como el más profundo aliento de la vida, como el fuego azul mas puro engendrado por el cristal azul mas puro. La luz, con su cromatismo, su fulgor, su vida concéntrica, su diáfana omnipresencia, con su memoria vuelta formas; con sus formas vueltas memoria. La luz, cuando ella es el amanecer que se abre, como hembra parturienta ante el río, como hembra parturienta ante el agua de la vida, como hembra
parturienta, que abre su cuerpo para que el agua amniótica desborde, arrojando e insuflando la vida al mundo, cuando ella, la luz, es el sueño que emerge diáfano de la luz que sueña… La luminiscencia, profundidad anímica de la vida, absorbida por el poeta… hogar, en el que aun habitan y respiran violentamente las deidades… La luz que emerge, como el más profundo aliento de la vida, que subyace como la más profunda vida del aliento… *A la luz, la respira el desmesurado mundo de los astros que penden florecientes, en un danzar infatigable… La luz omnipresente en el seno de sus azules mares vibrantes, es respirada por la piedra, esa fulgurante materia en eterno reposo.
A la luz, la inhala el imposeíble mundo de los astros, la exhala el astral mundo de lo gigantesco. Embriones estelares que flotan, en vertiginosa danza y en el corazón-de-sus-inmensidades-azules. Que convulsionan en el azul imposible de sus perennes… La luz es respirada por la piedra, madre fosfórica y en el eterno sueño del estadio. En el eterno estadio del sueño. La luz emana de la piedra, cuando la piedra copula con la piedra. Cuando copula con el agua, con la tierra, con el viento, con el fuego… A la luz, la respira el cobre, la plata, el oro, el ópalo y esos otros habitantes telúricos que sueñan dentro de la tierra y que cuando son despertados por el corazón-de-las-mutaciones, expresan su irradiación mineral, emanando sus memorias hechas resplandor; hechas luz brillante.
*A la luz, la respira la planta meditabunda, sorbiendo la vida de la tierra y también se nutre de ella el violento e incendiario animal de las múltiples forma; porque toda forma deriva de él y él es, en todas las formas animadas… Pero más que todo ello, la respira el sublime extranjero, el
hermoso bardo que cruza este mundo… Iluminando todo con su mirada errabunda. En donde mira, florece la imaginación de la naturaleza; la naturaleza de la imaginación. A la luz, la inhala la planta que medita, abrevando espíritus, destellos y latidos de la tierra, la luz emana del ente vegetal, cuando se transfigura en otro ente vegetal... A la luz, la inhala el tempestuoso y lumínico animal, la luz emana de lo animado, cuando esto expresa su forma, y cuando esta forma, expresa su pupila. Todo lo animado, genera y expresa luz… A la luz, la inhala el elevado y arrebatado cantante-de-las-palabras, porque la luz es lo que compone el paisaje y nutre su viaje, porque todo paisaje es un viaje y un viajar… Y todo lo que existe es una inhalación que se volverá exhalación luminiscente. Así, la luz encuentra, una vereda, una manera, un umbral, para reproducir sus potencias. *Sublime extraño. Extraño hermoso, cuyos ojos viajan y contemplan los senderos perdidos. Que se desprenden de todos los centros, de todos los caminos. Cuyo andar es el del viento, cuyos labios son el templo cerrado por el dulzor de la palabra impronunciada, cuya lengua rebosa música que sueña. Hermoso extraño, como un señor-caminante que osa con su andar la naturaleza-de-la-tierra, esa la nunca hollada… Tierra negra. Hermoso extraño viandante, bardo celeste y oscuro, cuyos ojos se delectan, con el poder-espectral-de-la flor-que-eclosiona-bajo-la-noche, cuyo andar es su hálito y su hálito es un andar. Cuyo camino se abre como el viento nocturno que repta hacia el centro cristalizado de los secretos, transfigurándolos en más secretos... Hermoso extraño viajero, cuyos labios han sido cerrados por el corazón-de-lasdelicias, y cuyas lenguas flamígeras engendran la música misteriosa que se escucha entre las palabras sagradas, sosteniéndolas, entretejiéndolas. Cuyos
labios ocultos son el templo en donde se gesta asimismo, la palabra. Arrebatador bardo cuya boca críptica es grávida de música, música proveniente de todos los mundos de la Noche. De todas las noches de los mundos… Hermoso extraño trashumante, que contempla y manifiesta su palabra, como un señor-de-la-naturaleza-de-los-entes, de las cosas; como un señor tetraelemental, porque como agua, como tierra, como aire y como fuego, se abre, se multiplica, se transforma, floreciendo la forma, floreciendo lo bello, con sus pupilas, con sus sentidos flamígeros, gestando-y-floreciendo-al-dios, en todo momento, gestando y floreciendo los momentos en todas las deidades. Floreciendo… Floreciendo… La luz, llama a las potencias, convoca a la mutación infinita, ata y desata, une y desune incansablemente, indefectiblemente, todo vínculo, toda articulación de lo que existe con todo lo que existe y de lo que existe con lo que no existe…. Sumerge a todo ser de esta tierra en su espectro celeste y a todo espectro celeste en todo ser de esta tierra. En su verdad de mutación infinita, de mutación imparable… La presencia de la Luz, florece la maravilla, abre el portento de los señoríos del mundo. Abre los prodigios que subyacen en los prodigios. Me vuelvo hacia el valle y camino. Camino con rumbo al descenso, hacia el misterio, hacia la innombrable, imposeíble y sacra Noche, hacia el vientre-dela-tiniebla, aquella, la que no puede ser poseída por solamente uno de sus infinitos nombres… Camino, hacia la imposible obscuridad, hacia la fosfórica Noche-de-la-Noche… Muy lejano yace el mundo, desierto, solitario. Sumergido en su profundidad cavernosa. En su cripta cubierta por la purificación somnolienta y alquímica del légamo prodigioso y la arcaica ofrenda del musgo. Sumergido en el profundo estanque que es él mismo. En la acequia-del-sueño-de-las-deidadesdel-oscuro-verde… Todos estos son los atributos de la obscuridad legados al mundo, para velarlo
A través de las etéreas cuerdas del pecho, sopla profunda la tristeza… Anhelo hundirme en las gotas del rocío. Encontrar la mar en la pupila de lo diminuto. Anhelo mezclarme con la ceniza. Soy la memoria del incendio. Recuerdos perdidos en su lejanía, porque toda lejanía es recuerdo; deseos invocados en su juventud, porque toda juventud es deseo; sueños gestados en su niñez, porque toda niñez es sueño… Todos, breves remansos alegres, perdidos en el camino de una larga vida… vanas esperanzas se aproximan con grises andrajos, como la sobrenatural bruma del crepúsculo que desciende al agonizar el sol. En otras pupilas dilatadas, abrió la luz, sus bulliciosos templos, sus estridentes adoratorios estelares… ¿No podría retornar acaso con sus hijos… con aquellos, quienes esperan su regreso con la firmeza que florece de la inocencia? Y repentinamente… ¿Qué es lo que, rebasando presagios emerge del fondo del corazón y sorbe el sutil hálito de la melancolía? ¿Te delectas también en nosotros, ¡Oh! Noche, Noche obscura? ¿Qué ocultas bajo tu indecible manto? ¿Qué guardas, ¡Oh! Noche?, que con un imperceptible poder y potencia arrebatas mi alma… Un ámbito de alumbramientos oscuros y secretos, como la niebla, como la polvareda. Como la creación de todos los instantes. Bálsamos preciosos destilan tus manos, como un haz de luminosas adormideras, como una ofrenda de benévolo opio, ese homúnculo vegetal que guarda el misterio-festivo-de-la-embriaguez-divina-y-antigua. Insufladas por tus espectros-sístricos-del-arrebato, ¡Oh! Noche, levantan en vuelo las espesas alas del espíritu. Obscura e inefablemente hemos sido arrebatados, mutados…
Contemplo desde mi temor, desde mi alegría, un semblante grave, dulce y entregado, que se inclina sobre mí, en medio de la infinita maraña de sus cabellos rizados, reconozco la hermosa y perenne juventud reverdeciente de la madre-primordial. Miro a tus ojos negros, nada veo en esos tus ojos, lo visible no osa existir ante tus ojos ni en ese templo germinatríz que es tu mirada. Porque todo templo que gesta lo divino, se vela en lo incierto, en lo oculto, en lo profundo… ¡Cuan modesta y diminuta me parece ahora la luz! ¡Cuánto gozo, propiciamiento y bendiciones trae consigo la partida del día, el ensemillamiento de lo lumínico! Madre-del-todo, Madre-de-todos, ya que la Noche aleja de ti a quienes te reflejan, a quienes te siguen somnolientos, transformaste la inmensidad del espacio en un sembradío de esferas luminosas. El astro, proclama así, tus potencias, tus ausencias, tus retornos. Madre-de-la-luz, Madre-de-los-ciclos. Más elevados y arcaicos que las imposibles estrellas, que las imposeíbles estrellas, son los infinitos ojos que la innombrable Noche abrió en nosotros…. Como la flor-que-se-expresa-en-el-abismo, y reconoce-en-las-estrellas-susraíces-más-antiguas-y-más-sagradas. Esos ojos nocturnos que has abierto en nuestro centro, ¡Oh Noche!, esos poderes de la visión y la tiniebla, escrutan mas profundo, viajan más lejos que los ojos blancos y pálidos, esas huestes estelares que habitan el cielo, ese cielo que antiguo se curva sobre nosotros, porque esa altitud tenebrosa ama nuestro-centro-recluso, nuestro-centrodiáfano-del-misterio… como primogénitos de la noche, ama nuestra existencia mas profunda… Sin invocar el poder de la luz, esos ojos nocturnos penetran las profundidades del espíritu que ama, del espíritu que desea compenetrarse e incorporar tus absolutos y este acto puro delecta, con indecibles placeres a los espacios más altos, cuyas entrañas se regocijan con la orgía que se sucede dentro de los mundos nocturnos, mientras se inseminan, reproduciéndose.
Existe en el éter infinito, una loa a la madre-del-mundo, la gran anunciadora de los universos sagrados. A la madre-primordial-de-la-embriaguez-amorosa ella, la madre-de-la-luz, te envía hacia mí, tierna amada, delectante y amable sol nocturno astro engendrador de la obscuridad. Ahora soy despierto Llamo a la niebla ancestral despierto con mi palabra a todas las voces del esplendor… Persigo el camino que fluye hacia la muerte de lo cognoscible, hacia la muerte de lo cognoscente permanezco inmerso en la pupila negra; porque líquida es la sacra entraña de la tiniebla… permanezco inmenso a través de la noche, porque inmenso es su vientre porque soy tuyo y soy mío a través de la procesión del infinito… Tú, madre-de-los-prístinos-instintos-celestes, me has anunciado la Noche. Ella, la Noche arcaica, es ahora mi vida, Soy su reflejo y ella es mi reflejo.
¡Oh Noche!, tú me has hecho un hombre verdadero. Un corazón que florece. Que las arrebatadoras llamas azules del espíritu devoren mi cuerpo. Que sea yo unido, convertido en el antiguo templo del aire, hálito de la célula-mundo. Que sea yo unido, disolviéndome en ti profundamente. Y así sea eterna nuestra obscura nupcia nocturna. Misteriosa nupcia de todos los insectos resplandecientes, con el negro éter que los envuelve, esos que habitan lo pretérito. Que nos una sobre tu altar la ceguera que se ofrece y la videncia que se recibe... El trance y el vislumbre. Tú, embriaguez nocturna, somnolencia estelar, despliega tus alas antiguas e impide el nacimiento del día; desciende lentamente y precipita sobre mí los mundos imposibles, los mundos imposeíbles. Todas las pupilas de la Noche… La Noche; la Noche quien eternamente florece desde el centro de sí misma, la Noche… Yace silenciosa en nuestros centros, habiéndose insuflado en nuestra entraña desde los oscuros principios de su deseo por el ser… Tú, negra serpiente silenciosa, obscura acequia sagrada, tenebroso-espejo-depiedra-humeante ¡Oh Noche! Siembra en mi tus instintos para que se vuelvan templo… Al reconocer su pertenencia a los instintos de la Noche, esa gran-madrecrepuscular, el poeta cobra conciencia de sí, y adquiere con ello la plena posesión de sí mismo.
Al reconocer su pertenencia a lo nocturno, el-que-gesta-las-palabras-musicalesen-su-boca, gesta…
2DA CÁNTIGA A LA FLORACIÓN NOCTURNA ¿Porqué vuelve siempre el amanecer? ¿Acabará en algún momento, el poder de la tierra? Una sublime y siniestra agitación devora impasiblemente las alas de la Noche, esa noche que arriba… arriba prodigiosamente rápido al corazón-de-la-altitud y al corazón-de-la-tiniebla. ¿Arderá por siempre la víctima sacrificial, esa ofrenda secreta y última del amor? Los momentos de existencia para la luz, aunque incontables, son finitos, afuera del espacio, rumor de los principios, afuera del tiempo, rumor de los instintos proféticos, solamente existe el señorío de la Noche siento en mí, la devastación celeste, la caída del astro esplendente, la evolución de la tiniebla el sueño es eternidad La eternidad es sueño…
sagrado sueño El mundo se crea como sueño, el sueño se realiza como mundo. Sueño y mundo emergen del mismo útero. De un solo abismo. De una misma obscuridad.
sagrado sueño Otorga el gozo, la delectación a quienes, cruzando la mar terrena, se han consagrado a la Noche y a sus entrañas serpentinas, que emergen de la arboleda-de-los-ancestros-estelares y de los rituales perdidos en los caminos. ¡Oh Noche!, solamente la horda de los necios te desconoce, nada osan saber del poder depositado en la obscura simiente del sueño. De ese sueño que es sombra y refugio. Descanso y panacea. Y que tú, compasiva Noche, arrojas sobre nosotros, como un sudario, en el aquel extasiante crepúsculo primogénito de la verdadera y única Noche, la Noche de tu Noche, amada y reptante Noche… Esos necios, eternamente moribundos, que no osan sentirte en el arrebato de la dorada humedad de las uvas, que no es otra cosa que la humedad de las hembras… Esos necios que no osan sentirte en el lujuriante aceite del almendro, que no es otra cosa que la mirada ígnea de los machos, que no osan poseerte en el prodigioso y oscuro jugo del opio, que no es otra cosa que el semen exaltado de las deidades vegetales. Y que nos impele hacia tus hogueras imaginativas, liberándonos del peso de lo eterno. Esos necios, eternamente ciegos, que no osan saber que tú eres quien envuelve los pechos de la niña pubescente y convierte su suave seno, en una infinitud celeste y sagrada… Esos necios que no osan buscar la flor-del-absoluto y solamente encuentran el cotidiano yermo de las cosas comunes, la sustanciaagónica-de-la-madre-despojada-de-sus-sueños, la materia. Esos sueños que no osan conocer que eres tú, quien engendra el acto que reproduce todos los actos…
Esos necios, eternamente mudos, que no osan comprenderte, cuando tú, emergiendo de antiguas historias y de antiguas pupilas, depositadas en todos los seres alados, sales a nuestro encuentro, abriéndonos los templos del cielo y trayendo entre tus dedos infinitos, la llave que abre la morada de los bienaventurados. La llave que abre el umbral de los silenciosos mensajeros que floran los infinitos misterios. Tus misterios ¡Oh Noche!
3ERA CÁNTIGA A LA FLORACIÓN NOCTURNA Antiguamente, cuando mi ser se derramaba como amargas lágrimas, cuando disuelto por el indecible dolor, la esperanza se desvanecía ante mis ojos; esos ojos absolutos que han osado contemplar mi vida, esa vida absoluta que ha osado ser contemplada por mis ojos. Ojos que, según recuerdo, pueden ser y no, mis ojos. Me sujetaba con dolor desesperado a lo vital, y ella, la vida, deseaba extinguirse al través de extinguir su capacidad para el recuerdo… Cuando estaba en el yermo-cerro, que en su seno, angosto y oscuro, albergaba mi espectro… Solo, como nunca antes fue, un solitario, en el yermo-monte. Perseguido por un temor innombrable, en la yerma-montaña, cuando desfallecido pensaba miserablemente, buscando la panacea y el auxilio, por un lado y por otro, por debajo de la llama, por adentro de la tierra y por encima de los cielos. Sin avanzar y encontrándome luego en el mismo sitio… sin retroceder y encontrándome luego en todos los momentos… cuando un anhelo inextinguible por los azules horizontes lejanos, me ataban a la vida, que apagándose y apaciguándose, huía… Desde las cimas de mi arcaico éxtasis bienaventurado, desde el centro de la lejanía azul, descendió un frío crepuscular; se ha roto el vínculo del nacimiento, el ombligo del sueño, se han roto las cadenas de la luz… Huye la maravilla, se disipa el portento, desde la tierra asciende, huye con ella mi tristeza. La bilis negra, esa pesada melancolía se funde, y se funde para crear y formar lo incierto de un mundo nuevo, lo incierto en la embriaguez de la noche y en el sueño celeste que asciende hacia el vacío. Hacia lo que no ha nacido y aguarda puro por su nacer.
Tú has venido sobre mí… El paisaje emana dulcemente del paisaje, así como el agua bajo la noche, emana dulcemente del agua. Sobre esa visión, suspenso en el aire, se sublima mi espíritu libre, libre ya, de lo que le ata, solamente se manifiesta el espíritu, renaciendo del espíritu. Renaciendo de la manifestación del sueño. El cerro, el monte, la montaña, esa elevación arcaica, es ya nube de polvo, polvareda, niebla, como una creación en el seno de lo profundo, como lo profundo en el seno de la creación. Y a través de la niebla, vi el semblante luminiscente de la amada. En su cabello han anidado las fulguraciones celestes. En sus ojos absolutos yace la eternidad negra, el lejano, el profundo, el incierto... La pupila de las tinieblas primordiales. Tomé sus manos. La lágrima mutua, es lazo insoluble, centelleante, indestructible, palabra que unifica. Las lágrimas mutuas, cruzaron huyendo los milenios, huyendo como oleajes, como ciclones, como tempestad, como lejanía… Como un portento generado por un Universo líquido que se vierte en sí mismo… Autoengendrándose. Sobre su hombro transparente y nocturno lloré, lloré lágrimas y encantamiento, que germinaron dentro de la gran nueva vida. Ese fue, ese fue el primero, el único sueño, el alimento de las deidades el único profeta, el principio del silencio el único poeta, el esplendor la única visión, la evolución de los astros…
Desde ese entonces, solamente desde ese entonces, siento una inmutable confianza en el cielo de la Noche, una flamígera entrega a la oscura luz de este cielo. la Noche… la amada…
Noche…
4TA CÁNTIGA A LA FLORACIÓN NOCTURNA Siento y se cuando será la última mañana, él último crepúsculo que asciende, cuando dejará la luz de ser luz. Y cuando, la luminosidad detendrá su continuo ahuyentar a la Noche, al amor… Siento y se, cuando el sueño será eternidad, será visión que emana inagotable Siento y se, cuando el sueño será sueño. Agotado por la curvatura de mi antigüedad cósmica… Como ese cielo que antiguo se curva sobre nosotros… Larga y agónica se manifestó la peregrinación hacia el corazón-de-mi-origen, hacia el corazón-de-mi-extinción. Pesada la carga de mis caminos, cuando se cruzan… lo que es caduco lo que es eterno se encuentran, se conocen, en la encrucijada del espíritu El oleaje cristalino Consagración lumínica de la materia Para el centro sensible ordinario Brota imperceptible en el oscuro seno de la montaña, en el despertar sombrío del ritual bajo el camino…
Para el centro sensible ordinario Brota imperceptible en la obscura montaña del anhelo Para el centro sensible ordinario Esa consagración, ese oleaje poderoso, rompe a sus pies y ante sus ojos ocultos, arriba la densa corriente de la tierra. La madre se vuelve tierra. La tierra se vuelve madre… Así, el centro sensible ordinario, Abandona su ordinario y se eleva Como el rumor del río negro Como el relámpago en la cumbre del volcán que despierta Aquel que ha gustado de ella, de la tiniebla Aquel que ha estado en el sacro-monte, ese túmulo que separa los dos señoríos El señorío de los oleajes El señorío de los caminos El ámbito-de-la-luz, el templo-de-la-obscuridad Aquel que ha mirado al otro lado, hacia el mundo en formación Aquel que ha mirado hacia la nebulosa-morada-de-la-noche… Aquel, ya no deseará retornar a la agitación insignificante del mundo. No retornará ya, a donde, en eterna inquietud, gesta y anida la luz. La vida verdadera rebasa a la vida… Arriba… arriba se confeccionan los ámbitos de la gestación, de la quietud.
Aquel que ha estado en el sacro-monte–de-la-bipartición o tal vez, el centro de la misma luz revelada ama y desea contempla la raíz del otro lado de ese mas allá que se manifiesta que se expresa en el-fugaz-instante-del-vislumbre en la-fugaz-entraña-de-la-visión Hasta que el momento propicio hasta que el momento anhelado le hace descender y le lleva al lugar le lleva a ese otro momento en donde flora la fuente de la creación… Sobre él, flota lo terreno, lo perceptible y todos los colores el guardián de los templos ha abierto su seno ha abierto su centro-de-la-tiniebla… La tempestad impulsa al viajero, de nuevo a la cima, desvaneciéndolo pero lo que el toque del amor sacralizó Fluye libre ya disolviéndose, engendrando espectros vivientes, a través de ocultas galerías…
El amor sacralizado, fluye violentamente hacia el ámbito de lo sin-nombre, en donde, como fragancia, se mezcla con los amantes se mezcla con los amados Que sueñan y copulan en lo eterno… Reproduciendo la eternidad. Luz-viva, luz -generatriz Yergues al abatido, al que se ha precipitado le impulsas hacia su ser, su hacer, hacia su destino Luz-madre, me insuflas alegre vida Pero tu candorosa seducción, madre-lumínica no puede sustraerme, no puede desasirme del musgoso monumento que da cabida a mis recuerdos. Con delectación, moveré mis laboriosas manos de escribano Contemplaré hacia todos los lugares, hacia todas las partículas adonde sea que tú me llames, como el incendio que llama al incendio, a donde sea que tu voz encuentre su reflejo Invocaré la grandeza de tu resplandor Adoraré el resplandor de tu grandeza Trashumante, incansable Andaré por el hermoso entramado, de tus bellas obras, hechas verdad, nacidas de la materia…
Translúcido, imposeíble, eterno, contemplaré el sabio andar de tu inmensa e infinita maquinaria lumínica, el instintivo reptar de tus entrañas resplandecientes. Transfigurado, imposible, aprehenderé la armonía y el equilibrio de las fuerzas… Fuerzas que dominan ese juego inconcluso, de los espacios inextinguibles y los tiempos inconcebibles Pero mi corazón, oscuro como el secreto murmurante del grillo, es el adepto sacrificial que se ofrece humeante a los templos de la Noche… y permanece fiel a su primogénito, el amor genésico, ese azul arrebato-por-el-deseo, en el cenit de las serpientes entrelazadas. y fiel a la luna-oscura-que-se-yergue-victoriosa-por-encima-de-los-muertos, para disiparles los sueños y para formar de nuevo todos los mundos… Permanece, así, fiel a la Noche… Luz-perfecta, ¿Puedes tú, lumínica-germinación, ofrecerme un corazón eternamente entregado? ¿Puedes tú, luminiscente-hálito, a través de tu sol, obsequiarme con esos ojos amorosos, que me reconozcan a través del yermo y del silencio? ¿Puede mi mano, hija de la sombra, alcanzar trémula tus estrellas? ¿Devolverán, esas tus estrellas, mi tocamiento iniciático, aquel que sembré en el umbral-de-las-aspiraciones-ocultas? ¿Devolverán, esas tus estrellas, la palabra-que-he-arrojado-al-abismo? Para que florezca como la madre-de-lostiempos…
¿Eres tú, fosfórica flor, quien ha adornado con colores, delicados contornos y formas animadas a la Madre-Noche? ¿O fue ella, quien templo-germinatríz, le dio a tus vestiduras un sentido más alto, una existencia más dulce? Luz-descendida, ¿Qué delectación. Que placeres voluptuosos ofrece la existencia, en medio de tu seno transparente, que estimula y arrebata los instintos de la vida, en ese tu sagrado seno turgente? ¿No lleva acaso, todo lo que nos arrebata, el color diáfano de la Noche? ¿Acaso todo lo que nos rapta, no es poseído ya por el color arcaico de la tiniebla? Ella, la noche, te carga a ti, como una madre amorosa y sabia. Y tú luz, luzfloreciente, le debes a ella, tu madre-obscuridad, todo tu esplendor. Tú, amada luz, te hubieras disuelto en ti misma. Te hubieras sublimado y evaporado en el vientre hambriento de los espacios infinitos… Si ella, la madre-noche, no te hubiera sostenido… Si ella, la madre-obscuridad, no te hubiera gestado amorosamente en su seno disoluto e impronunciable, para que naciera en ti el calor profundo, la fuente de los colores precipitados en la materia. El agua negra que reposa, como una pupila, en la eternidad… Si ella, la Noche, no te hubiera creado para que, con tus llamas, con tus colores gaseosos, líquidos, sólidos y plasmáticos, engendraras plenamente la diversidad de los mundos, las potencias del espíritu y las posibilidades infinitas de la conciencia… Si ella, la noche, no lo hubiera dispuesto así…
Ahora hablo por la noche… Y por su descendencia nebulosa… ES VERDAD, YO EXISTÍA, ANTES QUE TÚ EXISTIERAS, COMO LO QUE SE BIPARTE DENTRO DEL AGUA, COMO LO QUE EMERGE ESTRUENDOSO, DEL ESPÍRITU ESTRUENDOSO. LA GRAN-MADRE ORIGINAL ME HA ENVIADO, JUNTO CON MIS HERMANOS OSCUROS PARA QUE SEMBRARA Y GERMINARA LOS MUNDOS PARA QUE LOS POBLARA CON LOS VIOLENTOS INSTINTOS DEL ESPÍRITU PARA QUE LOS SACRALIZARA CON EL AMOR Y CON EL ARREBATO Y PARA QUE EL UNIVERSO SE CONVIRTIERA EN UN MONUMENTO PARA LA ETERNA CONTEMPLACIÓN… DE SÍ MISMO. DE LA GERMINACIÓN LA MADRE, LA OBSCURA-MADRE, ME HA ENVIADO, COMO EL RECUERDO DEL PRIMER FUEGO PARA QUE PLANTARA EN ESE UNIVERSO,
FLORES ETERNAS AUNQUE INASIBLES, COMO LA NIEBLA,
FLORES ETÉREAS AUNQUE PERCEPTIBLES, COMO LA MATERIA
FLORES DE LA NOCHE-PRIMORDIAL… EN EL SENO DE TODAS LAS FLORES… PERO, AUN NO ES TIEMPO PARA QUE MADUREN ESTOS PENSAMIENTOS, SUTILES, CASI INEXISTENTES, ESTAS MIS PALABRAS IMPRONUNCIABLES, AHORA, SERÁN APENAS LAS TENUES TRAZAS DE NUESTRA REVELACIÓN. …
En algún momento tu señal marcará el final de los tiempos, cuando tú, luzfloreciente, seas una vez más de nuevo, con nosotros, y desbordante por el anhelo, por el fervor, te extingas y mueras… retornando al útero nocturno que te vio nacer. En mi centro, siento llegar el fin de tu agitación. En la celeste libertad, encuentras tu bienaventurado regreso… Aunque mis terribles tempestades me permiten ver que estas lejos todavía de nuestro-corazón-de-las-tinieblas. Percibo que te resistes a regresar al cielo ascendente, ese negro cielo que antiguo se curva sobre los mundos, consagrándolos con su obscuridad engendradora. Pero es inútil tu furia, tu anhelo por el permanecer… Al final de los tiempos ¡Oh luz!, tus poderes yacerán dentro de los osarios-de-la-tiniebla… Dentro de la Noche. He aquí erguido tu templo, el que jamás será abatido. He aquí la palabra expresada, la que jamás será silenciada… Desde su origen hasta el ahora continúa en su emanación-de-las-tinieblas… Oscilo hacia el otro lado, hacia lo insustancial e inmanente cada oleaje será un arrebato perpetrado por tus signos larvarios, cada tempestad será el aguijón de un placer infinito, como el rapto iniciático que obscurece al sol, como el rapto que es cada uno de los parpadeos, y cada muerte de la materia animada El tiempo se extiende, pero será muy poco tiempo Seré liberado, seré erguido Yaceré embriagado en los brazos de amor La vida infinita florece en todo momento Dentro de mí. Dentro de ti Desde lo eternamente ascendido Desde lo eternamente profundizado Desde lo oscuro, me asomo y te contemplo…
Sobre aquella sacra montaña Tu brillo palidece Y la sombra dentro de los mundos te ofrece Un fresco y eterno refugio ¡Oh bienamada lumínica, inhala! ¡Inhala mi ser absoluto! Así podré amar en ti Así podré morir en ti Como la cópula mas antigua, luz y tiniebla La que formó la totalidad de lo que ES… La muerte lleva al lozano reverdecer, mi sangre, como tempestuosas olas se convierte, en bálsamo, en elixir sublimado, en precipicio que germina sueños… Vivo a través del día Entregado a esa vida infinita Entregado a ese instante vital… A través de la Noche, muero, muero presa del sacro ardor de un incendio primordial en ÉL, me consumo Y consumo conmigo a todo lo que ES Así, se suceden los mundos Así, los mundos, suceden….
5TA CÁNTIGA A LA FLORACIÓN NOCTURNA En el principio del tiempo, un destino de hierro dominaba con silencioso poder sobre los vastos linajes del hombre. Oscuro y denso vendaje cubría su temerosa alma. La tierra era entonces infinita. Útero y morada de los dioses. Desde la eternidad fue erguida su misteriosa arquitectura, sobre los sagrados montes rojos de oriente, en el sagrado seno de la mar habitaba el sol, viva luz que todo lo inflama y lo excita. Un gigante envejecido cargaba sobre sus hombros ese mundo dichoso. Bajo las densas montañas, yacían reclusos los primogénitos de la madre tierra… Impotente ya su furor, destructor ante la nueva y magnífica extirpe del padre de los dioses y la extirpe de los alegres humanos, sus descendientes y aliados. En la profundidad obscura y verde del mar, existía el seno de una diosa. En las grutas cristalinas habitaban pueblos prósperos y obscuros. Ríos, árboles, animales y flores tenían percepción humana. Dulce era el vino dispensado por la plenitud de los efebos, una deidad arrebatadora yacía en el fermento de las uvas, y en el oro nutricio de la espiga, una deidad maternal y abundante, yacía creciendo su plenitud bondadosa hacia los cielos. La sagrada ebriedad del amor era un dulce culto y una entrega sacrificial a la mas bella y voluptuosa de las diosas voluptuosas. Pasaba la candorosa vida, como eterna y policroma fiesta de los hijos del cielo y de los moradores de la tierra, como una primavera, a través de los siglos. Todas las generaciones
adoraban con ciego e inocente fervor a la tierna llama. La llama de la vida, la llama del fuego… Como lo supremo del mundo. Repentinamente un pensamiento, una sombra cruzó el mundo, como una espantosa imagen percibida entre sueños… Terrible se posó sobre la alegre mesa de los manjares Con sus negras alas, vetustas y arácnidas Envolvió el alma de los invitados en un salvaje pavor Ni las deidades supieron consolar el pecho Constreñido por la tristeza Por misteriosa senda llegó el mal Ante su poder furioso, resultó inútil toda súplica Era la muerte, que el bello festín interrumpía Con el misterioso poder, que se desprende del dolor y de las lágrimas El espíritu humano ha sido atenazado, por la angustia y por el miedo Parecía que quien moría, Conocía solamente un pesado sueño, Una lucha desesperada aunque impotente, Separado para siempre de lo que aquí en la tierra, alegra el corazón y el sentido Lejos de los amigos y familiares, que en la tierra sufren por la nostalgia y dolores entrañados la ola de la dicha rompió su templo cristalino contra la roca del tedio infinito
Como espíritu-de-osadías Como templo-de-los-sentidos-en-llamas El hombre nutrió y embelleció a la horrible larva Con sus sueños, sus palabras, sus artes, Con sus historias vueltas fuego Un tierno pubescente apaga la vela y duerme… Como dulce tierra, Como suave viento en el arpa El recuerdo se disipa en los ríos-de-la-sombra La poesía cantó así nuestra triste miseria, nuestra lastimera finitud. Pero insonoro, quedaba erguido el misterio de la Noche eterna… El grave signo de un poder lejano… Sobre el altar-de-la-tiniebla
El viejo mundo dorado, declinaba, cedió el paso a su fin. Se marchita, perdiendo uno por uno, sus colores, el jardín-de-las-delicias, en el cual habita, entre sueños y voluptuosidades, la joven extirpe de los hombres. Los hombres, sí, estos quienes no eran ya más, las crías de lo divino, quienes crecían hacia su edad madura, aspiran a subir, al libre espacio, al espacio desierto, al útero de los dioses, al misterio… Hacia su impermanencia. Huyeron los dioses con todo su séquito… perdiendo los sueños de la eternidad y los sueños sobre la grandeza. El hombre se volvió adulto. Solitaria y sin vida, sin ánimo, yació silenciosa la naturaleza, perdida en el recuerdo de su esplendor.
Con cadenas de hierro se le ato el árido número y la exacta medida, se le convirtió en un algo predecible, en un algo sujetable. La inmensa floración de la vida, se deshizo en obscuras palabras y signos… La inmensa emanación de la mente floreciente, se deshizo en polvo y suspiros Había huido la creencia, se exorcizó a la sublime compañera de los dioses, la que engendró la palabra, el templo y la danza, la que todo lo muda, la que todo lo hermana… La fantasía. El viento boreal, soplaba, frío, estéril y hostil, sobre el yermo, sobre el campo aterido. Nada quedaba del viento fecundo y propicio que engendró todos los jardines posibles para lo humano. El señorío del ensueño, la tierra adormecida por el frío comenzó a erguirse lentamente volando hacia el éter. Las lejanías del cielo comenzaron a ser habitadas por mundos-de-luz. El alma-del-mundo junto con sus fuerzas y eflorescencias, terribles y antiguas, junto con sus animaciones, se retiró al profundo santuario, se dirigió tristemente a los ámbitos ocultos del espíritu. El triste encierro después de la inmensa floración luminosa. Acecha ahí, hasta que se exprese nuevamente el amanecer y la luz de la perfección del mundo… La luz, ya no fue más, la habitación de los dioses Las deidades más arcaicas, se cubrieron con la mortaja de la noche Al Útero-primordial-de-la-obscuridad-silente regresaron las deidades y en ese útero, osaron soñar. Y la Noche… La Noche fue el gran seno de la revelación…
6TA CÁNTIGA A LA FLORACIÓN NOCTURNA (NOSTALGIA POR LA GRAN TRANSMUTACIÓN) “Hablen las estrellas con voz humana nadie llora ante la tumba, ha emergido la fosforescencia, desde el centro de sí misma… la ebriedad de la noche vela el corazón-del-cielo Una lluvia estelar Se realiza como néctar-para-la-vida Beberemos de él Y seremos estrellas en el amanecer del hombre…
Desde una noche extática emerge el poema, emerge la palabra emerge el hombre, emerge la lengua Nuestro sol reside en el semblante del dios…”
Descendamos a la entraña de la tierra [Coro] ¡Descendamos! ¡Entrañemos! ¡Enterremos! abandonemos el señorío y las posibilidades de la luz el estruendo y la furia del dolor son la alegre seña que abre la partida veloces como pequeña y osada embarcación llegaremos a los lindes celestes ¿Qué haremos entonces, en este mundo? [Coro] ¿Qué haremos entonces en este mundo? cuando nuestro ser rebosa con deseos y lealtades hacia lo caído hacia lo que ha sido precipitado hacia lo que ha sido ascendido el humano abandonó todo lo que está envejecido tiene sed por lo nuevo, por lo recién nacido… Olvida así, lo mortal que es el olvido, Así se volvió mortal, Porque olvida lo que es más grande que él el humano abandonó al espectro arcaico, que sembró en su corazón de niño, el privilegio de la visión, el privilegio de la fantasía el privilegio de la flor azul, que engendró a todos los colores… Ahora confrontará su verdad solitariamente, inmerso en la devastación, en su triste adultez, decidió crecer y decidió temer… Porque decidió morir. Quien amó profundamente el mundo y los tiempos que han pasado, no sabrá ya que hacer, No sabrá ya que soñar en este mundo sin memorias…
[Coro] ¡Descendamos! ¡Entrañemos! ¡Enterremos! ¿Qué haremos entonces en este mundo? Quien amo profundamente el mundo y los tiempos que han pasado, No sabrá ya que hacer, No sabrá ya que soñar en este mundo sin memorias… Aquellos mundos y aquellos tiempos en lo que aun ardían nuestro sentidos nuestros vientres y osaban su luminiscencia Aquellos mundos y aquellos tiempos en los que el hombre contemplaba el rostro ardiente y la mano en llamas de su padre fuego algunos hombres, profundos y simples cuya boca estaba preñada con música preservaron el tesoro de la imagen preservaron el flamígero tesoro de su revelación, la revelación de su oscuro ancestro Aquellos mundos y aquellos tiempos en los que enriquecidos por las flores, resplandecían los antiguos linajes aquellos mundos y aquellos tiempos en los que los jóvenes héroes, primogénitos de dioses cruzaban el cielo, los inframundos y los destinos buscando la raíz del tormento y de la muerte
Aquellos mundos y aquellos tiempos en los que aunque emanaba la alegría por doquier y algún corazón puro, aun se resquebrajaba ante el incendio del amor… Que lo había divinizado Aquellos mundos y aquellos tiempos en los que en el pleno fuego de su juventud las mismas deidades se develaban ante el hombre los mismos dioses se inmolaban ante el fuego y consagraban a la muerte, con amor y valentía su dulce vida heroica sin rechazar el dolor sin rechazar el sufrimiento derramando su sangre sobre las múltiples bocas de la tierra ofreciendo su corazón-azul al sol permanecieron así con nosotros habitando nuestra memoria Nosotros los contemplamos desde la lejanía temerosos y nostálgicos vástagos de la impotencia humana velada por la sombra de la muerte jamás en este mundo caduco amainará la sed que nos abrasa deberemos regresar para ello al seno de la fantasía ahí encontraremos el sacro tiempo del hombre, el crepúsculo restaurador el sacro tiempo de la mente del dios…
¿Qué podría perdernos aun aquí? ¿Qué podría sujetarnos aun aquí? los amados por los dioses y los dioses mismos, descansan hace tiempo ya en su tumba termina nuestra vida y su incompletitud temor y dolor invaden nuestro corazón débil porque perdió el nervio divino y el poder de la imaginación nada queda ya por hacer hastiado está ya el centro sanguíneo de nuestra especie vacío el ojo vacío el oído vacía la boca vació el mundo
vacía la noche… Infinita y misteriosamente un dulce escalofrío nos paraliza anegando nuestros instintos incomprendidos como si desde profundos profundos llegara el eco de nuestra tristeza, el eco de nuestra devastación ¿será que los amados por los dioses y los dioses mismos, los amados por nosotros nos envían su hálito de añoranza… Nos envían la semilla de la memoria? Descendamos a la entraña infinita Encontremos a esa dulce amada tierra Encontremos al hijo del sol, el amado por el ojo del dios
No temáis humanos el crepúsculo florece lentamente abriendo sus centros purpúreos son llamados los melancólicos, lo que aun aman los colores imperceptibles hacia la perfección de las flores el sueño devora nuestras ataduras, incendiándolas el sueño nos sumerge en el centro diáfano, en el centro secreto del profundo dador del todo el orden caprichoso de lo sagrado el sueño que es legado por la Noche
sacro-corazón el sueño que viene sueño que viene de la Noche el sueño viene de la Noche
sacro-corazón
él de la Noche la Noche de la Noche la sacra Noche
FIN DE LAS CÁNTIGAS A LA FLORACIÓN NOCTURNA TEXTOS MIMÉ YSSCDEA VERSIÓN YSSCDEÁSIDA (2006) DE LOS “HIMNOS A LA NOCHE” (1797-1799) Georg Philipp Freidrich Von Hardenberg NOVALIS
CÁNTIGAS A LA FLORACIÓN NOCTURNA YSSCDEA Publicado originalmente en el 2003 Edición a cargo de Carlos Umbral de Natura
Esta es una publicación electrónica de la obra (2011)
CÁNTIGAS A LA FLORACIÓN NOCTURNA
TEXTOS MIMÉTICOS YSSCDEÁSIDAS
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El papel que utiliza es de algodón y no asesina árboles…